Osanago
Por Iwatooshi.
9
Esta es una historia de un comandante que no sabía que era un amante de los niños
Dudó, lo hizo, y aquello le dejó un amargo sabor en la boca. La ceja izquierda que dibujara un arco pronunciado le dio al rostro una expresión escéptica. El cerebro había reaccionado más lento que el cuerpo, ello debido a las palabras dichas hace un momento, antes de que aquel desconcierto lo abrumara a un punto en el que le dejara con un aspecto desahuciado y completamente perplejo. Casi de inmediato, sin relajar las facciones, preguntó: "¿Qué pretendes llevar a cabo el qué?"; quería reafirmar lo escuchado, haciendo la interrogante en un tono áspero pero serio, intentando tras ello recuperar algo de su postura ya olvidada.
El hombre ante él le devolvió el gesto con tal estoicismo que sintió enseguida como su pregunta se transformaba en algo vano y absurdo. Y la paciencia írsele hasta los pies.
"¿No escuchaste?, eso sí que es más raro que la subnormal baboseando detrás tuyo"
Miró vagamente por encima de su hombro para divisar a Zoe asombrada y sin saber muy bien cómo actuar ante lo previamente expuesto. Al parecer no estaba segura de si fotografiar, tomar apuntes o ambas sobre la situación presentada ante ellos.
"Sí esto se trata del producto de tu negro humor te pido te detengas"
"¿Quién dijo que estaba tratando de hacerte reír?"
Levi enarcó la ceja izquierda y la sobria, distante y gélida esencia que lo caracterizaba se acentúo. Eso le habló acerca de la seriedad con que se estaba manejando el sargento, y Erwin no pudo más que lamentar lo expuesto por parte de éste.
"Debo entender que sabes que es imposible"
"Está en edad"
Levi levantó la taza para darle un sorbo, en una actitud fluida que aminoraba la gravedad de lo que se encontraban tratando. Adoptado una pose en la que prácticamente el cuerpo quedaba dirigido hacia la parte oeste de la habitación, resaltando su determinación ante la mirada aprensiva de Erwin. Por su parte Zoe se desplazó hacia la izquierda del comandante, mientras que Mike permanecía a la derecha imitando, en cierto grado, la expresión de Smith dirigida al sargento. Erwin resopló, masajeándose el puente de la nariz, sintiendo como una fuerte punzada, diligente y constante, comenzaba a golpearle las paredes intracraneales.
"No, no está en edad. Además sabes bien que ese no es el verdadero problema, ¿cierto?", se centró, sobre todo cuando Levi se dignó a mirarlo de nuevo. Estaba al tanto de que éste entendía lo que se ocultaba en esas palabras dichas.
"Descuida, no pienso metérsela hasta que vuelva a tener 15", la lente de las gafas de Hanji se agrietaron, eso y los labios en un intento desesperado de su cuerpo por no secarse. Mientras que Zakarius se dispuso a olfatear todo el lugar en busca de alguna planta de propiedades alucinógenas o bien tóxicas que acelerara el raciocinio de un ser humano y fuera lo suficientemente poderosa como para reemplazar el cerebro del soldado más fuerte de la humanidad por algo similar al estiércol.
Erwin resopló por enésima vez, tratando ya de conservar su propia estabilidad antes de continuar con el tema en sí. "El clérigo no lo permitirá. No tengo el menor interés en tus preferencias, pero no puedo dejar que tus perversiones arrastren a un niño inocente", lo dicho iba muy en serio, no iba a permitir que uno de sus soldados terminara desposando, que era meramente imposible a menos que solo fuese simbólico y se llevara a cabo de forma clandestina, porque joder que eso era lo que tenía planeado Levi, CASARSE CON EREN —sin importarle que fuese solo un niño, que la situación lo posicionara como un bendito pedófilo y aparte con tendencias claras de homosexualidad—, y si no mal recordaba en algún punto de la conversación había especificado que Yeager sería una excelente esposa, siempre y cuando lo educara de tal manera y que mejor momento que éste en el que apenas era una pequeña esponja capaz de absorber todo lo bueno y lo no tan bueno, porque oh, sí, Dios lo sabía, que Levi no solo iba a enseñarle a limpiar, cocinar y planchar sino que también a saltar de forma apropiada, sin cansarse, en la cama.
"Que se jodan esos cerdos persignados. Y tampoco es que me importe mucho lo que pienses. Es solo que necesito tu maldito permiso para no tener a una bola de idiotas persiguiéndonos. No suena atractivo el tener que estar huyendo durante la luna de miel", no supo sí Levi ya se había terminado la taza pero así lo supuso debido a la forma en que había apartado la taza de él.
"Hah—, dejemos esto de lado. Y concentrémonos en cómo revertir el problema de Eren. ¿Algún avance, Hanji?", ignoró la mirada sórdida que le fue dirigida por el sargento, pero es que ya tenía suficiente. Sobre todo porque prácticamente lo vio sacar lo que bien parecía ser un muestrario de telas blancas, de las cuales seguramente sacaría el ridículo vestido nupcial.
