Hola gente.

Esta es mi primera historia de Sakura Card Captor y espero les guste la idea, se me acaba de ocurrir hace poco y espero les atraiga lo suficiente para continuarla.

Aquí los chicos son un poco mayores que en la serie y probablemente la forma en que capturen la mayoría de las cartas va ser diferente, casi todos menos los guardianes van a tener un cambio de rol para que comprendan el asunto un poco y se hagan la idea.

Quiero recordarles que Sakura Card Captor no me pertenece y solo esta loca historia salida de mi mente es mia ademas de uno que otro personaje nuevo que tenga que inventar para hacer la historia mas interesante.

aqui algunos datos que les pueden interesar...

-...tengo un elefante azul...-dialogo de los personajes

-..."mentiras no tengo un elefante es un oso pero espero no noten la diferencia"...-pensamientos

OoOoOoO cambio de escena

En capítulos anteriores...

-Vengo de un mundo paralelo al tuyo, en ese mundo yo era la dueña de las cartas, pero tuve un accidente de trafico con mi prometido y antes de morir decidí que el siguiente dueño seria uno que las cartas eligieran, lamentablemente ellas querían que yo fuera su dueña y por mi poder mande las cartas a otro universo donde yo aún viviera-

Noto como la joven miraba a su espada con interés y luego con ojos de no creerle.

-K-Kero-chan fue quien se negó, pero las cartas ya iban sido transportadas…con todo mi poder antes de morir y el de mi prometido le entregamos a Yue el poder de volver a esa dimensión, se llevó consigo a la chica que en este mundo es la dueña momentánea, las cartas no la quieren a ella y buscan en ti su nueva ama, incluso por eso algunos pedazos de mi memoria viven en ti porque compartimos la misma alma-

-Todo es mentira-

-Es la verdad-

-El próximo dueño de las cartas va ser Syaoran, yo me prometí ayudarlo-

...

Miro incrédula a la mujer que sonreía animada, como si todo fuera planeado anteriormente.

-Lamento que tuvieras que sufrir por mi culpa, toda mi magia fue transmitida a ti de niña y por eso tu familia te detesto…pero no quería que cayera en malas manos, un poder así de poderoso podría traer problemas-

-¿Qué quieres decir?-

-Dile a Tomoyo que perdón por meterla en este problema, ella solo quiso ayudarme a cuidar las cartas-

-Espera-

-Deseo desde mi corazón que pases la última prueba, va ser diferente a la mía, pero sé que tú puedes hacerlo-

Todo desapareció.

OoOoOoO

Al abrir los ojos estaba en una habitación que reconoció como la que ella tenía con su hermano, de reojo noto como Syaoran estaba dormido en una silla con la mitad del cuerpo sobre la cama junto a un pequeño Kero. También noto las dos cartas que ahora estaban en su propia mano, la carta de Luz y la carta de oscuridad…que se supone haría ahora que todas las cartas estaban capturadas.

Se sonrojo al sentir un apretón en la mano, movió la cara de forma algo robótica al sentir la mano del chico tomar la suya con algo de fuerza. Giro el rostro al techo totalmente roja y sintiendo un fuerte dolor en su estómago.

No sabía que le había hecho ese chico.

Pero enamorarse de él definitivamente no era uno de sus planes.

Disfruten del capitulo de hoy...

Capitulo Final

Cada día trae sus maravillas, sus momentos incomodos, sus situaciones graciosas y sus risas.

Cada día tiene su propia hermosura.

Cada día dura 24 horas.

Cada día tiene un sol y una noche.

La vida gira alrededor de los días.

Todo se supone debería haber avanzado, pero de un pronto a otro parecía como si todo volviera a ese terrible primer día de clases de Sakura Kinomoto. Ambos castaños apenas si se hablaban o notaban la presencia de ambos, esto debido a que apenas salían de clases Tomoyo tomaba a Sakura y la jalaba corriendo a quien sabe dónde, mientras Syaoran solo se iba a casa en espera de que ocurriera aquello.

Kero informo que ahora que todas las cartas normales estaban reunidas, faltaba que saliera una especial de la cual no comento mucho.

Todos le habían observado confundidos.

Pero los días pasaron y todo parecía una relativa normalidad, tanto que tres meses pasaron como quien no quiere la cosa.

Sakura pegada a Tomoyo y Syaoran alejado de todos en realidad.

Sus amigos no comprendían lo que ocurría, incluso Meilling junto a Will habían intentado varias técnicas para dejar a los castaños solos sin resultado positivo. Eriol con intuición noto que Tomoyo no parecía sincera al alejarles, en más de una ocasión la chica había intentado unir a ambos a una conversación al mismo tiempo, increíblemente a pesar de ser sobre comida, fue la charla más larga que ambos mantuvieron.

Algo había pasado.

Con una sonrisa en el rostro, Tomoyo se puso de pie aprovechando que era un receso, tomo de su cartera unas fotografías que le puso en el escritorio a Sakura. La castaña quien salió de sus pensamientos tomo el papel con cautela, fue rápido y antes que alguien viera ya estaban nuevamente boca abajo y la chica tenía un enorme sonrojo en su rostro.

