He vuelto! y perdón por la tardanza! ENSERIO PERDÓN! No era mi intención tardar tanto!. De hecho poco después de actualizar esta historia por última vez me enfrasqué en un duro camino llamado: "examen de admisión para la universidad." Además se me vino mi graduación encima también y tenía que cubrir todas mis materias, estuve buscando trabajo y me deprimí un poco, pues no tenia ni la más remota inspiración o idea de que escribir. Tal vez la escritura al principio se vea un poco forzada, ya que, prácticamente me obligue a escribir y a salir del posó en el que me encontraba. A si que espero, y disfruten el capítulo.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen y Blah, Blah, Blah...
Tal vez no lo había pensado bien en el momento. Lo aceptaba. Había calculado erróneamente las consecuencias de sus actos. Tal vez por eso es que se encontraba en una celda, en la estación de policía.
No era la primera vez que pisaba tal lugar, había ido a parar a ese lugar tantas veces que conocía los nombres de todos los policías, no era algo para presumir, claro, sólo quería aclararlo...
Pero tal vez se estaba desviando del tema ya que su verdadero problema no era el hecho de que estaba prisionero, sino la persona que estaba frente a él, esperando una buena excusa o explicación que le diera una buena razón para sacarlo de ahí.
-...mmm...verás...¿perdón?...
-¿crees que es suficiente ?-Naruto lo observó desde afuera de la celda donde se encontraba, su mirada picaba haciéndolo sentir como un niño pequeño que había roto la vajilla completa a su madre.- es más, ¿por que pides perdón? ¿sabes siquiera lo que hiciste?
-Bueno-Kakashi lo miro entre los mechones de pelo que intervenían en su rostro- siendo sincero, ¿que más quieres que te diga?, cuando desperté ya estaba aquí.- se encogió de hombros siendo totalmente honesto, pues en verdad no recordaba.
Eso sólo hizo a Naruto bufar por el tremendo eufemismo.
Se plantó firmemente frente a la celda y contó con los dedos de su mano enumerando sus delitos mientras los leía de su archivo, que le fue amablemente otorgado por uno de los policías. - ¡uno!: sobredosis de alcohol, ¡dos!: posesión de drogas inferiores (aún así siguen siendo drogas) ¡tres!: robaste una patrulla, ¡cuatro!: Te bañaste en una fuente en la que se encuentra determinadamente PROHIBIDO nadar, ¡cinco!: es...¡OMG! ¡¿EXHIBICIONISMO Y PROSTITUCIÓN?! !Kakashi!, ¡¿que demonios?! -la voz de Naruto está vez si superó los decibles auditivos cuando leyó su último cargo. Kakashi, por su parte, se quedó en blanco quemando las pocas neuronas que le quedaban, tratando vanamente de recordar alguna de dichas escandalosas acciones.
-¿prostitución? ...woooo, esta vez me eh superado...¿eh?- paso un momento cuando por fin la realización llegó a su rostro. Se levantó precipitadamente del suelo y se estrelló contra las rejas- ¡por favor! ¡dime que no fue un hombre!
-¡¿eso es lo único que te interesa?!-exclamó fúrico Naruto - ¡debería de dejarte aquí para que aprendas una lección!
-¡¿HA?! ¡si fuiste tu el que me dijo que debía de disfrutar la vida!
-¡si, cierto lo dije! pero dije DISFRUTAR no sobrepasar los límites del LIBERTINAJE -ambos mantuvieron una silenciosa pelea de feroces miradas hasta que Kakashi suspiro en rendimiento, y masajeó cansinamente sus palpitantes cienes por culpa del alcohol que comenzaba a desaparecer de su sistema.
-sólo dime, por favor, que fue una bien dotada...
Naruto suspiro con exasperación frotando su rostro con la palma de su mano -creo, Kakashi, que hay cosas más importantes de las que deberías preocuparte que de saber con quien te metiste- estuvo a punto (casi) de sentir lástima por su ex maestro, pero desistió casi de inmediato. Se dio la vuelta dispuesto a ir a pagar la fianza, pero antes de cruzar la puerta volteo ligeramente hacia el llamándole la atención- aunque ciertamente recuerdo haberte advertido que no hicieras enojar a Anko...
~A¤I~
-¡HOLA!, hemos llegado
-¿pasaste un buen momento, Kakashi? -dijo Sasuke despegando la mirada del libro que sostenía en sus manos tan pronto como los vio entrar por el lumbral de la puerta.
-cállate, Sasuke -espetó Kakashi dejándose estrellar contra uno de los sillones de la elegante sala
-¿y bien? ¿que hiciste ahora? -pregunto en un tono monótono, aunque ligeramente divertido. Paso un momento de silencio antes se que arrugara la nariz en desagrado-¡demonios, Kakashi! ¡de que vertedero vienes! -gruño al tiempo que se alejaba de su mayor.
-Bueno, ¿que esperabas? ¿que oliera a rosas?-comenzó Naruto mientras se dejaba caer en otro sillón bastante lejos de Kakashi- una semana perdido, entre borrachera y borrachera, metiéndose en lugares en los que NO debería y pasó tres días en la cárcel...un total global de diez días sin tocar agua y jabón...bien, Kakashi- Naruto llamó la atención del chico nuevamente. Esta vez su expresión era sería y lo miro directamente a los ojos sin parpadear siquiera-hablemos del futuro...