"Dejando de lado el hecho de que a Levi quiere que Eren lleve un tocado de flores blancas durante la ceremonia"
"Alcatraces", corrigió Levi en un tono crudo y enarcando la ceja izquierda.
Al cual Hanji respondió con una mirada fugaz, pero estéril, para continuar con su perorata: "Sí peonias, como sea, no he podido descifrar aún cuál es la causa aparente de este cambio. Sin embargo todo indica que efectivamente es transitorio. Hace unos días Eren ni siquiera era capaz de ponerse en pie pero ahora eso es distinto. Mi creencia es que dentro de un par de días más tendremos de vuelta al Eren adolescente"
"Entiendo. Eso nos da tiempo a que las condiciones cambien y favorezcan la misión. Bien, entonces esperaremos a que esos días se cumplan", el comandante se incorporó, dejando de lado todo lo demás. Zanjando el asunto, e ignorando algunos otros. Encaminóse a la salida, sintiendo con ello un alivio por completo. Y justo así sucedió, sobre todo porque al abrir la puerta se encontró con algo que le golpeó las sienes, igual que un analgésico, dulce y potente.
Allí se hallaba Eren con un tejido de cosmos rosados coronándole los cabellos caobas. La suave fragancia similar a la de la vainilla le besó las mucosas nasales y Erwin sintió un intenso deseo de tocarlo.
"¡Ah, Ewin-dancho!"
No logró resistirse, no cuando Eren prácticamente le sonreía ampliamente, dejando ver su blanca sonrisa ya imperfecta por el proceso natural que llevaban a cabo los dientes durante ese período. Y verlo sin los dos centrales superiores le hacía lucir aún más pequeño y travieso pese a esa apariencia delicada, y hasta femenil que le conferían las flores y la túnica blanca que le cubría las rodillas ya raspadas. Sumándole a todo ello el qué le llamara con ese tono melifluo. Lo cargó, manteniéndolo entro sus brazos. Mirándose a deleite en ese par de aguas verdes llenas de asombro y expectación.
"Este ligero aroma, cosmos", a sus espaldas la voz de Mike rompió tan solo un poco el hechizo lanzado de inmediato por aquella pequeña hada que apareciera de la nada y sostenía ahora mismo.
"¿En ésta época?", interrogó Hanji que igual que los demás no se había dado cuenta de la presencia de Eren ni que este Erwin se encontraba absorto en mitad del pasillo, con la puerta aún abierta.
"Al parecer aunque trate de impedirlo, tus deseos son igual de fuertes que los de él, ¿no es así, Eren?", el brillo de sus iris se lo contó absolutamente todo. Sin detalles ocultos o a medias. La sinceridad de esa mirada fue lo que necesitó para entender que aún cuando convenciera a Levi de no hacerlo, la misma pasión —que muchas veces parecía convertirse en furia— de Yeager lo arrastraría a contradecirlo. Pero incluso si así eran las cosas, siempre podía retrasarlas un poco más, al menos hasta conseguir lo que tenía en mente.
"Ewin-dancho", salió de sus pensamientos en cuanto Eren volvió a llamarlo, centrando su atención nuevamente en él. "¿Puedo ir afuera?", antes de responderle cerró la puerta detrás de él. Olvidándose de decirle a Levi que allí estaba su futura esposa, y de revelarle a Mike el origen de ese aroma que detectara con facilidad. Alejándose del estudio sin soltar al único hijo del doctor Yeager.
"¿Qué es lo que quieres encontrar allá?", se había concentrado en mantener la vista al frente pero cuando soltó aquella interrogante la actitud cambiante de Eren lo distrajo. Los grandes ojos dibujaron un ángulo que los rasgó, las pupilas se contrajeron tanto que simularon a las de un felino, y el destello en ellos se incendió. Y aunque parecía ser un fuego esmeralda, Erwin juraría que éste jamás hubiera logrado emitir calor alguno.
"A esos mostros", lo oyó decirlo, no estaba siquiera correcto, la forma de pronunciarlo, pero en su tono aniñado había una crudeza y rencor mezclados que le daban un aspecto hostil, peligroso, a pesar de su corta edad. Prestó total atención, sintiendo que la teoría de Hanji era la correcta. Que poco a poco Eren estaba volviendo a ser el mismo niño que encontraran en una jaula aprisionado como un animal peligroso.
"Olvídalo, mocoso. No saldrás hasta que no dejes de mearte en la cama", el timbre autoritario y seco retumbando a lo largo del corredor les hizo volverse a ambos.
"¡Hecho!", allí a unos pasos se encontraba Levi observándoles detenidamente. Tratando de sondear la situación y sus acontecimientos. Haciendo sonreír de lado a Erwin.
"Ven aquí, ¿qué mierda traes en la cabeza?", no tardó en acercarse y extenderle los brazos a Eren quien sin dudarlo hizo lo mismo, abandonándolo de inmediato. Ese gesto le dejó un extraño y amargo sabor, justo como el que le dejara Levi y sus ideas durante la mañana.
