Disclaimer: Harry Potter es propiedad de J.K.R.


Bueno, aquí tenemos el último capítulo del fic: "De animagos y almas"... o como yo quería llamarlo, "Donde unos niños raros se convierten en unos putos bichos, y Albus Potter empieza a divagar por culpa de su bocadillo".


Anteriormente, en Conociendo el futuro 2. La cámara de los secretos: (Por favor, ponerle la voz de un narrador guay.)

-Es hora de tu primera clase para ser animago.


Harry se quedó mirando a su padre, aún con su mirada made in basilisc en su somnoliento rostro.

-¿Qué? -susurró Harry, que no parecía estar muy por la labor. James rodó los ojos.

-Que nosotros, es decir, Sirius, Remus y yo, os vamos a enseñar a vosotros, tú, Will y Emily, a ser animagos... a escondidas de vuestras madres -explicó James-. Así que, vamos, levanta de la cama y a aprender a ser animago a las espaldas de tu madre.

-No suena muy emocionante -apuntó Harry.

-¡Tonterías! -exclamó James, cogiendo a su hijo de la cama, y llevándoselo de la habitación.

En la sala principal, también conocida como sala de la lectura, Remus y Sirius aguardaban a que llegasen.

-¿Dónde están Will y Emily? -preguntó Harry, confundido.

-Will a ido a tratar de despertar a Emily -respondió Sirius.

-Tratar es la palabra correcta -gruñó Will, detrás de Harry. El chico llevaba a su hermana, casi arrastrándola, mientras que Emily tenía más pinta de estar dormida que despierta.

Remus carraspeó, adoptando una pose más seria.

-¡Profesor Lunático! -exclamaron James y Sirius, entre risas.

-¡Callaos! -ordenó Remus-. Muy bien. Estáis aquí, por que os vamos a enseñar a convertiros en animagos...

-¡Guay! -exclamo Will.

-¿Qué? -preguntó Emily, despertando de golpe.

-Eso mismo -dijo Sirius-. Vais a recibir clases sobre como convertiros en animales.

-Como nosotros -añadió James, convirtiéndose en un ciervo, mientras Sirius se convertía en un perro.

-Para ser animagos, tenéis que tener en cuenta una cosa -comenzó a explicar Remus-. Lo primero que hay que tener en cuenta, cuando vais a ser animagos, es que se trata de magia de muy avanzado nivel de transfiguración. En otras palabras, tardaréis meses, sino años, en poder dominarla a la perfección. Segundo, es que la animagia se emplea con el uso de la magia no verbal y sin varita, motivo por el cual se tarda tanto en aprender a usarla... ¿Me seguís?

-Sí -respondieron los tres chicos, con cara de: "No hemos entendido nada."

Remus suspiró.

-Pues vamos bien -murmuró el licántropo-. Da igual. La segunda cosa que debéis de entender, es que, en el momento en que os transformáis, vuestra mente se divide en dos. Por un lado, sois vosotros mismos, pero por el otro, sois el animal. Tenéis que tener una perfecta harmonia entre ambas mentes, aunque, en ocasiones, tenéis que dejar que sea la mente del animal, que os domine.

Remus hizo una pausa, mirando a sus amigos. El ciervo y el perro asintieron.

-De acuerdo. El hechizo en cuestión es animagus transform. Esto tendréis que repetirlo en vuestra mente, siempre que os vayáis a transformar. Una última cosa, y es que no podéis elegir vuestra forma de animago, esta se viene sola -Remus dio la espalda a los tres chicos, que habían cerrado los ojos-. Como ya dije, es imposible que os transforméis, hasta pasado unos años, porque...

Un ruido detrás suyo, lo hizo voltearse. En lugar de los tres chicos, se hallaban tres animales distintos. Donde estaba Harry, ahora había un halcón; donde Will,un tigre; y donde Emily, un chacal. Abrió la boca, en estado de shock.

-Creo que nos han superado -murmuraron Sirius y James, volviendo a su aspecto original.


Sala del futuro

-Es que no lo entiendo -murmuró Rose, sacudiendo la cabeza. Scorpius le acarició el brazo.

