Capitulo III: ¿Problemas de tamaño?

Dante:

- Ahhh… - bostezaba de manera cansada.

Se preguntaran: ¿Qué paso? Después de irme de aquella Iglesia. La verdad no me ha ido muy bien por donde comienzo… Por un lado me lleve la chica cuervo que fue lo último que pude rescatar, antes que la nobleza de la heredera de los Gremory lo convirtiera en abono para plantas. Lo cual no me importaría, sino fuese por la estúpida razón que Azazel me pidió que los vigilase a toda esta tropilla de idiotas que sentenciaron su propia tumba al meterse con aquellos demonios. Actualmente en mi casa se encuentra esa gata holgazana que solo sirve para comerse todo las guarniciones del mes. Y la chica pájaro que solo se queja todo el día, por lo que sucedió el día de ayer:

Flash Back:

Ese día en la tarde me encontraba en mi sofá bebiendo una cerveza. En mi casa todo es menos tranquilidad ahora que la chica cuervo y la gata lo único que hacen es pelearse todo el día. La chica cuervo que se opone a ser mandada por la gata y esta que de manera desmedida trata de controlarla por la fuerza. Las facturas del mes se acumulan y no sé ¿Cómo pagare el mes siguiente?... En la mesa de centro tengo un comunicador que por lo habitual no funciona. Sin embargo, de repente comenzó a sonar Kuroka quien tenía una extraña fascinación por el juego de luces que desprendía el objeto comenzó a tocar los botones y después de juguetear con lo que podría llamarse un teléfono apareció una imagen familiar de un demonio de cabello rojizo y mirada relajada. Era el mismísimo Satanás en personas no era la primera vez que me hablaba, aunque cuando lo hacía solo daba problemas y esta no era la excepción:

- ¿Qué tal? Dante… - me quedo mirando por un momento - ¿Qué te paso tienes la figura de un niño? – pregunto un poco sorprendido.

- Es lo mejor que puedes decir después de interrumpirme – dije bajando la lata de cerveza y poniendo mis pies sobre la mesa de la habitación – Tal como mencionas ahora tengo la figura de un niño y es por la simple razón que es un efecto secundario de la maldición de sellado que me hizo mi maestro – finalice estirándome en mi despacho.

- Jajajaja – se reía de buena gana Sirchezs – Me imagino la cara de impresión que tendrá Gayfia cuando te vea – me comentaba como si mi estado fuese muy gracioso.

- ¿A qué viene tu reina Sirchezs? – le pregunte con curiosidad.

- Viene a resolver una pequeña preocupación que tenemos en este momento en la familia – me decía. Sin ir directamente al punto.

De repente siento un leve crujir del suelo y antes de que me percate quien era. Aterriza sobre mí algo de color negro. Botándome de la silla y dejándome en el suelo, aunque no sintiera demasiado dolor la molestia de ser asfixiado por un cuerpo que estaba sobre mí. Cuando trato de levantarme siento un leve gemido. Pese a que cualquiera se complacería de una situación a si lo que más me molesta es que esa gata le encanta bromear con este tipo de cosas. Cuando me fije a ver el monitor podía ver a Sirchezs con una sonrisa que demostraba que todo le hacía gracia. En eso la gata me dice al oído:

- Tienes un rostro muy lindo, pero en el fondo sigues siendo igual de pervertido – me susurraba con voz juguetona.

- Porque no sales un rato. Lo único que me haces es molestar – le dije algo cansado.

- Tu indiferencia te hace tan mono – dijo apretándome con fuerza contra ella.

Cuando Kuroka se volvía así de tozuda no había forma "humana" de hacerla entrar en razón. Y dado que por fuerza actualmente no era un argumento que en este momento pesara demasiado, debido a que Kuroka actualmente es más fuerte que yo. O lo es al menos técnicamente. En ese momento oportunamente encontré una pelota con la foto de Shirone su hermana menor y la tire hacia la calle. A lo que rápidamente Kuroka se fue de mi lado y quede libre para seguir con la aburrida conversa que debía terminar hace algún rato con Sirchezs. Al finalizar todo ese ajetreo el Satanás trato de volver a seguir con lo que habíamos dejado pendiente:

- Bueno si es algo de tu familia… ¿Qué tengo que ver yo en todo eso? – le pregunte con desgano al entender que tan solo quería hacerse el interesante tras esa baja respuesta que ofreció anteriormente.

-Oh si tienes mucho que ver – me aclaraba a lo que le salía una enorme sonrisa del rostro.

Siempre que Sirchezs hacia esa sonrisa en mi cara. Significaba que estaba completamente atrapado en alguno de sus juegos que estaba obligado a jugar por las condiciones inapelables en las que yo era víctima. Como sabrán el puesto de Lucifer tiene mucho poder en el Inframundo y a pesar que él se encuentre allá y yo en el mundo humano siempre se las arregla para colocarme en uno que otro aprieto. Por ejemplo: Él fue quien me dejo a cargo de esa peligrosa criminal gata llamada Kuroka, fue quien me convirtió en un diablo reencarnado por perder su apuesta y esto son alguna de las cosas a las que me he visto obligado. Al cabo de un silencio incomodo que me dijera que tan solo podía acostumbrarme a lo que vendría:

- Recuerdas ese día en que salvaste a mi querida hermanita…- su rostro cambio a uno totalmente sombrío. En ese momento recién parecía más la imagen de un rey demonio.

- … - Trataba de recordar lo que había sucedido, pero no me llegaba a recordar nada.

