Bueno, hola, primero que nada había subido una versión un poco diferente de esta historia antes pero me decidí replantearla un poco. En fin, también quería indicar que hay un pequeño homenaje a la historia de "Amor Eclipsado" de Mond Dunkel al principio, pero es mínimo, la historia no tendrá nada que ver con la otra.

Familia Reunida:

—Repíteme qué pinto yo aquí — le dijo el fastidiado Pipsqueak a Twilight Sparkle; lo que pintaba para un hermoso día de descanso luego de sus obligaciones de nuevo Príncipe se había convertido en una tediosa expedición al antiguo Palacio de las Hermanas Nobles.

Ella rodó los ojos.

—Porque la Princesa Celestia detectó una extraña energía mágica en este sitio. Vamos Pip, sé que esto no te incumbe siendo un poni terrestre, pero es importante para la Princesa Luna. ¿Qué no quieres hacer feliz a tu mujer?

Pip gruñó por lo bajo y siguió explorando el viejo lugar en compañía de Twilight mientras reflexionaba cuánto habían cambiado las cosas en los últimos años. Primero que todo Twilight Sparkle finalmente se había convertido en Princesa alicornio y ahora gobernaba junto con su mentora y con Luna asegurándose que el reino de Equestria siguiera siendo igual de próspero y feliz como siempre lo había sido. Por otro lado Rainbow Dash era una reconocida miembro de los Wonderbolts y era oficialmente la dueña del record mundial de velocidad. Rarity era una diseñadora famosa y sus diseños podían apreciarse en todos los rincones del Reino. Pinkie Pie era la organizadora de las fiestas más sonadas en todos los tabloides del Reino, etc... en fin, todas las Mane 6 estaban justo donde debían estar. Pero las cosas cambiaron más que todo para Pipsqueak y la Princesa Luna. A lo largo de los años se habían hecho muy cercanos gracias a las noches de Nightmare; además que llegó un punto en que Luna se mudó a una casa en Ponyville para descansar un poco y antes que se dieran cuenta, ambos amigos se habían enamorado y ya llevaban cuatro años de estar saliendo y año y medio de casados. Tuvieron ciertos problemas, como discutir sobre que Luna era inmortal y Pip no lo era, pero al final decidieron probar suerte a que funcionara. En fin... todos habían avanzado a la siguiente etapa de sus respectivas vidas y todo funcionaba muy bien para todos.

...

Por otro lado Celestia y Luna exploraban el sótano de su viejo hogar, tratando de hallar la fuente de energía aún sin éxito alguno.

—Y de todos los lugares tenía que ser justo aquí — se quejó Luna. — La influencia de la magia en estado salvaje del bosque Everfree hace imposible la simple localización de esa cosa...

—Yo sé pero tú tranquila — la calmó Celestia. — Se supone que Twilight, tú y yo estamos aquí para controlar lo que sea que esté causando esto.

—¡Princesa Celestia, Luna! — Gritó Pip corriendo hacia ellas.

—Pip, te he dicho mil veces que te dirijas a mí con más naturalidad como lo haces con mi hermana — pidió Celestia mitad fastidiada mitad divertida por la cortesía del joven semental.

Luna se adelantó; todos los días siempre la misma estúpida discusión entre su hermana y su marido, quería acabarla antes de soportarla una vez más.

—¿Pip, qué sucede?

— Twilight lo halló, está en los viejos calabozos. ¡Vamos!

Siguieron al muchacho a través de los múltiples pasillos que separaban el sótano de esa cámara en donde se supone hubo prisioneros en los antiguos días. Nunca habían tenido necesidad de usarlo, pues ellas no creían en eso de tomar prisioneros; pero aquel lugar siempre había estado ahí; mucho antes de que nacieran y no sabían si alguna vez había sido utilizado.

Twilight ya los esperaba mirando entre fascinada y espantada el extraño remolino de color que aparecía ante todos ellos.

