Autora: Nyanko1827.

Summary: Nadie sabía como había surgido el problema, todos pensaban que lo estaban haciendo bien pero… al parecer, criar a un niño dentro de la mafia no era tan fácil. — Voy a enviarlo a Japón con mamá y ahí empezará el entrenamiento y aprenderá como ser un adolescente normal. ¿Alguien se opone? —les había dicho Tsuna, la respuesta fue un rotundo "No", por supuesto.

Pareja: 1827/2786/Unilateral!OC27

Disclaimer: KHR! pertenece a Akira Amano-sensei.

N/A: … *Nyanko aparece desde un esquina* No lancéis tomates o piedras hacia mí persona por favor ya sé que he hecho muy mal…

Advertencias: ¿Podría llamarse incesto unilateral padre/hijo?

Aclaraciones:

—Habla de personajes —

—Aclaraciones—

«Pensamientos de personajes»

"Sueños y/o Recuerdos"

Palabras: 1917.


Complejo de Edipo.

Prólogo

El Problema.

La culpa de todo esto es de todos…


Horrorizada.

Terriblemente horrorizada.

Así era como se sentía Haru Miura, ahora conocida como Haru Sawada para los civiles y Haru di Vongola la esposa del Décimo Vongola para los mafiosos.

Sí, Haru se había convertido en la esposa de Tsuna después de mucho pelear por su amor, aunque sabía que Tsuna nunca le pertenecería por completo. Todo el mundo sabía sobre los sentimientos de su Jefe hacía cierto Guardián pero a nadie le importaba… o al menos a nadie le importaba hasta que llegó el tema del heredero.

Le gustase o no, Tsuna era alguien importante que necesitaba un heredero que portase su sangre para heredar el título de Undécimo Vongola. Ésta vez Vongola no se arriesgaría a tener un Jefe que no fuese del linaje de Primo, y así había empezado la "Caza de Esposa al Estilo Vongola" como la había nombrado Reborn.

Todo debía decirse, fue agotador y estresante.

Muchas hijas de Jefes aliados a Vongola habían presentado la candidatura para el título de "Esposa del Décimo Vongola". Ninguna era del gusto de Tsuna.

Era bien sabido por muchos la sexualidad del Décimo Vongola, ya que Tsuna había declarado en su momento que "Me atraen tanto hombres como mujeres" cuando se le había preguntado si era homosexual, por eso pensaban que la mujer que atraería a Tsuna sería parecida a su amante pero… ¿quién podía encontrar a una mujer con el carácter del Guardián de la Nube?

Cuando Reborn se enfrentó a Tsuna para comentarle lo quisquilloso que estaba siendo para elegir una mujer cuando de joven había babeado por Kyoko Sasagawa, Tsuna le había confesado que todas las que se presentaban le recordaban mucho a la hermana del Guardián del Sol y por eso no podía aceptar a ninguna, era como acostarse con alguien a quien—ahora—consideraba como una hermana.

Suspirando, Reborn le había dejado solo en su despacho con la promesa de encontrar a la mujer perfecta que llevaría su heredero.

Un mes más tarde, Reborn había vuelto a la mansión Vongola con una curiosa Haru siguiéndole de cerca y anunciando a todos que Haru Miura iba a ser la próxima esposa del Décimo Vongola.

El silencio había sido aterrador y los cuchicheos habían empezado cuando Haru se había sonrojado al ver su sueño hecho realidad.

Cuando la noticia llegó a oídos del mismísimo Décimo, todo el mundo miró con expectación cual sería la reacción del Jefe, ya que había rechazado a muchas candidatas. Pero para sorpresa de todos, Tsuna había sonreído y aceptado, siempre y cuando, Haru aceptase que él amaba a su Guardián de la Nube y que, sí podría llegar a amarla, nunca le pertenecería por completo.

La respuesta de Haru fue instantánea—: "Aunque no amaras a Hiabri-san, sé que no podrías pertenecerme por completo porque un jefe mafioso no sólo se dedica a su familia sino también a su Famiglia".

Ahí Haru encandiló a todos los presentes, satisfaciendo que la esposa del Décimo Vongola entendía que el corazón de su jefe estaba partido en dos, su Familia—donde ella y Kyoya pertenecían—y su Famiglia—donde pertenecían sus Guardianes y subordinados.

A partir de ése momento, Tsuna y Haru empezaron a salir en citas. Empezando una relación partiendo de cero antes de llegar a la parte del "heredero", la cual todo el mundo esperaba.

Todo estaba yendo bien, Haru notaba como los sentimientos de amistad de Tsuna iban convirtiéndose en algo más, algo que no empezaba a gustar al Guardián de la Nube. Cuando la amistad que Tsuna sentía hacia ella se había convertido completamente en el amor que ella esperaba recibir de él, Hibari la había enfrentado.

