Antes que nada... Kon´nichiwa!¡*... mmm pasando a otra cosas...

SI ALGUIEN LEYÓ EL CAPITULO 3 "La chica que perdió sus recuerdo" ESE QUEDA TOTALMENTE ELIMINADO,

Y LO SUSTITUÍ POR ESTE, DADO QUE EL TRAMA QUE OCUPE EN ESE CAPÍTULO NO ERA ASÍ, ES SOLO QUE CONFUNDÍ MIS IDEAS CON OTRO FIC QUE ESTOY HACIENDO...

Y EN FIN, QUEDA PUNTO Y APARTE... SOLO QUIERO ACLARAR QUE...

Hitomi es una persona completamente diferente a Lucy, aunque ambas se parezcan y tenga casi el mismo olor, pero es solo para confundir a mi lindo peli-rosa, Hitomi y Renji si la conocieron y no daré más detalles no quiero quitarle la emoción al momento...

Y estas son las preguntas que se contestaran en el capítulo...

¿Cómo desapareció Lucy?

¿Por qué Natsu con sus súper sentidos no se dio cuenta en que momento desapareció?

¿Cómo Lucy conoció a Hitomi y Renji?

¿Dónde ha estado estos cuatro años?

Y muchas otras preguntas que saldrán a lo largo del capítulo...

ADVERTENCIA: Este capítulo contiene algunas escenas algo subidas de tono, según mi criterio... y es un capítulo muy largo con más de 12 000 palabras…


Fairy Tail y sus personajes no me pertenecen...


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-¡NO! - se escuchaba una voz femenina gritar con desesperación haciendo eco por todo el lugar - ¡NO SE VAYAN! - seguía gritando, era una joven de cabello amarillo que corría entre los árboles, esquivando las ramas, las rocas y las raíces que dificultaban su andar, y corría con desesperación, su ropa que consistía en top blanco con una gran corazón azul en su pecho y bordes dorados y una pequeña falda negra, estaban rota y sucia, corría descalza provocando que sus pies tuvieran heridas y ampollas - ¡ESPÉRENME~! - fue un grito desgarrador, ella gritaba y gritaba, mientras estiraba su mano derecha, donde se apreciaba una marca de color rosa, en un intento de poder alcanzar a las personas que estaban enfrente de ella, era un joven de cabellos rosas con una vestimenta negra con una mochila café en su espalda y un cobertor rojo enrollado, a su lados se veía a un gato de color azul que iba volando al lado del peli-rosa, ella solo le veía la espalda de las dos figuras que parecieran no se movían de su lugar, pero por más que ella corría para intentar alcanzarlos no lo lograba, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, recorriendo sus mejillas cayendo a los lados de su cara provocado por el viento que se hacía cuando ella corría, gotas y gotas saladas salían de sus ojos nublando momentáneamente su vista y provocando que se tropezara con una rama, y cayera de golpe al suelo, las hojas y las suciedad del suelo del bosque se pegaron a su cuerpo, con dificultad y con apoyo de sus codos alzo poco a poco su cabeza, una hilo de sangre comenzó a recorrer desde su frente pasando entre sus ojos hasta su barbilla donde ese líquido rojo comenzó a caer gota por gota, las lágrimas seguían saliendo y en un último esfuerzo de que esas personas la escucharan, con todas las fuerzas que le restaban tomo aire y dio un último grito desgarrador lleno de dolor y desesperación - ¡HAPPY~! ¡NATSUUUUU~!

Todo fue en vano, porque por más que gritaba esa persona y ese gato no la escuchaban, continuaban su camino como si no la escucharan... como si ella no existiera. Se quedó ahí viendo como esas dos figuras desaparecían en la oscuridad del bosque, entre los enormes árboles que la rodeaban, sintiendo como un gran vació comenzó a formarse en su interior - ¡p-por favor! n-no se va...yan... - comenzó a ceder a la oscuridad, sintiendo como las ganas de vivir se iban desvaneciendo, se quedó ahí en el suelo mientras ocultaba su rostro entre sus brazos y el suelo de ese bosque, llorando... indefensa, sola y triste en ese bosque sombrío con un único sonido que se escuchaba a su alrededor; los sollozos que salían de su garganta. Pasaron algunos minutos desde que ella se quedó ahí en la oscuridad y de un momento a otro comenzó a escuchar unos ruidos a su alrededor, creyendo que tal vez esas personas regresaron por ella alzo su cabeza con una leve esperanza de ver a ese joven peli-rosa y a ese gato azul enfrente de ella, pero al alzar la cabeza no vio a nadie, pero los ruidos continuaron; ramas quebrándose, pasos haciendo eco por todo el lugar, leves gruñidos como de animales salvajes, respiraciones agitadas... en ese momento comenzó a sentir pánico, miedo, terror de que fueran a ser esos sonidos, con las últimas fuerzas que su cuerpo tenia, y también con su cuerpo gritándole que debía vivir, que debía sobrevivir comenzó a levantarse del suelo frio del bosque, con ayuda de sus rodillas y brazos, logro con dificultad pararse... algunas hojas que se pegaron a su ropa y cuerpo se despegaban poco a poco cayendo de nuevo al suelo, su brazos caían con pesadez a los costados de ella, su cuerpo temblaba levemente tanto por el dolor y ardor que sentía en su cuerpo como por el miedo que sentía al seguir escuchando ese sonidos, mientras la sangre aun salía de la herida de se hizo en su frente cayendo gota por gota por su barbilla..

Sus sentidos se agudizaban con cada segundo que pasaba, su respiración estaba acelerada al igual que su corazón que latía con rapidez y fuerza, gotas de sudor surcaban la piel de su cuerpo. Miraba con terror en todos direcciones, un olor a pudrición llego a su nariz, provocando que ella arrugara la cara como un auto-reflejo al sentir ese desagradable olor, escucho un crujir de una rama detrás de ella, se giró con brusquedad para ver quien fue el responsable de ese sonido pero no veía a nadie ni nada, y entonces una neblina de color purpura casi llegando a negro comenzó a formarse a su alrededor comenzó desde el suelo, hasta que llego a la altura de sus rodillas, provocando que un escalofrió pasara por todo el cuerpo de la joven. Miraba en todas direcciones con pánico, los gruñidos como de animales salvajes aun no cesaban, los pasos cada vez se hacían más fuertes - ¡¿QUIÉN ESTA AHÍ?! - grito con desesperación y miedo, al sentir como una tortura todo lo que pasaba a su alrededor, pasaron los segundos y nadie le contestaba, solo los sonidos de las ramas quebrando, los gruñidos de animales salvajes y algunas respiraciones agitadas que hacían eco por todo el lugar, sin que se pudiera localizar el lugar de origen.

