Disclaimer: Naruto no me pertenece.

Advertencias: Yaoi (ChicoxChico), palabras obscenas. Universo Alterno.

NA: Hola a todos! esta vez he vuelto bien rápido con un nuevo capítulo, espero les guste.

Extracurricular

Tomo I

Capítulo VII

Sus ropas escurrían, todo su cuerpo estaba adolorido y mojado de pies a cabeza, y sentía que había estado toda una eternidad en el agua, cuando en realidad, no habían sido ni 15 minutos. Pero más importante aún, su orgullo estaba en el suelo. Su intento por sacar al pelinegro del agua, como todo un héroe, había sido un completo fracaso. Un fracaso tan grande que incluso él había caído al río, siendo arrastrados ambos por la corriente. Hay muchas actividades extremas que el rubio estaría encantado de hacer. Ser arrastrado río abajo no era una de esas.

Se sacó el T-shirt mojado y empezó a exprimirlo en la orilla del río. Lo último que necesitaba era agarrar un maldito resfriado mientras estaba perdido en el Bosque de la Muerte. No podía creer que todo había salido tan mal. Luego de caer en el agua, la corriente los había arrastrado fuertemente por unos largos y agonizantes minutos, cayendo incluso por una cascada, que para fortuna de ambos, no tenía muchos metros de altura.

Finalmente, luego de haber caído por la pequeña cascada, la corriente se detuvo y llegaron a un claro donde pudieron nadar, con la escasa energía que les quedaba, hacia la orilla del río.

Naruto miró sobre su hombro, observando de reojo al pelinegro, quien yacía en el suelo recostado ligeramente de un árbol sin nada más que sus bóxers. Su ropa, tendida en una rama sobre su cabeza, justo donde daba la luz del sol. Cuando su cuello empezó a doler, se dio cuenta de que se había quedado embelesado mirándolo durante mucho tiempo. Demasiado tiempo para su gusto.

Volteó la mirada hacía el río nuevamente y procedió a quitarse los zapatos y los pantalones. Realmente no tenía problema en andar desnudo, y debía poner sus ropas a secar también.

"¿Dónde crees que estamos?" el pelinegro miró a su alrededor, buscando algo que le diera una pista de su ubicación. "Este bosque es inmenso Naruto, sería imposible ubicarnos tan sólo viendo árboles."

El rubio suspiró. Cómo iban a llegar hasta la cabaña nuevamente si ni siquiera sabían en qué dirección debían ir. Estaban completamente jodidos. Pero no podía quedarse sin hacer nada, estaban en el medio del Bosque de la Muerte, cuya reputación no era nada buena para quienes deambulaban solos por ahí, mucho menos en la noche. Naruto no era miedoso, pero si en ese bosque había algo, no quería estar ahí para averiguarlo.

Se acercó a su compañero, quien se había parado de su sitio para estirarse. "Debemos caminar, no sabemos cuánto tardarán en venir a buscarnos."

"Creo que debemos quedarnos aquí, tenemos agua y sombra. Además, todos nos vieron venir río abajo, si nos quedamos en un solo lugar, nos encontrarán más rápido."

El rubio empezó a impacientarse. ¿Por qué él tenía que llevarle la contraria siempre? Y eso que se había arriesgado a ayudarlo y mira cómo le pagaba. "Puede ser, pero recuerda que el río tiene dos divisiones" señaló la cascada detrás de ellos. "Ya hemos pasado ambas y ni siquiera sabemos hacía cuál lado nos trajo el río, mucho menos lo sabrán ellos."

El rubio tenía un punto, Sasuke debía admitir eso. Sin embargo, creía firmemente que no debían empezar a deambular por el bosque. Había demasiadas cosas que podían salir mal, no conocían el terreno, podían encontrarse con animales salvajes, podían perderse aún más, podían envenenarse con una planta. Les podía ocurrir cualquier cosa. Pero lo que más le preocupaba a Sasuke de todo el asunto, no eran ninguna de esas posibilidades. Lo que realmente lo incomodaba era estar sólo en un bosque con Naruto.

