CUANDO HAY AMOR HAY ESPERANZA
Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer. La historia es mía y solo cuenta con 2 capítulos.
Quiero agradecer a Diiana ElizaBeth por ayudarme con los horrores de ortografía y esas cosas.
Para escribir este fic me inspire en algunas canciones si gustan escucharlas les dejo los títulos: a quien tu decidiste amar, la noche- Sandoval , se desintegra el amor-Paty Cantú, Con la cara en alto-Reik y ¿Qué nos paso?-Reily Barba
Bueno espero que lo disfruten
Hoy era el día más triste de mi vida. Hoy le decía adiós al que algún día creí que era el amor de mi vida, y sabía que era lo mejor, ya que lo único que hacíamos últimamente era hacernos daño. No sé en qué momento nos perdimos tanto.
Me llamo Bella Swan, tengo 27 años, soy psicóloga, nací en un pueblo llamado Forks, pero al comenzar la universidad me mudé a Nueva York, ahí fue donde lo conocí a él, a mi amor, a mi Edward.
Edward Cullen, es arquitecto y el chico más lindo que pude conocer. Caballeroso, amable, educado, guapo, encantador, tierno y lo mejor de todo era que me amaba.
Un día cuando iba camino a la universidad, iba tan distraída que no me di cuenta por dónde caminaba hasta que choqué con algo o, en este caso, era alguien, cuando levanté la vista para disculparme… Quedé cautivada. Su mirada era tan penetrante tenía los ojos verdes más hermosos que nunca había visto, él era perfecto. Cuando logré reponerme le pedí disculpas por mi falta de atención y él solo dijo que no importaba. Comenzamos a platicar, estudiábamos en la misma universidad, solo que en diferente edificio, y cuando me di cuenta ya estábamos en la entrada de la universidad. Después de despedirnos para que cada quien se fuera a sus clases, quedamos de tomarnos un café en el descanso. Después de ese café le siguieron muchos más, nos hicimos buenos amigos; yo me sentía muy cómoda hablando con él de cualquier tema, nunca nos aburríamos cuando estábamos juntos y siempre había un tema de conversación.
Yo era un poco tímida y no era de tener muchos amigos, aparte de Edward solo tenía una amiga más… Tanya, ella era un poco más sociable que yo, pero teníamos cosas en común y también estudiaba psicología, así es que cuando no estaba con Edward estaba con Tanya, ella y Felix, su novio, decían que Edward y yo parecíamos novios y nosotros siempre nos reíamos de lo absurdo que era eso porque solo nos queríamos como hermanos, o eso creía yo hasta que un día Edward me dijo que tenía novia.
FLASHBACK
Últimamente lo sentía raro, más distante. Ya no pasábamos tanto tiempo juntos, nunca lo encontraba. Siempre decía que estaba terminando un trabajo o que estaba con unos compañeros quedando de acuerdo para algún proyecto.
Un día, estábamos en su casa, ambos teníamos tiempo libre, así que quedamos en ver una película y también aprovechar para platicar sobre cómo nos iba, ya que no habíamos tenido mucho tiempo para eso.
— ¿Y qué habías estado haciendo estos días que estabas desaparecido? —pregunté.
—Pues he estado haciendo algunos trabajos y estudiando para los exámenes.—Tenía un brillo en la mirada y se veía demasiado feliz para solo haber estado estudiando.
— ¿Seguro que no hay nada más?
—Bueno sí hay algo. Hace como dos meses entró una chica a mi clase de música. —Edward tomaba clases de música los fines de semana, era su hobby—. He estado hablando con ella y saliendo… Hace tres semanas la invité a cenar y ahí le propuse que fuera mi novia y aceptó. Por eso estas semanas no hemos podido platicar, el poco tiempo que me queda con todo eso de los exámenes, pues lo aprovecho y salgo con ella.
Sentí una presión en el pecho, dolía. Quería llorar y no entendía la razón. Tal vez se debía a que no me había dicho antes. No confió en mí.
—¿Y por qué no me lo habías dicho antes? —le dije enojada.
—Ya te dije que no tenía tiempo y no creí necesario decírtelo al instante. No es como si tuvieras que saber todo lo que hago o dejo de hacer con mi vida. —Eso que dijo y en el tono que lo dijo me dolió y mucho.
