Era su primer día de escuela, o eso era lo que él podía decir estando en la situación en la que estaba, pues ahora le tocaba presentarse como una persona más dentro de aquel círculo asfixiante de gente inmadura que sólo sabía hacer ruido en un aula como esa… "¿universidad? Pero qué basura" se dijo a sí mismo mientras veía a todos y cada uno de sus compañeros de escuela reír estrepitosamente… se engentaba, era obvio a simple vista.
-Mi nombre es Silver, el erizo –dijo, y efectivamente, esa era la verdad, y sin añadir más se sentó en su asiento.
Salieron de clase y buscó un sitio solitario para recostarse mientras, analíticamente, observaba a todas las personas que paseaban tranquilamente por el pasillo. "Debo terminar con esto… no será difícil" pensó para sí el erizo plateado y tomó una barra energética. Pronto se vio inmerso en un mundo de pensamientos y contradicciones cuando una voz femenina lo sacó de su mundo personalizado.
-¿Hola? –preguntó una joven y seria gata del mismo color de ojos que él, éste sólo la vio de pie a su lado y la ignoró –entiendo cómo te sientes –empezó a decir mientras se sentaba y abrazaba las piernas –un completo extraño en un salón donde te rodea gente a la que no le importas y tampoco te interesa.
-No sólo es eso… -dijo sin dejar de mirar al vacío –es todo lo que hay alrededor, no es ni bueno ni malo… sino un ente que se me hace vacío, un simple momento en el que todo me empieza a asfixiar.
-Tal vez deberías tomar un poco de aire –sugirió la gata –eso sería mucho mejor que intentar comprender un ambiente poco útil para cualquiera con el cerebro necesario para saber que eso es lo de menos… -añadió la chica púrpura mientras igual empezaba a ver al vacío –ya me estoy hartando y no llevamos ni una sola hora.
-Es mi mismo problema –Completó Silver mientras volteaba a ver a su acompañante… se dio cuenta al momento de que ella era Blaze, la joven que estaba sentada a sólo dos butacas de él -¿Blaze? –preguntó al verla con detenimiento, ella sólo sonrió a su simple pregunta, asintiendo con la cabeza –tú no cambias en absoluto.
-Al fin me reconoces, hombre –dijo con una amplia sonrisa y un sencillo guiño del ojo izquierdo –te he extrañado mucho.
-Y yo a ti –contestó mientras la abrazaba por los hombros –lo que necesito es gente sensata a mi alrededor, gente… gente como tú.
-Vacío se volvió este mundo cuando me vi forzada a alejarme de ti –confesó la joven, quien se juntó más a Silver., éste la sintió cerca de él y la tomó de la cintura para darle un beso.
-No vuelvas a alejarte de mí ¿entiendes? –suplicó él, ella se sintió forzada y a la vez feliz de corresponder ese beso y a esa promesa.
-No lo haré, también me siento perdida sin ti –respondió y le besó con ternura, entonces el receso terminó y entraron a clases para iniciar su relación y excluir a todos en el mundo de su amor y pensamientos…
