Sailor Moon no me pertenece.

Promesas inconclusas.

El amor se rompe.

La joven pareja aprovecho la intimidad que tenían al estar alejados de la fiesta dentro de la casa, habían buscado refugio en la terraza que daba al patio trasero de la mansión Chiba, entre beso y beso la pareja se miraba a los ojos y se sonreía.

- ¿Me vas a echar de menos Darien?- Le pregunto la joven de cabellos rubios.

- Por supuesto que si, eres el amor de mi vida.- El pelinegro alto abrazo a su novia.- Pero solo estaremos lejos un año, es nuestro pacto recuérdalo Serena.

- Si.

Darien Chiba iba a partir en menos de dos días a una prestigiosa universidad al otro lado de país, naturalmente iban a verse mucho menos, pero habían hecho un trato, ella iba a darlo todos en sus estudios para reunirse con él en la misma universidad, sus calificaciones no eran buenas pero no eran tan desastrosas, solo tenía que ponerse al corriente y estaría en poco tiempo con su amado.

- Te voy a mandar correos electrónicos todo los días.- Murmuro Serena sonriéndole a su novio.

- Tratare de contestarlos siempre mi cielo.- Sonrió el chico.- Pero no quiero que desesperes si no lo hago todos los días, mi carrera demanda mucho tiempo de estudio, prométeme que no te asustaras si tardo en responder.

- Lo prometo.- La joven pudo verse a si misma en los ojos de su novio.- No quiero que coquetees con ninguna chica universitaria, eres mi novio.

- Si mi cielo, ninguna otra solo tu.- El joven abrazo a su novia.- ¿Vas a extrañarme?

- Sabes que si. . . Voy a contar los días que este lejos de mi.

- Tratare de venir tantas veces como pueda, sabes que no puedo estar mucho tiempo sin ti mi cielo.

- Mientras tanto puedo hacerle compañía a tu madre, nos llevamos bien y podremos pasar tu lejanía juntas.

- Mi madre te adora, dice que eres la mujer perfecta para mi.- Darien sonrió.- Y por eso he estado pensando en cuenta razón tiene.

- Tu madre es una mujer sabia.- Concordó la rubia cerrando sus ojos para que esa imagen quedase siempre en su mente, como un hermoso recuerdo.

- Mírame Serena.- Ordeno él de pronto.

Se quedó paralizada al ver que su novio estaba de rodillas frente a ella con una cajita frente suyo, la joven dio un paso atrás sorprendida, Darien le tomo una de sus manos y la miro a los.

- Yo concuerdo plenamente con lo que dice mi madre, eres la mujer perfecta para mí y por eso quiero entregarte esto.- El pelinegro la miro con su más seductora sonrisa.- Sabes que mi mayor deseo es ser el mejor médico.

- Lo sé y siempre te he apoyado, quiero que seas el mejor.

- Y yo quiero que apenas termine mi carrera nos casemos.- Darien deslizo el anillo por el dedo de la rubia.- ¿Quieres casarte conmigo? ¿Ser mi prometida?

- ¡Si!- Serena se abrazó al cuello de su ahora prometido.- Si quiero mi amor, si quiero.

- Gracias mi amor.- Busco los labios de su amada.- Te quiero tanto, te prometo que dare todo de mi en los estudios y te ofreceré una buena vida.

- Yo siempre estaré ahí apoyándote.

Volvieron a besarse en aquella intimidad que les bridaba ese sector de la casa, entre besos, abrazos y arrullos llego el momento en que tendrían que volver a la fiesta o saldrían por ellos de modo que la pareja decidió no hablar nada aun del compromiso, iban a decírselo más adelante.

Semanas después. . .

De: Darien

Para: Serena

Asunto: Primeros exámenes del colegio.

Estoy muy contento mi amor, me alegra saber que te estas preparando de maravilla para tus primeros exámenes este semestre, yo también estoy en varios grupos de estudios, es maravilloso tener la opinión de otras personas que compartes mi gusto por la medicina, por cierto ya me hice de un buen amigo, se llama Andrew, está estudiando el primer año de medicina pero se va a especializar en otra área, yo en tanto estoy cada vez más entusiasmado con la cardiología.

¿Sabes una cosa? Te hecho tanto de menos, cuando escucho tu voz deseo tanto poder estar a tu lado, y quiero pensar que a ti te pasa lo mismo.

