Mechero: Hola gente, se que dije que no iba a subir un segundo fic mientras que hiciera el fic de Historias de Po pero este como es un fic cortito, como de unos 5 capítulos, decidí subirlo ahora pero lo actualizaré de vez en cuando.
Machetazo: Ya veremos si vale la pena este fic.
Mech: Estoy seguro de que sí, pero ahora viene el disclaimer.
Mach: Kung Fu Panda no nos pertenece pero es un consuelo saber que tu tampoco, JUAAAAJAAJAAJAA.
ADVERTENCIA: Rated M debido a lenguaje obsceno y vulgar, luchas cruentas y una parte M muy dura en los próximos capítulos. Sí decidís leer este fic es bajo vuestra propio responsabilidad.
En el valle de la paz, habían pasado dos meses desde la derrota Lord Shen a manos de los 5 furiosos y a Po; ellos habían regresado al palacio de jade y volvieron a su vida de entrenamiento, volvieron a tomar la deliciosa sopa de Po, Mantis y Mono gastaban alguna broma que otra… En fin, todo volvió a la normalidad, bueno no todo.
Tras su misión en Gongmen, Po había empezado a sentir cosas muy fuertes, cosas que no comprendía, pero que en el fondo de su corazón sabía lo que era. Era amor, pero un amor muy complicado debido a que estaba enamorado de su gran amiga Tigresa, la líder de los 5 furiosos.
Po sabía que era imposible su amor, no solo porque eran de diferentes especies, sino porque como iba la increíble, maravillosa, asombrosa, bárbara y radical Tigresa estar interesada en un gran, gordo, patoso, pesado, infantil, estúpido y perezoso panda.
Esto había producido en Po una gran frustración al saber que nunca podría estar con la persona que más quería en el mundo entero. Solo era tiempo que está frustración estallará como un cartucho de dinamita y aquel fatídico día llego:
Era un día otro cualquiera, sonó el gong a las ocho de la mañana, todos los miembros del palacio de jade se levantaron, incluido Po, cosa que fascinó a todos los presentes ya que él es el tipo de persona que prefiere dormir pero aun así no le preguntaron; el motivo por el que se había levantado a su hora era para poder ver los ojos de la maestra tigresa, aquellos ojos de color rojo carmín que le cautivaban y lo hipnotizaban.
Shifu tras recuperarse del shock que era ver que Po se levantaba a su hora, les mando ir a desayunar y que después de desayunar, fueran a entrenar.
Los 5 furiosos se dirigieron hacía la cocina, pero Víbora se fijó en que Po se había quedado aún en su sitio.
-Po, ¿te encuentras bien?- preguntó Víbora que reptó hacia él.
-Oh sí, no es nada es solo que...- dijo Po, intentando buscar que decirle a Víbora- es que estoy un poco cansado por haberme despertado pronto y no me había fijado en que os ibais hacia la cocina.
-Entonces, ¿todo bien?- preguntó Víbora, dudando de las palabras de Po.
-Por supuesto que sí- dijo Po, mostrando una sonrisa para convencer a Víbora- Venga Víbora, tenemos que darnos prisa. Seguro que a los demás no les gusta tener que esperar para tomar su desayuno- y se marcharon rumbo a la cocina.
Unos minutos de camino más tarde, llegaron a las puertas de la cocina y las pasaron, viendo a los demás, sentados en la mesa, a la espera de la comida de Po.
-Hola chicos, siento la espera- dijo Po al entrar por la cocina- pero es que Víbora quería preguntarme algo.
-¿Él que?- preguntó Grulla, fijando su vista en Po.
-Nada importante- intervino Víbora y se sentó en una silla vacía.
Po sacó una olla, una tabla de cortar, unas verduras, un bote con fideos y empezó a hacer la sopa.
Primero, llenó la olla de agua, la puso a hervir, cogió la tabla de cortar y, mientras hervía el agua, se puso a cortar las verduras en rodajas. Después de unos 5 minutos, echó las verduras, ya troceadas, al agua para darle sabor y añadió los fideos. A continuación, espero otros 5 minutos y apartó la olla del fuego y por último, cogió unos boles, empezó a servir la sopa en cada uno de los boles y los sirvió a sus compañeros.