Imposible.

Se lo había prometido.

Vio con ganas de matar a la chica, pero esta solo sonreía de forma no tan amable.

-Sakura-chan almorcemos con todo hoy-dijo la joven con alegría.

No era una pregunta, era una total afirmación.

Arrugo las fotografías sin temor a represalias, conocía suficiente a Tomoyo como para saber que no era tonta y le diera las originales.

¿Por qué todos debían amenazarle con fotografías de ella?

Giro el rostro pensativo a la ventana, el reflejo del solo provocaba que ella se viera y noto al instante como atrás de ella Syaoran la miraba fijamente.

Se sonrojo aún más.

¿Qué hacer?

Si definitivamente no iba esas fotografías caerían en manos del castaño, Tomoyo ya debía suponer el por qué lo evitaba aun a costa de ser víctima de ella. Pero es que incluso con sus ya no tan recién descubiertos sentimientos, no podía hacer nada.

No importaba si era correspondida o no.

Ella tenía un deber en China.

No podía dejarlo todo por un estúpido sentimiento, había luchado tanto para ser reconocida por su familia, si bien con costo entre ellos ya no la veían tan mal y respetaban como hija del líder…eso no pasaba con otras familias.

Ella debía volver.

Así que si seguía cerca del chico solo seria para tortura de ella, incluso si él se diera cuenta de sus sentimientos solo sería peor fuera la respuesta que fuera.

-No tengo hambre-gruño ella antes de ponerse de pie y salir del aula.

Vio como Tomoyo hacia el intento de seguirla, pero su mirada fría le hizo detenerse con expresión dolida. No debía desquitarse con ella, después de todo junto a su hermano y ella fueron los primeros en mostrar sentimientos positivos a ella cuando aún sus poderes era incontrolables.

Pero así era ella.

No era como aquella estúpida que estuvo en su sueño, no era amable ni nada por el estilo, solo era una cobarde.

El mal humor de Syaoran fue evidente para sus amigos, pero solo los cercanos se quedaron junto a él en el almuerzo, ósea Eriol, Meilling y Will (quien por alguna razón ya estaba acostumbrado a estar al lado de la chica gritona) quienes seguían comiendo sin saber que hacer por ambos chicos, estaban a punto de dejarlo todo a la suerte.

-KYAHHHH-fue un grito a lo lejos.

Se vieron entre sí y no pasó más de medio minuto antes de correr donde fue el grito.

Al llegar a las canchas de futbol se encontraron un enorme agujero que parecía venir de nada, aun lado de una compañera estaba Sakura quien intentaba calmar el llanto de la joven.

-Desapareció, Kagura-chan desapareció-hablo la joven llorando.

Sakura no comprendía que había pasado, después de que las cartas fueran capturadas y si bien aún no había un dueño definitivo (ella intentaba aplazarlo todo lo posible), parecía como si no fuera ocurrir algo sobrenatural…al menos.

Aún faltaba una carta.

Una fuerte explosión se escuchó a lo lejos, todos voltearon a ver como en el edificio de historia, una enorme negra aparecía de la nada y desaparecía junto al pedazo de edificio donde había estado, este se derrumbó por la inestabilidad.

Varios gritos alertaron a todos antes de salir corriendo espantados.

-Pero que cosa fue eso-grito Meilling impresionada.

La última carta.

Sakura miro incrédula como a lo lejos se seguían escuchando muchos gritos, en toda la información que poseía no había una sobre otra carta, de ser porque Kero la menciono ni siquiera sabría que existe. Parecía una carta con un poder incluso mayor que las otras.

De reojo noto la mirada incrédula de Syaoran.

Si bien en toda su aventura el chico había aumentado su poder mágico, aún era demasiado débil…mientras esta carta parecía poder aplastar cualquier cosa sin dudarlo.

Joder.

Un pequeño pinchazo en lo más oculto de su mente le indico la presencia de la carta, demasiado débil para que alguien como Syaoran que apenas aprendía supiera donde estaba. Con solo deshacerse de él no habría nada que lo impulsara a seguirla sin saber el camino.

Fue como una víbora.

Rápido.

Impredecible.

Certero.

Un débil golpe tras la nuca que hizo al chico desvanecerse entre los brazos incrédulos de Eriol, Meilling le grito furiosa y Will la contuvo al notar la mirada seria de la chica, este último fue el único que comprendió la decisión de su mirada.

-Busca a mi hermano-dijo antes de salir corriendo sola.

Nadie la siguió.

Corrió entre las calles con más rapidez que nunca tuvo, vio de reojo como la carta había actuado por toda la ciudad. Personas gritando desesperadas, niños llorando por la pérdida de sus padres, miles de agujeros de la nada. Antes las cartas habían dañado involuntariamente a los humos, pero ninguna de forma tan directa como esta, ni siquiera parecía querer buscarles a ellos.

No es como si medio mundo le importara.