—Sí, tienes razón. Disculpa que me meta en donde nadie me llama. —Quería dejar el tema por la paz. Si continuábamos, iba a enojarme más y esa conversación no terminaría nada bien.
—Perdón, no quería hablarte así, pero no entiendo por qué te enojas. Se supone que eres mi amiga y debes estar contenta por mí, porque soy feliz con Angela.
—Sí y lo estoy. Es solo que me tomaste por sorpresa. —Traté de forzar una sonrisa sincera, que yo creo mecreyó porque no dijo nada más. Yo tampoco le pregunté nada y mejor nos pusimos a ver la película.
FIN FLASHBAK
Le conté a Tanya todo lo que había pasado aquel día. Ella me dijo que estaba celosa, porque estaba enamorada de él, pero no me había dado cuenta aún y lo negaba. Unos días después, me di cuenta que tenía razón. Lo amaba. Lo peor de todo, es que no se lo podía decir. Se veía tan feliz con Angela.
Cuando salíamos en grupo Edward, Angela, Tanya, Felix y yo, ellos se veían tan enamorados y yo solo me sentía el mal tercio, ellos decían que no debía preocuparme. A mí en realidad, eso no me preocupaba, simplemente, era el hecho que cada día mi corazón se destrozaba más de verlos juntos.
Nunca dije nada, simplemente trataba de evitarlos, y por más que trataba de encontrar algo malo con Angela, no podía. Ella era perfecta para Edward.
Después llegó un vecino nuevo: Jacob. Era muy simpático y después de un tiempo de tratarnos, salía con nosotros en el grupo y yo, ya no me sentía el mal tercio, aunque Jacob y yo solo éramos amigos y nada más. Un año pasó así, tratando de evitarlos y ellos, felices en su relación y solo a veces, salíamos todos. Hasta que Edward se comenzó a comportar un poco extraño.
FLASHBACK
Un día, estábamos en la cafetería de la universidad solo Edward y yo, el volvía a estar extraño y cuando le hablaba se veía como ido.
— ¿Me vas a decir qué tienes?, ¿por qué últimamente estás como… en otro mundo?,¿qué te preocupa? —Él arrugó su frente.
—Nada.
—¿Pretendes que me crea eso? — Levanté una ceja, y el rio un poco.
—Es solo que… estoy confundido.
—¿Por qué?, ¿te puedo ayudar a resolver eso que te tiene tan confundido?
—Es… Angela, se va a ir a Italia a estudiar música, se ganó una beca y va a estar allá un año.
—Oh… entiendo. Estás triste, porque la vas a extrañar. ¿Pero cuál es la confusión?
—No. Bueno, sí la voy a extrañar, pero la confusión es por otra cosa. —Me quedé viéndolo, esperando que continuara, pero no lo hizo—. Bella, tengo que irme. Luego nos vemos. —Se despidió de mí y se fue.
FIN FLASHBACK
Cuando Angela se fue, Edward me dijo que habían terminado, porque pensaban que su relación no iba a durar en la distancia. Me sorprendió muchísimo, porque yo juraba que se amaban. Cuando se lo dije a Edward, él solo dijo que no la amaba, que sí la quería, pero que amaba a otra persona, y ahí nuevamente volvió a destrozar mi corazón, o eso creí yo.
FLASHBACK
Después de 2 meses de que Angela se había ido, nosotros seguíamos teniendo esas salidas en grupo, pero Edward se veía siempre enojado. Yo lo atribuía a que extrañaba a su ex. En una de esas tantas salidas, fuimos a un antro, y yo me encontraba bailando con Jacob, cuando de reojo vi a Edward… Se veía furioso, yo no entendía por qué estaba así, hasta que terminó la canción y nos fuimos a sentar. Edward me agarró del brazo y me preguntó si podía hablar conmigo, yo le dije que sí, así que salimos.
— ¿Se puede saber qué te pasa?,¿por qué estás así de furioso?¿Qué fue lo que te molestó tanto?
— ¡¿Que por qué estoy furioso?! Se te hace poco, que te vea bailando con Jacob demasiado pegado a ti, y viéndote de esa forma como si quisiera desnudarte ahí mismo. —Yo no daba crédito a lo que oía. ¿A caso Edward estaba celoso?
—¿De qué hablas?, ¿qué quieres decir?
