Holaaaa~ *la miran con cara de odio* ya se qué me demoré un poquito en actualizar…

¡Ya un poquito mucho! Peeeero volví qué es lo qué importa ¿no? Cómo sea ustedes saben qué los quiero mucho y por eso decidí continuar la historia *le tiran un tomate*

Y aquí la conti uvu.

La chica alzó la mirada para mirar al de cabellos anaranjados, esté le miró con un poco de curiosidad, a lo cual la de cabellos arcoíris bajó la mirada sonrojada.

-O-Oye idiota ¿te puedo preguntar algo?- Street la miró y luego le sonrió.

-Soy todo oídos-

-¿P-Porque te gusto?- esa pregunta le tomó por sorpresa, no pensaba qué a la chica le interesara en lo más mínimo, de hecho creía qué sólo se había dejado tocar por el hecho de qué estaba triste, ¿Quizás después de todo si tenía oportunidad con Rainbow y en vez de siempre estar con su lado TsunTsun podría jugar con su lado DereDere?

-Quiero decir no soy femenina cómo Rarity, ni tranquila cómo Twilight, ni adorable cómo Fluttershy o linda cómo Pinkie ni tampoco tengo un cuerpazo cómo AppleJack- ¿A dónde había ido su egocentrismo ahora mismo?, definitivamente la visita de cierta persona la había rebajado por completo, aunque no lo quisiera admitir. Él chico se enterneció y tomó a la de cabello largo por la cintura, apegándola así en un cálido abrazo, la chica simplemente se aferró con sus pequeñas manos a la blanca camisa del más alto, tomándolo por sorpresa, con su mano acarició el cabello de la más baja, era tan linda cuando estaba así de sumisa. Con suma delicadeza cómo si de cristal se tratara removió el cabello del oído de la más baja y con un tono muy suave le dijo:

-Eso es lo que me gusta de ti, qué no eres cómo las demás- ella abrió sus orbes rosáceos, con un gran sonrojo cubriendo su rostro ¿tanto era el efecto de unas palabras tan simples cómo esas?

-¿Cómo las demás?- el chico levantó el mentón de la chica y unió sus labios en un cálido beso, ella simplemente decidió corresponderle, no estaba de humor para reclamar, después de unos segundos se miraron a los ojos, cian versus rosa.

-Rainbow tú eres mucho mejor qué ellas, eres valiente, linda, puede qué no tengas el mejor cuerpo pero sin duda sabes cómo arreglárselas, está bien tranquila no eres ¡Pero tu personalidad energética me encanta! eres adorable cuando quieres serlo y sabes perfectamente qué tienes tú lado femenino y blando, si no fuera así ni siquiera tendrías él rostro cómo tomate ahora- le acaricia la mejilla a la chica la cual baja la mirada apenada, él le sonríe y le besa la frente, aún recordaba el primer encuentro con Street, fue justo antes de la muerte de su padre, exactamente cuando estaba en el hospital con las inútiles esperanzas de qué despertara.

Flashback…

Aún recordaba el miedo y la tristeza qué sentía en ese momento, tomaba la mano de su padre con él rostro lleno de lágrimas, en aquel entonces ella tenía unos 13 años, había vivido demasiado para su corta edad, vamos qué había visto morir frente a sus propios ojos, su madre -aunque no le gustara admitirlo- estaba parada en la puerta con una sonrisa maliciosa, no podía ser más, ella era una de la causante de qué aquel hombre estuviera conectado en una maquina con un coma traumático.

-¿No estás contenta?- preguntó la chiquilla con rabia en su voz, la mujer solo rió de forma leve, ella apretó sus dientes molesta y soltando la mano de su padre empujó a la mujer molesta corriendo hacia algún lugar del dichoso hospital, ella no sabía dónde iba realmente, solo necesitaba alejarse de aquella mujer.

Después de unos minutos subiendo escaleras llegó al lugar donde hubiera aire, sabanas completamente blancas azotadas por él gentil viento del verano y un suave sollozo entremezclándose en sus oídos, él volteó para mirarla, él chico llevaba una sudadera café y pantalones azules, sus ojos verdes derramaban lágrimas y su cabello anaranjado estaba desordenado por la brisa, él la analizó por un momento, su cabello de color anormal arcoíris corto hasta los hombros, desordenados, su rostro con uno que otro parche y moretones, usaba un pantalón blanco y una polera verde con un 01 en el centro, realmente no pensó que era una chica, hasta qué abrió su boca.

