¡Hola! Bueno, este es el último capítulo del fic TWT, he de decir que me ha encantado escribirlo ;3 Muchas gracias por sus reviews a:

Aiko Natssume

Orikame

horus100

MaRu-chan MKV

FunnySTOP

giby-chan

STIFF-soul (i0uyhd *-* ¡me hace feliz que me digas

eso! T / / / T ¡me alegro mucho de que te guste

el fic' ttebane! n.n)

ala nocturna (gracias por tu review!

me alegro de que te guste! n.n)

Y en cuanto a ese tal "carajos" tengo unas cosas que decirte:

1- Como bien dice el summary, es un fic ZORO X ROBIN y Luffy x Nami, y en el primer capítulo dice claramente: "será un LuNa y un ZoRo (ésta pareja será el tema principal del fic)" por si no te habías enterado.

2- Mira, puedo aguantar críticas, sugerencias y si me dicen que he hecho algo mal y veo que es verdad, pues aceptarlo e intentar mejorarlo; pero lo que no pienso tolerar es que me escribas un review como el que me has escrito, ¿entiendes? Mira cariño, si no te gusta el fic tienes un botón rojo en la parte superior derecha de tu ordenador que sirve para salir, ¿sí? :)

3- No es el primer review tuyo que leo (pero sí en mi fic) y me parece de poca vergüenza hacia los escritores de FF que vayas criticando sus ideas como te dé la gana, ¿me entiendes? Así que pienso eliminar tu review y si vuelvo a recibir uno así, sabré que es tuyo y ni me molestaré en leerlo, simplemente lo eliminaré. Adiós y muy buenas.

Y sin nada más que añadir... ¡aquí os dejo un cap a todos los que valoráis mi historia! ^^

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Oyó como alguien la llamaba desde lejos, como un susurro, un suspiro perdido; se encontraba en un sitio oscuro en el que no había nada, era como un agujero negro. De pronto una pequeña voluta de luz apareció ante ella, alargó la mano para intentar tocarla pero se alejó unos metros rápidamente.

-Rob-in...- otra vez su nombre.

Se dio cuenta de que salía de aquella voluta de luz que se alejaba de ella, así que comenzó a caminar rápidamente para alcanzarla hasta acabar corriendo. De pronto la luz se detuvo y comenzó a ensancharse y a brillar más aún, Robin se acercó sin saber muy bien por qué y oyó una voz familiar.

-Par-ece que s... está depertan...do- ¿Chopper? aquella era la inconfundible voz del renito.

De pronto aquella luz brillante se abalanzó sobre ella, engulléndola por completo.

Robin abrió los ojos de golpe.

-¡Se ha despertado!- Usopp sonrió de oreja a oreja.

Todos los Mugiwara estaban reunido en torno a ella -que estaba tumbada- y se apretaban entre sí. Robin se llevó una mano a la frente, tenía un ligero dolor de cabeza y un tic en la sien. Con un quejido se incorporó y se frotó la frente. Todos la miraban expectantes a cualquier reacción suya que les demostrara que volvía a ser la de siempre.

-¿Qué ha pasado?- preguntó Robin mirando a sus lados.

Chopper, cansado de ese mutismo, agarró a la morena de los hombros y la miró desesperado.

-¡Robin! ¡¿Sabes quién soy?! ¡¿Cómo me llamo?! ¡Tiene que haber funcionado, hemos derrotad Nami, Brook y yo hemos vuelto a la normalidad! así que tú también deberías ser tú porque te desmayaste en la mitad de la batalla y tu cuerpo volvió a la normalidad pero eso no quiere decir que-

Robin le tapó la boca con la mano y lo miró desconcertada.

-¿Te encuentras bien, Chopper? ¿Qué es eso de que habéis derrotado a Z? Si apenas nos lo habíamos encontrado...- arrugó la nariz sin comprender.

Los ojos del reno se abrieron de par en par y miró a los demás.

-¡ROBIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIN!