- Bueno mi padre te ofreció la mano de Rias… - en el momento que dijo eso. Yo quede sin habla.

- Te ves impactado – sonrió al ver mi rostro desconcertado.

- Tan solo siento que esto se volverá algo muy complicado… - termine de hablar.

Después de eso Sirchezs me recordó que yo le había ganado al señor Gremory un juego de ajedrez y que por una rabieta termino por ofrecerme la mano de Rias. El problema está en que Rias ya estaba comprometida y como el caso es al ser yo un demonio de clase baja pues simplemente la casa del pretendiente no me ve como una posible amenaza. A decir verdad a mí no me interesa que pasa con la familia o vida de Sirchezs. Para ser más preciso con el futuro de su hermana la piedra de tope está en que el no piensa igual que yo. Al pasar esto me sugirió (en realidad me ordeno) que como miembro de su nobleza pasara a ser parte de la nobleza de Rias quien ahora estaba en graves problemas. Y él no deseaba que su hermanita quedase comprometida con el miembro del clan Phenex. Y esto tan solo me dice que tan solo tendré más problemas.

Más tarde ese mismo día me llamo Azazel y es donde mis otros problemas comenzaron… El jefe de los cuervos hizo su aparición por el comunicador unas horas después del hecho de Sirchezs. Y como buen líder solo se dedica a dejarle los problemas a los demás y es de ese problema que se presentó después de la conversación.

La chica cuervo y yo estábamos sentados en la habitación yo por mi parte estaba echado sobre el asiento con mis piernas sobre el mueble. Por otra parte estaba la chica cuervo que me molestaba acerca de mis modales por el hecho de recibir a Azazel. Sin embargo, a mí no me importaba mucho el tema protocolar. Al instante apareció el rey de roma por el monitor del comunicador y nos saludó con su estilo clásico de líder carismático. Paso a saludar a la chica cuervo y de paso empezó con la conversación. Refiriéndose a mí forma infantil:

- Oh, pero si no es Dante… - al notar mi pequeña apariencia – Jajajaja te has vuelto un niño el sello que aplico debe ser bastante fuerte – refiriéndose a mi maestro – Es mejor que te quedes así tal vez tengas más suerte para encontrar algunas chicas – dijo con evidente sarcasmo.

Sin embargo lo que no sabía era que estaba en todo lo correcto.

- Ah… líderes del inframundo tienen un extraño sentido del humor – pensé al escuchar las tonterías de Azazel – Es lo mejor que tienes para decir a tu seguidora – me réferi ante la ansiosa ángel caído que estaba muy nerviosa por hablar con el jefe de Grigori.

- Líder. Es un gusto ver que se encuentra bien – dijo la chica pájaro al recibir al cuervo de manera bastante respetuosa.

- Oh, Reynare usted es demasiado protocolar – pronunciaba el hombre de edad.

- Lo tendré en cuenta – anunciaba la chica.

- He escuchado que asesinaste a algunos humanos – refiriéndose a Ise y Asia – Y después de eso te enfrentaste al equipo de la heredera de los Gremory perdiendo a la mayoría de tus compañeros. Es cierta esta información – afirmo con un leve atisbo de duda en su voz.

- Es correcto – afirmo la joven ángel caído quien notaba que sus actos traían ciertas consecuencias.

- El hecho puntual. Reynare es que usted ha puesto en tensión las relaciones entre los ángeles caídos y los demonios del sector. Por lo que, tengo la obligación de castigar su errado comportamiento – sentencio su jefe.

- Que no me tire el problema, que no me tire el problema – repetía hasta que escuche lo que no deseaba oír.

- Para que reflexiones sobres sus acciones pienso que lo mejor será compartir con demonios para que usted se dé cuenta de sus errores. Ahora quedara a bajo la supervisión de mi querido "amigo" Dante. A quien tendrá la obligación de obedecer. Es todo lo que tengo que decir... Adiós – dijo despidiéndose por el monitor.

Fin del Flash back

Desde ese suceso Kuroka ha tratado de convertir al ángel caído en su mucama personal. Puede que ustedes encuentro este hecho irrelevante, pero mi problema radica en que todas las discusiones terminan en la destrucción del edificio donde vivo. Ahora mismo me preparo para ir a la academia como alumno de nuevo ingreso debido a que como mi apariencia cambio debo volver a presentarme. Lo cual es en cierto sentido muy aburrido. Me cambie al uniforme más pequeño y me decidí a ir a la academia. Para mi fortuna tengo una excusa para salir de ese zoológico de extravagantes especies donde hay un cuervo y gato con forma humana. En esta forma a causa del sello no puedo controlar mis poderes y tampoco puedo esconderme lo que traerá la atención de visitas indeseables. Al llegar a la academia sentí algunas miradas a la distancia que pude reconocer varias de inmediato, y otras que son nuevas o al menos no puedo identificar sin verlas directamente.

Dado que ahora quien hizo mi papeleo para entrar en la academia era el mismo Sirchezs en secreto. No encontró nada mejor que ubicarme en la misma clase que su hermana. La clase era uno de ultimo año aquí en Japón tienen la costumbre de llamar a las personas "senpai o kohai" un término bastante curioso o ciertos sufijos que denotan cercanía o distancia "san-sama-kun". Yo estaba algo cansado de eso, pero al perder parte de mis poderes también perdí la habilidad del multilenguaje por lo que estuve aprendiendo japonés todo el fin de semana. En eso la profesora me llama y me hace ingresar a la sala. Donde estoy junto a todas mis compañeras en su mayoría quienes me miraban de forma bastante seria. Pase adelante y escribí mi nombre en japonés "Dante". Una vez termine eso di mi perfil y dije mi nombre:

- Bueno mi nombre es Dante un gusto – dije con una pequeña sonrisa.