Este día no podía ir peor. Prefería mil veces encontrarse con un tigre hambriento.

Estaba siendo injusto y lo sabía, pero no estaba seguro de cómo sentirse con toda la situación. ¿Por qué Naruto tenía que haberlo ayudado? Debió haberlo dejado caer río abajo como cualquier persona normal y así no se sentiría culpable de que él estuviera aquí ahora. Así podrían seguirse tratando como siempre lo habían hecho y él no tendría que morderse la lengua cada vez que quisiera soltarle un comentario mordaz. Porque sabía muy bien que lo único que debía sentir por el rubio era pura y simple gratitud.

De acuerdo, se sentía agradecido por lo que el rubio había hecho. O más bien, lo que había intentado hacer. Pero no iba a agradecerle en voz alta, ya eso era demasiado para su orgullo.

"No lo sé Naruto" el aludido se extraño ante el tono calmado y condescendiente del pelinegro. ¿Qué mosca le había picado a este ahora? "Estimo que deben ser alrededor de l de la tarde, si esperamos unas cuantas horas podremos ver hacia qué lado se pone el sol y así sabremos hacia qué dirección coger, es lo más lógico."

Naruto se horrorizó. "¿Esperar varias horas? Estás loco Uchiha." el pelinegro vio como Naruto pasaba sus manos por sus dorados cabellos una y otra vez como si algo le estuviera picando. Se notaba inquieto. Agarró sus manos de repente, bajándolas a la altura de sus caderas. "¡Cálmate!"

"¿Calmarme?" se zafó bruscamente del agarre del pelinegro. "¡Tú quieres que esperemos aquí a que sea de noche! ¿Perdiste la cabeza? Tenemos que volver a la cabaña antes de que anochezca."

"¿Cuál es el problema Naruto? es sólo una noche, no es como si tuvieras…" Vio como el rubio evadía su mirada y entonces todo cobró sentido en su cabeza. La comisura de sus labios empezó a curvarse en una ligera sonrisa. "¿Acaso tienes miedo?"

Le dio la espalda rápidamente. Lo último que necesitaba en estos momentos era que el Uchiha se burlara de él. ¿Qué importaba si tenía miedo o no? nadie quería quedarse en un bosque solitario toda una noche sin comida ni refugio. No era miedo. Prefería pensar que era algo como sentido de la supervivencia.

Regla No. 1: No pases la noche en el bosque.

Regla No. 2: Haz todo lo posible por cumplir la regla no. 1.

Sintiéndose impaciente ante la falta de respuesta del rubio, el pelinegro lo rodeó hasta quedar cara a cara nuevamente con él. El ojiazul lo encaró, si Sasuke quería burlarse de él entonces que así fuera, pero no había nada sobre la faz de la tierra que lo hiciera quedarse a dormir allí esa noche. Nada.

"Escucha, sí tengo miedo, puedes decir lo que quieras pero no me importa" se cruzó de brazos, en un intento por parecer firme frente a su compañero. "no voy a pasar la noche en este maldito bosque espantoso."

"hn" Naruto espero algún otro sonido, una risa, una burla, un comentario sarcástico estilo Uchiha, pero no ocurrió nada.

"¿Eso es todo? ¿No vas a decirme nada?" Sasuke suspiró pesadamente. Si bien le había parecido cómica la reacción del ojiazul por pasar una noche en un tonto bosque, sabía también que una pelea ahora no los beneficiaría en nada. Mucho menos cuando debían trabajar juntos si querían ponerse de acuerdo para salir de este lugar.

"No me importa si tienes miedo o no, y francamente no me sorprendería que durmieras con una luz prendida en tu habitación" estaba a punto de refutar aquello cuando Sasuke lo detuvo con el ademán de su mano. "pero, si queremos salir de aquí, ya sea para que nos encuentren o nosotros encontrarlos a ellos, tenemos que trabajar juntos."