Nami y Usopp se lanzaron -literalmente- encima de la muchacha, llorando exageradamente y con una sonrisa boba.

-Estaba tan preocupada... ¡Creía que no ibas a volver a ser tú y seguirías con tu mentalidad de "no confío en nadie"!- dijo Nami mientras la abrazaba muy fuerte.

-¡Robin vuelve a ser Robin!- Chopper se sorbió los mocos y la miró con dos cataratas cayendo de sus ojos.

La morena por su parte, tenía una mueca de desconcierto en la cara. Miró a los demás interrogantes.

-¡Rrrrrrrrrobin-nee-san vuelve a la normalidad!- Franky se puso sus gafas- ¡Súúúúper cool!

-Yohohohoho, me alegro desde lo más profundo de mi corazón de que vuelvas a estar bien, Robin-san. Anque-

-Sí, sí- Usopp le cortó- aunque no tengas corazón.

El esqueleto cayó al suelo con un aura depresiva alrededor.

-Es algo que nunca lograré superar... Usopp-san es horrible conmigo... Me recuerda que no soy normal...

Al francotirador le resbaló una gota por la sien.

-Bipolar...- murmuró.

Se giró a mirar a Robin y puso los brazos tras la nuca.

-Uff... ¡Menos mal que vuelves a ser tú, Robin! La versión adolescente para pasar a adulta tuya da mucho miedo...- un escalofrío le recorrió la espalda.

Sanji le pegó una patada.

-¡No digas eso de Robin-chan, idiota!- puso una mirada ensoñadora y la miró con estrellitas en los ojos- Me alegro tanto de que mi Robin-chwan vuelva a ser normal...~ Aunque la versión más joven de ella tampoco estaba nada mal...- esto último lo dijo por lo bajo.

Zoro simplemente chasqueó la lengua, y cuando Robin le miró y sonrió como ella sabía, giró la cabeza para que no pudiera ver su sonrojo; ¿se acordaría de todo lo que había pasado entre ellos...? No, no se acordaba. Lo había dicho antes, cuando había preguntado por Z. Se mordió la lengua por dentro. Los ojos de Robin le quemaban.

-Nee, Robin. ¿Así que...- Luffy se rascó la parte posterior de la cabeza, confundido-... qué era lo que te pasaba?

Todos cayeron al suelo en seco; realmente comer tanta carne afectaba al poco cerebro que Luffy poseía. Nami se levantó y con un aura siniestra, le tomó por las solapas de la camisa y le zarandeó.

-Realmente... No sé si tienes algo dentro en esa cabeza que no sea comer, luchar y encontrar el One Piece...

Luffy le dedicó una sonrisa brillante. A Nami le salió un tic en el ojo y su corazón dio un bote irregular; soltó a Luffy de golpe ante la aceleración de su corazón.

Bah, seguro que estaba enferma. Habría cogido un resfriado o algo. Sí, eso debía ser.


Todos reunidos en la cocina, acababan de explicarle a Robin todo lo que había ocurrido que ella no recordara: que si su cambio radical a odiarlos e intentar matarlos, la pelea con Z que Luffy había ganado, etc. La morena escuchaba atentamente a la explicación de Usopp, dando sorbos a su taza de café y, solo de vez en cuando, mirando de reojo al espadachín, quien tenía su mirada clavada en ella, como evaluándola.

Cuando Usopp terminó su explicación detalle a detalle el comedor quedó en total silencio.

-Ooh, vaya...- murmuró Robin- Y, ¿algo más que sea importante mencionar?

Usopp se encogió de hombros y negó con la cabeza. Luffy se adelantó y miró a la morena con un puchero.

-Nee, Robin... ¿Puedes convencer a Nami para que se ponga el vestido que le compré de reina?- infló los papos- es que no quiere ponérselo y-

El puño de Nami se estampó sobre la cabeza del capitán.

-¡Te he dicho que no, Luffy!

Este se sobó el chinchón.

