"Una herida, significa que sobreviviste."
Una de las tantas cosas que odiaba Hiccup Horredous Haddock III era el inestable clima de la isla en la que vivía, y su pierna; esa maldita cosa metálica que tenía como extremidad podía ser una molestia cuando se lo proponía, más cuando hacía frío. Como ese día. Se encontraba tirado en cama con su mejor amigo a su lado, olfateándolo como siempre, enterró su rostro en la almohada; tratando de dormir pero las puntadas en su pierna lo empeoraban aún, si un vikingo no fuera fuerte él estaría llorando ahora mismo. En algún momento, su padre o alguien de la villa aparecerían para pedir su ayuda pero estará demasiado irritado como para tratarlos bien. La humedad no ayudaba mucho a su autoestima, inhaló el aire que provenía de la ventana que se encontraba abierta; escucho pasos que provenían de las escaleras para cerrar los ojos inmediatamente, al menos podría pretender que estaba dormido. Las pisadas se detuvieron, sintió en su hombro como lo movían lentamente de un lado al otro susurrando en su oído, esa voz tan maravillosa que le encantaba oír pero que ahora era tan insoportable. -¿Hiccup?- murmuró demasiado cerca como para darle piel de gallina. Paulatinamente abrió los ojos como si recién lo hubieran despertado de sueño. -¡Hiccup! Me asusté, ¿qué haces dormido? Debemos estar en la arena pronto- chilló, el castaño gruño. –Eh, ¿qué te pasa? Dentro sabía que iba a seguir insistiendo hasta que le respondiera. Le dio la espalda abrazándose a la manta. –Parece que alguien se levantó del lado equivocado de la cama.- musitó entre dientes mientras caminaba para salir de la habitación. Hiccup retiro lentamente la almohada de su rostro para observarla, susurró un "lo siento" haciéndola volverse a él.
-Mi pierna me ha estado doliendo desde que Bucket advirtió la fuerte nevada.- se sentó soltando un pequeño gemido de dolor, movió la cabeza hacia el muñón. –Desearía no haber batallado con esa estúpida Muerte Roja.- El dolor que una vez sintió en su extremidad ahora se apoderaba de su hombro. -¡Ouch! ¿Eso por qué fue?
-¡Hiccup Horredous Haddock III no vuelvas a repetir eso en tu vida!- oh esto es malo, ella solo pronuncia su nombre completo cuando realmente está furiosa. –Sin ti no hubiéramos podido establecer la paz entre los dragones y los vikingos; sin ti, claramente también sin Toothless, seguiríamos peleando a muerte con ellos, la guerra hubiera seguido en pie. Le abriste los ojos a muchas personas, incluyéndome. Le sonrío con gratitud. –Bien.- aplaudió rompiendo el dulce momento. –Les diré a los demás que el entrenamiento se cancela; mañana tendrás mucho trabajo duro por hacer.- beso su mejilla. -¡Duerme bien!- gritó mientras salía corriendo. El chico de ojos verdes una vez que se encontró solo observó detenidamente su pierna metálica que descansaba en los pies de la cama; sus labios se ensancharon al rememorar las palabras que Astrid le dijo. Había dejado su marca… Ahora solo le faltaba la cita.
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Finalmente lo tengo terminado esta viñeta, sé que no tiene mucho Hiccstrid, pero vi esta frase en mi tumblr y no pude negarme a hacer esto, espero que les sea de su agrado.