Titulo: COLOR

Author: Darksknight

Idioma original: Ingles

Status: Completa

Traducción al castellano: RDzone4

NOTA:

Este Fanfic fue publicado por Darksknight el 26 de Diciembre del 2012, la cual termino de publicar el 23 de Mayo del 2013. Es un FanFic de Schiffer Ulquiorra e Inoue Orihime. Cuenta con 58 capítulos.

Link del Fic original (ingles)

www (punto) fanfiction (punto) net/s/8838532/1/Color


Bleach y sus personajes, o el trama de la historia NO me pertenecen.

¡Solo la traducción al idioma Castellano!

Narración

"Dialogo"


Capítulo 1. COLOR

~o~

Algunas veces, Orihime solo estaba en el sofá blanco en el centro de la habitación, mirando al techo blanco. Cerraba sus ojos, respiraba y después los abría, tratando de imaginar un cielo azul en lugar del color blanco que estaba sobre ella. Descubrió que con cada día que pasaba se volvía cada vez más difícil imaginar el lejano cielo azul, con un cálido sol amarillo y una brisa fresa.

Algunas veces, Orihime solo se sentaba frente a esa ventana solitaria, contemplando las arenas blancas. Arboles blanqueados, desnudos y retorcidos como huesos, llegando hasta la extensión de negro sin fin de las tierras del Hueco Mundo. Ella miraría hacia la inmutable y pálida luna creciente y pensar en la dulce hierva color verde bajo sus pies, el olor de la tierra y el ruido del parque. Con el tiempo, sus imágenes comenzaron a perder color, llegando a ser más y más como la interminable arena blanca y el cielo negro que ella ve en realidad.

Algunas veces, Orihime se paraba en una esquina de su habitación, con la cabeza un poco inclinada y mirando hacia abajo a su vestido blanco. Era un buen vestido. Pudo haber sido ajena al diseño, pero no obstante era hermoso. En cualquier otro día, podría haberlo usado por diversión, dar vueltas alrededor de la ropa en el centro de la habitación alegremente como si fuera una princesa. Intento remplazar el vestido que llevaba puesto como recuerdo de su ropa colorida. Ella se imaginaba una falda de un amarillo brillante que le llegara hasta los tobillos, con un estampado llamativo de flores color naranja. Con eso, una camisa de color purpura con botones de plata muy brillantes y algunas flores amarillas y verdes impresas en el pecho derecho. Sin embargo, como todo lo demás, la pretensión que ella dibujo se iba debilitando con cada respiración que pasaba.

Orihime estaba sentada en el piso blanco, una vez más, una mano empuñada en la tela blanca de su vestido, mientras contemplaba la luna blanca y brillante.

"Es todo tan incoloro". Susurro para ella misma. El sonido de su voz la sobresalto, y una vez que el sonido se desvanecido el silencio en el aire se hizo presente aún más opresivo. En un intento de eliminar el pesado silencio del aire, añadió otro pensamiento. "Todo… Es todo blanco y negro".

Extrañaba el color. Cualquier cosa. Un azul suave, un tono de amarillo claro, un pequeño toque de purpura. Cualquier cosa.

Un mechón de cabello cayó sobre su hombro, rodando sobre su pecho. Orihime miraba su cabello, tan asombroso en color, mirando casi neón entre todo el blanco y negro. Sus ojos empapados en el color, tratando de concentrarse en él. Ella intento mantenerse cuerda, con solo mirar el único color que ella tenía.

Sus ojos pronto se cansaron de la sombra naranja. Que estaba empezando a convertirse en otra sombra de nada en su habitación. En su celda. Ese pequeño destello de naranja no significaba nada en medio de tanto blanco. Blanco y negro, blanco y negro, blanco y negro. Eso es todo lo que había.

La estaba volviendo loca.

La puerta de su habitación se abrió, y entro el hombre de ojos más tristes que jamás había visto. Él era su guardián, su protector y su cuidador todos al mismo tiempo. Él puede ser frio y rara vez mostraba alguna emoción, pero debajo de todo eso… había algo que simplemente ella no podía poner su dedo.

"Ulquiorra-kun" su nombre salió de su lengua de una manera agradable, una palabra tan sensual cuando se le habla contra el silencio. Ella encontró que por alguna razón su tono burbujeante reapareció en el momento cuando él vino a visitarla.

Él la miró. Para cualquier otra persona, pareciera como si ni siquiera parpadeara. Ellos no verían la emoción jugando sobre su rostro, porque era un cambio tan sutil en su expresión, era casi imperceptible. Pero ella llego a conocerlo, y como en los días anteriores se digirió hacia ella en formas que cualquier otra persona no podría recordar. Incluso el cambio más pequeño era una palabra fuerte. Y por su vida, ella no podría imaginar cómo lo podría conocer tan bien. Lo más desconcertante de todo, es que no podía entender porque ella estaba comenzando a querer saber más sobre el arrancar que tenía ante ella.