- ¡!Kyaaaa! ¡Qué lindo! – anunciaba la mayoría de la población femenina de la sala.

De esta forma comenzó mi agitada mañana en la academia. Más tarde en el recreo fui asediado por las chicas quienes me preguntaban distintas cosas. Entre ellas la que más me molestaban eran respecto a mi altura… Más tarde esto siguió, aunque no lo espere me convertí en algo así como la mascota del curso. Las chicas no me veían como un hombre, sino como a un hermano pequeño que podían malcriar. Cosa que no me molesto para nada. Al momento del almuerzo fui rodeado por muchas chicas que me ofrecían parte de sus almuerzos como mera entretención del momento. Cada vez más me gustaba esta faceta de la mascota. No hacía nada y chicas lindas me daban de comer. Por otra parte todo el día paso muy rápido hasta que un hecho inevitable ocurrió y fue que tanto Rias como Akeno me seguían la pista de muy de cerca lo cual era muy notorio y una vez quedo la sala más o menos vacía. La antigua niña que le molestaba que yo le dijera "niña" ahora no tenía idea de ¿Quién era? Y había cambiado mucho a decir verdad. Con mucha gracia y elegancia que la distinguía de todas las alumnas con la excepción de su amiga y reina Akeno quienes eran mis compañeras de clase. Se acercó y me dijo:

- Usted es muy popular con nuestras compañeras Dante-kun – mencionaba la madona de la escuela.

- Ara, Ara, pero queda muy en evidencia que usted no es humano – acoto su compañera Akeno.

- Creo que las presentaciones no vienen demasiado al caso. Rias Gremory- san… Akeno Himejima-san – aclare antes de ser acorralado por mis dos compañeras.

- Me disculpo por mi rudeza. Mi nombre es Rias Gremory – se presentaba con gracia la joven heredera de la casa de demonios.

- El mío es Akeno Himejima mucho gusto – dijo con una sonrisa muy misteriosa.

- Ustedes tampoco son humanas… Pero, creo que no deberíamos tener esta conversación aquí – puntualice al sentir que se acercaban otras personas a la sala.

- Concuerdo con eso Dante-kun. Si gusta acompañarnos a mi pequeño club – me invitaba a lo que yo asentí y ella me mostraba el camino adelante junto con Akeno.

Todo el camino fue más bien silencioso, a excepción a unos intercambios de palabras breves por parte de mis guías no hubo demasiado que decir. Al llegar al club mi sorpresa no pudo ser mayor al encontrarme con Grayfia quien como siempre se mostraba impertérrita ante cualquier circunstancia. Además de ella se encontraba tanto la hermana pequeña de Kuroka aquí todos la llaman "Koneko", se encuentra también mi estúpido rival "Ise", el caballero Yuuto Kiba y la monja asesinada por Reynare Asia. Un grupo bastante interesante que ahora pasaría a ser parte como ellos de él. Y Grayfia estaba aquí para anunciar eso, pero al parecer no era su única función al parecer. Grayfia me dirigió una mirada y luego se dispuso a hablar:

- Dante-… sama – se notó que hubo problemas en esta pequeña introducción que fue demasiado evidente – Sera el nuevo compañero de todos ustedes. Así lo ha dictado su hermano quien le cede a Dante-sama como nueva parte de su nobleza – El anuncio fue categórico tanto para los miembros aquí presentes.

- Oni-sama ha ordenado eso, Grayfia – dijo de manera desconcertada Rias.

- Si Ojou-sama. Anteriormente Sirchezs-sama adquirió a… Dante-sama como suma a su nobleza. Puedo decir que tiene un gran potencial y le puede ser de mucha "ayuda" – dijo eso mirándome de una forma helada que me sacudió mi espina dorsal.

- Ara, ara esto es totalmente inesperado – declaraba sorprendida Akeno quien me miraba de reojo.

- Bueno. También creo que esto les tomo tan de sorpresa como a mí. Tan solo espero que nos podamos llevar bien – anuncie con una sonrisa.

Una vez presentados todos los actores. Empezó la ronda de preguntas que Grayfia contestó gran parte de ellas. Sin embargo, hubo una que me causo mucha gracia y fue la que dijo mi rival en construcción. Pero, no era que esperara menos de él. Ise quien me observaba con cierta distancia como si yo fuese una molestia en su camino me pregunta:

- ¿En qué pieza reencarnaste? – me consulto un poco distante.

- Soy un peón al igual que tu – le mencione cosa que le sorprendió a el especialmente.

- ¿Cuántas piezas uso Oni-sama en el Grafia? – preguntaba Rias a Grayfia.

- Solo dos piezas – aclaro la reina.

