Nota Importante:
Intriga una historia que será una versión libre de una novela que ya existe; sin embargo, pretendo que vaya mas allá de ser sólo una simple adaptación, no obstante, honor a quien honor merece, porque me auxiliará en diversas cuestiones de este proyecto. Se desarrolla en un Universo Alterno al de Sailor Moon y Sailor Universe: La Batalla Final.
Quiero dejar en claro como nota muy importante lo siguiente:
"Intriga" es un proyecto independiente que aunque goce con los mismos personajes que *Sailor Universe: "La Batalle Final"* y algunas características más de esta historia, NO TIENE NINGUNA RELACIÓN CON SUBF, es decir, independientemente de lo que suceda entre los personajes en ambas historias, son universos totalmente independientes, una historia es muy diferente a la otra y lo notarán en los roles que tendrán los personajes en el nuevo proyecto. Así que, lo que suceda en una historia será un hecho aislado de la otra. No se vayan a confundir.
Sin más, les mando un abrazo y espero que les guste.
Con cariño su amiga.
(***Serekino Kaoru***)
"Intrigante cual los misterios del universo
como las estrellas que no conocemos,
misteriosas, perdidas en el océano del cielo
sorpresivo cual meteorito que cae al suelo,
sin aviso y sin objetivo certero."
MOCLA
CCCCC
-1-
Ichi:
El Secreto del Dolor.
CCCCC
(24 años antes)
Shibuya, Tokyo.
30 de Junio de 1989.
Era casi media noche. A bordo de un Mercedes Benz 560 SEC blanco, un joven matrimonio se dirigía a toda velocidad por las calles de la gran ciudad.
Un apuesto hombre trajeado de cabellos y ojos oscuros, manejaba su deportivo totalmente angustiado por la hermosa joven de largos cabellos platinados arreglados en un curioso peinado de coletas y que lo acompañaba en el asiento del copiloto. Y quien se quejaba constantemente de un gran dolor en su vientre producto de las grandes y ya frecuentes contracciones que sentía. Evidentemente, su pequeño retoño, quería llegar al mundo de un momento a otro.
-Cariño, tranquila ya vamos a llegar al Hospital Central…-
-Es que estoy muy nerviosa, no era tiempo aún… El bebé se adelantó casi un mes amor…- La joven no dejaba de respirar agitadamente y en su rostro se hacían visibles gestos de dolor a cada segundo.-
-Si amor, pero eso suele suceder…-
-¡Ay!...-
-Tranquila, todo saldrá bien ya lo verás…-
En un minuto, el automóvil entraba a la zona de urgencias, donde se detuvo. Shinji Hirayama, un importante banquero del país, bajó de su deportivo a toda prisa y se dirigió a la entrada del hospital para pedir desde el marco de la puerta, ayuda para su joven esposa Serenity, quien estaba por dar a luz. Seguido de un par de enfermeros con una silla de ruedas, Shinji ayudó a su esposa a bajar del auto y a sentarse para que el equipo médico que ya los esperaba dentro del área de urgencias pudiera atender a la joven y futura mamá.
-Todo saldrá bien mi amor… Respira…-
-Si… Avísale a mi mamá por favor…-
-Claro cariño…-
-Señor, hasta aquí puede pasar.- Le indicó una enfermera.- El doctor va a atender a la señora, por favor espere en la sala. Y sin más los enfermeros entraron junto a Serenity al quirófano. Shinji se acercó a los teléfonos públicos, insertó un par de monedas y marcó un número telefónico.
CCCCC
Nakano, Tokyo. 1989.
-¿Hola?... ¡Shinji!... ¡Qué bueno que llamas!... Tengo algo urgente que decirte…- El banquero frunció su mirada al escuchar el tono de alarma de su amigo.-
-¿Qué sucede Artemis?-
-Rei se comunicó conmigo… Estoy a punto de salir hacia su departamento, me acaba de llamar para decirme que está en trabajo de parto…-
-¡¿Qué!?-
-Me llamó a mí porque no te encontró en tu casa… Pero ahora que lo sabes, creo que lo mejor es que vengas…-
-No… No puedo… De hecho, te llamaba porque Serenity está… Lo siento amigo, pero… Necesito de tu apoyo…- El hombre de cabellos platinados y ojos azul celeste movió su cabeza negativamente y suspiró con resignación.-
-Está bien Shinji, yo la llevaré al hospital…-
-Gracias Artemis, estoy en deuda…-
-No me lo agradezcas… Pero hablaremos seriamente después.- Y con molestia terminó la llamada y salió de su departamento hecho una furia.
CCCCC
Shibuya.
Hospital Central. Quirófano.
La joven de largos cabellos platinados se encontraba haciendo su mayor esfuerzo para dar a luz a su bebé a pesar del dolor y su cansancio, la esperanza de que su retoño naciera sano era lo único que la hacía continuar esforzándose.
-¿Está bien mi bebé doctor?- Con gran esfuerzo se incorporó un poco para mirar al doctor que la atendía y preguntar por lo que sucedía.-
-Tenemos problemas señora Hirayama, su bebé está sentado y no está en una posición adecuada…- El doctor se dirigió a una de las enfermeras.- Tendremos que hacer cesárea.-
-Haga lo que sea doctor, pero por favor, que mi hijo este a salvo….- De pronto volvió a sentir una gran contracción que la hizo de nuevo apoyarse en su espalda y emitir un grito de dolor que no pudo contener.
Una hora después…
El llanto de un bebé rompió con el silencio estresante de la habitación. El doctor con sumo cuidado y después de limpiarlo un poco lo acercó al pecho de su joven madre.
-Felicidades Señora Hirayama… Es usted madre de una niña preciosa…- Le mencionó con una gran sonrisa.
Serenity recibió en sus brazos a una hermosa niña de grandes ojos azul cielo y un corto mechón rubio en su frente que no dejaba de llorar con todas sus fuerzas, lo que la hizo llorar también de alegría al ver lo parecida que era a ella, nada más con verla a los ojos se podían observar que los genes Tsukino habían ganado la batalla frente a los genes de su padre.
-Mi pequeña nena… ¡Eres hermosa!... –
CCCCC
Hospital Central. Sala de Espera.
-¿El señor Hirayama?-
-Soy yo doctor…- Comentó el pelinegro poniéndose de pie como resorte y acercándose al doctor.- ¿Cómo están mi esposa y mi bebé?-
-Están perfectamente bien señor Hirayama, tue que hacer una cesárea pero todo está bien… ¡Muchas felicidades, es padre de una hermosa niña!- Los ojos del nuevo papá se cristalizaron y solo atinó a sonreír y abrazar al doctor por impulso y la dicha que sentía en su corazón.
-Gracias doctor… ¿Puedo verlas?-
-Claro que sí, acompáñeme…-
CCCCC
Más Tarde….
Hospital Central. Habitación 301.
El doctor abrió la puerta de la habitación asignada a los Hirayama y dejó pasar a Shinji. Serenity observó con una gran sonrisa en sus ojos como su amado esposo entraba a la habitación con lágrimas en los ojos producto de la gran emoción que ambos sentían.
-Mi amor…- Le llamó con gran ternura.- Ven, acércate…- El joven se acercó con algo de nerviosismo a la cama donde yacían su esposa e hija.- Mira a nuestra bebé… Es nuestra hermosa hija mi amor…- Serenity la alzó un poco y descubrió un poco el rostro de la pequeña para que Shinji pudiera conocerla. Él se asomó con curiosidad y fue entonces cuando la bebé abrió sus ojos, mirando a su apuesto padre con mucha atención.- Mira sus ojitos…- Shinji dejó escapar un sollozo de emoción y un par de lágrimas por sus mejillas.- Y lo mejor de todo… Es que está bien…-
-Y es… Tan hermosa como tu cariño… Es idéntica a ti…- Shinji acercó su rostro al de su esposa y la besó con mucho amor por un corto momento ya que la pequeña comenzó a moverse para llamar la atención de sus padres, lo cual hizo reír a ambos.-
-Estoy tan feliz amor… Te tengo a ti y nuestra pequeña a mi lado… No le puedo pedir más a la vida… Te amo Shinji…-
-Yo también las amo cariño… Son todo para mí…- Y fue entonces cuando la pequeña comenzó a llorar haciendo evidente que era poseedora de unos potentes pulmones.-
-Señor Hirayama, lo lamento pero su esposa debe descansar, y también la pequeña.-
-Está bien doctor…- Observó a su esposa con infinito amor.- Vendré después, el doctor tiene razón, debes descansar.- Beso a su esposa en sus labios y a su hija en la frente.- Las amo…-
-Y nosotras a ti… Dile adiós a papi nena…- La pequeña continuó llorando lo que hizo reír a sus padres.
CCCCC
Hospital Central. Sala de Espera.
-¿Artemis?- El aludido volteó hacia su derecha para mirar a quien le llamaba.- ¿Qué haces aquí?- El ojiazul se acercó a Shinji mientras a éste último se le borraba la sonrisa del rostro.- ¿Por qué trajiste a Rei aquí y no la llevaste al hospital de Nakano?- Cuestionó confundido.
-Porque ella no quiso atenderse allá, dijo que su doctor estaba aquí y que ya tenía todo arreglado.- Artemis le miró con enfado.- Hicimos más de una hora de camino… ¡Pensé que el bebé nacería en el coche!- Shinji se lleó su mano izquierda a su frente.
