Hola como están bueno aquí estoy con esta historia que la verdad la amo, fue una de las primeras que leí y me enamore de ella la historia original no me pertenece, es de CLARISSA03 que me permitió adaptarla y se lo agradezco de corazón los personajes tampoco me pertenecen.

Espero que le den una oportunidad y a ver qué les parece

PROLOGO

Todo daba señales de ser un día normal, común y corriente, ya que lo que menos se esperaba era la sorpresa que tenía a frente de ella. ¿Cuántos años habían pasado? tres, cuatro. No para ser exactos habían pasado cinco años, los cuales se cumplirían mañana.

Cinco años sin verlo, sin escuchar su voz, sin embargo bastó con que el pronunciara su nombre para darse cuenta que él seguía en su corazón, a pesar del tiempo y de todo lo que había pasado no ha podido olvidarlo.

Observándolo fijamente se percató de que él había cambiado, no sólo físicamente sino que en su manera de mirar, de pararse, todo en él emanaba un aura de poder que hace cinco años atrás no tenía.

Todavía no podía entender cómo se podía ver tan bien, tan guapo así como estaba vestido… ¡Eso no era justo! Pensó Bella, ya que ella se encontraba totalmente empapada por la lluvia torrencial que caía en ese momento. Con toda su ropa pegada al cuerpo parecía que resaltaba todos los defectos de ese cuerpo que tanto odiaba.

Sin embargo Edward pensaba todo lo contrario, aunque le doliera admitirlo ella seguía tan hermosa como la recordaba; pero al igual que él ella había cambiado, ya no tenía esa cara de niña buena sino que era toda una mujer hecha y derecha.

Bella no quería seguir viéndolo hay parado frente a ella, ya que se le estaban viniendo encima todos esos recuerdos que tanto le había costado olvidar… ¿olvidar? ¡Nunca!, ella nunca olvidaría el dolor, la traición, el odio que sintió hace cinco años, solo trataba de hacerlo más soportable tal y como le enseñaron. Pero viendo sus profundos ojos dorados dejó que los recuerdos vinieran a su mente… Su boda, su mejor amiga, su novio, su familia, la sangre…

Hace cinco años atrás ella había estado a punto de casarse si no hubiera sido porque el novio –el hombre que ella más amaba en el mundo y por quien habría dado la vida- la había dejado plantada en el altar escapándose con su mejor amiga y dama de honor.

No había podido soportar las miradas de compasión y de pena que los invitados y sus familiares le dirigieron e hizo lo primero que se le ocurrió que fue escapar de la iglesia e irse a refugiar a al departamento que compartía con su mejor amiga.

Una vez en el departamento lo primero que hizo fue llamar al celular de Edward para que le asegurara que todo lo que estaba pasando no era más que una mentira, una cruel mentira, y era ella a quien amaba y amaría por siempre. Pero lo único que escucho fue a la operadora decir que el número que marcaba se encontraba fuera de servicio. Al llamar a Tanya a su celular recibió la misma respuesta.

Se dirigió al dormitorio de Tanya esperando encontrar alguna respuesta de lo que estaba pasando, pero lo único que encontró fue un cuarto vació en el cual solamente estaban los muebles, todos los objetos personales y la ropa de Tanya habían desaparecido. No había ninguna nota o algo que explicara su desaparición. Ya no quedaba duda, estaban juntos, la habían engañado, las dos personas que ella más quería en el mundo la habían traicionado.

En ese momento empezó a sonar su celular y a escuchar unos golpes en la puerta de entrada del departamento, seguro que eran sus padres y sus hermanos que estaban preocupados por ella y querían asegurarse de que estuviera bien.

Pero ella no estaba bien, lo único que quería hacer era estar sola, desaparecer, cerrar los ojos y no volver abrirlos jamás para así no sentir más el dolor que sentía en el pecho que era como si le estuvieran arrancando de a poco su corazón.

Corrió a la cocina y abrió el estante para sacar un cuchillo, después corrió al baño y se encerró en el. No podía dejar de pensar en Edward y en Tanya juntos, casándose, teniendo hijos, siendo felices…

Tomo el cuchillo y se lo paso por las muñecas, sintió un dolor punzante y agudo pero eso no la hizo detenerse y siguió con la tarea hasta que comenzó a sentirse cansada y somnolienta, pero sobre todo empapada ya que tenía todo su traje de novia con sangre. Antes de que se desplomara en el suelo sintió unos brazos que la sujetaban y una voz que decía:

- ¡Bella como has podido hacer esto!

Y su último pensamiento antes de desmayarse fue ¡Edward porque me hiciste esto!