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Aclaración: Todos los personajes pertenecen a Naoko Takeuchi, la historia aquí presentada es total y absolutamente mía.

Antecedente: Es mi primera historia, tiene como base el anime. Más que universo alterno, lo concebí como algo que sucedió después de la partida de las Sailor Star Lights, agregaré algunos sucesos a mí conveniencia, conforme vayan leyendo entenderán porque.

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Fin de una era

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Una mujer, se encontraba en el jardín, en las afueras del palacio de Tokyo de Crystal, contemplaba la luna, la brisa hacia que sus grandes coletas se movieran suavemente, se tomo una de ellas con una mano y la acaricio.

-Neo Reina Serenity, ya estamos aquí.

Ella volteo y se encontró con dos mujeres, una de cabellos aguamarina, la de cabello rubio volvió a dirigirse a ella.

-Me parece que en el castillo, aún hay salones privados para tener conversaciones seguras.

-Lo sé Haruka, conozco mi castillo a la perfección, solo que hay demasiada gente en este momento, ya sabes, por la fiesta de coronación de Rini.

-Una razón más para estar adentro, majestad.

-Me encantaría que me dijeras Serena, ya no más reina, ahora la reina es mi hija.

-Siempre lo serás para mí, pero si ya no quieres formalidades, preferiría decirte cabeza de bombón, aun la tienes- termino diciendo divertida.

–Bombom…– susurro Serena.

Esa palabra le causaba melancolía y su semblante se ensombreció, Haruka lo percibió de inmediato y se enojo consigo misma por traerle un triste recuerdo, sin embargo Serena se apretó ambas manos y se auto tranquilizó, pues tenía que concentrarse, para hablar del asunto por el que estaban ahí reunidas.

–En aquel ataque al planeta de las flores…– tomo un poco de aire y una mano se la llevo a su pecho, como tratando de darse valorar para continuar, Haruka y Michiru la miraron expectantes, ella no había hablado con ellas de ese tema, con la voz temblándole un poco continuo- he descubierto, que ese ataque fue perpetrado por el caos, sirviéndose de enemigos de Kinmoku, he usado el Crystal de plata para saber esto y por esa razón me he debilitado mucho.

Michiru dio un paso al frente y la miro decepcionada.

– Pero majestad tanto le importo "él" – remarcando la última palabra– ¿que no pudo dejar de lado ese asunto?, me parece que ayudo bastante en aquel entonces, a pesar de nuestras propias circunstancias.

Haruka asintió con la cabeza dando a entender que pensaba igual que Michiru.

–¿No creen, que ya paso mucho tiempo para que sigan con ese reproche?– pregunto Serena triste–, solo por haber dado un pedazo de mi corazón a una estrella, acaso, ¿no he sido una gran reina, esposa, madre, amiga?

No ella no lloraría, a pesar de que sus ojos se cristalizaron un poco, ya había pasado por eso hace tiempo, ya había agotado todas las lagrimas que tenia, ahora era una mujer más fuerte de lo que se había imaginado, Haruka apretó la mano de Michiru y esta se avergonzó un poco por interrumpir a la que había sido más que su amiga, su compañera fiel en las batallas.

–No hablare de eso. – continuo Serena – El asunto es que desde entonces, comencé a vigilar cada uno de los movimientos de Caos, está hecho una furia por que desea renacer pero no lo puede lograr, su fuerza no es la suficiente, y yo con mi poder lo he estado postergando, pero no siempre estaré aquí– se giro y volvió a contemplar la luna–, tampoco espero compañía para una última aventura que tendré, pues ya no tienen poderes, recuerden que ustedes me pidieron relegarlas de sus obligaciones, lo que me pareció justo pues ya han hecho suficiente.

–¡Pero podemos hacer más! – exclamaron ambas ya con lágrimas en los ojos, entendiendo que esta era una despedida anticipada.

–Imagine que me dirían eso– Serena les sonrió y continuo diciendo–, y con todo mi pesar les tomare la palabra.