-No, no, no…. Esto no puede estar pasando…-
-Shinji… Si no sabías que Rei iba a dar a luz en este hospital, ¿Qué haces aquí?- El banquero miró a su amigo con angustia.-
-A Serenity se le adelantó el parto, mi hija acaba de nacer…-
-¿Qué?... No puede ser… ¿Quién te iba a decir que la hija de tu esposa y la de tu amante nacerían el mismo día y en el mismo lugar?...- Shinji solo bajó el rostro con tristeza y angustia mientras Artemis le miraba con enfado.
CCCCC
Hospital Central. Habitación 331.
-Señora Nishi… Aquí está su linda bebé…- La doctora amablemente colocó en los brazos de una hermosa joven de largos cabellos y ojos dorados una pequeña bebé envuelta en una linda cobijita rosa antes de marcharse. La rubia miró con una gran sonrisa a la pequeña de ojos y cabellos oscuros que le miraba fijamente y con curiosidad. En ese momento, un apuesto joven entró a la habitación.
-¡Shinji!... – La rubia le miró con una gran sonrisa.- Me alegra que Artemis te haya avisado por mi… Sabía que no me ibas a dejar sola en el nacimiento de tu primera hija.- El joven se quedó estático a la mitad de la habitación.- Ven…- La rubia le tendió su mano izquierda…- Ven conócela…- Shinji en silencio tomó su mano y se acercó a ellas.- Es idéntica a ti… Tiene tus mismos ojos, mírala…- En ese momento la pequeña miró a su padre fijamente y Shinji observo cada una de sus facciones, confirmando lo que la rubia le había dicho, la pequeña bebé, era un vivo retrato suyo.
CCCCC
Shibuya. Mansión Hirayama.
Dos días después.
-¡Hola mi amor!... Soy tu abuela Ikuko, ¿ya me reconoces verdad? – La pequeña bebé le sonreía con gran entusiasmo a la mujer de largos cabellos azules.- No solo tienes los ojos y la sonrisa de tu madre, también el mismo color dorado de los cabellos de tu abuelo Kenji princesa, eres toda una Tsukino.- La bebé rió con gran alegría.-
-Mamá, ella también se parece mucho a su padre…- Comentó Serenity quien yacía recostada en su cama, Shinji se acercó a ella para besar su frente.
-Si, pero Mamá Ikuko tiene razón, se parece más a ti que a mí… Si no fueran por el color de cabello que heredó de tu padre, sería una reproducción a escala de ti cariño.-
-Exageran…- Ikuko se acercó a Shinji.-
-Tus papás quieren que estés con ellos asi que… Ve mi pequeña princesa…- Shinji tomó en brazos a la pequeña y después de besar su frente la pudo en brazos de su esposa y después se sentó a su lado.
-Te amo Serenity… Quisiera que este momento durara para siempre…-
-¡Ah pues en este momento voy por la cámara fotográfica para hacer precisamente eso, guardar, este momento para siempre, espérenme…- Ikuko salió con una sonrisa de la habitación.-
-Mi amor, júrame que nunca vas a dejar de amarme como yo te amo a ti…-
-Amor ¿Cómo puedes pensar que voy a dejar de amarte? Si eres el mejor hombre del mundo…- Shinji bajó el rostro con vergüenza mientras Serenity acomodaba a su bebe en su regazo con una gran sonrisa.- Tú y esta princesa hermosa son el mejor regalo que me ha dado la vida.- Shinji la miró a los ojos.-
-A veces creo que no te merezco mi amor…- Serenity frunció su frente y le miró con ternura.
-¿Qué te pasa Shinji? Se supone que la depresión post-parto nos da a las mamás no a los papás.- Bromeó, el joven sonrió.
-No, no estoy deprimido. Pero me preocupa que a ti y a Serenity les pase algo, las puedan lastimar… Que alguien les pueda hacer daño.-
-A tu lado nada nos puede pasar mi amor, contigo estamos seguras y felices, ¿verdad princesa?-
-Cariño, ¿Y si nos fuéramos lejos?... No sé a vivir a otro país… A Londres por ejemplo…- Serenity le miró fijamente con algo de confusión.
-Shinji, ¿Qué te pasa? Tú no eres así…- El pelinegro respiró hondo y disimuló su nerviosismo, mientras que a lo lejos se escuchaba el sonido del teléfono.
-Tienes razón, es que… A veces quisiera encerrarlas a Serenity y a ti en una burbuja y protegerlas, asegurarme de que nada les pasará…-
-Shinji…- Ikuko entró a la habitación con la cámara fotográfica y un teléfono inalámbrico en mano.- Te hablan por teléfono, es del Banco, dicen que es urgente.-
-Gracias Mamá Ikuko.- El joven tomó el teléfono.- Pero primero tómeme una foto con mis dos amores.- Ikuko y Serenity rieron mientras él dejaba el teléfono aún lado y se sentaba junto a su esposa quien le sonreía con infinito amor a su hija. Shinji le ayudó a incorporarse un poco para poder abrazarla.-
-¡Listo!... Ten cuidado hijo, no vayas a lastimar a Serenity…- Comentó mientras Shinji ayudaba a su esposa a recortar su espalda en las almohadas, con mucho cuidado por la herida de su vientre. Shinji besó la frente de su esposa antes de tomar el teléfono y ponerse de pie, Ikuko comenzó a tomarle fotos a su hija con su nieta en brazos.-
-¿Hola?...-
-Shinji… ¡Quedaste de venir a vernos a tu hija y a mí!...- El banquero se acercó al otro extremo opuesto de su habitación para hablar con más discreción.-
-Si pero, tengo complicada la mañana…- Respondió incómodo y con frialdad.- Dígale al Licenciado que me disculpe y que yo le llamo más tarde…-
-¡Te quiero aquí ahora mismo Shinji!... Ya escuché que te estás tomando fotos con tus dos amores ¿no?, ¡Aquí tienes otros amores!- El pelinegro escucho claramente el llanto de un bebé del otro lado de la línea.
-En este momento estoy con mi esposa y mi hija y no puedo atender a nadie…-
-Vas a tener que hacerlo, porque aquí está tu otra hija y te necesita… Y si no vienes, te vas a arrepentir Shinji… ¡Tu familia lo va a pagar muy caro, de eso yo me encargaré! ¡Te lo juro! – Shinji respiró profundamente y frunció su mirada antes de terminar la llamada.
CCCCC
Nakano. Penthouse Nishi.
Horas más tarde.
-¡Mi amor, que bueno que viniste!- La rubia se lanzó a los brazos del recién llegado.
-Rei…- El pelinegro le impidió a la joven que lo abrazara. Ella le miró confundida pero sonrió mientras se alejaba de él y se dirigía a la sala. Shinji cerró la puerta de la entrada del lujoso departamento.- Ven, vamos a brindar…-
-Rei, tenemos que hablar…- Shinji se acercó a ella con suma seriedad. La rubia le miró con enfado y endureció el timbre de su voz.-
-Si… ¡Claro que tenemos que hablar!... De nuestra situación y de tu hija… Saori.-
-¿Le pusiste Saori a la niña?...- Cuestionó perplejo.
-Sí… Saori… Como SU abuela… Para que nunca se te olvide que tienes una hija que lleva el nombre de TU madre y TU sangre….- Shinji pasó su mano derecha por sus cabellos oscuros.-
-Me duele tanto esta situación Rei…-
-No más que a mí… Créeme.- Comentó la rubia con ironía.- Pensé que al menos sería la madre de tu primer hijo pero no contaba que tu mujercita se me iba a adelantar…- Terminó de decir con algo de dolor en su voz.- ¡Pobre de mi hija! Ya está en desventaja por ser hija ilegítima…-
-Rei, por desgracia no puedo cambiar el pasado, no me gusta tener una hija en estas condiciones… ¡Me odio a mí mismo por esto!- La joven llevo sus manos a su rostro y respiró profundo en un intento de calmarse.- ¡Pero el hecho es que tengo una esposa y una hija y no puedo estar contigo como tú quieres!-
-¡Yo llegué a tu vida antes que ella! ¡A la que traicionaste fue a mí! Te largaste de vacaciones y regresaste casado con otra mujer y yo…-
-No, no, no… ¡Nunca te mentí! Siempre supiste que no te amaba…- La rubia comenzó a llorar.- Entre nosotros no había ningún compromiso… -
-Pero ahora tengo una hija tuya y eso te ata a mí para siempre…-
-Rei, entiéndelo…. Cometimos un error al concebir a esa niña, no fue un embarazo planeado ni producto del amor…- Rei caminó con furia frente a él.
-No… No se te ocurra llamarle error a nuestra hija, eso no…- Se detuvo frente a él- Y no hables por mi… Yo te amo… Como nadie te va a amar… Asi que…- Secó sus lágrimas y se acercó a Shinji, puso sus manos en su pecho y comenzó a acariciarlo.- Deja a Serenity… Y comienza una nueva vida a mi lado ¿si?... Conmigo, con la niña…- Shinji tomó las manos de la joven y las alejó de si.
-Lo siento Rei, pero eso no puede ser…- La joven le miró con enfado.- Tu y yo fuimos unos irresponsables y no podemos ya dar marcha atrás, tenemos que solucionar esto lo antes posible.- Rei se soltó de su agarre.