Un poco perplejo, Naruto asintió. No esperaba que Sasuke se lo tomara tan bien, pero después de todo, muchas cosas habían estado cambiando entre ellos últimamente. Ahora tenía la oportunidad perfecta para convencerlo de aceptar su idea y buscar otro refugio que no fuera la orilla del rio.

"¿Algún plan?" El rubio sonrió de lado, si todo iba de acuerdo a lo planeado, estarían bajo techo en unas pocas horas.

Señaló hacia adelante y Sasuke siguió la dirección de su mano hasta encontrarse con una torre de color ladrillo que sobresalía en el bosque. Arqueó una ceja, esperando algún tipo de explicación. "Debemos caminar hasta la torre, una vez allí tendremos vista panorámica del bosque completo. Sabremos dónde estamos y a dónde tendremos que ir."

Naruto parecía muy seguro de su plan y el pelinegro por unos instantes lo consideró como una buena idea, pero como siempre, el rubio olvidaba detalles muy importantes. "¿Y si nos topamos con animales salvajes?" Vio como la cara de satisfacción del ojiazul se desvanecía al instante. "El río sería nuestra mejor opción en caso de encontrar alguno merodeando por el bosque."

"¡El río tiene cocodrilos! En cualquier parte podríamos encontrar un animal salvaje, estamos en un maldito bosque."

Tenía razón. No quería admitirlo pero era verdad, por cualquier lugar que miraran podrían encontrarse con algo para lo cual no estaban preparados. En la Torre por lo menos tendrían una mejor idea de su ubicación y refugio para cuando cayera la noche. Sin embargo, Sasuke no podía quitarse el mal presentimiento que le estaba oprimiendo el pecho. Sentía que algo iba a salir mal.

Por lo tanto, no podía creer las palabras incluso cuando escaparon de sus labios. "Muy bien Naruto, vamos." El aludido no pudo contenerse y dejó escapar un grito de victoria, parecía un niño de 5 años.

Se sentía tan feliz de que el Uchiha estuviera de acuerdo con él. Una victoria para Naruto Uzumaki. Se acercó de repente al pelinegro, deteniéndose sólo unos centímetros antes. No podía creer lo que estaba a punto de hacer ¡Iba a abrazar al Uchiha! deseó que lo partiera un rayo en ese mismo instante.

Sasuke debió haberse percatado de la acción pues su cuerpo se tensó de forma automática ante la proximidad del rubio. Se quedaron mirando por unos segundos sin saber qué hacer y Naruto notó un detalle muy importante que hasta el momento había pasado por alto. Ambos chicos estaban desnudos, con tan sólo su ropa interior para cubrirlos.

No quería ni imaginarse lo que hubiese sentido al abrazarlo. Contacto de piel contra piel. Sintió un escalofrío recorrerle la espalda y decidió que lo que sea que eso significara, no le gustaba en lo absoluto. Algo no estaba bien hoy.

Salió de su aturdimiento al escuchar al pelinegro aclararse la garganta. El ojiazul desvió la mirada y cruzó rápidamente por su lado, asegurándose que ninguna parte de su cuerpo tocara la del otro. Hoy iba a ser un día largo.

SasuNaruSasu

Sabía que todo iba a resultar mal.

Lo que no sabía era que iba a resultar tan mal.

Luego de haber emprendido su larga caminata a la Torre en el centro del Bosque de la Muerte, no habían encontrado más que problemas. En realidad, la palabra problema se quedaba corta para lo que realmente había sucedido. Estar a punto de perder la vida no puede ser catalogado como un simple "problema".

El pelinegro suspiró, permitiendo que su cuerpo se relajara por primera vez en el día. Observó cómo la luz de la luna entraba por la ventana y ahí fue cuando se percató de lo tarde que era. Nunca en su vida entera se habría imaginado tener una aventura de esa magnitud y vivir para contarlo. Mucho menos se imaginó que la compartiría con nada más y nada menos que su némesis de toda la vida. Aunque, después de todos los sucesos del día, ya no estaba seguro en qué categoría ubicar al rubio.