Ise tras saber esto se relajó bastante. Yo solo mantuve una sonrisa al ver que él estaba tan confiado. Rias quien me noto tan solo observo con curiosidad en su rostro como queriendo decir: "Quiero que me digas que escondes". En cierta medida estaba acorralado, ya que como mi nuevo rey estaba en la obligación de obedecerle en lo que ella me pidiera. Antes de proseguir con las preguntas aparece un circulo de magia que tenía el logo del clan Phenex. Lo que significaba que aquí vendría el prometido de Rias. Aun con mi inclusión en el grupo todo se veía complicado de ganar a por la enorme brecha de experiencia en el juego mismo que era el factor común en mis compañeros de equipo. Además de que yo a pesar de conocer el sistema de juego de los juegos de clasificación no podía participar o no lo hacía. Del círculo salían un total de 16 personas, de las cuales quince eran chicas y un chico en el centro. Era evidente quien era el rey, aunque se mostraba algo rebelde desprendía un aura fuerte.. A pesar de tener el aspecto de un ricachón engreído. La pregunta de Ise fue:

- ¿Quién es él? – preguntaba algo sorprendido por su aparición repentina.

- Él es Riser Phenex miembro del clan Phenex. Un diablo de clase alta quien es el prometido de Rias – aclaraba Grayfia a las dudas de Ise.

Al cabo de un rato de gozar de los privilegios de ser el prometido de Rias. Comenzó a jugar con su pelo y a llevar sus manos a zonas prohibidas para otro demonio. Ya harta del asunto Rias se levanta y le aclara que ella no comparte la decisión de sus padres respecto al deseo de unir a ambas familias. Tras el querer perpetuar la sangre azul de los demonios que ambos comparten. El yerno de Gremory quien poco a poco empezaba a perder la calma demostraba con arrogancia que para el Rias representaba simplemente un trofeo más en su pared de victorias. Rias se opuso a su prometido con convicción y este respondió con fuerza. Ambos elevaron sus auras hasta que Grayfia intervino después de que Rias cediera ante las provocaciones de Riser Phenex:

- Ya basta a ambos, sino me veré en la obligación de intervenir – aclaro la reina quien freno en seco cualquier intento de pelea por parte de ambos. Luego siguió – Como fue previsto que esto pasaría. Ambas familias propusieron una solución para este problema y ese es que ambos – refiriéndose a Rias y Riser – se enfrenten en un juego de clasificación – finalizo Grayfia para sorpresa de todos los presentes que confirmaba las sospechas más temidas por el equipo Gremory.

Entre tanto Kiba nos explicaba: ¿En qué consistía el juego de clasificación? Que es bastante similar al ajedrez. En tanto Riser se lucia sobre su experiencia en estos juegos por sobre el que pudiésemos tener todos a excepción de Grayfia. Un punto importante es que los participantes en este juego no oficial eran ambos demonios de clase alta y que era de total conocimiento que el equipo de Rias estaba incompleto. Entre tanto yo miraba al equipo de siervos del clan Phenex que Riser invocaba. A lo que Ise al notar que todos eran mujeres cayó en una profunda depresión que estaba marcada por los celos hacia Riser. Quien no encontró nada mejor que hacer alarde de su harem y le pidió a su reina que lo besara de manera bastante lasciva. Lo que molesto a mucho de los presentes. Esto solo me hacía gracia. Sin embargo, al notar esto Ise como buen portador de Ddraig exploto en una furia de ética en contra del demonio quien tan solo veía este acto como una ridiculez de parte del pequeño diablo. Le ordeno a uno de sus sirvientes frenar el ataque de Ise. Una joven con un palo le noquea dejándole mal herido, entre tanto yo solo veía el penoso espectáculo del actual Seikiryuutei. Albion tan solo se reía de todo este espectáculo. Lo cual pasaba por mi cabeza:

- Es el poseedor de Ddraig más débil que haya visto – el comentario fue lapidario, aunque ese hecho era reconocido aun por el mismo Ise.

- ¡Ise-san!, ¡ise! – gritaban tanto Rias como Asia iban en su rescate.

- No pensé que el poseedor del arte sagrado fuese tan inútil – los comentarios eran muy fuertes y de alguna manera su actitud comenzaba a fastidiarme.

- Ya entendí. Si deseas un juego de clasificación lo tendrás Riser – declaraba la guerra Rias.

- Entiendo lo estaré esperando – dijo despidiéndose del lugar.

En eso desaparece del lugar junto con toda su nobleza. Al ver el precario estado de mi compañero me acerque a Ise quien estaba muy debilitado. Mi nueva maestra me pregunto: ¿Qué era lo que intentaba hacer? Yo simplemente le indique sobre mi voluntad de dejar operante a Ise nuevamente. Me acerque a él y active mi flujo de energía con el fin de acelerar su recuperación. El hecho mismo que tuviese a Ddraig dentro de él. Solo hacían más difícil mi trabajo, pero tras unos minutos logre que al menos se pare con algo de ayuda. Luego de ver todo el desastre Grayfia sonríe y se queda a un lado de la habitación. Rias quien me observa me pregunta:

- ¿Qué fue lo que has hecho? – con mucha curiosidad al igual que el resto.

- Tan solo reactive su flujo energético añadiéndole parte de mi energía. Aunque, por el hecho de ser un demonio es un poco más lento de hacer – mencione parándome del lugar y sentándome echándome hacia atrás en el sofá.

- Ahora que Riser-sama se ha ido. Y usted Rias-sama tomo la decisión de tomar la opción del Juego de Clasificación. Tengo que hacer un pequeño comentario respecto a la nueva inclusión de "Dante"-sama – lo que sonó particularmente frió – En primer lugar. Dante realmente no era una pieza oficial de nuestro grupo, ya que Sirchezs-sama jamás quiso utilizarle para ese fin. Y el real motivo de porque el Lucifer-sama le pidió a Dante que se uniera a su equipo Rias-sama es porque Dante es un demonio con habilidades competentes que le ayudaran en su enfrentamiento… - dijo con una mirada tan fría que me congelo la espalda.