Haru notaba que el Guardián estaba celoso, al fin y al cabo, ella estaba quitándole a su amante y entendía la animosidad que sentía hacia ella pero quería llevarse bien con él. Quería que la viera algo cercano a una amiga y no como la mujer que le robó a quien ama. Y hablando llegaron a un acuerdo, Tsuna sería de ambos pero ninguno debía molestar el tiempo que el otro pasaba con el Décimo.

Desde entonces, Haru y Kyoya hablaban poco—por no decir nada—y sólo si era necesario y/o importante.

La boda de Tsuna y Haru se celebró a los ocho meses que habían tenido de noviazgo y en la luna de miel, sin que ninguno de los dos lo esperase, fue cuando fue concebido su hijo y heredero de Vongola.

Seichiro Sawada, o Sei-chan para los más cercanos, tenía el cabello lacio mezclando los castaños de sus padres junto con los ojos acaramelados de su padre. Un niño adorable que todo el mundo quería, un niño que allá donde iba su padre también iba él. Al principio a todo el mundo le pareció lindo, incluso al Guardián de la Nube eso le sacaba una que otra sonrisa disimulada.

Pero al paso del tiempo muchos empezaron a sospechar. Hayato, Kyoya y Reborn fueron los primeros en ver los síntomas, ya que eran quienes pasaban más tiempo con Tsuna. Takeshi junto con Chrome y Mukuro fueron los siguientes en verlo, seguidos de Ryohei, Lambo, Fūta e Ipin.

Cuando Seichiro cumplió los trece años los trabajadores y subordinados junto con la Familia Cavallone y Shimon fueron los siguientes en verlo y, finalmente, Haru notaba lo que todo el mundo iba indicándole. A su adorado y querido hijo se le podía diagnosticar que tenía el Complejo de Edipo negativo.

¿Cómo no pudo verlo?

Las señales eran muy claras. Las preferencias de su hijo hacia su querido Tsuna, los desprecios o desplantes que le hacía a ella cuando pasaba tiempo con Tsuna y después intentaba hablar con él. Las miradas fulminantes junto a la sonrisa de superioridad que le enviaba cuando se abrazaba a su padre.

¡Y Tsuna no lo veía! Para Tsuna, Seichiro se comportaba normal y decía que era una etapa, que ya se le pasaría. Todo el mundo quedó perplejo y Reborn fue quien aclaró el porque el Jefe no le daba importancia—: En su momento Tsuna también se portó así con su madre —había dicho el Asesino a Sueldo—. Pero Tsuna rápidamente volvió ése amor hacia otra persona.

Y todo el mundo sabía quien era esa persona, Kyoko Sasagawa.

Haru podía dar gracias a Dios o quien estuviese velando por ellos, que el Guardián de la Nube no hubiese enviado a su hijo al hospital aunque sospechaba que Tsuna era parte del porqué Hibari no había atacado al niño aún.

Pero volviendo al porqué Haru se sentía terriblemente horrorizada….

Haru no podía creer lo que veía, su hijo, el hijo que había engendrado con su amado Tsuna, había cumplido quince años y empezaba a mostrar un cariño que no debe mostrarse hacia tú progenitor. Cuando Seichiro era pequeño ése cariño había sido lindo pero ahora estaba incluso asustando a Tsuna.

Y Haru entendía el porqué, Tsuna había asegurado que sería una etapa pasajera, que casi todos los niños a esa edad tienen a un favorito, ya sea mamá o papá, siempre uno es preferido sobre el otro pero lo de Seichiro se estaba volviendo cada vez peor, ya no trataba a Haru como una madre sino como una rival y a Tsuna ya no le veía como un padre sino como una futura pareja en cuanto desbancase a Haru de su lugar como esposa del Décimo.

—Se está descontrolando —dijo Reborn en la reunión que había solicitado—. Seichiro cada vez está más descontrolado y si esto sale a la luz puede traer problemas.

—Ya podría haber heredado otra cualidad tuya que no fuera tú inmenso amor hacia Juudaime, Miura.

—¡Eso no es algo que yo pueda controlar! ¡Qué culpa tengo yo si Sei-chan ama tanto a Tsuna!

A partir de ahí todos en la sala habían empezado a discutir, los Guardianes Vongola y Shimon hablando entre ellos pensando que hacer, Dino y Enma discutiendo ciertos puntos con Iemitsu sobre la situación, Collonnelo, Lal y Basil hablando entre ellos sobre quien había educado tan mal al Heredero Vongola.

Los murmullos empezaban a ser molestos y eso sólo conseguía que a Haru se le llenasen los ojos de lágrimas mientras Nana intentaba consolarla.