-¿Qué tienes?- dijo con aquella voz aguda, algo rasposa pero al fin y al cabo tenía ese tono femenino característico.

-¿Porque tendría qué decírtelo?- dijo él chico reacio con un tono tranquilo y hasta un poco tímido a dejar algún dato salir, ella suspiró y se paró a su lado, él chico estaba apoyado en una barrera de la azotea.

-¿Te pensabas suicidar?- él chico la miró un poco raro ¿quién te preguntaba eso así sin más?

-¡Q-Quién haría eso!- la chica se sentó en la misma barrera, dándole la espalda al exterior, él chico se alteró e intentó bajar a la chica tomándola de la mano.

-¡Por lo menos no te mates tú!- la chica río de forma divertida para sus adentros, le pareció un poco tierna la idea de qué se preocupara por ella, así que decidió jugar un poco con él chico.

-No me mataré a menos de qué me cuentes él porque lloras- él chico hizo un puchero, le pareció sucio qué jugara así con sus sentimientos, pero suspiró y se resignó, la chica no tenía malas intenciones después de todo era sólo una niña.

-Mi madre-

-¿Tu madre?-

-Está mal herida- dijo con tono de pena, la chica lo miró con curiosidad, estaba dudando si preguntarle él cómo terminó así, pero para su suerte le respondió antes de qué siquiera formulara la pregunta.

-Hubo un accidente en avión y está mal-

-Ya veo…-

-...-

-...-

-¿Y tú?- ella miró al chico de forma extrañada esté simplemente miró hacia algún punto del exterior.

-Mi padre tiene un coma traumático- él chico la miró unos momentos y luego simplemente volvió a mirar hacia afuera.

-¿te caes a menudo?-

-¿Porque?-

-Todos los moretones y parches-

-¿Lloras a menudo?-

-No tiene nada qué ver-

-Entonces eso tampoco-

-No te entiendo-

-No son caídas- el chico guardó silencio, podía intuir algo de su situación pero no quería hacer un comentario fuera de lugar, ella sólo suspiró y dijo suavemente.

-¿Ya te calmaste?- él la miró sorprendido, realmente se le habían ido las ganas de llorar con una pequeña conversación sin sentido cómo esa. Sonríe suavemente.

-Sí, gracias- La chica salta hacia el suelo y le toma la mano al muchacho, esté algo sorprendido y sonrojado le pregunta:

-¿Q-Qué haces?-

-Vamos por unas malteadas para pasarte la pena- ella le guiñó un ojo y él se sonrojó, a pesar de los golpes y su cabello desordenado algo encontró en ella qué hizo qué su pequeño corazón latiera más fuerte, definitivamente algo bueno le pasó en el día.

Fin del Flashback.

Jugó nerviosa con las puntas de su cabello ahora suelto, realmente estaba avergonzada por mostrarse tan vulnerable él más alto sonrió dejando a la chica la cual se sentó sobre un pupitre.

-¿Me contarás porque estás así?-

-¿Así cómo?-

-Ya sabes tan triste-

-...-

-Invítame un helado y te cuento- Él chico sonrió, quizás esta vez era su turno para animar a la chica y devolverle él favor desde hace mucho tiempo, le extendió la mano a la muchacha quien la miró un poco confundida.

-Vamos linda, será uno triple- ella sonrió enmarcando una ceja, él realmente nunca cambiaba.

-No te daré la mano idiota- él chico rió divertido y le tomó la mano a la chica llevándola fuera del salón, no pudo evitar disfrutar del tacto qué le ofrecía él chico, qué más da, se dejaría consentir sólo esta vez.

Mientras tanto en otro lugar…

Cierta chica caminaba con su rostro rojo agachado, estaba avergonzada por lanzarse a llorar así sin más frente a Big Mac, él chico iba a su lado con las manos detrás de su nuca mirando el cielo, había consolado a la chica toda la tarde así qué no tuvo tiempo de ir a clases, aunque no le molestaba realmente, se sintió útil por haber apoyado a la muchacha.