Pero ella tendría problemas si algo así pasaba.

-Que problemático-gruño antes de correr con más fuerzas.

Llego al parque de diversiones donde antes había ido con Syaoran, se preguntó el porqué de ese lugar, también de esa extraña familiaridad que tenía en su interior.

Siguió corriendo.

Años de confinamiento habían agudizado sus sentidos, las practicas con su hermano con la espada le hicieron ser rápida e instintiva, peleas con imbéciles y las cartas habían terminado de pulir las habilidades que poseía en batalla.

Por eso salto a su derecha.

Justo cuando una bola negra desapareció el lugar donde ella antes estuvo.

-Así que esto es enserio-

Murmuro escupiendo tierra, el salto fue mucho instinto y nada de técnica, así que termino con la cara en el suelo.

Saco su espada mientras invocaba unas corrientes de aire que le sirvieron para saltar entre los aires, ¿quién necesitaba de la carta vuelo cuando se tiene un poder ilimitado de magia como ella?. Pronto llego a ponerse sobre la rueda de la fortuna, noto como varios vagones estaban desaparecidos y nadie se encontraba ya en el parque.

Sonrió satisfecha de poder luchar sin preocuparse.

-Bienvenida-dijo una voz en lo alto.

Se sorprendió ante lo que vio.

Una hermosa niña con larga cabellera, esta era algo platinada y sus ojos mostraban una gran cantidad de emociones, entre sus manos había un corazón con alas y su ropa era muy simple. Estaba sentada sobre una gran bola rosada similar a las que había estado desapareciendo todo a su alrededor.

-Supongo que el juicio iniciara contigo-hablo otra voz a su lado.

Giro con la espada lista para el ataque, se sorprendió al ver como Yukito le miraba sobre otra de las cabinas de la rueda que aún había sobrevivido.

¿Cómo había llegado ahí?

..

.

Despertarse con un horrible dolor de cabeza era algo a lo que se había acostumbrado, últimamente no soñaba bien y el saber que una carta estaba cerca le mantenía en constante alerta. También está el hecho de querer suprimir los sentimientos que tenía por Kinomoto, algo que efectivamente parecía imposible para él. Pero incluso aún tuvo la esperanza de no levantarse con dolor de cabeza.

Menos viendo la horrible cara de Eriol y el hermano de Kinomoto sobre él.

-Mira ya despertó-hablo sin emociones Touya.

Pronto el hermano de la chica fue sustituido por una preocupada Meilling que casi arrastro a Will junto con Fuutie.

¿Qué hacían ahí?

-Bueno Yukito-san desapareció al parecer-dijo una voz nueva.

Mientras se incorporaba veía como sus profesores Fye y Kurogane estaban viendo todo algo preocupados.

De verdad…

¿Qué rayos pasaba?

..

.

Salto esquivando nuevamente una flecha de ese tipo y con una corriente de aire saltaba del rango de aquélla bola negra. No se paró a preguntar por qué aquel tipo que antes era Yukito le parecía igual de familiar que Kero, suficiente con el dolor de cabeza que tenía ante la situación.

Cuando una flecha se clavó en su hombro izquierdo gruño de dolor.

¿Cuánto tiempo podría soportar?

..

.

Corría por las calles hasta que diviso a lo lejos parte de la montaña rusa del parque de diversiones.

-Sakura tiene complejo de querer salvar a medio mundo, te dejo inconsciente para ir sola-

Recordaba la fría mirada de Touya al decir esas palabras, busco en la mirada a sus amigos pero ellos solo estaban igual de preocupados que él. Antes siquiera de pensar bien la situación, salió corriendo sin saber que iba hacer, claro que antes de salir Fye hablo.

-Hace rato solo se escuchan explosiones cerca del parque de diversiones-murmuro algo divertido.

Salió corriendo.

-No creas que te vamos a dejar solo-gruño con fuerza Meilling quien lo paso rápidamente.

Rio divertido al ver como Will también conseguía alcanzar a Meilling, mientras Eriol saco su cámara de video con Kero sobre su hombro.

Esos idiotas.

Sonrió justo antes de entrar.

Sus amigos podrían ser idiotas, pero no los cambiaría por nada.

Se detuvo en la entrada ante el panorama, a lo lejos se observaba como Sakura estaba luchando contra algo parecido a un ángel, se notaba la clara desventaja de la chica que tenía tres flechas incrustadas en su cuerpo, pero igual seguía firme en no rendirse.

Pronto una gran roca apareció sobre sus cabezas.

Fue rápido.

No tuvo tiempo de invocar las cartas.

Una sombra amarilla pasó frente a él y se sorprendió cuando vio como Will daba un giro antes de que su pie se llenara de una especie de flama que rompió en dos la piedra, luego cayó ágilmente en el suelo con expresión divertida.

-¿No te dije que soy único en mi familia al usar magia?-comento el con aire de superioridad.

Sonrió divertido.

Todos voltearon a ver como una chica estaba sobre un edificio destruido con dos siluetas a su alrededor.