Tengo que dejarte mi amor mi próxima clase comenzó en treinta minutos, te escribiré después, te amo.

Darien Chiba.

De: Serena

Para: Darien

Asunto: Cena con tu madre.

Mi amor, anoche cene con tu madre, ambas terminamos viendo tus fotos de bebé, eras y eres muy guapo, no puedo creer que tenga como prometido a uno de los hombres más encantadores y guapos del mundo, tu madre está muy emocionada al ver que llevo el anillo que me dite, me contó la historia, dice que este anillo solo ha pasados de las esposas Chibas a las futuras esposas Chiba, me emocione, eso quiere decir que cuando tengamos un hijo y este se vaya a casar él tendrá que seguir con la tradición. Tengo que dejarte.

Te amo.

- . . . Y Darien dice que le está yendo de maravilla en la universidad.- Concluyo Serena, estaba con sus cuatro amigas en el patio del colegio.- Aunque tiene que estudiar mucho

- La universidad no es como el colegio Serena.- Murmuro Amy, la más inteligente del grupo y que hasta ese momento había estado leyendo un libro, pero de todos modos estaba poniendo atención a la plática.- El nivel de exigencia es muy alto y nadie puede bajar las calificaciones, es al contario se espera que suban con cada nueva evaluación.

- Amy tiene razón.- Lita que estaba comienzo un pastel las miro.- Nosotras debemos dar todo para los exámenes, si no, no seremos recibidas en las buenas universidades.

- Pues en la academia de artes y música no necesito altas calificaciones en matemática pero si en historia, en lengua y otras materias.- Comento Mina, ella quería perseguir el sueño de volverse una gran cantante, estaba postulando a una prestigiosa academia de artes de la música.

- Yo iré a estudiar historia antigua.- Comento Rei.- Lo mejor que podemos hacer ahora en poner todo de nuestra parte.

En ese momento mientras estaban en el receso el teléfono móvil de la rubia sonó con una canción especial y supo sin duda alguna que era Darien quien la estaba llamando, le sonrió a sus amigas antes de contestar.

- Habla Serena Tsukino.- Hablo como si no supiera con quien estaba hablando.

- Serena Tsukino futura esposa de Chiba.

- Hola mi amor. . .- Le gusto la forma en que Darien la había llamado, futura esposa de Chiba.- ¿Tienes tiempo libre?

- Acabo de salir de mi ultima clase del día, ahora voy camino a la biblioteca para estudiar con algunos amigos.- Le respondió él.- ¿Estas en receso verdad?

- Si mi cielo.- Serena podía ver a sus amigas haciéndole caras de amorosas.

- Te echo tanto de menos. . . No hay una noche en que no me quede despierto pensando en ti.

- Yo también, sabes anoche soñé contigo.

- Cuéntame. . .

- Estábamos en el día de nuestra boda. . . Ambos caminábamos por el altar ya declarados marido y mujer.

- Es el mismo sueño que me invade muchas noches mi amor.

- ¿De verdad Darien mi amor?

- Sabes que si. . . Serena mi amor, mi dulce preciosa.

- Te amo. . .- El timbre para volver a casa sonó.- Ya tengo. . .

- Escuche el timbre. . . Ve a clases mi amor- Darien sonaba melancólico.- No pierdas el hilo de tus estudios, tienes que venir el próximo año aquí conmigo, es nuestra promesa.

- Si mi amor. . .- Serena la lanzo un sonoro beso antes de colgar.

Los días siguieron pasando y Serena en ningún momento perdía la comunicación con su ahora prometido, al contrario se hablaban día a día, los correos electrónicos iban y venían, después de clases ella visitaba a la señora Chiba, le gustaba pasar tiempo con ella, la hacia sentirse más cerca de su amado.

- Mi hijo me llamo anoche. . .- Le comento un día la señora Chiba.- Dice que espera poder venir para las vacaciones de medio año.

- Lo sé, dice que si saca buenas calificaciones podrá venir sin problemas.

- Estoy segura de que no tendrá problemas, mi hijo es un hombre muy inteligente.

- Si.- Serena estaba tomando té y galletas con su suegra.

- ¿Tu lo quieres mucho verdad Serena?

- Si, lo amo mucho.

