Odio a la hermosa chica nueva.
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SHAMAN KING NO ME PERTENECE, PERO LA HISTORIA SÍ. PROHIBIDO REPRODUCIR EN CUALQUIER OTRA PARTE SIN MI PERMISO.
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Capítulo 1. La novedad.
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Aquel día lo recordaría por siempre.
Para no romper la rutina, se había quedado dormido las dos primeras clases, y apenas iba desperezándose en su lugar.
Respiró y suspiró satisfecho; en sus sueños salieron naranjas y un hermoso cielo azul.
-¡Por fin despertaste! ¡Y yo que creí que ya estabas muerto!
Yoh sonrió ante el comentario de Horo, y mirando a Ren y a Manta preguntó si ya casi tocaba hora libre.
-Es que Hao se comió mi desayuno.- Lloriqueó el castaño a media voz, para que el mayor no lo escuchara.- Y tengo mucha, ¡muchísima hambre!
-Todavía faltan dos clases para la hora libre, Yoh...
El joven iba a replicar con dramas cuando entró el siguiente maestro. Se resignó, se sentí cómodamente y escuchando la suave voz, se fue arrullando otra vez.
Casi siempre era así. Yoh dormía gran parte de la mañana y cuando se sentía con energía suficiente, ponía atención al resto de las clases.
-¡ASAKURA!- El grito del maestro lo hizo brincar en su butaca.- ¡Párese de una buena vez!
El joven buscó a su hermano con la mirada, y al ver que él también lo observaba (sonriendo burlonamente), se dio cuenta que le habían llamado a él.
-¡Bien!- El maestro bufó al ver a Yoh de pie.- Sé que por supuesto no estuvo escuchando nada, pero la señorita Kyouyama, una joven de nuevo ingreso, será su compañera de banca. ¡Y a ver si ya va poniéndome atención!
El muchacho enrojeció por el regaño, y al ver a la dichosa compañera nueva, sudó frío.
Era delgada, rubia y con cabello largo. Largo... Muy largo... Pensó que quizás sería sedoso, y las ganas de acariciar el cabello de su nueva compañera lo inundaron.
¡Era realmente bonita!
-Je, je, je...- Se rascó la cabeza nervioso.- Perdón, maestro.
-Sí, sí, como sea. Siéntese niña.
La joven pasó y se sentó junto a él, con una expresión de aburrimiento terrible.
Trató de calmarse, pero la presencia de la joven lo mantuvo alerta. Tan fría, tan lejana.
Se atrevió a mirarla de reojo y pudo ver que debajo de la mesa jugaba con el móvil. Yoh miró a todos sus compañeros, pensando que estaba prohibido sacar el celular. Sólo Hao miraba en su dirección.
Trataba de interesarle a la joven y sonreía con su clásica de galánpuedetodo.
Yoh observó con más curiosidad a Kyouyama, quien, al darse cuenta de la mirada de Hao, le miró y sonrió burlonamente, para luego alzar el dedo medio sin ningún pudor.
Hao soltó una carcajada breve y volvió la mirada al frente.
Yoh la miró de lleno, impactado.
-¿Qué me ves, idiota?- susurró con frialdad.
-No creo que debas ser tan grosera con la gente... Te pierdes la oportunidad de hacer nuevos amigos...
La chica lo miró fastidiada. ¿Amigos? ¿Y eso para qué? En toda su vida ningún supuesto "amigo" le había servido de nada.
-Ajá.
Y aburrida regresó al teléfono.
El moreno, realmente sorprendido y ligeramente molesto, sacó un cuaderno y se puso a escribir lo que decía el maestro.
La chica le había quitado todo el sueño.
-Mira, mira, ¿ya viste...?- susurró Horo a Ren.- ¡Yoh está poniendo atención!