En ese momento de su pecho emergió el majestuoso Crystal de plata, ambas se maravillaron al verlo pues hacía tiempo que no percibían su grandioso brillo, de pronto dos fragmentos se separaron de él, ambos se dirigieron hacia ellas, y para su sorpresa cada uno se introdujo dentro del pecho de ambas, sintieron una enorme calidez, una vez que hubo terminado el proceso la miraron asombradas.

–¿Porqué?- Fue lo que atino a decir Haruka

–He puesto suficiente energía vital en esos cristales arcoíris como para que tengan una muy larga vida, las necesito para que continúen el proyecto que he iniciado, mi esposo me apoya totalmente y mi hija también, pero ninguno de nosotros somos eternos, será un proceso largo y además una vez terminado se necesitara mantener, les daré todo los detalles de lo que será el renacimiento de la vida en la Luna, después de la fiesta yo las buscare. Por un capricho mío, deseo que se moldee como eran los barrios de mi adolescencia, pero lo más importante es que será un arma para defender a la Tierra de un futuro ataque, sin embargo no será suficiente, pero eso dará tiempo a las futuras Sailors para contraatacar, también tengo que darles algo– y saco su antigua pluma de transformación– Necesitarán disfrazarse para que nadie sospeche de ustedes, y puedan cambiar de apariencia al pasar de los años, después se las hare llegar, también recibirán ayuda de Setsuna, ya la he puesto al tanto de todo, su participación será mínima, y finalmente para contestar a tu pregunta, las elegí para hacer esto porque ustedes son más que un equipo, a ustedes las une un lazo superior: el amor, sé que juntas soportaran todo lo que venga, por eso confió en ustedes.

–Has pensado en todo esto desde hace tiempo ¿verdad? – Cuestiono Haruka –Yo creía que desde aquel ataque a Kinmoku, tus pensamientos eran solamente para…

Pero fue Michiru esta vez, quien interrumpió a Haruka, apretándole uno de sus hombros y moviendo la cabeza ligeramente en forma negativa.

Serena entonces abrazo a ambas, cuando se separo, se limpio unas cuantas lagrimas que lograron salir a pesar de resistirse, el cristal de plata ahora se había seccionado en cinco partes, tomo una de ellas y se introdujo en su cuerpo, en ese momento su gata Luna llego cautelosa en busca de su ama, los otros cristales se elevaron muy por encima de su cabeza.

–¡No lo hagas! – grito Luna, pero ya era demasiado tarde, los cristales se elevaron rápidamente hasta perderse en el cielo, Serena se tambaleo un poco y Haruka inmediatamente corrió para evitar que cayera.

–Lo siento Luna, no tenía otra opción, estarán seguros.

–Pero Serena, esto te puede costar la vida.

–No te preocupes he planeado todo con precisión, estaré bien, y por favor Luna no le digas a nadie, no quiero eclipsar la felicidad de esta fiesta.

Luna en ese momento miro a Haruka y Michiru, las percibió diferentes, iba a preguntar algo, pero Serena la cargo y acerco su nariz cariñosamente –Entremos al palacio, seguramente si nos tardamos mas, la fiesta terminara aquí en los jardines.

Michiru y Haruka se despidieron, con una pequeña reverencia, de la que fuera su Reina y se alejaron.

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Al entrar al salón donde se llevaba a cabo el baile en honor a la nueva reina, Serena pudo ver las enormes sonrisas que se daban Endimyon y Rini mientras bailaban, que grande era su pequeña, ya toda una mujer, al percatarse de su presencia, se separaron y se dirigieron a ella, también se acercaron sus entrañables amigas, todas de gala, a lo lejos pudo ver a una muy crecida Hotaru que bailaba con un joven rubio, a la que no vio venir fue a Setsuna, venia como Sailor Plut, siempre tan misteriosa.

–Espero que ese joven trate bien a Hotaru, ella se ve muy ilusionada.

El padre de Hotaru le contesto – No te preocupes, ha pasado todas las pruebas de rigor.

Hotaru volteo a verlos y les dedico una gran sonrisa.