- Además me encantaría patearle el trasero – dije con una sonrisa llena de confianza.

- Ara, ara alguien se tiene demasiada estima – comentaba Akeno quien sonreía divertida ante mi deseo de lucha contra el miembro de Phenex.

- Antes que nada tengo que decir algo… - dije siendo un poco más serio captando la atención de la mayoría – Ustedes el día que se enfrentaron a los ángeles caídos. Con quien Kiba-kun – ante mi comentario reaccionaron con hostilidad tanto Koneko, Ise y Asia, pero el resto parece al tanto de este hecho.

- Estoy al tanto de ello – aclaraba Rias un poco más seria que en un principio – No conozco sus motivos y espero que pueda aclarármelos en privado – estaba claro que sentía mucho aprecio por sus siervos al igual que su hermano – Pero, Grayfia me informo que usted salvo a Ise de ser asesinado por los ángeles caídos. Por lo cual tiene mi gratitud. Con respecto a lo anterior Kiba fue quien me manifestó sus sospechas que usted era aquel contra quien lucho en ese momento y Akeno lo confirmo después de su mala actuación teniendo en cuenta que con la habilidad que usted desplegó fácilmente pudo dejarlo en peor estado – finalizo antes de que pudiese quedarme dormido después de un monologo tan largo.

- Quiero dejar en claro la habilidad de Kiba-kun como un tipo que tiene mejor técnica en la espada que la mía – a lo cual Kiba solo puso expresión de compareciente de mi persona, ya que yo estaba con una pistola – Y en cuanto a la posibilidad de vencer es algo que dejare a su criterio Rias-san. En algún momento tuve la fuerza para hacerlo sin problemas. Sin embargo, ahora no puedo usar la mayoría de mis habilidades – dije con tono irónico y que más prueba de ello. Era que ahora parecía un niño de primaria.

- ¿A qué se refiere con eso de que no tiene todas sus habilidades? – preguntaba Kiba-kun algo curioso y con interés evidente.

- Hace algún tiempo ha "Dante"-sama le sellaron con una poderosa maldición la que le impide o restringe en gran medida el uso de sus habilidades. Un claro hecho de esto es su estado actual en la cual luce la figura de un niño – después de ese comentario pude notar una diminuta sonrisa en su cara.

- El senpai tiene posibilidades – murmuraba por primera vez Koneko quien me observaba de manera muy distante.

- También creo lo mismo – se unía al comentario Kiba.

- Es hora de que me reporte con mis amos Rias-sama y su nobleza hasta luego – cuando me miro vi una mirada penetrante muy fuerte.

De alguna forma me pude relajar cuando Grayfia se fue. Nunca hemos congeniado y la verdad es divertido hacerla enojar, aunque en mi condición actual eso es como firmar mi pacto con la muerte. Pese a ser un demonio puedo morir igualmente. Al tiempo de que Grayfia se marchó el tema que marcó la pauta fue el futuro entrenamiento que íbamos a tener como conjunto. Y con mi inclusión los planes se afectaron un poco en un buen sentido. Cualquier ayuda seria bien recibido o al menos eso podía entender que mi nuevo amo (Rias) me daba a interpretar. Una vez que se decidió a donde nos dirigiríamos para el entrenamiento seria en una propiedad de la casa de Gremory. Sin yo conocer el lugar donde esta se encontraba. El tema que me ocupaba la mayor parte de mi tiempo de distracción era en el desastre que existiría en mi ausencia con esas dos mascotas en mi casa que eran como el agua y el aceite. Afortunadamente Kuroka nunca ha sido demasiado buena para estar en el departamento lo que es una ventaja en cierto sentido. Y en cuanto a que haría con ese cuervo era una incógnita aun. Al finalizar todas mis reflexiones la reina Akeno me llama a la realidad:

- Dante-kun, ¿Hace cuánto tiempo que usted es un demonio? – preguntaba de manera muy formal la sacerdotisa.

- … - me tome un tiempo para pensarlo, ya que su pregunta hacía referencia al tiempo que he estado activo – Yo nací como un medio demonio. Mi otra mitad es humana y en cuanto al tiempo que llevo activo en la sociedad actual de los demonios es… tal vez unos cinco años en términos humanos – meditaba un poco al respecto.

- Ya veo… Entonces usted debe conocer las nociones básicas de los demonios, en general – menciono Akeno.

- Eso es razonable. ¿Ha hecho contratos anteriormente? – me preguntaba el rey quien se acomodaba en su despacho.

- Si, pero mis clientes antiguos son demasiado exigentes y con mi habilidad actual me es imposible cumplir con alguna posibilidad con sus contratos. Por lo que me veo en la triste realidad de reconocer que actualmente no los tengo – confesé con un sentimiento de deja vu al reconocer la ironía de la vida me traía nuevamente en el camino de un novato.

- Bueno eso en sí mismo no es un problema. ¿Por casualidad tiene algún familiar? – pregunto nuevamente Rias.

- No tengo familiares. Creo que más correcto sería decir que tengo un par de mascotas – recordando el cuervo y el gato callejero que deje en casa.

- En tal caso. Tendrá que ir a repartir estos volantes junto con Ise y Asia – sacando una cantidad de folletos que tenían impreso un círculo de invocación.

