Aquí les traigo un fic nuevo, muchas personas me pidieron esto ya que se encuentran cantidades industriales de Mpreg Riren pero no Ereri, que es escaso como la misma pareja, así que decidí animarme y hacer un fic de variados capítulos, aunque la trama no es principalmente el embarazo en sí. Ya verán :3333

Este fic no contiene tanto humor como otros que escribo, pero tampoco carece de éste. Y bueno, pensé que tardaría más en ponerlo porque no encontraba computador con el cual poner el capítulo x'DDDD

Este fic es gracias a la colaboración de una amiga que quiere permanecer anónima, muchas gracias, sin ti no podría haber escrito esto.

Dedicado: A Solitudely, que fue la primera que me dijo que le gustaría ver algo así.
Pareja: ErenxLevi/Rivaille.
Parejas secundarias o insinuaciones: MikasaxSasha, YmirxChrista/Historia, Berthold-Reiner-Annie-Armin, Jean-Marco. (Están sujetas a constantes cambios)
Disclaimer: Shingeki no Kyojin y todos los personajes que lo conforman no me pertenecen. El respectivo dueño es Hajime Isayama.
Advertencia: Palabras groseras, lemon, M-Preg, connotaciones muy sexuales a veces, muerte de personajes, humor negro, drama. Y problemas mentales. AU cinco años en el futuro, no va exactamente con el manga.

Los soldados caminaban devuelta hasta las murallas como había sido últimamente; de manera exitosa y sin mayores contratiempos. No sólo habían recuperado María, sino que con el pasar del tiempo crearon la nueva muralla blindada llamada "Ester" con el apoyo intenso de los guardias y del que era considerado uno de los héroes de la humanidad, Eren Yeager.

Ester fue creada hace dos años, la tierra dentro de su extensión era grande, abundante y tersa. El traslado hacia aquellas tierras fue complicado, la gente se amontonaba en las ciudades del interior y temían permanecer al borde del peligro, por unos meses Ester fue llamada "la diosa de la muerte" aborrecida por los campesinos que eran exiliados allí, sin embargo la agricultura en aquel nuevo lugar era excelente y la paz ante amenazas titánicas se mantenía con el tiempo.

Incluso se estaban planeando procesos y movimientos de incursión para crear una nueva muralla en unos cuantos meses cuando la ocupación de Ester se hiciera más extensa. Cuando los pueblos se levantaran valientes y dispuestos a hacer retroceder a los gigantes en vez de ellos ocultarse frente a una ilusoria paz y armonía.

El mismo que en esos momentos cabalgaba de vuelta a la muralla ya con cinco años dentro de la legión de reconocimiento era uno de los tan aclamados héroes de la humanidad. Las alas de la libertad se veían incluso más flamantes en su espalda, se había convertido en uno de los pilares y en el capitán de uno de los pelotones más talentoso. Eren Yeager cabalgaba con rapidez sin siquiera titubear con la vista al frente.

–Ese mocoso engreído...–bufó uno de los nuevos reclutas, uno que había entrado a los treinta para poder meramente mantenerse y la policía militar no lo quiso dentro, además, se sabía actualmente que el número de bajas en la legión de reconocimiento no era tan aberrante como en años anteriores.

–¿Qué tienes en contra de Eren, nuevo?–el recluta sintió que se congelaba tal cual mítico y legendario glacial, su capitán seguía sonriendo de una manera en que desconocía si era simpática o un "Qué te pasa con Eren, perra". Ese era Armin Arlert.

El tiempo había bendecido su apariencia, el cabello largó tomado en una coleta, una sonrisa pequeña y sus grandes ojos ahora eran más adultos y precavidos, poseía un cuerpo hábil y ligero que alcanzaba la estatura de 1.78.

Uno de los capitanes más inteligente, no mantenía a sus subordinados a salvo por medio de la fuerza bruta o de un sin fin de maniobras giratorias en el aire, ese chico era pura cabeza a la hora de pelear. Sin embargo, el pasar del tiempo lo hizo un tanto más frío a pesar de la suave sonrisa que llevaba en esos momentos, en realidad, casi siempre.