Luna bajo de los brazos de Serena y corrió hacia Artemis, estaba parado al final de unas escaleras de mármol, al lado de él se encontraba su hija Diana, un poco más retirado se encontraba Helios, el esposo de Rini quien conversaba con unos invitados. "Que hermosa hubiera sido su boda, si todas las Sailor Star Lights hubieran asistido", pensó Serena, la voz de Rei la hizo volver a la realidad.

–¿Donde están Haruka y Michiru, creí que regresarían contigo?

–Tenían un trabajo que hacerme.

Endymion la abrazo y le reprocho en tono cariñoso– Pero Serena ¿en un día de fiesta?

Ella contesto de manera tajante –Era algo muy importante, no podía esperar.

Todos se quedaron muy serios, la verdad era que Serena se había vuelto una persona demasiado hermética, y no quería que se dieran cuenta que en su interior solo existía un cristal arcoíris y peor aun el porqué, Mina viendo que Serena no deseaba seguir teniendo la atención de todos, dejo salir su carácter de siempre y soltó una gran carcajada, todos voltearon hacia ella.

–Perdón, es que tome mucho vino, creo que ya se me subió.

–Mina, siempre será Mina– fue lo que dijo una alegre Lita, todos comenzaron a reír.

Serena miro agradecida a Mina, le encantaba que a pesar de los años había esa hermandad, pero se sintió mal por estar ocultando cosas a las personas que amaba.

Endymion tomo una de las manos de Serena y la llevo a la pista de baile, ella se sentía feliz, todos sus seres queridos reunidos, llenos de alegría, salvo por Haruka y Michiru, pero aun así ellas mismas se acompañaban, no estaban solas, nadie estaba solo, todo era felicidad, miro a su amado esposo, grabo en su mente cada detalle de ese momento, sonreía hacia sus amigas, el momento era perfecto, casi perfecto, de lejos pudo mirar a la princesa Kakkyu y al lado de ella se encontraban Sailor Star Healer y Sailor Star Maker, había un enorme vacío en ese lugar, igual que en su corazón, su corazón lloraba por esa ausencia, no así sus ojos, se había hecho una experta en el arte de ocultar sus sentimientos, nunca se imagino, que de todas las cosas que pudieran cambiar, una fuera a hacerlo, una muy trascendental para ella, Sailor Star Fighter ya no estaba y seguramente por lo que acababa de hacer y por lo que aun tenía que terminar, seguramente no lo vería mas, era su más grande tristeza, el Caos maldito se había llevado la vida de su amada Sailor Star Fighter, su amado amigo: Seiya, sin embargo había tanto que agradecer, las personas importantes de su vida bajo el mismo techo, felices, con esa imagen se armaría de valor para lo que aún le quedaba por hacer.

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Meses después Serena preparo un viaje a la Luna, a su lado se encontraba un contrariado Endymion, no entendía el empeño de su esposa por no dejar acompañarla, un viento frio movió violentamente el largo vestido de Serena, sus amigas habían llegado a despedirse en sus ropas normales, hacía tiempo que ya no vestían como Sailors, Luna estaba hablando con Artemis y su hija Diana varios metros del grupo.

Rini ya se encontraba ocupada en su nueva faceta de reina, además su esposo Helios acababa de regresar de su propio reino, por lo cual se había despedido de su madre en el palacio de Crystal.

–No se preocupen solo es un pequeño viaje– les decía Serena con una gran sonrisa– pronto terminaran los trabajos y podrán hacer un recorrido de cómo ha quedado todo.

–¿No crees que sería mejor, que yo te acompañara?

–Por favor, déjame solamente esta vez, siempre vamos juntos a todas partes.

–Últimamente no ha sido así.

–Perdóname, no ha sido mi intención hacerte sentir mal.

Sus amigas, comenzaron sentir que estaban de más en esa conversación entre esposos, así que se despidieron, pero Serena hizo algo que las extraño, las abrazo de una por una: Lita, Mina, Amy y Rei, cuando ellas se alejaron, tomo la cara de Endymion suavemente y comenzó a besarlo, se separaron lentamente y ella acaricio su cabello.

–Te amo, ¿verdad que te he hecho feliz?