Ahora recuerdo porque es tan frustrante ser un novato. Pero, era mi realidad tratar de que la gata callejera los repartiera estaba dentro de una gama de habilidades que no poseía. Y en cuanto a la chica cuervo seguramente se espantaría al ver a Ise. En fin no pasaría nada bueno. De esta manera comenzó mi tarde deportiva para entregar folletos…

De esa forma acabo rápidamente mi primer día como sirvo de Rias Gremory. Junto a mis nuevos compañeros Asia e Ise quienes iban en una bicicleta y yo pues corría. Ise llevaba a Asia a pasear en la parte trasera de la bicicleta. Y con Ise pasamos la mayor parte del viaje en silencio con excepción de unos intercambios de palabras con Asia todo fue igual. Al fin cuando termine mi trabajo y llegue a reportarme me encontré solamente con Rias y Akeno quienes estaban aún en el club. Ise y Asia se habían ido a casa por instrucción de Rias quien al parecer deseaba conversar a solas conmigo. Algo podía adelantar, ya que manifestó querer saber las razones de mi ingreso al club y de todas mis acciones lo que era lógico. Una vez me acomode como de costumbre en el sofá a lo que Akeno se rió al ver mi falta de sentido de común como le llaman los humanos. En tanto, Rias quien estaba un poco más seria abrió la conversación:

- Seré franca con usted Dante-kun… Yo no entiendo sus acciones pasadas contra mí y mis siervos. Actualmente le he aceptado como miembro de mi nobleza tan solo porque mi hermano le recomendó. Desconozco todas las razones, aunque creo conocer algunas y de su evidente capacidad. Y es por ello que todo esto me parece más raro aun. Sobre todo porque siento en usted un engranaje sagrado y no puedo comprender ¿Cuál es el fin de ocultarlo? – termino por fin esos monólogos que tanto le gustan a los demonios de clase alta.

- Es cierto que tengo un engranaje sagrado tal y como usted dice. Pero, en mi actual condición no puedo controlarlo. Por lo que opte por ocultarme para evitar complicaciones eso es todo – finalice respondiendo con honestidad.

- Tal como menciono Grayfia usted es un peón. Pero, usted debe tener piezas de mutación – a lo que asentí – Bueno ahora deseo preguntarle ¿Por qué nos atacó en el momento del combate? – haciendo referencia a lo de Kiba.

- Sirchezs me pidió que les ayudara con este asunto de su pelea con Riser. Y la verdad puede que mi método desde su punto de vista es muy bastante cuestionable. Pero, era la manera en que ustedes me mostrarían sus habilidades con intensión de asesinarme. La mejor forma para medir sus habilidades y tener un veredicto acerca de su fuerza. Sabía que si la empujaba hasta sus límites usted me mostraría su verdadero poder Rias – lo cual causo un impacto en mi receptora.

- ¿Cuál es su opinión entonces? – me pregunto inquisitivamente Rias.

- Como nos entramos ahora es más que claro que las posibilidades juegan en nuestra contra. Pero, el factor decisivo serán Kiba e Ise -

- Ara, ara para ser un niño es bastante interesante Dante-kun. Pero, a que se refiere con ese "factor" doble de Ise-kun y Kiba-kun – dijo con una mirada seductora.

- Esos dos harán posible que nuestra victoria sea segura. Ya que la carta de Ise quien posee el antebrazo del dragón del infierno y Kiba quien tiene la Espada del Nacimiento. Los cuales son a las armas que más podremos sacar provecho. La variante de Ise como factor sorpresa será fundamental. Su Longinos es muy útil para potenciar a los demás hay que sacar partido de eso. Y en cuanto a Riser me imagino que ya tienes una estrategia planeada – me explaye mediante la formulación de mi respuesta que saco pequeñas sonrisas de ambas chicas.

- Ara, Ara puede que es contraste a otro estratega en el grupo Buchou – comentaba Akeno.

- Yo también había pensado en lo de Ise. Pero, ellos conocen de antemano las habilidades de Kiba – aclaraba Rias de forma correcta.

- Tal vez yo pueda ayudar en eso. Aunque, el potencial de Kiba hará la diferencia – dije muy interesado en el joven espadachín.

La conversación tomo un cause más enfocado a las estrategias del combate contra Riser. Termine marchándome en un círculo de invocación a mi casa la cual estaba hecha un desastre. Según, la chica cuervo Kuroka llego y al ver que no me encontraba no encontró nada mejor que pelearse con el pájaro y termino en una pared atravesada por una lanza de luz y veneno esparcido por todas las zonas del apartamento. El cual es irrespirable a excepción de Kuroka. Termine por dormir en la intemperie esa noche. Tome algunas cosas para llevarme y tomar las vacaciones tan merecidas que me hacían falta. No tendría que vigilar el zoológico y eso me relajaba. Llegue al lugar de reunión y fui trasportado con el grupo hasta un lugar lejano donde había una gran montaña. En ella comenzó el entrenamiento donde amablemente Rias nos entregaba el equipaje de manera bastante dispareja para subir la montaña. Yo inevitablemente me quede dormido hasta que sufrí los ataques de Akeno y Rias. Resignado y pensando que hasta Kuroka me trataba con más amabilidad llegamos a la casa. Ordenando cada uno sus equipajes y una vez instalados sin perder tiempo empezaron los entrenamientos. Asia, Ise y Akeno se quedaron jugando a hacer magia. Mientras Rias estaba conmigo, Koneko y Kiba. Nos estaba hablando respecto a su estrategia y que deseaba que entrenáramos cada uno. Nos dio unas pesas diferenciadas en las extremidades y me restringió a un más mis capacidades mágicas. Ya que después de esa larga charla nocturna llego a la conclusión que me hacía trabajo físico y Kiba y Koneko se encargarían de aquello:

- Bien, ya que nuestro nuevo miembro tiene plena confianza en sus habilidades. Por qué no le damos un caluroso recibimiento – aclaro la joven de cabellera carmesí.