—Hablo de que estoy celoso, de que ese tipo te baile así, que te toque, que siquiera te vea como lo hace. Estoy celoso de que te rías de las idioteces que dice. Estoy celoso, porque quiero ser yo el único que pueda hacer que sonrías de esa forma y hacer que estés así de feliz. Estoy celoso porque te amo. ¡Te amo, Isabella Swan! Y soy tan estúpido, que hace poco que me di cuenta de ello.
No lo podía creer. Estaba en shock. Es lo que esperaba hace mucho tiempo, que él me amara, pero se me hacía tan imposible que eso sucediera. No podía pensar bien.
—No...no entiendo. Hasta hace poco tú amabas a Angela, de hecho, hace unos días estabas triste por su partida, ¿y ahora dices que me amas? Eso no es posible.
— ¡No la amaba! Sí la quería, pero nunca la amé, de hecho terminé con ella, porque me di cuenta de que a la que amo es a ti, a nadie más. Por eso estaba confundido, porque empezaba a sentir celos de que tú pasaras más tiempo con Jacob, que conmigo. Sé que suena egoísta de mi parte, y tal vez lo soy, pero no quiero compartirte, no quiero que me arranques de tu lado, no quiero ver que estés con otra persona que no sea yo. Te amo Bella, te amo.
Cada vez se iba acercando más, hasta que terminó posando sus labios sobre los míos. Al principio estaba rígida y no le contesté el beso, hasta que sentí que él se iba a separar. Lo atraje hacia mí y le respondí el beso con todo lo que tenía; con todo el amor que sentía y que había guardado por tanto tiempo solo para mí. Poco a poco nos fuimos separando, pero dejamos pegadas nuestras frentes y no pude resistirlo más.
—Yo también te amo. Te he amado desde hace mucho tiempo. Al principio no me había dado cuenta, pero cuando comenzaste tu noviazgo con Angela, fue cuando lo descubrí, pero ya era demasiado tarde. Tú te veías tan feliz, y yo tenía tanto miedo, que preferí callarme a perder tu amistad.
—Perdón, perdón, perdón, por ser tan lento y estúpido, y no darme cuenta antes, pero ahora podemos recuperar el tiempo que perdimos.—Sonreí y nos volvimos a besar.
FIN FLASHBACK
Desde ese día, comenzamos una muy bonita relación. Éramos inseparables y estábamos muy enamorados, no nos podíamos mantener despegados mucho tiempo. Cuando yo no me podía quedar en su casa, él se quedaba en la mía, rara vez estábamos separados.
Cuando le conté a Tanya que estábamos juntos, se emocionó mucho y nos felicitó, dijo que éramos el uno para el otro y que habíamos nacido para estar juntos.
A los 6 meses de estar juntos, y en vista de que no nos podíamos separar, decidimos vivir juntos. Mudamos todas mis cosas a su casa, ya que era un poco más grande que la mía. Esa Navidad fuimos a que conociera a mis papás, y la pasamos todos juntos y felices.
A mis padres les había caído muy bien, y Charlie le hizo la clásica advertencia que los padres hacen: Si la haces sufrir, te buscaré por cielo, mar y tierra, y te las verás conmigo.
En las siguientes vacaciones, fue mi turno de conocer a su familia. Sus padres eran encantadores y me aceptaron muy bien. Me sorprendió que dijeran que era la primera chica que Edward llevaba para que la conocieran sus padres, yo creía que había llevado a Angela, pero al parecer no era así, y eso de alguna manera, me hizo extremadamente feliz.
Cuando le pregunté a Edward por qué nunca la llevó, simplemente me dijo que nunca creyó apropiado hacerlo y quería esperar más tiempo para eso.
Llevábamos 3 años juntos, estábamos a punto de graduarnos, solo faltaba dar los últimos exámenes para poder decir que ya éramos todos unos licenciados.
Todo era perfecto, cada día me enamoraba más de Edward. Siempre tenía algo lindo para decir y me sentía alagada, me daba regalos, salíamos a pasear, me compuso una canción hermosísima, el día que me la mostró, no podía dejar de llorar de la emoción.
Teníamos planeado nuestro futuro, juntos. Siempre dijimos que cuando nos graduáramos y tuviéramos un trabajo estable, nos casaríamos y comenzaríamos a formar una familia, y yo no podía estar más feliz por eso.