—He estado observando esto por unos minutos y puedo sentir dos poderosas presencias. No sé si sean hostiles pero puedo sentirlas tratando de salir... de otro plano dimensional — dijo Twilight mirando fijamente el remolino. — El remolino es la causa de todo; es la puerta que conecta nuestros planos dimensionales.

—No durará mucho — razonó Luna; — pues puedo sentir que lo que sea que está creando esto está usando demasiada energía y no tardará en quedarse sin. ¿Qué hacemos, los ayudamos o los empujamos para que no pasen a nuestro lado?

Celestia miró a su hermana y a su amiga tras unos instantes y finalmente hizo brillar su cuerno a toda intensidad.

—Los ayudaremos a cruzar a nuestro lado. Tengo un extraño presentimiento que me dice que es lo que debo hacer. Además, en caso sean fuerzas hostiles, tú misma dijiste que están utilizando demasiado poder para crear esa cosa; así que no serán amenaza inmediata. Pip, vete a un lugar seguro.

El poni terrestre obedeció; de hecho era lo que más le apetecía desde que vio el extraño remolino de color. Entonces las tres Princesas combinaron su poder para atraer lo que sea que trataba de salir. Era muy cansado, pero la mitad del trabajo estaba siendo realizado por la criatura del otro lado; y estaban dividiéndose el esfuerzo entre las tres. Finalmente lograron algo: crear una explosión que las lanzó a las tres a diferentes puntos del calabozo. Ni lento ni perezoso, Pip corrió a ayudar a su mujer.

—¿Estás bien, Luna?

Ella asintió débilmente.

—Sí... ¿y las demás?

—Estamos bien, estamos bien — dijeron a la vez Twilight y Celestia que se levantaron con dificultad.

Entonces Pip soltó un grito de sorpresa llamando la atención de todas. En el centro de aquellos calabozos yacían inconscientes dos ponis.

Él un pegaso del tamaño de Luna, con el pelaje del mismo color que ella con la melena de un color también muy similar; aunque el de él era una melena normal y no parecía un fragmento de la noche; y finalmente tenía una extraña Cutie Mark que representaba una nube negra soltando un poderoso relámpago color rojo. A juzgar por su musculatura se trataba de un guerrero, pues además vestía una armadura negra con un extraño símbolo que representaba a un poni unicornio con los ojos rojos.

Ella era una unicornio del mismo tamaño de Celestia. De hecho, ella era igual a la Princesa en todo sentido; con la excepción que no tenía alas y su Cutie Mark representaba una especie de hacha envuelta en llamas en lugar del sol y que también vestía una armadura dorada que representaba el mismo símbolo que el pegaso, destacándola como guerrera también.

—No puede ser... — dijo Pip con un hilo de voz.

—Todavía están muy débiles — declaró Celestia tratando de no hacerse ideas apresuradas, aunque ya era tarde. — Tenemos que llevarlos al hospital antes que mueran... puedo sentir que ambos poseen un gran poder pero que también están demasiado débiles en estos momentos. Vamos, no hay tiempo que perder.

Las tres alicornios levantaron a los inconscientes guerreros y los llevaron fuera del Castillo. Afuera, los guardias que las acompañaban comenzaron a intercambiar los comentarios pero fueron rápidamente silenciados por una mirada de la Princesa Celestia.

Ella se mostraba más seria de lo normal; al igual que Luna pero al menos ella podía hablar con Pip para calmar un poco sus nervios. Twilight se sentía más bien fuera de lugar en toda aquella escena pero su mentora rápidamente la llamó a su lado e igualmente quiso ver si la conversación calmaba sus nervios. Evitaban hablar sobre los dos extraños; por mucho que murieran de la curiosidad. Desgraciadamente tenían que esperar.

...

El pegaso fue el primero en abrir los ojos.

—¿Dónde estoy? — Preguntó todavía bastante débil.

—Te encuentras en un ala privada del hospital más exclusivo de Canterlot — dijo Celestia avanzando hacia él con las alas extendidas.