- Por mí no hay problema – dijo Kiba bastante alegre.

- Aquí voy – murmuraba la joven taciturna.

- Bien, ¡Es hora de ir a rockear! – exclame con entusiasmo.

Rápidamente Kiba se acerca a buena velocidad para acertar el primer golpe, aunque ya lo había previsto tuve un poco de retraso en mi primer movimiento con las pesas. Por lo que opte por parar la estocada con una de mis dos pistolas. Y luego apunte a el quien rápidamente esquivo la bala. Luego lance mis pistolas al aire y me puse a luchar cuerpo a cuerpo con Koneko. Quien sin duda era más fuerte que yo en mi estado actual, pero era deficiente en los otros departamentos lo cual me daba una ligera ventaja. Pare las primeras arremetidas, pero al darme cuenta que estaba ganando tiempo para que mi maestro preparase un ataque. Mi instinto me advirtió que tuviese cuidado, y me prepare en función de ello. Recargue de poder demoníaco mis pistolas y dispare una ronda a Rias, pero esta fue hábilmente despedido por Kiba. Ya que con mi magia tan solo acelere la velocidad de los disparos de mis pistolas. Luego Rias junto una enorme masa de energía demoníaca y salió despedida en forma de un dragón hacia mí. Levante una barrera para escudarme del ataque. Aunque lo pare en seco tanto Koneko como Kiba no me daban tiempo para pensar ambos se potenciaban cuando luchaban juntos y Rias los dirigía estupendamente. El combate siguió hasta unos veinte minutos más aproximadamente. Hasta que nos quedamos sin energía. Por mi lado quede completamente anulado no pude jamás dar un golpe certero a Rias lo cual era el objetivo de mi entrenamiento. El cual falle, y Koneko y Kiba también quedaron ampliamente desgastados. Kiba sin embargo que el que sufrió mayores daños al ser el único quien podía parar mis balas de manera directa o bien Rias aunque su escudo mágico no era muy eficaz para repeler mi ataque. Luego de eso almorzamos y lo siguiente fue el entrenamiento de Ise junto a Kiba quien le enseñaba su técnica de la espada. Mientras yo me divertía viéndole:

- Cuidado, Ise-san – le decía Asia al ver como Ise fallaba cada uno de sus ataques.

- ¡Aquí voy! – hablaba el otro peón del equipo.

- Tú estás mal. Ise-kun – le indicaba Kiba al desarmarlo.

- Eres bueno Kiba – le hacía un cumplido.

- Concéntrate en tu enemigo – al darle una estocada en la cabeza.

Eso fue la gota que derramo el vaso ya no pude contener la risa. Mientras que sufría una reprimenda por destruir el ego de mi rival. Fui obligado por Rias a batirme con Kiba a un duelo de espadas. El caballero estaba con una amplia sonrisa y me pasaba una espada de madera. Tanto Akeno, Asia e Koneko observaban con atención lo que estaba por acontecer. Me puse en posición y escuche: "Listos, comiencen" era la partida dada por Akeno quien con una sonrisa miraba todo:

- Con que me sorprenderá esta vez – hablaba Kiba con una sonrisa en su rostro.

- La espada no se me da mal. Ten cuidado con lo que pides – dije confiado tomando la espada y cargando contra mi oponente.

El primer impacto fue muy superficial, pero rápidamente comenzó a suceder un ritmo al intercambiar estoques con Kiba. En donde yo no tenía la ventaja, su velocidad era superior a la mía y no podía compensarla por la restricción de mi poder demoníaco. Me exigí todo lo que pude para dar pelea, sin embargo después de unos diez minutos, ya había perdido mi espada de madera. Al comprender mi situación de algún modo mis sentidos se agudizaron y pude seguir los movimientos de Kiba de manera fluida o más que antes. Al notar un cambio en mí la pelea se detuvo. Esta emoción no la sentía desde hace mucho de a poco mi sangre de demonio se despertó por unos leves segundo. Pero, tan rápido como apareció se fue y esa fue mi derrota:

- Creo que he perdido – dije sosteniendo la espada de Kiba con ambas manos casi en el suelo.

- Fue muy divertido – declaro Kiba quien me echaba una mano para poder pararme.

- Ha sido una buena exhibición – comentaba Akeno con una sonrisa.

- Senpai no es malo – me elogiaba Koneko.

- Eso fue el entrenamiento por hoy – finalizo Rias.

Más tarde a la hora de cenar Ise y Asia eran los encargados de preparar con magia la comida. Entre tanto, yo me encontraba con Kiba en una habitación cambiándonos los uniformes. Al darme cuenta el cuerpo de Kiba carecía de construcción muscular, sin dejar de ser atlético. Por su lado Kiba quien mantenía una mirada perdida un tiempo. De pronto me pregunto:

- ¿Qué relación tenia usted con aquellos ángeles caídos Dante-kun? – la pregunta iba muy enserio y el aura de Kiba cambio de pronto a una muy sombría.

