Como les prometí aquí les traigo la secuela de En Contra de los Principios. Espero que les guste y que les parezca adecuada según la anterior historia. Recuerden como termino la anterior. De todas maneras las invito a seguir adelante y sigan leyendo.
Disclaimer: Ninguna de las tortugas me pertenece. Solamente el nuevo villano de esta historia y las criaturas extraterrestres cuyos nombres es de mi propia invención.
Chapter 1: Nuevo Enemigo.
Un año después.
Donatello veía los resultados de los últimos análisis realizados a Leonardo. Le preocupaba que la salud de su hermano se debilitara con el paso del tiempo considerando lo que su cuerpo tuvo que aguantar durante los días que tuvo la toxina en su interior y las dos veces que murió y fue enviado de regreso. La medicina que le daba hacia efecto pero temía que llegara un dia en que ya no ayudara más al cuerpo de su hermano mayor. Para su alivio los análisis mostraban solo un leve deterioro de las celulas, normal para Leo. Pero de todas maneras eso le decía que su hermano no viviría tanto como ellos. Eso todos lo tenían claro. Apago el computador y bostezando se levanto del asiento. Tomando el frasco con la medicina de Leo se dirigió a la cocina y llenando un vaso con agua se encamino a la habitación de su hermano mayor. El cual a esa hora debía estar durmiendo, pero debía tomar la medicina cada cierta hora sin fallar. Y él como el médico de la familia se hacía cargo de que fuera asi. Entrando sin meter ningún ruido se sentó al lado de la cama de Leo quien estaba profundamente dormido. Moviéndolo levemente por el hombro su hermano se quejo y abrió los ojos.
-Leo tu medicina-Le dijo pasándole una píldora del frasco. El de azul la tomo medio dormido y se la metió a la boca. Donnie le tendió el vaso con agua el cual Leo acepto y tomando el liquido trago la píldora-Vuelve a dormir antes del entrenamiento te daré la otra que te corresponde-Murmuro mientras Leo se recostaba de nuevo y cerrando los ojos se quedo dormido.
Donnie miro la hora. Eran las doce quince de la noche. Hora de irse a dormir él también.
La alarma despertó a Leo quien incorporándose un poco la tomo y miro la hora. Las siete de la mañana. Desperezándose se levanto de la cama y tomando sus katanas se las coloco en su espalda, luego tomo su bandana y amarrándosela alrededor de sus ojos salió de la habitación. Aun sus hermanos dormían. Sonrió era hora de irlos a despertar. Dejaría a Donnie al último dado que era quien se acostaba mas tarde. Entro con sigilo a la habitación de Mikey quien dormía con un pie fuera de la cama y la boca tan abierta que era fácil que terminara tragando un insecto durante la noche.
-Hora de despertar Mike-Susurro para que su hermano menor no despertara asustado como lo estaba haciendo muy seguido desde lo sucedido con él hacía un año atrás. No lo culpaba no era el único, Raph y Donnie también tenían constantes pesadillas con lo que paso. Se sentía culpable de ser la causa de eso, pero no podía ayudar en eliminar esos recuerdos ya que también eran parte de él. Su hermano cerro la boca y entreabrió los ojos-Hora del entrenamiento-Comunico sonriéndole a su hermano.
Mikey se restregó los ojos-Ya…voy…-Dijo reprimiendo un bostezo. Leo acariciándole la cabeza a su hermano salió de la habitación rumbo a la de Raph. Abriéndola se encontró con su hermano de rojo despierto mirando unos periódicos.
-¿Raph qué pasa?-Pregunto acercándose a él. Su hermano de rojo bajo la vista y guardo los periódicos antes de que Leo tuviera oportunidad de ver que decían.
-Nada…solo estaba esperando a que vinieras a despertarme-Hablo sonando algo extraño-Ya voy me pongo mis cosas y bajo enseguida-Con eso le dio la espalda a Leo. Este sabía que su hermano menor le ocultaba algo, pero también sabía que había cosas que era mejor no presionar o seria solamente peor para sus hermanos menores.