El contestó un poco suspicaz– Inmensamente, desde que llegaste a mi vida, ya nunca me sentí solo.

Ella sonrió y le dijo a Luna– Vamos ya es hora, Artemis, Diana no se preocupen el viaje será muy corto– Ambos solo asintieron.

Ninguno de ellos sabía, que sería la última vez que vieran a la que había sido Sailor Moon.

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La Luna estaba siendo modificada de manera subterránea, una pequeña ciudad en sus entrañas comenzaba a levantarse, aun faltaban cosas que hacer, pero había una parte que estaba completamente terminada y esta era la réplica de la calle en la que viviera Serena de adolescente.

–¡Vaya si que han realizado un maravilloso trabajo! – dijo Luna admirada.

De pronto Serena saco la pluma de transformación, la uso, Luna se le quedo viendo sin entender que se proponía, se impacto al ver en su uniforme escolar a Serena, en su versión de adolescente.

–Sabes Luna, he tenido una vida maravillosa, ¿verdad que vivimos muchas aventuras juntas?

–¿Te estás despidiendo?

–Me temo que si, te hice venir porque necesito que hagas algo por mí, la pluma de transformación es para Haruka y Michiru, es importante que se las hagas llegar.

Luna comenzó a llorar y las palabras apenas le salieron –¿Porque estás haciendo esto?

–Por el bien de todos, soy adolescente nuevamente porque no quería que vieras llorar como un bebé a una mujer mayor.

–No me refiero a eso, sino a todo lo que has armado, desde que viste a Haruka y Michiru.

–…además – continuo Serena, ignorando el comentario de Luna– quería sentirme como en el pasado, cuando aun no iniciaban mis aventuras y las cosas eran normales, pero yo nunca fui una chica común, ¿verdad?, y sé que nunca lo seré, ¡como me gustaría ver nuevamente a Seiya! , ya no me avergüenza aceptar mis sentimientos.

Luna se sorprendió y pregunto – Acaso… ¿Le amabas?

– Sí, pero también amo a Endymion– comenzó a llorar copiosamente– debo estar loca, para haberme enamorado de una chica, ¿verdad? No me juzgues por favor.

–Serena, yo siempre creí que era amistad.

–Y así fue en la realidad, pero mi corazón tenía su propio mundo, no sabes como me hubiera gustado haberlo hecho feliz, tal como él se lo merecía, pero nunca tuvimos un futuro. Entre nosotros la frase "somos de mundo distintos sí que tuvo peso". Como desearía que el amar fuera lo mismo que proteger, pude proteger a muchas personas, pero amar a dos hombres, es decir exteriorizarlo con acciones, simplemente no pude…

En ese momento, apareció ante ellas una persona, Luna no salía de su consternación.

–Bienvenida– dijo limpiándose las lagrimas Serena – perdona que me veas así.

Sailor Galaxia se encontraba frente a ellas.

–No te avergüences.

Serena corrió a abrazarla, con lagrimas escurriendo – Sabes todo lo que siento desde aquel ataque a Kinmoku, tú has sido mi confidente desde entonces, solo, solo dame solo unos minutos, para despedirme de Luna.

Serena se agacho y la tomo en sus brazos.

–Has sido una gran amiga, gracias por todo, lo siento si al final termine decepcionándote…

–No lo hiciste, me siento muy orgullosa de ti, has sido una persona más que valiente, conociéndote no sé como pudiste guardar todo este tiempo estos sentimientos y mantener una sonrisa ante todos, no puedo juzgarte por haber amado a otro hombre, tienes un corazón enorme.

Ambas eran un torrente de lágrimas.

–Nunca fingí, de verdad fui muy feliz, Luna, nunca los engañe, solo les oculte la parte triste, recuérdales lo que ya saben, que los amo mucho a todos y que los llevare en mi corazón siempre, no hay más que decir, todo este tiempo estuve despidiéndome de una forma sutil, en su momento veía sus caras de confusión pero ahora comprenderán que les estaba diciendo adiós.

–Rini te extrañara mucho.