–Bueno... se-ñor...–se explicaba el sujeto de manera nerviosa apretando los labios, era un total cobarde, ni siquiera intentó atacar a un titán de tipo excéntrico que vino desde el poniente.–Está muy contento... a pesar de que murieron camaradas, tres en total... ni siquiera parece importarle...–

–¿Crees que es un monstruo?–preguntó Arlert con sencillez.

–¿Eh?–

–Ciertamente, está feliz... y no creo que sea sólo porque al llegar a su casa follará como nunca antes con semejante bestia que tiene de pareja...–continuó el muchacho en una broma negra y mórbida para semejante gusano que tenía como compañero. –Hoy pusimos una trampa con éxito que evitará que los titanes entren desde el noreste y el norte, sólo perdimos a tres soldados en el proceso...–

–¿Cómo puede decir que sólo tres soldados murieron tan a la lige-...?–

–Porque puedo.–asintió con seriedad.–He visto tantas cosas... y realmente creo que al fin, dentro de tanta sangre y lágrimas estamos logrando algo. Eren también lo ve así...Eren como el resto del pelotón sobreviviente de la promoción #104 sabemos que esto es una victoria, que hay que mantenernos vivos y hacer que los que estén a nuestro alrededor no perezcan, mi querido amigo ha cambiado por el bien de todos, para mantener y proteger a todos se ha hecho realmente fuerte.–

–Un monstruo...–

–Ojalá supieras.–suspiró Armin ante la ignorancia del castaño llamado Félix. –Quedan tan sólo metros para llegar a la siguiente muralla, les dejo ruta independiente, chicos.–gritó el rubio mientras galopeaba con mayor velocidad hasta Eren.

El muchacho había cambiado en esos cinco años también, incluso más que todo el resto, media 1.82 y su cabello era un poco más largo, casi imperceptible para los que llevan años conociéndolo. Sus ojos verdes antes grandes habían adquirido una forma más afilada y seria, sin embargo seguían manteniendo el dulce tono de la inocencia y la duda.

La determinación de Eren había abolido gran parte de sus temores, mas no todos. Aunque esa "gran parte" la tuvo que aprender a costa de sangre y la enseñanza de cierto azabache que lo esperaba en un trajecito rosado con un cucharón de dueña de casa...

HAHAHAHA. Sí claro, máximo le debe estar esperando con un látigo o con una patada llena de amor por tardar tres minutos más de lo esperado, aún así, necesitaba verlo, necesitaba tocarlo, sentirlo y hacerlo suyo hasta que ambos no aguantarán el sofocante calor de la noche. Esas dos semanas sin su amante lo habían dejado hasta el tope de la frustración sexual, y aunque hiciera lo posible en distraerse matando titanes y por muy gratificante que fuera golpearlos y asesinarlos no le provocarían un orgasmo. No, claro que no, ni que fuera Hanji, esa muchacha quizás podría llegar a tener un orgasmo arrancándole la cabeza a una de esas monstruosidades, Yeager no.

–Eren, te veo animado. Supongo que quieres verle...–

–¡Claro que sí, deseo verle!–sonrió el muchacho de manera eufórica apretando el paso.–Pero más que eso quiero traerle las buenas nuevas, esos engendros no podrán pasar, quizás la construcción de una quinta muralla no sea un sueño demasiado ambicioso...–

–Vivir en murallas...–repitió Armin mientras agachaba la cabeza de manera algo decepcionada.

–Algún día no tendrán que existir, algún día los mataré a todos... a todos esos hijos de puta.–

–Eren...–

–¡Y veremos el océano, y veremos esas extrañas montañas con fuego dentro! veremos tantas cosas... viviremos en el mundo en que nacimos.–

–Eren...–sonrió.