A los 6 meses de habernos graduado, ya teníamos trabajos estables. Yo tenía un consultorio, y ahí daba terapias a la gente, y —para ser alguien que apenas había empezado a ejercer— me iba muy bien.
Edward tardó un poco más en encontrar trabajo, pero cuando lo hizo, también le empezó a ir bien. No ganábamos los millones pero ganábamos lo suficiente para vivir con ciertos lujos, nos habíamos cambiado a un departamento más grande y más céntrico. Estábamos muy bien y muy felices y lo fuimos más cuando nos comprometimos. Ese día Edward me había dicho que si podía llegar un poco más tarde a la casa, que me tenía una sorpresa y tenía que prepararla, extrañada acepté y llegué casi al anochecer. Cuando entré en el departamento me sorprendí todo estaba obscuro solo alumbraban unas veladoras y por todo el camino había pétalos de rosa, yo me quité los zapatos para poder sentir la suavidad de los pétalos, seguí el camino marcado y llegué al cuarto donde Edward tenía su piano y me lo encontré a él sentado en el banco del piano, se veía espectacular y me miraba con esos ojos de amor y su sonrisa encantadora, yo no pude hacer nada más que devolverle la sonrisa.
Él comenzó a tocar mi nana que me había compuesto hace algunos años, cuando terminó de tocarla se levantó y caminó hacia mí, cuando quedamos frente a frente, se arrodilló y de su pantalón sacó una caja negra, yo sentía un nudo en la garganta de la emoción y trataba de contener las lágrimas.
—Bella, desde hace años he esperado este momento tan especial de pedirte, no… De suplicarte, que te cases conmigo, nada me haría más feliz, que aceptaras ser mi esposa, compartir conmigo todos los días de tu vida, dejar que te haga feliz cada día, despertar todos los días solo con el propósito de decirte que te amo y hacerte feliz día con día, ya no concibo la vida si no estoy a tu lado. Bella, ¿aceptas casarte conmigo?
Yo no pude contener más las lágrimas, estaba tan emocionada, me quedé sin habla, era tan… perfecto.
—Sí, sí, sí. Acepto, por supuesto que acepto, yo también he esperado tanto este momento, te amo, te amo. —Me abrazó y comenzó a girar conmigo y a reír, diciéndome cuanto me amaba.
FIN FLASBACK
Nos casamos 3 meses después en una ceremonia íntima, solo con nuestros amigos más allegados y nuestras familias. Aunque mi papá al principio no estuvo muy convencido con el matrimonio, decía que éramos muy jóvenes, solo teníamos 23 años, que por qué no nos esperábamos un poco más, que todavía nos faltaba mucho por vivir y que nos estábamos apresurando. Al final comprendió que no importaba la edad, que nosotros nos amábamos y no podíamos vivir más sin estar juntos como marido y mujer, perteneciéndonos el uno al otro.
A los 8 meses de casados, decidimos que era tiempo de comenzar a agrandar la familia, nuestros trabajos ya eran estables y ya ganábamos más, eso era perfecto, yo me podía dar el lujo de ponerme mi propio horario de trabajo, así es que tenía mucho tiempo libre, pero sabía que algo andaba mal, porque no me podía embarazar.
Pasaron 4 meses desde que decidimos embarazarnos y no pasaba nada, Edward decía que estaba exagerando, que era muy pronto para decir que algo andaba mal, pero solo para complacerme habíamos ido a ver al médico.
El doctor hizo los exámenes debidos y me confirmó lo que Edward me había dicho, que era muy pronto para preocuparme, que tanto Edward como yo, estábamos perfectos, que el motivo por el cual no sucedía nada, era por las reacciones de la píldora, que a lo mejor estaba muy estresada y eso no ayudaba en nada.
Teníamos año y medio de casados y yo aún no quedaba embarazada, cuando estaba en mis días fértiles, me la pasaba encima de Edward y por supuesto que él no se quejaba, pero pasaba el tiempo y yo no quedaba embarazada.