-Pero Nami...~

La mirada que le lanzó la pelirroja le hizo callar. Robin le mandó una mirada interrogante a Nami, esta le hizo un ademán de que se lo contaría después. La mayor rió.

Chopper se subió a la mesa y se acercó a ella.

-¿En serio no recuerdas nada, Robin?

Negó con la cabeza. El vello de la nuca se le erizó al sentir la mirada de Zoro, que se le clavaba como agujas.

-Lo único de lo que me acuerdo es de ponerme en medio de Zoro y esa mujer, Ain, después creo que me desmayé.

Sanji carraspeó.

-Lo que me recuerda... -giró su cabeza 180 grados y miró al espadachín con ira contenida- ¡AÚN NO LE HAS DADO LAS GRACIAS A ROBIN-CHWAN POR SALVARTE EL CUELLO, CABRÓN!

Zoro rechinó los dientes y le miró con desdén.

-No te metas, ero-cook.

-¡Me meto porque quiero, imbécil! ¡Por tu culpa nuestra bellísima arqueóloga ha perdido semanas de su valiosa vida y sólo para salvarte a ti, marimo-pelo-lechuga!

-¡¿Cómo me has llamado, cejas de sushi?!- una venita apareció en la frente del peliverde.

Robin miró con una sonrisa divertida a esos dos pelearse.

-Ne, Robin-san- Brook se acercó a ella y se arrodilló en pose príncipe-azul-que-te-va-a-pedir-la-mano.- Sería tan amable, como ahora ya vuelve a ser la misma, de enseñarme sus pant-

Nami le pegó una patada y se empotró contra la pared.

-¡Claro que no, esqueleto pervertido!- le amenazó con un dedo y los ojos echando chispas- ¡Robin acaba de volver a la normalidad, no empecéis con estupideces!

Esto último lo dijo dirigiéndose a todos y los ojos rojos y llameantes. Zoro y Sanji se callaron al instante y dejaron de pelear.

Sí, todo vuelve a la normalidad... Usopp y Chopper intercambiaron unas miradas de satisfacción.


-¿A dónde vas Robin?

Nami, sentada en la cama con gafas de lectura puestas, levantó la cabeza de su novela -sobre una sirena que salvaba a un marinero de el naufragio de su barco y se enamoraba de él- y miró a la pelinegra que se estaba calzando.

-Tengo que ir a hablar con Usopp, se me ha estropeado la regadera.

La pelinaranja se levantó de un ágil salto y cerró el libro de golpe, para luego quitarse las gafas y dejarlas encima de la cama al igual que el libro. Robin le hizo una pregunta silenciosa con la mirada.

-Voy contigo, tengo que... hablar con Franky sobre... el timón del barco y eso- intentó que no se le notara mucho el que estaba mintiendo, en realidad no tenía intenciones de ir a ver a Franky para nada, sino a otra persona. Una persona idiota con un sombrero de paja más concretamente. Si Robin notó que la estaba engañando, desde luego no lo demostró.

Al fin y al cabo ella tampoco iba a ver a Usopp precisamente.

Nami se calzó unas deportivas negras y se abrigó con un jersey naranja.

-Ya estoy. ¿Vamos?

2996... 2997... 2998... 2999... y 3000. Dejó caer las pesas al suelo con un ruido sordo y se secó el sudor de la frente con el pañuelo de color violeta que llevaba colgado al hombro. Violeta. Como el color de-

-Me estoy volviendo paranoico- ella no lo recuerda, deja de darle vueltas... y ve a beber sake, eso te ayudará.

Se giró de golpe al oír una suave risa tras él. Robin se apoyaba contra la pared de brazos cruzados y una mirada divertida. ¿Cuándo había llegado allí?

-Yo creía que ya lo estabas antes, Zoro. Con toda esa obsesión con los entrenamientos...

Él hizo una mueca y tiró el pañuelo al banco de madera que estaba a su lado. Se dio la vuelta y se agachó para coger el botellín de agua.

