AN: Por fin,¡he vuelto! Lo siento por tardar tanto, mi vida no se ha estado portando muy bien conmigo

Disclaimer: Harry Potter pertenece a J. , no a mi. Mia es solo la trama y mis OC.


Capítulo 2

Aquella noche, Harry y Ginny fueron a dormir sin ser conscientes de que su mundo había cambiado para siempre. Aydalei y Teylin se habían despedido de ellos con la promesa de contarles más cosas más tarde, pero al ver que no volvían ambos habían acabado por dormirse.

De repente ambos abrieron los ojos a la vez. Se encontraban tumbados en la hierba en medio de un claro. Era el lugar más bello y más puro que jamás habían visto. El suelo estaba recubierto por hierba muy suave de un color verde brillante y lleno de vida, alrededor del claro había enormes árboles que lejos de ser intimidantes daban sensación de longevidad y protección, el aire era fresco y limpio como solo se encuentra lejos de la civilización. Por encima de ellos se extendía un infinito manto de estrellas y galaxias. Se levantaron, mirándose el uno al otro.

-Ginny, ¿Qué haces en mi sueño?- le preguntó Harry.

-¿Qué te hace pensar que es tu sueño y no el mío?- le respondió ella.

-Buena pregunta, pero no nos acerca más a las respuestas- replicó él.

En ese momento vieron a dos figuras salir de entre los árboles, cubiertas en las sombras. Instantáneamente ambos jóvenes se pusieron en guardia.

-Tranquilos-dijo la más alta de las dos figuras-No estamos aquí para haceros daño, sino para ayudaros. Tenía una voz grave y masculina.

-Somos los guardianes de los Libros Astrales-siguió la figura más baja, con voz suave y femenina.

Harry y Ginny los miraban sorprendidos. Amos se bajaron las capuchas y por fin los dos jóvenes pudieron verlos con claridad.

Ella tenía el pelo rubio tan brillante como los rayos del sol y los ojos tan azules como un cielo despejado. Tenía facciones finas y delicadas, de apariencia aristocrática, pero lo más sorprendente eran sus orejas que terminaban en una grácil punta. Era una elfa.

Él tenía el pelo negro como la noche y los ojos de color oscuro, casi negro. También de facciones aristocráticas más fuertes y masculinas, sus orejas acababan de igual forma en punta. Era un elfo.

Ambos estaban sonriendo mientras esperaban a que Harry y Ginny salieran de su estado de shock.

-Ya se que tenéis muchas preguntas, para empezar yo me llamo Ydir y soy un elfo de la noche.-Dijo el elfo antes de que ellos abrieran la boca para preguntar.

-Yo soy Eleina, una elfa del día.-Dijo ella.

Por fin Harry encontró su voz e intentó aclarar sus ideas.

-Espera, nunca había oído hablar de elfos a parte de los elfos domésticos. Y ¿quiere eso decir que estáis aquí por el libro? ¿Qué es este lugar? ¿Qué va a pasar ahora? ¿Qué son exactamente los libros de los Astros?-soltó de golpe casi sin respirar. Ginny mientras tanto lo miraba medio impresionada de que hubiera sido capaz de decir todo eso tan rápido. Los elfos se echaron a reír.

-Vamos por orden-dijo Eleina- Nuestras razas se extinguieron hace mucho, mucho tiempo, para empezar nosotros tan solo somos espíritus. Mi raza, los elfos del sol, solíamos vivir en los bosques cuando el planeta aun era joven. Éramos una raza noble y orgullosa, con grandes guerreros y artistas. Teníamos poder sobre el día, por eso se nos llamó así.

-Mi raza, los elfos de la noche-continuo Ydir-vivimos al mismo tiempo que los elfos del día, pero casi nunca nos encontrábamos os unos con los otros. Éramos muy similares a los elfos del día, nobles y orgullosos conocedores de las artes y las ciencias. LA noche nos daba su poder así que cuando los elfos del día se retiraban al caer el sol, nuestra noche comenzaba y salíamos al bosque.

-Los elfos del día temíamos a la noche y sus criaturas, era algo extraño sobre lo que no teníamos ni control ni conocimiento así que al caer el sol nos escondíamos en nuestras casas en las copas de los árboles.-explicó Eleina

- Por otro lado nosotros temíamos al día y a su brillo, ya que estábamos acostumbrados a la luz de la luna, nunca salíamos de las cuevas antes del anochecer.-explicó Ydir.

