Basado en el cap. 9 del anime, pero totalmente ajeno a todo. Los personajes, definitivamente, no me pertenecen, sino seguro habría sido más buena con ellos, je.

Mia

Por Ruby P. Black

La piel de Nana es suave, tan suave como la primera vez que le tomó las manos; que le dijo que la quería en ese Festival.

Su voz, sigue llenando sus sentidos, entorpeciéndole el cuerpo, el aire, la respiración; como cuando le dio a entender que lo quería, que lo protegería siempre y que se preocupaba por él.

Sus ojos le observan grandes, porque aunque ya no es una niña, sigue conservando esa inocencia tan fresca que lo derrite y lo deja sin palabras. Le hace sonreír de costado, con esa despreocupación tan de él. Los orbes brillan intensamente y el cabello castaño se le pega a la frente y a las mejillas.

Sus dedos se entrelazan, como en antaño.

− "Te quiero" – le escucha decir.

Y el pecho se le sigue inflando cada vez que ella lo dice, como si todavía quedaran retazos de heridas por sanar que van cicatrizando a medida que su voz lo llena todo. Su perfume lo ralentiza, lo vuelve un poco tonto.

Sus manos se quieren abrir paso, tocar todo, acariciar todo.

Siempre esperó este momento y parece que fue ayer cuando eran unos adolescentes.

Lo siguen siendo, claro, pero mucho menos.

Y se han extrañado tanto…

− "Te quiero" – le susurra él.

Entonces, con ternura, la conduce, se conduce, y se apropia de esa muchacha que siempre estuvo ahí, esperándolo, siempre estuvo para él.

Que es suya desde el primer momento en que sus miradas se cruzaron, que le hizo la primera broma, que le sujetó la mano y le dio el primero de tantos besos.

Fin

Muy breve ¿no? Es el primer fic que hago de este anime. En algún momento estoy pensando escribir otros, pero tenía estas ideas sobre lo que quería hacer y bueno, lo escribí.

Sigo recibiendo dudas, tomatazos, ánimos y propuestas. También en mi Facebook, me buscan con este nombre y ahí está mi página. Hay cosas más originales por allá pero acepto pedidos.

Bueno, eso era todo, espero que nos veamos una próxima vez.

Gracias

Ruby P. Black