El tiempo seguía transcurriendo, noto como el cielo comenzaba a tornarse entre rojo y naranja, su mente y su sentido de sobrevivencia le decía que debía correr, que debía huir de ese lugar, pero su cuerpo no le respondía, estaba congelado en el mismo lugar, solo sentía como su piel se erizaba al escuchar los pasos alrededor de ella, sus movimientos eras torpes y brusco cuando giraba en busca de la o las presencias que estaba en el lugar. Entre los árboles que se encontraban detrás de ella escucho otro sonido, seguido de un ardor en su brazo izquierdo, se giró con rapidez para ver el responsable del ruido, pero nada, seguía sin ver a nadie, solo los árboles que se movían lentamente al ras del viento, bajo un poco su vista hacia su brazo izquierdo donde sintió el ardor y noto un rasguño y un hilo de sangre salir de la herida, comenzó a sentir como esa herida comenzaba a arderle más y más, y con su mano derecha hizo presión en la herida para intentar apaciguar el dolor, con un gesto claro de dolor, seguía mirando a su alrededor, los pasos cesaron, al igual que los gruñidos, dejando un aterrador silencio alrededor de ella, pero aun si bajar la guardia seguía buscando los responsables de esos sonidos y de su herida, giro y en un árbol no muy lejos de ella noto algo brilloso, con lentitud y con sumo cuidado se fue acercando hasta esa cosa brillante. Se quedó petrificada al ver eso, abrió muy grande los ojos, sus pupilas se dilataron, y abrió levemente la boca, no creía lo que veía... esa cosa brillante era una aguja plateado pequeña no más de cinco centímetros la cual estaba enterrada en el tronco del árbol, pero eso no era lo que la sorprendía, si no que el árbol donde estaba enterrada comenzó salir una especie de líquido entre morado y azul, también noto como el árbol poco a poco comenzó a pudrirse, lo que era un gran árbol de hojas de color verde oscuro y una gran tronco café, cambio a un una hojas cafés marchitas con un tronco gris y desgastado. Ella se alejó con lentos pasos hacia atrás al ver como el árbol comenzaba a derretirse y una especie de humo purpura salía de él, en cuestión de segundos ese gran árbol, quedo completamente desintegrado, dejando esa aguja plateada flotando en un líquido negro, espeso y viscoso de donde salían burbujas como si eso estuviera hirviendo y un olor a podrido salía de eso; ese líquido era lo que momentos antes era el gran árbol.

Como un auto-reflejo de su cuerpo, al sentir ese desagradable olor se tapó su nariz y boca con su mano derecha, pero la quito en el momento, ya que al colocar su mano en su boca sintió algo pegajoso en ella, lo retiro inmediatamente, lo alejo un poco y se quedó sorprendida al ver como algo negro y viscoso, como eso que momentos antes era un gran árbol, estaba pegado en su mano, desconcertada se limpió su boca lo poco de esa cosa pegajosa que se quedó pegado con su ante-mano que estaba limpia. Comenzó a mirar en todas direcciones desconcertada mientras sacudía su mano para intentar despegar esa cosa negra, volvió a colocar su mano en la herida que tenía en su brazo izquierdo al sentir un ardor más agudo, bajo su miraba para revisar su herida y lo que vio la dejo petrificada, la herida estaba de color entre morado y negro, la sangre que debía ser un rojo oscuro ahora era negra y viscosa, y una gran manche comenzaba a expandirse por todo su brazo y con cada segundo que pasaba esa mancha se expandía más y más - P-Pero... ¿q-que es esto? - se preguntó aterrada a ver como esa mancha negra se expandía hasta su pecho y posiblemente espalda, sintió pánico, terror, y un dolor muy agudo comenzó a expandirse desde la herida hasta cubrir toda la mancha negra - ¡AAAAGHH~! - grito de dolor mientras caída de rodillas al suelo, sentía una opresión en su pecho dificultando su respiración, su corazón latía cada vez más lento, su cuerpo comenzó a entumirse no sentía el brazo izquierdo ni la pierna izquierda, y la mancha negra se estaba expandiendo por todo su cuerpo y el dolor comenzó a ser más doloroso.

Los segundos pasaban y sentía como poco a poco esa cosa la iba consumiendo - ¡AHHHHHH~! - gritaba y gritaba por el dolor que sentía, la neblina oscura no desaparecía y una nueva sensación extraña comenzó a rodearla, como si quisiera asfixiarla, sentía un aura como a muerte y odio, provocando un ardor en su garganta y pulmones, sentía como mil piquetes de agujas en su interior, sentía que esa mancha negra la estaba consumiendo desde adentro, comenzó a toser productor de la neblina que respiraba, escupiendo un poco de sangre por el dolor que sentía en sus pulmones que estaban a punto de colapsar. Alzo un poco su cabeza y miro sus brazos y piernas, y se aterro al ver como su piel estaba de un color negro, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, ya no soportaba el dolor, era demasiado fuerte para poder resistirlo, los segundos pasaban y era un tortura todo eso, pero entonces de entre los arboles unos murmullos comenzaron a escucharse, con las pocas fuerzas que aún le quedaban alzo su cabeza, y con un gesto de dolor comenzó a buscar de donde provenían esos murmullos, parecían que estaban rezando en alguna lengua extraña, la mancha negra comenzó a propagarse por todo su pecho, espalda y la mitad de su cara, nublando su vista. Los murmullos cada vez se hacían más y más claros, y unas figuras encapuchadas salieron de entre los árboles, eran siete figuras mantenían ocultos sus rostros - ¡¿Q-Quienes son ustedes?! - pregunto con dificulta pero temerosa de esas figuras, ya que una sensación a muerte comenzó a rodearla y presionándola, sintiendo un escalofrió pasar por todo su cuerpo, pero esas sombras no le contestaban, la chica aun a pesar de su vista nublada logro distinguir unos brillos provenir de sus rostros, eran sus ojos se daban un brillo, cada uno tenía un brillo de diferente color provenir de sus ojos: amarillo, rojo, verde, azul, morado, naranja y un rosa oscuro, esas figuras continuaban rezando mientras se paraban enfrente de ella...

Un olor a pudrición llego a su nariz, miro por un momento a su herida, y comenzó a sentir pánico, al ver como salía humo de esa herida, y un dolor aún más agudo como mil piquetes de agujas comenzó a expandirse por toda la mancha, provocando que ella se tirara al suelo del dolor, y se retorciera - ¡AAGGHH~! - gritaba y gritaba, las siete figuras comenzaron a acercarse a ella, hasta que la rodearon y comenzaron a rezar en una lengua extraña - "Sterflinge en onsterflikes... - la chica seguía quejándose del dolor, su cuerpo comenzó a retorcerse en el suelo, mientras sacaba silaba de su boca - val onder die krag van die skitterende prag van die Scythe dodelike... - de la herida comenzó a salir una especie de humo morado, y el dolor se hacía más y más fuerte, sintió como su mano se desintegraba, gritaba de dolor, mientras que esas siete extrañas figuras seguían rezando - stimuleer ons magte, het die sewe sondes is jy... - el cuerpo de la chica comenzó a desintegrarse, su brazo izquierdo era completamente un charco negro y viscoso, sus pies comenzaban a desintegrarse, ella se miraba con pánico y dolor, mientras veía como su cuerpo poco a poco se desintegraba - herleef vors van die duisternis, gee ons u krag, wat lig is geblus, weg te gee aan die duisternis. " - terminaron las siete figuras, el cuerpo de la joven solo quedaba parte del pecho y su rostro, ya no le quedaban fuerza para gritar, solo se quedó ahí, viendo con pánico su cuerpo semi-desintegrado - seras el sacrificio para que el Rey renazca... - dijo la figura que tenía los ojos azules, la chica lo miro con terror y odio, maldiciéndolo en su interior, ya que de su garganta no salía ninguna palabra, inmóvil, derrotada y sin fuerza, miro con odio a esas figuras dando su último respiro antes de que su cuerpo desintegrada completamente... dejando solo un gran charco negro y viscoso - Lucy Heartiphilia - se escuchó el nombre de la joven hacer eco en el desolado bosque, mientras burbujas y burbujas salían del líquido viscoso negro donde antes estaba el cuerpo de una maga celestial de cabello rubio...