Todavía era un imbécil, de eso estaba seguro. Y justamente por culpa de ese imbécil había tenido que sobrevivir a un ataque de oso salvaje. Por naturaleza los osos son salvajes, pero todos saben que no es lo mismo encontrarse con un oso panda que con un oso negro. Cualquier tonto sabría la diferencia, excepto Naruto.

Habían estado caminando durante un poco más de una hora, si los cálculos de Sasuke no fallaban, cuando decidieron detenerse a descansar. Habían tomado la precaución de llenar con agua del río un pequeño termo de cadera que Naruto casualmente tenía en el bolsillo. Ambos se preguntaron cómo había sobrevivido a la caída, pero justo en ese momento, era su salvación.

"¡Dios, estaba muriendo de sed!" el pelinegro lo miró de reojo, al momento que Naruto daba largos sorbos del envase.

"Trata de no acabarte toda el agua dobe, no sabemos cuánto falta ni cuándo tendremos más agua."

El rubio lo ignoró, lo cual no pasó desapercibido por el Uchiha, más no dijo nada. No iba a gastar energía en discutir con ese idiota cuando todavía tenían un largo camino que recorrer.

Estaba a punto de arrebatarle el termo de la boca cuando ambos escucharon el sonido más alarmante de todas sus vidas. Un gruñido. Ambos se sobresaltaron y Naruto casi deja caer el contenedor por la sorpresa.

Ambos chicos voltearon lentamente su mirada en dirección a la fuente del gruñido. Naruto suspiró felizmente cuando se dio cuenta del animal del cual se trataba. Era un simple oso. Metió su termo en el bolsillo nuevamente y empezó a caminar hacia el animal. Sin embargo, no dio bien dos pasos cuando sintió la mano de Sasuke tomar la suya bruscamente y halarlo hacia sí.

"¿Qué diablos?" El oso volvió a gruñir ante el movimiento inesperado. Naruto fulminó a Sasuke con la mirada, intentando zafarse de su agarre sin obtener ningún resultado a su favor.

"¿Qué crees que estás haciendo Naruto?" El rubio sintió cómo el pelinegro le apretaba la mano con fuerza. Sintió su pulso acelerado y entendió que algo no estaba bien. El Uchiha nunca entraba en pánico. Tenían un problema.

"¿Qué sucede Sasuke?" Se enderezó de nuevo, esta vez sin intentar zafarse del agarre de su compañero. "Ni que fuera un león, es sólo un oso…"

El moreno lo miró cómo si se hubiese vuelto loco. "¿Sólo un oso?" gruñó entre dientes. "Eso no es sólo un oso, y si tuvieras neuronas lo sabrías bien."

Esta vez fue el turno del rubio de mirar a Sasuke con incredulidad. Escucharon las ramas quebrarse detrás de ellos. El oso se estaba moviendo, lo cual significaba malas noticias.

"Es un oso negro, no muy común en el área la verdad, pero son conocidos por ser extremadamente agresivos." Escuchó atento el susurro del moreno y justo en ese instante empezó a entrar en pánico también. Sintió su corazón latir con fuerza y apretó fuertemente la mano de Sasuke. Podía sentir su propio sudor deslizarse por sus manos entrelazadas, pero esto carecía de total importancia para él en estos momentos.

Su mano entrelazada con la del pelinegro era un problema del Naruto de mañana, si es que llegaba a ver un mañana. El único problema del Naruto de hoy lo estaba mirando con ojos oscuros, cubiertos por un pelaje incluso más oscuro y espeso, dientes y uñas afiladas, y unos gruñidos que le helaban la sangre. Sí, sus manos podían esperar.

"Mierda, mierda, mierda…"

"Cálmate, enderézate completamente Naruto, y no hagas movimientos bruscos, sólo quédate quieto y," Observó al rubio seguir sus instrucciones al pie de la letra, y se sorprendió de que justo lo que se necesitara para controlar al rubio fuera una situación de vida o muerte. "déjame pensar."

