No más por si αcαso:
Si αhorα mismo estás leyendo esto en unα páginα que no es FαnFiction, es recomendαble αbαndonαrlα y αcudir α lα plαtαformα correctα.
*Estα historiα es publicαdα únicαmente en FαnFiction. net, si se encuentrα en otrα páginα es porque hα sido plαgiαdα... bueno, por eso o porque tal vez está en unα páginα «espejo» llenα de αnuncios y mαlwαre (por cierto)*
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Disclaimer: Tanto Resident Evil como los personajes pertenecen a Capcom.
Ary Lee quería leer una escena entre Ark e Ingrid Hunnigan, así que esa escena va dedicada a mi hermanita linda.
Capitulo 20. Alguien como tú
—¡Qué estúpida! —suspiró con profundidad.
¿Por qué razón tenía que preocuparse tanto por un maldito sueño?
¿No iba a hacerse realidad, cierto?
Lamentaba demasiado haberse comportado con Leon como una chiquilla. Ya no era una adolescente para sólo salir huyendo de los problemas, era una mujer madura y tenía que actuar como tal. Los sueños eran eso, única y exclusivamente sueños, experiencias recabadas a lo largo de los días, no imágenes tratando de adivinar su futuro como la mayoría de personas lo creía. Se sentía tan terriblemente enfadada consigo misma, tenía ganas de golpear su frente y seguir repitiéndose lo tonta que fue al comportarse como una niña con él.
Dejó de hacer su equipaje, mañana viajaría a Nueva York a visitar a su hermano y a Jill, pero ahora mismo era más importante solucionar las cosas con Leon. Él ni siquiera le había llamado desde su breve discusión, suponía que estaba molesto por su actitud, y no lo culpaba. Necesitaba hablar con él antes de irse por unos días.
Tomó su teléfono móvil y de inmediato marcó al número del agente gubernamental.
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Fastidiado, así es como se sentía justo en esos momentos. Deseaba poder tomar todas esas carpetas llenas de informes y arrojarlas desde la azotea de La Casa Blanca, era eso o comenzar a aventarlas a todo aquel que pasara por enfrente. Ya estaba muy cansado, y tener en mente la reciente pelea que tuvo con Claire no ayudaba mucho a que se relajara. No entendía qué demonios ocurrió con ella, al menos hubiera querido saber qué hizo él para que la pelirroja se comportase de esa manera. ¿Así eran todas de complicadas?
—Mujeres —murmuró exasperado.
El día en que las entendiera, ese día el mundo entero explotaría.
Helena se adentró a la oficina, vio a Sherry trabajando en su escritorio y a Leon sumergido en sus pensamientos. Le quedaba claro que el rubio estaba molesto, no solía poner cara de malhumorado cuando cavilaba únicamente por cavilar.
—No deberías pensar demasiado, Leon —dijo la castaña, en tanto caminaba hasta su escritorio—, dicen que a las rubias les hace daño.
—¡Oye! —Rechistó Sherry desde su escritorio—. Eso es ofensivo.
—¿Qué le pasa a él? —preguntó, preocupada por su amigo.
Sherry levantó la mirada de su ordenador y la dirigió hasta el único hombre dentro de la habitación. La verdad es que no había notado a Leon, tener que realizar sus informes la mantuvo totalmente ajena a su alrededor. El agente estaba trabajando, pero lucía más serio de lo normal.
—Deberíamos arrojarle agua —propuso la rubia.
—No es buena idea, créeme —respondió, recordando la última vez que intentó arrojarle agua en la cara al agente.
—Exacto, no es buena idea —habló Leon, sorprendiendo a las chicas—, y Helena, a las rubias no les hace daño pensar, ¿no es cierto, Sherry?
—Ya basta, esto no es divertido —la aludida los señaló en un gesto de advertencia.
Tanto Leon como Helena sonrieron divertidos. Hacer enfadar a Sherry era una de las cosas más graciosas que habían visto hasta ahora. Sin embargo, lejos de estar verdaderamente divertido, aún se sentía bastante molesto. Estaba al tanto de todo lo que implicaría quedarse dentro de la oficina con ese par, tenía que salir de ahí cuanto antes y no permitir que Sherry comenzara con su interrogatorio de súper detective.