Debido a eso, yo estaba muy tensa y comenzaba a tener problemas con Edward, él decía que me estaba obsesionando con ese tema y que ya lo tenía harto, que no hacía nada, más que hablar de eso, y que cuando hacíamos el amor, era todo muy monótono. La forma en que me lo dijo, me hirió profundamente y no le contesté nada, simplemente me encerré en la recámara y lloré muchísimo, duramos una semana enojados, solo hablábamos lo necesario, después, él se disculpó y yo lo perdoné y también me disculpé, sabía que tenía razón y me estaba obsesionando con el tema del embarazo.
Pero esa fue solo la primera, de las muchas discusiones que siguieron y ya no solo era el tema del embarazo, también era por su desorden, por mi manía de tener todo limpio, porque ya no salíamos tanto a divertirnos, porque ya no me ponía tanta atención como antes, porque siempre tenía mucho trabajo y ya casi no lo veía, que porque ya no hacíamos el amor como antes y por mis celos, esa discusión fue una de las más fuertes que habíamos tenido.
FLASHBACK
Estaba muy preocupada, ya eran las 11 de la noche y Edward no llegaba, le marcaba al celular, pero no contestaba, le había marcado al trabajo y nada, les marqué a sus amigos y tampoco sabían nada. Se suponía que tenía que estar en casa a las 8,él siempre llegaba a esa hora. Cuando oí el cerrojo de la puerta, me levanté de la cama y fui a la sala, él iba entrando sin hacer el menor ruido.
— ¿Se puede saber dónde diablos estabas? —Levantó la mirada y seguro vio el enojo en mi cara, porque hizo una cara de niño chiquito, como cuando su mamá lo atrapa haciendo alguna maldad.
—Hola, amor —dijo con una sonrisa.
— ¿Hola, amor? ¿Es lo único que vas a decir? Estaba muy preocupada por ti, pensé que te había pasado algo malo, te marqué como mil veces al celular y no contestabas, me mandaba a buzón, te marqué a la oficina y nada, incluso les hablé a tus amigos y no sabían nada. Estaba a punto de llamar a la policía de lo preocupada que estaba y tú solo dices "hola amor" y sonríes como estúpido. —De acuerdo, me pasé con eso último, pero estaba muy preocupada.
—Perdón, lo sé amor y perdona, pero es que me quedé sin batería y no había forma de hablarte.
— ¿Y dónde estabas? —le pregunté un poco más tranquila… Tranquilidad que no me duró mucho.
—¿Amor, adivina a quién me encontré?
—No lo sé.
—Estaba comiendo con unos compañeros, en el restaurante al que siempre voy y escuché que me llamaban, cuando reconocí la voz, no lo podía creer. Ahí estaba Angela, ¿si te acuerdas de ella, verdad? Está tan cambiada, pero yo ya me tenía que ir, así que quedamos en vernos para cenar y ponernos al día de todo lo que han sido nuestras vidas. Entonces, se me olvidó hablarte antes de salir de la oficina y cuando estaba en el restaurante donde nos quedamos de ver, iba a marcarte y me di cuenta de que se me había acabado la batería. —Yo no entendía lo que me estaba diciendo, me quedé perdida, cuando dijo que se encontró con Angela y la emoción que mostraba de volver a verla. Regresaron los fantasmas del pasado, cuando yo los veía juntos y felices, regresó todo ese sentimiento tan feo de cuando yo los veía besándose. Traté de alejar esos pensamientos que no me hacían nada bien y recordé que yo era su esposa y tenía que confiar y no dejar que esos demonios entraran en mi hogar, pero no me salían palabras, solo sentía muchos, muchos celos.
—Amor, ¿estás bien?
—Sí, y, ¿qué quería? ¿Por qué tardaste tanto? Digo… no te pudo haber tomado tanto tiempo, son casi las 12 de la noche y tu sales a las 8.
—Sí, lo sé. Se nos pasó el tiempo tan rápido, es como si nunca nos hubiéramos dejado de ver, teníamos esa complicidad de hace años. —Ahí lo perdí todo, ¿Edward era estúpido o qué?¿Cómo me decía eso? Su complicidad de hace años era que eran novios.
— ¡No puedes estar hablando enserio!¡¿Cómo que sentías la complicidad de hace años?! ¡Ustedes eran novios, Edward, y se veían muy enamorados, y si terminaron, no fue porque se hayan dejado de querer!¡Fue porque ella se tuvo que ir a Italia!¡Y ahora llegas a estas horas de la noche, y me dices que siguen teniendo esa complicidad y que es como si nunca se hubiera ido! —todo se lo dije gritando, estaba celosa y me descargué de toda la tensión, de lo preocupada que estaba hace unas horas.