–Y bueno, si quiero verlo... y extrañé tanto a Levi girando por allí como un trompito, es tan adorable...–

–Hace unos cuantos años atrás te hubiera dado pánico sólo insinuar la palabra "Levi" y "adorable" en la misma oración, a menos claro que entre ellas hubiera un gran NO.–

–No adorable. No bajo, no lindo, no sexy, no amargado, no violable...–

–¿Qué tiene de violable ese sujeto? un titán colosal tiene más cara de pasivo que el Sargento Rivaille.–

–Nada, no tiene nada de violable.–sonrió de manera masoquista Eren.–Es justo eso lo que le hace interesante.–

Otro galope apresurado se escuchó acercándose a los muchachos. La chica de cabellos azabaches se apresuraba a reunirse con ellos dos, ambos muchachos le dejaron un espacio al medio separando la distancia entre sus caballos. La muchacha nunca había sido en exceso habladora así que no esperaban un discurso para que decidiera reunirse con ellos casi a la llegada de la muralla Ester, al fin estaban en casa.

Y el hermoso comentario de Mikasa fue...

–Suerte en la cama.–

–Mikasa no es necesario que...–

–Dale como nunca al enano, a la mañana siguiente lo quiero ver con muletas...–

–Eso pensaba hacer Mikasa, bueno, exceptuando lo de las muletas y...–

–Que sus gritos se escuchen hasta en mi sector...–

–¡Mikasa, si Heichou te escucha decir eso quizás me deje en abstinencia!–

–¿Abstinencia?–se rió la mujer ladinamente.–Si te hace eso lo amarras a la cama y le das hasta la mañana siguiente. Déjale el agujero del porte de un puño...–

–¡Mikasa, por Sina!–susurraba rojo el muchacho, aún no se acostumbraba a esos comentarios obscenos y con malas intenciones de lo que siempre vio como su hermana.

Armin sólo rió ante la conversación, se notaba en demasía que Mikasa aún odiaba a Rivaille, pero con tal de imaginar a Eren maltratando -aunque no fuera realmente un maltrato- a Levi ella era feliz, eso o era una pervertida no asumida.

Armin rió, ojalá el tuviera una suerte parecida en el amor, no terminar con un hombre al cual darle como animal y que te reciba con un látigo en la casa claro, pero un amor... uno realmente fuerte y que pudiera mantener a pesar que en cualquier momento podría llegar a perderlo.

...Limpieza (눈‸눈) Limpieza...

Eren no se lo podía creer, estaba más que consternado, fue a la habitación que compartía con su querido Levi-Love esperando -quizás a Levi con un látigo y tacones punta aguja- abrazar y besar por todas partes a su amante, pero allí estaba, la pieza impecable y vacía a la cual los insectos tenían miedo de siquiera tocar, ya habían llegado hace un par de horas y Armin junto a Mikasa lo esperaban a fuera para despedirse luego del típico "Yo y Levi tenemos que hacer... ejem, deberes."

Deberes que no dejaban dormir a la señora de al lado. Esas malditas murallas tan delgadas por la falta de materias primas que hay debe acabar, eso y que están prácticamente echándolos, no es que Rivaille fuera en especial ruidoso pero Eren se excede y el azabache grita obscenidades que hasta la gente desconoce el significado cuando éste quiere más de su hombre. Eren, como un sometido total sigue cada exigencia de su amante. Yeager no era un pervertido, lo habían moldeado así y esas fueron nada más y nada menos que las manos del hombre más poderoso -y jodidamente lindo- de toda la humanidad.

Sus amigos esperaban la despedida y el sonido de la puerta cerrándose para que ambos fueran a sacar las cuentas del mes. Pero no, Eren estaba allí con su rostro demacrado y muerto.

–¿Eren?–

–¡Mi Levi no está. Y si se aburrió de mí, y si ya no me quiere! ¡y si él...!–comenzó mientras Armin trataba de tranquilizarlo.

–No creo que sea eso. Quizás fue a comprarte algo para darte la bienvenida...–propuso el rubio con una sonrisa esperanzada.

Eren levantó el rostro seriamente mirando a los ojos cielo de su amigo.

–Bien bien. Eso es imposible en el Sargento, pero quizás ande sentimental...–

Esta vez Eren y Mikasa le miraron con seriedad.

–Bien bien...ignórenme.–

El castaño bufó, no podía hacerlo esto ese maldito mundo, con las ganas horrendas que tenía de ver a su pequeño amor, de decirle cuánto lo extraño, de alguna manera egoísta a pesar de extrañarlo le gusta cuando Levi tiene que quedarse fuera de las misiones, cree que estará más seguro dentro de la ciudad.