- Oh, que sorpresa verte ese rostro – refiriéndome al aspecto lúgubre que cubría su cara – Si contesto a esa pregunta deseo que usted conteste a una pregunta mía Kiba-kun – le dije con una sonrisa.

- Puf… jajajaja – se desplomo de la risa para mi completo desconcierto.

- ¿Qué es tan gracioso? – pregunte sin saber el trasfondo de esas risas.

- Es que Dante-kun es tan lindo que es difícil de tomar en serio – aclaro lo que me jode un poco.

- La pregunta es ¿A usted porque le molestan tanto los cuervos y la Iglesia? – al terminar la pregunta toda la alegría que había en la cara de Kiba desapareció para volver a ser muy parecida a la anterior.

- En este momento no me siento cómodo para responder a su pregunta – afirmo Kiba en una acción defensiva.

- Y ¿Cómo espera a que yo conteste la suya? – a lo que empezaba a sentir una fría distancia entre ambos.

- Usted no están lindo como parece… - dijo haciendo un leve silencio – Antes de ser rescatado por Buchou yo fui víctima de un oscuro proyecto de la Iglesia – al terminar de pronunciar la oración su tono de voz era muy sombrío.

- Entiendo… Es mi turno de responder. Se me pidió que vigilara a ese grupo de ángeles caídos. Lamento informar que al igual que usted no quiero entrar en detalles. Pero, si puedo decir que en el momento que note las acciones que intentaban cometer entre en acción. Claro que no esperaba aquel resultado – refiriéndome a lo que había pasado con Asia e Ise – aunque, tampoco creo que salió tan mal. Después de todo estamos bien no te parece – finalice a lo que Kiba termino de vestirse.

- Gracias por su honestidad. Vayamos a comer Dante-kun – me invito volviendo a su sonrisa habitual.

Tras esto llegamos a comer a la mesa. Hablamos acerca de las cualidades de nuevo ingreso de Asia e Ise. También se mencionó un poco de mí. Pero, no preste mayor atención más bien me enfoque a lo sucedido con Kiba anteriormente y llegue a la conclusión que Kiba algún día no muy lejano seria consumido por ese doloroso pasado. Tal como me sucedió a mí…

Más tarde fui a tomar un baño termal con los dos compañeros Ise y Kiba. Ise quien había sido rechazado por Koneko para entrar al baño de las chicas. Me divertí bastante al comprender que Ise trataba de ver al baño de las chicas y tan solo seguí disfrutando de aquel baño. Ya pasada algunas horas me levante por no poder conciliar el sueño y note que Ise estaba junto con Asia practicando lo que sería una especie de magia. Seguía a Asia quien estaba corriendo por el bosque hasta que fue alcanzada por la magia de Ise el resultado fue que la ropa de Asia quedo hecha jirones. Al notarlo tan solo salí y les comente:

- Nada menos de esperar del ero-demonio – agrega bastante divertido por la reacción de Asia quien estaba completamente avergonzada.

- ¡Maldición, Asia! Lo siento mucho – se disculpaba Ise a lo que Asia se escondía detrás de el para evitar que la observara desnuda.

- Asia. Sera mejor que te coloques esto – dije pasándole mi chaqueta – Sin duda con esa técnica acabaras con la dignidad de cualquier demonio femenino Ero-Ise – le comente con una sonrisa.

- ¡Maldito! – gruñía furioso Ise quien estaba completamente ofendido por mi comentario.

- No te equivoques Ise. Puede ser que seas un idiota, pero hasta los idiotas hacen cosas con su propia habilidad y parece que esa magia tuya es algo – al escucharme Ise tan solo tenía dibujada en su cara un signo de pregunta.

- No sé a qué te refieres. Sin embargo, no dejare que te burles de mi – salió corriendo a tratar de golpearme.

- Tu espíritu no es malo Ise. Pero, no me subestimes tan solo por la cantidad de piezas que tengo – que son dos.

- ¡Espera Ise-san eso no fue un insulto! Más bien creo que fue un alago – manifestaba Asia un poco tímida con mi presencia aun.

Ise no alcanzo a detenerse y yo gentilmente le puse el pie para que este tropiece de cara con el árbol que estaba detrás de mí. El plan fue un rotundo éxito y me gane toda la ira de Ise quien trato de golpearme unos buenos minutos hasta que las energías le abandonaron. Ya sin fuerzas y respirando agitadamente, Asia corrió a socorrerle preocupada. Era muy notorio que Asia desconfiaba de mí. No la culpo tampoco. Una vez todo acabo procedí a hablar:

- Lo pondré en sencillo para que me entiendas Ise – me gusta molestarlo con su lenta capacidad para comprender – Esa técnica será de mucha utilidad en la partida contra Riser. Sin embargo, trata de no usarla indiscriminadamente en los futuros juegos de clasificación. Ya que, probablemente las participantes de este juego pedirán que sea restringida por atentar contra las tradiciones y libertades femeninas. En resumen, no habrá más chicas desnudas por tu técnica si llegan a prohibirla – eso fue un duro golpe cuando se lo dije.

- De verdad eso pasara – pensaba Ise algo desmotivado.

- Pero, como este juego próximo es extra oficial úsala tanto como quieras – al decirle esto su espíritu se renovó por completo.

- Asia. Procura que este tonto no se exija demasiado. Mañana será un día pesado – antes de irme escuche un improperio de Ise hacia mi persona.

Los próximos días aquí en el campamento de entrenamiento serán muy divertidos. Pensé luego de lo sucedido. Y después de ese suceso los días pasaron rápidamente…