Sólo oír eso bastó para que Kakashi quisiera huir de ese lugar- ¡hey! ni pienses en huir jovencito-le reprendió con ese tono de "padre molesto"- ahora que te haz hecho y deshecho durante diez días, ¿recuerdas, verdad? lo acordamos. haz huido de la universidad por casi tres años, es hora de que retomes tu educación.
-¡bah!, No quiero escuchar eso de ti- Kakashi bufó ante el argumento de Naruto, este sólo lo miro impasible y se acomodó mejor en su asiento. Cruzó sus piernas y colocó sus manos entrelazadas en sus muslos en total silencio y se mantuvo así hasta por fin hablo nuevamente -lastimosamente, Kakashi, lamento decirte que es un tema que no está a discusión-Kakashi se tenso en su lugar mirándose irritado- y dado que sabía que tu no cooperarías del todo, ¡no te preocupes!, ya me eh hecho cargo de todo, sólo tienes que asistir a tus clases a partir del lunes- ofreció Naruto con una sonrisilla maliciososa
-¡OYE NO ES JUSTO!-replicó el joven, pero nuevamente Naruto lo hizo callar.
-bien, bien,...ahora ve y date una buena y larga ducha y espero que cuando salgas huelas, literalmente, a rosas- dijo con la diversión claramente pintada en su voz.
-¡¿comos es supone que haga eso?!-quejumbroso, Kakashi se paró del sillón con los hombros y cabeza bajos en rendición.
-No te preocupes por eso, Sakura se encargó de llenar los baños de productos a base de rosas, con olor a rosas, sabor a rosas...-Sasuke volvió a la lectura de su libro y pasó lentamente las páginas con pereza.
-¿a que demonios saben las rosas?
-¿como carajos se supone que voy a saber ?
-¡oh, no saben tan mal!
-¿como sabes eso?
-Sakura puso en mi baño un par de tubos de dentífrico sabor a rosas y también enjuague bucal sabor a rosas, no son tan malos - recordó jocosamente los productos rojos, rosas, blancos y amarillos que había en su baño.
-de donde saco todo eso...-cuando Sasuke estaba dispuesto a contestar, Kakashi hizo un ademán con su mano restándole importancia- es más,¿sabes?, no quiero saber...me voy- con pasos pesumbrosos y cansados. Kakashi se arrastró por las escaleras hacia su cuarto.
Tan pronto como Naruto oyó la puerta cerrarse, volvió su atención a su mejor amigo- Oye...ahora que recuerdo, ¿hoy no era tu aniversario con Sakura?- vagamente pregunto al tiempo que soltaba un un ligero bostezo, puesto que se había levantado muy temprano para ir arreglar las cosas con Kakashi en la comisaría.
-lo es, hoy llegaremos tarde, así que no nos esperes para cenar.
-¿ah, si?...bueno que se diviertan. creo que seguiré mis propios consejos e iré a darme una ducha y después dormiré unas cuantas horas...¡Hitomi-san! ¡Hitomi-san!-ante el llamado una señora mayor apareció por la puerta del comedor, con la duda pintada en su rostro.
-¿llamó? -pregunto insegura de si en verdad había oído su nombre
-Si, voy a ir a dormir un poco, ¿podrías despertarme antes del medio día?
-¡claro! -contestó sonriente- ¿algo más?- Naruto le sonrió con agradecimiento y apuntó hacia arriba.
-Kakashi se está bañando, estoy seguro de que no a probado bocado en días, dale algo ligero y algo para la resaca que tiene y déjalo dormir a sus anchas, por favor...¡ah! ¡yo quiero ramen!-casi grito eso último mientras se dirigía alas escaleras con destino a su cuarto. Hitomi suspiró jocosa y negó con la cabeza con una pequeña sonrisa.
-¡dios!, los consciente demasiado- entonces volvió su mirada hacia Sasuke y carraspeó atrayendo la atención del adolescente- el desayuno está listo, Sasuke-kun ¿podrías ir por Sakura-chan? si no comen ahora se les hará tarde para la escuela- Sasuke asintió y se paró de un salto y subió rápidamente por las escaleras, camino por el largo pasillo hasta que llegó a una puerta en específico. Al abrirla vislumbro a su esposa, si, su ESPOSA, terminando de arreglarse. Sakura lo noto de inmediato y le sonrió y él le devolvió la sonrisa, ella se acercó a él casi brincoteando y le plantó un pequeño beso en los labios que el devolvió gustoso.
-¡buenos días, Sasuke-kun! hoy te despertaste más temprano de lo usual, cuando me levante ya no estabas-
Sasuke asintió -si, el idiota de Naruto hizo mucho escándalo cuando salió en la madrugada- tomo las mochilas de ambos y los dos bajaron hacia el comedor donde ya los esperaban dos platos con su desayuno. Se sentaron el uno a lado del otro y comenzaron a comer. -¿donde están los demás?- pregunto Sakura al notar que nadie más parecía tener intención de llegar a acompañarlos.
Sasuke tomó un sorbo de su jugo de naranja apuntando hacia arriba-uno se está quitando diez días de crudas de encima y el otro está durmiendo-
-¡¿Ya encontraron a Kakashi?! ¿donde estaba?
-a saber...Naruto no especificó. sólo se que estuvo muchos días de ebrio, hizo cosas para nada puras y estuvo tres días en la cárcel.