— ¡No me grites, y no puedes estar celosa por el amor de Dios!¡Te amo a ti y te dije que a ella no la había amado! Sí la quería, pero nunca la amé. ¿No te ha quedado claro después de todos estos años? —dejó de gritar.
—No es eso, es que estaba muy preocupada por ti pensando lo peor y tú muy tranquilo divirtiéndote con tu ex novia. No puedes pretender que no esté celosa, pero ahora que ya se han puesto al día con sus vidas ya no la vas a volver a ver, ¿cierto?—Mis demonios y temores estaban regresando.
— ¿Es que acaso no confías en mí? ¿Cuántas veces te he dicho que te amo? Por Dios Isabella, estamos casados, me duele que no confíes en mí. Y en realidad quedamos de comer mañana para terminar de platicar.
—No Edward, dame un poco de paz mental. Es muy difícil para mí, y no es que no confíe en ti, por supuesto que confío, pero es que son estos celos estúpidos y el miedo a perderte, el miedo de que te des cuenta que ahí afuera hay alguien mejor que yo para ti, alguien que sí te pueda dar un hijo.
—No lo puedo creer, ya salió el tema, ¿sigues con eso, Isabella? Date cuenta que no es sano que te obsesiones con eso, no importa lo que hagas, si sigues así, menos lo vamos a tener, porque estás muy estresada.
—Exacto. Estoy muy estresada, y si tú sigues viendo a tu ex novia, voy a estar más estresada y menos me voy a poder embarazar.
—No sigas con eso, porque no lo voy hacer. Angela y yo, solo somos amigos y nos vamos a seguir viendo, solo como eso, y si no confías en mí, es tu problema porque yo nunca te he dado motivos para que desconfíes de mí. —Dicho eso, se fue a dormir.
FIN FLASBACK
Ese día traté de calmarme y lo logré. Al día siguiente lo hablamos y habíamos quedado bien, pero no duró mucho esa tranquilidad cuando me enteré que era soltera y que buscaba "sentar cabeza". Yo trataba de calmarme porque sí confiaba en Edward, en la que no confiaba, era en ella, porque siempre que podía le llamaba para salir a platicar y a dar la vuelta, muchas veces fui con ellos y me pude dar cuenta de las intenciones de ella. Claramente, estaba tratando de reconquistarlo, pero él le mostraba que me amaba y eso me tranquilizaba demasiado. Cuando ella se dio cuenta de que cuando lo llamaba en fin de semana o cuando salía de trabajar, siempre me llevaba, entonces me enteré que mejor lo invitaba a comer entre semana, cuando él trabajaba, para que no me pudiera llevar. Todo ese asunto, me estaba volviendo loca y las peleas entre nosotros eran casi a diario.
Yo le contaba a Tanya todo lo que sentía y lo que pasaba en mi matrimonio, ella me dijo que no desconfiara de Edward, que no le diera el gusto a Angela.
Cuando Tanya se había enterado, que Angela había regresado, había intentado ponerse en contacto con ella, pero solo le bastó una salida con ella para que se diera cuenta de lo cambiada que estaba, nunca fueron las mejores amigas, pero se trataban bien, pero ahora que regresó, dijo que era otra, con más maldad o resentimiento y yo ya me hacía la idea del porqué tenía ese resentimiento.
Edward, estaba cada día más distante, llegaba más tarde de lo normal, ya no platicábamos como antes, cuando peleábamos siempre era porque, él decía que yo estaba loca y que era una celosa, que se estaba cansando de esto, ya no nos besábamos a diario, ni siquiera para saludarnos o despedirnos, y que decir del sexo, la última vez que me había tocado fue hace 2 meses, cuando nos reconciliamos por otra pelea más, después de esa vez no volvió ni siquiera a insinuar nada. Sabía que algo andaba mal, porque comenzó a tener reuniones hasta tarde y mucho trabajo, incluso ya trabajaba los sábados. Los únicos días que estaba en la casa, eran los domingos, nunca salíamos porque él quería descansar, pero si le hablaba su "amiga" Angela. —Ahí sí tenía tiempo y ya no estaba cansado—. Yo tenía miedo de perderlo y sabía que poco a poco lo estaba haciendo, me sentía tan ajena a él, como si dos extraños vivieran en la misma casa y estar los dos en el mismo sitio, era la cosa más tensa que podía haber.
