Hola ¿Qué creen? Ya volví, así que espero que me sigan leyendo... Les pido perdón por tardar un año y les ruego que me den ideas por favor... Para este y el fic de "Estoy solo" "cambio de papeles" "historia de un amor" "silver-moon" "corazón valiente" bueno me despido y les prometo seguir escribiendo solo ayúdenme por favor.
Los personajes no me pertenecen, son de William Joyce.
********Capítulo 9
Dolor y diversión.(parte 1)
Elleanor miró hacía la puerta al escuchar las voces, y descubrió a las dos personas que mas odiaba en el mundo y que eran las causantes de la roca, en que se había convertido su corazón, sintió como si una descarga eléctrica la sacudiera y su vista se nubló. Perdiéndose en la oscuridad, oía voces lejanas decir su nombre, era la voz de Nestor, pasos alejándose, caos y gritos alarmados, quería abrir los ojos pero le era imposible, sintió miedo a esa oscuridad en la que se encontraba, y entonces oyó una tercera voz, un poco más suave, tratar de hacerla reaccionar, no sabía quien era, pero le proporcionó tranquilidad y paz, y por alguna extraña razón, le era familiar.
********Jack había llegado ha verla, sentía curiosidad de saber porque Norte, Bunny y Sandman estaban tan interesados en ella, la noche anterior le pareció ver rastros de dolor y rabia, cuando la observó por la ventana, eso lo tenia muy intrigado, y no sabia en que momento había sido metido con ella y el otro chico en la oficina, se sintió extraño al ver que lo miraban detenidamente, y más cuando la puerta se abrió para dar paso a los chicos de la foto que vio en la habitación de Elleanor, eso lo había sorprendido, aun más, era una extraña coincidencia, y el odiaba las coincidencias, y más al ver la reacción de Elleanor, apenas había podido sostenerla, y llevarla a su oficina, su prima quería estar ahí con ella, pero la saco a regañadientes del lugar, la recostó y se sentó cerca a esperar que despertará, y saber que ocurría.
La observó moverse y se acercó, ella abrió los ojos con dificultad y su desconcierto lo lleno de ternura, extrañas chispas de corazones salieron de sus ojos, y sonrió mostrando su blanca y perfecta sonrisa.
Ella quedo embelesada mirando sus hermosos ojos castaños que la veían con preocupación.
— ¿Quieres que le hable a tu prima? — Dijo Jack preocupado.
— Sacame de aquí, por favor. Llévame lejos, no quiero ver a nadie. — Dijo abrazandolo con desesperación, quería huir de ahí, y ese chico podía ayudarla, no importaba quien fuera.
— Tranquila, haré lo que quieras, pero calmate, confía en mí. — Dijo acariciando su cabello, tan negro como la noche y suave como la seda.
— Gracias. — Susurro apoyando la cabeza en su pecho, se sentía muy cómoda ahí, era un pecho muy cálido.
— Solo dime a donde quieres que te lleve. — Preguntó.
— No importa, solo sacame de aquí, por favor. — Volvió a decir tratando de levantárse.
— Esta bien, Arregla tus cosas, te espero afuera. — Y salió.
********No entendía que pasaba, pero sabia que esas personas conocían a Elleanor, por la reacción de ella y la palidez del rostro de ellos, que se miraron entre sí y no supieron que hacer.
— Creo que mejor nos vamos tal vez no debamos estar aquí. — Dijo la chica.
— ¡No! — Grito. No podía dejar que se fueran sin averiguar de donde la conocían. — Este... Digo hay que seguir la entrevista. — Dijo bajando el tono de voz.
— Este... Su compañera... ¿Ya no vendrá? ¿Qué le paso? ¿Esta bien? — Preguntó nervioso el guapo modelo, ante la mirada enfadada de la rubia chica.
— Tal vez tu horrible cara la espantó. — Dijo en voz baja sonriendo con burla.
— ¿Cómo dijo? — Respondió indignado, ¿Cómo se atrevía a decir que es feo? ¿Estaba loco? Si algo lo tenia orgulloso, era su gran físico.
— Jajajaja, es una broma, tranquilo. Soy una persona muy bromista. — Dijo sonriendo al ver su cara. — Mi "socia" tal vez no regrese por el momento. — Dijo Recalcando la palabra socia, y observando las reacciones de ellos con atención.
— ¿Su socia? — Preguntó sorprendido el chico y lo miro con interés.
— Si, su padre y yo acabamos de asociarnos. — Respondió.
— ¡Vaya! ¡Quien lo diría! — Exclamó la chica.
— ¿Quién diría que? — Preguntó.
— No nada, es sólo que me sorprende que esa chica sea su socia, es demasiado joven e inexperta. — Dijo Renata.