"…-No podemos decir mucho, pero esta es su última batalla, Kurogane y yo solo veníamos encargados para proteger si algo salía mal-

-¿Quién nos envió?-

-La actual dueña de las cartas-

-Tomoyo Daidouji-…"

Noto la sonrisa amable de la chica que estaba con un elegante kimono, a su alrededor de ella estaba una chica con alas de mariposa y una enorme pantera con iguales alas.

Apretó con fuerza el báculo.

-Iremos ayudar a Sakura-dijo Meilling antes de arrastrar a Will con fuerza.

A su lado se puso Eriol con una vieja espada de kendo junto con Kero en su forma natural, noto de reojo la mirada intensa de ambos. La bestia alada de Tomoyo y la mujer se lanzaron contra ellos, pero fue Kero quien de una mordida tiro a la pantera contra el suelo y Eriol de un ágil movimiento estampo a la mujer en el estómago mandándola a volar.

-No por nada tuve el mejor lugar de Japón-dijo el chico con una usual sonrisa.

Una gota de sudor corrió por su nuca al ver eso, luego dirigió una mirada a Tomoyo quien sonreía amablemente.

Joder.

Cuando una patada de Will y Meilling mando a volar por los aires a el tipo alado, fue cuando ella por fin pudo caer al suelo respirando cansada. Esa pelea estaba acabando con todas sus energías. Incluso aunque ambos chicos estaban frente a ella para ayudarla, supo que estaban en gran desventaja si ese tipo les hería.

¿Qué hacer?

Lo peor de todo.

¿Por qué no podía herirlo?

En más de una ocasión durante la batalla estuvo a punto de darle en un punto vital, pero justo antes de hacerlo se detenía involuntariamente.

Gruño por bajo.

Vio como una nueva flecha iba en dirección a Meilling, claro que Will fue capaz de tirarla antes que le lastimara.

Apretó con fuerza los puños.

Noto de reojo como Eriol era mandado a volar por aquella mujer con alas.

Apretó ahora los dientes.

Syaoran estaba luchando contra la carta y esta le provocaba caer de forma dolorosa.

-DETENTE-grito con fuerza y con la espada en alto.

El ángel volteo a verla justo a tiempo para recibir una cuchillada en su pecho que lo mando a volar. Acababa de mandar a la mierda sus pensamientos y su deseo inconsciente de no lastimarle.

-Quien quiera que dañe a mis seres queridos es mi enemigo-gruño con furia antes de correr en dirección a Syaoran.

Noto como el ángel la seguía y sonrió al ver cómo había dejado fuera del peligro a Meilling y a Will que la miraban asombrados. Corrió en dirección a la carta y justo cuando estuvo en su espalda, esta volteo a verle con una mirada inocente que demostraba temor.

Era muy tarde para la lastima.

Con una patada la mando a volar.

Estaba harta de demostrar debilidad, la tomo por el cuello de forma violenta y la acerco suficiente a su rostro para amenazarle.

-Me vale un carajo quien seas…pero deja de jugar con mis amigos-gruño a la carta.

Noto la mirada asustada de la chica, esta se transformó en carta y salió volando en otra dirección, justo en la mano de una silueta que no había notado que estaba antes.

Tomoyo Daidouji.

Sintió una punzada de molestia en su interior por la traición.

-Sabía que tenías magia…pero involucrarte en esto-menciono sin importarle disimular su enojo.

La chica solo sonrió animadamente con la carta flotando a su alrededor, de reojo noto como Syaoran estaba en el suelo con la mano llena de sangre. Giro el rostro furioso a Tomoyo quien no parecía molestarle su furia, como si todas las veces que gritaba que era su amiga se fueran al caño.

Apretó con fuerza la espada ignorando sus heridas como de costumbre.

-¿Serias capaz de atacarme?-pregunto sin quitar su sonrisa amable.

Sus ojos se abrieron levemente ante esa pregunta.

La respuesta era clara.

No.

No podía atacar a una de las pocas personas que le enseño que la amistad existía.

Sus recuerdos viajaron a cuando era niña, a la mano amable de Tomoyo que le decía que siempre serian amigas, sus sonrisas cómplices cuando ella salió de la jaula, las veces en que le vestía y decía lo mona que era, las promesas de un mundo sin dolor y un futuro donde estarían juntas.

La vio sonreír más ante la duda en sus ojos.

-Yo sí puedo hacerlo-gruño Syaoran a su lado con dificultad.

Le vio de reojo notando la mirada fija en Tomoyo llena de determinación.

-Yo también puedo-gruño Meilling llegando al lado de Will.

La prima de Li parecía dispuesta a matarla de ser necesario.

Pronto Eriol se acomodó al lado de todos con una usual sonrisa divertida con Kero a su lado.

Sakura sonrió por bajo, curiosamente sintiéndose más cerca de todos que nunca.

-Ya no estás sola-

Se sorprendió y volteo a ver a Tomoyo confundida, vio un brillo en su bolsillo descubriendo que la carta tiempo nuevamente había sido activada. Todo el ambiente se había detenido menos ella y la chica, también noto como Syaoran a su lado se volvía a mover con su báculo en mano. De reojo vio como Tomoyo pronto estaba frente a ellos con una sonrisa.