-Yo tampoco -asintió Lyra-. Al, cielo. Creía que la forma de animago de tu padre sería un ciervo.

-Creo que Rosie no hablaba de eso, Ly -masculló Scorpius.

-Los patronus y los animagos son conceptos distintos, Lyra -susurró Albus, que estaba mirando una esfera fijamente-. Los patronus son una representación, con la cual nos sentimos seguros, como el ciervo de mi padre. En cambio, la forma de animago es la representación del alma. Eso quiere decir, que un animago, cuando se transforma en un animal, crea una especie de vinculo profundo con su propia alma, convirtiéndose en una copia de ella.

-Yo me refería al hecho de que puedan convertirse en animagos, en su primer intento -replicó Rose. Albus suspiró, mirando a su prima.

-Es más difícil de explicar -comenzó a explicar Albus-. Supongamos que esto es el Universo A, o UA para abreviar. Bueno, trajimos a mis abuelos, desde el pasado al presente del UA (se entiende a donde están los libros.) Al hacerlo, creamos una línea del tiempo paralela, donde acabaron con Voldemort antes de su primera caída, podemos decirle Universo B, o UB. De ese UB, se abrió una especie de túnel espacio-temporal, donde Holly Potter, Regulus Black, Elizabeth Longbottom y Jacob Snape fueron a parar al UA -Albus hizo una pausa para tomar aire-. Sin embargo, al producirse eso, se abrieron nuevos túneles a otros universos, que afectan, de algún modo, al UA.

-¿De que forma? -preguntó Scorpius.

-Cómo decirlo -murmuró Albus-. Supongamos que hay un millón de Scorpius (que horror), repartidos equitativamente entre millones de universos paralelos, de manera que hay un Scorpius por universo. Entre dos de esos universos, se crea un vinculo, afectando al resto de universos. Todos estos universos, quedan conectados de una manera en particular, que hace que la energía de todos los Scorpius, vaya fluyendo por todos esos universos, consiguiendo que todos los Scorpius se hagan más poderosos.

-Vamos, como generadores de energía -susurró Lyra.

-Exactamente -sonrió Albus, besando a su novia.


Sala de la lectura

-Creía que nos costaría años dominar todo esto -comentó Will, tras recuperar su aspecto normal.

-Yo... yo... -tartamudeó Remus.

-Son los mejores -decían James y Sirius a la vez.

Harry y Emily no decían nada. Ambos se contemplaban sus cuerpos, pensando en lo raro que era pensar, en que hacia solo un par de minutos, eran animales salvajes.

-Pero es que es imposible -protestaba Remus, en voz baja-. Es imposible que se puedan convertir tan pronto.

-Pues no lo es, al parecer -apuntó James, mirando el reloj, para luego mirar a los más jóvenes-. Ir a la cama. Mañana será otro día, y podremos hablar con más calma.

Los tres chicos se fueron a sus respectivos dormitorios, comentando sus transformaciones. En cuanto se hubieron ido, los tres hombres se miraron de reojo.

-Esto es malo, ¿verdad? -susurró Sirius para él.

-Demasiado -expresó Remus-. Deben de tener demasiada magia dentro de ellos. A este paso, conseguirán sobrecargar sus cuerpos...

-Creí que eso solo les ocurría a los niños pequeños -dijo James, algo preocupado-. Por eso los estallidos de magia accidental.

-Yo también -suspiró el licántropo-. Pero ya hemos visto que Harry no es normal. Y mucho me temo, que ni Will ni Emily se salvan... Y no sabría decir sobre Holly y Regulus. Mejor vamos a la cama, y ya mañana hablamos con Dumbledore.

Así, los tres hombres, los tres amigos, se fueron a sus respectivos dormitorios, dando así, por concluida esa conversación... por ahora.


Hola gente,

vigésimo tercer capítulo y último del fic.

Capítulo corto, pero es para cerrar esta parte del fic. Entre mañana y el jueves, planeo empezar la tercera parte, en la cual tendremos algunos enfrentamientos entre los Neomortifagos y nuestros héroes, y nos adentraremos algo más en la vida de los gemelos Black en Nueva York.

Bueno, espero que os haya gustado.

Se despide,

Grytherin18.