-¿Y cuál es tu solución? ¡¿Cuál Shinji?! ¿Deshacerte de mí y de la niña? ¿Y que tu mujer no se entere que tienes una amante y otra hija?-
-¡Rei tranquilízate!... Lo que te propongo es que te vayas a vivir fuera del país…-
-Pero por supuesto que no… Mi lugar es aquí, a lado del padre de mi hija, del hombre al que amo…- Le enfrentó.- Así que no hagas que odie amarte Shinji, no lo hagas…-
-Y tú no hagas que odie el haberte conocido.- Le dijo con enfado.
CCCCC
Shibuya. Mansión Hirayama.
-Tengo que aceptar que tal vez me equivoqué con Shinji hija… Después de ver cómo te cuida y como adora a la princesa, debo aceptar que no esperé que se comportara así…-
-Siempre te lo dije mama y nunca me quisiste creer, Shinji es un buen hombre y me ama… No querías que nos casáramos y míranos ahora, tenemos una hermosa familia…-
-Si hija, pero también entiéndenos, todo fue muy precipitado, no sabíamos nada de él y eso nos aterró a tu padre y a mí.-
-Lo nuestro fue amor a primera vista mamá, desde que lo vi, supe que era el hombre de mi vida…- La bebé jaló un mechón de cabello de su madre para llamar su atención, y ésta le miró con amor mientras le sonreía ampliamente. Ikuko sonrió también y se sentó en el borde de la cama a lado de su hija.
-Te entiendo, porque a tu difunto padre y a mí nos pasó lo mismo. Y ahora estoy segura de que Shinji y tú serán tan felices… Como lo fuimos Kenji y yo.-
-Soy inmensamente feliz mamá. Y con la llegada de mi princesa lo soy aún más. Esta preciosura nos vino a dar a Shinji y a mí el mejor regalo para una pareja que se ama tanto.- Beso la frente de su bebé mientras Ikuko les miraba con una gran sonrisa.
CCCCC
Nakano. Penthouse Nishi.
Shinji miraba con frustración hacia la ciudad a través de la ventana del departamento, hasta que los pasos de la rubia acercándose a él, robaron su atención. Volteó hacia ella y la vio con su hija en brazos.
-Anda, díselo a ella… Dile a Saori que no la quieres y que la vas a abandonar… ¡Díselo!- Shinji miró asombrado la furia en la mirada de la joven y como se acercaba a él con la bebé en brazos.
-Rei…- Alzó sus manos para evitar que se acercara a él.- Dejemos de pelear y acepta mi propuesta, te juro que no les faltará nada. Te daré una mensualidad muy cómoda para ello e iré a ver a Saori todas las veces que pueda hacerlo.
-No, lo que tú quieres es olvidarte de nosotras y la mejor solución para eso es mandarnos fuera del país para no vernos nunca más.
-Te doy mi palabra…-
-¡Tú no tienes palabra! Y que te quede clara una cosa, si tratas de deshacerte de tu hija y de mí, tu amada esposita se va a enterar de todo…- Shinji se alarmó.
-No me chantajees Rei. Voy a reconocer a la niña, le daré mi apellido… Pero las necesito lejos de aquí…-
-Que mi hija lleve tu apellido no resuelve nada fíjate…-
-Si resuelve las cosas porque si lleva mi apellido tendrá los mismos derechos que la hija que tengo con Serenity. Te aseguro que no les faltará nada Rei, por favor.-
-¿Y si algo pasa? ¿Y si algo te pasa? ¿Qué va ser de nosotras?-Shinji paso una vez más sus manos por sus cabellos visiblemente exasperado.
-Además de la mensualidad… Voy a hacer mi testamento, haré un fideicomiso para que mi fortuna se divida en partes iguales entre mis dos hijas.-
-No te creo… Además ese trato no me conviene si mi hija tiene que esperar a que seas un viejo para recibir lo que por derecho le corresponde al ser también una Hirayama.- Shinji respiró profundamente.
-Esa herencia la recibirán cuando cumplan veinticinco años… ¿Esta bien? En ese momento se enterarán de que tienen una herencia y que además tienen una media hermana con los mismos derechos.- Rei le miró con sospecha.- Te doy mi palabra de que así será… Te lo juro… Por favor… Acepta Rei… Es lo que más nos conviene a todos…- Shinji sacó del bolsillo interior de su saco un pequeño sobre amarillo y se lo extendió. La rubia le miró con lágrimas en los ojos y mucho resentimiento.
-Es que eres, tan poco hombre…-
-Créeme que me siento una basura… Te aseguro que no hubiera querido esto ni para ti ni para mi hija. Pero es la única solución que encuentro.- Se acercó a ellas lentamente y miró fijamente a la bebe que también le miraba fijamente y por un momento sintió como si se estuviese viendo en un espejo al mirar sus ojos oscuros. Con su mano libre quiso acariciar el rostro de la pequeña pero la rubia dio dos pasos hacia atrás apartándola de él.
-Vete… Làrgate de aquí…- Shinji le miró con enfado y aventó el sobre aqmarillo en la mesita de centro de la sala, Rei le miró con furia.- ¡Lárgate de aquí Shinji!- El banquero salió del Penthouse dando un portazo. La pequeña bebé comenzó a llorar. Rei miró fijamente el sobre.
CCCCC
Shibuya. Mansión Hirayama.
Más tarde.
Shinji entró a su habitación y al ver a Serenity dormida con la bebé a su lado en su gran cama tamaño King size, cerró la puerta con cuidado tras de sí y se acercó a ellas. Con sorpresa notó que la pequeña estaba despierta y que al notar su presencia le sonrió. Shinji sintió un profundo dolor en su pecho.
-"¿Cómo fui tan estúpido y poner en riesgo nuestra felicidad… Còmo?"-
CCCCC
Shibuya. Banco de Japón.
Al otro día.
-¡Licenciado Hirayama! ¿Me puede firmar estos documentos?-
-Lo siento Yumi, lo olvidé…- Shinji se acercó a su asistente.-
-No se preocupe, para eso estoy, para recordarle todo por mínimo detalle que sea.-
-Gracias Yumi, eres la mejor asistente de todo el Banco.- La joven pelirroja solo sonrió.-
-Que descanse Licenciado y salúdeme mucho a su esposa.-
-Gracias Yumi, de tu parte…- La joven regresó a su lugar y Shinji retomó su camino al ascensor para irse a su mansión. Pero jamás se esperó que justo al salir del edificio se encontraría a cierta persona.- ¿Qué haces aquí Rei?- Cuestionó molesto al ver a la rubia con la bebe en brazos.-
-Me dijiste que te buscara cuando tomara una decisión… Pues ya lo hice… Acepto tu oferta… - Shinji le miró con esperanza en sus ojos y respiró aliviado.
-Gracias… Ya verás que no te vas a arrepentir…- Rei bajó su mirada triste hacia su hija.- ¿Y ya pensaste a dónde quieres ir?-
-No… Todavía no lo sé… Cuando lo sepa te lo haré saber…-
-Esta bien… Gracias por comprender que esto es lo mejor para todos…- La rubia solo lo miró con decepción mientras movía su cabeza en forma negativa.
CCCCC
Shibuya. Banco de Japón.
30 de junio de 1990.
-La princesa tiene una pequeña afección cardiaca al igual que yo… Pero afortunadamente no es nada grave.- Le platicaba a su amigo Artemis mientras Shinji y él entraban a su despacho y tomaban asiento.- Serenity y Mamá Ikuko estaban muy preocupadas pero, si yo he podido vivir perfectamente bien con eso, con una buena supervisión médica, la princesa no tendrá ningún problema.- Shinji leía con cuidado los últimos estudios médicos que le habían hecho a la pequeña Serenity.-
-Así será ya lo verás. .. Oye, y ¿has sabido algo de la hija de Rei?-
-Nada Artemis,..- Shinji dejó los papeles que leía encima de su escritorio y le miró con preocupación.- Y hoy más que nunca me urgía hablar con ella para saber cómo esta mi hija en su primer año de vida. Pero nada, ella cobra su cheque cada mes pero nunca en el mismo lugar, va de un lugar a otro así que me es imposible dar con ella.-
-Esa mujer es muy lista Shinji, así te tiene más al pendiente de ella.-
-Sí, además no sabes lo desgastante que es. Cada vez que estoy con la princesa, recuerdo que también tengo otra hija y que, no sé dónde está…- Shinji recargó su espalda en su silla.- Me duele tanto que esa niña esté pagando por mis errores.-
-Sí, me lo imagino. Los hijos siempre pagan los errores de sus padres…- Shinji se levantó de su silla con un semblante de frustración y se dirigió al ventanal que estaba a su izquierda en su elegante despacho.-
-A veces he querido contarle todo a Serenity, porque este secreto, si me está volviendo loco.- Artemis se acercó a él.
-Tal vez deberías armarte de valor y hacerlo, la verdad siempre sale a la luz y si lo va a saber… Mejor que sea por ti…- Shinji y Artemis se miraron fijamente.
CCCCC
Shibuya. Mansión Hirayama.
Más tarde.
Una pequeñita de cabellos rubios como el oro, ojos azul cielo y sonrisa de ángel, se mantenía en equilibrio sujeta a una pequeña silla de plástico que formaba parte de toda la decoración festiva y alegre del jardín en ese día. Miraba con seriedad sus manitas que agarraban con firmeza el descansabrazos de la silla infantil amarilla a la que estaba sujeta. Sentía que su corazón latía aceleradamente como colibrí pero a pesar de su nerviosismo, se mantenía firme de pie.