— Su padre me pidió que me asociará con él. Por tanto es mi socia ella. El piensa que es tiempo de que su hermosa hija siente la cabeza y deje los negocios a un lado. Además ya habrá tiempo que ella se encargue de los negocios de su padre. — Dijo Mirando fijamente al chico.
— Su padre... ¿Negocios? Jajajaja no me haga reír, esa pobre lo más que tendrá es un negocio de chicles. Creo que se arriesgó mucho al hacerla su socia, ella es una pobre chica con sueños de pobre, perderá su dinero. Yo se lo que le digo. — Dijo Renata despectivamente. Y eso hizo enfurecer ha Nestor.
— Debo decir que su padre es una persona muy capaz para los negocios, y su hija igual, por algo está empresa publicitaria lleva tanto tiempo siendo la mejor. Pienso que hubiera sido una tontería no invertir con ellos, Puesto que me están haciendo ganar mucho dinero. — Respondió.
— Ella, ¿Dueña de esto? — Dijo asombrado Antuan.
— Si, ella será la heredera de esto y otros muchos negocios. Solo que ha estado bajo presión estos días y tal vez le convenga descansar. — Dijo.
— ¿Dijo que tiene mucho tiempo siendo dueña de esto? — Dijo Renata. Elleanor los había engañado, diciendo que era una pobre chica pueblerina de padres estrictos, pese a que tenía unos excelentes modales, en los meses que la conoció nunca le paso por la mente que fuera de dinero, lo atribuía a que en los pueblos las personas eran más dadas a las costumbres, cuando alguna vez le pregunto por ellos dijo que su padre tenía un comercio modesto y su madre era alguien muy estricta, que cuando dijo que estudiaría la preparatoria, esta se enfado tanto que no volvió a dirigirle la palabra, y la hecho de su casa, por lo visto eso era otra mentira, pensó indignada, la duda era ¿Porqué los había engañado? Eso era muy intrigante y a la vez molesto, ¿Cómo se atrevió a mentirle? Eran mejores amigas. Bueno hasta que se canso de su cara de mustia, como le decía despectivamente.
— Así es, Su padre fundó esta agencia publicitaria cuando salió de la universidad, y fue un gran éxito, de ahí fundó otras empresas más y todas son exitosas. ¿Porqué les sorprende? ¿Ya la conocían? — Preguntó mirándolos fijamente.
— No, claro que no. — Dijeron tan rápidamente que el supo que metían.
— Bueno, la entrevista término, tengo muchos asuntos pendientes de atender, no puedo seguir con ustedes. Dejen sus datos con la secretaria. Y nosotros les hablamos. Hasta luego señores. — Dijo con voz fría, poniéndose de pie y saliendo de la oficina rápidamente.
Los dos se miraron sin entender avergonzados por la forma tan fría y déspota en que les hablo el joven ejecutivo.
— Estos millonarios creen que pueden tratarnos de esa forma. — Dijo Renata indignada.
— Tienes razón querida, si no estuviéramos arruinados, no tendríamos necesidad de estar aquí. — Respondió Antuan molesto.
— Pues hoy nos enteramos de algo que nos conviene a los dos. Podemos quedarnos con estas fortunas si jugamos bien nuestras cartas. Tu enamoras a la insípida de Elleanor y yo a este hombre. ¿No soy brillante? — Dijo Renata sin sospechar que tras la puerta, el joven empresario, estaba escuchando todo.
Despues de levantarse y salir de ahí, se quedó tras la puerta esperando ver si decían algo, y por lo que vio, eran el clásico tipo de personas que creían que por su físico podrían obtener lo que desearan, sin esforzarse ni un poco.
Esto lo molesto visiblemente y entro serio en la oficina esperando encontrar a la chica pero esta se había marchado. Seguro se sintió mal, en cuanto saliera iría a su casa a ver como se encontraba.
— ¿Agencia de investigación? Mandé el mejor detective quiero investigar unas personas. Si muchas gracias. Espero su llamada. — Tenia que saber que le habían hecho a la chica, y la mejor forma era investigar sus vidas. Pues el vio lo mucho que le afectó su presencia, hubiera querido ser el quien la cargará, pero el chico que estaba ahí reaccionó rápido y la levanto en sus brazos y la llevo a la oficina. Eso lo había molestado un poco, por lo visto esa chica tenia muchos pretendientes y eso era algo que no le agradaba. Pues había empezado a sentir algo por ella que no sabia como definir.
********Tan pronto salio el chico de la oficina se levanto y recogió sus cosas, quería vengarse de Antuan y Renata, pero por el momento no estaba preparada para enfrentarse a ellos, y aunque su reacción la había puesto en evidencia, ya encontraría como mejorar esa situación.