-B-Big Mac, perdón por haberte quitado toda la tarde- él chico la miró un poco sorprendido, ella realmente creía que era una molestia, con una suave sonrisa y acarició la cabeza de ella, la chica alzó la vista unos momentos y se sonrojó nuevamente, él chico inevitablemente pensó "Es tan diferente a su gemela"

-No me molesta realmente, por una amiga puedo hacer esto y más- ella sonrió, él chico se sonrojó un poco, la sonrisa de esa chica era casi tan dulce cómo la de Fluttershy.

-Muchas gracias, esto realmente significa para mí- la chica tomó por él hombro a Big Mac bajándolo a su altura -qué por cierto Symphony media más o menos lo mismo qué Rainbow lo cual no es mucho- y parándose de puntas besó la mejilla del más alto tomándolo por sorpresa.

-No hay de que- él le sonrió y ella le sonrió de vuelta.

-B-Big Mac, S-Symphony- ambos escucharon una suave y tímida voz tras de ellos, voltearon y vieron a Fluttershy con una suave sonrisa, Symphony se acercó a la de cabello rosa y con la misma sonrisa la saludo al igual que Big Mac.

-No los vi en todo el día ¿pasó algo?- aunque Fluttershy tenía toda una idea en su cabeza qué se quedaron haciendo A, B y C cosas juntos notó los ojos rojos e hinchados de Symphony, lo qué significa qué no tendría motivos para descuartizarla (Ay Fluttershy x'D)

-Symphony, realmente me preocupa tu situación con la de Rainbow- tomó las manos de la chica entre las suyas y bajó la mirada para encontrarse con los ojos ámbar de Symphony, los cuales se desviaron, no podía llegar y decirle así sin más, tenía qué guardar silencio, las cosas ya estaban suficientemente tensas cómo para hacerla enojar.

-Lo siento Fluttershy, de verdad qué no quiero tener problemas con mi hermana- la de cabello rosa la miró con compasión, no la podía obligar a nada si ella no quería.

-Está bien- ella le sonrió y Symphony se la devolvió, él rubio mantenía silencio cómo siempre.

Volviendo al otro lado…

Una montaña de tres bolitas de helado mantenían él equilibrio sobre un cono de galleta, el chico se sentó a su lado, mientras que la de cabellera arcoíris se acomodaba sobre un columpio.

-La historia es un poco larga, ¿Seguro que quieres escucharla?- El sonrió y le empujó la frente con su dedo, ella se quejó un poco pero no le dio más importancia, su mirada generalmente confiada cambió a una nostálgica.

-Mi madre solía ser una persona amable ¿Sabes?, nos daba cariño a mí y a Symphony de manera equitativa, ella y papá tenían una relación hermosa, la pelea más grave que habían tenido fue un "no estoy de acuerdo contigo" y a los cinco minutos estaban como si nada hubiera pasado…- Ella bajó la mirada de forma inconsciente, el de cabello color fuego simplemente la miraba.

-Pero un día, cuando yo tenía más o menos 13 años mi mamá anunció que estaba embarazada, ¡Iba a tener un hermano!, todos estábamos felices con esa noticia, pero algo salió mal y mi mamá perdió al niño- el chico estaba a punto de decir algo pero Rainbow siguió hablando.

-Mi madre tuvo que ser internada por las complicaciones, a la vez que mi padre fue despedido, no teníamos el dinero para pagar la operación de mi madre, él se tuvo que endeudar con un préstamo para poder pagar el tratamiento pero mi madre no estaba contenta con eso. Cuando mi madre fue dada de alta no volvió a ser la misma, en un principio nos ignoraba a los tres, discutía con mi padre casi a diario, ella comenzó a tener una obsesión con Symphony, era su preciosa niña, mientras que a mí solo me dirigía la palabra para insultarme- Le dio un mordisco a su helado y levantó la mirada hacia el cielo, Street solo la miraba, realmente no sabía que decir.

-Un día estábamos todos sentados en la mesa y ellos comenzaron a discutir de nuevo… entonces…

FlashBack….

-Les tenemos que dar un uso- la mujer tenía el cabello azul levemente ondulado y ojos magentas, era bastante delgada y tenía unas pronunciadas ojeras, el hombre tenía el cabello de colores y ojos ámbar, era de contextura gruesa.