Hasta que una linda mariposa roja se posó en su nariz por fracción de segundo llamando su atención y haciéndola sonreír, para luego retomar su camino hacia alguna parte del cielo. La pequeña al verla alejarse se entristeció y decidió seguirla por lo que se soltó de la sillita y dio dos pasos al frente sin apoyarse y tambaleándose un poco en el justo momento en que una hermosa joven de cabellos platinados le miraba sorprendida y corría a su lado.
-¡Mamá ven a ver esto! ¡Serenity ya está caminando, no lo puedo creer!- La joven la tomó de sus manitas y ayudó a la pequeña a seguir dando sus próximos pasos los cuales tenían el propósito de seguir a la mariposa que ya no veía por ningún lado, sin embargo, se encontró con el rostro de una mujer de cabellos azules que le miraba con gran emoción misma que le contagió y la hizo reír con entusiasmo mientras intentaba con la ayuda de su madre, avanzar hacia ella.- Justo hoy que Serenity cumple un añito ya está caminando ¿lo puedes creer?-
-¡Mi pequeña princesa! ¡Qué alegría!- Ikuko al ver a su nieta acercarse se arrodillo y le extendió los brazos mientras que Serenity le soltaba. La pequeña rubia sintió la lejanía de su madre pero no le importó, por el contrario, su sonrisa se amplió y sus pasos tomaron más velocidad, quería llegar a los brazos de su abuela lo antes posible.
-Ve con tu abuela mi amor.- Indicó Serenity. Por respuesta la pequeña rió a carcajadas cuando alcanzó los brazos de su abuela y ésta la abrazó.-
-Tan hermosa mi nieta y tan inteligente, que orgullosa me siento de ti princesa.- La pequeña le abrazó con más fuerza entre risas y mimos.
-Me urge que llegue Shinji para que la vea mamá, ¡No lo va a poder creer!- Exclamaba con emoción la joven.- Es tan arriesgada como él.
-Sí hija tienes razón, pero por todo lo demás, eres tú en pequeño. Ya deberías buscarle un hermanito a la princesa para que no la vayan a malcriar con tantos mimos…-
-Claro que me encantaría tener más hijos pero, primero quiero saber los resultados de los estudios del corazón de Serenity.-
-Todo estará bien hija, el corazón de la princesa puede estar débil ahora, pero nosotros nos encargaremos de hacerla fuerte y sano llenándola de mucho amor.-
-Lo sé… Ven con mami tesoro…- La pequeña miró a su mama y le extendió sus brazos mostrándole una gran sonrisa.
CCCCC
Banco de Japón.
-Necesito hacer esos cambios a mi testamento y quiero hacerlo ya, no quiero posponerlo más…- Shinji esperó la respuesta del otro lado de la línea mientras Artemis entraba a su despacho.- Esta bien, gracias…- Colgó el teléfono.- El Licenciado Iwakita acaba de cancelarme.-
-Es curioso como por una cosa u otra no has podido asentar en el testamento lo que le prometiste a Rei para su hija.-
-Si lo sé… Pero el Lunes lo haré sin falta…- Comentó mientras se levantaba de su silla y se ponía su saco.
-Bueno, Yumi ya se fue y si hoy ya no hay más nada que hacer aquí, ¿Qué te parece si nos vamos a la fiesta de cumpleaños de mi ahijada, eh? Porque no solo a ti te trae loco mi princesa.- Ambos rieron.
-Serenity preparó una gran fiesta. Y si te soy sincero, cuando la escuchaba hablar de los preparativos, no podía dejar de preguntarme, en donde y con quien festejará su primer año de vida mi otra hija…- Artemis le miró con pesar.
CCCCC
Mansión Hirayama.
-¿Hola?... No el señor Hirayama no ésta en este momento en su casa…-
-¿Tardará mucho?... Es que, el licenciado Hirayama quedó muy formal de entregarme la autorización para una hipoteca que solicitó mi jefe y hasta el momento no hemos recibido nada y nos urge tener esos papeles…- La rubia miraba con desdén el teléfono público que tenía frente a ella.
-No, no creo que tarde porque hoy es el cumpleaños de su hija, pero si me deja sus datos con gusto se los doy para que en cuanto llegue se ponga en contacto con usted… ¿Hola?... ¿Hola?...- Mamá Ikuko miró confundida el auricular y finalmente colgó. Dio tres pasos para regresar al jardín cuando el teléfono volvió a sonar.- ¿Hola?... ¡Luna, eres tú!... No, es que hace un momento llamó una clienta de Shinji pero se cortó, dime ¿Cómo estás?... ¡Ay, qué pena que no puedas venir a la fiesta!... Sí, no te preocupes yo le digo, cuídate para que te alivies pronto... Hasta Luego, un beso…-
-¿Pasó algo mamá?-
-Era Luna, que la disculpes porque no podrá venir, está en cama con gripe y no quiere contagiar a la princesa.-
-¡Qué lástima!- Miró a la pequeña en sus brazos que le miraba con curiosidad.- Que pena mi amor, tu madrina no podrá venir a festejarte con nosotros.-
-¡Buenas tardes familia!- Saludó Shinji cerrando la puerta principal tras de sí.- ¿Cómo están mis amores?
-Hola mi amor.-
Shinji se detuvo cerca de su esposa al verla con un hermoso vestido largo en color blanco, strapless. En el pecho tenía un moño de seda con un dije en forma de luna creciente de oro que sabía le había regalado su difunto padre, el prestigiado Psiquiatra Kenji Tsukino, toda una eminencia en el mundo de la Medicina Japonesa.
El hermoso vestido que portaba su esposa era entallado a su joven y bien formado cuerpo, el cual no batallo para recuperar sus curvas después de su embarazo; y las cuales se podían observar muy bien a través de este. Por lo menos hasta sus muslos, en donde comenzaba a volverse un poco más holgado para terminar en una elegante cauda.
-Estás hermosa mi amor.- Se besaron con ternura en los labios por un segundo ya que la pequeña de inmediato llamó la atención de su padre.- Mira quien llegó amor…-
-Ven a mis brazos mi princesa…- La pequeña al sentirse en los brazos de su padre rió a carcajadas, mismas que también lo contagiaron a él.
Shinji pudo observar con ternura el pequeño vestido que su madre había mandado a hacer para el día de hoy y que su nena portaba como una verdadera princesa, en color blanco como el de su madre, corte princesa con manguitas redondas a la altura de sus hombros, con unos aritos dorados con incrustaciones de diminutos cristales y un cintillo de perlitas debajo de ellos. En su cabello, el cual estaba arreglado de la misma forma que el de Serenity, en dos coletas, llevaba también dos pequeños pasadores con tres perlitas. Su hija realmente parecía una princesa.
-Buenas tardes Mama Ikuko, ¿como esta?-
-Bien hijo…- Le respondió con una sonrisa.- ¡Ah! Te acaba de llamar una joven preguntando por unos documentos de una hipoteca pero se cortó la llamada antes de que me dejara sus datos, que pena hijo…-
-No se preocupe, ya volverá a llamar…- Shinji se acercó a ella para darle a la pequeña Serenity.- Vuela con la abuela Princesa- La bebé comenzó a llorar al sentirse lejos de los brazos de su padre.-
-No, mi amor no llores…- Le consoló Ikuko.
-Es que le tengo una sorpresa a mi Reina…- Se acercó a Serenity extendiéndole un fino estuche de joyería.-
-¿Para mí?-
-Claro, eres la Reina de esta casa, de mi vida y de mi corazón Serenity…- Se besaron.- Anda, ábrelo…- La joven obedeció y dentro del estuche encontró un fino y hermoso colgante de oro puro en forma de S con una luna creciente de diamante incrustada en la última curvatura de la letra.- ¿Te gusta?-
-¿Gustarme?... Es hermoso Shinji…- Murmuró totalmente asombrada y con los ojos cristalinos.- El pelinegro le quito el colgante y lo puso en el cuello de su esposa.
-Y este otro…- Le mostró un estuche igual que abrió, para mostrarle que contenía un colgante idéntico al de ella.- Es para la princesa de esta casa…-
-Amor… Esto es demasiado…-
-Nada es demasiado para ustedes cariño. Es para que madre e hija tengan siempre el mismo dije…- Shinji le besó nuevamente y le entregó el colgante.- Pónselo tu…- Serenity le sonrió.-
-Ven princesa…- Se acercó a Mamá Ikuko.- Mira lo que te regalo tu papi… Te queda hermoso tesoro.-
-Son preciosos Shinji…- Comentó Ikuko. Shinji solo le sonrió.
Y así, poco a poco fueron llegando los invitados a la fiesta de la pequeña princesa Hirayama. Su madre le preparó un espectáculo de payasos quienes trajeron, marionetas, juegos y muchos dulces para los niños más grandes también; todos, hijos de los de los Médicos más prestigiados del país, amistades de los Tsukino y de los miembros de la Alta Sociedad Bancaria Japonesa a la cual pertenecía uno de los más distinguidos directivos del Banco de Japón, Shinji Hirayama; quien ajeno a sus amistades y compañeros de trabajo se la pasó jugando y disfrutando dela función de los payasos con su princesa en brazos, como si él también fuera un niño. Serenity junto a Ikuko y Artemis le miraban con una sonrisa y algo sorprendidos por su actitud, no era muy común ver a uno de los Directivos Bancarios más influyentes del país tan despreocupado de su entorno y comportamiento. Era una escena adorable para Serenity observar al hombre que amaba con su princesa de coletas rubias en sus brazos. Se sentía en deuda con la vida por tanta felicidad. Ikuko al ver que a la bebé se le caía un zapato se acercó a ellos para auxiliar a Shinji. Artemis se acercó a Serenity.