— Tome los datos de los que llegaron, y de todos los demás, pida sus fotos y todo lo que pueda de ellos, a mi regreso los reviso. — Dijo a la secretaria, que la miro sorprendida, al verla dando la mano a Jack y encaminarse a la salida.
Este la tomó sorprendido, pero no dijo nada, y salieron a la calle.
********Caminaron un poco y le sorprendió ver sus verdes ojos perdidos en la inmensidad azul del cielo, como anhelando libertad, y el también la imitó, estaba tan limpio y azul, el sol brillaba y los pájaros cantaban sus mejores trinos.
— Es hermoso. ¿Verdad? — Le pregunto sonriendo.
Ella salió de su trance y lo miro sin comprender su pregunta.
— El cielo, es hermoso. — Dijo volviendo a sonreír.
— Si, y los pájaros, parecen disfrutar mucho de él, extienden sus alas y vuelan libremente a todos lados sin preocupaciones, dejando que el aire fresco, refresque sus plumas de colores hermosos. — Dijo con melancolía.
— Si, es una sensación maravillosa, sentir el viento en tu rostro, o volar y llegar a donde se te antoje. — Dijo con añoranza, el mismo adoraba el volar junto a esos pájaros y sentirse libre y feliz. — ¿No te sientes libre Elleanor? — Le pregunto, se veía muy triste y melancólica, Ella lo miro, y se negó a responder su pregunta, y miro a otro lado para que no viera lo afectada que estaba por esa pregunta. — Gracias por tu ayuda... Este... tengo que irme. Nos vemos. Adiós. — Dijo cambiando de tema y caminando unos pasos. El la miro y empezó a caminar a su lado.
— ¿Porqué me sigues? — Pregunto molesta.
— Me pediste que te sacará de tu lugar de trabajo. —
— Ya lo hiciste, gracias. — Dijo mientras seguía caminando.
— De nada, también me pediste que te llevará lejos, ahora, ¿A donde vamos? — Pregunto tranquilo.
— Yo a mi casa, tu no se a donde. — Dijo empezando a enfadarse.
— Elle, no te pongas difícil, ¿A que piensas llegar a tu casa? ¿A llorar? ¿A encerrarte en la soledad y construir nuevas formas de alejar a las personas que mas te quieren? — Preguntó.
— No tengo motivos para llorar. No se de que hablas. — ¿Cómo es que se daba cuenta de los sentimientos que luchaban en su interior?
La miró sin decir nada, sabía que sus palabras le habían herido, no había querido decir eso, pero no le había quedado otro remedio, no podía dejar que se marchará en ese estado. — Tengo una idea. — Dijo tomando su mano y hechando a correr. Sin darle tiempo a reaccionar o peor aún a negarse. — Pasaremos un día divertido sin gastar mucho. — Dijo recordando que no tenía dinero, así que no le quedaba de otra que usar su ingenio.
Se detuvo en donde habían muchas personas y la subió al primer autobús que paro.
— ¿A dónde vamos? — Dijo con voz entrecortada, por la carrera que pegaron.
— Que mas da, a donde nos lleve el destino. No te preocupes. — Respondió buscando a ver si de casualidad tenia algunas monedas en su disfraz humano. Para su sorpresa si tenia dinero, por lo visto Cupido había pensado en todo. Pero aun no era suficiente así que sonrió dejando que las cosas siguieran su curso.
— ¿Qué no me preocupe? Claro que me preocupo, uno no puede andar así como así, por la vida, sin pensar en nada, hay que tomar responsabilidad de nuestros actos, las cosas si no se planean, no salen bien, — Dijo con vehemencia, aunque en el fondo, siempre había anhelado hacer algo espontáneo.
— Elle, tranquila, relájate, por hoy dejate llevar, estoy seguro que te gustara el día tan increíble que tendremos. — Dijo mostrando su perfecta sonrisa, al comprender el miedo que tenia a lo desconocido.
Ella lo miro con recelo, y suspiro con resignación, ese chico de brillante sonrisa, no la dejaría en paz.
— Esta bien, me dejare llevar por ti. — Dijo resignada.
— Así está mejor. — Dijo mientras se aferraba al pasamanos del autobús.
En un tope, el autobús brinco y Elle perdió el equilibrio, callendo casi al suelo, pero Jack la sostuvo antes de caer y la abrazo por la cintura, ella se ruborizo, y lo miro sorprendida de que el reaccionará rápidamente, el ya no la soltó y no le quedó otro remedio que abrazarlo para no caer.
Pasaron muchos topes y calles más adelante, Jack la jalo de la mano y se dirigió a la salida con las demás personas, bajo ella primero y el atrás.
— Elleanor... ¡Corre! — Le dijo, hechando a correr.