- Y él a ti.- La mujer mayor le tomo la mano de la rubia, sonrió al ver al anillo.- Cuando Darien me dijo que te iba a dar este anillo me dije lo siguiente. . . Al fin encontró alguien que lo ama de verdad. . .

- Yo lo amo.

- Estaré tan feliz al verlos casado, estaré en primera fila.

- Naturalmente.

La joven se esforzó mucho en subir sus calificaciones, la vacacione de medio año se estaban acercando y quería mostrarle a Darien que verdaderamente se estaba esforzando, quería ser maestra y sus calificaciones era muy buenas, estaba segura de que no tendría problema para ser admitida en la misma universidad que Darien.

- Muy bien Serena.- La maestra del último año escolar, Setsuna estaba contenta.- Tus calificaciones han subido mucho, estoy muy orgullosa de ti, cuando te tome como alumna sinceramente no te tenia fe, al contrario siempre creí que reprobarías.

- Tengo un gran incentivo para estudiar. . .

- Chiba. . . Darien Chiba, uno de los mejores alumnos que ha pasado por esta escuela.- Observo la mujer.- Asiste a una prestigiosa universidad al norte. . . ¿Crees poder ser admitida?

- Quiero ser maestra de primaria profesora Setsuna y hasta donde he averiguado solo tengo que subir un poco más mis calificaciones y tendré muchas posibilidades de ser admitida.

- Pues estaré esperando ansiosa esa buena noticia.

- Yo misma vendré a decirle que fui aceptada maestra.

Sus padres se mostraban contentos al ver que sus notas iban mejorando, su padres estaba más tranquilo ahora que Darien estaba lejos, Kenji Tsukino decía que su hija estaba más concentrada en los estudias, en cambio su madre Ikuko se sentía apenada por ella, pues sabía que estaba triste ante la lejanía de su prometido.

- Ya verás. . . Podrás tener a Darien en las vacaciones hija.- Le dijo su madre una noche mientras estaban hablando de madre a hija.

- Si mamá.- Serena se estaba cepillando el cabello.- Darien dice que llegara dentro de un mes, ya lo estoy esperando, me dijo que podremos ir a pasear al parque, y en el lago se pueden alquilar botes.

- Es muy romántico. . .- Ikuko sonrió.- Espero que seas muy feliz con Darien.

Serena espero pacientemente los días que le quedaban para encontrarse con Darien, en el calendario que tenía en su cuarto marcaba cada día menos, en sus correos con Darien no hacían más que hablar del tiempo que les quedaba para estar juntos.

Finalmente el ultimo dia llego, Serena estaba en el colegio esperando los resultado de sus ultimo exámenes, todas sus amigas estaban ahí, Amy no estaba para nada nerviosa, sonreía tranquila, Lita y Rey también estaban tranquilas, ya que ellas habían estudiado mucho, Mina en tanto estaba un poco más nerviosa, ella aunque habia estudiado siempre se ponía asustada en los exámenes y eso la hacia fallar, y ella en tanto slo queria saber cómo había quedado su promedio de final de semestre, si era más que noventa puntos iba a salir llorando de felicidad.

- Mina Aino. . . Promedio de ochenta y nueve.- La maestra Setsuna les estaba dando las calificaciones.

- ¡Si!- La rubia estaba contenta.

- Amy Mizuno. . . Promedio de noventa y nueve.

- Lo sabía.- Amy sonreía alegremente.

- Lita Kino. . . Promedio de Noventa y cuatro. . . Rey Hino. . . Promedio de noventa y cuatro.

Ambas aludidas se miraron con una amplia sonrisa en los labios, se tomaron de las manos para celebrar.

- Serena Tsukino. . . Promedio de noventa y tres.

Se sentía en el cielo, no podía estar más contenta con esas calificaciones, si mantenía ese promedio en el segundo semestre su promesa seria cumplida con mucha facilidad.

- A todas nos fue de maravilla.- Observo Mina.- ¿Qué harán ahora?

- Iremos de compras.- Murmuraron Lita y Amy al unísono.

- Yo tengo que ir a mi clase de repostería.- Dijo Lita.

- Yo. . .- Serena miro su reloj.- El vuelo de Darien llega dentro de dos horas y. . .

- Pues quizá haya llegado más temprano para darte una sorpresa mi amor. . .- Una voz masculina que ella no tuvo problemas para reconocer la hablo.

