Buenas noches queridos míos, como prometí ya tengo listo el capi de la semana :3
Quería subirlo antes pero como no lograba avanzar el otro me dije "no, porque luego tardare mas en subir el que sigue" y así que quedo para el viernes XDD
Espero les agrade el capitulo y mantengan alejados todo objeto filoso y mortal :D precauciones para mi supervivencia XD
En fin... ¡Disfruten la lectura!
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Capítulo 6
No quería entrar a verle, no deseaba confirmar aquello que le estaba desgarrando el alma. Tanto Armin como Mikasa le acompañaban en silencio, incluso Jean estaba ahí apoyándole.
Se sentía en el aire la muerte y el olor a antisépticos no ayudaba en nada. Realmente odiaba los hospitales. Lo único que deseaba hacer era salir de ahí y no volver jamás. Pero fue en esos momentos, justo delante de aquella puerta blanca que se preguntaba la razón de aquel trágico accidente.
Negligencia.
Era una reunión que se tenía cada tres meses entre los capitanes y sargentos de cada regimiento, por lo cual era obligatorio asistir. Incluso Hanji se había ofrecido en ir por él pero Levi dijo que estar en tal estado no era razón para no asistir. El camino era tranquilo, nada que propiciara realmente un accidente así, nada que podía causarle daño a Rivaille. Entonces, ¿Por qué las cosas terminaron en tan terrible tragedia?
Le dolía aun recordar las palabras de Hanji después de que esta habló con Erwin y con los doctores que atendían a Rivaille para evitar que divulgaran algo sobre el feto que le habían extraído a este.
Nunca había visto a aquella sonriente mujer tan furiosa. La verdad, él mismo se sentía igual.
— ¿Hanji? ¿Cómo esta Levi? – habían pasado más de diez horas sin saber si Rivaille se encontraba bien después del parto forzado que tuvo. Ya había perdido a uno, no quería también perderlo a él.
Hanji apretaba con furia sus dientes y, para sorpresa de todos, descargo su furia contra la blanca pared. — ¡Que ha sido su culpa! – gritó. – Si él no… ¡él mismo ocasionó la muerte de su bebe! – la mujer dejo escapar aquellas lágrimas de furia sobre su rostro y Eren… él no podía creerle.
— Hanji… Levi nunca… –apretó fuerte sus puños y con aun rastro de lágrimas en los ojos, miró furiosamente a la mujer.
Ella bajó la mirada, evitando con la luz golpeando sus lentes hacer contacto con los del chico. — Usó el equipo tridimensional… –susurró con dolor en cada palabra. Se aclaró un poco la garganta, tratando de deshacer aquel nudo que se le había formado. – En la ciudad había una disputa, nada grave en realidad, pero… Rivaille se involucró cuando estos golpearon a otras personas a su alrededor.
Silencio.
— Levi terminó con todos ellos en un santiamén usando el 3DMG. El bebé no lo soporto…
Mikasa, quien escuchaba atenta cada palabra, parecía que en cualquier momento iría por el sargento y le rompería el cráneo. Tanto Armin como Jean se colocaron a su lado para evitar que esta fuera a hacer cualquier locura.
— ¿Eren? – esté no daba señales de movimiento, eso solo suponía lo peor para Armin: estaba en shock.
— Lo siento Eren – dijo la Mayor Zoe conteniendo las lágrimas – ni si quiera yo lo pensé capaz de tal imprudencia y verlo así… tan malditamente calmado…. ¡Joder! – retumbó la pared nuevamente.
Él quería pesar en que todo era mentira, al menos así, aun podía estar a su lado sin sentir ese dolor y furia creciendo dentro.
Una enfermera salió al fin de la habitación donde Rivaille se encontraba y caminó directo a ellos. — Ya ha despertado. Pueden pasar a verle uno por uno. –sonrió. Ellos solo asintieron y ella dio por terminado su trabajo, así que decidió dejarlos solos.
— Eren – le llamó Hanji. Se encontraba sentada en el suelo, ocultando su mirada entre sus brazos, apretando con fuerza sus cabellos. - ¿entraras a verle?
Mikasa enseguida se puso en su camino. — No vale la pena Eren – dijo con su voz cargada de odio – olvídate de él y vamos de este lugar.
— No – contestó para sorpresa de todos – no hasta que me diga porque… no podré irme hasta saberlo.
Jean quitó de en medio a su novia. Nadie más dijo algo, solo se pudo escuchar el chillido de la puerta al ser abierta.