-¿Qué haces aquí?

Robin sonrió de lado y se acercó con pasos calmados.

-Creo recordar que eso fue lo que me dijiste cuando hicimos el amor por primera vez aquí mismo.

Zoro se atragantó con el agua y comenzó a toser de forma descontrolada. Robin tuvo que crear un brazo fleur en su espalda para darle unas palmaditas y que se calmase. Cuando pudo respirar con normalidad la miró con los ojos entrecerrados.

-¿Qué?

-Creo que has oído perfectamente lo que he dicho...- un brillo malicioso apareció en los ojos de la morena- espadachín-san- hizo énfasis en las últimas palabras.

Se acercó más, hasta quedar pegada junto a él y le deslizó un dedo por el torso. Zoro se tensó, pero no dejó de mirarla a los ojos.

-Entonces dime, espadachín-san- se humedeció los labios- ¿vas a volver a hacer que diga tu nombre?


-E-en serio Nami, n-no tengo ni idea de qué he hecho- Luffy retrocedió a gatas y boca arriba hasta chocar contra la cama de Nami- ¡pero no me dejes sin carne, por favor! ¡Te compensaré por lo que sea que haya hecho! ¡Lo prometo!

Todo había sido muy extraño. Nami había ido a la cubierta y le había encontrado pescando con Usopp y Chopper; y después le había dicho que tenía que hablar con él. Usopp se había despedido de él con lágrimas en los ojos y Chopper con un pañuelo, llorando a moco tendido y farfullando: No-nosotros siempre t-te recordaremos como el mejor capitán, Luffy... Porque si algo todos sabían, era que si cierta navegante te lleva a un sitio en el que no haya nadie para hablar, acabarías siendo estéril, con moratones y varios huesos rotos, eso era seguro.

Hasta el idiota de Luffy comenzó a sudar frío cuando le llevó a su cuarto -en el que no había nadie- y cerró la puerta con llave. Después Nami le había mirado con un brillo extraño. Y ahora así estaban. Luffy había comenzado a sudar ante la cercanía de Nami -que le produjo un cosquilleo en el estómago que decidió catalogar como tengo-miedo-a-mi-navegante- y había caído al suelo.

Nami se fue acercando a él hasta que dar prácticamente encima suyo y con los brazos en jarra. Se agachó hasta que sus narices quedaron a centímetros de distancia. Otra vez pensó para sí misma esta sensación... sólo cada vez que estoy cerca de Luffy... Ella no era tonta, sabía perfectamente lo que le ocurría: de todos los hombres que había en el mundo, se había tenido que enamorar -como una tonta- del idiota de su capitán. ¿Cuándo había ocurrido eso? Ni siquiera ella lo sabía. Tal vez cuando le puso su sombrero por primera vez, tal vez cuando derrotó a Arlong y gritó: ¡NAMI! ¡TÚ ERES MI NAKAMA! Tal vez cuando se enteró de la muerte de Ace y de lo mal que lo tenía que estar pasando Luffy... Tal vez en esos dos años que no había estado cerca de él, o tal vez cuando la salvó de aquellos hombres que intentaron violarla... Qué más daba, el caso era que le quería. ¿Por qué lo había traído a su habitación? Ni idea; tenía en mente hablar las cosas con él, pero con un cabeza hueca como él eso sería imposible, incluso dudaba que él supiera lo que era el amor.

-¿Nami...?

La navegante parpadeó, como si despertara de un trance. Demasiado cerca... ¡demasiado cerca! Se separó tan bruscamente que cayó al suelo de culo y se tapó la boca con la mano derecha para que no viera su sonrojo. Se levantó, y, con todo propósito de hacer como si nada hubiera pasado, dio media vuelta. Pero antes de que pudiera dar un paso y medio más, Luffy la agarró de la muñeca y tiró de ella; Nami cayó sobre Luffy.

