¡Llámame tía Pinkie Pie!

Twilight se disponía a entrar a Sugar Cube Corner para comprar algo para acompañar el café de la mañana, cuando Pinkie Pie salió como bólido de la pastelería atropellando a la pobre unicornio.

—¡Pinkie! — Se quejó Twilight levantándose de golpe. — ¿Por qué tienes que estar tan acelerada desde tan temprano?

Pinkie se levantó rápidamente y comenzó a brincar alegremente mirando para todos lados, más exaltada de lo normal.

—Uh, uh... lo lamento Twilight, pero mi Pinkie-sentido me dice que hoy será el comienzo de una aventura — dijo saltando más rápido que lo normal en ella. — Y no una aventura cualquiera, sino una gran aventura. Pero tengo que apresurarme porque comenzará dentro de diez minutos justo en la entrada de Ponyville. ¡Adiós!
Dicho esto, Pinkie desapareció tras una nube de polvo.

Guiada por su Pinkie-sentido, llegó hasta la entrada principal de Ponyville y comenzó a saltar alegremente mientras esperaba a que pasara el evento maravilloso que iba a pasar aquel día. Sintió que su nuca se erizaba y todo su cuerpo temblaba; era el momento.

Un destello de color verde la cegó por unos instantes, pero éstos pasaron rápido y frente a ella se encontraban dos ponis desconocidos.

El primero era un poni de unos cuarenta años o más, con una corta melena negra ya con canas. Vestía una bata de laboratorio blanca con gafas protectoras colgando de su cuello y un reloj de bolsillo que observaba fijamente.

El otro no tendría más de quince años, color verde claro con ojos verde esmeralda. Su melena era color marrón y en una de sus muñecas estaba un extraño aparato como reloj color verde también, con un círculo en el centro color verde y negro. Lo primero que notó Pinkie Pie era que el chico estaba profundamente dormido.

El anciano le sonrió alegremente a Pinkie Pie.

—Muy buenos días, señorita Pinkie Pie.

—¡Buenos días! — Saludó Pinkie. —¿Ya nos conocíamos de algún lado?

El hombre rio divertido.

—No, pero digamos que yo lo sé todo.

—¡Uy, que interesante! — Dijo Pinkie saltando emocionada.

—Sí, pero bueno, vamos al punto antes que el chico se despierte. Este muchacho se llama Ben Tennyson y tu nueva misión Pinkie Pie es cuidar de él y convertirlo en tu nuevo amigo, ¿crees que puedas con el reto?

—¡Uy, uy, por supuesto que sí! Jamás se tienen demasiados amigos — dijo Pinke muy feliz.

—En ese caso escucha bien: Ben es más especial de lo que te imaginas y tiene una importante misión que cumplir aquí en Equestria, así que quiero que lo cuides muy bien.

—Como usted diga, señor que lo sabe todo — dijo Pinkie haciendo un saludo militar.

—Me alegro. Ahora escucha bien lo que te voy a decir: Ben no tiene idea que lo traje aquí y cuando despierte estará muy confundido pues nosotros venimos de una dimensión diferente en la que no somos ponis; sino humanos.

—¿Y qué es un humano? — Preguntó Pinkie ladeando la cabeza.

—No es importante, lo que quiero que le expliques es cómo es la vida en Equestria, sencillo ¿no es así?

Pinkie asintió sonriente.

—¡Sencillísimo!
—Entonces todo listo; sólo una cosa más. Ben es inteligente y pronto sabrá que fui yo el que lo trajo aquí, así que por favor pídele que mantenga en secreto que viene de otra dimensión. Todo deberá saberse en su debido momento, también te hablará del secreto de su reloj pero una vez más deben guardar el secreto entre los dos. ¿Está claro?
—Sí señor que lo sabe todo — respondió Pinkie.

Entonces el extraño desapareció en otro flash verde. Pinkie tembló emocionada, aquello sería divertido.

A los pocos minutos Ben se despertó siendo lo primero que vio los ojos de Pinkie fijos sobre él. Ben gritó y saltó hacia atrás mientras Pinkie saltaba de un lado a otro feliz que su nuevo amigo despertara.

—Hola, ¿cómo estás? Me llamo Pinkie Pie y soy tu nueva amiga y tu guía en Equestria. Es un placer conocerte Ben Tennyson.

Ben miró asustado a Pinkie y luego miró su cuerpo. Soltó un grito de sorpresa al ver que se había convertido en un poni de colores. Pinkie se rio alegremente al ver la reacción de Ben y le sonrió.

—No te preocupes, ya me explicaron que antes eras un humano, sea lo que sea eso, pero ahora eres un poni porque estamos en la tierra de los ponis. ¿O debería decir la dimensión? Ese señor que te trajo decía unas cosas muy graciosas.

Ben parpadeó varias veces tardando un tiempo en reaccionar. Finalmente se incorporó y miró a Pinkie y luego a sus alrededores.

—¿Dices que un señor me trajo de otra dimensión? ¿Era un sujeto viejo que no dejaba de ver un reloj de bolsillo?

Pinkie asintió enérgicamente.

—Ese mismo, ¿lo conoces?

Ben gruñó.

—Es el profesor Paradox, un viejo amigo. Oye, ¿y de casualidad te dijo por qué me trajo aquí?

Pinkie negó con la cabeza.

—Nope, sólo me pidió que me encargara de ti y que fuera tu nueva amiga porque tenías una importante misión que cumplir pero no dijo qué misión. ¿Y bien? ¿Ya desayunaste? ¿Quieres venir conmigo a Ponyvile? ¡Estoy ansiosa por presentarte a mis amigas!

—Este... no, todavía no he desayunado, gracias por la oferta.