- ¡Darien!- No tardó en llegar a los brazos de su amado, refugiarse en su calidez.- Mi amor.

- Hola preciosa.- El pelinegro estrecho con fuerza a su prometida, luego miro a las amigas de esta.- Hola Chibas.

Una a una se fueron, naturalmente ellas sabían que la pareja necesitaba estar a solas, Serena estaba agradecida de que sus amigas tuviesen tacto para ese tipo de cosas.

- Mi amor.- Aun estaba abrazada a Darien.- Tanto tiempo sin estar así contigo. . . Te echaba tanto de menos.

- Yo también.- El pelinegro tomo las manos de su novia.- Necesitaba verte, por eso adelante mi vuelo, quería darte una sorpresa.

- Mi amor. . . Me la has dado, yo estaba contando los minutos para ir al aeropuerto.- Serena miro a los ojos a su prometido.- Te amo.

- Y yo a ti mi amor.- Darien la estrecho con fuerza, deseando que nada alterara esa relación tan hermosa.

- Ven, seguramente tu madre aun no te ve. . .- Le tomo las manos a su novio, solo en ese momento vio unas maletas que estaban cerca de él.- ¿Recién has llegado?

- Estaba desesperado por verte Serena.

Mientras caminaban hacia la casa Chiba, la rubia no dejo de hacerle preguntas sobre la vida universitaria, de vez en cuando notaba que Darien se ponía algo tenso aunque suponía que era por el gran esfuerzo que le había significado acabar el primer semestre de la universidad con las mejores calificaciones.

- Lo único que ahora importa eres tu mi amor.- Darien la miro.- ¿Es cierto que has acabado con un buen promedio este semestre?

- Noventa y tres de promedio.- Le mostro la tarjeta de las calificaciones.- He subido mucho. . . No creo tener problemas para ir tu misma universidad mi amor.

- Yo estaré con los brazos abiertos esperándote.

- ¿De verdad?

- Sabes que si, lo único que quiero es que podamos estar juntos.

A partir de ese momento la pareja no se dejó de ver ni un solo día, pasaban gran pare del dia juntos, ambas familias estaban contentas, se mostraban feliz de que hubiese un compromiso serio en la pareja, incluso Kenji Tsukino recibía de buena animo a su futuro yerno , y todo porque se pronosticaba que sería un muy buen doctor.

Una mañana que Serena estaba de compras, tenía que encontrar un vestido hermoso, Darien a iba a llevar a cenar a un nuevo restaurante en la ciudad, y todos decían que era muy elegante, estaba tan animada viendo los vestidos que no escucho los pasos de alguien acercándose.

- Pero si es Serena Tsukino.

- Beryl.- Serena se volví para ver a la mujer, la había reconocido sin problemas, esa mujer había sido una compañera de clases de Darien en el colegio, muchos decían la que peliroja siempre había estado interesada en su novio, pero que Darien nunca había correspondido sus intenciones.

- ¿No eres un poco niña para estar viendo los vestidos para mujeres?

- Mi novio y yo iremos a cenar esta noche.- Murmuro ella sin tomarla mucho en cuenta.

- La sección de ropa infantil esta por allá pequeña.- La mujer señalo a lo lejos de la tienda, luego se acercó a los colgadores.- Una mujer como yo tiene que tener lo mejor. . . Más ahora que estoy pronta a casarme

Pobre desgraciado que cayó en tus redes, murmuro Serena para si misma, trato de ignorar que la peliroja estaba a su lado y se preocupó solo de encontrar el mejor vestido para impresionar a Darien.

- Por cierto dime Serena.- Oyo de nuevo la moleta voz de Beryl.- ¿Cómo esta Darien?

- Él esta bien.- Fue todo lo que dijo.

Tomo varios vestidos de los stand y se fue hasta los probadores, quería alejarse de esa molestia, mientras Darien aun estudiaba en esa ciudad ella siempre lo había perseguido, para su alegría su prometido siempre había rechazado todas sus insinuaciones.

- Ese le queda hermoso señorita.- Le dijo la vendedora.- Se ve usted joven.

- Si. . .- Serena no podía dejar de estar feliz, había encontrado el vestido perfecto.- Me llevare este vestido.

- Si señorita. . . Venga hacia la caja.

Para su mala suerte Beryl estaba pagando por sus compras, de modo que tuvo que volver a estar cerca de ella.