-Hace mucho tiempo le hice una promesa a una vieja amiga-murmuro de pronto con la carta en su mano.

La carta mostraba a la chica que les había atacado con un corazón en su mano, bajo ella estaba la palabra esperanza.

-¿De quién hablas?-pregunto Syaoran confundido.

Tomoyo sonrió.

-En otro mundo, otra época, otra dimensión…mi amiga murió, pero antes de hacerlo me pidió que buscara otro dueño para sus preciadas cartas, así que termine en este mundo con unos conocidos para devolver esto a su próximo dueño-murmuro mostrando la carta sobre ella.

Noto la cara confundida de Li.

Sakura tomo las cartas de su bolsillo en sus manos, noto como habían varias, si bien no la mayoría si tenía una gran cantidad. Su rostro se deformo recordando la misión de su padre de traer las cartas a su hogar en China y por primera vez supo que era hora de tomar una decisión propia.

Syaoran estaba confundido, agotado, adolorido y con miedo a desmayarse por pérdida de sangre. Realmente no comprendía lo que estaba sucediendo y que pasaría ahora, pero lo que menos comprendía era la mano de Sakura a su lado con sus cartas sobre ella.

La vio confundido.

La mirada de la chica le indicaba que tomara las cartas.

-Ya había decidido hace un tiempo que al final te las entregaría-admitió con una leve sonrisa.

Quiso replicar, pero ella puso las cartas sobre su mano algo herida.

-No se cuanta verdad hay en su historia, pero en este mundo yo no seré dueña de esas cartas-explico ella con amabilidad.

Todo el hechizo de la carta tiempo desapareció, ambos miraron de reojo a Tomoyo quien sonreía más cálidamente que antes.

-Entonces todo acaba aquí-indico la chica.

Ellos sonrieron y notaron el bullicio que estaba ocurriendo, claro que al ver como Will y Meilling se daban un beso, pues como que todo perdió un poco de sentido.

OoOoOoO

Existió una vez un mundo donde el mago Clow dejo las cartas clow, la siguiente dueña de las cartas fue mi mejor amiga Sakura Kinomoto, una antigua chica con una vida normal antes que comenzara la captura de cartas. Curiosamente en ese mundo su rival fue Li quien vino de China, ambos se hicieron grandes amigos en el transcurso de capturar las cartas.

Al final de un gran juicio ella fue la que quedo encargada de ser la nueva dueña, pronto hubo muchos problemas para transformar las cartas con su magia, incluso la rencarnación del mago clow tuvo que ayudar para que todo saliera bien.

Muchos años después hubo un accidente de tráfico en mi mundo, Sakura quedo al borde de la muerte en la camilla de un hospital cuando me hizo la petición de cuidar sus cartas. Sus cartas se negaban a cambiar nuevamente de dueño y su deseo era seguir al lado de ella. Para entonces el poder de Sakura era tan grande que se vio incapaz de rechazar la petición.

Aquí aparezco yo.

Con sus últimas fuerzas envió las cartas a un mundo alterno donde podrían conseguir que su yo de ese mundo las cuidara, pero no podían irse solas, yo me ofrecí para dejar aquel mundo y venir a este siendo la momentánea dueña de las cartas, con suerte al renacer en este mundo con mis recuerdos, mi cuerpo adquirió poderes mágicos.

No solo yo.

Los antiguos guardianes decidieron seguir a las cartas, incluso los guardianes que creo la rencarnación del mago clow vinieron a cuidarme. La rencarnación del mago clow, un buen amigo fue quien presto su magia para que todos viniéramos a cambio de sus recuerdos en esta próxima vida.

Tu hermano hizo lo mismo, ya sin sus poderes mágicos no le quedó otra que perder sus recuerdos al igual que tu padre para acompañarnos.

Era una gran apuesta.

Al final no todo salió como era de esperar, pero al menos las cartas ahora están juntas.

OoOoOoO

Un silencio incomodo reino el lugar.

Dentro de la enorme mansión de Eriol se habían reunido poco después de todo lo ocurrido. En la sala se encontraban muchas personas. Eriol sentado en un sofá viendo pensativo el suelo sin comprender de verdad como él era la tercera rencarnación del mago más poderoso de la historia, aunque en su interior se sentía importante. Meilling intentando reconstruir toda la historia al mismo tiempo que Will silbaba impresionado. Syaoran miraba de reojo como Sakura parecía ver al suelo de forma pensativa.

Por otro lado se encontraba Tomoyo acariciando a la forma falsa de Spinel quien miraba fijamente a Eriol de forma algo anhelante, Nakuru estaba sentada comiendo unos dulces al lado de un amable Yukito.

Todo era demasiado complejo.

-Ahora que Syaoran es el dueño de las cartas, pronto deberá cambiarlas con su magia para seguir su ciclo en este mundo-finalizo Tomoyo con una sonrisa calmada.