Capítulo 3. Un hada atrapada en la oscuridad

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Abrió los ojos de golpe, gotas de sudor rodaban por su cara, su respiración era agitada y sintió su corazón latir con fuerza, sintió su cuerpo se temblar, sintió ese sueño tan real, tan verdadero... aunque no estaba lejos de serlo, miro a su alrededor y todo era oscuridad... pestañeo algunas veces, ya que sus ojos se habían acostumbrado a la oscuridad, y con las tenue claridad que pasaba por una abertura solo distinguió una gran puerta de metal. Se encontraba en un cuarto de hecho de rocas, un olor a humedad invadió su nariz, pero ya acostumbrada no hizo gesto de desagrado, giro su cabeza hacia su lado derecho, y vio su mano amarrada con una cadena, giro para la izquierda y noto lo mismo, ambas manos estaban sujetas por grandes cadenas oxidadas que estaban pegadas a la pared de rocas, ella se encontraba arrodillada en el suelo, con sus piernas a los lados.

Una lágrima salió de sus ojos surcando su mejilla y cayendo en el suelo, ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que ha estado en ese lugar? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que no ve a sus amigos? ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que no ve la luz del día? Realmente no lo sabía, ya había perdido la noción del tiempo, solo sabía que por el largo de su cabello eran más de un par de años... soledad, miedo, desesperación y tristeza, es lo que sentía con cada segundo que pasaba, un gran vació se formaba... y lo único que deseaba, lo único que quería era... MORIR, aunque su cuerpo le exigía que debía vivir, que debía hacer lo que fuera por sobrevivir. Y siempre que la desesperación y la soledad la invadía... una pensamiento siempre llegaba a su mente, una imagen cierto peli-rosa que le sonreía con calidez, y le daba esas falsas e inútiles esperanzas que un día ÉL llegaría a rescatarla, que un día llegaría con su sonrisa y le diría "Ya todo está bien, Lucy. Regresemos a casa", y ella podría al fin ser libre... pero el tiempo pasaba y esas nulas esperanzas poco a poco se desaparecían... Y es que... ya no lo soportaba más, era mucho sufrimiento lo que estaba pasando, ¿Por qué siempre que encuentra la felicidad se la arrebataban? Primero a su mamá, luego a su papá, tiempo después a su hermanita Michelle y ahora le arrebataban su vida, sus amigos, Happy, Erza, Gray, Wendy, Mira, Levy, Lisanna... Natsu... todos, le arrebataron a Fairy Tail, ¿Por qué siempre le tocaba sufrir? ¿Por qué...? No lo entendía, ella nunca hizo nada para perjudicar a alguien, siempre ayudaba, siempre actuaban por el bien de los demás...

El tiempo siguió transcurriendo, minutos, horas, días... ella no lo sabía, pero en algún momento la puerta se abrió dejando pasar un poco de luz y a una figura encapuchada, ella entrecerró los ojos, pestañeo varias veces para acostumbrarse con la poca cantidad de luz que entraba, el encapuchado se descubrió su cara, dejando ver sus brillantes ojos rojos y cabello negro, la chica al verlo lo miro con tristeza y ciertamente miedo - levántate - le ordeno mientras se acercaba a ella, era una joven de unos 25 años, aproximadamente.

- N-No otra vez... por favor - suplico la chica con algunas lágrimas en sus ojos - n-no sé si l-lograre s-soportarlo esta vez- dijo mientras agachaba su cabeza y se mordía su labio inferior, las lágrimas comenzaron a acumularse en sus ojos, leves sollozos comenzaron a salir de su garganta, el joven se agacho y con su mano la tomo de la quijada con cuidado para que lo mirara a esos hipnotizantes ojos rojos.

- Lo lograras- le dijo con confianza en sus palabras - eres más fuerte de lo que aparentas, si no, no hubieras soportado ni cinco sesiones - la chica lo miro aun con tristeza en sus ojos, y las lágrimas recorrieron su mejillas, el joven con su mano libre las limpio y le dedico un sonrisa - es mejor que vayas por las buenas, si no quieres que Oni o Kurai vengan por ti, y sabes que ellas no son muy bondadosas contigo - le dijo con preocupación en su voz, mientras la miraba con tristeza, la chica abrió muy grande los ojos, sus pupilas se dilataron, y su respiración se cortó, trago saliva al pensar en ellas esos ojos rosas y morados brillantes que siempre la miraban con desprecio y repulsión, y su cuerpo sintió un escalofrió cubrir todo su cuerpo, bajo su mirada en algún punto del sucio suelo de esa habitación-prisión, perdiéndose en sus recuerdo de las veces que ellas vinieron por ella y lo mal que la trataron, hasta el punto de no poder caminar por casi un mes. El joven sintió compasión por ella, no quería dañara pero tampoco podía desobedecer las órdenes de sus hermanos - no te preocupes yo me encargare que no te hagan nada esta vez - le dijo el joven con dulzura, la chica al escuchar esas palabras abrió muy grande sus ojos, se sorprendió que el dijera eso, alzo poco a poco su mirada hasta toparse con los ojos rojos de él, el joven le sonrió con sinceridad mientras le tallaba su cachete donde tenía una marca morada, símbolo de un golpe que recibió la chica tal vez intentar oponerse a las abusos que recibía ahí, ella lo miro y le sonrió de igual forma.

- Draco... por favor... ayúdame a escapar - le dijo con dulzura y suplica en su voz, el joven rápidamente cambio su semblante a uno serio, y no es por nada pero lo ella le pedía era realmente imposible - y-yo sé que tú eres bueno, me lo has demostrado- le decía mientras lo miraba con suplica en sus ojos, el quito su mano de la mejilla de ella y se levantó del suelo, ella lo miro confundida y con tristeza.

- Sabes que no puedo - le dijo con frialdad en su voz, mientras sacaba una llaves de una bolsa de su pantalón negro, y se acercaba a la cadena que tenía sujeta la mano derecha de la chica, ella lo seguía con la mirada, en espera de alguna señal que le dijera que lo haría o lo intentaría o por lo menos lo pensaría, pero no vio nada, el joven metió la llave en un agujero de la esposa de metal oxidada liberando la mano blanca y frágil de la chica, la cual al no hacer fuerza en ella, callo de golpe al suelo, ella agacho su cabeza frustrada y triste, el joven se acercó a la otra mano y de igual forma la libero de su agarre y de igual forma cayo de golpe al suelo. Él se quedó parado viendo como la joven estaba destrozada tanto física como emocionalmente, ella al sentir sus dos manos libres las junto y comenzó a tallarse las muñecas donde tenía las marcas de las esposas, primero se tallo la izquierda y luego la derecha - levántate - le dijo el joven con frialdad en su voz, ella respiro hondo y luego exhalo con lentitud, con ayuda de sus dos manos, logro con dificultad ponerse de pie, el joven la tomo del brazo para que no intentara escapar, aunque era ilógico ya que ella estaba sin fuerza para intentarlo.