La comida estuvo con mucha vida entre charlas sobre la situación en que se encontraba el Valle de la Paz y salían, de la boca de Mantis y Mono, bromas sobre los abrazos que se dieron Po y Tigresa, haciendo que Tigresa se enfadará con ellos y que casi les pegará, en varias ocasiones, mientras que Po se encontraba muy abochornado y con un gran sonrojo que teñía sus mejillas.
Después de que acabarán de desayunar, se fueron a entrenar al salón de entrenamiento.
Durante el entrenamiento, cada uno de ellos hacía una cosa diferente: Grulla practicaba unos movimientos nuevos que le había enseñado el maestro Shifu, Víbora entrenaba, por primera vez, en la jungla de aros para desarrollar su agilidad y velocidad mental en el aire, Po estaba entrenando
Todo parecía que va bien y que esa paz y tranquilidad que se respiraba en el Palacio de Jade sería duradera, pero eso cambió por la tarde, en concreto, en la sesión de entrenamiento de la tarde.
Por la tarde, después de haber terminado de comer, volvieron a la sala de entrenamiento y, tras hacer el calentamiento y completar el circuito de obstáculos 3 veces, reunió a sus alumnos para hablar con ellos.
-Bien alumnos, ha sido un buen comienzo, ahora continuemos con el entrenamiento- dijo Shifu.
-¡¿Qué?!- dijo Po, escandalizado-. Pero, ¿como puede decir que eso no era el entrenamiento? Estoy matado- dijo Po, jadeante.
-Po, esto no ha sido nada; además, ya deberías haberte acostumbrado a nuestro estilo de entrenar tras estar tanto tiempo con nosotros. Bien, ahora tocan peleas por parejas y los grupos serán: Víbora contra Mono, Mantis contra Grulla y Tigresa contra Po.
Cuando Po oyó contra quién se tenía que enfrentar, se puso muy tenso.
Tigresa era un rival muy complicada y habilidosa. Tenía un estilo de Kung Fu muy agresivo y peligroso pero no era por esto por lo que Po no quería luchar con ella.
Él no quería luchar con ella, él quería estar con ella, hablar con ella, reír con ella, aunque esto fuera complicado de lograr, comer con ella, compartir algo especial con ella, pero lo que Po más deseaba era poder besarla. Besar aquello labios rojizos que para él parecían perfectos y que si los besará, sería lo mismo que probar la ambrosía de los dioses. El máximo placer que podría obtener en toda su vida. Pero sabía que eso era imposible. Tigresa no estaba interesada en él de esa forma sino que le veía como su mejor amigo. Esto lo deprimía y hacía que aumentará la frustración que Po tenía acumulada.
Y, aunque no quería luchar con ella, Po sabía que tendría que luchar contra ella, y que tendría que dar todo lo que tiene dentro porque sino luchaba con todo su potencial, Tigresa lo sabría y le preguntaría si le ocurre algo y Po sabía que no podría mirarla a los ojos y mentirla, y si le mentía, nunca podría volver a mirarla a los ojos y eso, es algo que él no podría soportar.
-El primer grupo que luchará será el de Grulla y Mantis, después Víbora contra Mono y por último, Po y Tigresa, así te dará tiempo a recobrar el aliento- dijo Shifu, refiriéndose a Po-. ¿No, Po?- dijo con malicia.
-Sí, muchas gracias- dijo Po.
-Participantes, colocaros- dijo Shifu y Víbora y Mono se colocaron en el centro de la sala de entrenamiento, en postura de batalla-. ¿Preparados?- preguntó, y ambos asintieron con la cabeza- ¡Qué comience el combate!- y empezó el combate.
Mono avanzó hacia Víbora a cuatro patas y Víbora se quedó expectante, planeando un contraataque para la estrategia de Mono.
Cuando a Mono le quedó treinta centímetros para llegar hasta donde Víbora, rodó hacia delante, después saltó hacia adelante, haciendo un voltereta y dio un salto más, girando en el aire lo suficiente como para dar una patada doble.
Víbora vio la estrategia de Mono y se preparó para arrearle un golpe directo.
Mono se acercaba a gran velocidad y le quedaba muy poco para golpear a Víbora, entonces Víbora movió su cuerpo, haciendo un giro adentro, para golpear a Mono con un coletazo desde arriba. El golpe habría funcionado, sino hubiera sido porque Víbora había caído en la trampa de Mono.