Tomó algunas hojas y salió de ahí. Las chicas ya no le dieron importancia a su actitud y continuaron con lo suyo.
Caminó por el pasillo, sólo iría a la bodega de reciclaje y dejaría esas hojas, lo que sea con tal de no ser sometido a miles de preguntas de la Doctora Corazón. Su celular comenzó a sonar, rápidamente lo sacó del bolsillo de su chaqueta negra y visualizó el número registrado. Era ella.
Suspiró profundamente, abrió la puerta de la bodega y dejó las hojas sobre una de las mesas que estaban ahí, tan pronto como hizo eso, contestó su celular.
—¿Qué? —respondió con desgano, mientras apretó el puente de su nariz.
—Leon —comenzó nerviosa—, ¿cómo estás?
—¿Cómo quieres que esté? —luego de decir eso, Claire suspiró del otro lado de la línea.
—Escucha, necesito hablar contigo
Aquellas tres palabras lo descolocaron un poco. Normalmente cuando alguien pronunciaba esos vocablos dentro de una relación era para terminar con la misma. Mentiría si dijera que eso no le angustiaba, en realidad comenzaba a afectarle.
—Como quieras —respondió el agente con simpleza, tratando de parecer indiferente—. ¿En dónde te veo?
—¿Puedes venir a mi departamento?
—Estaré ahí en cuanto pueda—y colgó al instante.
¿Tenía que preocuparse?
Pues aunque no tuviera que hacerlo, ya estaba lo suficiente preocupado. Jamás se sintió de esa forma en el pasado, era cierto que Ada le causó muchas emociones y sensaciones, pero con ella jamás formalizó una relación, y tener que escuchar esas palabras lo colocaba en una posición en la cual nunca se había sentido. ¿Claire quería terminar con lo que tenían? Pues bien, si ella quería hacer eso no podía obligarla a desistir de su decisión. No iba a convertirse en George.
Se regresó a la oficina sólo para tomar sus cosas e irse de ahí. De cualquier forma se suponía que ya estaba de vacaciones, era un tanto risible que hubiera querido pasar su primer día libre trabajando, pero eso era mejor a quedarse en su departamento dándole mucho más vueltas al asunto.
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Nueva York
—¡Basta, Chris! —chilló la rubia entre risas.
Los dos estaban en una batalla de cosquillas, pero parecía que el vencedor sería Chris pues a Jill ya le dolía su estómago de tanto reír. La ahora rubia pataleaba sin control, esperando con eso que Chris la soltara de una buena vez, un poco más y su vejiga estallaría.
—Está bien, está bien —murmuró Chris acercándose a la boca de Jill—, pero yo gano.
La agente de la B.S.A.A. sonrió tiernamente y en seguida lo abrazó rodeándolo por el cuello. Estaban acostados en su cama, desnudos después de haber hecho el amor. De un momento a otro, Jill comenzó a hacerle cosquillas a Chris en sus costillas, y por supuesto que el hermano de Claire no se quedó de brazos cruzados y también la atacó a base de cosquillas.
—¡Qué perezoso eres, Redfield! —Fingió seriedad, rozando con las yemas de sus dedos la dura espalda de él—. No has ido a trabajar.
—¿Tengo que recordarte que trabajamos en el mismo sitio? —levantó su cabeza, que hasta ahora había estado posada sobre la clavícula de Jill, y enarcó una de sus cejas.
—Me vuelves una mujer irresponsable, Chris —le reprochó con ternura.
—Y tú me vuelves loco —la observó con fijeza y en seguida se acercó para besarla profundamente.