El pegaso trató de incorporarse pero no tenía fuerza suficiente. Lo que sea que había pasado le había drenado demasiada fuerza y el solo hecho de estar despierto representaba un gran esfuerzo para él. Sin más, Zecora, que fue llamada especialmente para la ocasión le pasó una escudilla de barro con un líquido color marrón maloliente.

—Bebe. Te recuperará parte de las fuerzas. Suficiente para que puedas hablar...

—Pero no tanta como para atacar en caso sea una amenaza. Muy inteligente — la interrumpió el militar mientras bebía un largo sorbo. Tosió de la repulsión pero rápidamente comenzó a sentir el efecto del brebaje de Zecora. Sonrió. — ¿Cómo te llamas, extraño ser?

—Mi nombre es Zecora — respondió la sobra. — Una cebra soy; y a través de los pueblos voy; y a quien lo necesite mi saber yo le doy.

El pegaso se rio un poco mientras se incorporaba, esta vez con mejor resultado. Luego miró a Celestia que lo miraba expectante y poco a poco se dio cuenta que lo rodeaba todo un equipo de médicos, y otras dos alicornios; una morada que lo miraba como con cautela y otra color azul oscuro como él que lo miraba expectante. Volvió a posar su vista en Celestia, que era la más cercana y la que parecía tener la mayor autoridad en aquel sitio. Esbozó una tenue sonrisa mientras la miraba con nostalgia.

—Celestia... — dijo por fin dejando escapar una lágrima — hacía tanto tiempo que no te veía; apenas si eras un bebé cuando el maldito Rey Dragón nos separó de ti... mírate ahora; has crecido tanto en poder como en belleza. Eres el vivo retrato de White Nightmare.

—¿Cuál es tu nombre? — Preguntó la Princesa tratando de mantener el dominio de sí misma.

El pegaso volvió a sonreír.

—Luna... pequeña Luna... mírate también... eres bueno; así como Celestia salió a White Nightmare no cabe duda que tú saliste a mí. Es tan extraño todo esto, jamás pensé que volvería a verlas, a ninguna de ustedes dos — dijo el extraño llorando de la alegría.

—Te pregunté cómo te llamas — dijo Luna tratando de mantenerse calmada.

—Yo soy el General Dark Moon del Imperio Poni — respondió el pegaso tras recuperarse. Estaba temblando un poco a causa del frío; su temperatura corporal estaba todavía demasiado baja y no podía mantenerse en calor por sí mismo.

Como respuesta, uno de los médicos activó la manta eléctrica que había en la cama del pegaso. Él soltó un gemido de satisfacción mientras cerraba los ojos poco a poco. Entonces se incorporó de golpe, sólo para volver a dejarse caer sobre su cama.

—¡White Nightmare! Si sigo con vida, eso quiere decir que ella...

—Ella vive — dijo Luna adelantándose. — Sigue inconsciente pero vive. Mas no hay que hablar de eso ahora. ¿Quién se supone que eres tú? De no ser porque eres un macho y no tienes un cuerno serías igual a mí; al igual que la otra es igual a mi hermana. No me digas que...

—Pregunta lo que debas preguntar fuerte y claro — dijo impaciente el pegaso.

—¿Acaso eres nuestro padre? — Preguntó Luna por fin.

—Luna, eso... — comenzó Celestia, pero ella lo interrumpió.

—¿Hermana, qué no lo ves? Él es igual a mí, y si a eso le sumamos tu presentimiento que debíamos ir hacia allá y que su mujer sea igual a ti; y él mismo lo ha dicho, tú eres su vivo retrato. — Entonces se volvió al pegaso que esperaba impasible. — Tú eres nuestro padre, ¿no es verdad? Contesta por lo que más quieras...

—¡Luna! — Reprendió Celestia, pero el pegaso la detuvo con un gesto para luego asentir débilmente.

—Aunque no me crean, soy su padre. Separado de ustedes hace miles de años por obra y gracia del Rey Lumbre; soberano de todos los dragones.

—¡Eso es imposible! — Gritó Celestia retrocediendo de la impresión.