Comenzaron a caminar, a los pocos pasos salieron por la puerta metálica, la chica cerro los ojos como un auto-reflejo al ver la poca luz que daba en ese pasillo, a pesar de ser opaca ella se estaba acostumbrando a la oscuridad, los abrió lentamente mientras pestañeaba, Draco iba a su lado caminando mientras la sujetaba del brazo para hacerla caminar y también para ayudarla, el miraba hacia el frente con un semblante serio sin decir una sola palabra o mirar a la chica. En cuanto ella miraba el pasillo por el cual caminaban, estaba hecho de rocas y tenía unas cuantas antorchas que lo iluminaban un poco, miro hacia abajo y vio como la piel de sus pies estaba lastimada ya que estaba descalza, la ropa que usaba que era un top blanco con un gran corazón azul en su pecho y bordes dorados, unas mangas azules con blanco y una falda negra estaban sucias y rotas en algunas partes, la piel que estaba expuesta se notaban cicatrices, raspones y moretones, también una venda blanca en su pierna derecha, producto de los malos tratos recibidos en ese lugar, su cabello rubio se veía opaco y seco, su piel blanca se vía seca y áspera, su cuerpo se veía frágil... Ella caminaba torpemente por el dolor que tenía en sus pies y el cansancio de sus piernas, ella miraba hacia enfrente, su ojo cafés estaban opacos, todo lo contrario a lo que años atrás tenía...

Después de varios minutos caminando por ese pasillo de rocas y sin que ninguno de los dos dijeran alguna palabra, llegaron a una gran puerta negra de rocas de por lo menos seis metros de alto, el joven soltó momentáneamente a la chica y con ambas mano empujo la puerta, la cual se abrió en dos partes, la habitación estaba completamente oscura, el joven Draco tomo nuevamente del brazo a la chica y comenzaron a entrar hacia la habitación oscura, la chica al estar en ese lugar, sintió una sensación parecida a la de su sueño, una sensación a muerte y asfixiante. De un momento a otro la habitación se ilumino, dejando ver una habitación circular de paredes doradas, el piso era piedra de color azul circular, también había ocho enormes antorchas de unos cinco metros de alto que daban un extraño fuego azul brillante, en el centro de la habitación se veía una gran circulo de color negro con unos inscritos en dorado. Los dos caminaron hasta llegaran al centro de la habitación donde estaba ese gran circulo negro - sube - le dijo el joven mientras soltaba su brazo, ella miro con miedo ese lugar colocando sus dos manos a la altura de su pecho como si fuera un mecanismo de defensa ante el miedo de subir a ese lugar, su cuerpo comenzó a temblar en reacción al saber lo que le esperaba cuando estuviera ahí arriba, su corazón comenzó a latir con fuerza, sintió como su garganta se cerraba y su vista comenzó a nublarse - no lo hagas más difícil - le dijo, la rubia dio un pequeño brinco en su lugar al escuchar su voz, su cuerpo estaba muy alterado, giro su cabeza para mirarlo con resignación, cerró los ojos y una lagrima bajo por su mejilla, volvió a girar hacia el gran circulo negro, trago saliva y respiro hondo para comenzar a subir los siete escalones.

Con dificultad y temerosa, y sintiendo como sus piernas se doblaban ante el miedo que sentía, llego hasta la parte alta de ese círculo negro, el joven miro con angustia y tristeza a la chica, cerró los ojos y dijo un conjuro en una lengua extraña, dio unos pasos hacia atrás, y un fuego azul brillantes como el de las antorchas, rodearon el circulo negro, la chica se exalto, su corazón comenzó a latir con más fuerza y más rápidamente, su cuerpo comenzó a temblar en espera de lo que venía, y una especie de brillo plateado comenzó a salir de circulo negro, saliendo como un rayo de luz plateado que abarcaba todo el circulo donde estaba a joven hacia arriba como una ventisca - ¡KYYYA~! - grito de dolor la chica al sentir como su poder mágico era extraído de su cuerpo, la luz aún seguía y algunas bolitas doradas muy brillantes comenzaron a salir del cuerpo de la chica, sintiendo como un dolor agudo en su cuerpo con cada bolita dorada que salía y flotaban hacia arriba siendo absorbido por una especie de lacrima de color negra - ¡AAAAHHHGGG~!- gritaba y gritaba desgarradoramente, el joven oji-rojo agacho su cabeza no quería seguir viendo eso, se sentía culpable por el dolor de la joven. Ella sentía un horrible dolor en su cuerpo, cayo de rodillas al suelo, las lágrimas no tardaron en salir de sus ojos siendo llevadas por el viento de la luz plateada, las lágrimas flotaban hacia arriba, su cuerpo comenzó a temblar, ya no resistía más esa tortura, se abrazó a sí misma en un intento de soportar el dolor que sentía y cerro con fuerza sus ojos mientras las lágrimas comenzaban a salir...


Cuatro años atrás…

- Perdóname, Natsu - se escuchó una voz llena de arrepentimiento y dolor, era una joven rubia que iba caminando por un gran bosque, caminando entre las raíces de los grandes árboles, esquivando las ramas sueltas de los árboles, caminando torpemente por el camino, alzo su visto y vio adelante de ella la espalda de un joven de cabello rosa, se sintió de lo peor, se sentía culpable, al herir los sentimiento de su mejor amigo, se abrazó con fuerza ella misma, mientras una lagrima recorría su mejilla, con su mano derecha se la limpio rápidamente, no se rendiría y lograría que algún día Natsu la perdonara por decir eso, no perdería su amistad cueste lo que cueste, con un poco de esperanza siguió caminando... A los pocos minutos sintió como algo sujeto su pie izquierdo provocando que cayera de golpe al suelo - ¡Kya~! - se quejó un poco y miro hacia atrás para ver qué fue lo que provoco ella cayera, mayor fue su sorpresa al ver una especie de enredadera negra alrededor de su pie, se giró en el suelo e intento zafarse del agarre, pero solo conseguía que se apretara más, se giró para pedir ayuda a sus amigos, entonces noto a un hombre muy corpulento de cabello café y ojos de color naranja, que la miraba con una sonrisa siniestra, paso un escalofrió por su cuerpo al sentir su mirada penetrante... comenzó a sentir su corazón acelerado y su respiración lenta, sacudió su cabeza para quitarse ese sentimiento que la estaba asfixiando, entonces con todas su fuerza iba a gritar el nombre del peli-rosa, pero de su garganta no salía palabras, miro con terror al sujeto que la seguía mirando siniestramente, ella se asustó, entonces como pudo corto la enredadera, se puso rápidamente de pie, tomo la llave dorado de Leo y abrió su boca para invocarlo pero solo movía los labios ya que su voz no salí, ella quedo sorprendida y aterrada "m-mi voz..." pensó con terror la joven "!¿por qué no sale mi voz?!" se preguntaba con angustian mientras se sujetaba la garganta con su mano.