Mikasa miró con intensidad al muchacho y puso su blanquecina mano sobre el hombro de su casi hermano.

–No te preocupes Eren, si te está engañando con alguna perra yo podría traerte las entrañas de esa ramera...–

–Mikasa, tan práctica siempre...–reía Armin con nerviosismo, lo peor es que la azabache no parecía ir en broma.

En la calle, entre el ruido de la noche y el tiempo libre que tendría antes de otra expedición se encontraba Sasha que lo primero que hizo fue abastecerse de comida, ya llevaba un pedazo de quién sabe qué cosa en la boca.

–Sasha...–se palmeó la cabeza Mikasa.

–¡Mi-Mikrtasha!–exclamó entre comida apurándose en tragar y digerir lo que restaba en su boca.–¡Eren, Armin también!–sonreía animadamente la cazadora.–¿Y qué haces en especial tú aquí, Eren? ¿no deberías estar persiguiendo a cierta presa?–sonrió la castaña mientras Ackerman le miraba con reproche.

–Eso hago, acechando nuestro hogar...–

La chica rió animadamente ante la respuesta de los ojos verdosos. Prosiguió a ordenar sus reservar mientras miraba a Eren con detenimiento.

–Creo que aún no eres buen cazador, Eren... sino sabrías que tu presa no está aquí...–

–¿Qué?–decía confundido el muchacho.

–Te adelantaste mucho para poder verlo y no recibiste el mensaje del comandante Irvin, él y tu presa están en una reunión, en unos veinte minutos terminará y tu pobre presa creerá que lo dejaste solo y abandon-...–

Para cuando la muchacha quiso continuar Eren ya estaba corriendo hacia el único lugar donde una reunión así podría ser convocada, de una manera un tanto infundada-fundada creía que era un poco peligroso dejarlo a solas con Irvin, siempre, siempre tuvo celos del comandante por tener u pasado más extenso que el de él con Rivaille.

Mikasa no hizo más que suspirar y Armin reír con suavidad.

–Sasha, dormiré en tu casa...–

–¿Acosando a una cazadora?–sonrió la castaña de manera zorruna.

–Nunca seré la presa, Sashita. Ahora vamos, te cocinaré algo decente en vez de que te comas una papa cruda. Nos vemos Armin...–

–Suerte Mikasa.–rió el muchacho, el también tenía asuntos que atender aquella noche, parecía que Hanji lo necesitaba para cierta sospecha.

...Limpieza (눈‸눈) Limpieza...

La reunión terminó, los ojos grises azulados miraban con decepción el lugar, sólo había visto a Irvin, se extrañó que su mocoso no estuviera allí parado detrás de la puerta de reunión arañando la puerta como un perrito al regreso de su amo, pero... para ser sinceros es él quien a estado esperando el regreso del castaño. Suspiró, entre la oscuridad de la tribuna apagándose, Eren no vendría a ese lugar, ya era tarde. De seguro le dio algo de pereza venir por el cansancio y está esperándolo en casa. Se rió de lado algo decepcionado.

Tomó los papeles que le concernían y escapaba del lugar en penumbras, y luego lo siente, sus ojos se ponen alerta, siente un ruido y una presencia que lo acecha, se sigue moviendo aparentando que no hay alguien pisándole los talones, toma con cuidado una navaja de mano pequeña y se detiene pareciendo natural al pensar que se le cayó una hoja, la presencia se acerca más, la sombra le sujeta y Levi no duda en atacar, algo tan duro como el cristal le detiene y el arma rebota en sus manos.

–Eso fue peligroso...–susurra el extraño, los ojos de Levi se suavizan, más la molestia es palpable en la oscuridad de la noche, la quijada fruncida y el cuerpo tenso.

Las manos grandes y toscas tocaron su cadera con la delicadeza de un pianista, se sintió retrocediendo para que aquellos dedos delinearan con lujuria su cuello. Sintió esa risa afrodisíaca y la pared que recibía su espalda de manera traicionera, el acorralamiento era inmediato y Levi se dejaba atrapar, dio un gemido silencioso al sentir una de las manos tibias indagar suavemente debajo de la camisa, acariciando el vientre y subiendo.