Miraba por la ventana de su habitación aquel cielo tan azul, sin ningún rastro de nubes. Tenía su mano derecha sobre su estómago acariciándolo lentamente mientras sus lágrimas escapaban una tras otra. En cuanto escuchó el sonido de la puerta al abrirse, inmediatamente puso ambas manos lejos de este y se cubrió con la sábana blanca. Limpió todo rastro de lágrimas y giró su rostro para encarar al chico que se encontraba a solo un par de pasos de él.
— ¿Acaso no sabes tocar mocoso? – preguntó con indiferencia.
— No sabía que tenía que hacerlo en tales circunstancias. – respondía fríamente.
El sargento supo en ese momento que Eren ya lo sabía. No pudo más que esquivar su mirada y dibujar casi una inexistente sonrisa.
— ¿Qué quieres Eren?
— Saberlo.
— ¿Qué? – le miró fijamente sin demostrar que aquello le importaba. Eso solo hizo que Eren apretara aún más sus puños hasta hacerlos sangrar, sin imaginar lo que el hombre frente a él sufría para mantener esa mascara de indiferencia ante él.
— ¿Tan si quiera te importa lo que ha pasado? – contenía las ganas gritar e ir y sacudir el cuerpo de su sargento para que le diera respuestas. – ¿No sientes un poco de remordimiento si quiera? – Levi solo clavó su mirada imparcial en el chico, pero no dijo nada. Eren sonrió y soltó una pequeña risita. – Pensé que podías sentir… que me querías a mí y a nuestro hijo.
— Solo era un estorbo. – Eren alzo su mirada sorprendido y dolido. – Esto ha sido lo mejor tanto para ti como para mí.
— Mientes – dijo ya con lágrimas en sus ojos – tú lo querías, yo lo sé. ¡Querías a nuestro bebé tanto como yo!
— No – Levi empezaba a alzar la voz, tratando de mostrarse lo más enfadado posible – tú lo querías. Yo nunca he necesitado a nada ni a nadie. Esa cosa solo era un estorbo en mi vida.
Rivaille observo como el chico miraba con rabia hacía el suelo. — Entonces te hare un favor – le dijo al fin mirándolo – jamás me volveré a acercar a ti y espero que seas tan feliz estando en soledad mientras recuerdas como mataste a la única persona que pudo haberte amado incondicionalmente y… a la que te amó más que nada en este mundo. Adiós sargento. – sonrío con tristeza.
No miró atrás, ni una sola vez. Eren se había ido.
Se quedó tendido sobre la cama sin mover un solo musculo. Veía sin mirar hacia el techo, perdido entre sus pensamientos. Aquello era lo correcto, entonces, ¿Por qué le dolía tanto?
La puerta nuevamente se abrió, pero no se molestó en mirar, para que, sea quien fuera no iba a ser Eren.
— Todos se han ido. – no se movió, solo siguió escuchando los pasos de este hacia él. – incluso Hanji.
— Pensé que vendría a golpearme.
— Le he ordenado hacerlo. – respondió su único amigo que le quedaba: Erwin. – ¿Estas bien?
— Cuando vendrán por nosotros.
— Ya están aquí… Le vi yo… – Ni si quiera se atrevía a tocarlo. Le había fallado y de la peor manera a aquel hombre.
— Gracias – dijo – por todo. Ve el lado positivo – le miró – ambos vivirán.
— Pero tú… – el otro le cayó con la mirada.
— Dijeron que te lo entregarían a ti cuando nazca. – se levantó de la cama y se colocó aquel saco negro que se encontraba en la cabecera. – Erwin – el otro alzó su mirada al hombre que estaba parado a su lado – jamás le digas quien es el que le ha dado a luz. No le cuenteas nada de mi… solo de Eren. Dile lo mucho que lo hubiera amado y que lamentas no poder decirle sobre él. Pero sobre todo, no dejes que toquen a mi bebé esos malditos hijos de puta. Prométemelo Erwin.
Se paró y asintió. — Lo juro por mi vida.
Aquello le quitaba un peso de encima. — Vallamos entonces antes que decidan creer que he cambiado de opinión.
Aquel abrazó le tomó por sorpresa. Nunca antes había Erwin lo había hecho y no lo soportó. Quizás eran las hormonas por su embarazo, el dolor de perder a Eren o saber que nunca vería a su hijo o hija, tal vez eran todas, por ello lloró, enterrando su cabeza entre el cuerpo del otro. Smith no dijo nada, solo le dejo desahogarse. Era posible que fuera la última vez que podría permitírsele hacer tal cosa.
Tocaron la puerta y supieron que el tiempo había terminado. Al menos pudo ver una última vez a Eren, se dijo. Era una lástima que no pudiera ver de nuevo aquellos ojos verdes, y entonces deseo que su hijo tuviera los ojos de su padre. Definitivamente debería parecerse al menor.
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Acepto todo, menos golpes XDD
Los quieroo, hasta la próxima¡