Un día platicando con Tanya, le dije que se estaba abriendo una brecha muy grande entre nosotros y que estaba pensando en separarnos, tal vez era lo que necesitábamos, un poco de tiempo, separados. Yo aún lo amaba y si él también lo hacía, podríamos resistir y arreglar esto y poder salvar nuestro matrimonio. Ella me dijo que porque no intentábamos ir a una terapia de parejas. Honestamente no se me había ocurrido, tal vez no todo estaba perdido.
FLASHBACK
Pasó un mes, para animarme a plantearle a Edward lo de la terapia de parejas, aparte, tenía una sorpresa que darle.
Me había estado sintiendo mal en estos días, mareos y un poco de vómito. Ayer había ido al doctor a hacerme unos análisis y hoy me confirmaron lo que tanto había anhelado. Por fin estaba embarazada. Iba a tener un mini Edward, un pedacito de los dos, quizá esta era una especie de "señal", para arreglar todo con él, para salir adelante por este pedacito de cielo que venía en camino. El doctor me confirmó que tenía 3 meses de embarazo y los síntomas apenas y me habían dado, tal vez no me había dado cuenta en que no me bajaba, por toda la tensión que había en mi matrimonio, pero ya nada importaba. Yo estaba muy feliz y no recordaba haberme sentido así de feliz en mi vida.
Había hecho una cena especial para decirle a Edward lo del embarazo y para pedirle que fuéramos a la terapia, pero cuando llegó estaba tan raro. Se veía triste y me empecé a preocupar, a lo mejor algo le había pasado en el trabajo.
—Hola, ¿estás bien? —le pregunté.
—Tengo que hablar contigo. —La forma en que lo dijo, me asustó, pero recordé lo que yo le tenía que decir, así que le regalé una sonrisa.
—Sí, yo también quiero hablar contigo. Te tengo una noticia que te va a encantar… —Él me detuvo, antes de terminar.
—Espera, yo primero, es importante.—Le hice un gesto para que continuara, y él se puso a dar vueltas por toda la sala—. Bella, no sé cómo decirte esto, yo… Tú sabes que estamos mal y ya las cosas no son como antes…
—Sí, lo sé, y sobre eso estaba pensando, tal vez podemos ir a una terapia…
El levantó un brazo, para decirme que lo dejara continuar.
—Quiero que nos demos un tiempo, estoy un poco confundido, y estoy saliendo con alguien más.
Me quedé viéndolo. No lo podía creer, no podía procesar la información, él dijo que estaba saliendo con alguien más, o sea, me estaba engañando.
— ¡¿Quién es?! ¡¿La conozco?! ¡¿Desde cuándo me estás viendo la cara de idiota?! — le gritaba.
—No te voy a decir quién es, y es solo hace unos meses, preferí hablar contigo y pedirte separarnos por un tiempo.
— ¿Por qué?, ¿qué hice mal? Se supone que nos amábamos, me juraste amarme para siempre, me juraste amor eterno, ¿recuerdas? Me juraste que estaríamos juntos en las buenas y en las malas, me dijiste que mis celos eran absurdos, que tú no tenías ojos para nadie más. ¡Maldita sea! Me dijiste que no concebías tu vida sin mí, que me querías para toda la vida, que tu único propósito en la vida era despertarte y hacerme feliz, sacarme esa sonrisa que tanto te gustaba, decirme que me amabas cada día al despertar —le dije todo esto, golpeándolo y no pude más y me derrumbé. Lloré como nunca. Lloré por las promesas rotas, lloré porque yo todavía lo amaba, lloré porque tenía la esperanza de salvar esto, lloré por mi bebé y lloré porque sabía que nunca lo iba a perdonar y aun así, nunca podría olvidarlo.
—Perdóname, Bella, pero yo ya no puedo seguir así. Diario peleamos y es tan desgastante vivir así, no sé en qué momento pasó. Te amo, pero necesito tiempo para aclarar esto que siento. Con ella… Nos hemos estado viendo y pasando tiempo juntos y poco a poco, estoy sintiendo cosas que hace mucho ya no sentía y eso me tiene confundido.