Los movimientos y la patada de Mono eran, en realidad, una finta para que Víbora se confiará y realizará un golpe del cual Mono pudiera aprovecharse y así fue lo que paso: Cuando Mono vio el golpe que se dirigía hacia él, giro sus piernas hacia adelante, permitiéndole dar un salto alto, inesperado para todos, sobre todo para Víbora, que ya no podía retroceder su ataque y veía como Mono esquivaba su ataque por el gran salto que había dado, y no solo eso, sino que aprovechó la altura y el ataque de Víbora para cogerle la cola y empezó a girar en el aire, arrastrando a Víbora consigo.
Después de dar unos cuantos giros, Mono fue bajando, aún con la cola de Víbora en sus manos, y estampó a Víbora contra el suelo, dejándola mareada y dolorida y, para rematar, Mono lanzó hacia arriba a Víbora y le dio una patada lateral en toda la cabeza que la lanzó hacia los espectadores del combate.
-Se acabo el combate- gritó Shifu y Mono relajo su postura-. Muy buen combate Mono, vas aprendiendo a crear estrategias muy enrevesadas.
-Gracias maestro- dijo Mono, inclinándose como muestra de respeto.
-Tu Víbora, te has confiado, y por eso has perdido. Espero que esto te sirva para aprender una lección muy importante: no subestimes a tu enemigo.
-Tiene razón maestro, lo siento- dijo Víbora, con una mueca de dolor en su rostro.
-No pasa nada; ahora descansa. El siguiente grupo en combatir es el grupo Mantis y Grulla- los dos combatientes se dirigieron hacia el centro de la sala de entrenamiento y se pusieron en postura de batalla-. ¿Estáis preparados?- preguntó y ambos asintieron con la cabeza- ¡Qué empiece el combate!- y empezó el combate.
Mantis se acercó a Grulla dando saltos de un lado a otro para despistar a Grulla y, cuando se acercó lo suficiente, saltó hacia el con una patada voladora hacia la cara.
La respuesta de Grulla a su ataque fue mover su cabeza hacia la izquierda, esquivando el ataque de Mantis pero le había dado la espalda a Mantis y, cuando tocó el suelo, volvió a lanzar una patada voladora, pero esta vez no podía ver como el ataque de Mantis se cernía sobre él aunque, como si el instinto de supervivencia le hubiera avisado de que iba a recibir un ataque desde atrás, esquivó el ataque, gracias a que voló hacia arriba.
Ahora era el turno de atacar de Grulla.
En el aire, era imposible que Mantis golpeará a Grulla, y aún mucho menos vencerle. El aire es el terreno que domina Grulla y aprovecharía esa ventaja a su favor, por lo tanto, Grulla no bajaría del aire por las buenas, así que a Mantis solo le quedaba esquivar o resistir el ataque que realizará Grulla desde el aire.
-¿Estás listo?- preguntó Grulla mientras movía las alas para mantenerse en el aire.
-Yo siempre estoy listo- dijo Mantis arrogantemente.
-Este es el nuevo movimiento que me ha enseñado el maestro Shifu: Golpe Aéreo- dijo Grulla y dio la espalda a su rival, dejando a todos extrañados, excepto a Shifu.
Tras darse la vuelta, Grulla voló hacia delante, a toda velocidad y sin detenerse, ni tan siquiera para no chocarse con la pared que estaba enfrente suya, o al menos eso les parecía a todos, excepto Shifu que ya sabía que iba a hacer.
Cuando Grulla se encontraba a pocos centímetros de la pared hizo una bajada brusca hacia abajo, que hizo que aumentará su velocidad pero se iba a chocar contra el suelo, pero, con una maniobra suya antes de que se chocará contra el suelo, logró cambiar la posición y cambio de rumbo, a mucha velocidad, justo de frente contra Mantis y, mientras se acercaba hacia Mantis, empezó a girar sobre sí mismo.
La técnica de Grulla era una técnica muy peligrosa. Se aprovechaba de la fuerza de gravedad para ganar una velocidad mucho más alta de la que podría conseguir con su propia velocidad y la usa para golpear a su rival con una fuerza increíble, además, para que el golpe fuera aún más imparable, giraba para que su golpe no pudiera ser detenido pero Mantis no podía esquivarlo a si que la única opción que le quedaba, y que daba a mostrar su postura con las patas hacia atrás, clavadas en el suelo, y sus tenazas hacia adelante, era aguantar el impacto.