Le acarició suavemente sus sonrojadas mejillas, de forma lenta arrastró su mano hasta poder pasar sus dedos por las finas hebras del cabello rubio. El beso se intensificó con cada movimiento, sus labios se acariciaban en sincronía y sus lenguas se involucraron en el delicioso juego. Aquella era la agradable sensación que tenían cada vez que estaban tan cerca, cada vez que demostraban lo mucho que se amaban. No importaba si faltaban un día al trabajo, no, eso no era tan importante como lo que sentían el uno por el otro.
Jill impulsó su cuerpo para colocar a su amante de espaldas al colchón y poder colocarse encima de él. Las caricias continuaron, las manos de ambos jamás se cansaban de recorrer la piel del otro. Chris la abrazó posesivamente de su estrecha cintura y con sus pulgares la rozó con delicadeza. Llevó sus labios hasta su cuello y se encargó de que la epidermis de Jill se erizara de pies a cabeza; ella suspiró placenteramente dejándole claro a él, que logró su objetivo.
La ahora rubia se separó de él, hasta mirarlo directamente a los ojos. Chris no se sorprendió por ello, al contrario, llevó su mano una vez más hasta su mejilla y la acarició una vez más.
—¿Claire te dijo cuándo vendría? —averiguó curiosa.
Había olvidado que la pelirroja hermana de Chris les avisó que pronto viajaría a Nueva York para visitarlos. Al fin su estricto jefe en Terra Save le concedió los días libres por lo que tanto estuvo esperando, y la activista no dudó ningún instante en ocupar esos días para ir con ellos. Le alegraba saber que Claire estaría un par de semanas con ellos, pero no recordaba si ese era el día en que llegaría, no tenía preparado nada para recibirla.
—No será hoy, te lo aseguro —y levantó su cabeza para alcanzar los sonrojados labios de ella. No obstante, Jill se lo impidió colocando una mano entre los dos.
—Pero será pronto y no tenemos nada en casa —continuó preocupada, en tanto comenzó a alejarse de Chris.
—Oh no, ¿a dónde crees que vas? —La sujeto de la muñeca—. Tú y yo aún no terminamos
Intentó atraerla de vuelta hacia él, pero Jill ponía resistencia. Estaba divertida, Chris no quería levantarse y la jalaba desde su lugar; ella quería jugar un poco más con él y por ello se mantenía en su posición. Sin embargo, el musculoso hombre se levantó y comenzó a hacerle cosquillas por los costados una vez más, Jill se retorció y pataleó sin control. Odiaba las cosquillas, pero no podía parar de reír, era demasiado sensible en el área de las costillas.
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Washington, DC.
Observó con atención el lugar al que perteneció algún tiempo prestando sus servicios, algunas cosas se mantenían justo como las recordaba, pero otras tantas habían cambiado, bastante lógico tomando en cuenta todo el tiempo que estuvo fuera. Una joven de lentes iba caminando por ahí en esos momentos. Lucía tan diferente, pero no en el mal sentido de la expresión, sino en uno completamente bueno y agradable. No obstante, su mirada y su discreta sonrisa no habían cambiado, aún seguían ahí y se alegraba de que así fuera.
Se acercó a ella con recato, iba inmersa en algo que leía sobre una Tablet; tan concentrada como siempre.
Había cosas que jamás cambiarían en ella. Aquel pensamiento le hizo sonreír para sí mismo.
—Hola, Hunnigan —habló detrás de ella—, hace mucho tiempo que no nos veíamos —la aludida se giró de inmediato.
—¿Ark? ¿Qué haces aquí? —enarcó una ceja.
—Bueno, a mí también me alegra verte de nuevo.
La morena resopló divertida y enseguida rodó sus ojos.
Varios meses pasaron desde la última vez que vio a Ark Thompson, sinceramente no esperaba volver a verlo y menos dentro de la DSO. Alguna vez llegó a pensar que quizás ese hombre se fastidió de la vida de agente y decidió dedicarse a algo más normal, como casarse y tener dos hijos, pero en realidad no podía afirmar nada, Ark únicamente se largó.
—Y a mí me quitas el tiempo —respondió con gracia; Ark sonrió ante eso—. Sin embargo, ¿a qué debemos la sorpresa?