Sakura lo miro perpleja más no dijo nada al tener la boca llena de fruta, Sasuke tomó su último sorbo de jugo llenando su boca jugando ligeramente con el en su boca, miro el reloj en su muñeca al tiempo que pasaba el jugo- es hora de irnos, si no nos vamos ahora llegaremos tarde - Sakura asintió y tomo en su boca los últimos trozos de su fruta y los paso con un poco de agua.
-¡gracias por la comida! - dijeron ambos, Sasuke tomó ambas bolsas y salieron del comedor.
-¡nos vamos! - grito Sakura despidiéndose de todo aquel que la escuchará dentro de la casa.
-¡que les vaya bien!-respondieron varias voces, unas más vivacez que otras, pero al manos habían respondido.
...
Una vez en el automóvil, Sasuke escuchaba atentamente lo que Sakura le relataba aunque parecía todo lo contrario. Aunque el juraba haber estado oyendo, no pudo evitar que su mente lo hiciera viajar a aquel día, el día en que la había recuperado después de tanto tiempo de espera...
...
Habían pasado ocho años desde que tuvo que sellar nuevamente la memoria de Sakura par evitar que está desapareciera, había dolido no ser reconocido, era su rostro, era su voz pero, no era SU Sakura. Eran ocho años de milenarios intentos por hacer volver a Sakura, ocho años en la espera de cualquier prueba o indicio de que Sakura aún andaba ahí, que estaba dispuesta a unirse a él en esta vida. De no ser así, gustoso se uniría a la tortuosa espera junto a Naruto...
Era un día frío de febrero. Ligeros copos revoloteaban en el aire, Sakura y él bajaron del cálido coche que los traía a la escuela. El frío se coló entre sus ropas haciéndolos temblar.
Tan pronto piso la entrada del colegio una ola de chicas se dejó venir sobre el ofreciéndole diversos paquetes de chocolates. Frunció el ceño confuso y miro las decoraciones de la escuela...¿ah? ¿era ese día del año? ahora comprendía. Acepto todos aquellos chocolates que no vinieran con una confesión acuestas, puesto que ya tenía una pareja (aunque ella no lo recordaba) era un secreto a voces que amaba a Sakura.
Sakura le ayudó con la mitad de su enorme carga y juntos la metieron por la fuerza en sus casilleros, puesto que no todos cambian en el casillero de Sasuke, Sakura metió la otra mitad en el suyo. Tendrían que conseguir un par de bolsas para llevarse todos esos dulces.
Sasuke metió un par de cajas en su mochila y abrió una para el camino hasta su salón. Le ofreció a su acompañante y está había tomado un puñado de chocolates. Era costumbre de Sasuke compartir la mayoría de sus regalos con Sakura en la escuela y al llegar a su casa le ofrecería a todo aquel que se topará, todo con tal de reducir la monstruosa cantidad.
Miró de reojo a la chica, mientras jugaba con un par bolitas de chocolate en su boca. Esta Sakura era era como el en su otra vida, casi no hablaba y no tenía a nadie mas que a él, y el no era feliz con eso. No le molestaría compartir la atención de Sakura (un poquito) con algunas amigas que ella hiciera, por que estaban juntos la mayor parte del tiempo, pero el no podía estar siempre a su lado y no le gustaba tener un constante picoteo de ansiedad al saberla sola. Hizo una mueca ante el deprimente pensamiento.
Boto por el momento aquellos pensamientos y extendió su mano hacia ella, planeando hacer su común rutina para con ella en este día, Sakura lo miro confundida.-¿que?-pregunto al fin, ya que al parecer Sasuke no estaba dispuesto a decirle que era lo que quería. El chico hizo un discreto puchero y bajo la mano- ¿hablas enserio? -gruño- recibo chocolates de media escuela, ¿menos de la persona de la que quiero?-cuando Sakura estaba apunto de contestar el timbre sonó y el profesor de la primera hora apareció por detrás de ellos y los empujó ligeramente al interior del salón de clases impidiéndoles, así, finiquitar su conversación.
Así, la atención de Sasuke vagueó todo el día hasta la última hora. En su últimaclase habían tenido educación física, por lo tanto se había separado, ya que los hombres llevaban diferentes actividades a las mujeres.
Al terminar la clase todos fueron a los vestidores y Sasuke fue el último en salir, sabiendo que Sakura lo estaría esperando afuera. Cuando estuvo apunto de salir oyó dos voces, una de ellas era la de Sakura, la otra, era la de un hombre que no reconoció.
Por alguna razón se había mantenido en silencio oyendo atentamente su platica. Fue sólo entonces, cuando oyó algo que no le gustó.
Una confesión.
Sólo eso logró arruinar su humor. Hirviendo de ira salió hecho una furia de los vestidores asustando a los dos chicos. Tomo a Sakura de la mano, jalandola, obligándole a caminar no sin antes lanzarle una mirada venenosa a aquel desconocido. Cuando llegaron a afuera, su coche aún no llegaba, seguramente estaba recogiendo a Kakashi. Sasuke resopló furiosamente y medio grito exasperado.
-¡Sasuke, suéltame! me lastimas- pidió Sakura retorciendo su mano ante su aguerrido agarre, Sasuke la soltó rápidamente al darse cuenta y acarició su mano a modo de disculpa, aún así su mirada se mantuvo baja, concentrado en la mano entre las suyas.
-¿Sasuke?
