Fairy Tail no me pertenece, si asi lo fuera Levy no se quedaría fuera de todo y Lucy tendría un 94% menos de time screen. Es de Hiro Mashima c:

Capítulo 11

-¿Quién?

Preguntó Gajeel con incredulidad. Levy contemplaba lo que parecía una mancha muy interesante en la losa del suelo.

-¿Qué demonios hace esa perra aquí?

-¡Shh Gajeel! Te pueden oír.

Levy comenzó a caminar a paso lentísimo.

-Enana, ¿Qué pretendes?

Sonaba molesto, pero solo lo hacía para ocultar su preocupación. Y Levy lo sabía.

-No hará nada. No frente a mi padre.

Lo tranquilizó. El moreno se resignó soltando un bufido y sentándose de vuelta en la cama de Levy.

Ella caminó fuera de su habitación, bajó por la escalera hasta la entrada, donde la esperaban su padre… y Miko.

Levy no estaba segura de sí, su expresión delataba que deseaba estar en cualquier otro lugar, excepto en el que se encontraba en ese momento. Llegó a paso lento junto a Lucian quien le dedicó una bonita sonrisa. A Levy le dio un vuelco el estómago.

-¡Hola Levy! Nena, venimos a invitarte a que vengas con nosotras a una fiesta en casa de Aka, tiene una piscina y será genial!

La peor actuación que Levy pudo haber presenciado en su vida. O eso le pareció a ella. Porque su padre la miraba con una expresión tan llena de júbilo que tuvo que tomar demasiado aire para seguirle el jueguito a Miko.

-Eh… es que… ya tenía planes.

Miko puso una cara de puchero, de decepción. Tan falsa como su rostro bajo el maquillaje.

-Leevy

Canturreaba su nombre de tal manera que la peli azul tuvo que morderse la lengua para no soltarle sin fin de palabrotas (Gajeel debió haberle pegado algo)

-Hija, ¿Por qué no vas? Seguro Gajeel va a entender. Ve a divertirte.

Oh no. Con papá rogando de esa manera era imposible negarse. Sus neuronas, que funcionaban de maravilla en muchas ocasiones, parecían haber decidido tomarse un descanso en ese momento, Levy no pudo contestar nada coherente y solo suspiró resignada.

-Pff, de acuerdo. Iré por mis cosas.

Miko daba saltitos como niña pequeña (una muy desagradable niña pequeña) mientras Ley subía de nuevo la escalera.

Gajeel la esperaba con obvia impaciencia y en cuanto entró le preguntó.

-¿y? ¿Qué es lo que quiere?

-… iré a una… fiesta.

Gajeel rió.

-¿Qué?

Levy había sacado una bolsa amplia y estaba guardando cosas dentro.

-¡Me oíste bien, cabeza hueca!

Levy gritaba. Al darse cuenta se sonrojó y suspiró. El no tenía la culpa de nada.

-Lo siento, es que… es que…

Recargaba su cabeza en su pequeña mano y movía los ojos de un lado a otro, como buscando las palabras dentro de las páginas de los libros que la rodeaban.

-¿Es que, qué? ¿Qué tienes?

Gajeel se impacientaba más con cada segundo que pasaba. Estaba a punto de salir por la puerta y darle un buen susto a Miko cuando Levy habló.

-No quiero Gajeel, no quiero ir con ellas.

Su mano ahora estaba sobre su boca ahogando sus palabas.

-La fiesta de Aka eh. Pues no vayas.

La mejor respuesta del mundo.

-¡No lo entiendes! Es su plan. Vinieron hasta aquí para que mi padre estuviera presente y no pudiera negarme. Cuando estemos allá quien sabe que cosas harán para humillarme y por el estilo. ¿Y, como sabes que es la fiesta de Aka?

Sus manitas ahora estaban sobre su rostro. Gajeel se le quedó viendo un momento.

-Me invitaron. Y ahora tendré que ir.

Levy retiró abruptamente las manos de su cara y lo miró con los ojos avellana muy abiertos.

-¿Cómo?

Me oíste bien, cabeza hueca!

Imitó el tono que la chica había usado anteriormente, lo cual era sumamente bizarro, considerando que la voz de él era gravísima, cuando la de Levy casi de niña pequeña.

Levy cogió un cojín y se lo lanzó a la cara.

-¡Oye!

Levy rió un poco para luego adoptar una expresión sombría.

-¿De verdad harás eso por mí?

Miraba al suelo. Gajeel dio unos pasos hasta estar frente a ella y le tomó un mechón azul con los dedos.

-Si

Le colocó los cabellos detrás de la oreja. Levy comenzaba a tornarse rosada sin levantar la mirada

-Después del incidente del laboratorio me di cuenta de que no puedes vivir sin mí, así que lo haré.

Y así, toda atmósfera romántica creada en algún momento se esfumó. ¿Romantico? ¿En serio cerebro? Levy le dio un pequeño puñetazo en el brazo y volvió a empacar. Sonriendo. Idiota.