–Bastardo...–susurró de manera ronca.

–¿Dónde está tu "bienvenido a casa" Levi?–

–No sacarás esa mierda de mí...–

–¿Ah no?–

Parecía una pregunta con gusto a amenaza, efectivamente los dedos subieron más y las piernas contrarias se acomodaban en las suyas, la rodilla alcanzaba con facilidad su entrepierna, empezó un forcejeó donde Levi no podía cerrar las piernas, otro gemido ahogado en su garganta, la calentura de las manos serpenteando y la necesidad de esa boca devorándolo, pero no, el puto Eren se decicaba a jugar, lo sintió gruñir, se sorprendió con la rapidez que su amante estaba duro, sentía aquella dureza en su vientre por la diferencia de altura, ni si quieran estaban en la casa. Un pequeño destello de luz le mostró los ojos verdes en un tono aterrador y salvaje, Eren realmente quería tomarlo en ese mismo lugar, lo supo por esa mordida tan profunda y delirante en su cuello y el tacto mórbido de sus manos afirmando su culo.

–Te extrañé tanto Levi...–susurró a medias, otra mordida se instaló en el fino cuello de color lechoso y el sonido gustoso de los labios del mayor le consentían su capricho.

–También te extrañé, Eren...–el cuerpo del menor se estremeció y su respiración se hizo más dura y ronca, adoraba esas tiernas y difíciles palabras que salían de esa boca pequeña y mal hablada con todo aquel que ose fastidiarle.

Rara vez se escuchaban palabras dulces o sentimentalismos de aquellos labios rojo pálido, pero era un placer que lo volvía loco cuando lo hacía, más allá que el sexo incluso, una palabra de amor de Levi puede llevarlo al mismísimo nirvana para terminar quemado en su infierno.

–Levi...–le miró con picardía mientras subía un poco más la mano que estaba debajo de la holgada camisa.–Tus pezones están tan duros ya...–

–E-Eren...Eren...–gruñó ronco y codicioso en la oreja contraria teniendo que ponerse de puntillas y sujetarse al cuello de su amante.–Estoy tan húmedo allí adentro...–

–Grrr...-gruñó con posición el chico afirmando con fuerza la cintura de su amante.

–Tan jodidamente caliente, mi ano ahora mismo se contrae...se dilata…necesito tu polla allí adentro, cógeme si quieres hacerlo niñito...–

–Estoy en casa, Levi...–sonrió Yeager mientras profundizaba un besó y un dedo travieso navegó desde las nalgas de Rivaille hasta su ano comprobando cuanto le apretaba y efectivamente...

Estaba caliente y húmedo.

...Limpieza (눈‸눈) Limpieza...

Llegaron entre besos al hogar que compartían juntos, si hubiera sido más temprano quizás habrían tenido una charla más civilizada en vez de estamparse muralla a muralla buscando un beso fugaz y una mordida en su cuello. Levi se descubrió caliente más rápido de lo que pensaba. Si no fuera su pareja y le tuviera tanta confianza a ese niño prácticamente diría que está siendo violado por un lobo de gruesos colmillos. La luz que alumbraba el pequeño velador empezaba a titilar por los besos profundos y roncos que se daban junto a esas embestidas superficiales en las cuales presionaban sus miembros sobre la pequeña interferencia de la ropa, la paciencia de Yeager estaba siendo puesta a prueba beso tras beso.

El lubricante estaba en la mesita pequeña y bien limpia, un lubricante de sabor dulce más no del todo pegajoso. Levi odiaba sentirse en exceso pegoteado allí abajo...

En la mesa de noche... Eren enterró la cabeza en el hombro de su amante buscando el codiciado olor, preguntándose si se había tocado allí abajo pensando en él por las noches. En él amándolo, en el proclamándolo. Quería quitar toda esencia de esa zona e impregnar sólo la suya.