-eh pasado casi ocho años tratando de que entiendas que yo te amo y que no estoy dispuesto a entregarte a nadie...¡ocho años! ¡me descuido una hora y mira lo que pasa!-Sasuke levantó la mirada y sus ojos serios perforaron los contrarios-¡entiéndelo de una vez, Sakura!, no tienes permitido aceptar a nadie mas, no puedes mirar ni pensar en nadie mas, no puedes amar a nadie mas. ¡yo debo de ser tu única prioridad!- Sakura de mantuvo en silencio viendo el arrebato emocional de Sasuke, su expresión era casi neutra. Saco su mano de entre las de él y suspiró. Con movimientos lentos comenzó a buscar algo en su bolso, después de unos segundos saco una pequeña bolsa llena de corazones rojos y negros, los estiró hacia el sin mucha alevosía.
Confundido, Sasuke tomó la bolsa entre sus manos y el inconfundible olor a chocolate amargo inundó suavemente su nariz. Ambos se mantuvieron en silencio, uno por que no sabía que decir y el otro por que no parecía querer agregar nada. Sakura masajeó ligeramente su cabeza en un discreto movimiento, que fácilmente pudo haberse confundido con un intento de peinar su pelo con los dedos. Una ligera capa de sudor había comenzado a aparecer en su frente, se veía enferma, y Sasuke había comenzado a cuestionarse el por que no se había dado cuenta antes de su estado.
Aún así, Sakura le sonrió y en sus ojos brillo algo que no alcanzó a descifrar- no tienes por que preocuparte, Sasuke. si me hubieras dado tiempo hubiera podido rechazar adecuadamente al sempai... en mi corazón siempre estuviste, estas y estarás únicamente tu.- Sonrió-por que te amo.
Él la observó en total estado de shock, había comenzado a temblar y estaba seguro que no era por el frío, aún así su cara estaba caliente y sentía algo acumularse en sus ojos.
Seguramente tenía una expresión miserable en esos momentos.
-por lo que veo...me tomo mucho tiempo, ¿verdad? - dijo ligeramente avergonzada, mientras volvía a hacer ese ademán de tocarse la cabeza- perdón por hacerte esperar tanto, Sasuke- al decir esto, Sakura se tambaleó hacia atrás con pasos torpes y colapso en el suelo, y Sasuke muy a penas evitó que se golpeara la cabeza contra el asfalto, sacudió a la chica pero fue inútil, fue entonces que un claxon llamó su atención. Kakashi salió casi volando del coche y tomo a Sakura en sus brazos para llevarla adentro del coche.
-¿que fue lo que pasó? -pregunto el mayor alterado. Sasuke lo miro, su cuerpo aún temblaba de emoción o miedo, no lo sabía. No podía separarlos adecuadamente.
¡Maldita sea! sus ojos amenazaban con traicionarlo.
-regreso- farfulló- la recupere...
...
-¿Sasuke? -Sakura llamó trayéndolo de su ensoñación.-hemos llegado, vamos.-apuro empujándolo por la puerta del coche.
-¿eh?, ¡ah! si, perdón.- ambos bajaron del coche y entraron a la escuela. Las chicas, en general, veían a Sakura desde lejos con celos mal disimulados, ¿la razón?, por que era su ESPOSA. Exacto, eso era. Tenía quince años y ya estaba casado, para muchos era un error el casarse tan joven y sinceramente no entendía por que. En el pasado, en el mundo shinobi, casarse joven no era ningún crimen ni era mal visto, puesto que siendo ninjas, tenías casi asegurada una prematura muerte.
Aunque su caso era bastante especial. Ellos ya no eran ninjas, ni vivían en el pasado.
Aún así, habían decidido casarse a una pronta edad.
Si de todos modos se iban a pasar toda la vida juntos, ¿por que no hacerlo formal de una vez?. En esta vida llevaban 2 años formalmente casados, aunque en su mente eran mucho más que eso.
Su matrimonio, lo admitía, había sido una idea repentina, apoyada por las descontroladas hormonas juveniles, aún así, estaba seguro de que no se arrepentía de su precipitada decisión. Habían tenido que pedir permiso a Naruto para casarse, dado que el tenía la custodia de ambos. Según había investigado, los menores de edad podía contraer nupcias, siempre y cuando ambas partes paternas estuvieran de acuerdo con dicha unión.
La noticia no había tomado por sorpresa a Naruto o a Kakashi, es más, ya se lo esperaban. Así que, en menos de tres días Sakura había cambiado el apellido Uzumaki (apellido provisional brindado por Naruto) por el de Uchiha. Dado que aún eran muy jóvenes sólo firmaron los papeles y no hubo mucho teatro después, puesto que habían acordado (más en parte por Sakura) que esperarían un par de años (tres o cinco) para hacer una gran ceremonia conmemorativa.
Cuando el mundo entero se enteró fue como si una bomba hubiera estallado. Muchos se negaron a creerlo pero ese par de anillos que brillaban en sus dedos anulares decían otra cosa.
Hubo un gran furor entorno a su repentino matrimonio, pero ahora ya habían pasado dos años. Terminaron la secundaria y ahora comenzaban la preparatoria, y al parecer nuevamente su matrimonio volvía a ser como una bomba para toda la escuela y una bofetada para todas aquellas que ya habían puesto su ojo en el Uchiha. Aún así, el club de fans de Sasuke no parecía aminorar, casado o no, Sasuke siempre tendría fans.