- Por cierto Serena, no he tenido la oportunidad de contarte mi buena noticia. . . Estoy embarazada.

- Pues felicidades.- No tenía mucho más que decir.

- Tanto mi prometido como yo estamos ansiosas esperando este bebé.

Beryl no tenía la figura de una mujer embarazada por lo que supuso que no debía tener más de cuatro meses, todo claro, de ser cierto el embarazo, no tenía mucho ánimo de hablar con ella y todo porque estaba segura de que ella la odiaba porque había sido quien se había quedado con el amor de Darien.

- Estas hermosa.- Darien la beso apenas fue a su encuentro esa noche.- ¿Estas listas?

Había escogido un vestido rosa pálido, que se ajustada a su delgada figura, quería impresionar a su prometido y todo parecía indicar que lo había logrado, pues Darien no dejaba de mirarla desde los pies a la cabeza.

- Mi amor.- Darien la apoyo en el automóvil.- Ere la mujer más hermosa que he visto en toda mi vida.

- Te amo Darien.

El restaurante era tal y como había escuchado, lleno de elegancia y de personas muy finas, por unos instantes se sentía fuera de lugar pero el solo hecho de estar al lado de su prometido la hacia ponerse nerviosa.

- Tranquila.- Darien parecía notar su nerviosismo.- Este lugar es hermoso, pero nadie va a decir nada. . .

- Temo escoger el tenedor equivocado.

- No le prestes atención a ese tipo de cosas.- El pelinegro le hiso unas señas al camarero.

- Por favor.- Le rogo ella.- Pide por mi, no entiendo mucho de estos platos.

- Solo tienen nombres elegantes, pero es lo que siempre comemos.

A pesar de todo eso, Serena disfruto de la cena, los deliciosos platillos le parecieron perfectos, el ambiente era sumamente romántico más cuando Darien hiso que un cantante que pasaba por las mesas se acercara a ellos.

- Quiero una hermosa canción para mi prometida.- Pidió el pelinegro.

- Para la hermosa jovencita.- Murmuro el hombre.

Interpreto una canción que era conocida en todo el mundo como una de las más románticas, ella en todo momento no pudo despegar los ojos del atractivo pelinegro que tenia como prometido, de pronto todo aquel tiempo en que habían estado separados ya no importaba, tan solo poder estar juntos aquellas vacaciones.

- Nunca me cansare de decirte que te amo.- Murmuro Darien mientras se ponía de pie para ir a su lado.

- Mi amor.- La rubia susurro llevada por el romántico ambiente.

- Cuando seamos marido y mujer, despertare a tu lado con la sola idea de hacerte feliz día a dia.

- Ya me haces feliz.- Se refugió en el pecho de su amado.- Darien. . . Darien. . . Te amo tanto, no me dejes nunca.

- Nunca. . .

- Prometerlo. . .- Rogo la joven como si fuera una niña pequeña.

- Te lo prometo no te dejare nunca.

Bailaron al son de la música durante un par de minutos más, Serena esta contenta de tener ese tipo de momentos con Darien.

Cuando acabaron la cena Darien la ayudo a subir al auto y subió el también, fueron hasta un mirador en la parte más alta de la ciudad, desde ahí podían ver las luces que iluminaban cada lugar del pueblo donde vivian.

- Mira. . .- Señalo Darien.- Esa es la pizzería.

- Y esa de ahí la juguetería.- Serena miraba encantada el juego de luces que adornaba la ciudad.

- Todo es tan hermoso.

- Si, mucho.

- Pero no tanto como tu mi amor.- Darien la estrecho entre sus brazos, y comenzo a besarla con desesperación.

Serena correspondió cada uno de sus besos, era lo que llevaba tiempo añorando, abrazo a su prometido por el cuello y lo insto a seguir, en la oscuridad de la noche nadie iba a ser testigo de su amor.

- Serena. . . Mi amor he soñado tanto con esto.- Darien la estrecho aun por la cintura, no importaba la incomodidad de estar en el asiento delantero del auto.

- Darien. . . Mi guapo Darien. . .

Los beso se hicieron insuficientes, de pronto ambos estaban acariciándose como si su vida dependiese de ello, Darien tocaba sus senos y la miraba con una tractiva y cautivadora sonrisa que le quitaba el habla y ella en tanto tocaba los músculos de mi prometido y tanto nerviosa, pues era la primera vez que lo tocaba de esa forma.