-¿Un uso?- preguntó mirando a las menores, las cuales simplemente bajaban la mirada, la mujer solamente sonrió de manera psicótica, el hombre retrocedió un poco perturbado, lo único que le pasaba en la cabeza era un ¿Qué mierda está pasando?, hace menos de unos meses su mujer era una de las personas más amables que conocía.

-Hablé con alguien que tiene una compañía de prostitución- el hombre se alteró golpeando la mesa, ella ni se inmutó, mientras que las menores simplemente miraban con miedo a sus progenitores.

-¡Ni que se te pasé por la cabeza que te dejaré prostituir a mis hijas!-

-No voy a prostituir a Symphony, solamente a la otra- ella miró a Rainbow quien la miraba con los ojos como platos, ¿A ese punto la odiaba? ¡Tenía apenas trece años!, no podía hacerle esto. El padre le dio una bofetada, él nunca había tocado a una mujer pero no iba a dejar que tocaran a su hija, prefería dormir en una caja antes de que un hombre con quizás cuantas enfermedades le pusiera un dedo sobre ella., pero al parecer su pareja no pensaba lo mismo.

-¡Te denunciaré con las autoridades por maltrato familiar!- la mujer decidida por aquella absurda decisión tomó el teléfono pero el hombre se lo arrebató de la mano.,

-¡SI CLARO! ¡Yo lo haré por abuso infantil!-

-¿A si? Pues a ver cómo te va eh-

-Niñas vayan a su cuarto- Rainbow no dudó y tomó a su hermana menor dispuesta a esconderse en su cuarto, escucharon un fuerte grito de su madre, no como si la hubieran golpeado o algo parecido, era más como un grito de frustración.

-R-Rainy q-que pa—

-Metámonos acá- dijo abriendo un armario cercano al comedor donde estaban sus padres, la pequeña Symphony asintió ocultándose dentro del mueble, Rainbow se metió seguido de ella, llevando a su hermana menor hacia su pecho infantil acariciando el cabello de la llorosa chiquilla.

-Está bien, no llores, ya dejarán de pelear- Symphony se aferró con sus pequeñas manos a la polera de su hermana.

Los gritos siguieron, el ambiente estaba cada vez más acalorado, los insultos pasaban de un lado a otro, el padre notablemente más tranquilo que la exaltada mujer. Intentó relajarla, lo siguiente que se escuchó fue algo pesado cayendo en el piso, una frase de parte de la mujer que no pudo descifrar bien seguido del sonido de los zapatos de tacón de la mujer subiendo la escalera.

Silencio.

Silencio.

La mayor de las gemelas decidió salir del armario diciéndole con tono tranquilizador a su hermana que volvería, seguido de un suave beso en la frente.

Temerosa camino hasta el comedor, en un principio no vio nada extraño a excepción de un asqueroso olor a hierro, pero rodeando la mesa vio a su padre tirando en el piso, con feo golpe en la cabeza del cual salía sangre como si de agua se tratara, sintió como si su corazón estuviera a punto de salir por su garganta, su estómago se revolvió provocando que de su boca saliera la poca comida que había consumido aquel día.

-¿Rainy?- ella guardó silencio, como le daría la cara a la menor teniendo a su padre así en frente suyo.

-Rainy-

-¿Por qué papá no responde?-

-…-

-¡RAINBOW! ¡¿POR QUÉ NO RESPONDE?!- Rainbow apretó sus dientes con sus ojos hechos un lio, había prometido proteger a su hermana menor ante nada, pero ahora estaba llorando tras de si y ella no era capaz de siquiera darle la cara.

-TE ODIO- Symphony corrió, no podía soportar ni cinco minutos más dentro de esa casa, Rainbow volteó y no lo soportó más, derramó sus lágrimas gritó, pateó cosas, se tiró el cabello, se arañó la cara y brazos.

-M-Mi esposo está…- Sintió la voz de la mujer arriba llamando a una ambulancia, era tan cínico de su parte, sabía que había esperado con la esperanza que cuando la ambulancia llegara ya estaría muerto.

Pasaron unos minutos en los que no se escuchó ni el canto de un pájaro sin destino, como si universo se hubiera puesto de acuerdo para guardar silencio.