Otro problema más.

-Todo es complicado ahora-gruño Meilling como siempre sin poder guardar silencio.

La mayoría asintió en su mente.

-Realmente todo es más fácil, Tomoyo y Eriol podrán ayudar a Syaoran con todo de ahora en adelante-murmuro Sakura de forma tranquila.

Todos vieron como ella se levantaba de forma decidida.

-¿A dónde vas?-pregunto Yukito exteriorizando los pensamientos de todos.

Los ojos de la chica no dejaron de ver al suelo.

-Es hora de que vuelva a China, las cartas ya no son un problema después de todo-

Luego se formó un silencio…uno muy doloroso.

Pero después de todo ese era el final de la aventura.

Fin

.

..

Claro que no.

..

.

Miro de forma pensativa la fotografía entre sus manos, en ella se mostraba como aquel día donde había terminado en una "Cita" con Sakura en el parque de diversiones, ambos sonrojados y viéndose de reojo al momento de tomar la fotografía.

Sonrió levemente.

Se dejó caer en la cama agradeciendo el hecho de que Kero no dijera nada del tema, ya era suficiente saber que en otro mundo él había participado de las cartas Clow y ahora era el elegido para protegerlas hasta que llegara el momento.

Sakura había sido la elegida en otro mundo.

Había muerto en un accidente de tráfico al mismo tiempo que él.

Tomoyo había viajado a otro universo paralelo para proteger las cartas.

Fye y Kurogane tenían las memorias de sus contrapartes de unos viajeros de dimensiones.

Eriol en otra vida fue el mago Clow.

Kero y Yukito ahora eran los guardianes de sus cartas.

Apretó una almohada contra su rostro y grito con todas sus fuerzas, no comprendía la gravedad del asunto pero sabía que todo era ridículo. Igual no se lamentaba de nada de lo que había pasado o tendría que pasar, había conocido a gente genial y tenía nuevos amigos que le ayudarían a convertir las cartas Sakura en sus cartas ahora.

En su mente llego la sonrisa de Sakura mientras se despedía de él y sus amigos.

Volvería a China junto a su hermano.

Apretó con fuerza la mano sobre su camisa, justo sobre su corazón al sentir un horroroso dolor. Aun no le había dicho sobre sus sentimientos, incluso sabiendo que ahora Will y Meilling tenían una especie de "Relación" que pasaba límites de amistad (Besarse en la boca era suficiente para saber que comenzaba a pasar ahí) pero igual como un cobarde no quería decirle nada a la chica por temor a ser rechazado.

Volvió a gritar en la almohada ante la mirada fija de Kero.

El guardián si bien pensó en irse con Sakura, esta le indico que cuidara del mocoso…siempre haría lo que le pidiera fuera en este mundo o en otro.

Miro de reojo como el cielo se oscurecía.

-¿No vas hacer nada?-pregunto Kero viendo al cielo de forma desinteresada.

El chico no contesto.

-En otro mundo cuando tú te ibas a ir después de recolectar las cartas, Sakura salió corriendo…no se qué paso, pero llego con una sonrisa de esperanza, poco después se volvieron a ver y después decidiste venir a estudiar aquí nuevamente-

Noto como el chico se tensaba bajo la almohada.

-Dijiste que no habíamos tenido ninguna relación en ese mundo-hablo de forma seria.

Rio divertido.

-Estaban a punto de casarse-sintió la almohada impactar en su frente.

Se levantó con mirada asesina y noto el rostro sonrojado del mocoso.

-M-mientes-dijo con un leve tartamudeo de duda.

Un recuerdo llego a su mente del mocoso del otro mundo, ya convertido en todo un hombre el día que llego a decirle que le pediría matrimonio a SAKURA. Recordó también la sonrisa de Sakura después de aceptar y como en la fiesta ambos no dejaban de verse con amor.

-Sakura fue firme…no quería que algo interfiriera en su historia, pero creo que en todos los universos ustedes tendrán algo-comento de forma resignada.

Vio la mirada indecisa del chico, quiso volver a su forma natural y morderle con fuerza la cabeza.

-¿Entonces?-

-Bueno eres un idiota y ocupas un empujón, ahora mueve tu trasero y ve por ella-

Los dos se miraron fijamente a los ojos durante un segundo, con satisfacción Kero vio una chispa en los ojos del mocoso. Syaoran asintió con la cabeza antes de salir corriendo de su habitación, escucho la pregunta de la madre del mocoso pero parecía que tenía tanta prisa que apenas si salió con los tenis puestos.

Kero suspiro antes de comer un dulce.

Esperaba esta oportunidad todo saliera mejor.

Corriendo por las calles ignoraba el sonido del celular, probablemente sería Eriol para regañarlo por cobarde o Meilling para insultarlo por no despedirse como era correcto.

Que se jodieran.

Apenas logro pasar un alto sin ser atropellado y se alegró de no ver a ningún peatón en las calles. Se alegró de ser de los más rápidos de su clase ya que un ser humano normal no lograría correr como él hacía en ese momento.