—Sólo decidí darme una vuelta por aquí, ¿está prohibido el paso? —fingió preocupación
—Ahora que lo mencionas, sin un gafete de servidor no podrás pasar más allá.
—¡Qué mal! Esperaba ver a todos de nuevo.
—Leon aún no ha llegado—acertó a decir, intuyendo que tal vez estaría buscando al rubio.
Ark rió divertido ante las palabras de Hunnigan. ¿Qué creía ella, qué sólo había ido hasta ahí para hablar con Leon? No negaba que quería hablar con su viejo amigo, pero ya lo había visto ayer cuando él salía de las instalaciones, ahora mismo no era a él a quien estaba buscando, para eso ya tendría tiempo, estaba seguro.
—Qué pena, y sólo vine hasta aquí para hablar con él —fingió dar un profundo suspiro.
—¿Quieres dejarle algún mensaje?
—Bien, puedes decirle que regresé para recuperarlo, también dile que lo amo demasiado y que jamás volveré a alejarme de él.
—¿Es en serio? —averiguó la chica completamente confundida.
—No, pero debiste ver tu cara —confesó divertido y soltó una carcajada—. No es como que viniera pensando todo el camino en encontrarme con Leon, Hunnigan. ¿Sabes lo gay que se escucha eso?
—No era mi intención —se encogió de hombros—. Ustedes fueron buenos amigos después de todo. Pero entonces, ¿qué haces aquí?
—Oye, oye… no tan rápido, linda. Al menos invítame un café… en la cafetería que está a tres cuadras de aquí hoy a las ocho de la noche.
—¿Eso es una cita? —preguntó asombrada.
—¿Quieres que lo sea?
—No —respondió secamente, pero en realidad no era su intención, sólo se trataba de su forma de ser.
—Bien, no diré que no lo he intentado —se encogió de hombros y guardó sus manos dentro de los bolsillos de su pantalón—. ¿Qué tal una salida como buenos amigos? ¿Eso cambia tu panorama?
Hunnigan sonrió y Ark no evitó corresponder el gesto. Por esa razón es que él regresó a las instalaciones de la DSO, para verla a ella, aunque por supuesto ella ni se imaginara eso. Había tenido tantas ganas de invitarla a salir algún día y al fin se atrevió a extender esa invitación. Ingrid Hunnigan siempre le pareció una mujer muy linda, y su imagen acerca de ella no cambió mucho con el tiempo, al contrario, ahora la veía mucho más hermosa y las ganas de salir con ella se hicieron más grandes.
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¿Qué sería lo que Claire quería decirle?
"Leon, esto ya no funciona para mí"
Se estaba agobiando demasiado y lo sabía. Era terrible tener tan semejante ansiedad atorada en su mente y en su garganta, que creía que en cualquier momento explotaría. Quizás sólo se estaba adelantando demasiado, tal vez Claire sólo le diría lo que pasaba con ella, lo que no le quiso decir cuando le preguntó al respecto en su departamento. No deseaba terminar con ella, ni siquiera se sentía capaz de alejarse. En ella encontró la tranquilidad de la que hace mucho tiempo careció, con ella se sintió verdaderamente amado y se sentía capaz de amarla con la misma intensidad. Quería, deseaba, esperaba que Claire se quedase con él, porque él se sentía bastante bien estando a su lado.
Llegó hasta el apartamento de la activista y no titubeó a la hora de acercarse y llamar a la puerta.
La pelirroja abrió la puerta de inmediato y se encontró con él. Sentía su corazón latir rápidamente, era asombroso que se siguiera poniendo nerviosa, pero esta ocasión estaba muy bien justificada, pues jamás había discutido con Leon. Él lucía muy serio y eso le preocupaba, no quería que él estuviese enojado. Se hizo a un lado y le permitió el paso al rubio.
—¿Quieres algo de tomar? —ofreció enseguida.
—Mejor dime qué quieres tú.
Su respuesta la sorprendió en su totalidad. Él se encontraba tan indiferente y le dolía demasiado eso.
—Leon —inhaló profundamente—, lo lamento.