Sasuke no sabía cuánto tiempo más podría mantener la calma, cada segundo que pasaba empezaba a desesperarlo. Su único consuelo es que no estaba pasando esta situación él sólo. Por lo menos, por increíble que pareciera, la presencia de Naruto a su lado lo hacía sentir un poco de esperanza. Sintió como el rubio apretaba su mano con fuerza, y entonces tuvo una idea.

"Tenemos que separarnos"

"¿Qué?" gruñó entre dientes el rubio.

"Tu correrás hacia tu derecha, yo correré a mi izquierda, el oso tendrá que tomar la decisión de a quien seguir, y eso le tomará unos escasos segundos, pero serán segundos valiosos para nosotros."

Naruto apretó su mano con más fuerza, y el Uchiha realmente se preocupó de que pudiera cortarle la circulación en cualquier momento. "Estás loco, es un movimiento suicida, si el oso va detrás de ti estás jodido y si va detrás de mi estoy jodido también."

Sasuke lo sabía, pero no veía otra posible solución a su situación. "Tenemos que subirnos a un árbol." Negó con la cabeza, si lo que sabía de esos animales era cierto, los osos negros eran conocidos por ser especialistas en trepar árboles.

"No funcionará, este tipo de osos trepa árboles con facilidad, y suelen pasar más tiempo ahí que en el suelo."

El rubio rodó los ojos, sólo Sasuke podría ser una enciclopedia humana incluso en una situación de vida o muerte. Le parecía irónico que este oso pudiera matarlos y que los últimos momentos de su vida los pasara justo con la persona que más había detestado durante los últimos tres años de su corta existencia.

De repente, el oso empezó a encaminarse lentamente a ellos, lo cual, a los ojos del pelinegro, sólo podía significar una cosa: Los iba a atacar.

Naruto corrió hacia su derecha arrastrando a Sasuke consigo. "¡Al diablo con tu lógica Uchiha!" se soltaron de las manos y corrieron tan rápido como sus piernas y sus fuerzas les permitieron.

Ninguno veía más que los árboles que dejaban atrás al correr aparecer frente a ellos fugazmente. Sasuke empezaba a sentirse mareado y le fallaba la visión, y temió por unos instantes que fuera a desmayarse y el oso lo alcanzaría en cuestión de segundos. Y para colmo, Naruto sería el que viviría para contarlo. Irónico. De no haber sido por el pánico y la prisa con la que corría el rubio junto a él, pudo haber llegado a pensar que este lo había planeado todo sólo para darle muerte a su némesis de una vez por todas.

Desestimó el pensamiento al instante, Naruto no era tan inteligente como para planear el crimen perfecto.

"¡Lo torre!" el grito del rubio lo sacó de sus pensamientos. Justo frente a ellos podía ver la torre del bosque de la Muerte, enorme e imponente a tan sólo unos metros de distancia. Estaban salvados.

No podía creer que realmente habían llegado y que el oso no los había alcanzado. Le pareció extraño, porque según había estudiado, estos osos eran expertos trepadores y bastante rápidos, tanto así que conocían la zona en la que habitaban como si fuera la palma de su mano. Instinto animal o lo que sea.

Al cabo de unos largos y agonizantes segundos, ambos chicos se detuvieron al llegar a la puerta de la torre. Sentían el cosquilleo que les recorría el cuerpo por la adrenalina y todo el tiempo que llevaban corriendo. Ninguno de los chicos se había molestado en ver hacia atrás mientras corrían, pues sabían que esto les quitaría tiempo, y sólo en ese momento Sasuke se permitió mirar hacia atrás.

Naruto pensó que sus piernas lo abandonarían en cualquier momento, nunca en su vida había corrido tanto. Intentó abrir inútilmente la puerta de la torre pero todos sus intentos eran inservibles. Estaba cerrada con llave. Su corazón empezó a acelerarse nuevamente sabiendo que no podían entrar a su único lugar de refugio y el oso los alcanzaría en cualquier momento para devorarlos.