— ¿Qué? ¿Porque? — Dijo sin comprender quedándose parada.
— ¡Vamos! ¡Corre! No te quedes ahí parada, ahí viene el chófer. — Gritaba entre risas y desesperación.
Al ver que ella no reaccionaba, se acercó a ella, la tomó por la cintura y se la hecho a los hombros, y corrió lo más rápido que sus piernas le permitieron, el chófer corrió tras ellos unos cuantos metros pero su peso le impidió avanzar mucho, y al ver que no pensaban detenerse, se dio por vencido y regreso a su autobús, solo para ver que todos sus pasajeros se habían ido. Lanzando sapos y maldiciones se fue a su base.
— ¡Bajame! ¡Estúpido! ¡Idiota! ¡Animal! ¡Bruto! — Le gritaba Elleanor a Jack mientras lanzaba pataletas.
— Oye, ese vocabulario no es propio de una dama, si con esa boca comes... — Respondió entre risas, ante el enojo de ella.
— Si pero me la lavo... Además tú no eres nadie para criticar mi vocabulario. Yo hablo como me da la gana. — Dijo enfadada.
— Ya, ya, tranquila, eres muy nerviosa, eres igualita a Bunny, siempre estas a la defensiva.—
— ¿A quién? —
—¡A nadie! Anda... Ven tengo una idea. — Dijo tomándola del brazo, corriendo hacia un parque de diversiones.
— ¡No! ¡Sueltame! ¡Quiero irme a casa, o a trabajar!. —
— ¡Ya cálmate! No te va a pasar nada, estoy seguro que te divertiras. — Dijo jalandola del brazo para que lo siguiera.
— Pues yo lo dudo. — Respondió con falso enojó, no quería reconocer que la alegría y vivacidad de ese chico la estaba asustando.
Entraron al parque de diversiones y Jack miraba todo con alegría y asombro. Corriendo a todos lados, sin decidir a que juego subir, ya que nunca había estado en uno.
Elleanor también sonreía, muy a pesar suyo, tenía mucho tiempo que no iba a un parque de diversiones y le gustaba ver los gestos y caras de alegría y asombro que hacía el chico mientras miraba todo corriendo de un lado a otro como si fuera un niño pequeño.
— ¿A cuál subiremos primero, Elleanor? — Pregunto ilusionado.
— ¿Subir? ¡Estas loco! Yo a ninguno. Además no traigo ropa adecuada. — Dijo con enfado.
— ¡Ya se! Ven conmigo. — Dijo jalandola de la mano y hechando a correr. — ¡Aquí es! — Dijo llegando a un local donde vendían camisetas y jeans. — Comprate algo lindo, y quítate esa horrible ropa... por favor... Pareces una mujer muy vieja. — Dijo arrugando la frente.
— ¡No me critiques mi ropa! ¡Visto como se me da mi regalada gana! —
— ¡No me grites! ¡Hazlo! ¿O prefieres que te ayude yo? Y mira que lo haría con gusto. — Dijo con una brillante sonrisa, Elleanor se sonrojo y entro furiosa al local, antes de que deberás cumpliera su amenaza.
— Ya estoy lista. — Dijo minutos después y salió vestida con una camiseta ajustada con dibujos animados y unos pantaloncillos cortos.
Jack la miro con agrado, ahora si parecía una joven de 19 años.
— ¡Excelente! Ahora si pareces una chica normal y divertida, ¿A cuál subiremos? Te parece... Al carrusel. Y luego a la rueda de la fortuna y a esos cochecitos que están ahí, y así como se nos vaya antojando. — Dijo ignorando su cara de enojo.
— ¡No y no! ¡Eso es para niños! Yo estoy lo suficientemente grande para estas tonterías y... — Se detuvo al ver junto a ella, al mismo pequeño que semanas antes le había pedido unas monedas.
Su carita triste al mirar los juegos mecánicos a los que ni soñaba poder subir, la dejaron sin palabras, se acercó a el y lo saludo.
— ¡Hola! ¿Me recuerdas? — Pregunto poniéndose a su altura.
El pequeño se volvió hacia ella y una sonrisa iluminó su carita sucia.
— Hola... Este... Si la recuerdo. Señorita. —
— ¿Cómo siguió tu madre? — Pregunto con amabilidad.
— Mi madre... — Al oírla mencionar su cara se entristeció y lágrimas resbalaron por sus mejillas sucias.
********Ok este es la primera parte de este capítulo, ojalá y les haya gustado, puse una idea que me bb en un review de que viera a Jack al despertar. Lo dividí en 2 por que será largo.
Bueno me despido siganme leyendo. Y plis denme ideas.
Los quiero.
Dameli Frost.