—¿El qué precisamente?
Claire caminó hasta sentarse sobre el sofá. Entendía que Leon estuviese enojado, ella tuvo la culpa después de todo. Leon la siguió y se sentó a su lado.
—Fui muy tonta —sonrió con debilidad y tomó una de las manos de Leon.
El agente parpadeó un par de veces. Claire no parecía querer terminar con su relación, le alegraba eso, pero ahora menos entendía nada. ¿Las mujeres siempre tenían que ser tan cambiantes o Claire era la única que se comportaba de esa manera?
—¿Vas a explicarte? —inquirió rápidamente.
—Lamento haberme comportado como una niña ayer, Leon. Estaba…estaba preocupada por una estupidez y…
—¿Qué estupidez?
—Tuve…—comenzó titubeando—. Ayer tuve un sueño —agachó la cabeza completamente apenada.
Leon seguía sin comprender nada. Qué demonios tenía que ver un sueño en todo eso. Lo daba por hecho, las mujeres eran demasiado complicadas, sin embargo, jamás creyó que Claire fuera tan complicada como las demás.
—Soñé que tú…—no quería continuar, pero se obligó a sí misma a hacerlo—. Soñé que regresabas con ella, con Ada.
En ese momento entendió gran parte; la pelirroja se comportó esquiva con él porque temía que su sueño se hiciera realidad. Eso era absurdo tomando en cuanto que él ya no sentía nada por la de rasgos orientales. No negaba que en el pasado la linda espía lo tuvo completamente enganchado y confundido, pero eso fue antes, ya no tenía la mínima intención de perseguirla. Ada le dejó en claro que no era una mujer para formar relaciones formales, y era respetable, cada quien decidía cómo vivir su vida, por eso precisamente dejó de ir tras ella porque se dio cuenta que jamás sería lo que él esperaba ser. Con Claire era muy diferente, la quería demasiado y ella a él, y no podía pedir más que eso.
—Me dio miedo… Sé que es una estupidez, pero de verdad…
—No puedo regresar a un lugar en donde nunca estuve, Claire
La Redfield menor lo miró directamente, él se encontraba serio, pero ya no de la misma forma en que lo estaba hace unos minutos. Su seriedad era diferente. Su corazón volvió a latir con rapidez, nunca esperó que Leon le dijera algo como eso y menos que la mirara con tal profundidad que la hiciera temblar de pies a cabeza.
—Tenía tantas ganas de golpearte y de llamarte idiota —confesó sonriendo, mientras sus ojos comenzaban a cristalizarse.
—¿Querías golpearme por un sueño que tuviste? —averiguó igual de divertido, tratando de que lo mirara, pero ella sólo se agachaba y le impedía hacerlo.
—Eres un idiota —respondió con ternura y llevó su mano hasta su boca para cubrir el llanto.
El agente se dio cuenta de lo mucho que ese sueño la hizo sufrir y ahora imaginaba lo frustrada que estuvo desde que despertó de su pesadilla, con razón lloraba en la madrugada de ayer. Se acercó hasta ella y, reduciendo el espacio que los separaba, la abrazó fuertemente contra su pecho. En ese instante, la activista de Terra Save se permitió llorar, primero le dio unos cuantos golpes en sus brazos enojada por lo que soñó, pero enseguida correspondió a su abrazo. Él la sujetó más fuerte, no soportaba verla llorar, recargó su mentón sobre la pelirroja cabeza y le acarició la espalda de arriba abajo intentando darle consuelo.
—Yo no quiero estar con Ada, yo necesito a alguien como tú.
Claire se separó de él y lo miró directamente. El agente gubernamental le tomó ambas mejillas y con sus pulgares le secó las lágrimas. Estuvo tan preocupado desde que Claire lo llamó diciéndole que quería hablar con él. Se alegraba de que ella no le dijese eso, y ahora la verdad es que le daba un tanto de gracia que Claire se haya puesto de esa manera sólo por una pesadilla, pero comprendía su miedo; si él no hubiese sido tan idiota en el pasado, ella jamás habría dudado de él.