Vio una de las ventanas con un pequeño roto en la esquina y pensó que con una piedra podría romperla por completo.

"Oye Naruto"

"Sasuke ayúdame aquí, tenemos que entrar lo más pronto posible."

"Naruto…"

Empezó a tirar las pequeñas rocas que encontraba pero ninguna lograba romper por completo el cristal, necesitaban algo más grande y rápido. "¿Acaso estás sordo Uchiha? Tenemos que romper la ventana, ahora."

"¡NARUTO!" El aludido se volteó bruscamente hacia su compañero. ¿Qué diablos era más importante que ponerse a salvo de ese maldito oso? Y ahora que lo pensaba, ¿Dónde estaba el oso?

"¿Qué quieres Sasuke?" inquirió molesto.

"El oso no nos siguió." Sintió como todas las rocas que había recogido se deslizaban de sus manos lentamente y caían de nuevo al suelo.

"¿Estás bromeando?"

"¿Te parece que estoy bromeando imbécil? ¡El maldito oso no nos siguió! Hemos corrido y corrido y mira" abrió sus brazos a ambos lados señalando todo el bosque detrás de ellos. "No hay nada aquí, el oso ni siquiera nos siguió cuando corrimos."

El rubio pensó que podía morirse ahí mismo. "¿Quieres decir que…?"

"Sí."

"O sea que corrimos para…"

"Sí."

"Y nunca estuvimos en peligro…"

"Sí."

Empezó a reírse incontrolablemente. Sus piernas por fin se dieron por vencidas y el rubio cayó al suelo en un ataque de risa. El pelinegro lo fulminó con la mirada, no podía creer que después de todo lo que habían pasado el Uzumaki se encontrara la situación remotamente divertida. Quería estrangularlo ahí mismo, pero se contuvo.

"No puedo creer que te estés riendo de esta estupidez." Lagrimas corrían por sus mejillas y al rubio le tomó unos segundos poder responder de forma coherente.

"Es que de verdad no lo puedo creer" se limpió los ojos, intentando controlarse unos instantes. "El maldito oso de verdad se burló de nosotros, nos hizo correr y correr y él se quedó allí, a lo mejor y se acostó y nosotros ni cuenta nos dimos." Y entonces volvió a reír, y esta vez no había nada que pudiera pararlo.

Sasuke, que había pasado el día entero pensando en la mala suerte que había tenido todo este tiempo no pudo evitar pensar que la situación era en realidad graciosa. Era una de esas historias que les repites a tus amigos una y otra vez porque nunca se vuelve aburrida. Se dejó caer al lado del rubio, y por primera vez en el día sonrió.

"Tienes razón."

Naruto casi se atraganta con su propia saliva al escuchar aquellas palabras, más no dijo nada.

Ahora, ambos yacían acostados en el quinto piso de la torre. Decidieron dormir allí esa noche, porque sabían que era demasiado tarde para intentar entrar al bosque una vez más. Una vez lograron entrar, se habían dado a la tarea de verificar que la torre estuviera realmente abandonada.

El rubio tenía la estúpida creencia de que podía estar habitada por fantasmas. Sasuke había rodado los ojos ante la muy poco convincente historia que Naruto le había hecho sobre ninjas de la época antigua que habían librado batallas en este mismo bosque y que solían reunirse aquí. Serpientes gigantes y sellos malditos. Si claro.

Lo más que podía salir en esa torre sucia y descuidada era un bicho raro. Una vez que el rubio había dejado su paranoia, pudieron verificar toda la torre, ubicaron viejas habitaciones, salas de reuniones, y los baños, a lo cual el rubio replicó una vez más que ni en un millón de años iría solo a uno de esos baños. Nuevamente Sasuke no pudo hacer más que rodar los ojos.