- Es producto de mi magia - hablo ese hombre, en un tono de voz burlona y gruesa, ella lo miro con terror y luego movió su vista hacia su compañero peli-rosa que seguía caminando como si nada entre los arboles del bosque "¡NO! ¡NO SE VAYAN!" gritaba internamente la joven en su mente, mientras estiraba su mano hacia ellos "¡ESPERENME~!" continuo gritando pero solo movía su boca ya que su voz no salía, intento correr hacia ellos pero ese hombre se interpuso entre ella y su camino, ella lo miro con odio y temor mezclado "¡HAPPY~! ¡NATSUUUU~!" grito por último la joven, pero por más que gritaba y gritaba no la escuchaban, comenzó a sentir miedo, pánico, temor, ya que no podía invocar a sus espíritus, sintió un temblor en su cuerpo, comenzó a dar pasos hacia atrás para intentar alejarse de ese hombre, volvió a posicionar su vista en el peli-rosa y vio como comenzó a desaparecer entre los árboles sin percatarse de que ella estaba en problemas y no la seguía, hasta que después de algunos segundo su figura se perdió completamente "¡p-por favor! n-no se va...yan..." pensó con temor y miedo la chica al sentir la mirada de ese hombre, las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos.

- No llores, niña, yo te tratare bien - dijo con burla mientras comenzaba a acercarse lentamente hacia la rubia, ella por su parte daba pasos hacia atrás para intentar alejarse de él - ni intentes escapar, tú vendrás con migo - le dijo mientras daba pasos lentos hacia ella, la respiración de la joven era agitada al igual que su corazón que latía con fuerza, de un movimiento rápido le dio una pata al hombre quien fácilmente lo esquivo pero tropezó cayendo sentado hacia atrás, ella aprovecho ese leve descuido para salir corriendo en una dirección contraria a la del hombre y lamentablemente también de sus dos amigos.

Corría entre los grandes árboles, entre las ramas y rocas que estaban en el suelo, intentando alejarse de ese sujeto, sin poder gritar para pedir ayuda o invocar a sus espíritus, continuo corriendo, volteo para atrás y el terror se apodero de ella, al ver como ese hombre la estaba alcanzando fácilmente, lamentablemente por voltear a ver hacia atrás cayo de golpe al suelo, pero sin esperar mucho se levantó rápidamente y continuo corriendo sin darse cuenta que dejo su mazo de llaves tiradas en el suelo del bosque escondidas entre algunas hojas. Ella corría torpemente entre los árboles, pero corría lo más rápido que podía, mientras tanto escuchaba como las ramas se quebraban detrás de ella, dando a entender que ese hombre la seguía de cerca. Llevaba corriendo varios minutos, y de repente cayo de golpe al suelo al ser agarrada por una enredadera negra, intento zafarse pero no lo conseguía, el hombre se acercó hasta ella y la miro con enojo, sí que le había dado batalla a la hora de correr, pero gracias a su magia logro agarrarla con la enredadera, ella lo miro con una mezcla de enojo y miedo, el sujeto se acercó hasta ella y le dio una fuerte patada en el estómago, mandándola a volar por varios metras lejos de donde estaba, la chica se agarró con su manos la parte de su estómago donde recibió la patada sintiendo un gran dolor en esa parte y comenzó quejarse, escupió un poco de saliva combinado con sangre, pero el sujeto no conforme con eso volvió a darle otra fuerte patada, mandándola a volar hasta un gran árbol donde se golpe la espalda, cayó al suelo bruscamente y adolorida, mientras se agarraba las partes que le dolían, él solo la miraba con odio sin decirle nada, esa parte del bosque no se escuchaba nada, ni un ave o animal, ni el viento soplaba, todo estaba en una extraño y terrible silencio.

Ella alzo su mirada para ver con los ojos entrecerrados al sujeto, tenía que escapar y pronto, la chica aun con el dolor de los golpe se levantó con dificultad, el sujeto se acercó hasta ella y la tomo del cabello alzándola varios centilitros del suelo, sus gesto eran de dolor aunque de su garganta no saliera su voz, ella rápidamente en un intento de escapar le dio una fuerte patada en la entrepierna del sujeto, obligándolo a soltarla del cabello y que ella cayera de rodillas al suelo, mientras el cayo hincado a la vez que colocaba sus dos manos en la parte adolorida - m-maldita - dijo entre diente el sujeto en el suelo, la chica aun adolorida se levantó con dificultad comenzó a correr para intentar alejarse de ese sujeto, pero para su mala suerte el sujeto rápidamente, al ver como intentaba escapar, se levantó y le dio una fuerte patada en la espalda provocando que ella cayera aun rio que estaba a un par de metros de ellos, la corriente era muy fuerte y provoco que la arrastra por todo el trayecto, chocando entre las rocas, dejándola inconsciente al merced de la corriente.

Mientras el hombre al ver como la chica desaparecía entre la corriente del agua, no pudo hacer más que esperar a que el dolor de la patada que recibió de la rubia desapareciera y luego comenzar con la búsqueda para llevarla hasta su guarida.

Sintió humedad en su cuerpo, provocando frio en todo su cuerpo debido a la leve ventisca que soplaba en su alrededor, abrió con pesadez los ojos, su vista poco a poco se fue acostumbrando a la luz del día, sentía que todo le daba vueltas, sintió una punzada en su cabeza, obligándola a cerrar nuevamente los ojos, con su mano derecha se tocó la zona donde le dolía sintió algo húmedo y un poco viscoso, alejo su mano y noto una mancha roja en su palma, se había lastimado la frente y estaba sangrando, se sentía mareada y confundida, no se acordaba como llego ahí, miro a su alrededor, noto que estaba en la orilla de un río rodeada de árboles enormes, volvió a colocar su mano en la herida de su frente al sentir un dolor, cerro con fuerza sus ojos y ese momento una imagen de un hombre musculo de ojos anaranjados llego a su cabeza, su cuerpo tembló al recordarlo y su corazón comenzó a latir con fuerza, no debía quedarse ahí, tenía que esconderse para luego regresar a Fairy Tail, con ayuda de sus manos y de sus rodillas logro ponerse de pie, tambaleante y adolorida, el agua escurría de por sus piernas, su ropa estaba húmeda, dándole un escalofrió por todo su cuerpo, se abrazó a sí misma para intentar calentarse, se sentía mareada, estaba perdiendo sangre con cada segundo que pasaba, tenía que pedir ayuda y comenzó a dar leves pasos tambaleantes para salir del agua, para adentrarse nuevamente al bosque. Se apoyaba entre los árboles para poder caminar, su cuerpo le dolía, su corazón latía con fuerza y respiraba con dificultad, su vista se nublaba debes en cuando, llevaba varios minutos caminando y comenzó a escuchar unos sonidos extraños, temerosa de que fuera nuevamente ese hombre rápidamente comenzó a moverse entre los árboles y las ramas, volteaba a ver hacia atrás para asegurarse de que no la seguían, por suerte no veía a nadie pero los sonidos no cesaban, temerosa de que alguien estuviera cerca busco algún refugio, pero no encontraba nada, miraba en todas direcciones, torpemente se movía entre los árboles, continuo caminando y después de algunos minutos de batallar en ese bosque, miro hacia la derecha y noto algo, se acercó con cuidado de no caerse y no hacer ruido para no llamar la atención, vio algo oscuro, quito varias ramas que estaban interponiéndose en su camino, era una pequeña cueva, que le serviría para poder esconderse y poder recuperar las fuerza y así poder regresar a su casa. Quito el resto de las ramas, los ruidos se hacían más y más fuertes, con miedo y pánico, se metió con cuidado a la cueva, luego las volvió a colocar las ramas para cubrir la entrada, se sentó en el suelo mientras abrazaba sus rodillas, trago saliva esperando que no la encontraran, los ruidos se hacían más fuertes, sintió como su corazón latía rápidamente y como su cuerpo temblaba, no sabía si era por el frio que sentía o por el miedo de ser descubierta, se encogió aún más en su lugar intentando pasar desapercibida cuando escucho una rama quebrarse cerca de donde ella estaba escondida, cerró los ojos con fuerza e intento no hacer ningún movimiento, respiraba con lentitud, sentía como su corazón igual latía despacio pero con fuerza, tenía miedo, se abrazaba a sí misma para no temblar, todos sus sentidos se agudizaron, escuchaba los leves crujir de las ramas al quebrarse, el sonido del viento al pasar entre los arboles moviendo las hojas.