-Hoy la princesa de mi ahijada y tú se ven preciosas.-
-Debe ser la felicidad Artemis…- Ambos rieron.
-Voy por la cámara…-
-Está bien, muchas gracias.- Serenity al ver que su madre tomaba a su hija en brazos se acercó a Shinji.- Amor, ¿te parece si continuamos con la fiesta, apagando la velita del pastel?
-Como tú quieras mi amor, todo lo que tú haces me parece perfecto, te amo mi amor…- Y le abrazó para besar sus labios por un segundo mientras su esposa se sonrojaba y le reprendía con la mirada.
-Buenas tardes….- La sonrisa de Shinji se borró de inmediato al escuchar esa voz. Y lentamente se giró para enfrentarse a la dueña de la voz a sus espaldas.
Y ahí estaba ella. Una hermosa joven de largos cabellos dorados y silueta envidiable. Portando un sencillo pero a la vez elegante vestido en color verde claro de escote en V, de finos tirantes dobles, un par de los cuales se deslizaban por debajo de sus delineados hombros. Ligeramente entallado y con una cauda un poco más amplia que la del vestido de Serenity. Su cabello exuberante caía radiante por su espalda. Y entre sus brazos una hermosa niña de largos cabellos negros, ojos oscuros y profundos, piel blanca y labios rosados. Vestía un vestido corte princesa, parecido al de Serenity solo que en color rojo lo que resaltaba la lindura de su piel. La pequeña observaba todo a su alrededor con infinita curiosidad.
Serenity al no ver reaccionar a su esposo, lo cual le extraño, decidió tomar el mando para que quien quiera que fuera la joven, no se sintiera ofendida por la descortesía. Así que con una gran sonrisa y elegantes movimientos se acercó a la rubia quedando entre ésta y su esposo.
-Hola, buenas tardes. Mucho gusto soy Serenity, la esposa de Shinji.- La rubia miró con altivez a Serenity de arriba abajo, incomodando un poco a la anfitriona y después respondió con una fingida sonrisa.
-Y yo soy Rei…-
-Ella es Rei, una vieja amiga que encontré hace unos días…- Interrumpió Shinji acercándose q su mujer y pasando su brazo derecho por su espalda. La rubia le sonrió con burla a Shinji mientras que Serenity miraba con extrañeza el rostro de su esposo.- Y la invité a la fiesta… No sabía si iba a venir por eso no te comenté nada…-
-No te preocupes mi amor, tus amigos son mis amigos también…- Le respondió con una gran sonrisa y de nuevo se dirigió a la recién llegada.-Así que bienvenida Rei…- Serenity bajó su mirada a la pequeña de ojos oscuros que le observaba con cierto sonrojo en las mejillas.- ¡Que linda tu niña! ¿Qué edad tiene?-
-Hoy cumple un año…- Respondió con seriedad mirando a Shinji. Ikuko comenzó a acercarse a ellos con una divertida Serenity en brazos.-
-¿En verdad? ¡Qué casualidad que tu niña y mi hija hayan nacido el mismo día!-
-Si… Qué casualidad…- Ironizó la rubia.- Aunque bueno, yo veo que tu hija lo tiene todo. Tiene un padre…- Serenity frunció un poco su mirada por el tono con el que hablaba la rubia.- Una madre y una posición económica envidiable. En cambio, mi hija y yo no tenemos absolutamente nada porque el padre se desentendió de nosotras.- Shinji tragó saliva mientras que un extraño sentimiento de angustia comenzaba a sentir que nacía en su pecho.
-No… Sabes… Como lo siento Rei…-
-Sí, hay hombres así… Que no asumen sus responsabilidades y abandonan a sus hijos así como si nada.- Shinji la miraba fijamente con mucho rencor.- Pero bueno… Me da mucho gusto estar aquí compartiendo este momento con ustedes…- Sonrió maliciosamente.
-¿Qué te parece si tu hija y mi hija apagan la velita del pastel juntas?- Le ofreció Serenity con una gran sonrisa haciendo que el cuerpo de Shinji se tensara.- Así festejamos a las dos…- Rei amplió su sonrisa…-
-Me encantaría…-
-Mamá hazme un favor, tráeme una velita para la hija de Rei ¿si?-
-Déjame ver si hay otra igual porque….-
-Creo que sí hay… Pero… Sabes que, yo voy…- Miró a su esposo.- No me tardo…- Shinji ni siquiera la miró cuando pasó a su lado para entrar a la casa. Por el contrario, permaneció mirando fijamente a Rei.
Fue entonces cuando las pequeñas Serenity y Saori se miraron la una a la otra con gran curiosidad. Ambas se removieron entre los brazos que las sujetaban para mirarse con más atención. Saori le miraba fijamente y con el ceño fruncido, con algo de recelo. Sin embargo, Serenity al mirar su reacción, no pudo hacer otra cosa más que sonreírle ampliamente lo que sorprendió a Saori que involuntariamente, le devolvió la sonrisa con la misma amplitud y cariño.
-¿Y como se llama tu hija?- Pregunto Ikuko mientras le acariciaba una manita a la pequeña que de inmediato volvió a ponerse seria y se alejó de la mujer de cabellos azules.
-Se llama…-
-Disculpa Mamá Ikuko...- Interrumpió Shinji.- Por favor Rei, acompáñame…- Tomo del brazo a la rubia para que lo siguiera pero ella se resistió.-
-Permíteme un segundo ¿si?- Shinji frunció su mirada. Rei se dirigió hacia Ikuko.- Señora, ¿le puedo encargar a mi hija?-
-Eh… Sí claro…- La rubia acercó a la pequeña a Ikuko quien hizo malabares para sostener con un solo brazo a la inquieta de Serenity y con el otro a Saori, que de no haber sido por el contacto de la manita de Serenity en su brazo hubiera llorado por la lejanía de su mamá. Las niñas se miraron nuevamente y se sonrieron entre sí.
-Ahora regreso hijita, disfruta esta fiesta como si fuera tuya… ¿Está bien?... No me tardo.- Saori solo miró como se alejaba su mamá, pero de nuevo Serenity llamó su atención con una sonrisa a la cual correspondió de nuevo.
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-Dime, Serenity ¿Te gustó tu dije?-
-Me encantó Artemis…-Le respondió mientras buscaba la velita en cuestión entre los cajones de la cocina.
-¿Sabes que Shinji lo diseñó?
-No, no lo sabía. Pero no me extraña, la verdad es que soy muy afortunada al tener a mi lado a un hombre tan bueno, tan tierno, tan detallista y… Que me quiere tanto.- Ambos rieron.- Oye… ¿Crees que sería mal si le pongo una vela distinta a la hija de Rei?- Cuestionó mientras le enseñaba una vela sencilla en color rosa a un Artemis que quedó petrificado al escucharla.- Es que no encuentro otra como la de Serenity.
-¿La hija de Rei?-
-Sí, ella y su hija están aquí, supongo que debes conocerla. Es una amiga de Shinji.-
-Sí, claro que la conozco…- Respondió pensativo.
-Bueno la intención es lo que cuenta ¿no?, le pondré esta aunque no sea igual a la de Serenity….No, sabes que, en la alacena debo tener otra… Déjame ir a buscar…- Se marchó tan sonriente como siempre mientras que Artemis le miraba lleno de preocupación.
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Shinji llevaba a Rei sujetándola del brazo con fuerza, casi arrastrándola por toda la sala, hasta su despacho donde se detuvieron para hablar.
-¡Suéltame!- Rei se soltó de su agarre.
-¡Llevo todo un año buscándote sin encontrarte y se te ocurre presentarte precisamente hoy!-
-¡Sí, precisamente hoy porque mi hija también tiene derecho a pasar su cumpleaños con todos estos lujos y todos estos regalos!- Shinji le hacía ademanes para que bajara la voz sin éxito alguno.
-No, no te creo que estés aquí por eso, con el cheque que cobras cada mes, podrías hacerle a la niña, la fiesta que quisieras. ¿Qué es lo que pretendes viniendo a mi casa y presentándote así frente a mi esposa?-
-¡Que mi hija pase con su padre y con su hermana su primer año de cumpleaños!-
-Shh… ¡Baja la voz!... –
-¡No me calles Shinji!…-
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En el Jardín.
-Mira Artemis, ella es la hija de Rei. Parece que ya se hizo amiga de mi princesa…- Sonrió con ternura al ver como las pequeñas Serenity y Saori jugaban alegres con unas muñecas que les daba Ikuko.
-Y se parecen mucho…- Murmuró, pero Serenity lo escuchó bien por lo que puso más atención en los rostros de las pequeñas y de nueo un sentimiento de angustia invadió su corazón.
-Sí, tienes razón… Tienen facciones muy parecidas, sus gestos son muy parecidos…- Artemis le miro con angustia. Serenity respiró profundamente para tranquilizarse y sonreírle a Artemis de nuevo antes de acercarse a Ikuko.
