Ann: Koni….
Ro: ¡Ann \(°¬°)/! (abrazo de oso/garrapata xDD)
PUM
Ann: ¡¿Qué demo…x.x?!
Ro: ¡Feliz cumpleaños °¬°!
Ann: Mi cumpleaños fue ayer x¬x
Ro: La intención es lo que cuenta °-°
Ann: Suéltame !
Ro: No quiero xD
Ann (suspiro): Me rindo =¬=, ehhh, de acuerdo sé que debería estar terminando mis otros Fics pero esto es algo diferente, así que igual espero lo disfruten n¬n
Ro: °¬°
Ann: ¿Cuánto tiempo te vas a quedar así, me estas aplastando =¬=?
Ro: ¡Para siempre \(°¬°)/!
Ann: =¬=
De acuerdo, esto tiene una pequeñas menciones del manga oO, pero no es nada particularmente importante n-n. Ao No Exorcist no nos pertenece bla, bla, bla, no ganamos ni un peso con esto, y bueno todas esas cosas que siempre toca repetir -.-
Homo fóbicos ¡HUYAN! Advertencia incesto YukioxRin, luego no digan que no se los advertí ¬¬
POV (Rin Okumura)
CAPITULO UNO: LET'S GET IT STARTED (The Black Eyed Peas)
Lo malo de ser un Exwire es que básicamente te tratan como si fueras un esclavo. Y no es como si fuera una exageración, ya que te dan todas las tareas que los otros exorcistas (perezosos y holgazanes) no quieren hacer. Pueden intentar disfrazarlo diciendo que es por nuestro crecimiento personal y entrenamiento en el campo de batalla, pero a veces incluso parece que quisieran deshacer de nosotros.
Lo que en realidad deberían de hacer con más disimulo, porque enserio esto es ridículo. Sin embargo aquí estábamos, en una misión de reconocimiento. Ni bien nos bajamos del carro, los conductores se disculparon diciendo que tenían que ir a otra parte. Eso no era mentira ya que la radio sonó, pero esa debió ser nuestra primera señal. Nunca nos dejan solos si fuera una misión de verdad, y aunque Yukio seguía con nosotros usualmente lo hace, así que no significa mucho.
Como fuera, nos tomó menos de 30 minutos exorcizar el edificio y hacer que los fantasmas que lo acechaban descansaran en paz. Luego tuvimos que caminar hacia el metro, y atravesar el parque que nos impedía llegar. Durante todo el camino hablamos de cosas sin importancia, aunque a veces nos quejábamos del injusto trato, donde Yukio intentaba explicarnos (no tan paciente luego de 15 minutos de estar repitiendo lo mismo) como funciona el sistema.
Era como estar en otra de sus clases, así que básicamente ignore lo que decía. Por el momento me distraje con la escena que tenía en frente. Era inusual que camináramos por las calles, en especial que lo hiciéramos sin que fuera una orden, o algún demonio estuviera relacionado con los demonios o el exorcismo. Por lo que no pude evitar sonreír cuando mire a los demás de reojo. Resultaba agradable caminar con ellos, sólo por el simple hecho de hacerlo.
Aunque antes de poder pensar más a fondo en el asunto, cuando entramos en el parque en algún momento fuimos emboscados por un grupo de la cruz roja, y su campaña de donación de sangre.
—Tenemos anemia— sonrió Yukio al poner una mano en mi hombro, para hacerme retroceder— Lo siento.
Las chicas que nos habían rodeado, borraron sus sonrisas evidentemente decepcionadas. Pero al final, sonrieron encantadas con el amable gesto de mi gemelo. Como siempre.
Parece que a donde sea que vamos hace un nuevo club de Fans, o quizás se están expandiendo y no me había dado cuenta… tendré que pensar en esto más a fondo.
—¡Wow! Espera Yukio— pedí sin tiempo de nada, ya que fui arrastrado hasta una bancada donde fui prácticamente obligado a sentarme. Por eso me solté de un manotazo.
—Los demonios no donan sangre— dijo sin interés en el brusco gesto— Es peligroso para los humano Nii-san.
—Ya lo sé— resople con un mohín de disgusto.
No es como si olvidara que no somos humanos, es sólo que no se me ocurren respuestas tan rápidas como él. Además, ¿Qué demonios es anemia? Tks, es mejor pensar en algo más alegre, aunque tras mirar a mi hermano me di cuenta que reparar en las orejas puntiagudas o en el hecho que tenga su cola escondida en la ropa, no es la cosa más alentadora del mundo.