-Levántate- Sintió la voz de la mujer tras de sí, ella volteó para verla con cara de fastidio, quería tomar un cuchillo y enterrárselo directo en la yugular pero se aguantó las ganas guardando silencio, se levantó a regañadientes y la mujer de forma violenta la llevó al baño, con rabia cepillo el cabello de la niña tomándolo en dos coletas altas y le lanzó ropa.

-Ponte esto mientras que acompaño a ese hijo de puta al hospital, hoy llega tu primer cliente- dicho esto eso cerró la puerta y sintió las sirenas insistentes de la ambulancia seguido del falso llanto de la mujer.

Tomó entre sus manos el ropaje que le había dado la mujer, un cortísimo vestido lleno de vuelos, junto a unos zapatos infantiles ¿Qué acaso tenía 8 años?, claro ella iba a atender a pedófilos.

Pasaron las horas y no habían noticias ni de su padre, ni de su madre, Symphony había llegado pero se encerró inmediatamente en su cuarto, estaba sentada viendo televisión sobre la cama, todo era tranquilidad hasta que tocaron la puerta, no tuvo más que abrir la puerta, bajó las escaleras intentando que no se viera nada innecesario y justo cuando estaba a punto de abrir la manilla su madre apareció acompañada de tres hombres de unos 40 años.

-Oh, Aquí estás, Rainbow Dash- la madre se agacho tras de la menor la cual se erizó al sentir como su madre se acercaba a su oído y susurraba de manera disimulada.

-Sonríe si no quieres que tu padre muera- la chica sonrió de manera forzada.

-H-Hola- ella sonrió de forma torcida, su madre le pelliscó de manera disimulada por la espalda.

-Pasen a la habitación del fondo por favor-

Fin del flashback…

El helado se había comenzado a derretir, pero poco le importó, no podía seguir hablando, su voz se había entrecortado, lo último que quería hacer era romperse a llorar ahora mismo, el chico tomó con delicadeza la mano de la chica, esta levantó la mirada y la envolvió en un cálido abrazo.

-No es necesario que me sigas contando, ya me puedo hacer una idea de lo que sigue- ella simplemente tomó aire intentando no llorar, cosa que consiguió a duras penas, pero lo había conseguido al fin y al cabo.

-Luego de la muerte de mi papá mi madre me echó de la casa, por suerte tenía una tía cercana a mi quien me acogió en su casa, pero debido a su trabajo viaja mucho, a tal punto que la veo dos veces al año como mucho- Street quería decir algo pero realmente no sabía que, por un lado podría ofender a la más baja pero por el otro la haría sentir bien, pero antes que pudiera abrir la boca sintió una voz detrás de ellos.

-¿Rainbow?- tras ellos se encontraba Soarin con el ceño fruncido, no era normal ver a Rainbow llorar, ni mucho menos frente a Street, por lo cual inevitablemente se pasó mil películas por la cabeza, tomó la muñeca del de cabello color fuego con fuerza, dejando atónitos a ambos jóvenes ¿Ver a Soarin enojado? Era tan raro como ver a Twilight coqueteando con un unicornio con lepra vestida de dinosaurio (?)

-¿Qué le hiciste a Rainbow?- Street entrecerró los ojos con dolor, el pacifico chico realmente tenía fuerza cuando lo quería, Rainbow salió del agarre de Street y golpeó al de cabello azulado en la pantorrilla el cual se quejó dejando al otro quien se sobó la muñeca.

-Street no me hizo nada estúpido- Soarin la miró unos segundos y luego se sonrojó ¿Había reaccionado así por nada?, para la otra se aseguraría de pedirle a Pinkie uno de esos focos al estilo de FBI para hacer un interrogatorio, y si era necesario lo golpearía.

-Oh ya veo- un silencio incomodo se formó en el trio.

-Te puedes quedar en mi casa hoy- dijo Street, la chica se sonrojó, el chico se enojó.

-¡¿QUEEEE?!-

-A dormir idiota- Soarin frunció el ceño y se puso frente a la de cabellos arcoíris, sorprendiéndola por tal repentina acción.