- Hasta que un día, la joven princesa de los elfos del día se cayó al tropezarse con una rama y se hizo daño en una pierna. Ese anochecer no fue capaz de llegar a la seguridad de su hogar, así que se quedó en el bosque más asustada de lo que jamás había estado en sus 10 ciclos de vida. Al cabo de un tiempo, ya entrada la noche, oyó unos pasos que se acercaban, estaba muy asustada pero no podía huir. De entre los árboles salió un niño, poco más mayor que ella, pero era raro ya que tenía el pelo y los ojos oscuros y parecía cómodo en la oscuridad.-contó Eleina.

-Ese niño era el príncipe de los elfos de la noche, que había oído el llanto de la niña y había ido a investigar. Se encontró con una extraña niña de cabellos y ojos brillantes. El niño, al verla herida inmediatamente fue a curarla tomando el poder de la noche mientras la niña miraba asombrada. Aquella noche los dos niños se dieron a conocer el uno al otro, poniendo en contacto ambas razas por primera vez. Cuando la noche acabó, el niño volvió corriendo a casa prometiendo encontrarse con ella la noche siguiente.-siguió Ydir.

-La niña, emocionada, corrió a casa donde contó su historia a sus sorprendidos y aliviados padres que pensaros que era tan solo fruto del terror de la noche y que lo había imaginado todo. Pero ella sabía que no había sido su imaginación y la noche siguiente salió de su casa a hurtadillas y fue hasta el mismo lugar, donde el niño la estaba esperando.-narró Eleina.

-Así pasaron varios años, viéndose a escondidas durante noches y días, aprendiendo lentamente que ni la noche ni el día eran tan horribles como sus familias les decían. El niño también trató de contarles a sus padres su historia pero estos tampoco le escucharon pesando que era fruto de alucinaciones. El niño creció hasta convertirse en un joven apuesto, enamorándose de su amiga de la infancia y rechazando los intentos de su padre de encontrarle una esposa.-continuó Ydir

-La niña, ahora mujer, también había caído presa del amor hacia su amigo, e insistentemente se negaba a casarse con los pretendientes que le buscaba su padre. Finalmente pasó, los dos jóvenes confesaron su amor y decidieron que solo se casarían con el otro y nadie más. Aquel amanecer, él retuvo a su familia en el punto donde se habían conocido y ella hizo que sus padres se levantaran temprano y fueran con ella al punto de encuentro.-relató Eleina

-Al verse unos a otras ambas familias quedaron muy impresionadas, mientras que los dos jóvenes se abrazaron. Los padres de ambos no tuvieron mas remedio que escuchar y creer en la historia que sus hijos les estaban contando. Finalmente decidieron que lo mejor era hacer una alianza entre ambas razas y sellarla con el matrimonio de los herederos al trono.-narró Ydir.

-Ambos jóvenes se casaron y en su unión lograron controlar ambos la noche y el día. De su unión salieron varios hijos, algunos con el poder del día y otros con el de la noche. Las relaciones entre ambos pueblos se estrecharon y mucos se casaron entre sí, pero ninguno llegó a tener jamás el mismo poder que los dos amantes, ya reyes. Crearon dos libros, uno con el poder del sol y uno con el poder de la luna sabiendo gracias a una visión que algún día dos jóvenes con trazos de sangre élfica y un gran destino los necesitarían-acabó Eleina.

-Vosotros-dijo Ydir-sois los que han heredado ambos libros, y todos sus poderes. Tenéis un gran destino por delante.

Ginny y Harry se habían sentado sobre la hierba escuchando las voces hipnóticas que narraban una historia tan antigua como la tierra, prestando gran atención. Se sobresaltaron cuando Ydir dijo eso, habían estado tan absortos en la historia que se habían olvidado de todo lo que había ocurrido.

Así que-dijo Eleina de repente-¿queréis saber cuales son vuestros nuevos poderes?


Espero que os haya gustado. Gracias a todos aqeullos que dejan un comentorio.

PD: Acepto sugerencias para poderes, ya tengo algunos pensados pero no me importa añadir otros.