- Mi amor. . .- Susurro él con ansia.

- Darien. . .- Sintió las manos de su amado sobre sus muslos.- Detente por favor.

- ¿Qué ocurre?

- No quiero que sea de esta forma.- Murmuro con un poco de miedo antes una reacción negativa de Darien.- Yo quiero que sea diferente, quiero que sea en nuestra noche de bodas. . . Lo siento, lo siento mucho mi amor.

- Eh tranquila.- El pelinegro le sonrió y le acaricio la mejilla.- Tranquila, quizá yo me precipite, el asiento delantero de un auto no es el mejor lugar para mi novia.

- ¿No estas enfadado?

- No mi amor, al contario lo comprendo.- Le dio un beso en los labios.- Todo está bien, en serio.

- Si. . .

Sin embargo ella se quedó con un mal sabor, aunque Darien parecía tranquilo y no mostraba ninguna señal de enfado Serena pensaba o contrario, cualquier hombre se molestaría ante una situación así.

Darien conducía en silencio, y ella no sabía que decirle, no quería provocar una palea, por la forma apasionada en que Darien la estaba acariciando sabía que él no iba a contentarse solo con eso. De pronto el auto se detuvo en la entrada de su casa y supo que la cita había terminado.

- Lo siento.- Susurro al borde de las lágrimas.- Es que mi sueño es ser tuya, pero solo cuando estemos casados. . .

- Mi amor, mi pequeña cabeza de bombón. . .- Darien solo le decía así cuando la consolaba en forma cariñosa.- No te preocupes, esta bien, yo simplemente me precipite, también deseo que nuestra primera vez juntos sea especial, y en un ambiente mucho más romántico, te lo mereces.

- Pero te hice enfadar.

- Solo estoy enfadado conmigo mismo, por no saber detenerme a tiempo.- Darien la beso en los labios en forma lenta y dulce.- Todo esta bien, sube a tu cuarto, mañana nos vemos, iremos de día de campo con mi madre.

- Si.- Serena sonrió antes de bajarse del coche.

- Sueña conmigo mi amor. . . Así como yo sueño contigo.

- El único que invade mis sueños mi amor eres tu.- La joven vio el auto alejarse por el camino, suspiro al saber que había sido comprendida por Darien, era fantástico tener un novio que de verdad la amara.

Los días fueron pasando, el fin de las vacaciones entre semestres estaba por terminar, Darien y Serena había aprovechado cada momento para estar juntos, ya fuese divirtiéndose o estudiando, pues el pelinegro no quería que ella descuidara sus estudios, deseaba que al volver a clases la joven no perdiera el ritmo.

Así que mientras Serena repasaba los temas importantes en apuntes Darien siempre e sentaba cerca de ella y leía alguno de sus libros de medicina, de los que Serena no entendía ni media palabra, pero podía ver cuán interesado Darien estaba por leerlos.

De pronto el teléfono móvil de Darien sonó, al principio el pelinegro parecía interesado en contestar, pero al verificar quien era perdió todo tipo de interés y apago el equipo móvil.

- Si quieres puedo salir de la habitación para que contestes,- Murmuro Serena mientras se acercaba a él.

- No es ninguna llamada importante.- Darien le sonrió.

- ¿Estás seguro?

- Claro que si.- Darien se acomodó mejor en el sofá de la sala, su madre había salido con su chofer Artemis de modo que tenían la casa completa para estudiar de forma tranquila.

- Me dio sed, ire a la cocina a preparar jugo de naranja, este año el árbol dio muchas.- Serena tenia la suerte de tener una suegra que la quisiera, pues la señora Chiba le habia dado permiso de sentirse como la dueña de la casa en su ausencia.- ¿Quieres algo de comer mi amor?

- ¿Un sándwich?- El hombre miro la hora.- Ya pasan de las cinco.

- Es cierto, entonces eso te hare.

- Gracias mi amor.

- No tienes que agradecerme nada, soy tu novia y tengo que alimentarte bien mientras este aquí, llegaste muy flaco y pretendo que te vayas con algo más de peso.

Cuando Serena se dirigía a la cocina, todavía podía oir la risa de Darien, pero había salido de la sala solo para darle tiempo para contestar la llamada, algo en la expresión de Darien le había dicho que era algo importante, y no quería importunarlo, de domo que se tomó su tiempo para hacer el sándwich de su amado, verdaderamente quería cuidarlo esos ultimo días que iba a estar juntos, Darien debía partir en poco menos de cinco días.