-Mamá, donde están Shinji y su amiga?-
-Entraron a la casa cielo…-
-Voy a buscarlos…-
-No espera Artemis, yo lo haré… Es que vamos a apagar la vela del pastel y quiero que estemos todos juntos.- Se acercó a su hija.- Ven con mamá mi princesa…-
-Anda hermosa, vaya con su madre…- Ikuko tomó en brazos a Serenity quien agarró la mano izquierda de Saori con firmeza y comenzó a llorar, no quería separarse de ella. La pequeña Saori miró a Serenity con extrañeza y sus ojos se cristalizaron, por lo que también tomó las manitas de su nueva amiga entre las suyas.- Pero no llores princesa, ¿Qué paso?-
-Parece que no quiere separarse de su nueva amiga mama, ven ayúdame con la hija de Rei y acompáñame con Shinji para avisarle.-
.Esta bien…- Ikuko tomó en brazos a Saori y Serenity al ver que la tomaban en brazos dejó de llorar y comenzó a reírse de nuevo contagiando a la pequeña Saori. Artemis les miraba totalmente sorprendido.
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En el Despacho.
-¿Y entonces por qué te escondes? En todo este tiempo, no he tenido noticias tuyas y estaba desesperado por saber de Saori.-
-Precisamente de eso se trataba, de que cumplieras tus promesas, de que nos extrañaras, de que nos valoraras.- Shinji paso sus manos por sus cabellos con desesperación mientras Rei se cruzaba de brazos.- Por cierto, ¿ya está el testamento como acordamos?-
-Si… Si, ya está… Y será mejor que te vayas ahora de esta casa…-
-Está bien ya me voy… Está perfecto, ya me voy…-
En ese preciso instante a espaldas de Shinji, Serenity con su hija en brazos e Ikuko con Saori en los suyos se acercaban al despacho, siendo vistas por Rei.
-Pero antes…. Quiero pedirte que vayas al hotel a festejar el cumpleaños de tu otra hija.- Le pidió con un tono de voz sumamente dulce.
Serenity quedó congelada en la entrada del despacho después de escuchar las palabras de la rubia. Ikuko miró con suma preocupación el estado de shock de su hija. La pequeña Serenity y Saori se miraron fijamente como si percibieran la tensión de la situación.
-¿La hija de Rei, es tuya?- Fueron las únicas palabras entrecortadas que salieron de la garganta de Serenity Hirayama.
Shinji abrió los ojos con sorpresa al escuchar la voz de su esposa. Ikuko miró con sorpresa a su hija. La pequeña Serenity miró a Saori y extendió su mano hacia ella, la pequeña de ojos oscuros tomó con su manita izquierda la mano derecha de Serenity, lo cual fue muy sencillo al estar Ikuko tan cerca de su hija. Shinji volteó lentamente hacia atrás para ver con lágrimas en los ojos la el rostro desencajado de Serenity ante la muy mal simulada mirada de asombro de Rei.
-¿Es tu hija Shinji?... Dime que no es verdad…- Murmuró Serenity.- Dime que no me has engañado… Dímelo Shinji…- El pelinegro solo sostuvo su mirada con sus ojos llenos de lágrimas sin poder articular palabra alguna.
El silencio, fue claro para Serenity Hirayama. Quien dio media vuelta provocando que la pequeña Serenity soltara bruscamente a la pequeña Saori y que ambas niñas se pusieran a llorar con mucho sentimiento. Serenity alzó su vestido y con su hija en brazos caminó lo más rápido que pudo para alejarse de ahí.
-Serenity…. ¡Hija!...- Exclamó Ikuko.
-Por favor, Serenity…. Déjame explicarte…- Shinji salió corriendo atrás de su esposa quien ya había comenzado a subir las escaleras sumbo a su habitación.- Serenity… ¡Por favor!- Shinji y Serenity se perdieron en la planta de arriba del campo visual de Ikuko, por lo que miró fijamente a Rei, quien con una sonrisa cìnica se acercaba a ella.
-Gracias… Por cuidar de mi bebe…- Tomó a una llorosa Saori de los brazos de Ikuko quien al dársela le dirigió una mirada llena de desprecio.-
-Le exijo que abandone esta casa inmediatamente…- Rei con una sonrisa sarcástica le miró de arriba abajo con altivez y se dirigió a la puerta principal de la mansión para retirarse. Saori no dejaba de llorar.
-Siempre supe que eras una mala persona…- Rei se detuvo y se giró para mirar al hombre que sabía le hablaba a ella.- Debí suponer que no te ibas a quedar con los brazos cruzados.
-De mi hija y de mí no se burla nadie, ni siquiera Shinji a pesar del amor que siento por él.-
-Rei… Tú no sabes lo que es el amor, ni siquiera debes sentirlo por tu hija, lo único que amas es el dinero y la posición social.-
-Aunque no lo creas, yo amo a ese hombre y lo quiero para mi. Y se que mi hija es un buen medio para conseguirlo…-
-No te vas a salir con la tuya…- Artemis le miró con desprecio.
-Pues eso ya lo veremos…- La rubia se burló.- Porque ahora que Serenity sabe la verdad, sería una estúpida si lo perdona.
-Si crees que ganaste, te equivocas. Tal vez Shinji se quede sin Serenity, pero tú… Tambièn te vas a quedar sin él.- Rei comenzó a reírse a carcajadas.
-Artemis…. Artemis…. Que poco me conoces… Él va a ser mío… O de nadie… - Saori seguía inconsolable, algo que afligía a Artemis, sin embargo respiró profundamente y alzó su mano izquierda señalándole la puerta de salida a Rei quien volvió a reír a carcajadas.
-Adiós Rei…- La rubia besó a Saori en su mejilla y con la frente en alto y a paso arrogante se acercó a él. De su bolso sacó un papel y se lo extendió al ojiazul.
-Dile a Shinji que me vaya a buscar a este hotel si no quiere tener más problemas conmigo.- Salió de la mansión con una gran sonridsa. Artemis miró con pesar a Ikuko quien subió rápidamente las escaleras para alcanzar a su hija.
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Habitación Principal Hirayama.
La pequeña Serenity estaba sentada en medio de la gran cama de sus padres sin dejar de llorar con infinita tristeza mientras que observaba como su madre extendía una gran maleta en la cama frente a ella y comenzaba a guardar su ropa en ella, a la vez que su padre seguía a Serenity por la habitación intentando hacer que lo escuchara.
-Serenity, por favor….- Le tocó el brazo pero ella lo apartó.
-¡No quiero volver a verte en toda mi vida!-
-Por favor Serenity tenemos que hablar entiéndeme…- Ikuko entró a la habitación y tomó en brazos a la bebé que no dejaba de llorar.
-Voy a preparar las cosas de la niña para irnos de aqui…- Shinji miró con terror como Ikuko salía con su pequeña en brazos de la habitación.
-Se… Serenity… -
-¡Suéltame, no me toques!... ¡Me engañaste!- Las lágrimas comenzaron a deslizarse por sus mejillas.- Tienes una hija con Rei de la misma edad que la nuestra… Eres un desgraciado Shinji…-Serenity comenzó a cerrar su malenta.-
-Serenity, déjame explicarte por…-
-¡¿Qué me vas a explicar?! ¿Que eres un poco hombre, un mujeriego?... – Limpió sus lágrimas y le miró con rabia.- No sé con quién he estado viviendo todo este tiempo…-
-No, no digas eso… Yo te amo Serenity…-
-Si me amaras no me hubieras traicionado con ella… ¡Te burlaste de mí y de mi amor!-
-No Serenity, las cosas no fueron así, por favor, escúchame…- Nueamente se acercó a ella y la tomó por su cintura.
-¡No me toques!- Lo apartó bruscamente.- Destruiste mi ida y mis ilusiones… Pero no oy a dejar que destruyas las de mi hija…- Serenity tomó su maleta y salió de la habitación con Shinji siguiéndole los pasos.
-Serenity… Rei no significa nada para mí… El haber tenido una hija con ella fue un error, un accidente, lo que hubo entre ella y yo, fue justo antes de que tu y yo nos conociéramos.
-¿Y si fue así por que no me lo dijiste?- Serenity se detuvo en el pasillo.
-Porque tuve miedo de perderte.-
-Me vas a perder ahora y ni siquiera por haber tenido otra hija si no por habérmelo ocultado.- De nuevo tomó su maleta y comenzó a caminar para bajar las escaleras. Shinji le siguió.-
-No, por favor…Serenity, no echemos por la borda esta familia. Soy un estúpido, me equivoqué.- La joven comenzó a llorar nuevamente y dejó escapar un par de sollozos al terminar de bajar por las elegantes escaleras de mármol.- Lo que es un hecho es que yo te amo… Perdóname por favor, perdóname Serenity…- La detuvo al tomar su brazo izquierdo.
-Eso lo hubieras pensado antes. No me quieras culpar a mí de que éste matrimonio se haya terminado.
-No digas eso Serenity, aún tenemos muchas cosas por rescatar. No te vayas por favor, sin ti y sin mi hija mi vida no tiene sentido.- La joven se soltó y se alejó de él dos pasos.
-Yo no puedo perdonar tu traición Shinji, tal vez Rei y tu otra hija quieran recibirte, ellas ahora son TU familia…-
-No, no, no… No quiero una familia con Rei y esa niña, la quiero contigo y nuestra princesa.-
-Lo siento mucho, pero en mi vida ya no hay espacio para ti Shinji.- La joven salió de la mansión.
-¡Serenity!...- Artemis detuvo al pelinegro.
-Ya, ya, déjala… Ya después podrás hablar con ella…-
-No quiero perderla Artemis… Serenity es la única mujer a la que he amado y daría cualquier cosa para que me perdonara…- El ojiazul puso una mano en su hombro.