—Comprendo que no le creas a Dark Moon, la impresión puede ser demasiada — dijo una cansada voz detrás de ella.

Todos se volvieron, al parecer la unicornio se había despertado también. Ella sonrió débilmente mientras el cansancio la vencía y Zecora corrió a echarle un casco ofreciéndole una taza de su extraño té que ella bebió hasta el fondo. La unicornio tuvo fuerzas suficientes para incorporarse pero no más. El té de Zecora devolvía gran parte de las fuerzas perdidas, pero al tratarse de alguien con poder tan grande, la recuperación era mucho menor. Una vez recuperada pudo seguir hablando.

—Como te decía, sé que estás sorprendida, Celestia hija mía, pero no voy a presionarte para que nos creas. Después de todo en el momento en que Lumbre hizo lo suyo ustedes apenas eran unas bebés y obviamente no recuerdan nada. Tú tenías apenas un año y medio y Luna tan sólo un par de meses.

—Pero como White Nightmare dijo, no vamos a presionarlas para que nos crean. A la larga era cosa de esperarse, pues eso era lo que Lumbre quería — dijo amargamente Dark Moon. — Así pues aunque no nos acepten como sus progenitores...

Ambos se levantaron con dificultad, a pesar de las múltiples protestas de los médicos. Simplemente siguieron adelante y se inclinaron respetuosamente ante sus hijas.

—Por favor acepten los servicios de dos viejos militares, alejados por mucho tiempo del campo de batalla — suplicó la llamada White Nightmare. — En tiempos de mi padre, el Emperador Death Ride nosotros dos éramos la élite de todas las tropas. Así pues acepten nuestra experiencia militar y nuestro gran poder para servir a ustedes y al eterno Imperio Poni.

—¿Qué es el Imperio Poni? — Preguntó Twilight, que había estado observando toda la escena sin atreverse a decir palabra.

Los dos guerreros la vieron con curiosidad. White Nightmare posó la vista sobre sus dos hijas como tratando de adivinar; fue cuando reparó en Pip que se había acercado a Luna y la tomaba del casco, ella lo aceptó y estuvieron en silencio un buen tiempo. entonces tanto White Nightmare como Dark Moon posaron su mirada sobre su hija mayor, quien iba a preguntar pero rápidamente Dark Moon se le adelantó cambiando el tema.

—Si la tierra de todos los ponis ya no es llamada el Imperio, ¿en dónde estamos ahora? ¿Cuál es el nombre de este lugar?

—El nombre de mi Reino es Equestria si te lo preguntas — dijo Celestia.

Ambos asintieron.

—En ese caso... permítenos servir a Equestria...

—Como servimos al Imperio en los antiguos días. Por favor...

Luna y Twilight miraron hacia Celestia, que a su vez miraba fijamente a aquellos que decían ser sus padres. Finalmente dejó escapar una lágrima junto con una sonrisa.

—Bienvenidos a su nuevo hogar... madre, padre...

Ellos sonrieron y quisieron abrazar a sus hijas, pero no pudieron; la debilidad podía más que ellos, en especial White Nightmare.

—Deben descansar — dijo Luna muy preocupada usando su magia para llevarlos a sus camas.

—Son los padres quienes deben arropar a sus hijos — declaró White Nightmare. — Nosotros podemos. Somos guerreros, estamos acostumbrados a las dificultades, Luna, no te preocupes tanto...

—Pero madre...

—Tiene razón. El orgullo tal vez no sirva de nada pero cuando lo pierdes todo como nosotros lo hicimos alguna vez, es lo que te queda para no perder la razón — dijo débilmente Dark Moon regresando a su cama arrastrándose.

Todos se miraron y los dejaron regresar a su lugar.

—Entiendan una cosa — les dijo Celestia a los médicos. — El día de hoy hemos recuperado a nuestros padres perdidos. Quiero que hagan lo mejor posible para que recuperen sus fuerzas. ¿Entendido?

Los médicos asintieron enérgicamente.

