Ranma ½ y todos sus personajes pertenecen a Rumiko Takahashi.
.
.
Fantasy Fis Estudios presenta:
Un fic de Ranma y Akane…
… sin Ranma ni Akane.
.
.
S^S+SxS=S[S]
(Saotome y Saotome, más Saotome por Saotome, es igual a Saotome a la Saotomegésima potencia)
.
..
Margaritas y Rosas
..
.
Ryuji Saotome de once años tenía un pequeño mechón inclinado hacia la derecha y una coleta lisa. Kenji Saotome tenía un mechón inclinado hacia la izquierda y una pequeña trenza china. Ryuji Saotome se cruzaba de brazos y piernas, con el entrecejo fruncido. Kenji Saotome se encontraba a su lado, con los brazos igual, con las piernas igual, con el rostro igual, e iguales ojos azules y traviesos que ambos habían heredado de su padre, como las dos pequeñas copias que eran de Ranma Saotome en miniatura.
—Tengo una idea —declaró Ryuji.
—No servirá —respondió Kenji—, ya desvalijamos al bisabuelo Happosai anteayer. ¿Cómo puedes ser tan despistado y olvidarlo?
—Sí, verdad que ya "rescatamos" su colección y le cobramos a las chicas de la preparatoria por devolvérselas.
Siguieron con el entrecejo fruncido.
—¡Y si…! —esta vez comenzó Kenji.
—¡No! —lo interrumpió su hermano—, es una idea estúpida. ¿Qué no recuerdas que ya lo hicimos el mes pasado? La policía nos devolvió a casa por mendigar haciéndonos pasar por niños huérfanos.
—Vaya paliza que mamá nos dio.
—Vaya tunda que papá nos dio después.
—Tus ideas siempre nos meten en líos.
—¿Qué no era tu idea, tarado?
—¡No, fue tuya, torpe! —le gritó Ryuji.
—¿A quién le dijiste torpe? —lo retó Kenji.
—A ti, torpe.
Ambos saltaron enfrentándose con las manos empuñadas, apoyando frente contra frente aplastando sus mechones por encima de sus airados ojos. Se detuvieron dejándose caer al piso otra vez, pensando.
—¿Y si…? —comenzó Ryuji.
—Tampoco va a resultar.
—Pero…
—¡Olvídalo! No estamos tan desesperados como para perder nuestras almas pidiéndole un préstamo a tía Nabiki. ¿O ya olvidaste la última vez?
Kenji y Ryuji encogieron los hombros conteniendo un escalofrío.
—¡Jamás! —protestaron a coro.
Ambos alzaron los rostros con entusiasmo. Kenji hizo una ligera sonrisa, Ryuji se quedó con los enormes ojos abiertos y soñadores. Se dirigieron al otro exclamando al unísono.
—¡Lo tengo!
.
Los niños regresaron a casa. Ryuji con un enorme ramo de rosas blancas, y Kenji con uno más grande de margaritas.
En la entrada se toparon con el guardián de las puertas del infierno, o mejor dicho, su hermano mayor Tetsu Saotome. El joven atlético, de cabello oscuro y ligeramente rizado por herencia materna, levantó la ceja intrigado.
—¿Y ustedes de dónde sacaron eso?
—¡No nos asustes, Tetsu!
—No hemos hecho nada malo, Tetsu.
—Yo no los estoy acusando… todavía —se inclinó sobre ellos desconfiado—. ¿Y esas flores?
Ambos niños, copias de su padre, ocultaron los enormes ramos tras sus espaldas. El cabello de Ryuji quedó cubierto de pétalos de rosas, y el de Kenji de pétalos de margaritas.
—¿Q-qué flores?
—¡E-estás alucinando!
—Par de ineptos, ¡no se hagan!
—Bien, confesaremos —comenzó Kenji con una nerviosa sonrisa—, es el regalo de mamá.
—Sí, de mamá, y más te vale no quitárnoslas.
—¿Y por qué haría eso, me creen como ustedes? Yo ya tengo mi regalo para mamá, y es mucho mejor que el de ustedes dos.
—Apuesto a que no.
—Apuesto a que estás mintiendo.
—¡Ya verán en la fiesta de cumpleaños quién dice la verdad!
Tetsu caminó rápidamente de regreso al interior de la gran casa.
—Sí se le olvidó comprarlo —dijo Ryuji.
—El muy tonto esperó hasta el final —agregó Kenji.
Ambos se sonrieron. Pero al momento reaccionaron con premura.
—Debemos encontrar a mamá.
—Debemos darle su regalo ahora.
Los niños corrieron por la casa buscando a su madre, dejando una estela de pétalos blancos por todas las habitaciones.
.
Ambos caminaban satisfechos por el pasillo. Ryuji con los brazos en alto estirándose perezosamente, y Kenji con las manos detrás de la cabeza.
—Somos buenos, ¿viste como mamá se emocionó?
—Claro, si somos los mejores…
Se detuvieron al momento. Tetsu los esperaba recostado en la pared. Los niños palidecieron.
—Parece que un par de ratas se metieron en mi habitación y robaron "mis ahorros". ¿Tienen idea de quienes pudieron haberlo hecho, "ratas"?
—Estamos muertos —susurró Ryuji.
—Todo lo hicimos por mamá, recuérdalo. Soportaremos el dolor como Saotome—respondió Kenji valientemente.
Ambos lo pensaron por segunda vez cuando su hermano mayor los encaró haciendo sonar los nudillos.
Ryuji le susurró a su hermano con la seriedad de un guerrero:
—Eh… ¿técnica secreta Saotome del panda celoso?
Kenji reaccionó al momento indicando un punto detrás de Tetsu.
—¡Mira, es Chido-chan en traje de baño!
—No voy a caer en esa estupidez…
—¡Y un chico desconocido y muy apuesto está con ella! —agregó Ryuji también con el dedo en alto.
—¡Dónde! —Tetsu bramó enfurecido, giró bruscamente dándoles la espalda a los niños.
Y se quedó mudo al darse cuenta que al final sí habían conseguido timarlo.
.
Corrían y saltaban por los tejados de Nerima, siendo cazados por su hermano mayor que cada vez parecía acortar la distancia.
—¿Y si vamos al restaurante de la señora Shampoo? —preguntó Ryuji.
—¡No! Sabes que con mamá no se tienen muy buenas migas, y a lo menos hoy no la vamos a enfadar —respondió Kenji.
—¿Y al Ucchan?
—¡Idiota! ¿Ya olvidaste que incendiamos la cocina de la tía Ukyo cuando quisimos preparar okonomiyakis? ¡Descartado!, hasta la próxima semana cuando nos adore de nuevo.
—¿Y quién va a defendernos?
Ambos volvieron a exclamar sonrientes.
—¡Chido-chan!
Chidori Hibiki era la única contra la que su hermano mayor no podría hacer nada. Y con un simple par de lágrimas, y una magistral actuación de niños asustados y encantadores, ella caería como siempre de parte de ellos. ¡Ambos sabían que eran unos auténticos genios!
.
..
Fin
..
.
Notas…
¡FELIZ CUMPLEAÑOS, ROMINA!
¡Sorpresa! Porque es tu día y porque más te queremos, con los chicos hemos querido sembrar de flores los campos de ff únicamente para ti.
Noham.-