Podría haberle gritado. Podría haberle golpeado. Podría haberse levantado y haberse ido. Sólo si Luffy no la estuviera sujetando con un brazo rodeándole la cadera y el otro enterrando entre su cabellera agarrándole la nuca mientras la besaba.

Se quedó estática. Sin mover ni un músculo. Su única reacción fue un gemido de sorpresa y el único pensamiento medianamente coherente que pasó por su mente fue un: ¿Luffy sabe lo que es besar?

Tan pronto como inició el beso, este finalizó. Nami se le quedó mirando con los ojos abiertos de par en par y un notable sonrojo. Luffy sólo le miró enfurruñado.

-Deja de hacer que me pasen cosas raras Nami...- infló las mejillas- No me gusta sentir estas... cosas aquí- se señaló el estómago.

Nami le miró, con la cara como un tomate. Apretó los dientes y le agarró de la camisa. Enterró su cara en el hueco entre el hombro y el hueso del cuello de él. Sentía la adrenalina correr por sus venas y el corazón le latía muy rápido.

-Luffy idiota...

Este se removió incómodo bajo ella al notar las conocidas sensaciones en su estómago. Pero esta vez no eran tan... molestas. Es más, se sentían bien.

-Nami...- ¿por qué le temblaba la voz?- ¿puedo besarte?

Ya lo has hecho antes, tonto.Levantó la cabeza y asintió casi imperceptiblemente. El chico la agarró de la barbilla y posó suavemente sus labios sobre los de ella; fue un roce superficial pero ambos suspiraron. Sus bocas se amoldaron perfectamente la una con la otra y se quedaron unos instantes así. Los labios de Luffy sabían a carne, y los de Nami a mandarinas. Se separaron al no saber muy bien qué hacer después.

Luffy se relamió y la miró con una sonrisa.

-¡Sabes muy bien Nami! ¡Como las mandarinas!

Da igual en qué situación se encuentre... Luffy será siempre Luffy. Nami rodó los ojos y le rodeó el cuello con los brazos; se pegó a él y tiró su sombrero al suelo.

-¡Eh! ¡Mi sombr- hmp!

Los demandantes labios de la navegante acallaron las protestas de Luffy. Este se recompuso tras unos segundos y le rodeó la cintura con los brazos, olvidándose del sombrero completamente. Cuando Nami sintió la lengua de Luffy lamerle el labio inferior, le hizo cosquillas y abrió la boca, cosa que él aprovechó para meter su húmedo músculo en la cavidad de Nami; ésta solo pudo preguntarse dónde había aprendido Luffy a hacer eso antes de que todos sus sentidos se derritiesen como la mantequilla bajo la piel de su capitán.

Luffy había logrado -de alguna manera desconocida y que Nami no sabía cuando había ocurrido- sentar a Nami sobre su pelvis a modo que él quedaba de piernas cruzadas y ella con ambas piernas a los lados de la cadera de Luffy. La besaba apasionadamente, como si quisiera que sus labios quedaran rasposos de por vida; los mordía suavemente, los acariciaba y tiraba de ellos -en este último casi Nami suspiraba frustrada-. Comenzó a sentir como su "pequeño-Luffy" se despertaba y se separó de ella para buscar aire.

Nami le miró desconcertada mientras intentaba buscar aire.

-¿Don... de has apren... dido a hacer... eso?- jadeó. Ambos tenían las pupilas dilatadas y los labios hinchados y rojos.

Luffy se rascó la nuca, con inocencia.

-Bueno, estos dos años estuve en la Isla de las Mujeres...

Nami se tensó súbitamente.

-Y pues como ya tenía edad de saber lo que... se hacía con ellas...

¡¿QUÉ?! ¡¿QUÉ?! ¡¿QUÉ?!