Al tener todo listo miro la hora, poco menos de diez minutos habían pasado, tiempo más que suficiente para haberle dado espacio para sus asuntos personales, así que tomo la bandeja con los bocadillos y los jugos y camino hasta la sala, se detuvo al escuchar la voz de él, parecía muy enfadado.

- . . . Sabes que lo que dices es mentira. . .- Su tono de voz era duro.- Lo único que sabes hacer es dañar a la gente. . . Poco me importa tu situación, lo que dices es mentira y te lo demostrare. . . No me harás caer en tus juegos sucios. . .

Oyó que lanzaba el teléfono lejos, de modo que respiro hondo y fingió no haber oído nada, abrió la puerta que cerraba la sala y sonrió.

- Nada mejor que unos buenos bocadillos luego de tanto estudio.- Le dijo.

- Tienes razón.- Darien le dio una media sonrisa, así que ella tuvo que morderse el labio para evitar preguntar que le estaba ocurriendo, quería que fuese Darien quien le contase, no tener que sacarle las cosas.- Ven. . . Vamos a comer.

- ¿Estas bien? Pareces molesto.

- Yo. . . Conteste esa infernal llamada, solo eran problemas. . .

- ¿Muy graves?- Por un lado estaba aliviada porque él confiara en ella, pero por otro lado estaba preocupada, quería ayudarlo.

- Nada que no pueda resolver mi amor.- Por fin Darien le sonrió completamente.- Ven, ambos tenemos que comer, dejemos los estudio por este dia, has hecho un fantástico trabajo mi amor.

- Te prometí que me uniría a ti en la universidad y eso hare, el próximo año no podrás huir de mi joven Darien.

- Pues estaré esperándote señorita Tsukino.

Darien finalmente tuvo que partir a la universidad otra vez, así que la pareja volvió a su rutina de escribirse correos electrónicos y hablar por el teléfono móvil, se hablaban de todo y aunque él nunca más volvió a hablarle de sus problemas ella los dio por resueltos.

Un día la maestra Setsuna la mando a llamar, preocupada por lo que podía estar pasando corrió a la oficina de los profesores, temía que algo malo estuviese pasando con sus calificaciones.

- ¿Necesitaba verme profesora Setsuna?- Le faltaba el aire.

- Quiero discutir tu futuro Tsukino.- La mujer le sonrió.- El próximo mes comenzaran las postulaciones a las universidades y por lo que he visto tus calificaciones han mejorado a tal forma que tendrás muchas respuestas afirmativas, por eso quiero que escojas lo mejor. . . Dime que quieres estudiar.

- Seré maestra de primaria, me gusta trabajar con niños pequeños.

- Entonces estas son las mejores universidades para eso.- La mujer le entrego algunos panfletos.

Para su alegría la universidad donde Darien estaba estudiando estaba dentro de esa selección.

- Esta.- Murmuro.- Esta es la que quiero.

- Tengo entendido que Darien Chiba estudia ahí.

- Si, quiero reunirme con él el próximo año.

- De todas formas deberías postular a las otras universidades.

- Ese es mi plan, pero estoy segura de que seré aceptada.

- Estaré feliz de ayudarte a postular.

- Muchas gracias profesora.

De: Serena

Para: Darien

Asunto: Universidad.

Mi amor, esta semana he enviado mis postulaciones, por supuesto la primera fue a la universidad donde estudias, ya verás cómo estaremos juntos a partir del próximo año, por cierto sé que debes tener mucho que estudiar pero me gustaría que me respondieras, en estas dos semanas solo has respondido un correo mío y cuando te llamo no me contestas, sé que prometido no molestarte por ese asunto, pero ya me estoy preocupando, tu madre tampoco saber que decirme. . . ¿Estas mal en los estudios mi amor? Si es así saber que mis oraciones de todas las noches son para ti, espero que puedas responderme, te ama Serena Tsukino.

De: Darien

Para: Serena

Asunto: Te amo.