-Si Rainbow se tuviera que quedar en la casa de un hombre seria en la mía- Lo aceptaba parecía novio celoso, pero si dejaba que la chica se quedara en la casa de Street de seguro saldrían unas diez películas porno, una que otra cinta extra, aunque si lo pensaba de esa forma una película porno de Rainbow no sería una mala idea de hecho sonaba hasta una bue- ¡Nos desviamos del tema!

-¿S-Soarin?-

-¿Ah si?

-Si-

-Entonces quedémonos los tres en tu casa-

-Trato-

-¡No decidan sin mí!-

¿Y ahora?, ah, sí estaba sentada en el sofá de la sala de estar esperando a que esos dos salgan de la habitación del de cabello azul marino, claro si no fuera porque su celular estaba sin carga no estaría tan aburrida ¡Y es que estos dos llevaban más de media hora encerrados ahí! ¿Qué era lo que hacían?, Ni puta idea pero de seguro debió de ser importante como para no dejarla entrar, que se moría de frío mierda, solo llevaba una de las gigantes poleras de Soarin y en la tele no daban nada de su interés, solo esas típicas novelas dramáticas que harían llorar a Rarity por horas, no le importaba ni en lo más mínimo lo que le pasara a Loreto ni a Rodrigo, ella solo quería saber en qué mierda estaban los hijos de puta que habían cerrado hasta con pestillo.

-E-Espera Stree- Ah~- Se sonrojó, ¿eso fue un gemido?

-Quédate quieto, prometo que luego ya no te dolerá- No jodas, no jodas, no jodas, ¡NO JODAS!, esa era una voz de seme violador, ¡Estaban teniendo se— No Rainbow piensa en algo más lógico, debían estar haciendo de todo menos eso, se paró aún con el rostro como cereza y apoyó su oreja algo temblorosa en la puerta del cuarto.

-Guarda silencio, que nos pueden escuchar-

-Pero si duele, ¡Sácala mierda!-

-¡No puedo si te mueves tanto!-

-Ni se te ocurra moverte un centímetro mah~~-

-¡No hagas esos ruidos retrasado!-

-Es que duele estúpido-

-Pronto se sentirá mejor-

La de cabellos arcoíris se tapó el rostro sonrojada, de seguro estaban haciendo otras cosas, ¡PERO ESO NO!, que se le pasaban mil ideas por la mente, de seguro ellos estaban…

*Inserte música de imaginación con una nube* (Si no te gusta el yaoi deberías considerar saltar esta parte ya que al igual que más de la mitad de Naruto es puro relleno pero va con amorsh para cierta personita que me lo estaba pidiendo hace muuuuuuuuuuuuuuuuuucho tiempo, de todas formas si no te gusta salta hasta que veas el textito en negro:3)

El de cabello anaranjado estaba sobre cierto peliazul quien estaba sonrojado.

-¿Estás listo?- Soarin desvió la mirada, por si abrirle las piernas a su amigo/rival no fuera lo suficientemente vergonzoso le preguntaba cosas como esas, sintió como dos el otro acercó tres de sus dedos a su boca, para lamerlos de forma erótica ¡Que esto era mejor que todas las películas porno que había visto en su vida!

-Prometo que luego te sentirás mejor- el chico besó la mejilla del de ojos esmeraldas el cual lo abrazó de forma cálida por el cuello, Street se sonrojó de forma ligera, le pareció tan tierna que le había dedicado Soarin en ese momento, una mirada tan dulce que te podía llegar a embriagar, besó el cuello del de ojos esmeralda dejando pequeñas marcas rojizas, el de abajo se retorcía ante los toques proporcionados por el mayor, sintió una pequeña presión en su entrada, sabía lo que se avecinaba, cerró sus ojos nervioso, el de alas blancas lo notó y con cariño tomó la mejilla del sumiso, quien lo miró con cierta timidez.

-Tranquilízate pasará pronto- Soarin asintió, tenía miedo, era su primera vez y le aterraba el cómo se pudiera sentir, avergonzado tomo la mano libre de Street, entrelazó sus dedos con los del otro, quien le sonrió con seguridad. Introdujo el primer dedo, para Soarin fue una sensación incomoda ¿Así se sentía siempre?, el mayor comenzó a mover su dedo, el interior de Soarin era tan cálido, tan suave, tan apetecible.