-Bueno, no te tardes-Se dirigió a la habitación de Donnie. Abriendo la puerta se encontró con su hermano de morado dormido sobre una pila de libros y no sobre su cama. Caminando hacia él, se arrodillo y se dio cuenta que su hermano había estado leyendo libros sobre como sanar el daño de su corazón. Esbozo una sonrisa, su hermano genio jamás se rendía-Donnie…vamos es hora del entrenamiento-Musito mientras lo mecía suavemente.
Su hermano entreabrió los ojos y sonriendo se sentó-Si...-Bostezo-Ya voy…me arreglo y bajo-Leonardo sonrió y acariciando la cabeza como lo había hecho con Mikey salió de la habitación rumbo al dojo. Su padre ya se encontraba allí esperándolos.
-Buenos días sensei-Saludo haciendo una pequeña reverencia.
-Buenos días Leonardo. ¿Cómo te sientes hoy para entrenar?-Pregunto sabiendo que habían días en que su hijo mayor no tenía fuerzas ni siquiera para levantar la cabeza de la almohada.
Leonardo lo quedo mirando unos segundos. No le agradaba preocupar a nadie, pero desde que sufrió el ataque de esa toxina su familia vivía preocupada de él-Muy bien sensei, no tengo ninguna molestia-Respondió esperando a que llegaran sus otros hermanos.
-Me alegro hijo mío-Splinter guardo silencio mientras esperaban que sus otros tres hijos se unieran al mayor.
Leonardo bajo la vista hacia el tatami del dojo, no sabía qué cosa podía ser lo que la muerte ese dia le dijo en sueños sobre el porqué lo envió pero durante todo ese año nada malo había ocurrido. No había encontrado rastro de Shredder o de Karai y solo habían estado combatiendo contra criminales normales. Suspiro, esperaba que aun faltara para quien fuera la muerte se refiriera apareciera. Escucho los pasos de Mikey y la voz de Raph. Por lo que podía escuchar Donnie aun no salía de su habitación.
-Buenos días maestro-Saludo Mikey haciendo una media reverencia y uniéndose a Leo en la línea que se colocaban antes del entrenamiento.
Splinter sonrió-Buenos días Michelangelo-Saludo la vieja rata mientras veían entrar a un Raphael quien lucía algo molesto-Buenos días Raphael-Añadió cuando el de rojo se puso en la línea al lado de Leonardo y Michelangelo.
-Buenos días sensei-Mascullo viendo de reojo a su hermano mayor-¿Y Donnie?-Pregunto entre dientes solo para que Leo lo escuchara.
Leo se encogió de hombros-No lo sé, lo desperté pero dijo que bajaba en cuanto se arreglara-Respondió mientras intentaba poner atención a algún ruido proveniente de la habitación de su segundo hermano menor.
Cinco minutos después un Donnie algo agitado bajo las escaleras y saludando a Splinter se puso en el último sitio que quedaba en la línea-Lo siento maestro me quede dormido después que Leo me despertara, lo lamento mucho-Dijo algo avergonzado la tortuga de morado.
-No te preocupes, he notado que te duermes muy tarde-Acepto la disculpa Splinter viendo a sus hijos-Bien comenzaremos con un leve precalentamiento para ir directo con las katas y un combate de entrenamiento uno a uno-Explico mientras golpeaba con su bastón el suelo. Los cuatro hermanos hicieron la reverencia y comenzaron con el precalentamiento que duro casi media hora. Tras eso realizaron una hora y media una serie de katas de nivel avanzado y al acabar eso y descansar por cinco minutos Splinter volvió a golpear con su bastón el suelo-Ahora Raphael con Leonardo y Michelangelo con Donatello, recuerden es solo un entrenamiento asi que nada de golpes fuertes o ataques para herir, ¿entendido?-Pregunto viendo a sus cuatro hijos.
-¡Hai sensei!-Respondieron en unísono los cuatro chicos. Mientras se enfrentaban, Leonardo comenzó a sentirse un poco mareado. Su pecho lo sentía apretado y le estaba comenzando a costar respirar con normalidad. Se llevo una mano al pecho tras retroceder unos pasos de Raph quien se detuvo en seco al notar el cambio en el semblante de su hermano mayor.
-¿Leo? ¿Estás bien hermano?-Pregunto acercándose a Leonardo quien intentaba regularizar su respiración.
Los otros chicos detuvieron su pelea al oír a Raph, el maestro Splinter volteo a verlos con preocupación-¿Leonardo?-Inquirió caminando hacia su hijo mayor. Leonardo no respondió, tenía sus ojos cerrados para no ver como daba vuelta la habitación-Sera mejor que te recuestes-Comento Splinter poniendo sus manos en los hombros de su hijo para que se sentara en el suelo del dojo pero Leo negó suavemente con la cabeza.
-Estoy…bien…-Musito entreabriendo los ojos-Ya paso-Agrego con más fuerza en la voz. El dolor ya estaba pasando y su respiración ya era normal.
-Estás seguro Leo, recién lucias muy palido-Dijo Donnie tomándole la muñeca para revisar el pulso de su hermano mayor.
-Si Don, ya paso. Sigamos con el entrenamiento-Mascullo sintiéndose un tonto con la situación. Odiaba esos momentos en que su cuerpo lo traicionaba y comenzaba a atacarlo. Lo hacía sentir un débil y un inútil. Donatello termino de revisar el pulso de Leo y suspiro aliviado, aunque el corazón de su hermano latía algo rápido no era lo suficiente como preocuparse.
Splinter negó con la cabeza-El entrenamiento lo dejaremos hasta aquí, ahora vayan a desayunar...me llaman cuando esté listo, por mientras iré a mi habitación a meditar-Con eso el maestro se retiro del dojo.
Leo apretó los puños. Odiaba estar asi por culpa de la toxina. Pero sabía que era el precio a pagar por haber sido devuelto a ese mundo tras morir dos veces.
Donatello cruzo una mirada con sus otros dos hermanos quienes asintieron sabiendo a que se refería esa mirada. Cuando recordó que no le había dado la medicina a su hermano mayor. Golpeándose con su palma sobre su frente salió del dojo y a toda prisa tomo la medicina de Leo y llevando una botella con agua se la entrego-Leo es hora de tu medicina, sabes que si te despiertas antes que yo debes tomarla, recuerda que no puedes andar saltándote el remedio, recuerda que…-Leo bufo a lo bajo mientras tragaba la pastilla y bebía un trago de la botella, bajando la botella se la entrego a su hermano menor. Donnie seguía hablando. Otro dia más con el recurrente sermón sobre la medicina. Todos los días era lo mismo. Jamás había sido bueno tomando o recordando el horario de la medicina. Y en ese año que llevaba tras lo ocurrido era cosa de todos los días que su hermano de morado terminara retándolo por olvidarse. Miro la hora. Llevaba casi quince minutos con el sermón cuando decidió detenerlo-Acaso quieres…
-Basta Don-Mascullo sin mirarlo a los ojos-Entiendo las cosas, no soy un niño pequeño…-Dijo pasando por su lado molesto completamente-Voy a salir, no me molesten ni me sigan-Agrego tomando sus katanas las cuales se las había sacado para el entrenamiento se las coloco en su espalda nuevamente y salió de la guarida sin decir más.
Raphael se quedo viendo la puerta-Donnie deberías entender un poco más a Leo, desde que nos dieron la segunda oportunidad de tenerlo con nosotros, casi no le hemos dado espacio, es de esperar que en ocasiones quiera respirar…además sabes que Leo jamás fue de esos que tomaran medicinas, incluso cuando se enfermaba, que intente acostumbrarse a esta altura de la vida será difícil-El de rojo era quien lo comprendía mejor. Si hubiese sido él quien hubiese tenido que modificar su estilo de vida andaría enojado todos los días. Pero como era Leonardo quien tuvo que cambiar todo, solamente salía por una o dos horas para luego regresar más calmado y tranquilo.
-Lo sé, Raph pero aun asi me preocupa…si lo atacan mientras está afuera y le da un ataque que…
-¿Donnie?-La voz de Mikey se escucho desde el living. El de morado volteo la cabeza hacia allí-Te preocupas demasiado, Leo sabe cuidarse muy bien solo, si no puede con el enemigo busca la manera de escapar o de contactarse con nosotros-Recordó el de naranja luciendo muy confiado sobre su hermano mayor.
-Bueno, dejemos esto hasta aquí y vayamos a preparar el desayuno-Susurro Donnie sabiendo que discutir sobre Leo con sus otros hermanos era una pelea perdida, todos tenían una fe ciega en Leo y eso nadie lo cambiaria.
Centro Comercial y Financiero de New York. Diez de la mañana.
Desde el cielo una enorme nave comenzaba a descender sobre la ciudad haciéndose invisible a los ojos de las personas. Desde ahí un leve rayo de luz ilumino un punto sobre una azotea y dos figuras aparecieron. Lucían diferentes pero eran dos personas que llevaban más de un año desaparecidos. Siendo dados como muertos por la policía, pero sus ojos brillaban con un resplandor rojo atípico de ellos.
-Busquen a las tortugas y acaben con ellos, las nuevas habilidades que les di son suficientes para hacer eso posible-La voz sonó en el aire al tiempo que ambas figuras asentían y desaparecían del lugar dejando solo un leve rastro de polvo en su paso.
A pocas cuadras del Centro Comercial y Financiero.
Leo se quedo pensando mientras observaba la ciudad desde la azotea a siete cuadras de la casa de April. No le agradaba estar solo cuando se sentía tan miserable, pero siempre prefería hacerlo cuando se trataba de lidiar con su nueva condición. No podía creer cual era su límite físico en ese momento. Ya no era el mismo de hacia un año o cuando estuvo en América Central. Pero sabiendo que sus hermanos debían de estar preocupado por él en ese instante decidió hacer una llamada a su querido hermano genio. Tomando el shell cell marco a Donnie.
-¿Leo?-La voz de su hermano genio se escucho desde el otro lado. Leo activo la cámara. Donnie se veía preocupado-¿Estás bien?-Pregunto casi sin poder contenerse.
Leo lanzo un suspiro-Si Donnie estoy bien-Dijo mirando el cielo que estaba de un gris oscuro, el de azul sabia que dentro del dia comenzaría a llover-Solo llame para avisar que estoy bien…
-No tomaste desayuno hermano, sabes que no puedes andar sin tomar desayuno tu cuerpo está débil y necesita de toda la energía que le puedes dar…-Interrumpió Donnie, pero tras unos segundos su hermano genio sonrió-Lo siento Leo, me preocupas demasiado es eso…pero sé que sabes cuidarte…siento que soy un poco molesto pero ya te perdimos antes, no quiero volver a pasar por lo mismo-La tortuga de azul sonrió ante eso-¿Vas a tardar mucho?-Donnie sonaba como siempre.
-No-Contesto mientras unas débiles gotas comenzaban a caer-Pero por favor tenme unas toallas y algo caliente…está comenzando a llover y llegare mojado-Dijo cuando unas gotas más gruesas caían sobre la ciudad.
-Cuenta con eso-Con lo último Donnie colgó. Leonardo guardo su shell cell y se dirigió hacia un edificio cercano a donde se encontraba para bajar más rápido. No quería pasar donde April ya que por lo que tenía entendido había salido fuera de la ciudad junto a Casey hacia la costa de Florida para visitar a la madre de su amiga.
Mientras se aproximaba a las escaleras, un resplandor rojo que vio por el rabillo del ojo lo hizo agacharse. El rayo de luz paso justo en el sitio donde momentos antes se hallaba su cabeza. Miro alrededor sacando sus katanas, mientras apretaba el botón de ayuda para que sus hermanos supieran que se encontraba en una situación algo complicada para él. No podía ser tan orgulloso y estúpido en intentar pelear por su propia cuenta cuando su condición física era reducida y limitada.
-¿Quién anda por allí?-Pregunto sin elevar mucho su voz. Sus ojos iban desde un punto a otro intentando encontrar el causante de ese ataque. Cuando desde atrás sintió una presencia que lo hizo voltear rápidamente para bloquear un ataque dirigido a él. Sus ojos se abrieron de par en par al ver de quien se trataba. Aunque no la había visto desde que diera la orden de matarlo no había cambiado, al menos exteriormente-¿Karai?-Susurro dando unos pasos atrás alejándose de ella. Pero podía darse cuenta que había algo distinto en ella. Una luz roja iluminaba sus ojos.
-Debes morir-Dijo con un tono carente de emoción. Leo pestañeo confundido. Ella no sabía que él había muerto, pero pensar que el ataque que recibió mientras huían del cuartel no había sido mortal era un error que Karai no cometería. El joven líder esquivo otro ataque y sintiendo que otra presencia más se sumaba a Karai. No podía creer lo que estaba viendo en ese momento. Al lado de Karai la figura de Shredder apareció de forma tan repentina que no sabía de donde había venido-Debes morir…-Repitió Karai levantando sus katanas y lanzándose en contra de Leo junto a Shredder quien con sus cuchillas iba por la cabeza de Leonardo.
-Pero que…-Empezó a decir cuando vio que ambos se detenían a unos tres metros de donde estaba y juntando sus manos en un triangulo una luz se formo en medio de ellos mientras se iluminaban aun mas. Los ojos de ambos brillaban intensamente de un color rojo intenso. Leo miro el lugar, debía haber una manera de escapar de allí sin luchar. El no podía hacerlo solo, menos aun con su deteriorado estado físico.
-¡LEO!-Escucho que gritaban desde la azotea más cercana. Se dio el lujo de sonreír, sus hermanos ya estaban cerca y eso significaba que todo estaría bien ahora. Cuando Karai con Shredder lanzaron ese rayo de luz en contra de él. Leo salto en dirección opuesta y para horror vio como ese rayo golpeaba el edificio detrás de él y mientras los gritos de las personas en el interior del lugar se iban desvaneciendo, el edificio colapso, levantando una gran cantidad de humo y polvo. Leo bajo la cabeza. Por haber esquivado ese rayo muchas vidas habían sido arrebatadas. Todo por él. Sintió que lo tomaban de los brazos y lo llevaban lejos de lo sucedido. Pestañeando levanto la vista. Sus tres hermanos lo estaban llevando hacia las alcantarillas para esconderse. Aprovechando el caos del momento lo tomaron como huida. Mientras avanzaban, Leo se dejo llevar por quien parecía ser Mikey. No podía enfocar bien, su vista estaba borrosa y su respiración era jadeante. Su pecho lo sentía apretado y podía percibir como el latido cardiaco iba aumentando con el paso de los minutos. Que mas podía esperar, la muerte de todas esas personas había sido terrible para él. Pero de pronto los ojos de Leonardo enfocaron una figura oscura de brazos largos que ya conocía. Sus ojos se cerraron y comenzó a caer sintiendo como su conciencia era llevada lejos de ese lugar.
-Es hora de hacer lo que te dije Leonardo…es lo que debes hacer para pagar la deuda que tienes por ser enviado a la vida dos veces-La muerte le dijo mientras tomaba de la mano a Leonardo. Este miro alrededor, se encontraba en un túnel inmenso-Tienes que buscar las almas de las personas que fallecieron en el…colapso de ese edificio…y traerlos para ser juzgados…cuando termines podrás volver con tus hermanos…por ahora estarás conmigo hasta que el ultimo…de esas víctimas sea traído…aquí…para mi…-Con eso la muerte empujo a Leonardo hacia lo que parecía ser el campo donde antes, para ser exacto un año antes estuvo. Habían varias personas allí, tanto niños, ancianos, mujeres, hombres y bebes. Eso hizo que el pecho de Leo doliera. Ellos habían muerto por su culpa. Inocentes habían perdido sus vidas por su error.
Cien mil kilómetros de la tierra.
En la nave que se encontraba de nuevo en el espacio un ser de ojos rojos, piel oscura, alta y de brazos largos con siete dedos miro a Shredder y Karai. Ambos estaban sentados en unos asientos con unas maquinas sobre sus cabezas.
-Ustedes me han fallado, quiero tomar el planeta pero esas criaturas están interviniendo en mi camino, ustedes como sus mayores enemigos deberían de haberlos detenido con los obsequios que les di, pero aun asi siguen siendo los peores experimentos que he tenido-Dijo la figura sentándose en la parte de arriba de la nave-Ustedes arréglenlos y por mientras manden a los Tekstraton por las tortugas, veremos si son capaces de hacer algo contra ellos-Unos seres de menor tamaño asintieron mientras se alejaban levándose con ellos a Karai con Shredder.
-Señor ShinKameskra las tortugas han esquivado el radar, lo último que pudimos captar fue que fueron bajo tierra, los especímene causaron un caos en la ciudad y han puesto personas con armas a vigilar el área…
ShinKameskra bufo a lo bajo-Son solo mierdas…ataquen y busquen a esas tortugas, no deben de haber ido lejos, según el escáner que se les hizo hay uno de ellos enfermo, asi no serán capaces de ir muy lejos-Interrumpió a uno de sus observadores Farcfruel y siguió mirando el planeta frente a ellos. Ese sería su mejor premio si era capaz de eliminar a las tortugas y sus amigos para apoderarse de ese sitio y poner a sus habitantes bajo su mano y sus experimentos-Seria mucho mejor que me capturasen a esa tortuga enferma-Esbozo una sonrisa dejando ver sus largos dientes puntiagudos-Con ese podríamos hacer unos experimentos…según el data obtenido hay algo diferente con ese-Murmuro mirando la información sobre las pantallas frente a él, donde la imagen de una tortuga de bandana azul se veía-Muy interesante-Con una sonrisa aun más amplia en sus labios los Farcfruel comenzaron con su búsqueda.
Guarida de la familia Hamato.
-¡Rápido acuéstalo en la cama!-Ordeno Donnie mientras comenzaba a sacar sus implementos médicos para revisar y atender a Leonardo quien yacía inconsciente en los brazos de Raphael. Este haciendo lo que le dijeron puso con mucho cuidado a su hermano mayor sobre la cama mientras dejaba trabajar a su hermano genio.
-¿Leo se pondrá bien?-La voz asustada de Mikey sonó desde la puerta. Donnie lo quedo mirando mientras ponía una máscara de oxigeno sobre la boca y nariz de Leo y lo conectaba a una máquina para registrar los latidos cardiacos de su hermano.
Raph le puso una mano en el hombro-Leo no nos dejara, solo está muy débil por todo lo sucedido, con un poco de descanso se pondrá bien, ya verás que en un rato mas abrirá los ojos y se lamentara por las personas que murieron de ese edificio-Donnie sonrió, su hermano de rojo conocía tan bien a Leo que sabía que haría exactamente eso una vez que recobrara el conocimiento. Tras unos minutos acabo de revisar a su hermano-¿Y bien como esta?
-Agotado y su corazón sufrió un pequeño trauma, pero estará bien, un poco de reposo y descanso le vendrá bien-Donnie frunció el ceño-Pero esos eran Karai y Shredder, después de todo no estaban muertos, pero estaban distintos a como recordaba, ese rayo de luz al parecer fue creado por ellos, eso no es normal, ellos antes no podían hacer eso, y sus ojos brillaban de otro color-Todos se miraron sin saber que decir-Hay algo detrás de todo esto, pero no nos moveremos hasta que Leo despierte, debemos hacerlo juntos y buscar una respuesta a esto-Raph asintió mientras tomaba una silla y la instalaba al lado de la cama donde yacía Leonardo. El maestro Splinter no tardo en aparecer. Mientras Donnie le explicaba lo que había sucedido a su maestro, Raph tomo la mano de Leo y se puso a esperar a que su hermano mayor despertara del sueño que se había sumergido mientras iban camino a la guarida.
To be continued…
¿Y bien que les pareció este primer capítulo? ¿Interesante, malo, aburrido? Por favor háganme saber sus opiniones sobre esta por si puedo cambiar algunas cosas. Sugerencias son aceptadas. Gracias por leer y nos estaremos leyendo la próxima semana.