—Te amo —confesó la pelirroja ante el asombro de él.
Le tomó por sorpresa su declaración. Algunas veces en el pasado esas dos simples palabras lograban asustarlo, no obstante, en esos momentos no tenía ganas de salir corriendo de ahí. Sentía lo mismo e igual quería hacérselo saber.
—También te amo
Claire se echó a sus brazos de nueva cuenta y lo estrechó con más fuerza. Leon la recibió gustoso y se fue en busca de sus labios para reafirmar su declaración. Se besaron con lentitud, rozaron sus labios sintiendo el cálido aliento del otro y se dejaron llevar por las múltiples sensaciones del momento. El rubio no esperaba que Claire le dijese eso tan pronto, pero sin duda se sentía muy bien, mejor que nunca. Estaba en el lugar en el que tenía que estar, no había más. Se recostó en el sofá, llevándose a Claire encima de él. Agradecía infinitamente que el llamado de la pelirroja fuese para contarle lo que le pasó y no para alejarlo de su lado.
Sus manos tenían mente propia y comenzaron a subir la blusa de Claire, aquello le permitió acariciar la piel expuesta de su espalda. Ambos se tocaban con delicadeza por todas partes, estaban tan sumergidos en sus acciones y en sus pensamientos que no se dieron cuenta de que un par de miradas los observaban desde el marco de la puerta con las bocas ligeramente abiertas. Ellos seguían besándose y acariciándose como si no existiera un mañana.
—No sabía que fueras voyerista, Sherry —habló el mercenario sin quitarle la mirada de encima a la pareja que intentaba comerse en el sofá.
En ese instante y en un muy rápido movimiento, Leon y Claire se separaron quedando sentados sobre el largo sillón.
—¡Oh por Dios! —musitó la rubia conmocionada.
—¿Qué están haciendo aquí? —Averiguó la activista un tanto apenada —. ¿Cómo entraron?
—Hubiéramos llamado, pero la puerta estaba abierta y a Sherry se le hizo buena idea darte una sorpresa —dijo Jake, al tiempo que metió las manos en el bolsillo de su pantalón— Si quieren continúen, se veían bastante entretenidos.
Esas palabras le hicieron ganarse al pelirrojo un par de miradas asesinas.
—Ustedes…—comenzó la rubia, apuntando a la pareja con su dedo índice—, deberían conseguirse una habitación.
—Y ustedes deberían conseguir salir de aquí, este es mi departamento —farfulló Claire, mientras se acomodaba la blusa que Leon se encargó de elevar un poco.
—Muy bien, Sherry, la pelirroja tiene razón —habló, tomando a su novia por los hombros—. Nosotros no tenemos que estar aquí, deja que ellos se diviertan un rato —y antes de salir por completo de la casa, le dirigió una guiñó a la pareja invitándolos a continuar con lo suyo—. Sólo cierren bien la puerta, ¿no quieren dar un espectáculo a sus vecinos, cierto?
Leon y Claire se miraron luego de que la puerta se cerró desde afuera y comenzaron a reír escandalosamente. Aunque Sherry ya sospechaba de su relación, no lo confirmó hasta ese momento. Era realmente gracioso que hubiera confirmado sus sospechas justo en ese instante.
El agente tomó nuevamente a Claire, pero esta vez cargándola sobre su hombro para llevarla a su habitación. La pelirroja rió más fuerte y pataleó desde arriba.
Jajajaja ¡Volví!...no sé cuántas veces tenga que decir eso después de tres meses de ausencia, pero al parecer será seguido xD
Pues bien, aquí traigo un nuevo capítulo de este fic, quería actualizar el 04 de agosto, que fue justo el día en que se cumplió un año desde que publiqué el primer capítulo de este fic, pero me fue imposible, las cosas se me complican cada vez más. En fin, como les decía: ¡UN AÑO! No creí que el tiempo pasaría tan rápido y en verdad les agradezco todo el apoyo que le han dado a esta historia desde el comienzo.
¡MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODOS!