-Dale tiempo.- Shinji bajó su mirada.- Voy a ayudarlas a subir sus maletas a la camioneta.- Se alejó tres pasos pero se detuvo nuevamente para acercarse a él.- Rei me dijo que la fueras a buscar.- Le dio el papel que la rubia le dejó.- Está en este hotel… Ya tu sabrás si vas o no.- Se alejó de él.
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-Serenity, Shinji te quiere… Rei no le interesa…- La joven cerró la puerta trasera de la elegante camioneta blanca y le miró fijamente.
-Artemis, ¿tu sabías que Shinji tenía otra hija con Rei?- Ikuko llegó a su lado con la pequeña Serenity en brazos, a quien aún no habían podido tranquilizar. El joven ojiazul bajó el rostro.-
-Claro que lo sabía hija, Artemis es amigo de ese desgraciado… Y seguramente lo ha solapado no nada más en esto si no en muchas otras cosas.-
-No Mama Ikuko, te equivocas. Les aseguro que Shinji es lo único que ha ocultado y lo hizo por miedo a perderte.- Serenity le miró con decepción.
-Adiós Artemis…- La joven y su madre quien ya había acomodado a la bebe en su portabebé subieron a la camioneta y cerraron sus puertas.-
-¿A dónde van?-
-No lo sé Artemis, ahorita no puedo pensar, tengo el corazón hecho pedazos.- Serenity arrancó la camioneta y salió de la mansión.
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Shibuya. Hotel Milenio de Plata.
Horas más tarde.
-Muy pronto tu padre estará aquí…- La rubia acomodó un par de almohadas alrededor de la pequeña Saori, que dormía con tranquilidad.- Porque somos lo único que tiene…- Sonrió con burla.
Miró hacia la mesa de la habitación y recordó que le faltaban algunas cosas.
-¡No puede ser! Tengo que ir a comprarte leche… - Exhalo enojo y se quitó su estido para ponerse un pantalón ajustado color negro, una elegante blusa y zapatos bajos del mismo color, y por último, sujetó su larga cabellera en una coleta.- No tardo, te quedas dormida Saori…- Miró que la niña estuviera bien segura y se marchó de la habitación.
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Shibuya. Residencia Yamasaki.
-Señorita Luna, la busca la señora Hirayama y su mamá, la esperan en la sala.-
-Gracias Aiko, ¿me puedes llevar mi té y mi medicina a la sala cuando esté listo?-
-Por supuesto señorita.-
-Gracias…- La joven de cabellos oscuros y ojos azul cielo salió de la cocina a toda prisa, algo en su interior le decía que algo no marchaba bien. Era el cumpleaños de su ahijada y por la hora era tarde para las visitas. Se apresuró a llegar a su encuentro. Y se alarmó al ver llorando inconsolablemente a su amiga de toda la vida y a su ahijada en los brazos de su abuela.- ¡¿Serenity, que tienes?!... ¿Mamá Ikuko que pasó?-
-Luna...- Serenity se levantó y abrazó fuertemente a su mejor amiga.- Luna… ¡Shinji me engañó!… Jugó conmigo… Tiene otra hija de la edad de Serenity con otra mujer…- Luna miró impactada a Ikuko quien se levantaba para intentar tranquilizar a su nieta y al coincidir con la mirada de Luna, èsta asintió. Los ojos de Luna se cristalizaron.
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Shibuya. A unas cuadras del Hotel Milenio de Plata.
Shinji conducía por una calle solitaria cuando a lo lejos divisó a la persona que buscaba caminando por un pequeño parque, se acercó un poco más estacionó su deportivo y salió a su encuentro
-¡Rei!- La rubia volteó asustada hacia la voz que le llamó justo cuando caminaba rumbo a su hotel. Al ver a Shinji le miró fijamente.- ¡Si crees que te saldrás con la tuya, estas muy equivocada!-
-¡Serenity nunca regresará a tu lado, jamás te perdonará!- Shinji sujetó con fuerza el brazo derecho de la joven.
-¡Cállate!-
-¡Acéptalo ya Shinji, acéptalo de una vez por todas, tu única familia somos Saori y yo!- La rubia se soltó de su brazo para continuar su camino pero el joven de ojos oscuros la detuvo nuevamente.
-Dices puras estupideces, a ti no te importa la familia, a ti te importa solo destruirme.-
-¡Suéltame! Lo que quiero es hacer justicia porque mi hija tiene los mismos derechos que la otra.
-No quiero volver a verte nunca, no sabes cuánto te odio.-
-En cambio yo… Te voy a amar hasta la muerte…- Shinji le miró consternado.- Vamos a ver a tu hija, anda…- La rubia retomó su camino y subió por un pequeño pero hermoso puente cuyos bordes eran bajos y que cruzaba un camino empedrado que correspondía a otro nivel, sin ser mucha la altura, del parque. A la mitad de este Shinji reaccionó y la alcanzó reteniéndola por el brazo nuevamente.
-¡Tú ya estás muerta para mí Rei!-
-¡Si yo para ti ya estoy muerta, te lo juro, te lo juro Shinji Hirayama que tu esposa y tu hija, también lo estarán! –
-Ni se te ocurra Rei…- En ese momento un dolor muy fuerte cruzó por el pecho del joven de ojos oscuros y sin casi poder respirar, y sin soltar a la rubia, cuyo brazo apretó más, retrocedió un par de pasos.
-¡Suéltame Shinji! ¡Que me sueltes!- La rubia jaló su brazo y lo empujó para alejarlo de ella, el joven banquero retrocedió un paso y tropezó con el borde del puente lo que lo hizo perder el equilibrio y caer hacia el camino empedrado que había debajo del mismo ante los ojos aterrados de la rubia, quien solo lo vio caer mientras tiraba las bolsas que traía y se llevaba sus manos a su rostro por la impresión de la escena.
El joven Shinji Hirayama cayó de espaldas, golpeándose fuertemente en su cabeza. Ante la mirada aterrorizada de la rubia, que al asomarse y ver que no el hombre no reaccionaba y que un hilo de sangre salía por su nariz y boca, se asustó más. Por lo que miró para todos lados y después de cerciorarse de que nadie además de ella observó lo ocurrido, tomó sus cosas y regresó lo más rápido que pudo a su hotel.
Al llegar a su habitación, cerró su puerta y aventó las bolsas que traía al sofá de la esquina de la elegante habitación, sacó sus cosas y las de la bebé, quien seguía dormida; recogió todas sus cosas y como pudo las guardó.
-¿Se habrá muerto?... ¿Y ahora que vamos a hacer?...- Con poca destreza intentaba ponerse su sofisticado abrigo, sentía que su nerviosismo era tan grande que todo el cuerpo le temblaba. Tomó la pañalera de Saori y alistó su maleta y por último tomó a la bebé en brazos.- Vámonos de aquí Saori… Tenemos que salir de aquí.
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Al poco rato alguien que pasó por el lugar del incidente vio a Shinji herido y llamó a una ambulancia y a la policía, que no tardaron mucho tiempo en llegar para auxiliarlo y leantqar el reporte de los hechos para después llevarlo con urgencia al Hospital Central de la ciudad, que era el más próximo de donde estaban y porque el joven, se estaba desangrando.
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Mansión Hirayama.
Con gran habilidad y destreza la rubia logró adentrarse a la mansión, hasta el despacho de Shinji, como ya pasaba de la media noche, todo estaba en aparente calma. Con rapidez y sigilo buscó y revolvió entre las cosas del joven banquero, documentos variados, expedientes y fotografías hasta que en uno de los cajones del escritorio encontró lo que tanto buscaba y algo más. Tomó los papeles antes de la carpeta y los leyó con ayuda de la poca luz de la luna que entraba por la ventana.
-¿Así que tienes más ventajas?... Supongo que como tienes problemas en el corazón seguramente tu padre te protege más a ti que a Saori… ¡Como te odio niña del demonio!- Arrojó los exámenes médicos que leyó de la pequeña Serenity Hirayama. Tomó la carpeta y que aún conservaba en sus manos y comenzó a leer el contenido de las hojas que tenía en las manos.
-Maldito… ¡Maldito me mentiste!... ¡Mi hija no está en tu testamento! ¡Aquí solamente dice que cuando la hija de Serenity cumpla los veinticinco años va arecibir tu herencia!... ¡¿Y mi hija que?!... ¿Y que pasará con Saori?... Eres un malnacido Shinji Hirayama… Pero esto no se a a quedar así… Nadie se burla de mi… Me voy a vengar en donde más les duela…- Tomó la copia del testamento de Hirayama, la guardó en el abrigo que llevaba y salió nuevamente de la mansión con el mayor cuidado para que no fuera vista y después de caminar un poco más lejos de la mansión, subió a su camioneta negra donde había dejado a su hija dormida y arrancó.
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Residencia Yamasaki.
Al día siguiente.
-Amiga es que no lo puedo creer… Tú y Shinji se veían tan felices, tan enamorados –
-Ya lo ves hija, todo fue una mentira de su parte.- Intervino Ikuko.
-No quiero volver a verlo…- Ikuko y Luna se miraron con tristeza al escuchar el murmullo de Serenity.-
-Mira, yo no sé si vas a poder perdonar o no lo que te hizo Shinji. Lo que sí sé es que no vas a poder olvidarte de él, Serenity, tienen una hija en común y el tiene todo el derecho de ver a su hija.-
-No puedo… Ni quiero pensar en eso ahora Luna…-
-Tienes razón, ahorita no es el momento. Pero por el bien de la princesa, tendrás que reconsiderar.