Sintió un cosquilleo en sus bolsillos y noto como era proveniente de las cartas, sin detenerse tomo dos al azar y sus ojos se sorprendieron al ver las dos cartas brillar.

Sonrió emocionado.

OoOoOoO

Ver la gente pasar frente a ella dejaba de ser divertido, la terminal pronto se llenaba y en otras ocasiones se vaciaba por el movimiento de aviones. Su hermano estaba a su lado leyendo algún periódico y ella solo quería dormir para olvidar todo aunque fuera por un corto periodo de tiempo. Pensó en la voz de su padre al decirle que volviera a casa, tal vez en esa ocasión pudiera solucionar algo, después de esa aventura ya no parecía la niña asustadiza que dejo su hogar en busca de las cartas, sentía que algo había cambiado en su interior.

Sonrió levemente tocando el papel entre sus manos, su hermano había insistido en ver que llevaba pero ella lo negó.

La fotografía donde Syaoran y ella salían en medio del parque de diversiones sonrojados por la cercanía que ambos provocaron.

Lo único que decidió llevarse de él.

El mocoso más entrometido, insoportable y completamente odioso amigo que tuvo en su viaje…pero que por alguna razón se había metido en su mente de tal forma que era lo que más le dolía dejar atrás.

Vio de reojo por entre sus pestañas, tal vez debió haberle dicho sus sentimientos.

Aunque ni siquiera ella los comprendía del todo, supuso que después de todo lo vivido ya no podría sentir algo así de cálido por un desconocido, bueno alguien que no fuera de su familia. Puso una mano sobre su corazón de forma involuntaria pensando en si era normal ese sentimiento por su ex compañero y amigo, si bien llevaban mucho tiempo juntos en la cacería de cartas, tal vez eso fuera lo que le provocaba el revoltijo en el estómago y sus constantes sonrojos.

Bufo por bajo.

-Ya era hora-gruño su hermano con pocos ánimos.

Giro a verle confundida, fue hasta ese momento que noto como todo a su alrededor parecía congelado y en algún momento la gente dejo de moverse.

La carta tiempo.

Su corazón dio un brinco y sus mejillas se sonrojaron ante la emoción, pensó que aquel día fue la última vez que lo iba a ver.

-No tardes o iré por ti monstruo-gruño su hermano, el único suficientemente fuerte para resistir los poderes de la carta.

Se puso de pie corriendo hacia el centro de la magia que se acercaba, no comprendía porque estaba tan apurada o porque su mente no trabajaba como debía. Se sintió patética por actuar de una forma infantil, pero al ver al chico al final del pasillo de gente congelada, una sonrisa algo torpe se puso en sus labios mientras sus palmas comenzaban a sudar.

Noto como el chico parecía impresionado de verle, pero igualmente se acercó de forma decidida hasta estar a un metro de distancia.

Ninguno dijo nada.

Después de todo pasara lo que pasara ese sería el adiós.

-Me alegra haber llegado a tiempo-murmuro el chico casi sin voz por la carrera.

Ella sonrió levemente.

-Creo que siempre llegas a tiempo-añadió a su comentario con algo de emoción.

Verlo por última vez era algo que le llenaba de tristeza, pero igualmente le daban fuerzas para seguir adelante.

Noto la indecisión del chico frente a ella.

-No podía dejarte ir sin hablar contigo-comenzó viéndola fijamente y con un sonrojo en las mejillas.

Un destello de recuerdo llego a la mente de ambos, de dos niños similares a ellos en medio de un aeropuerto como una despedida. Tan rápido como llego el recuerdo se desvaneció sin dejar más que las imágenes, una sonrisa adorno el rostro de ambos.

-Me gustas mucho-hablo Syaoran viendo a otro lado con el rostro sonrojado.

Sakura dejó de respirar.

Esas palabras…

Su estómago se volteo furiosamente en su interior, su corazón parecía querer salir de su pecho y sentía un subidón de adrenalina en su cuerpo. Quería gritar por ninguna razón y una sonrisa tonta salía lentamente en su cara.

Era una locura.

Sabía lo difícil que sería tener algo con ese chico por su familia, probablemente tendría que renunciar a su familia para estar con él si eso quisiera ella, tal vez la exiliarían de su hogar por culpa de la no aprobación del consejo…podría sufrir.

Ese fue el motivo de sus lágrimas.

Curiosamente eso no le importo.

Camino decidida hacia el chico tomando las manos que temblaban levemente. Ambos rostros se vieron sorprendidos y algo sonrojados por la acción, si bien no era la primera vez que se tomaban de las manos, si era la primera después que uno admitía sus sentimientos por el otro.

No sabía que decir, pero sabía que era su turno.

Bajo el rostro sin poder hablar.

Se sentía nerviosa.

-Esto es…una locura-admitió con una risa algo tonta.

-Bueno todo entre nosotros suele ser una locura-acepto Syaoran con voz más tranquila.

Su rostro se oscureció.

