:: Serie de drabbles sobre Rin Matsuoka basados en la tabla Visual de 30vicios ::
Notas: Nuevamente, SouRinHaru. ¡Gracias por sus comentarios!
20
La cita
Rin no tenía que sentirse nervioso ante la perspectiva de su llegada, pero ya llevaba diez minutos moviendo el pie derecho repetidamente, con impaciencia. Si lo observaba, prefería dar la impresión de que lo había irritado y no que se estaba muriendo de nervios para saber si hoy, a la luz del día, seguía pensando lo mismo que el sábado en la noche después de salir de la fiesta que había dado un compañero de clases.
A lo mejor no planeaba acercarse. O ni se habría acordado; pero no había tomado tanto como para olvidar qué había hecho —o prometido—, no tenía excusas para faltar al encuentro acordado. "Una cita" se repitió, pero la palabra lo incomodaba, "¿y ese idiota me hace esperar? No es como si tuviera todo el día para hacer el tonto por ahí".
Cuando pasaron quince minutos sin ningún cambio, Rin acabó por entrar al café más cercano y pidió una bebida helada solo para tener algo que hacer mientras continuaba esperando. "Eres un idiota por pensar que iba en serio, y estar aquí en la mañana cuando has podido seguir el entrenamiento". En realidad, había pensado sorprender a Haruka y llevarlo a nadar juntos, porque era lo que ambos adoraban hacer y supuso que no se negaría. Lo mejor, estarían solos, y esa intimidad le daría oportunidad para conversar con Haruka sin tantas limitaciones, solo las que usualmente ofrecía su amigo con su parquedad. Una charla solos era necesaria, para hablar de su futuro o su condición física, supuso una vez pensó en los temas a discutir.
Rin fue a tomar un sorbo de su bebida, pero se quedó a medio camino cuando vio entrar a Sousuke junto al chico con el que había quedado la noche anterior. Quiso desaparecer. Era la peor compañía posible y no había modo de ocultarse. Cuando acabaron por acercarse, Rin los miró sin emoción y les indicó a ambos que se sentaran.
—¿Y qué hacen por aquí?
—Quedamos, ¿no? —dijo el chico, e iba a seguir hablando pero Rin lo cortó:
—No quedamos. Yo estoy aquí tomándome algo y más tarde iré a correr.
—Me anoto en esa —decidió Sousuke. El chico arrugó el ceño.
—¿Estás molesto porque me tardé?
—¿Cómo voy a estar molesto si no te esperaba?
Después de otras palabras igual de frías, el chico acabó por despedirse de ambos. Sousuke sonrió pese a que Rin parecía a punto de convertirse en un dragón y quemar todo el establecimiento.
—Ese chico es gay —anunció Sousuke y Rin pretendió fingir que eso le sorprendía.
—¿Ah, sí?
—Me dijo que conoció a alguien interesante anoche. No dijo nada muy revelador. Serían amigos nada más. Pero yo desconfiaría de los amigos con los que sale él.
—Qué me importa —gruñó Rin. Pero por la expresión de Sousuke, supo que sus gestos lo habían traicionado.
—Y a mí —dijo—. Pero ya podrías ser más sincero conmigo, ¿no? No es como si no me hubiera dado cuenta.
Rin se terminó su bebida e hizo una mueca de dolor cuando el frío se le subió a la cabeza. Se levantó de su asiento y esperó a que Sousuke lo siguiera.
—Ni una palabra de esto a nadie.
—No hace falta palabras, en serio —Sousuke esbozó otra sonrisa y Rin puso los ojos en blanco—. ¡De verdad! Si hasta te puedo aconsejar si deseas echarte novio.
—¿Y qué me podrías decir tú?
—Que pruebes con los chicos altos, morenos y de ojos azules.
—Haruka no es alto —masculló Rin y estaba tan desesperado por huir de aquella conversación que no percibió el breve silencio de Sousuke.
—Haruka es alto para la media —siguió Sousuke, y le colocó una mano en la cabeza solo para que Rin se la retirara sin delicadeza—. ¿Qué planeas hacer ahora que arruiné tu cita?
—Vagar por ahí —dijo Rin.
Al salir del café, caminaron juntos un largo rato. Rin comenzó a hablar de temas diversos, dejando atrás el incidente con aquel chico, y Sousuke escuchó, tan pensativo que al final fue Rin quien casi le sacó a rastras las palabras de la boca.
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