— ¡Cállate, cállate! Si alguna vez me quisiste, aunque sea un poco, ya no sigas. —Seguía llorando, no sé de dónde sacaba fuerzas para hablar. Él estaba con los ojos llorosos.
—Bells, por favor, perdóname, necesito que me entiendas, esto es por el bien de los dos. Juntos solo nos estamos haciendo mucho daño, y por supuesto que te amé, claro que te amé, te amo, y por eso es mejor separarnos, solo un tiempo, déjame aclarar bien esto, sabes que ahora solo nos estamos haciendo daño. Hay veces que una pareja por más que se ame, es mejor estar separados, porque juntos solo se destruyen. —Le di una bofetada.
— ¡Cállate! No te atrevas a decir que me amas o que me amaste, cuando sabes que no es así. No te atrevas a seguir diciendo esas excusas tan estúpidas de que me amas y que lo mejor es separarnos por un tiempo.
Trató de abrazarme y lo empujé, cayendo en el sillón, yo no podía dejar de llorar.
—Bella, no te estoy pidiendo que nos divorciemos, solo te estoy pidiendo un tiempo para tomar la mejor decisión. No quiero que sufras por mi culpa.
—Pues no estás logrando tu objetivo, me estás haciendo sufrir, y si lo que quieres es tiempo para follarte a tu amante y cuando te aburras de ella regresar conmigo, estás muy equivocado. Si quieres tiempo, si quieres separarte, no hay problema, te puedes ir cuando quieras, pero si te vas, no hay camino de regreso, si te vas, va a ser para siempre. Si decides irte, si lo que sientes por ella es más fuerte de lo que sientes por mí, te juro que no me volverás a ver.
Me paré y me acerqué a la puerta, la abrí para ver si se iba o se quedaba.
—Bella, necesito que me entiendas, por favor.—Yo negué con la cabeza.
—¿Te vas o te quedas? Solo recuerda las consecuencias de tus decisiones.
—Esto es importante para mí, si tú no puedes comprender eso, entonces creo que ya tengo mi respuesta.
Pensé que se iba a quedar, se paró frente a mí y me dio un beso en los labios. En ese beso sentí la despedida, me miró a los ojos y me besó la frente y salió por la puerta. Él ya había tomado su decisión.
—No es necesario que regreses por tus cosas, yo te las mando a la dirección que me digas, y también te haré llegar los papeles del divorcio. —Él solo se me quedó viendo y asintió, cuando las puertas del elevador se abrieron, el entró y cuando se estaban cerrando, solo vi que susurró un Te amo. Y esa fue la última vez que lo vi.
FIN FLASBACK
Después de cerrar la puerta del departamento, esa vez me derrumbé como nunca, me sentía vacía, como si se hubieran llevado una gran parte de mí, me dolía que mi bebé fuera a crecer sin su padre, me dolía que Edward ni siquiera iba a saber de su existencia. Cuando Tanya me llamó, le conté todo y fue inmediatamente por mí, hice una pequeña maleta y me llevó con ella a su casa. Yo no dejaba de llorar, pero no podía seguir ahí. Después de una semana en la cual yo era como un muerto en vida, regresé al departamento a hacer mis maletas, había decidido ir a casa de mis padres, en lo que pensaba qué iba a hacer.
Cuando llegué al departamento, volví a llorar, no tanto como hace una semana, pero sí seguía sintiendo feo. Aquí había tantos recuerdos hermosos, donde solo había alegrías, felicidad, amor. Cuando entré a la que era nuestra habitación, vi el armario y ya no había nada de él, seguramente había regresado por sus cosas y en la cama había una nota.
Bella
Siento mucho todo esto, espero que algún día me perdones. A pesar de todo, nunca quise hacerte daño y no quiero que pienses que no te amo. Te lo dije y te lo vuelvo a repetir, te amo y por eso es que necesitaba este tiempo separados. Lamento que no quieras volver a verme, yo cada día le pediré a Dios volverte a ver, aunque sea solo una vez.
Dejo a tu disposición el departamento, puedes hacer con él lo que quieras, mi copia de la llave te la dejo colgada al lado de la puerta. Me estoy quedando en un hotel, pero luego te mando una dirección para que me mandes los papeles del divorcio. Espero que encuentres la felicidad que yo no supe darte.
Te amo
Edward