—Calmaos, por favor —solicitó Tsuna—. Cierto que el problema debe ser solucionado ya, pero no creo que debamos echarnos la culpa entre nosotros.

—¡Y entonces qué Sawada! ¡Lo que está haciendo tú hijo sólo manchará el nombre de todos como salga fuera de estos muros! —gritó Lal enojada.

—¡Creéis que no lo sé! —espetó Tsuna, harto de los murmullos de todos—. La culpa de todo esto es de todos, no hemos dejado que Seichiro vea más que estos muros —Tsuna marcó la última palabra mirando a Lal—, y eso a conllevado a que no conozca a mucha gente. Es un adolescente al que no hemos dejado que experimente lo que todos a esa edad hemos hecho.

—Qué propones, Tsuna —exigió Reborn.

—Seichiro ya tiene edad para empezar a entrenar para ser el próximo Jefe Vongola y encontrar a sus Guardianes, Reborn.

Ante eso hubo varias exclamaciones de los presentes, sin creerse que era Tsuna el que hablaba.

—Voy a enviarlo a Japón con mamá y ahí empezará el entrenamiento y aprenderá como ser un adolescente normal. ¿Alguien se opone?

Los presentes se miraron entre ellos y negaron con la cabeza, todos pensando en lo mismo: «Lejos de Tsuna es posible que empiece a comportarse como un hijo debe ver a su padre».

—¿Quién va a ser su tutor, Tsuna? —preguntó Dino, recibiendo una sonrisa de parte del Décimo.

—¿Quién crees tú que dejaré al cuidado de mí hijo, Dino-san?

Dino junto a los presentes miraron a Tsuna y después a Reborn, quien sonreía mientras limpiaba su revolver dejándolo bien brillante, comprendiendo la situación, Dino sonrió nerviosamente rezando por la seguridad de su sobrino.

—¿Cuándo vamos a Japón, Jefe?

—Cuando estés listo, Reborn.

Los presentes empezaron a sudar a mares, Reborn sólo llamaba así a Tsuna cuando la misión la encontraba de su gusto porque sabía que iba a disfrutarla tanto como cuando un niño recibe su primer dulce.

—Entonces, cuando Baka-Sei venga de la escuela que empiece a hacer las maletas, nos iremos esta noche, ¿está bien para ti, mamma?

—Por supuesto, Reborn-kun.

—Ya que todo está solucionado, podéis iros.

Los presentes empezaron a irse sólo Kyoya, Haru y Tsuna quedaron en ella, siendo el primero quien rompió el silencio diciendo—: ¿Crees que funcionará?

Haru miró entre Tsuna y el Guardián de la Nube esperando que la respuesta fuera afirmativa, no quería ser la culpable de que su hijo nunca experimentara que se siente al estar cerca de tú primer amor, resulte o no resulte en relación.

—Funcionará si Seichiro encuentra a alguien, sino… no sé que hacer —suspirando, Tsuna miró a Haru—. Y nada de esto es culpa tuya, Haru. Si debemos culpar a alguien, deberíamos culparnos a todos un poco. Estando en la mansión, Seichiro ha aprendido a que se debe amar y proteger al Jefe incondicionalmente y eso es lo que él está haciendo, sin saber que aunque todos se sientan así, cada uno tiene una vida personal y su amor hacia el Jefe está bastante limitado.

—T-Tienes ra-razón —dijo Haru sollozando—. Es sólo que… que… ¡es desesperante! Nu-Nunca pensé que si te-tenía un hijo contigo pasaría esto y… y…

Comprendiendo, Tsuna abrazó a su esposa, reconfortándola y asegurándole que no estaba sola en esto mientras Hibari les miraba con el ceño fruncido.


N/A: ¿Queréis continuación? Si es así como si no lo es, deberéis saber que voy a ponerme como objetivo actualizar entre una o dos semanas después de una actualización conforme a la lista que hay en mí perfil junto con Gemelos y, dependiendo de vosotras/os, de ésta historia, también.

Otra cosa, no he especificado si los Arcobaleno son adultos o bebés, ¿cómo los queréis? (Ni que fuera a cocinarlos xDD)

Información sacada de Wikipedia:

Complejo de Edipo positivo: Odio o rivalidad hacia el progenitor del mismo sexo y atracción sexual hacia el progenitor del sexo opuesto.

Complejo de Edipo negativo: Amor hacia el progenitor del mismo sexo, así como rivalidad y rechazo hacia el progenitor del sexo opuesto.

Voy a aceptar todas las reclamaciones que hagáis por estar empezando otra historia pero… no podía sacarme la idea de la cabeza… perdonadme.

Nos leemos.