"Armin lo hizo", Eren hablaba al tiempo en que tocaba torpemente con esas pequeñas palmas la corona. Arrebatándole algunos pétalos a los cosmos dispuestos en ese adorno.
"¿No dijiste que querías que usara un tocado?", se llevó la mano a la barbilla, sonriendo y empleando un tono jocoso que arrugó la frente del sargento.
"Oi, Eren, si vas a usar una de estas cosas asegúrate de que sean alcatraces", vio a Levi querer quitarle la corona y fracasar rotundamente en el intento. Debido a que Eren se había sujetado con ambas manos el adorno y echado la cabeza hacia atrás en un gesto por protegerse del sargento.
"Creo que tendrás que replantearte el sí usar alcatraces o no", aprovechó el momento de tensión infantil entre ese par para acercar los labios al oído de Levi y susurrarle burlesco lo anterior. "Te lo encargo", apartándose de ellos no sin antes tocar el hombro derecho del soldado más fuerte con el que contaba la humanidad.
Levi torció la boca, lo suficiente como para demostrar lo poco complacido que se encontraba en ese momento. Después de todo conocía perfectamente el objetivo de Erwin, al menos el que se le había compartido desde tiempo atrás, así como el aquel nuevo que surgiera tras la revelación dada por el chiquillo que sostenía en sus brazos. Estaba claro que pelearían, él, Eren, y todo aquel que estuviera de este lado de la vida, pero pese a ello, Levi quería retrasarlo, no solo porque el mocoso solo contaba con 6 años, sino porque había algo mucho más importante que una edad en la que apenas si podías distinguir de la A y la Y. Y eso era lo que lo había impulsado a contarle a Erwin acerca de sus planes maritales con el mocoso Yeager. No era solo porque quisiera joder, ni porque un niñito impulsivo e imbécil lograba calentarlo como no se tiene idea, sino porque lo amaba. Solo por esa grande estupidez. Solo por ello.
"¿Hecho?", la vocecilla lo devolvió a ese instante, al pasillo en el que solo se hallaban ellos dos. "Tengo hambre"
"Aa", sus ojos se movieron en dirección de Eren, quedándose quietos, besando silenciosamente sus radiantes pupilas. "Oi", irritándose porque el niñito seguía sujetándose fuertemente la corona de cosmos. "Deja de agarrarte la cabeza"
"¡No!", negó frenéticamente. "No quiero que me la quites"
"No lo haré", se lo dijo, sinceramente, de una forma inusualmente calma que hizo que Eren le creyera, o que al menos eso le dio a entender.
"¿De verdad?", y este bajó lentamente las manos, apoyándolas contra el pecho del sargento.
"Si", dejando entonces que Levi comenzara a andar por el pasillo en dirección al comedor. Con una expresión tranquila, y con los ojos entrecerrados, como si estuviese siendo arrullado por ese timbre meloso del que era dueño Eren Yeager.
"¿En serio, en serio?", sonrojándosele las mejillas, preguntando insistentemente de forma dulce, tímida y alegre.
Dejándole la sensación de que las cosas estaban bien así. Aún si no podía casarse con él o hacerlo suyo. Aún cuando tuviera que esperar un tiempo más para estar con él. Antes de dejarlo caminar sobre ese sendero lleno de sangre y arrepentimientos.
Con el que la vida los esperaba.
Continuará…
N/A ¡Después de tanto tiempo por fin actualizo!, ya ni porque esto es más OOC que el ver a Levi revolcarse en el fango por gusto propio. Quedó al final un tanto angst y eso que esto es comedia, blegh. Sí alguien tiene la duda de cuándo acabará, pues piensen que será cuando Levi por fin pueda meterla en Eren, ahém. Por cierto, ya lo he dicho pero parece ser que no se entendió: NO, NO Y NO, LEVI Y HANJI NO SE ENRROLLARON, ESTO ES UN RIREN Y AUNQUE SOY FAN DEL LEVIHANJI, NO, ESO NO VA A PASAR AQUÍ NUNCA JAMÁS. De antemano gracias por su compresión. AMÉN.
Por cierto he visto por allí a muchos escritores con varias campañas que anima a los lectores a dejar sus opiniones acerca de las historias que leen. Creo que eso es muy importante ya que anda uno por estos lados, y solo quiero externar mi apoyo totalmente. Yo no les voy a pedir a mis lectores (sí es que los tengo) que me dejen sus opiniones porque no soy una buena escritora, creo que no merezco sus grandes palabras. Soy un total desastre y creo que por ello mismo no puedo exigir nada. No puedo exigir lo que no doy. Pero sí quiero pedirles a todos aquellos que leen el que dejen sus opiniones aún cuando sean pequeñitas a aquellos escritores y escritoras que siempre están dando lo mejor de ellas. GRACIAS, ¡TODOS POR UN MUNDO DE ESCRITORES Y LECTORES UNIDOS!