Grulla se acercaba a toda velocidad, Mantis estaba preparado para resistir aquel poderoso ataque y todos nosotros, expectantes de lo que iba a pasar por el choque entre dos grandes luchadores.
Estando a pocos centímetro de Mantis, Grulla plantó sus patas en el suelo, deteniendo el golpe tan letal que iba hacia Mantis, pero aprovechó para lanzar un golpe con su ala derecha que mandó a Mantis al fondo de la sala de entrenamientos, estampándole contra una pared, y se cayó el suelo.
-¡MANTIS!- gritaron todos los que vieron el combate y fueron hacia él.
-Mantis, ¿te encuentras bien?- preguntó Po.
-Perfectamente- dijo Mantis y se puso de pie.
-¿No te ha dolido?- preguntó Mono.
-Me duele un poco pero no es nada.
-¿Pero cómo es posible? Si vimos como te golpeo Grulla, tendrías que haber sufrido un gran daño- dijo Víbora.
-Eso fue lo que vosotros visteis pero lo que en realidad ocurrió fue lo siguiente- y empezó a contar la historia.
El ala de Grulla venía hacia mi pero, debido a la velocidad que había logrado antes, me lanzó una ráfaga de viento muy fuerte antes de que me golpeará, amortiguando así un poco el golpe, aunque la pared también me daño.
-Grulla- dijo Shifu que se dio la vuelta y miro a Grulla-, ¿Por qué no realizaste el Golpe Aéreo?- preguntó, dejando a todos patidifusos, excepto a Grulla.
-Entonces, ¿eso no era el Golpe Aéreo?- preguntó Mantis.
-La mayor parte sí, pero el golpe final no es así- contestó Shifu-. El golpe final lo tendría que haberlo realizado con un golpe directo de su pico, así que te vuelvo a preguntar, ¿Por qué no realizaste el Golpe Aéreo?
-Sí hubiera ejecutado el Golpe Aéreo, Mantis habría salido muy dañado y habría atravesado la pared de la sala, y eso es algo que me imaginó que no le hubiera gustado, ¿Tengo o no tengo razón maestro?- preguntó Grulla con un poco de sorna en su tono.
-Sí, es cierto- afirmó el maestro.
-Además, he creado una nueva variación del ataque Golpe Aéreo- dijo Grulla.
-¿Y cómo la llamaras?- preguntó Po, emocionado por estar ante la creación de un nuevo movimiento de Kung Fu.
-Esta técnica la llamaré Viento de Céfiro, en honor a uno de los antiguos dioses griegos del viento.
-Me encanta, es súperpegadizo- dijo Po.
-Bueno, ahora muy valoración sobre el combate- dijo Shifu.
Grulla, has hecho un gran combate, y no solo eso, has usado el golpe que yo te enseñe de una forma innovadora, permitiendo crear una técnica que no daña al rival, sino que le manda por los aires y por ello solo puedo decir: buen trabajo.
-Gracias maestro- dijo Grulla, inclinándose como muestra de respeto.
-Y tu Mantis- dijo Shifu, mirando a Mantis-, has hecho lo que has podido, pero no ha sido suficiente. Necesitas entrenar más.
-Tiene razón maestro.
-Sí, pero también el golpe que iba a realizar Grulla es un golpe muy complicado de esquivar y de detener, así que no te sientas mal.
-Vale, gracias maestro- dijo Mantis, inclinándose como muestra de respeto.
-Ahora pasamos al último combate entre Tigresa y Po- dijo Shifu y ambos se dirigieron al centro de la sala de entrenamientos-. ¿Estáis preparados?- preguntó. Tigresa asintió con convicción y con total seguridad mientras que Po asintió con un poco de duda, pero asintió- ¡Qué comience el combate!- y así comenzó el combate que marcaría un antes y un después en la vida de ambos participantes.
Mech: Espero que os haya gustado el comienzo de este nuevo fic.
Mach: Pero como puedes decir que esto es M, sino hay nada de sangre ni insultos ni nada por el estilo.
Mech: Pues eso aparece en el próximo capítulo pero hasta entonces, nos despedimos. Espero que os haya gustado el capítulo, dejad vuestros reviews con vuestras opiniones y hasta la próxima. Adiós.