Así que pasemos a cosas más feliz…cosas más felices…. ¡¿Dónde están mis pensamientos felices?! Veamos, dormir, comer, el manga que no me he terminado, Sukiyaki… Eso me recuerda que me hace falta comprar unas cosas para la cena, o tal vez sólo haga algo sencillo. No creo que Yukio se moleste, aunque….
—…
Uhmm. La brisa. Mantuve mis pensamientos durante un momento, hasta que el viento removió mi cabello. Se sintió tan bien que cerré los ojos, mientras una leve sonrisa curvó mis labios. De algo tiene que servir estas incursiones, así sea para sentarse en un parque. En realidad no recuerdo cuando fue la última vez que lo hicimos. Por eso me reí por lo bajo mientras mire a mis amigos, donde Kamiki apretó los ojos y Shima comenzó a lloriquear mientras las enfermeras les sacaban sangre. Es gracioso que puedan luchar contra demonios, fantasmas y uno que otro loco psicópata, pero tratándose de esto se vuelven unos gatitos asustados. Incluso Bon, por lo que debí morderme los labios para no reírme abiertamente.
—Tks.
Sin embargo el sonido me distrajo, aunque no pude descifrar de donde venía porque vi a Yukio con una expresión dudosa cuando se incorporó.
—Regresare antes, tengo cosas que hacer.
—¿Cómo qué?— pregunte en cuando me puse de pie ya que él comenzó a alejarse. No dude en sujetar mi espada y trotar para alcanzarlo, pero si mire hacia atrás donde los demás no se daban cuenta de nuestra partida.
—Tengo dos exámenes mañana— respondió— Puedes quedarte.
—Sé que puedo.
Murmure al mirar de nuevo hacia atrás. Parece que a Shiemi se le salió el alma del susto, casi lucia como si se hubiera desmayo y aunque eso casi hace que regrese, una mano tomó la mía para que me moviera. Si Yukio no lo hubiera hecho me hubiera golpeado contra un poste, por lo que me recordé que debo mirar por donde camino.
—Ten cuidado Nii-san.
—Sí, gracias.
Bueno, al menos eso hizo la decisión más fácil porque ya estábamos saliendo del parque para ir al el metro, como había sido nuestro objetivo principal. Sin embargo cuando iba a sacar mi celular para escribirles que nos íbamos, note distraídamente la mano que seguía sobre la mía. Claro que antes que pudiera decir algo, sus dedos rozaron los míos una última vez antes de alejarse por completo. Fue suave y efímero, pero le reste importancia una vez saque el celular del bolsillo.
—"Tuvimos que irnos antes, lo siento =¬="
—"Siempre yéndote por tú cuenta ¬¬"— me respondió Bon. Le hubiera escrito a Shiemi pero dudo que este consiente.
—"No fue mi culpa ôÓ, Yukio tiene cosas que hacer. Quéjate con él ¬¬"
—"Tks, como sea, ¿Dónde están?"
—Nii-san no escribas mientras caminas— regañó Yukio al colocar una mano sobre el aparato para que lo bajara— Vas a caerte.
—Espera un momento, ya casi terminó— pedí mientras bajamos por las escaleras hacia el subterráneo.
No es como si necesitara ver mientras escribía, que casi ruede escaleras abajo no prueba nada, nada me oyen?!. Pero para evitar cualquier posible regaño, sujete su brazo para que me guiara mientras mi otra mano seguía escribiendo. No era la posición más cómoda del mundo, por lo que al poco tiempo lo solté. Hablar con Bond es divertido pero también puede sacarme de quicio, así que antes de darme cuenta ya estaba maldiciendo por lo bajo con la pantalla casi a la altura de mis ojos.
—De acuerdo, ya basta— dijo Yukio al tomar mi teléfono mientras me empujó por la espalda para que entrara al tren. Ni siquiera había notado que ya había llegado nuestra línea, pero no lo mencionemos. Gracias.
—¿Qué?... Espera.
Dije algo aturdido por la pérdida. Lo cual es comprensible ya que es como si te trasladaran de una escena a otra, sin embargo cuando intente darme la vuelta para recuperar mi celular, el megame siguió empujándome.
—Sigue caminando Nii-san— dijo ligeramente molesto, aunque no puede ver su expresión porque continuaba presionándome.