—¿Y a partir de ahora qué, Princesa Celestia? — Quiso saber Twilight. — ¿Realmente cree que sean sus padres.

Ella asintió.

—Desde que tengo uso de razón, Luna y yo éramos nuestra única compañía; nuestro antiguo Palacio tenía un extraño encantamiento que lo hacía atender a todas nuestras necesidades y también nuestra educación. No tuvimos contacto con el mundo hasta que llegamos a Equestria y se nos dio nuestra posición actual. Pero siempre nos preguntamos sobre nuestros orígenes.

—Sobre por qué nuestros padres nos abandonaron así como así — dijo Luna preocupada. — Hay tanto que preguntar, sobre el Imperio, sobre ellos, sobre ese malvado Rey Dragón...

No se dijeron más y siguieron caminando hacia el Palacio. Nadie se había dado cuenta de la desaparición de Zecora.

...

Un gigantesco dragón tipo serpiente color negro observaba la inmensidad de su Reino cuando sus emisarios le hablaron que tenía una visitante. El Rey Lumbre ordenó que se la hiciera pasar; mientras su cuerpo se encogía hasta pasar del tamaño de una montaña al de un poni común y corriente.

Zecora entró a la estancia. Siempre la ponía nerviosa el ver los ojos color rojo de Lumbre, pero tenía que armarse de valor.

—Es un gusto verte otra vez, joven Zecora — dijo la fría voz de Lumbre. — Creía que no volvería a verte luego que traspasaras mi Barrera Mágica.

—El bosque Everfree está hecho para a los ponis en su Reino encerrar; mas los de otras especies libremente podemos por ahí pasar — respondió Zecora. — Mas no estoy para estos temas discutir, sino porque algo grave te debo de advertir.

—¿Y qué puede ser eso? — Preguntó el Rey Lumbre.

—Los asesinos más despiadados de toda la historia de su prisión eterna finalmente han salido; y con sus amadas hijas se han reunido.

El Rey Lumbre sintió la ira creciendo en su interior. Todo por lo que había luchado estaba ahora a punto de perderse; pero no había que perder la calma.

—¿Hace cuánto que ha sucedido eso?

—Hace no mucho — dijo otra voz. — Traje a la cebra a darte el mensaje lo más rápido posible. Ni tú ni yo queremos el retorno de esos dos malditos.

—También es un gusto verte Espíritu del Caos — dijo Lumbre. — ¿A qué le debo tu visita?

Discord se hizo visible mostrando una mueca. Sus ojos reflejaban una mezcla de odio y miedo.

—White Nightmare recién había cumplido sus quince años; y su diversión fue ir detrás de mí. Apenas si pude escapar con vida. Fue un alivio el día en que me enfrenté a su hija el que ella utilizara esos Elementos de la Armonía para petrificarme. Es la prueba que no es una maldita sádica como su madre.

—La sed de sangre de White Nightmare sólo se compara con la de Dark Moon — gruñó Lumbre sintiendo un escalofrío. — De cualquier modo, estén alertas. Movilizaré a mis tropas y los haré estar alertas. Nuestra ventaja táctica es que tanto Luna como Celestia ya han encontrado a su otra mitad. Odiaría usar algo tan hermoso para acabar con ellas, pero si deciden seguir el camino de sus padres desconocidos no tendré más remedio que deshacerme para siempre de los restos de la Familia Imperial de los Ponis.

—Dudo que a estas alturas puedan hacer algo, lo que debemos hacer es convertir a las Princesas en nuestras aliadas contra ellos — dijo Discord.

Lumbre le dio la razón y los despidió con gesto pensativo para que volvieran a cruzar su barrera, una especialmente diseñada para acabar con cualquier poni que osara ir más allá de sus dominios; una protección hacia su Reino creada para prevenir cualquier ataque de White Nightmare y Dark Moon.

Discord ofreció su zarpa a Zecora.

—Señorita, la llevaré a casa.


Bueno, ya dije al principio lo que tenía que decir así que...

...sin más mi despedida:

Chao; nos leemos!