Muchos pensaban que su matrimonio era una farsa o una unión por conveniencia, lo cual era totalmente erróneo. ¿Que clase de conveniencia habría en la unión de dos (legalmente) huérfanos? eso no tenía ningún sentido. Así mismo, también recibía preguntas un tanto incómodas. Una de las más famosas y frecuentes era la de si existía intimidad entre ambos. Lastimosamente para todos aquellos curiosos, Sasuke, primero se cortaría la lengua antes de siquiera soltar algo referente a lo que ocurría dentro de su habitación.
Admitía que las hormonas eran imprudentes y que se habían desembocado hace tiempo, aunque siempre tenían cuidado. Un embarazo a una edad tan joven podría ser malo para Sakura. En el pasado no habían podido tener hijos, eso los había destrozado. Sakura había sido la más afectada, se sentía inservible como mujer, pero no era su culpa si no de las heridas de su carrera, ella sabía que corría ese riesgo pero aún así había continuado y había pagado el precio de ser ninja. Todos, sin excepción tuvieron que pagar un precio por el poder adquirido, no les quedo otro remedio mas que vivir con ello. Ahora en esta nueva vida, el sueño de tener su propia familia no se veía tan imposible como en el pasado. Era una segunda oportunidad, y está vez no planeaba desperdiciar su vida.
-¿a donde iremos después de la escuela? -Sakura pregunto mientras caminaban por los bulliciosos pasillos.
Sasuke le brindó una de esa tiernas sonrisas que sólo ella podía ver-sólo por esta vez te dejaré escoger- el rostro de Sakura se había iluminado casi de inmediato.
Así que, tal vez, mirarla un poco no sería tan malo.
~A¤I~
Había días en los que a Naruto en verdad empezaban a pesarle los casi seis siglos que conjugaban su verdadera edad, independientemente del hecho de que su cuerpo aparentara sus escasos veintitrés años, su mente, aquella única compañera que parecía haber envejecido, de tanto en tanto le daba días bastante insulsos. Eran días negros a pesar de que de hecho el día estuviera monstruosamente soleado tras las gruesas cortinas de su alcoba. El día había sido normal y llevadero hasta el momento en el que había recurrido nuevamente al sueño al verse este interrumpido por sus asuntos con Kakashi, en sus sueños siempre aparecía una sola persona, una que había monopolizado la mayoría de sus pensamientos hasta la fecha. Últimamente había estado tan ocupado con sus negocios y demás que no había tenido tiempo de pensar en ella, así que ahora, cuando se había dado permiso de desplomarse libremente en su colchón y desestresar su viejo y abatido cerebro con un poco de sueño, su mente había decidido jugarle una mala pasada. Y en verdad dolía, por que soñar en cómo hubiera sido su vida si tan sólo ella no hubiera muerto era algo que, en verdad, desearía que dejará de pasar.
Por que eso no era diferente a la tortura.
Y es por esa misma razón que despertaba entre sus edredones y almohadas hecho un desastre, entre lágrimas, sollozos y jadeos necesitados de alguien, que no estaba allí para el.
Actualmente se encontraba mirando hacia el techo, con la mirada fija en ningún punto en específico, tratando de pensar en todo y a la vez en nada, mientras fallaba estrepitosamente de detener las calientes lágrimas, que ya comenzaban a empapar su almohada.
-mierda...para ya...
Y en verdad odiaba esto, por que sabía que al final del día tendría una horrible cara, sus ojos estarían más rojos que el Sharingan y totalmente hinchados, y sabía que alegar que le había entrado shampoo a los ojos mientras se bañaba sería una excusa poco creíble, puesto que con los años se había hecho terrible en ocultar ciertas verdades que no quisiera darle a conocer a nadie.
Si no salía de su habitación sería una alerta para sus amigos, despertaría la curiosidad y preocupación en ellos, lo cual no le dejaba salida alguna para esconder su estado actual.
O al menos eso sería en un día cualquiera.
Para su suerte, tanto Sasuke como Sakura estarían afuera hasta tarde y posiblemente, Kakashi estaría tan atrofiado por su resaca que no saldría de su habitación en todo el día. Así que, básicamente, tenía un día completo para arreglar su compostura, comer algo, para no levantar sospechas aún si no tuviera hambre y fuera ramen lo que le aguardará, tal vez, al final del día se tomaría un puñado de esas pastillas para dormir que usaba de vez en cuando para poder conseguir algo de paz en un sueño sin sueños.
Trataría de pensar en otras cosas, en la felicidad de sus dos mejores amigos, en el castigo que le daría a Kakashi por desaparecer diez días sin reportarse siquiera, en sus niños del orfanato, en quien cumplía años en el mes y que les regalaría...
En una y mil excusas más, sólo para no pensar en ella y en su felices recuerdos. Por que siempre que terminaba como en la más cliché de las tragedias.
A veces pensaba que incluso, terminar cómo Romeo y Julieta hubiera sido mejor.
Aunque fueran pensamientos muy egoístas.
Sorbió por enésima vez y una risilla sin humor afloró en sus labios y estaba seguro de que estaba apunto de golpearse si las lágrimas no paraban en ese momento.
Otro sollozo lastimoso escapó de sus labios. Como odiaba no poder controlarse a si mismo.
-bien, ya eh tenido suficiente...-y sólo eso bastó para que terminará golpeándose repetidas veces, fue sólo cuando se detuvo, que un molesto pensamiento lo asaltó...se dio cuenta de que no sólo ahora tendría que explicar su deplorable apariencia que demostraba los clásicos signos de una noche llorando como una nena, sino también, el hecho de que ahora tenía la cara totalmente atrofiada por su propio puño y una que otra pieza de su amueblado. Y ahora que su vínculo con kurama estaba débil, por que el zorro había elegido ese preciso día para largarse de viaje a quien sabe que parte, sus heridas tardarían toda la noche en sanar.