Mi amor, lamento no haberte podido contestar, pero he estado muy ocupado, en cuanto a mi teléfono creo que se ha descompuesto, tendré que cambiarlo, no te preocupes lo haré pronto, así podremos hablar más seguido, todo está bien mi amor, y estoy feliz de que ya hayas hecho tu postulación, mis oraciones serán para que seas aceptada, te quiere con toda el alma, Darien Chiba.

- ¿Y dices que no te ha contestado desde hace semanas?- Pregunto Lita con cuidado.

- Desde hace casi un mes.- Serena miraba el suelo con tristeza.

- Debe estar ocupado, la universidad exige un nivel de estudios y concentración muy altos.- Amy la miro con comprensión.- Cuando entres a la universidad lo sabrás Serena.

- Siento que algo malo esta pasando, pero mi Darien no me dice nada.

- Tranquila amiga.- Mina la consoló.- Solo dale tiempo, Darien quizá no este sacando buenas calificaciones.

- Si. . .

- ¿Y has hablado con la señora Chiba?- Le pregunto Rei

Fui a verla ayer después de clases, pero estaba de salida.

- ¿De salida?- Preguntaron las cuatro amigas al unísono.

- Salió de la ciudad, al parecer a ver a una amiga.- Serena miro la hora, pronto volvería a clases, y a pesar de que aún no sabía nada de Darien ella iba a cumplir su promesa, su calificaciones serian de las mejores.

Los días pasaron con extrema lentitud, y la rubia no tenía noticias de parte de Darien, eso la desesperaba más, la señora Chiba seguía de viaje y Artemis el chofer no sabía cuándo iba a volver.

- Tranquila Serena.- Sus amigas trataban de apoyarla, era lunes por la mañana, el comienzo de la semana escolar, iban caminando por los corredores cuando escucharon una voz conocida.

- ¡Mi hermana se ha casado!- Era Esmeralda la hermana menor de Beryl, la chica de pelo verde iba a en mismo nivel que ellas.- Mi hermana se ha casado este fin de semana.

- Pobre hombre.- Murmuro Mina en voz baja, ese comentario hiso a Serena sonreír luego de muchos días de tristeza.

- Seguramente el hombre debe haber perdido el juicio.- Hasta Rei quería sumarse a la burla de Mina.

- Hola chicas.- Esmeralda nota la presencia del quinteto de chicas, pero centro su mirada en Serena.- Hola Serena, mi hermana te ha mandado algo.

- ¿A mí?- Ella y Beryl no eran para nada amigas, no comprendía nada.

- Pues ella dijo que esto iba a interesarte.- La chica le entrego un sobre grueso.- Beryl dice que espera que sea de tu agrado.

- No lo tomes Serena.- Murmuro Lita apretando los puños.- Seguramente es una mala broma de esa mal nacida.

- No hables asi de mi hermana.- Esmeralda la miraba sonriente.- Ábrelo Serena.

A regañadientes la rubia tomo el sobre para abrirlo, no tenía idea que podría haberle mandado aquella mujer, pero sabía que Esmeralda no iba a dejar de molestarla hasta abrir el sobre.

Lo vio a simple vista, todo parecía indicar que eran fotografías, tomo las primeras, podía ver a Beryl vestida con un sencillo vestido blanco, le parecía muy absurdo ver esas fotos, cerró el sobre para devolvérselo a la peli verde.

- Toma no me interesan.- Murmuro.

- No las has visto todas.- La sonrisa maliciosa de Esmeralda la hiso sentir miedo.

- No veo que puede interesarme.- Abrió el sobre para ver todas las fotos.- No tengo interés en las fotografías de tu hermana. . .

En las fotos aparecía Beryl, llevaba un ramo de flores, como había supuesto eran fotos sin importancia para ella. Sin embargo las últimas fotografías la dejaron helada, no solo aparecía Beryl, Darien aparecía a su lado, vestido formalmente, todo parecía indicar que si la peliroja era la novia él era el novio.

- No puede ser. . .- Susurro con la vista fija en una fotografía donde Darien tenía del brazo a Beryl, era él, no había duda de eso.

DEJEN SUS REVIEWS.

¿Ustedes que creen que puede estar pasando? ¿Darien será el novio de aquella boda? Amigas/os mias/os este es el primer capitulo de esta nueva historia, espero que les guste, como ya saben pueden buscarme en el facebook como Fifogato(fifotsukino). (los que sean de chile como yo, lo siguiente: feliz 18 de septiembre). ¡Muchos saludos!