Addie Redfield: Muchas gracias por leer y por dejar review :)
Guest: Awww, ¡qué eres lindo! Te agradezco un montón el apoyo que le das a mi fic, me alegra tanto que te guste. Leer ese tipo de comentarios me hacen sentir tremendamente feliz xD Espero que este capítulo te haya agradado tanto como el otro y también espero no tardar tanto en volver actualizar. Muchísisisimas gracias por dejarme tan lindo review. Nos leemos pronto :D Te mando un gran abrazo!
Ary Lee: Hermanita linda! He aquí un nuevo capítulo...al fin... Jajaja no recordaba la canción de Juanes, pero tienes razón, es un buen soundtrack a este fic xD. Este capítulo estuvo lleno de miel, más de lo normal en este fic. Pero bueno, eso no importa porque puse una escena con Ark y Hunnigan, espero no haya quedado tan mierda, no es una pareja en la que hubiese pensando antes. Ya tengo el final perfecto para Angela, en sí su final con Leon ya fue en el capítulo pasado, pero el final de ella es diferente. Me alegra que te guste, aunque sea una historia toda cliché y cursi. Te amodoro, hermanita, muchísimas gracias por todo. Te mando un abrazotototote
Stacy Adler: Mami Mire! Ya, ya, Claire ya se disculpó con Leon por los ataques infantiles que le dan. Awww gracias Mire, me alegra que te haya gustado el capítulo pasado. De verdad agradezco tanto lo mucho que me has apoyado, eres una amiga increíble y te quiero un montón. También quiero otra transmisión de Call Me Bitchy *.* Te mando un abrazototote.
LalaGmz: Yo también pensé que jamás volvería xD...Hola! Hasta apenas pude actualizar, pero agradezco mucho la paciencia que tienen ustedes. Yo ya me habría mandado muy lejos por tardarme tanto xD. Me alegra muchísimo que te guste este fic y realmente espero que este no haya sido la excepción. Muchísisimas gracias por pasarte aquí a leer y por tomarte la molestia de dejarme tan lindos comentarios. Nos leemos pronto, te mando una gran abrazo :)
Gabyedro: Hola, linda! ¿Vaya, te volviste a leer toda la historia en serio? Pues muchas gracias, es lindo saber que te guste mucho este fic. Me alegra mucho que el capítulo pasado haya sido de tu agrado, este tiene mucha miel creo yo xD, pero espero que también te haya gustado, tanto como el otro. Oye, agradezco muchísimo que sigas pendiente de este fic y que siempre me dejes tan lindos comentarios, realmente me motivan a continuar. Ahora no he tenido tanto tiempo, pero haré lo posible por no tardar tanto. Muchísimas gracias por todo :)
claireRedfield12: Hola! Bueno, respondo a tu duda aunque eso sea darte un spoiler xD. No, Ada ni siquiera va a aparecerse por aquí, sólo fue para meterle inseguridad a Claire; no te preocupes, yo tampoco quiero a Ada cerca de Leon. Qué bien que te haya gustado el capítulo anterior, espero que este también te agrade. Muchas gracias por leer y por dejar review :)
ReLeonClaire: Hola!, ¿cuánto tiempo xD? No te preocupes si no dejas review, lo importante es que sigas leyendo que la historia te siga gustando. Lo del lemmon de lo debo de nuevo, esta vez no hubo, pero prometo que habrá otro pronto y se los dedicaré a todas las que han pedido una escena de esas. Muchísimas gracias por seguir pendiente de este fic y por dejarme reviews tan lindos. Nos leemos pronto...espero! Te mando un gran abrazo :)
anamariaeugenia: Hola, Linda. Qué bueno que sigas por acá. Me hace muy feliz que el fic te siga gustando, espero que te cautive hasta el final, para el cual por cierto ya no falta mucho. Agradezco mil todo el apoyo que me has dado desde que comencé con este fic. Muchísimas gracias, ya tendré la oportunidad de dedicarte alguna escena de este fic. Nos leemos pronto y te mando un fuerte abrazo! :)