Además había tantas personas que fue difícil moverse. Debe ser por la hora, después de todo es tiempo para que las personas salgan de sus trabajos, pero mientras me abría paso moví la correa de mi espada para llevarla hacia adelante, contra mi pecho. Eso me permitía avanzar con libertad, sin mencionar que no se enredaba entre las cosas de los demás.
—¡Wow!
M-e…me ¡¿Me tocaron el trasero?!
¡Me tocaron el trasero! Y no fue un suave roce, sino más bien un descarado apretón que me hizo saltar y golpear sin querer a la persona más cercana.
—¡Hey! Ten cuidado.
—Lo siento, lo siento yo…
—¡Ay! Fíjate por donde vas.
—Perdón no quise… ¡Auch! Lo siento. Disculpe.
Después de eso fue difícil moverse, pero entre algunos golpes, reclamos y toques innecesarios, llegue a la puerta donde me recargue. No fue intencional llegar ahí, pero el flujo de personas me arrastró casi entre empujones. Por fortuna Yukio no tardo en alcanzarme, sin embargo él tenía el ceño fruncido y su mano en su… ¿Arma? ¡¿Pero qué…?!
—¡Guarda eso!— susurre en un regaño al tomar su muñeca para que no sacara la pistola.
—Hn.
Yukio no es descuidado, por lo que mire rápidamente en busca de cualquier señal de peligro. Cuando no encontré nada, lo mire fijamente sin entender que sucedía. Mi hermano también me miró, su expresión calmada tenía un deje de fastidio que eventualmente desapareció. Por eso lo vi cerrar los ojos antes de resoplar, también soltó el mango de su arma por lo que la gabardina se encargó de ocultarla.
—Nii-san es muy descuidado.
—¿Eh?... ¡¿Por qué?!...
No obtuve una respuesta, porque el tren se detuvo abruptamente en una estación. Mas, el leve empujoncito del principio, se convirtió en algo estrecho y apretado cuando entraron más personas, por eso me queje por lo bajo cuando mi espalda golpeó contra la puerta. Más, en cuanto me sentí arrinconado alce la mirada.
Fue una sensación extraña, aunque conocida, porque sabía que Yukio es más alto y grande que yo, pero ahora tenía un deje imponente que me impidió mover un musculo. Era como si se tratara de una pared impenetrable, o la fortaleza más fuerte del mundo. Por eso me vi completamente atrapado por los brazos que el megame coloco a cada lado de mi cabeza, (para mantener la distancia) y la presión de su cuerpo que me mantenía en mi lugar. Prácticamente podía cubrirme sin ningún problema, de hecho lo hizo cuando acomodo sus piernas entre las mías, quizás en busca de una posición más cómoda.
Al final resulto incómodo y no me gustaba, me sentía bajito y no tan fuerte como él. Así que fruncí el ceño cuando nos miramos.
—Esto de alguna manera me molesta. Eres demasiado alto— señale con un mohín de disgusto, pero a cambio lo vi sonreír.
—No es mi culpa que seas bajito Nii-san.
—¡No soy bajito!— me queje— Tú eres demasiado alto.
—Eso es…
PUM
Un nuevo golpecito cortó las palabras de mi gemelo, y debo admitir que no fue el mejor movimiento porque de repente estaba muy cerca. Por eso me encogí un poco en mi puesto, una vez me golpee la cabeza. Fue molesto, por lo que debí colocar una mano donde me dolía. Sin embargo, lo que cortó mi línea de pensamientos fue la pierna que estaba entre las mías porque subió un poco por mis muslos.
La presión me tomó por sorpresa, en especial cuando sentí a Yukio más cerca que antes, tanto que el calor de su cuerpo comenzó a invadirme. Todo esto resulto vergonzoso, por lo que lo mire aturdido mientras sentía el rostro un poco caliente.
Por reflejo intente apartarme, aunque no había a donde ir. Al menos tenía mi Katana contra el pecho, por si estuviera en mi espalda sería mucho más molesto de lo que ya era; incluso estaba tenso y por un momento me quede abrazando la espada como si me pudiera proteger de algo.
—Hn.
Aunque apenas escuche ese sonido molesto alce la mirada; por ello puede ver al otro demonio con el ceño fruncido y… ¿se había sonrojado?
—Oh.
…bueno, en realidad no puedo saberlo porque las demás personas comenzaron a moverse, y antes de anticiparlo mi rostro quedo contra su pecho, donde mi respiración se enganchó por la repentina posición. Pasados unos segundos Yukio se movió, para rozar suavemente la correa de mi espada al mismo tiempo que tocó casualmente el cuello de mi camisa.