"Oh, lo siento. Me olvidaba, que no te gusta que el añade un honoríficos a tu nombre". Ella sonrió ligeramente. Era una pequeña sonrisa, tan pequeña que ninguno de sus amigos se hubiera dado cuenta de que era una sonrisa para todos. Sin embargo él lo hizo. "Supongo que me has traído el almuerzo, ¿eh?"

Él bajo su cabeza una vez, sin romper el contacto visual con ella. En su mano había una bandeja, sobre el cual había un recipiente lleno de una especia de pudding. Ella sabía que tendría un sabor suave, pero era todo lo que tenía, así que intento hacer lo mejor posible.

"Puedes como de todo, mujer, y lo harás a su debido tiempo".

Ella no necesito responder. ¿Cómo se supone que alguien responda a eso, después de todo? Entonces, en su lugar, ella solo dio otra pequeña sonrisa. Ella no era realmente capaz de moverse después de eso. Se sentó allí, mirando hacia al hombre que se hacía llamar Ulquiorra. Sus ojos se encontraron con los suyos, mirándolo fijamente, mientras él le devolvía la mirada.

Él era el color.

Brillantes, deslumbrantes y hermosos ojos verdes. Él era cada matiz de color en el mundo, debajo de un verde. Sus marcas de lágrimas, también, tenían el color más hermoso que jamás podría pensar. Su color, ahí, rodeada por el blanco y negro de Las Noches, fue la sombra de verde más sorprendente que jamás podría haber recordado.

Ella amaba sus visitas. Cada vez que entraba a la habitación, el traía ese color con él. El único color en su mundo carcelario. Y le encantaba.

"Gracias". Ella se encontró diciendo.

Él vacilo antes de asentir una vez más, pero por la mirada en sus ojos, él no estaba seguro que hacer con sus gracias. Él sabía que ella no le agradecía por la comida, aunque para cualquier otra persona eso es lo que habría sonado.

Él de repente se movió hacia adelante y coloco el plato en el suelo delante de ella, antes de girarse para irse rápidamente. Por primera vez, no se quedó para asegurarse de que ella comía lo que le dijo, para mirar y cerciorarse de que la apreciada prisionera de Aizen no muriera de hambre. Casi parecía como si estuviera huyendo de la habitación. Entonces él se detuvo. Se paró en la puerta con las manos en los bolsillos y se quedó allí.

"Canela"

Los ojos de ella, que se habían enfocado en los pies de él, dieron un salto para mirar la parte posteríos de su cabeza.

"Tu cabello. Es de ese color. He estado tratando de ponerle uno, y han sido hasta ahora inútil. Se me han figurado, sin embargo, ahora me doy cuenta que el nombre para el color de tu cabello. Es Canela".

Algo dentro el pecho de ella se sacudió, y de repente, se dio cuenta de que ella debía ser el único color que tenían en el gran palacio de blanco y negro. Si, los otros arrancar tenía cabellos de colores llamativos y ojos de color, y marcas de color también. Pero su color era muy fuerte e inquietante, y un grito de peligro que podría desear alguien donde todo era blanco y negro como la arena y el cielo.

El dio un paso hacia adelante, apunto de salir de la habitación cuando ella hablo.

"Jade". Él se detuvo, mirándola por encima del hombre, con una chisca de curiosidad en sus ojos. Él la escondió muy bien, pero para ella era obvio que quería saber lo que estaba diciendo esta vez.

"Es lo más cercano que he llegado a adivinar el color de tus ojos. Yo sé que no es exacto, el jade es un poco más ligero la mayor parte del tiempo, pero… es en lo único que puedo pensar para describir el color".

El parpadeo una vez. Parpadeo dos veces. Y de repente, se dio la vuelta para sentarse en el sofá. "Come, mujer". Dijo, echándose hacia atrás hasta que se recostó. "Y no me parlotees. Voy a descansar".

Ella sonrió, esta vez fue real. "Está bien". Respondió, sintiendo un manantial de burbujas de felicidad en su interior. Había conseguido un mensaje silencioso. Él confiaba en ella. No estaba seguro de ella, pero… no iba a tirar sus paredes en contra de ella nunca más. Él tenía curiosidad sobre ella. Y, de alguna manera, parecía que pudiera estar ofreciendo una pequeña promesa de compañerismo, incluso si es solo lo más mínimo.

Ella descubrió que estaba… encantada.

Se sintió un poco alarmada por ese sentimiento, y una voz en el fondo de su mente le gritaba que no podría traicionar a Kurosaki-kun, y sin embargo…

Algo estaba allí. Ella no podía poner su dedo en ello, pero estaba segura de que algo estaba ahora ahí. Y a pesar de que la asusto, estaba decidida a averiguar de qué se trataba.

Aunque solo sea para mantener a los ojos color jade observándola desde el mar de blanco y negro.

Continuara...


¡Espero les guste tanto como a mí!

NOTA: Tengo el permiso de la autora para traducirlo y poder publicarlo.

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Peace and Love 3

RDzone4