Inspeccionaron del primer al sexto piso, pero justo cuando comenzaban a subir el séptimo, todo empezó a cambiar. Las paredes pasaban de ser ligeramente amarillas y desgastadas por el tiempo, a parecer podridas, pudiendo colapsar en cualquier momento. Disminuyeron la velocidad, ligeramente preocupados por el cambio. Se percataron de que los pisos y las paredes estaban manchados de sangre, pero lo que realmente preocupó a Sasuke no fue el hecho de que hubiera sangre alrededor de todo el piso siete, sino que la sangre parecía tener poco tiempo. Si acaso podría tener tal vez un mes, lo cual le pareció extraño a ambos.

Se suponía que el paso al bosque era restringido a partir de la cabaña donde ellos se hospedaban, y nadie había entrado a la torre en más de 50 años.

Naruto empezó a impacientarse. Había ropa desgarrada y sangre esparcida por todos lados, y por un instante sintió el impulso de tomar el brazo del Uchiha y quedarse detrás de él.

Finalmente, decidieron que recorrer más allá a esa hora de la noche no valdría la pena, y muy para alivio y tranquilidad del pelinegro, volvieron al quinto piso y ubicaron la habitación más limpia para dormir. Una vez que amaneciera, podrían subir al piso más alto, ver su ubicación exacta y trazar un camino que los llevara nuevamente a la cabaña.

En principio, el plan era que cada uno conservara su espacio personal, pero cada vez que el pelinegro observaba al rubio, lo veía cada vez más cerca de sí. El pelinegro suprimió una sonrisa al darse cuenta de lo asustado que estaba el rubio de estar en ese lugar, y cuando vio que todo el espacio personal había quedado olvidado y el ojiazul se había acostado a tan sólo unos centímetros de distancia suyo, no le dio importancia. Después de todo lo que había ocurrido, dormir junto a él era el menor de sus problemas.

Sasuke escuchó los leves ronquidos de Naruto detrás de él. Se había dormido al instante, pero el pelinegro por más exhausto que se encontrara, no había podido conciliar el sueño tan fácilmente. Todos los sucesos del día tenían su cerebro alborotado. Nada en ese día había salido como debía pasar.

Había ayudado a Naruto a sobrevivir a la resaca e incluso había mentido por él. Luego el rubio había arriesgado su propia vida para salvarlo cuando había caído en el río. Y ambos, por increíble que pareciera, habían sobrevivido a un ataque de oso salvaje, incluso si nunca habían estado en peligro realmente.

Había sido el día más extraño y difícil de su vida entera, y aún así, Sasuke no podía creer que había sido lo más divertido y emocionante que había hecho en toda su vida. Por fin sintió a Morfeo tomar control de su cuerpo, y cerró sus parpados antes de que su mente siguiera inventando pensamientos retorcidos, cayendo en un sueño profundo sin darse cuenta de que Naruto se había pegado completamente a él.

...

NA: Chicos primero que nada quiero darles INFINITAS GRACIAS a todos los que han leído esta historia y en especial a todos aquellos que han tomado un poco de su tiempo para dejarme un review y dejarme saber qué les parece la historia, qué les gusta y qué no. Sepan que lo aprecio y valoro muchísimo.

Algo más que quería aclararles es que, este es el séptimo capítulo, pero en la historia real sólo han pasado 3 días. No entiendo mucho algunos fics donde Sasuke y Naruto se odian a muerte y ya en el segundo o tercer capítulo son pareja y no sé qué. Hay muchos en los que funciona y queda super bien porque los autores tienen un don increíble para escribir. Yo en lo personal, no siento que sea una gran escritoria, hago esto porque me gusta la pareja y por eso prefiero tomar mi tiempo en desarrollar su relación, y creo que se pueden dar cuenta que ya no se "odian", si no que se tratan bieny se agradan.

Dejenme saber qué les pareció este capítulo con un comentario, y espero volver muy pronto con el siguiente capítulo. Naruto y Sasuke volverán a la cabaña con los demás y puede ser que haya un poco de lo que todos estamos esperando.

Saludos!