—Esto estorba Nii-san— susurró casi en mi oído, por lo que su respiración me erizo.
—¿Te estas riendo?— reclame en cuanto escuche el suave sonido hacerme cosquillas, así que me moví lo suficiente como para mirarlo. Sentía las orejas calientes, pero no iba a mencionarlo ya que fruncí el ceño.
—No— sonrió en cuanto nos miramos— Pero… ¿crees que pues hacer algo con esto?
La espada estorbaba, y entendía a qué se refería porque la sentía presionarse con insistencia en mi pecho. Pero antes de poder hacer algo, la mano de Yukio delineó con cuidado el camino de la correa hasta que llegó a mis manos. Primero sujetó una para que la dejara caer a un lado, por lo que me di cuenta que había estado estrujando la correa con tanta fuerza, que respire hondo y afloje los hombros en cuanto me di cuenta que estaba tenso. Pero justo cuando iba a soltar mi otra mano, Yukio la sujeto y esta vez la sostuvo un momento.
Debió ser un minuto más largo de lo normal, porque me quede mirando como nuestras manos hasta que alce la mirada otra vez. Claro que un nuevo movimiento interrumpió cualquier cosa, así que ahí estábamos: prácticamente abrazándonos.
Por ello mi rostro quedo de nuevo contra su pecho, mientras solté mi mano para colocar ambas su cintura en un intento por ganar algo de espacio; sin embargo lo único que puede hacer fue parpadear un par de veces en incomprensión.
Sentía un hormigueo inusual, era algo nuevo, pero lo ignore casi tan rápido como me di cuenta de su existencia. Porque a cambio comencé a moverme en busca de una posición más cómoda.
—Quédate quieto— me regañó Yukio.
—Estoy incómodo.
—Hn.
Molesto, lo escuche gruñir entre dientes. Eso llamó mi atención, pero no pude moverme, pues un nuevo empujón bastó para que lo sintiera tan cerca, que me sonroje apenas su pierna se movió para presionar un lugar más privado. Por ello debí abrir grandes los ojos cuando su cuerpo me encerró por completo contra la puerta, y a cambio se movió un poco para poder hablarme tan cerca que me congele en mi puesto. Porque su voz sonó baja y con un deje grave y oscuro, que no creía haberle oído antes.
—Quédate quieto o te disparo.
No sabía exactamente que había hecho para hacerlo enojar, porque no es mi culpa estar en esta situación, de hecho era su culpa por obligarnos a subir al metro y no esperar a los demás. Pero sin interés en los detalles, coloque las manos en su cadera (porque era el único lugar donde podía) Además su cinturón se estaba encajando en mi abdomen, en especial su arma. Sin embargo cuando el tren dio un saltito, me moví contra su cuerpo.
—Nii-san— advirtió peligrosamente bajo.
—No es mi culpa—resople de mala gana.
Demonios…. ¿ya llegamos?
CONTINUARA:
Ann: Taran \(°¬°)/
Ro (sin soltarla): ¡Wiii Fic nuevo n0n!
Ann: Sin soltarme Ne ¬¬
Ro: Todavía no n¬n
Ann (suspiro): ok u¬uUU…ehhh, dije que este fic es diferente oO, pero no es sólo por el POV (que me moría por hacer °¬°) Sino que este Fic tiene una pequeña trampa ñ¬n
Ro: ¡Pedimos un millón de dólares por su rescate oÔ! (cara del doctor Malito- Austin Powers-)
Ann: xDDD
Ro: Ok no xD, sólo 10 Reviewers n¬n
Ann: Sólo es un juego, o una prueba para mí misma, quiero ver si soy capaz n.n. Cada dos semanas actualizare el Fic si tiene 10 mensajes, así que por favor no hagan trampa =¬=
Ro: Y eso es básicamente el juego xD. Ann tiene escrito hasta el capítulo 5, así que como pueden ver tiene bastantes rehenes xDDD
Ann: n¬nUU
Ro: Oks, por el momento nos despedimos n-n
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Se despiden:
Ann: (Happy Dance) ヘ(°¬°ヘ) (ノ°¬°)ノ ヘ(°¬°ヘ) (ノ°¬°)ノ
Ro: xDDDD
PD: No se olviden de visitar el canal de Youtube, y el Facebook XDD. Nuevos videos e imágenes °-°