-¿Te duele?-

-N-No- el chico tomó eso como una afirmación para comenzar a introducir su segundo dedo, esta vez le dolió poco, pero no como para gritar o algo por el estilo, por lo cual no dijo nada, por otro lado el de ojos aqua estaba un poco preocupado, realmente le preocupaba lo que le podía doler, no quería que el otro la pasara mal, no le quería hacer daño, besó al chico bajo suyo mientras que movía sus dedos en forma de tijera, los sacaba y los volvía a meter, en ocasiones presionaba en las paredes encontrando uno que otro punto sensible para aquel chico, quien temblaba y dejaba salir dulces gemidos de su garganta, era cierto eso de que en principio dolía pero luego se sentía bien, pero no quería ser egoísta, quería que Street disfrutara de igual forma. Soltando la mano que tenía entrelazada con la de Street comenzó a masturbar el miembro del chico quien no pudo evitar jadear por las manos de aquel chico, se sentía extremadamente bien el hecho de que lo masturbaran mientras tenía sus dedos dentro del interior de aquel muchacho de mirada encantadora.

-Maldición Soarin, ya no aguanto más – de manera un poco brusca se posicionó en la entraba de Soarin quien miró un poco temeroso, pero sabía que este momento llegaría tarde o temprano, Street besó la frente del menor y comenzó a introducirse dentro del chico, quien gemía de dolor, se sintió un poco culpable pero sabía que el dolor era inevitable, que tarde o temprano lo iba a sentir, lo volvió a besar introduciéndose más dentro de aquella cálida cavidad, ya iba por la mitad cuando miró al chico quien derramaba una que otra lagrima que caían por las sonrojadas mejillas del de cabello azul, las besó con delicadeza, se sentía culpable, no era justo que solo el disfrutara, por lo cual comenzó a masturbar al chico para que por ultimo sintiera un poco de placer entremedio del dolor. No pasó mucho para que el chico comenzara a gemir de placer en vez de dolor por lo cual decidió aumentar ligeramente el ritmo de sus estocadas, el chico bajo suyo se aferró a las sabanas tras de sí, temblando ante cada embestida que le ofrecía su ahora amante.

-Ah…S-Street más rápido- dijo Soarin entre gemidos, el de cabello color fuego no se la pensó mucho y aumento el ritmo de sus caderas, le parecía tan tierna la expresión de lujuria que tenía el chico en ese momento, siguió bailando sobre las caderas del chico de cabellera más larga, aumentando y disminuyendo el ritmo de vez en cuando, dando entocadas tan profundas como superficiales, entremedio de los gemidos de Soarin uno destacó sobre el resto.

-Creo que encontré el punto- dijo para sí mismo Street, por su lado Soarin no comprendía que pasaba, estaba todo bien hasta que tocó cierto punto.

- A-Ah~ s-si sigues así yo—

*Cierre abrupto de imaginación*

Rainbow fue sacada de sus pensamientos cuando sintió otro golpe dentro del cuarto, la chica sin dudarlo más voló la puerta de una patada y cuando entró no vio a Soarin siendo penetrado por Street, sino que…

-¿Rainbow?- Ambos estaban sobre la cama, sí, pero no haciendo "eso" necesariamente.

-¿Qué hacen?- dijo la chica con una póker face legendaria, Street tenía en una mano el pie de Soarin y en la otra una pinza.

-Pues…el estúpido de Soarin se enterró una aguja y pueeees, se la saco- dijo Street como si fuera lo más normal del mundo, bueno era normal, lo que no era normal era que llegara una tsundere como si nada destruyendo una puerta con un derrame nasal pidiendo explicaciones, definitivamente tenía que dejar de leer yaoi antes de dormir.

-Presta que se la saco yo- la chica tomó la pinza y saco de un tirón la aguja, a lo cual el chico lanzó un grito como si hubiera visto al exorcista en vida.

Sería una larga noche…

Y aquí el capítulo, espero que les guste porque me inspiré para escribirlo (cosa que pasa una vez cada 10000000000000000000000000000000 años) este capítulo va dedicado a mi estúpida y sensual amiga Florinda (si no mal recuerdo –mi memoria plz-) kajsdlajk pero aquí está tu shaoi xD es el primero que escribo así que si esta caca cosa tuya (¿?) lsakjdlaj y eso:3

¿Reviews para la oxidada autora?