–Lo sé, pero es una mujer fuerte, más de lo que fui yo a su edad, estoy tan orgullosa de ella, además ya tiene a un hombre maravilloso a su lado, estará bien… por favor no prolonguemos mas el adiós, vuelve a la Tierra, y se muy feliz.

Serena abrazo y beso a Luna con inmenso cariño, la dejo suavemente en el suelo, y la vio alejarse hasta que solo fue un puntito negro en el camino, de pronto cayó de rodillas y se tomo el pecho, su cara denotaba dolor.

Sailor Galaxia la vio con preocupación y le dijo mientras la ayudaba a levantarse.

–Serena ya es tiempo, si vas a llevarte al Caos lejos del sistema solar será mejor que lo hagas o tu esencia se quedara aquí, pero debo advertirte nuevamente que si lo haces, tal vez ya no renazcas.

Con un leve susurro ella le contesto-–Por el bien de todos, he escogido este camino, si mi esencia vital se marcha de aquí y vaga en el universo, el Caos me seguirá, sabes lo que he visto en el futuro, pero lo quiero cambiar, no puede ganar el mal.

–Tú misma dijiste que no debía de haber sacrificios, ¿acaso no lo recuerdas?, aun podemos reversarlo, yo puedo ayudarte a reconstituir tu semilla estelar.

–Tal vez… tengo una oportunidad de renacer.

–Una muy pequeña, la verdad solo un milagro lograría que renacieras en el universo, porque has hecho pedazos tu semilla estelar, tu fuente de vida, la que da tu existir como Sailor, y si renacieras, hay algo más: puede ser que no recuerdes esta vida.

–Ya hemos hablado de esas posibilidades, y no he cambiado de opinión– terminó diciendo con una sonrisa.

Sailor Galaxia comenzó a llorar resignada, ver como se extinguía la vida de la única persona que creyó en ella, en su momento más oscuro, era demasiado doloroso, Serena toco la puerta de la casa, que era idéntica a la que vivió en su juventud, su cuerpo comenzó a desvanecerse.

–Un milagro puede suceder…– Fue el último pensamiento de la chica que fuera Sailor Moon.

Unas luces la envolvieron, brillaron intensamente hasta convertirse en una, en la Tierra sus amigas sintieron una gran tristeza percibieron como se extinguió la vida de Serena, Rei quien se encontraba cerca de una ventana del palacio pudo ver lo que creyó una estrella fugaz, que partía de la Luna, volteo a ver a todas las demás que se encontraban sentadas tomando té, y mientras la azabache soltaba su tasa y se hacía mil pedazos en el suelo, murmuro:

– Creo que Serena…

Pero ya no termino la frase, sabían que es lo que había sucedido, pero lo aceptaron hasta que Luna regreso, y les conto lo que escuetamente Serena le confió, Endymion presentía que algo tramaba Serena, pero nunca se imagino a qué punto, Rini fue consolada por su esposo. Sailor Galaxia los reconforto un poco más, diciéndoles que Serena no sufrió, y que se había marchado con una sonrisa.

El plan que urdiera Serena con ayuda de Sailor Galaxia funciono, durante mucho siglos la paz reino en la vía láctea, generaciones se fueron y otras llegaron, la Luna comenzó a poblarse, la gente que llego a vivir ahí se renombraron selenitas ya no terrícolas, incluso propusieron una especie de gobierno autónomo, aunque la palabra de los reyes de la Tierra contaba.

Y finalmente, después de mucho tiempo, un milagro sucedió…

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Comentario.

Aunque lo mencione en este capítulo, voy a aclarar un punto, Serena amo a Darién, siempre le fue fiel, en la práctica claro, en esta historia no la concibo como una víctima de su destino, más bien como una mujer que se enamoro de otra persona, he leído y escuchado, que es posible que uno pueda tener dos grandes amores en su vida, pues bien, eso fue lo que sucedió con ella. Pero solo en este capítulo, lo que sigue a continuación, es un nuevo destino. Otro punto que debo aclarar, solo renacen las Sailors, los demás personajes que aparecerán los use porque están familiarizados con ellos, y tambien incluiré algunos personajes creados por mí.

Espero disfrutes esta historia.