—Bien, pues vamos — dijo Pinkie Pie tirando de Ben hacia Ponyville. — Ah, por cierto, por favor no menciones que eres de otra dimensión. El señor Paradox me pidió que te dijera que sea un secreto entre los dos. ¿Está bien?

—Bueno, si Paradox lo dice...

—Entonces haz la promesa Pinkie: con cerrojo o inserta un pastelillo en mi ojo. Anda, vamos.

—Yo Ben Tennyson prometo no decir a nadie que vengo de otra dimensión, con cerrojo o inserta un pastelillo en mi ojo — respondió Ben levantando su casco todavía muy confundido.

Pinkie se dio por satisfecha y lo llevó hasta su apartamento sobre Sugar Cube Corner en donde le dijo que espera y a los cinco minutos trajo un desayuno para dos compuesto casi por completo por pastelillos y algo de café. Ben agradeció el gesto y comió alegremente.

—¿Y qué me cuentas de ti, Ben?

Ben dudó un poco, pero ella lo animó con una sonrisa.

—Anda, puedes confiar en mí. Recuerda que tu amigo Paradox me hizo la responsable de ti.

Ben sonrió.

—¿Por dónde empiezo...? Bueno, vivo en un pueblo llamado Bellwood, voy a la escuela de mi pueblo y trabajo como súper héroe.

—Whoa, ¿un súper héroe de verdad? — Preguntó Pinkie con sus ojos iluminándose.

Ben sonrió.

—Bueno, sí. No me gusta darme importancia pero soy un héroe bastante famoso en todo el mundo, me conocen como Ben 10.

—¿En serio? ¿Y cómo salvas el mundo? ¿Puedo ver?

Ben sonrió y mostró su reloj verde.

—Este dispositivo se llama Ultimatrix, tiene almacenado el ADN de más de un millón de especies alienígenas, aunque sólo puedo acceder a unas cuantas. Todo lo que tengo que hacer es seleccionar el alienígena que necesite y transformarme en él; para luego ganarle a los malos y volver a la normalidad.

—¡Suena excelente, muéstrame! — Pidió Pinkie Pie saltando.

Ben obedeció y rebuscó en el Ultimatrix. Seleccionó a Mono Araña por ser pequeño, perfecto para el apartamento de Pinkie Pie. Tras un destello verde Pinkie pudo ver cómo una especie de mono con cuatro brazos y dos piernas estaba parada frente a ella. El mono era color azul con ojos verdes y el símbolo del reloj de Ben en el centro. Pinkie abrió la mandíbula a su máxima capacidad y comenzó a saltar de contenta.

—¡Wu-Ju! ¡Esto es genial! ¡Un verdadero súper héroe es mi nuevo amigo, es genial mi Pinkie-sentido jamás se equivoca! Esto es verdaderamente genial — dijo Pinkie saltando alrededor del sonriente Ben, que amaba ser el centro de atención, pero se paró de repente. — Pero ahora que lo pienso... Paradox dijo también que el secreto de tu reloj quedara entre nosotros, por lo tanto también lo de ser un súper héroe. ¿Entiendes Ben?

Ben sólo acertó a asentir mientras volvía a la normalidad. Entonces alguien tocó la puerta del apartamento.

—¡Pase! — dijo Pinkie.

La señora Cake entró.

—Perdona la molestia Pinkie Pie, pero quisiera pedirte que dejaras de hacer tanto ruido tan temprano, todavía queremos dormir.

—¡Uy! ¡Lo siento mucho señora Cake! — Dijo Pinkie bajando la cabeza. — Perdone, es que un sobrino vino de visita y me emocioné y...

Entonces la señora Cake se fijó en Ben, que saludó felizmente.

—Señora Cake — dijo Pinkie antes que Ben pudiera presentarse. — Él es Benjamin Tennyson Pie, mi sobrino. Sus padres dicen que quiere que pase unos días de vacaciones conmigo y les dije que estaba bien. Una vez más disculpe el ruido.

La señora Cake sonrió y sacudió el casco de Ben con una sonrisa.

—¡Pinkie, habernos avisado antes! Mucho gusto Ben, espero que disfrutes de tu estadía en Ponyville.

—Muchas gracias, señora Cake — dijo Ben.

—En fin, ¿en dónde vas a colocar al muchacho, Pinkie? — Preguntó la señora Cake mirando alrededor del departamento.

Pinkie señaló una esquina.

—Ahí, Applejack tiene un catre que no usa, pensaba pedírselo e instalarlo ahí. El problema era que Ben vino antes de lo esperado y no pude prepararme bien pero bueno... espero que no le moleste señora Cake.

—No te preocupes Pinkie Pie. En fin, volveré a descansar.

La señora dejó el lugar dejándolos solos.

—¿Entonces me llamo Benjamin Tennyson Pie? — Preguntó algo molesto Ben a Pinkie.

Ella sólo asintió.

—Bueno pues, ¡dúh! El señor Paradox dejó bien claro que no quería que no podías decir que venías de otra dimensión ni nada sobre tu reloj, y como mis amigas me van a preguntar de dónde saliste pues tendrás que llamarme tía Pinkie Pie. ¿Comprendes o no?

Ben tuvo que asentir. Suspiró, ¿en qué clase de ridiculez lo habían metido?


Bueno, los que me conocen saben que lo mío son los Crossovers. Esta vez le tocó a ¡Ben 10! La verdad pensaba probar con Dansai Bunri No Crime Edge pero lo dejaré para luego, de momento prefiero divertirme con esta aventura.

Por cierto, sólo el propio Ben fue convertido en pony, sus alienígenas permanecerán igual. La historia está ambientada antes de la segunda temporada de MLP y durante Ultimate Alien (la verdad Omniverse me decepcionó mucho)

Sólo espero sus comentarios, sin más: Chao; nos leemos!