-CINCUENTA SOMBRAS ENTRE TÚ Y YO-

CAPITULO 1:Preludio de una tormenta.

Hace frio,este invierno está siendo uno de los más fríos que recuerdo, la calefacción está a tope pero puedo sentir el frio atravesando las ventanas, aunque el recuerdo de la noche anterior y de los suaves labios de Christian recorriendo mi cuerpo genera un calor en mi interior que ni el mas helado de los vientos podrá extinguir , de repente un sonido me saca de mi ensoñación y mi diosa interior hace una mueca de disgusto ante tal interrupción.

Es Kate mi guapísima y estilosa compañera de piso, está intentando encender la chimenea pero sus habilidades en este terreno son más bien escasas, me hace gracia verla luchar contra la chispa que sin remedio acaba apagándose..

-En vez de estar ahí de pie riéndote de mí podrías venir a echarme un cable no?, la próxima vez le diré a mi padre que nos busque un piso con una chimenea de gas o mejor con ayuda de cámara que haga estas cosas..

-Bueno..bueno..no te ofusques ahora mismo te ayudo, algo me enseñó Ray sobre como encender una chimenea, anda déjame a mi

Tras unos breves momentos las llamas comienzan a crepitar en la chimenea y me siento orgullosa de mi misma por haberlo conseguido, Kate se acurruca en un pequeño sillón con su portátil y una copa de vino..

-¿No sales hoy?-le pregunto extrañada porque decida quedarse un sábado por la noche en casa

-No, Elliot está fuera por negocios, así que voy a ponerme al día con unos artículos atrasados que tengo, como siga así mi editor me echará a pesar de las donaciones de mi padre al periódico..

-Eres una exagerada sabes que tienes un gran talento, ningún editor prescindiría de ti, te dejo trabajar tranquila, yo voy a trabajar también un poco..

Corro a mi habitación pero lejos de empezar a trabajar, estoy deseando abrir mi correo esperando alguna noticia de Christian, no me ha llamado en todo el día y estoy preocupada, ya me aviso de que tendría el fin de semana ocupado con una fusión de empresas pero siempre encuentra algún hueco para contactar conmigo, abro el correo con la ilusión de un niño la mañana de navidad solo para encontrar dos correos publicitando varios artículos, mi diosa interior se enfurruña y se mete en la cama enrollándose con el edredón mientras mi conciencia sonríe diciendo que él no siempre puede estar pendiente de mi que soy una niña caprichosa,la ignoro totalmente, pero estoy molesta, voy a la cocina intentando llenar mi desesperación con algún buen bocado y algo de vino.

Kate sigue enfrascada en su trabajo y no quiero molestarla con mis tonterías, asi que me preparo un tentempié y una copa del vino que tanto le gusta a él y vuelvo a mi habitación, acurrucándome en el sofá, pongo la televisión con la esperanza de que mi mente se distraiga y deje de pensar en Christian, paso por varios canales sin que nada me llame la atención mientras saboreo una tostada con queso y salmón, aun no he dado el segundo bocado cuando mi corazón se para en seco y siento como si el aire abandonara mis pulmones por completo, allí en la pantalla aparece mi dios personal, siempre me sorprende lo guapo y carismático que es, están retransmitiendo en directo una gala benéfica a favor del ala de pediatría de un hospital de Seattle, a su lado una morena despampanante sonríe a la cámara mientras le agarra del brazo, en termina la entrevista con un cordial saludo y se aleja hacia el interior con su acompañante.

De repente recuerdo que tengo que respirar, mis pensamientos van a mil por hora, estoy petrificada, apenas puedo mover ningún musculo y de repente algo se activa como un resorte, salgo corriendo de la habitación buscando mi abrigo y las llaves de casa de Christian, Kate se asombra al verme tan agitada y sale a mi encuentro..

-¿Qué pasa Ana?-en su rostro empieza a reflejarse la preocupación

-Tengo que ir a ver a Christian es importante tengo que..tengo que…-y sin poder remediarlo las lagrimas comienzan a correr por mis mejillas, me siento tan estúpida, quiero salir corriendo y esconderme en el fin del mundo

-Pero que ha pasado..te has peleado con él?-Kate me zarandea intentando hacerme reaccionar.

-No…yo …solo quiero verle, necesito verle…no te preocupes te llamare después-consigo balbucear mientras salgo por la puerta del apartamento.

Conduzco a toda prisa por la ciudad hacia el lujoso piso de Christian, la voz de mi conciencia me regaña diciéndome que a él no le gustaría que condujera tan temerariamente y yo la mando a freír espárragos diciéndole que me importa un rábano lo que le guste a Christian Grey.

Aparco el coche en una de las plazas del sótano y me subo en el ascensor, el trayecto se me hace eterno, aunque pensar que él no está allí que esta en algún lugar con otra mujer, cenando, riendo..es algo que apenas puedo soportar. Las puertas se abren en el hall que precede a la casa de Christian, abro la puerta y desactivo la alarma, no hay nadie ni siquiera la señora Jones parece estar por aquí, me acurruco en el sofá intentando calmar la marea de sensaciones que me invaden y sin saber como me quedo dormida.

Despierto confusa, todo esta oscuro, ya no estoy en el salón, reconozco la habitación, duermo casi todas las noches entre esas sabanas pero hoy no esta él conmigo, afuera una tormenta se ha desatado y azota con fuerza los cristales. Respiro hondo y decido ir en busca de la persona que me ha traído hasta aquí, mi cincuenta sombras.

Bajo despacio las escaleras y se que está allí incluso antes de verlo, su sola presencia me turba los sentidos y hace que anhele todo lo que su cuerpo me ofrece, pero debo ser fuerte me repito como un karma. Lo veo en el sofá frente a la chimenea esta tan arrebatador, la luz del fuego le esculpe su cara de Adonis, sostiene una copa en sus manos y sus increíbles ojos grises parecen perdidos en un mar de pensamientos oscuros, entonces se que algo pasa y un terror me recorre la espalda

-Christian…-mi voz sale apenas hecha un susurro pero él se vuelve hacia mi y yo me detengo en seco, sus ojos se han vuelto la muralla impenetrable que eran antes, me miran con una frialdad infinita y de repente sus labios se abren para soltar la frase que siempre es preludio de una tormenta.

-Anastasia….tenemos que hablar..

-FIN DEL CAPITULO-

NOTAS DE LA AUTORA:

Hola a tod s los lectores de este fic, es mi primera incursión en un fic de un libro pero como a tantos me fascino la historia, así que aquí os dejo el primer capitulo espero que les guste la historia y me dejen sus comentarios para ir sabiendo su opinión y asi ir mejorando nos vemos en el capitulo 2.