-Es que ¿por qué?... ¿Por qué jugo de esa manera con nosotros Luna?... Yo le entregué mi vida entera.-
-Porque Shinji nos vio solas en el mundo hija. No teníamos a ningún hombre a nuestro lado para defendernos, y por eso abuso…- Luna movió su cabeza de forma negativa.
-No quiero justificar a Shinji, cometió un gran error al ocultarte que tuvo otra hija con esa mujer. Pero, si le creo cuando dice que si no te dijo nada, era por miedo a perderte.-
-Así es Luna, él me perdió y mi hija y yo perdimos el amor de Shinji para siempre.- Luna miró a su amiga con pesar.
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Hotel Century Southern Tower.
-No puede ser… -
La rubia Nishi buscaba desesperadamente en las páginas del Asahi Shimbun (1) alguna información que hablara sobre lo que había sucedido con el influyente Shinji Hirayama. Sin éxito alguno.
-No hay nada… Seguramente no se murió… Maldición…- Se llevó sus manos al rostro con frustración. De pronto una idea vino a su mente. Miró fijamente y con una gran sonrisa a la pequeña bebé que jugaba tranquilamente en la cama de la habitación.- Claro… ¡Claro esa es la solución perfecta!- Tomó en brazos a la bebé que le miraba extrañada.- ¡Esa es la solución para que esa niña no se quede con lo que te toca a ti mi amor!- Besó a su bebe en la frente.- Si , claro… Así mato dos pájaros de un tiro…- Pero para eso… Tengo que saber en dónde estás… Comenzó a reír maliciosamente.-
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Mansión Hirayama.
-Pero, ¿Cómo que no saben nada de Shinji, mama Ikuko?-
-No sabemos nada Artemis, yo vine a recoger la carreola y otras cosas de mi nieta y nada más. Pero Umeko, la chica del servicio me acaba de decir que Shinji no llegó a dormir ni ha regresado a la casa.-
-¿Entonces, dónde está?-
-¿Dónde crees? Artemis, es obvio que está con esa mujer…- Artemis frunció su mirada.
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Hospital Central. Unidad de Cuidados Intensivos.
Dentro de la habitación. Shinji Hirayama se encontraba inconsciente conectado a varios aparatos y a un respirador artificial, luchando por mantenerse con vida.
Hasta el momento, ningún médico había dado aviso a los familiares aún. Por lo que en cualquier oportunidad darían el aviso oportuno.
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Mansión Hirayama.
Mamá Ikuko terminaba por guardar las cosas que había ido a recoger a la mansión en su camioneta, cuando una camioneta negra se detuvo a una distancia prudente al reconocerla, a bordo de esta, Nishi miraba expectante los movimientos de la mujer de cabellos azules.
-Me parece que eso es todo Umeko, muchas gracias por tu ayuda.-
-De nada señora, es un placer, por favor, salúdeme mucho a la señora Hirayama, la vamos a extrañar mucho y a la princesa también.-
-Gracias Umeko, yo le diré…- Se despidieron con un abrazo e Ikuko subió a su camioneta y arrancó sin notar que alguien le seguía de cerca.-
CCCCC
Banco de Japón.
Oficina Directiva de Hirayama.
-No te apures Yumi, yo contesto el teléfono…-
-Como usted diga Licenciado Fukuyoshi …- La joven se retiró del despacho de su jefe dejando a Artemis atender el teléfono.
-¿Hola?... ¿Shinji que?... ¡¿Dónde está?!... Hospital Central… Voy para allá.- Artemis colgó el teléfono y salió toda prisa del Banco.
CCCCC
Mansión Tsukino.
Mamá Ikuko y Luna armaron perfectamente la carreola de la pequeña Serenity.
-Anda hija, ve a dar un paseo con mi nieta, la princesa tiene la carita muy triste.-
-Seguramente extraña a su casa y a su papá. Serenity bajó el rostro con tristeza.- Ay amiga, lo siento… Anda vayan las dos, les hará muy bien el paseo, yo aún no quisiera acercarme mucho a la princesa porque aún no me repongo del todo, si no las acompañaba… Pero supongo también que necesitas estar un tiempo a solas y pensar. Eso les hará muy bien a las dos. Yo vendré a visitarles más tarde- Le alentó Luna.
-Gracias por todo amiga.-
-No tienes nada que agradecer Serenity, sabes que te quiero como si fueras mi hermana y me preocupo por ti. Hasta pronto Mamá Ikuko.-
-Hasta pronto hija y nuevamente muchas gracias.- Luna les sonrió y subió a su automóvil donde su chofer ya la esperaba para llevarla a casa.- Entonces, vayan hija, yo me encargaré de que la comida esté lista y las cosas de ambas debidamente instaladas para cuando regresen. Toma, llévate la pañalera de la niña, ahí va el álbum pequeño para que la princesa se entretenga.- Serenity puso a su pequeña bebé en su carreola y se colgó la bolsa que le daba su mamá.
-Está bien, gracias… Mamá… Ahora solo las tengo a ti y a ella...- Ikuko tomó la mano derecha de su hija entre sus manos.
-Y juntas saldremos adelante mi amor, te lo prometo. No las oy a dejar solas, ahora abuela, hija y nieta estaremos siempre juntas.- Sonrió.
-Te quiero mamá… - Serenity abrazó a Ikuko por un momento.
-Y yo a ti tesoro. Anda, vayan para que regresen pronto.- Serenity sonrió mientras Ikuko entraba a la mansión y ella tomaba la carreola de su hija.
-Muy bien mi princesa, vamos a pasear…- La pequeña Serenity le sonrió entusiasmada y comenzó a aplaudir mientras era conducida por su mamá al parque que se encontraba a un par de cuadras de la Majestuosa Mansión Tsukino.
-Pensé que me llevaría más tiempo dar contigo… Nunca debiste ponerte en mi camino Serenity… Nunca…- La rubia estacionó su camioneta negra cerca del parque y se bajó de ésta.
Serenity caminaba tranquilamente mientras la pequeña rubía miraba alegre las flores del parque durante el rato que su mamá le daba un pequeño recorrido. Un momento después Serenity encontró una banca y se acercó a ésta. Dejó la carreola con su bebé cerca de ella, puso su bolsa y la pañalera en la banca y se sentó. La pequeña Serenity por accidente tiró su conejito blanco de peluche que traía en las manos y comenzó llorar.
-¿Qué pasó tesoro?-
-Melo… Melo…- Y continuó llorando. Serenity miró el conejito en el suelo y entendió.-
-Vaya, así que al conejito Caramelo le ha dado por brincar de la carreola el día de hoy.- bromeó para su hija quien dejó de llorar al ver que su mamá recogía su pequeño peluche.- Toma mi cielo…-
-¡Melo! ¡Mamá Melo!- Reía con entusiasmo mientras abrazaba a su peluche.-
En ese instante, un hombre delgado tomó el bolso personal de Serenity y salió corriendo. La joven al darse cuenta, se puso de pie e intentó alcanzarlo.
-¡Mi bolsa! ¡Se llevaron mi bolsa! ¡Que alguien me ayude! ¡Policia! ¡Ayuda!... Lo que me faltaba…- Murmuró angustiada mientras se daba la vuelta y regresaba a la banca aun pidiendo ayuda. Al llegar a la banca se inclinó para tomar a la pequeña princesa en sus brazos para que no se asustara.- Vámonos mi amor…- Tomó la pañalera y la colgó en su hombro derecho.- Vámonos tesoro…-
Serenity se acercó a la carreola para cargar a su bebé y… Sintió que la tierra se abría a sus pies al ver en la carreola… Únicamente, el conejito blanco de peluche de su pequeña princesa…
-¿Se-Serenity?… ¿Hija?...- Miró angustiada para todos lados y comenzó a gritar….- ¡Mi hija!... ¡Se robaron a mi hija!... ¡NOOO!...- Se dejó caer de rodillas frente a la carreola tomando al pequeño conejito entre sus brazos mientras se perdía en la agonía de un gran vacío que comenzó a sentir en su interior.- ¡AYUDENME POR FAVOR!... ¡SE ROBARON A MI HIJA! …- Gritaba con un dolor desgarrador mientras algunas personas asustadas se acercaban a auxiliarle.
CCCCC
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Ichi:
El Secreto del Dolor.
Dedicado a :
Tania Rybertt Goldammer
Crítica e Investigadora Oficial de *Sailor Universe: La Batalla Final"*.
Gracias por apoyarme desde que comencé a escribir y sigas tan al pendiente con el paso de los años. Te quiero mucho amiga =). DTB
Agosto, Lunes 21 del 2013'.
(1) (朝日新聞, Asahi Shinbun) es uno de los periódicos más importantes de Japón, segundo en circulación de Japón y del mundo (alrededor de 7,903,473 ejemplares diarios de acuerdo a la world association of newpapers en el 2010) detrás del Yomiuri Shimbun. Wikipedia*
Notas de Autora:
Gracias a todos por leer, espero que sea el inicio de una historia que disfruten mucho.
Quiero aclarar una vez más que esta historia es totalmente independiente a *Sailor Universe: "La Batalla Final"; la cual sigue siendo mi prioridad. Así que aunque aparezcan los mismos personajes, lo que suceda en esta historia es independiente a lo que sucedió, sucede y sucederá en SUBF.
Nuevamente agradezco el apoyo de todos y cada uno de mis lectores, espero sus valiosos comentarios a través de su review. Gracias por acompañarme en esta nueva aventura.
Dios los Bendiga hoy y Siempre.=)
Facebook: Serekino Kaoru.