Los segundos pasaron y los ruidos poco a poco se fueron alejando, suspiro con alivio pero aún no se movió, espero a que se alejara más, se quedó ahí abrazando sus rodillas "Natsu, Happy... ¿Se habrán dado cuenta de mi ausencia? ¿Me estarán buscando?" se preguntaba mentalmente la chica mientras las lágrimas comenzaban a salir de sus ojos, tenía miedo de ser atrapada y no volver a ver a sus amigos, movió su mano para tomar sus llaves y abrazarla para sentirse al menos un poco protegida pero no las sintió, abrió con brusquedad sus ojos y miro hacia donde supone deberían estar sus llaves "¡MIS LLAVES! ¡No están!" pensó con terror y sorprendida, las había perdido, sintió pánico de haber perdido sus llaves, las lágrimas continuaron saliendo con más fuerza "Natsu... Happy, Erza, Gray, Loke, Virgo... chicos...", se sentía impotente y débil, se quedó ahí llorando en silencio mientras el tiempo pasaba, hasta que se quedó dormida.

Comenzó a sentir adolorido su cuerpo y abrió poco a poco sus ojos, se quedó en una posición incómoda, su cuerpo estaba entumecido, no sabía cuántas horas habían pasado se sentía perdida, con esfuerzo y dificultad, aparto algunas ramas que cubrían la entrada de la cueva y miro hacia afuera para verificar que no hubiera nadie cerca, por fortuna no había nadie, pero comenzaba a atardecer, decidido salir antes de que la oscuridad invadiera el bosque, comenzó a caminar y caminar entre los árboles, el cielo se tornó rojizo señal que pronto anochecería, el tiempo paso y noto humo a lo lejos, con una esperanza de encontrar algún refugio, comenzó a apresurar su caminar. Después de algunos minutos y de batallar entre el bosque, se estaba acercando a la fuente de ese humo, y la noche cayo en el bosque, se acercó con cuidado y se escondió detrás de un árbol, asomo su cabeza con cuidado y vio una pequeña cabaña, con un par de ancianos sentados afuera, sintió un gran alivio y se acerco con cuidado hacia ellos...

Los ancianos estaban sentados en sillas hechas de madera, la chica con cuidado se acerco a ellos, intento hablar para llamar la atención de ellos que parecían dormir pero... "¡MI VOZ! ¡AUN NO REGRESA!" pensó con terror y frustrada la joven, el hechizo de esa persona aun no se rompía, agacho su cabeza ensombreciendo su mirada, mirando algún punto del suelo, empuño sus dos manos a los costados de ella, llenada de ira y frustración, sumergida en sus pensamientos hasta que una dulce voz llena de preocupación le hablo.

- Niña pero ¿qué te sucedió? - dijo la anciana mientras se acercaba a la chica, que al escuchar esa voz alzo su cabeza, era una anciana de cabello blanco y un poco baja de estura, se acerco a ella con cuidado, la anciana la miro esperando un respuesta la cual no llego, solo veía como la joven la miraba con desesperación y movía sus boca pero la voz no salia - ¿n-no puedes hablar? - le pregunto al ver como la chica intentaba comunicarse y no podía - n-no te preocupes, nosotros te cuidaremos. ¡VIEJO! ¡VIEJO! ¡VEN RÁPIDO ¡AYÚDAME! - le grito la anciana al otro anciano que se encontraba por lo visto dormido, con los gritos de la anciana el viejo se levanto exaltado, y miro hacia donde le gritaban y vio como la anciana ayudaba a caminar a una joven rubia, él se acercó hasta ella y también la ayudo, entraron a la pequeña cabaña.

- Oye niña, ¿qué te paso? - pregunto el anciano cuando vio a la joven que se sentaba en un mueble, pero ella no podía contestar.

- No puede hablar - le dijo la anciana con preocupación mientras la miraba con tristeza - ven niña, acompáñame para que tomes un baño, te cambies esas ropas sucias y puedas comer algo - le dijo la anciana, la chica asintió con la cabeza y se levantó del sillón, y siguió a la anciana hasta el baño donde tomo un relajante baño, sintió como el agua ardía al contacto con lo leves raspones que tenía en su cuerpo. La anciana tomo la ropa de la chica y la lavo mientras se secaba le dio unas ropas viejas que tenía, le puso una venda en la cabeza donde tenía un golpe, a los pocos minutos cenaron, la chica solo miraba como los dos ancianos platicaban con alegría y amor, entre ellos y una imagen parecida llego a su cabeza pero con cierto peli-rosa, se sonrojo al pensar en eso, sacudió su cabeza y siguió cenando. Después de algunos minutos terminaron de cenar, la anciana le ofreció un cuarto vació que tenía la cabaña, donde la chica le sonrió en agradecimiento. La habitación era pequeña, contaba con una pequeña cama con sabanas rosas y blancas, un pequeño tocador con cuatro cajones y una mesita de madera, ella camino hasta una pequeña ventana que tenía la habitación y miro la noche que era iluminada por las estrellas. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que se separó de sus amigos? No lo sabía ¿Cómo regresaría a Fairy Tail? Tampoco lo sabía ¿Cómo encontraría sus llaves? Eso menos, un sentimiento de culpa, preocupación, tristeza y soledad comenzó a invadirla, se acostó en la cama al sentir como su cuerpo pesaba y le dolía, abrazo una almohada y con el sonido de los grillos cantando y el viento se quedó profundamente dormida.

Al día siguiente despertó con los dulces sonidos de los pájaros al cantar, ella se levanta y vio su ropa limpia doblada en el tocador, se estiro un poco, miro por la ventana era de día, el cielo estaba azul y el sol brillaba con intensidad, se levantó con cuidado de la cama y se acercó hasta el tocador, miro su ropa y comenzó a cambiarse, era un top blanco con un gran corazón azul en el pecho con bordes dorados, se colocó sus mangas azules y la falda negra, su medias negras y las botas, se dio un último vistazo en el espejo, sonrió y salió de la habitación, bajo una escaleras hasta llegar a la cocina donde estaba la anciana cocinando.

- Bueno días - la saludo con calidez la anciana cuando noto la presencia de la joven, ella al no poder halar le respondió con una sonrisa - siéntate para que desayunes - le dijo la anciana mientras comenzaba a servirle un estofado, la chica asintió y se sentó un silla, comenzó a comer.

