Hola chicas!

Bueno está vez, mientras escribía en mi diario personal una fugaz idea pasó alrededor de mi mente, algo tan flash back que bueno terminé escribiéndolo. Esperó que sea de su total agrado y con este Fanfic anunció oficialmente mi regreso a FFLandia y a los FF de Rumiko Takahahi y sobre todo a la pareja Sesshomaru&Kagome.

Si quieren enterarse de las actualizaciones de mis FF's pueden seguirme en mi página de Facebook, siguiendo el siguiente enlace aquí - www. facebook zimbacavalera (recuerden quitarle los espacios para poder acceder a la pagina).

Desclaimer:Los personajes y escenarios del universo de InuYasha, pertenecen únicamente a su creadora Rumiko Takahashi.


Prólogo.

Era una noche roja, era la primera vez en mucho tiempo que miraba el cielo rojo, junto a una luna amarillenta. Sentía en su corazón un mal presentimiento, podía presentir que algo malo iba a pasar.

Los guardias youkai del Palacio de la Luna estaban vigilando constantemente las entradas de los puntos cardinales, esa madrugada, el Lord del Oeste no se encontraba para defender su castillo, a su mujer y a su pequeño cachorro recién nacido. No estaba para defenderlos de él

Ella la señora del Oeste, miraba temerosa aquella Luna. Estaba segura que algo iba a suceder esa noche roja.

Asustada corrió rumbo a los aposentos de su pequeño cachorro al escucharlo llorar, entrando con vigor, vio que todo estaba en orden, las largas cortinas de seda bailaban con el viento, se asomó a la cuna del pequeño hanyou que pedía a su madre inmediatamente, a petición del bebé ella lo recibió en brazos.

—Tranquilo, Shiromaru… todo estará bien.

Empezó a arrullar al pequeño con un canto y el meneo de sus brazos tiernamente, escuchaba que lloraba y lloraba. No podía calmar su llanto y en su corazón se sembró con más anhelo la angustia de no saber del ambarino.

Un grito… abrazó fuertemente a su bebé, y pudo escuchar el gazapo del acero al blandirse… algo estaba pasando en la parte baja del Castillo. Fuera de la habitación del príncipe del Oeste pudo escuchar a uno de sus siervos.

—¡Señora Kagome!—gritó—Tenemos que salir de aquí… InuYasha ha invadido el palacio.

—Sesshomaru—susurró mientras abrazaba más a su hijo, Shiromaru empezó a llorar más.

—Vámonos mi señora es demasiado peligroso estar aquí sin la presencia del amo.

Ella obedeció, no estaba en condiciones de enfrentarse a él. Tenía mucho tiempo que no lo veía y en su mente siempre recordó al mitad bestia como un amigo fiel… un viejo amor. Pero nunca imaginó que él fuera el acreedor de tanta maldad…

Tomada de la mano del youkai montó sobre un extraño animal, una kimera con forma de tigre blanco y alas de ángel.

—Nosotros estaremos bien mi señora—dijo el joven, un chico de cabello negro, ojos azules y para Kagome siempre fue la viva imagen del fallecido guerrero Bankotsu—Vayase ahora mismo o será demasiado tarde…

Pudo escuchar que abajo las espadas caían y seguían blandiéndose.

—¡KAGOME! ¡HE VENIDO POR TI MALDITA ZORRA!—pudo escuchar las rabiosas palabras de InuYasha.

Con lágrimas en los ojos decidió tomar vuelo con aquella kimera y Shiromaru en brazos, a lo alto en el cielo pudo mirar como fieles guerreros de Sesshomaru morían por defender el palacio de la Luna. Y sobre todo… defenderla a ella.

Algo que no le cabía en la cabeza era pensar en que algo malo le haya sucedido a su amado youkai.

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De una esfera de luz que bajó a gran velocidad pudo asesinar a más de diez monstruos con un látigo verdoso.

—¡Amo Sesshomaru!—gritó Jaken, su fiel servidor desde sus inicios—¡InuYasha ha invadido Moon Palace y la señora Kagome sigue dentro!.

Los ojos del Inu se comenzaron a poner rojizos como el mismo cielo; el pensar que el estúpido de su hermano podía herir a su mujer lo enloquecía… con determinación y coraje entró blandiendo a Tokijin y matando a hombres de su hermano, dispuesto a rescatar a su mujer e hijo.