Summary: Lucy siempre temió que llegaría el día en que se encontraría con que Natsu la miraba de la misma manera que su padre lo hacía todo el tiempo. —Drabble. Dedicado a Luffy McCormick.

Pareja: ¡Ninguna!

Palabras: 360

Disclaimer: Fairy Tail no me pertenece. Pero mi imaginación y esta trama, sí.

Advertencia: Final trágico.

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è MaD3 bY mE ç

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El temor más grande

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Lucy siempre temió que llegaría el día en que se encontraría con que Natsu la miraba de la misma manera que su padre lo hacía todo el tiempo.

Ese era su mayor temor, en realidad.

Ella siempre supo que sería algo tan terriblemente devastador, que preferiría mil veces cualquier tortura, e incluso la soledad más helada, a tener que presenciarlo. Pero cada vez que el pensamiento cruzaba por su cabeza, ella se convencía a si misma que era algo imposible, que Natsu nunca sería como su padre.

Natsu era completamente diferente a Jude Heartfilia. Era cálido, protector, cariñoso, honorable como el mayor héroe que hubiera existido.

Por eso se había quedado muda cuando se enfrento a su mayor pesadilla hecha realidad.

Por eso se paralizo en su sitio, todo el color yéndose de su rostro, y no pudo hacer nada más que mirarlo fijamente a los ojos con el horror y el pánico en sus ojos marrones.

Las pupilas de un verde oliva que en ocasiones eran tan oscuras que parecían negras estaban fijas en sus ojos, mirándola con una frialdad que le arrebato todo el calor que tenía en ella, hasta en lo más hondo de su pecho, dejándola congelada hasta los huesos. Natsu la miraba de manera inexpresiva, con una perfecta indiferencia que hacía difícil decir si sentía algo hacia ella, ya fuera afecto u odio.

Lucy se estremeció.

Sus ojos se llenaron de lágrimas que cayeron rápidamente por sus mejillas.

- Natsu… – susurro con dolor.

Tan helados.

Tan terribles.

Tan muertos.

Incluso los ojos de su padre mostraban más vida que los de Natsu en ese momento.

Lucy se rompió. Cayó de rodillas a su lado y tirándose sobre su pecho cubierto de sangre, comenzó a llorar con sollozos desgarradores, los gritos de una mujer enloquecida por el dolor quebrándole la garganta y resonando en todo el bosque, haciendo que todos los animales cercanos callaran. Su rostro se cubrió con la sangre de su mejor amigo, mezclándose con las lágrimas que caían por sus pálidas mejillas hasta llegar al hueco donde se suponía que debía estar su corazón.

Ciertamente, como siempre temió, verlo la daño para siempre.

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Esto fue dedicado a Luffy McCormick por el simple hecho de que terminaba de leer su historia Crazy Kids –Muy buena, por cierto, la recomiedo mucho– y me sentia medio depre y con ganas de escribir algo daaaaark. Y triste. Y salio esto :3

¿Gusto? Dejen reviews. ¿No gusto? Dejen reviews.

¡Hasta la proxima!

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