Paso un día, luego dos, la chica se quedó por cortesía de la pareja de ancianos que le sugirieron que se quedara hasta que se recuperar de sus heridas, ella asintió y además así podía despistar a esa persona que la seguía. Otro día más llegó a ese bosque, la rubia se estaba tomando un baño, su herida de la cabeza ya había sanado, ese día retomaría su camino hacia Magnolia "Me pregunto si los chicos estarán preocupados por mi" pensaba la maga mientras se cambiaba "Han pasado varios días desde que ese sujeto me separo de Natsu y Happy", salió del baño y se acercó hasta el tocador donde se miró en el espejo, frunció su ceño "Me quedara un cicatriz..." pensó mientras miraba una marca de un color claro en su frente... "Extraño a mis amigos... ya quiero verlos... quiero regresar a Fairy Ta..." pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un gran ruido que escucho en la parte de abajo de la cabaña, se alarmo por el extraño ruido, seguido de un silencio aterrador "¿Qué fue eso?" pensó y sin esperar un segundo más, salió de la habitación corriendo, bajo las escaleras y noto que la sala seguía igual, se quedó ahí parada sintiendo su corazón a latir rápidamente, en espera de alguna señal del ruido que escucho, sus sentidos comenzaron a agudizarse "No escuchó nada..." pensó con calma, pero luego de unos segundo de seguir escuchando y concentrándose en los sonidos a su alrededor pensó alarmada "¡No escucho nada! ¡Ni el silbido de un pájaro, ni el cantar de un grillo! ¡Nada! ¡¿Qué esta sucedien...?!" sus pensamientos otra vez fueron interrumpidos, cuando escucho un sonido provenir detrás de ella, giro para ver qué fue lo que provoco el ruido, se quedó petrificada, abrió muy grande sus ojos, sus pupilas se dilataron, su corazón latía lentamente y su respiración se cortó...

- N-Niña... c-corre - dijo la anciana, mientras intentaba caminar apoyándose en la pared, la rubia bajo un poco su vista y noto un agujero en el pecho de la anciana donde la sangre salía sin detenerse, la anciana se tropezó con algo y estaba a punto de caer al suelo, pero la rubia se acercó corriendo hasta ella y logro sujetarla "¡¿Q-Qué le sucedió?!" pensaba alarmada y llena de terror la joven rubia - D-Debes de h-huir - le dijo la anciana, entre cortado al sentir como le costaba respirar, tosió y escupió un poco de sangre, la chica la miraba alarmada e intentaba ayudarla. La anciana comenzó a sentir frio en su cuerpo, le costaba respirar, su vista comenzó a nublarse y su corazón comenzó a latir más lento... con cada segundo se hacía más lento. Lucy la acostó en el suelo y comenzó a hacer presión en su pecho donde estaba la herida para evitar que la sangre siguiera saliendo "¡ANCIANA! ¡ANCIANA SHIORI! ¡NOOOOO! ¡POR FAVOR! ¡NOOOOO!" gritaba en su mente la rubia con desesperación mientras las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos cafés, la anciana la miro una última vez, intento decirle algo pero la sangre acumulada en sus pulmones se lo impidieron, le dio una última sonrisa, cerro sus ojos y dio su última respiro "¡NOOOOO! ¡POR FAVOR! ¡NOOOOO!" gritaba Lucy mientras se apoyaba en el pecho de la anciana y comenzaba a llorar, comenzó a sentir pánico, miedo, tristeza, desesperación y demás emociones.

- Te encontré - se escuchó una voz espeluznante detrás de la rubia, ella voltio con rapidez para ver el responsable de esa voz que provoco un escalofrió en su cuerpo. Agrando sus ojos al ver a ese sujeto otra vez, mirándola con espeluznantemente con sus ojos anaranjadas, llenos de burla y odio. Ella lo miro con odio, entre-cerrando sus ojos, sintió sus labio inferior temblar y las lágrimas seguían saliendo - Esta vez no podrás escapar - le dijo mientras le daba una gran sonrisa espeluznante, comenzó a acercarse con pasos lentos, Lucy sintió un gran escalofrió en su espalda, su corazón latía rápidamente y respiraba agitadamente, en un intento de escapar de él comenzó a gatear hacia atrás, pero choco contra una pared, el sujeto rápidamente se acercó hasta ella, la tomo del cuello alzándola del suelo bruscamente, y comenzó ahorcarla, Lucy le daba patadas para que la soltara al sentir como el aire no pasaba por su garganta para llegar a sus pulmones, pero eso no le afectaba, solo la apretaba más y más del cuello, como si quisiera destrozárselo - Esto es por la patada del otro día - le dijo entre dientes el sujeto mientras, mientras sonreía por la expresión de sufrimiento que tenía Lucy.

- ¡Déjala! - grito un voz, era el anciano que le enterró un cuchillo en la espalda al oji-naranja, provocando que soltara a Lucy y cayera con brusquedad al suelo, ella comenzó a toser por la falta de oxígeno que había tenido, mientras el sujeto gritaba con dolo - ¡CORRE! - le dijo el anciano mientras le volvía a enterrar el cuchillo en la espalda del sujeto impidiendo que se levantara - ¡QUE CORRAS! ¡YO LO DETENDRÉ! ¡VIVE NIÑA! ¡VIVEE~! - le grito el anciano desesperado al ver como la rubia no se movía, ella con lágrimas en sus ojos, le dio una última sonrisa cálida llena de gratitud "Anciano Klein... gracias por todo..." pensó con tristeza la rubia, se levantó del suelo y corrió saliendo de la casa, cuando tenía algunos metros recorridos miro hacia atrás "¡ANCIANO KLEIN, ANCIANA SHIORI... ¡PERDÓNENME" pensó mientras la lagrimas comenzaron a recorrer su rostro.

El sujeto se levanto furioso y miro con odio al anciano, el anciano miro con tristeza y sufrimiento a su amada esposa que yacía en el suelo muerta, cerro los ojos con furia y se aventó hacia el sujeto para enterrarle nuevamente el cuchillo, ya no tenia motivos para vivir, su único motivo yacía en el suelo inmóvil, ahora solo viviría por el momento para entretener al sujeto y dejar que la dulce rubia que le trajo alegría a sus vidas aunque sea por unos días escapara.

Minutos después se veía al anciano con sangre saliendo de su boca acercarse arrastrando hasta el cuerpo de su esposa, le tomo de la mano y con una ultima sonrisa, soltó su ultimo respiro.

Mientras entre las espesas partes del bosque, se veía correr con desesperación a una rubia, que esquivaba las ramas de los arboles, las raíces y rocas que se encontraba en su camino, corría sin mirar atrás mientras la lagrimas recorrían su rostro, llevaba varios minutos que había huido de la cabaña, se sentía horrible, ya que por su culpa dos inocentes ancianos murieron protegiéndola "Maldición, maldición, ¡MALDICIÓN! ¡¿POR QUÉ?!" pensaba la chica con furia. Continuaba corriendo entre los arboles del bosque, no sabia cuando tiempo, minutos, horas, no lo sabia, solo noto como el cielo comenzaba a tornarse rojizo y ella solo paraba algunos minutos para tomar aire y descansar, empezó a buscar algún lugar donde pudiera esconderse de ese sujeto, en un gran árbol encontró un hueco donde podía esconderse, el cielo se oscureció completamente, se metió en ese hueco, junto varias hojas y logro taparse y camuflarse aunque sea un poco, doblo sus rodillas y escondió su rostro entre ellas, las lagrimas comenzaron a salir de nuevos "¡YA NO MAS! ¡QUIERO IRME A MI CASA! ¡NATSU! ¡POR FAVOR VEN POR MI COMO SIEMPRE LO HACES! ¡NO SE CUANTO MÁS LO SOPORTARE!" pensaba la chica mientras lloraba y llorara, comenzó a bajar la temperatura y a pesar de lo pegajoso de las hojas y la incomodidad que sentía en ese pequeño espacio se quedo dormida.