Salió de su habitación dejando a un Gajeel sentado en la cama con una sonrisa de suficiencia. El sonrojo que ella experimentó no pasó desapercibido por el.

Levy llegó frente a Miko, que seguía fingiendo emoción horriblemente. Salieron mientras su padre se despedía de ella y Miko decía algo como "No se preocupe, no saldrá herida", o por el estilo. Subieron a la camioneta de Aka, quien iba en el asiento de conductor, y emprendieron marcha.

Durante el trayecto nadie se dignó a dirigirle la palabra. Solo reían de cosas estúpidas, se pasaban botellas de cerveza y se maquillaban ¿Para qué? Si vamos a una alberca pensó Levy, pero se lo guardó, prefería así. Que la dejarán en paz.

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Gajeel escuchó el característico sonido de un automóvil poniéndose en marcha y decidió que saldría de ahí, hacia su casa y a la fiesta.

Si estaba preocupado no lo demostraba. Sí que lo estaba. Salió de la habitación hacia la entrada de la casa. Lucian estaba aún de cara a la puerta.

Pensaba. Gajeel se preguntó si habría notado la enorme tensión que Levy irradiaba cuando Miko estaba cerca.

Cuando escuchó pasos detrás de él volteó la cabeza y lo miró. El moreno le sostuvo la mirada y Lucian sonrió.

-No me digas que también vas a la fiesta.

Una sonrisilla de medio lado curvó la boca de Gajeel.

-Su hija no me deja opción.

El tono de ambos era juguetón. Pero igualmente ambos ocultaban su incertidumbre en él.

Lucian suspiró. Desvió la mirada y su rostro se tornó increíblemente serio. Miraba al suelo.

-Tu sabes algo que yo no, ¿cierto?

Gajeel abrió los ojos rojos de par en par. Lo tomó por sorpresa, En extremo por sorpresa.

-Yo-

-No me lo digas. –Lo interrumpió- Quisiera que mi hija me lo dijera ella misma.

El moreno no supo que decir. Era una sensación terrible, nada le venía a la cabeza, ni una broma, ni un comentario sarcástico. Nada. Solo lo miró.

-Deberías irte ya. No querrás hacer esperar a alguien.

Gajeel asintió y retomó su camino. Cuando apenas pasó a Lucian este lo tomó suavemente del brazo. Aun miraba hacia abajo.

-Cuídala, ¿sí?

Lo examinó un poco y sonrió.

-Delo por hecho.

Y salió de la casa.

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La fiesta resultó ser en una especie de granja a una media hora de la ciudad, tiempo durante el cual Levy se había dedicado a leer un libro que había echado junto con sus cosas tratando de ignorar las voces de sus demás acompañantes.

El lugar consistía en un espacio al aire libre con una piscina de mediano tamaño y junto a ella una más pequeña, que, supuso Levy, era un jacuzzi. Había una pista de baile con techo y una pequeña cabaña al fondo. La mayoría del terreno estaba cubierto de pasto verde.

Levy recorría el lugar con la mirada cuando alguien le dio un empujoncito, sacándola de su trance.

-Deberías cambiarte pitufa, allá está el vestidor.

Era Aka. No parecía tan desalmada como Miko, pero aun asi había cierto aire de superioridad en sus expresiones.

Aka tenía el cabello rojo hasta la cintura, piel muy blanca y ojos marrones. Era bonita.

Levy contemplaba de manera acongojada la piscina. Aka lo vió.

-¿Qué? ¿No sabes nadar?

La miraba agachando la cabeza de lado para quedar a su altura. Era media cabeza más alta que Levy.

-Eh ¿Es profunda?

Trató de sonar lo menos nerviosa posible. El agua no era algo que le gustase demasiado.

-Un metro sesenta. Pero tranquila, no tienes que meterte si no quieres.

La voz de Aka era ridículamente aguda, casi parecía fingida. A pesar de la amabilidad de las palabras Levy percibió cierta burla en ellas. Decidió ignorarlo. Asintió, le dio las gracias y fue a los vestidores, como le había dicho.

Inconscientemente se encontraba en postura defensiva. Muchas dudas rondaban su cabeza. ¿Qué demonios hacía ahí? ¿Cómo habían hecho para conseguir su dirección? Aunado a eso estaban Gajeel y sus gestos espontáneos. Como lo del cabello. ¿Qué había sido eso? ¿Qué habría significado para él? No sabía siquiera qué significada para ella.

Estaba cambiada. Se miró un momento en el espejo que había sobre el lavabo y salió al exterior, preparándose psicológicamente para cualquier cosa que pudiera pasarle.

No se dio cuenta de que, desde las sombras de los vestidores alguien la observaba.

Al verla salir Miko sonrió con aire de superioridad.

DUN DUN DUUUUN.

Hola! Me parece que si fue una semana ¿verdad? ¿verdad? T_T Ha sido una semana apretada pero lo he logrado! Muchas gracias por sus reviews, favoritos y follows, me emocionan tanto! :3.

Digamos que hoy no tengo mucho que decir :l asi que…

Deja review si no quieres que le pase nada a Levy!

Sayonara c: