Hola! Me desaparecí un tiempo largo, largo. Pero lo bueno de esto es que regrese con una idea muy loca; pues este fic estará lleno de pequeñas viñetas con menos de 500 palabras sobre cualquier pareja y momento en Percy Jackson y Los Héroes del Olimpo.

Espero les agraden y subiré una cada jueves.

Recuerden que son los comentarios los que me hacen mejorar y los que me impulsan a no dejar de escribir.

P.D si se preguntan porque el fic dice que es de Hazel y Leo es porque lo es, serán pequeños vistazos aunque no solo escribiré de ellos.

Este personaje maravilloso no me pertenece. Él, así como varios escenarios y personajes que aparecerán no son de mi invención, son (y gracias a todos los dioses) de Rick Riordan.

Sin más:


El Dragón de Bronce

Aquel dragón está muy consciente de que fue creado por una razón, aunque su disco aún no le permite engranar en su cabeza metálica el que.

Contrario a lo que la mayoría piensa, su cuerpo brillante y normalmente frío se mueve sin ninguna fuerza externa, debería de funcionar como una maquina pero se permite vagar en los bosques en busca de algo que no sabe, atacando lo que ve a su alrededor porque vive con el temor de que algo le ataque y que haga daño a lo que sea que este protegiendo.

Los tornillos, el aceite y un poco de magia divina hacen que entienda, (al menos un poco) que no sirve más. Que desde ese día en que unos chicos de camiseta naranja lo disuadieron de matar al chico que lo puso en ataque nada es lo mismo.

Aunque no debería, sabe que su cabeza se queda sin aceite, que el disco divino de Hefesto está fallando y que no quiere dejar de ver el verde del bosque. Sabe que fue diseñado para proteger el campamento pero es consciente de que el árbol al principio de la frontera lo hace, al igual que el manto dorado y el otro dragón… aquel que si respira fuego y siente la sangre en sus venas. Ese que es fiel a un amo.

Festus se pregunta -a pesar de que se obliga a recordar que el metal no tiene memoria- si su dueño, creador o amo aún vive y porque le ha dejado inacabado y sin alas. Porque un dragón puede volar ¿cierto?

Pero un día, después de tantas interrogantes y de vagar por el bosque se encuentra a un alguien que por instinto debe matar. Ese chico no es fácil de seguir y él se da cuenta de inmediato que lo conoce. Festus no sabe cómo, no sabe porqué pero siente que aquel joven de cabello rizado, de ojos oscuros y fuego titilante es quién esperaba.

Y no se equivoca.

Por primera vez se aprende un nombre y ese es: Leo Valdez. Lo conoce porque a fin de cuentas ese es su dueño, su amigo.

Y el dragón se siente feliz, porque con la llegada de ese pequeño deja de ser el dragón metálico y sin alas. Se convierte en Festus.

La existencia como ser libre no dura mucho, el cuerpo engranado se hace inútil al salvar a Leo, pero él tiene otros planes para mí y es así como me convierto en el inmediato guardián de un barco esplendido.

Así como un observador más de diferentes aventuras.

Podré ser un silente nato, hablando solo por medio de ruidos que solo una persona comprende. Pero también tengo ojos que me permiten presenciar aquellas cosas que cualquiera no aprecia.

Te invito a que subas al Argo II. Tiene más historias de las que seguro conoces, pero ten en cuenta que mi atención siempre está enfocada a mi dueño.

Bienvenido a mis vistazos fugaces en la cubierta e interiores del barco, así como los vagos recuerdos de mi vida siendo construido y del bosque como mi refugio.