-El viejo Rayleigh se tomó la molestia de darme "la charla". Al principio no lo entendí muy bien, lo de qué se hacía con ellas y todo ese rollo del sexo- se encogió de hombros- Nunca había tenido esa atracción por ninguna mujer, ni tampoco me había enamorado de una; bueno, más o menos... Cuando le hablé a Ray sobre ti y Robin, me hizo darme cuenta de que siento cosas raras cuando estoy a tu lado... Me siento vulnerable.

Una sensación de embriaguez llenó a Nami, pero otro sentimiento también.

-Luffy, voy a hacerte una pregunta, y quiero que seas completamente sincero conmigo.

Él asintió.

-¿Te acostaste con alguna mujer en aquella isla?

Luffy parpadeó, sin entender muy bien.

-¿Ah?

-Que si tuviste sexo con alguna de las chicas- una venita hinchada apareció en la frente de la pelinaranja al ver que Luffy se lo pensaba.

-Hmmm... A ver... Creo que Hammcok me dijo alguna vez de hacer eso con ella, pero le dije que no- la miró radiante- ¡No quiero acostarme con nadie que no seas tú, Nami!

Se oyó un gran golpe y la puerta salió volando.

-¡¿COMO TE ATREVES A DECRILE ESAS COSAS A NAMI-SWAN PEDAZO DE IDIOTA?! ¡VOY A CORTARTE EN PEDAZOS Y A... USArte... como... relleno de... hamburguesa...

Sanji había entrado en la habitación hecho una furia, con unas llamas rojas rodeando su cuerpo y un aura oscura a su alrededor, con toda intención de matar a su capitán por lo que le había oído decirle a su bella pelirroja. Usopp y Chopper entraron tras él, seguidos de Franky y Brook, pero no, ellos no estaban espiando. Solo... preocupándose por lo que Nami le hubiera podido hacer a Luffy. Bueno, el caso era que Sanji, cuchillo en mano, había entrado cual demonio poseído, pero su enfado se esfumó al ver la -comprometedora- postura en la que estaban su adorada navegante y el idiota de su capitán.

Se le cayó el alma al suelo, literalmente. El sonido de su cuerpo caerse retumbó en todo el barco.

-¡WOW! ¡Parece que Luffy-nii-san se lo monta SÚPER bien con Nami-nee!- Franky les guiñó un ojo con aire cómplice.

-¡SANJIIIIIIIIII!- gritó Chopper preocupado, corriendo a donde el cocinero a quién le había dado un ataque.

-¡Yohohohohoho! Me apuesto lo que sea a que Luffy-san ya ha visto las pantis de Nami-san...

Usopp solo se quedó en la puerta, asustado al ver el aura que había comenzado a desprender Nami.

Luffy los miraba a todos riendo y como si no hubiera pasado nada.

-V-vosotros...- la ceja de Nami sufrió un tic. Se levantó como un resorte de encima de Luffy y los miró con ojos llameantes- ¿Acaso... os parece de buena educación...- crujió sus nudillos- ... escuchar conversaciones ajenas... y entrar a sitios sin llamar...?

Usopp tragó saliva y salió de allí pitando.

-¡ESTÚPIDOS PERVERTIDOS!

El grito de Nami se oyó por todo el barco. Brook y Franky salieron corriendo, seguidos de una muy, muy, muy sonrojada y cabreada navegante con ansias de matar; mientras que Luffy se quedaba sin comprender lo que acababa de ocurrir y con un problema entre las piernas. Chopper trataba de hacer a Sanji revivir, aunque el trauma del que había sido testigo, le iba a durar años.

Ahora sólo le quedaba enterarse de que Zoro y Robin se lo estaban montando de lo lindo en la sala de vigilancia.

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¡Y FIN! ¡Queridos princesos y principesas, aquí acaba esta historia!

Quería poner lemon LuNa, pero no me sentía inspirada y creo que así es más divertido xDD En fin, espero que os haya gustado y... ¡que me dejéis vuestra opinión!

Muchas gracias por haberme apoyado a lo largo de esta aventura, nakamas n.n

¡Muchos besos a todos!

Natsuki Akagami.