-Debo ir a China-dijo levantando el rostro viendo el de él a pocos centímetros del suyo.

Noto una chispa de dolor.

Trago saliva al saber que sus próximas palabras podían significar el camino de su historia, podía declinar sus emociones y seguir con su vida con la esperanza de ser aceptada por su familia…oh podía seguir el destino incierto al lado de Syaoran.

Apretó los labios antes de tocar con una mano la mejilla del chico que la vio impresionado.

-¿Estarías dispuesto a esperar a que yo resuelva todo?-pregunto nerviosa.

El pestañeo antes de sonreír emocionado.

-Toda la vida-dijo de forma tierna.

Se sonrojo al ver el rostro del chico más cerca del suyo.

Cerró los ojos.

Tal vez fue el primer beso de ambos, pero no por eso no dejaron de pensar que ya había pasado, sus labios parecían dos piezas de rompecabezas que por fin de unían y no pudo evitar reír al separarse por falta de aire.

Ambos se vieron a los ojos con brillo en ellos.

Algo había cambiado.

Si bien no le tomo más de dos meses arreglar los asuntos de su familia, Syaoran al verla bajar del aeropuerto se aseguró que por ella hubiera esperado toda la vida de ser necesario. Entre risas y abrazos con sus amigos, Sakura decidió quedarse en Tomoeda.

La castaña no viajo a China en mucho tiempo y solo lo hizo para el matrimonio de su hermano con Nakuru. Su padre se mostró amable con Syaoran al ser presentados, también le conto como en la infancia él fue un buen amigo de los padres de Syaoran para sorpresa de todos.

Era un grupo conformado por Sonomi Daidouji, Thomas Hiwagizawa, Nadeshiko su difunta madre, el papa de Syaoran y él.

Vaya sorpresas que da la vida.

Poco tiempo después de terminar la universidad, ambos se casaron. Ella con una carrera como maestra y él como arqueólogo, su primer hijo tuvo como padrinos a Eriol y Tomoyo que llevaban una relación de un año, tanto Meilling como Will exigieron que tuvieran otro hijo para ser los padrinos, curiosamente Fuutie, Yukito, su hermano y Nakuru comenzaron a discutir por el puesto.

Fue uno de esos días donde todo parece estar bien que ambos se acostaron en la cama después que su pequeño torbellino lograra dormirse.

Syaoran vio con una sonrisa el largo cabello de su esposa que volvía a estar tan largo como cuando la conoció en la secundaria.

-¿Qué estabas pensando Hentai-san?-hablo su mujer viéndole divertida.

Rio al escuchar ese nombre.

Hace mucho tiempo que había pasado de la última vez que lo escucho.

-En lo afortunado que soy a tu lado-dijo con cariño sacándole esos sonrojos a su esposa que lo orgullecían.

Sakura rio antes de acomodase cerca de él que aprovecho para abrazarla y atraerle más junto a él, su esposa no era buena con las palabras después de su infancia traumática, pero al sentir el abrazo de ella supo que sus emociones eran las mismas que él.

Un vago recuerdo de Kurogane y Fye sobre la suerte de sus otros yo en otro universo paralelo le hizo suspirar.

Se sentía egoísta al tener una vida tan feliz al saber lo mucho que otros sufrían.

Pero eso solo le hacía pensar en lo suertudo que era.

-PAPÁ KERO SE COMIO MIS DULCES-

-NO ES CIERTO MOCOSO DEL MAL-

-POR KAMI DEJEN DORMIR-

-TÍO TOUYA DEFIENDEME-

Ambos se vieron de reojo y sonrieron al escuchar como Nakuru se metía en la pelea junto a la hija del matrimonio, ambos de visita por el cumpleaños de su hijo.

Después de todo en la familia Lee no había un día normal.

Su esposa grito al resbalar por las escaleras en un intento fallido de detener la pelea.

Syaoran suspiro y tomo el libro de sus cartas (ya transformadas por su magia), cuando la familia de su esposa estaba en casa ocupaba más que palabras para detener las peleas.

Igual no cambiaría su vida por la de nadie.

Fin.

Bueno no quede muy convencida con este final, incluso pensé hacer dos capitulos diferentes pero al final termino así, probablemente cuando vuelva a corregir todas mis historias arregle este.

Espero les haya gustado esta historia, iba ser más larga hasta poner como Syaoran transformaba todas las cartas y más el aporte de Tomoyo, la relación de Will y Meilling como la de Yukito y Fuutie...pero al final me decidi concluirla de esta forma, creo que es mejor terminarla a borrarla como pensé hacerlo.

Ojala esta historia les haya gustado y sacado una sonrisa.

Casi dos largos años de camino, pero me alegra finalizarla y dejarla para que ustedes la disfruten.

Nota:

Por si no lo saben en mi perfil tengo un link de mi pagina en Facebook donde publico mis actualizaciones y donde chateo con los chicos sobre temas de anime,manga, juegos, libros, series…etc por si alguno quiere comunicarse conmigo o visitar un rato para conocerme mejor.

Sayonara sexys lectores.