–Infor-me... Yeager...–gimió ronco. Otra vez las manos toscas y masculinas fueron a dar contra sus rozadas y erguidas tetillas, por segundos en el libido del acto deseó que fuera la lengua del menor en vez de sus manos presionando con el borde de los ensalivados dedos aquel sensible trozo de carne.

La espalda de Levi se arqueó y su cadera elevada buscó el calor del miembro contrario con desesperación, se frotaron en exceso fuerte botando un gemido prolongado por parte de ambos seguido de un pequeño temblor enloquecedor, eran seres jadeantes y cuyo sudor empezaba a cubrir sus deseosos cuerpos.

–Doce días extrañándolo, señor...–

–N-No eso, mo-mocoso...–afirmó el agarre de sus cuerpos atrayendo la pelvis de su amante hacia él refregándose en busca de más contacto.

Contacto codiciado que no habían tenido en dos semanas. Para ser así se lo estaban tomando con calma. O más bien Eren se forzaba a hacerlo con calma.

–Tres m-muertes señor, ninguno de mi pelotón...–sonrió abriendo la camisa del azabache admirando con delicia el pecho subiendo y bajando a un ritmo torpe. Los labios húmedos y rojos, la carne tierna y lechosa bajo suyo temblando, temblando por su cuerpo que lo desea poseer.

–Ahh...m-ghh...–

–Pudimos poner las trampas con éxito... pero f-falto Heichou saltando de un lado para otro...–

–N-No pienso seguir...–gruñó molesto mientras apartaba con el brazo el pesado cuerpo ante el comentario.

–Broma, broma Heichou. Por favor perdóneme...–

A pesar de los años aún seguía esa maldita cara allí, la mueca hacia abajo y el brillito endemoniado de aquellos verdosos ojos, Levi no lo quería admitir pero sería capaz de bailar en un caño por tener siempre a su lado esa mirada que sólo debía posarse en él. De una manera un tanto reservada, el Sargento era extremadamente celoso, todos sabían que no había mujer que pudiera tocar a Eren Yeager sin ser atacada por la mirada asesina de ese pequeño y adorable hombre.

Levi cerró los ojos cuando su ropa interior descendía suavemente descubriendo su miembro duro donde en la punta se derramaba el néctar blanquecino, suspiró, sus piernas se trataban de cerrar por instinto al sentirse malditamente expuesto, Eren le sonrió, más sus ojos… Levi le hizo detenerse agitado, golpeándolo incluso. El menor retrocedió desentendido.

–L-… ¿Le-vi? ¿Levi, qué sucede? –

–T-Tú… y tú forma titán…–respondía con los ojos abiertos.

–¿Qué hay con eso? ya está bien… no me canso en demasía en la pelea… además puedo cristalizar partes de mi cuerpo incluso con forma humana como cuando intentaste apuñalarme fríamente hoy, aunque ya lo sabes, estoy bien Levi, no te preocupes… puedo hacer esto, no estoy cansado…–

–NO LO ENTIENDES, EREN…–gritó con fuerza. –Mírate en un puto espejo…–

El muchacho pestañeó sorprendido, giró su cuerpo hasta el pequeño espejo al medio de la habitación, los ojos de un color que mezclaba su típico dorado con verde y las marcas en su rostro posteriores a su transformación como titán adornaban de manera animal su rostro, se tocó la cara mientras trataba de sacar las marcas y concentrarse, no había resultado.

¿Qué demonios pasaba?

N.A: Aquí está el fic. Espero que les haya gustado, tendrá aproximadamente quince capítulos, tendrá variadas temáticas, pero más que nada humor, como es mi costumbre. Les advierto que Eren puede llegar a ser bastante perturbador en capítulos posteriores.

Próximo capítulo: Error de cálculos.

Fue un acontecimiento extraño el de anoche, ni Eren ni Levi decidieron comentar el extraño suceso a la mañana siguiente, mucho menos que siguieron en lo suyo a pesar del extraño síntoma que presentaba el cuerpo de Yeager, aunque claro, siguieron por la casi forzada insistencia del menor y un Sargento sumido a los caprichos de su niño. Sin embargo, seguir haciéndolo en esas condiciones provocaría un suceso que ninguno de los dos se esperaba, tal vez bueno, tal vez devastadoramente malo.