-simple y sencillamente genial...-escupió frustrado y siseó de dolor cuando sus saladas y calientes lágrimas lamieron lentamente unas pequeñas heridas sangrantes en sus mejillas. Se sentía cansado, roto, y además tenía sueño. Pero aquí tenía problemas, ahora temía dormir, por que de hacerlo sabía que en sus sueños, una joven y dulce mujer lo esperaba con una cálida sonrisa y unas tiernas palabras de arrúllo.
Por que, Hinata Hyuga, llevaba casi seiscientos años apareciendo de tanto en tanto en sus sueños, trayendo tras de si, un montón de buenas y cálidas memorias llenas de sonrisas, pero por alguna ácida razón recordar sus buenos momentos junto a ella era como una dulce tortura, sus recuerdos eran como unas afiladas espinas que se encajaban lenta y cruelmente en su corazón, pero al mismo tiempo, alimentaban su anhelo y el terriblemente doloroso amor que sintió, siente y estaba seguro que sentirá por ella.
Debería de estarse convirtiendo en un total masoquista.
Pero...nuevamente se tuvo que recordar, replicarse y hacerse entender así mismo una vez mas...
Unas cuantas lágrimas y unos golpes no lo detendrán. ¡Esperaría cien vidas de ser necesario!...sólo para poder estar con ella...por que se lo había prometido. Por que el era egoísta, caprichoso y poco conformista.
No estaba conforme en cómo había desembocado su historia con ella. Había empezado lento y torpe, pero había terminado de manera fugaz y cruel.
Es por eso. Era a la única razón de que llevará casi seiscientos años esperando una segunda oportunidad con ella...sólo quería verla una vez más...
Los siglos no doblegarían su voluntad.
Limpio sus lágrimas con la manga larga de su camisa y se tiró hacia atrás sobre su cama, suspiró, dejando salir el aire por su boca lentamente. Posó su mano sobre su pecho sintiendo el grave latido de su corazón golpeteando sin sincronía.
-...Hinata...
~A¤I~
-esto es una mierda, este día es una mierda, hnnnnnnnnn...-lloriqueo Kakashi sosteniendo su cabeza mientras aún convalecencia de su enorme resaca- me duele mi cabeza...no puedo dormir...me duele mi estomago...el baño está muy lejos...¿por que demonios existe el sol?...tengo sed...pero no tengo agua...el vaso está muy lejos...ahhhh...¿este es tu castigo, Naruto? bien, eh entendido, no lo volveré a hacer...
Mientras se revolcaba en su miseria, la puerta se abrió com un ligero rechinido que, por alguna razón se amplificó haciéndolo insoportable para sus oídos. Hitomi-san, el ama de llaves, entró con una charola, de la cual el no le dio importancia a su contenido.
-Kakashi- kun, Kakashi-kun...-llamó ella al tiempo que lo agitaba ligeramente. Kakashi gruño y se dio la vuelta tratando de ignorarla-Bueno supongo que tendré que llevarme este pastel de fresas conmigo...- justo cuando estaba a punto de alejarse de el, una mano se aferró a la charola impidiéndole alejarse. La mujer sonrió maliciosa.
-¿fresas...?
-aja. aunque Naruto-san me pidió que le trajera algo ligero que pudiera soportar su vicioso estómago, pero al parecer no tienes la suficiente energía... iré en busca de otra cosa- nuevamente se movió con la intención de alejarse, pero nuevamente fue retenida. -¿te lo comerás? -cuestionó casi con burla.
-me lo comeré- sentenció el joven mientras trataba de sentarse correctamente en su cama. Después de todo un pastel de fresas era un pastel de fresas, merecía su total atención.
-es bueno oír eso.-Hitomi sonrió- cuando termine tómese estas pastillas-agregó al tiempo que desplazaba varias tirillas plásticas con comprimidos dentro-estas dos son para el dolor de cabeza y está otras dos son para ese desastre de estómago que tienes, ¡ah! casi lo olvidó; esta es un antiácido. que las disfrutés. -no obstante se detuvo en el arco de la puerta y con voz de burla agregó antes de salir- y por favor deja de quejarte en italiano, hará que los nuevos piensen cosas raras sobre ti, así que para- y con eso salió del cuarto cerrando la puerta tras de si con un ligero 'click'.
Kakashi chasqueó la lengua ligeramente fastidiado pero tan pronto se supo sólo, miro dutativo su hermoso trozo de pastel, si no lo probaba siquiera sería un insulto...
-¿será buena idea poner esto en mi enfermo estómago...?-corto un pequeño trozo con su tenedor y lo olisqueó ligeramente. Tan pronto el dulzón olor invadió sus sentidos, su tenedor se hundió en su boca y en menos de un minuto el pastel había desaparecido.-Dios soy tan débil...- incluso lambeteo el platillo donde segundos antes había una rebanada de pastel. Ya después, habiendo desaparecido toda señal de que había comido aquel exquisito postre, tomo las cinco pastillas y de una metió las metió todas a su boca y las paso con un gran trago de agua. Una vez ya hecho todo se dejó caer en su cama con un resoplído de satisfacción, sin embargo, aún se sentía una mierda y seguía pensado que el día era una mierda.
-ya,ya...enserio, no lo volveré a hacer...
