Capítulo 16
Jack POV
No había nadie en las calles, era muy tarde. Espere unas horas a ver si aparecía Pitch en ese lugar, pero nada. Empecé a perder las esperanzas de encontrarme a Pitch, así que decidí irme a la guarida de Norte.
En el camino, me encontré a Pitch, como siempre sombrío y serio. Dispuse esconderme entre su ropa negra, donde no podría verme. Como había pensado, el se dirigió a su nueva guarida; supuse que fue en la que atrapo a Jakie.
Al llegar a su escondrijo, me separé de su traje y me escondí en el techo, como los típicos murciélagos lo hacen. Desde ahí podía escuchar lo que él decía, pero no era mucho; Pitch no era de esos tontos villanos que gritaba su malvado plan cuando se encontraban solos, es más, el sabia que cualquiera de nosotros los guardianes podíamos ir a escondernos a su nueva caverna.
- Podría idear en voz alta mi malvado plan, pero no sé si habrá un guardián aquí.- Dijo Pitch en voz alta, casi gritando. -¿No es así, Jack?- Pregunto con un poco de sarcasmo dirigiéndose donde me encontraba. Me hice el loco y no salí del escondite.
- Tranquilo Jack, el no debe saber a dónde estás.- Me dije.
- Debes estarte imaginando que te saldrás con la tuya, diciendo que estaba planeando. – Dijo mientras caminada hacia otro lugar, lo perdí de vista. Suspiré de alivio. Salí de ahí y me puse a reposar en un balconcito de la segunda planta. -¿O no, Jack?- Dijo con su voz macabra detrás mío. - ¿Por qué estas solo? ¿Acaso los guardianes te abandonaron?- Me agarro fuertemente con su mano (N/A: Se que se escucha algo obvio, pero podía ser con una soga o algo así.)
- ¡Suéltame!- Le dije con mi voz chillona y aguda mientras trataba de escapar de su mano.
- ¿Debería?- Me dijo levantando una ceja. – Te metiste en mi escondite, ¿no crees que es algo irrespetuoso?
- Sabes que te venceremos. – Dije con un poco de suficiencia a pesar que mi voz chillona arruinara un poco el momento de orgullo.
- No grites victoria antes de la pelea, Jack. – Me apretó algo más fuerte. – Sabes, ya me diste una grandiosa idea, pero sería muy obvio.
- ¿Qué? ¿Ir a espiar o algo parecido?- Lo mire fijamente a los ojos. – No creo que seas tan tonto Pitch.
- No, no lo soy.- Sentí que todo se me salía. – Solo dile a Jakie que tenga cuidado con lo que hace.
- ¿Qué?- Me quede confuso, ¿acaso el estaba mandando una amenaza hacia Jakie? - ¿Qué planeas hacer con ella?
- ¿Y tú crees que lo descubrirás tan fácil?- Empezó a reírse. - Anumite înfrângere (A/N: Si os no sabeis que significa, no ois preocupeis, traducir en google traductor:)- Al terminar de decir estas palabras, la arena de las pesadillas me arrastro hacia la salida.
Cuando la arena de las pesadillas me saco por completo, me encontraba en un bosque. Empece a volar hacia lo lejos hasta llegar a un lugar seguro, es decir, una cueva; espere unos minutos para poder recopilar todo lo que Pitch había dicho.
- ¿Acaso Jakie estaba en peligro?- Pensé.- ¿Qué estará planeando ese tipo?- No sabía si ir a contarles o quedarme con el secreto.
Decidí irme a la guarida de Norte para hacer lo que creía correcto, y lo era. Ser murciélago tenía sus desventajas, era muy genial volar pues ya estaba acostumbrado a que me llevara el viento, era mi tipo de transporte pero el problema es que los copos de nieve caían en mis alas y la nieve casi no me deja ver ya en el Polo Norte.
Ya casi llegando a la guarida, la nieve era tan densa que choque con una ventana, en la cual desde adentro se veía todo el gran paisaje. Adentro estaban todos, así que vieron mi choque.
- ¡Ya llego Jack!- Dijo Norte emocionado levantando los dos brazos.
- No lo puedo convertir en humano ahí, debe entrar.- Dijo Jakie dirigiendo la vista hacia Norte.
- Hace buena decoración en la ventana.- Dijo Conejo, Jakie se río.
Trate de entrar por la puerta más cercana; finalmente, entre. –Ahora ya sé lo que sienten los otros.- Pensé.
Ya cuando había entrado, Jakie saco un poco de polvo y pronuncio cosas que no entendí, pero tenía que ver con que me volviera humano. Después de tirarme el polvo, fui volviendo a mi figura original.
- ¿Eso es todo?- Dije, pero mi voz seguía siendo aguda. Todos empezaron a reír. - ¿Qué le has hecho a mi voz?- Le pregunte a Jakie, tocándome el cuello.
- ¿Yo? Nada. Se te pasaran en unas horas, es por el efecto del truco.
- ¿¡Horas!?- Dije sorprendido.
- Al menos son mejor que días.- Dijo Fairy.
Al paso de unas horas, mi voz volvió a ser normal, y todos se habían ido excepto Jakie y yo. Jakie estaba sentada en una de las sillas de la cocina, parecía estar dormida ya que su cabeza estaba tumbada en la mesa. Me dirigí hacia el refrigerador para agarrar leche fría.
- ¿Qué haces?- Me pregunto Jakie toda despeinada, tratando de levantarse de la silla sin pereza.
- Tratando de tomar leche, sin escupirla al ver tu rostro recién levantado.- Dije.
- ¡Guau! Que gracioso eres, Jack. Me agradabas más cuando tu voz era aguda.- Dijo mientras se arreglaba el cabello.
- Tú me agradabas más cuando estabas dormida.
- No peleare contigo otra vez.- Cruzo los brazos.
- ¡Ja! De Igual manera te iba a ignorar.- Ella no respondió, simplemente salió de la habitación. - ¡Hey! ¿A dónde vas?- Decidí seguirla.
- Pensé que me ibas a ignorar.- Me dijo sonriendo.
- No te puedo ignorar si tú me ignoras. – Agarro su escoba. – De paso ¿A dónde vas?
- A un lugar muy oscuro, que seguro te daría miedo.- Trato de asustarme.
- No, en serio, ¿A dónde vas?
- ¿Por qué te interesa tanto? Simplemente buscare una calabaza, me apetece un pie de calabaza.- Se subió a su escoba. - ¿Qué? ¿Iras conmigo?- Bajé la mirada.
- No. Me iré a jugar con la nieve. – Me ofreció la mano.
- ¿Acaso me tienes miedo?
- Pff, por supuesto que no. Pero iré por mis propios medios.
- Entonces sígueme.
Salimos de la guarida y yo solo seguí a Jakie, no sabía a dónde iríamos. Presentía que lo de la calabaza era mentira.
Llegamos a un bosque, el cielo estaba nublado y las hojas caían sobre nuestro cabello, cerca de nosotros había un pozo. Jakie saco un libro, aun tenia polvo y telarañas, sopló para quitarle un poco. Lo abrió y busco una página, no alcance a leer lo que decía. Lo dejo en el suelo y arranco una hoja del suelo. Cerró los ojos e iba a empezar a decir lo que había en libro, pero me tire encima de ella y tire lejos del libro.
- ¿¡Qué rayos estás haciendo, Jack!?