...
El lunes por la mañana, Kakashi fue despertado de manera salvaje, cuando su cama comenzó a vibrar y sacudirse.
Asustado y desorientado: era así como se sentía.-¿donde...?-farfulló al notar que todo su entorno era totalmente diferente al que estaba cuando se fue a acostar en la noche. ¿Que demonios hacia en un coche?
-tal vez te preguntes hacía donde vamos, mi querido Kakashi- Naruto apareció frente a sus ojos, al asomarse por el asiento del copiloto. Kakashi, aún desorientado sólo pudo balbucear preguntas mal formuladas- je je...¡no te preocupes!, sabía que lidiar contigo hoy sería difícil, así que me adelanté a cualquier hecho y hete aquí, de camino a la universidad- Naruto le sonrió victoriosos desde su lugar.
-espera ¿que?...¿ha?...¿que?...¡¿HAA?!
...
-¡que te diviertas, Kashi!-Naruto exclamó desde su asiento-acelera- ordenó al chofer, que rápidamente, ni tardó ni perezoso arrancó dejando una estela de humo detrás.
Ahora, Kakashi, había sido abandonado a las puertas de la universidad, con su mochila colgando precariamente de su hombro y una hoja con instrucciones.
-Naruto, maldito bastardo ¡me las pagarás...!
...
Mientras caminaba por el campus, aprendiendo las mejores rutas para llegar a sus diferentes aulas oyó a lo lejos la voz amplificada de alguien. Curioso camino hacia el lugar de donde provenía aquella voz. Al llegar, una graduación es lo que le esperaba.
-¿graduación...?-elevó la mirada hacia la pancarta que ondeaba ligeramente con el aire y al leer el encabezado chasqueó la lengua fastidiado. Todos aquellos graduados eran de su generación.
Totalmente fastidiado y con el orgullo extrañamente herido se giró dispuesto a marcharse de ese lugar, cuando oyó algo que lo descolocó:
'Hinata Hyuga...Hajime Ichinose...'
Sólo oír eso hizo que se presipitará en el lujoso salón. Los pasos de aquella persona que se hacía llamar Hinata Hyuga resonarón fuerte y dramáticamente lentos...
Y su decepción fue tal cuando vio a dos chicos pasar por su diploma de manos del maestro de ceremonias. Exhaló sacando todo el aire que no sabía que estaba reteniendo.
-por favor, que estupidez...-hizo un gesto despectivo con su mano mandando muy lejos su decepción, por que por un momento en verdad pensó que era la Hinata Hyuga que el conocía.
Mientras caminaba en busca del aula de su primer clase, irónicos pensamientos cruzaron por su mente. Por que, enserio, sinceramente, ¿no era posible tal milagro?
Tal vez en el pasado el nombre, Hinata Hyuga, era algo especial y poseía un único portador, especialmente el apellido Hyuga, pero ahora todo era diferente. Tanto" Hinata" como "Hyuga" se habían convertido en nombres y apellidos bastante comunes en la sociedad actual, que a su parecer era una forma de excusar la falta de imaginación, ¡pero vamos! ¡incluso "Sasuke", "Sakura" y" Kakashi" se habían convertido en nombres devaluados y con exceso de uso!, muy a su parecer.
Aunque hundirse en sus pensamientos, siempre, por alguna puñetera razón terminaba recordando su verdadero nombre, el que le fue otorgado en esta vida, por que aunque pocos lo supieran "Kakashi Hatake" era el nombre que había elegido para remplazar el antiguo.
Sasuke y Sakura habían tenido suerte.
En el caso de Sasuke, no entendía por que razón si había nacido en Italia, al igual que el, poseía un nombre japonés y en verdad había tenido suerte de que fuera el mismo nombre que hubiese llevado en su vida pasada. En cuanto al apellido" Uchiha", Naruto, en cuanto adoptó a Sasuke, le dio el apellido Uchiha y no Uzumaki como lo había hecho con Sakura, en parte por que ese apellido era muy importante para Sasuke y además el caso de Sakura era totalmente diferente. Ella nisiquiera tenía nombre cuando la encontraron.
Había sido abandonada en un orfanato tan pronto había nacido y dicho orfanato la había hechado a la calle a la primera oportunidad que tuvieron. Así fue como ella se convirtió en Sakura Uzumaki (muy a disgusto de Sasuke) pero había sido por una lógica razón, lo que menos querían era que Sakura pensará al tener el apellido" Uchiha" al igual que Sasuke fuera que estaban emparentados de alguna forma, aunque el apellido de Naruto no había durado mucho junto al nombre de Sakura, cuando aquellos adolescentes precoces decidieron contraer nupcias. Pero en fin, ellos habían tenido suerte y no se podía negar.
El único jodido aquí era el.
El originalmente había renacido en Italia, había quedado huérfano a los siete años, sus padres habían muerto cuando tenía seis años y medio, no es como si en verdad le importara, habían sido unos terribles padres, tanto que su mismo álter ego se había encargado de borrar la mayoría de los recuerdos que tenía de aquellas personas, incluso Naruto, hacía mucho mejor papel de padre que cualquier persona que hubiera conocido.
En realidad su verdadero problema era su nombre verdadero. ¡Incluso su otro yo lo detestaba!. Sólo había cuatro cosas de la que no se pudo deshacer de Fausto y esas eran: el amor por las fresas (y mas si estaban en e un pastel)los pasteles, un perfecto italiano (que a estas alturas de la vida, había convertido en una maña combinarlo ocasionalmente con el japonés o inglés) y por supuesto su nombre.
Fausto Daniele Le Fratta. Era a cortas palabras, su verdadero nombre. Pero a él le gustaba más Kakashi incluso a Fausto, que sabían que aún vivía dentro de si, parecía gustarle más que "Fausto Daniele Le Fratta..."
-que idiotez,...hoy estás divagando mucho, Kakashi...- negó profusamente con la cabeza y se abofeteó ligeramente tratando de llevar a un caudal correcto sus pensamiento-¿me pregunto si en la cafetería venderán pastelillos?
~A¤I~
Tal vez si Kakashi hubiera esperado un poco más hubiera visto llegar a una chica jadeante por una larga carrera, con la toga resbalandosele por el hombro tratando de acomodar el birrete en su cabeza. Si se hubiera quedado, pudiera haber oído a una maestra regañar a la chica.
...
-¡Hinata-san! ¡¿como se le ocurre aparecer a esta hora?! ¡su nombre ya a pasado!
-lo...lo siento...es que, verá...el tren...
-¡dios!, ¡ya no importa vaya a su lugar y espere a que su nombre sea mencionado otra vez!
-¡S...si!
...
Hinata camino entre los asientos imaginando que nadie clavaba su mirada en ella. Seguramente todos aquellos padres que trataban de filmar a sus hijos en tan especial día la miraban con molestia, era mucho peor que pasar enfrente de alguien en medio de una función de cine.
Cuando llegó a la silla vacía a lado de su amiga Temari, que le recibió con una mueca de molestia en su cara.
-¡Si ibas a llegar tarde pudiste haber avisado!
-¡lo siento! a sido un día horrible ¡y sólo llevo despierta dos horas! -estuvo a punto de soltarse a llorar en un mal de lágrimas al recordar como había iniciado su día- ¡primero, se fue la luz en mi edificio y mi alarma no sonó, me quede dormida, después, casi me mató en las escaleras por que el ascensor no funcionaba, casi me meta un trailer, mi pase para el tren ya no tenía crédito y tuve que saltar el paraje, mi tren se detuvo a mitad del camino y se tardó media hora en volver a moverse y...mi teléfono se quedó sin carga...-la mueca de Temari fue desvaneciéndose según oía las adversidades que había tenido que pasar su amiga para llegar a la graduación. La miró con lástima y le palmeó la espalda suavemente a modo de consuelo. Pobrecilla, siempre había sido muy desafortunada.
'Temari Sabaku, Hinata Hyuga'
Tan pronto su nombre resonó, Temari salió e un brinco de su silla y me tendió la mano a Hinata con una sonrisa. Juntas caminaron entre risas hacia el podio donde sus diplomas las esperaban.
En verdad extrañaría a esta persona.
...
Se dejó caer en su cama totalmente exhausta, su cabello aún goteaba tras darse una larga y tendida ducha. Miró a su alrededor y en vez de encontrar sus fotografías, sus preciados recuerdos o su escritorio con sus trabajos y diseños, sólo encontró un montón de cajas selladas y etiquetadas. Por supuesto, se estaba mudando.
Hinata nunca había sido afortunada desde que podía recordar. Su padre nunca la había querido y cuando vio la primera oportunidad la abandonó y desapareció de la faz del planeta para nunca más volver y esperaba que se quedará así. Desde pequeña había tenido que aprender a sobrevivir por su cuenta, gracias a un programa público de becas había logrado terminar la preparatoria y a base de mucho esfuerzo obtuvo una beca para la universidad. Entre trabajos de medio tiempo y la escuela no tenía tiempo para ella.
Ahora, que había terminado su carrera, que había terminado de ahorrar lo suficiente como para vivir decentemente un par de años en el extranjero y hacerse de una nueva y mejor vida...pudo sino sólo suspirar...
Ahora que se mudaba a Estados Unidos en busca de algo mejor, no podía dejar de pensar en que algo magnífico le esperaba en los años venideros. Tal vez la suerte al fin estaría a su favor.
'No va a ser fácil' pensó.
Estiró su mano hacia un lado hasta tocar a tientas un grueso portafolios. Se sentó en la cama y posó el portafolio frente a ella, al abrirlo encontró diferentes dibujos. Todos eran de una sola persona.
Desde que podía recordar tenía grabando en su memoria ese rostro, lo había dibujado una y mil veces como si tratará de encontrarle significado a su presencia en sus memorias, porque ella, nunca había conocido a alguien como él.
Era rubio y sus ojos eran de un claro azul cielo, era fuerte, decidido, confiable, amable un poco idiota y era su mejor amigo. Por que está persona que se aparecía de vez en cuando en sus sueños y confusos recuerdos, era todo lo que tenía.
El era lo que muchos llamaría un amigo imaginario, Pero tenía tantas sensaciones y sentimientos con respecto a él, que se negaba a creer que algo así era un mero invento de su subconsciente.
Por que para ella era real, y muy en el fondo sabía que estaba en alguna parte. Pero por ahora, era sólo parte de su mente.
-Naruto-kun...
Cap. ños.
Continuará...
Bien...¿que les pareció?...
En verdad lo lamento! lo siento por la tardanza! TTvTT Pero es que me han pasado muchas cosas desde la última vez. No tardaré mucho en la próxima actualización (espero)... Aún así agradezco su reviews, me hacen muy feliz!
Aoi fuera!
¿REVIEWS?...