Los días continuaron y la maga celestial seguía deambulando por el bosque, sin saber exactamente como salir de ahí, sobrevivía de las pocas frutas y frutillas que encontraba en su camino, se sentía exhausta, y cansada, su piel estaba pálida y quebradiza, ojeras se veía en sus ojos, su piel tenia algunos rasguños y moretones, su cuerpo cada vez los sentía mas pesado. ¿Cuántos días habían pasado? No lo sabía, había perdido la noción del tiempo. Perdida, cansada, sin magia, y hambrienta se encontraba Lucy, ya no podía más su caminar era lento, sentía su cuerpo caliente, posiblemente se resfrió en una de las tantas noches frías que paso en el bosque. Sus ojos se cerraban, a pesar de ser de día, su respiración era cada vez mas dificultosa, su corazón latía despacio, y su voz aun no regresaba.

Sin fuerza, cayo de golpe al suelo, su cuerpo ardía y temblaba, su respiración era cada vez más rápida y su corazón latía con fuerza y muy lento... sus ojos se cerraron y quedo desmayada a merced de todo peligro.

El tiempo paso, comenzó a abrir sus ojos, extrañamente ya no se sentía su cuerpo caliente, ni cansada, ni adolorida, abrió con lentitud sus ojos al deslumbrarse con la luz del día que entraba por una ventana, pestañeo varias veces para acostumbrarse al brillo, noto que se encontraba en una habitación y no en el bosque donde quedó inconsciente. Se sentó con cuidado en la cama y comenzó a ver la habitación donde se encontraba, noto la puerta de la habitación que era de madera, también vio un pequeño tocador de madera con un espejo redondo, una mesa de madera que parecía un escritorio, un armario con cinco cajones y una pequeña ventana de donde entraba la luz del día, noto el cielo azul y las copa de los grandes árboles, notando que seguía aun en ese bosque, miro hacia abajo y noto que estaba vestida con un vestido color lila de tirantes y tapada con una sábana blanca "¿Dónde estoy?" pensó con temor "¿Y cómo llegue aquí?" su mente divagaba en muchas preguntas sin respuestas, pero sus pensamientos fueron interrumpidos por un ruido que provenía de la puerta, ella como un auto reflejo de miedo, tomo las sabanas y se cubrió el pecho como si eso la fuera a proteger

La puerta se abrió dejando ver a una joven de cabello rosa y ojos grises, que cargaba un ropas en sus brazos, miro sorprendida a la joven rubia que se encontraba en la cama cubriéndose con la sábana blanca, a los pocos segundo le dio una gran sonrisa y se adentró a la habitación cerrando la puerta.

- Me alegra que despertaras - le dijo mientras se acercaba al tocador y dejaba las ropas, la rubia solo la seguía con la mirada sin quitarse de esa posición - tu ropa estaba sucia... así que la lave y te puse un vestido mío - le dijo mientras se acercaba a la cama de la rubia y se agarraba sus manos detrás de su espalda - soy Hitomi, mucho gusto - le dijo mientras sonreía y cerraba los ojos, luego la miro - ¿cómo te llamas? - le pregunto con curiosidad, Lucy miro con cautela a la joven peli-rosa "No parece mala persona... tal vez puedo confiar en ella" pensó la rubia, entonces abrió su boca para decirle su nombre pero no salía su voz, ella se sorprendió y acerco su mano a su garganta "Mi voz aun no regresa" pensó con tristeza la rubia, mientras la peli-rosa la miraba confundida - ¿No puedes hablar? - le pregunto, la rubia solo negó con la cabeza cabizbaja, la peli-rosa la miro con tristeza, pero entonces un sonido invadió el cuarto, Lucy abrió sus ojos y bajo la mirada avergonzada, mientras la peli-rosa rio divertida - debes de tener hambre, vamos abajo para que comas algo - le dijo mientras caminaba hacia la puerta, Lucy miro con desconfianza pero su cuerpo le exigía alimentos y opto por seguirla, se colocó unas sandalias que estaban a un lado de la cama y salió del cuarto, miro con cierto temor todo, camino detrás de Hitomi. A los pocos minutos llegaron a una pequeña cocina, Hitomi se acercó a la estufa con un plato - toma asiento mientras te sirvo - le dijo dándole la espalda a la rubia, ella se sentó con desconfianza en la mesa, la chica peli-rosa le acerco un plato de comida, Lucy sonrió en forma de agradecimiento y comenzó a comer, mientras la peli-rosa la miraba con curiosidad.

- ¡Hitomi! ¡¿Dónde es...?! - no termino de hablar un joven que iba entrando en la cocina cuando noto la presencia de la mencionada y de la rubia, ambas lo miraban, una con calidez y la otra con desconfianza - veo que ya despertó - dijo con una sonrisa el joven azabache de ojos morados, mientras se acercaba a la mesa y se sentaba a lado de Hitomi - ¿cómo te llamas? - le pregunto al ver que lo miraba con desconfianza - me llamo Renji - le dijo pero no recibía respuesta, y el frunció el ceño.

- No puede hablar - le dijo Hitomi con tristeza y preocupación en su voz.

- ¡OHHH~! - dijo el joven, entonces miro mejor a la rubia - se parece mucho a ti, Hitomi - dijo Renji con la mirada entrecerrada mientras miraba a la peli-rosa y luego a la rubia.

- ¿Tú crees? - dijo la peli-rosa mientras miraba a la rubia quien al tener la mirada de los dos, se achiquito en su lugar.

- No la miren así que la van a asustar - se escuchó otra voz entrar en la cocina, era una mujer de piel blanca cabello negro y ojos morados - nos alegra que despertaras - le dijo la mujer con una sonrisa - me llamo Inori - le dijo con una sonrisa - ¿cuál es tu...? - no termino su pregunta ya que fue interrumpida por el azabache.

- No puede hablar - dijo mientras se levantaba de su lugar y se acercaba al refrigerador y sacaba un vaso de jugo y lo tomaba.

- Que pena - dijo la señora mientras colocaba su mano en su cachete.

- ¡Hola! - saludo con alegría una pequeña niña de cabello negro y ojos negros que llegaba a la cocina con unas flores en sus manos - soy Sora - dijo con una gran sonrisa, Lucy le sonrió en respuesta - son para ti - le dijo mientras le entregaba las flores, Lucy acepto las flores, le sonrió y le dijo gracias moviendo los labios, la niña inclino su cabeza a un lado y la miro con curiosidad - ¿no puedes hablar? - le pregunto a lo que la rubia solo negó con la cabeza. La chica continuo comiendo ya sin las miradas curiosas de los extraños, Hitomi le dijo que estuvo casi una semana inconsciente y que tenía varias heridas que le curaron, Lucy solo escuchaba atenta y le sonreía, subió a su habitación y se sentó en la cama mientras miraba el cielo rojizo avisando que la noche estaba cerca, entonces un recuerdo llego a su cabeza, más específico unos ojos anaranjados muy brillantes que la miraban con maldad pura, un escalofrió paso por su cuerpo "si me quedo aquí, a ellos les podría suceder lo mismo... me tengo que ir" pensó la joven con tristeza y preocupación mientras algunas lágrimas rodaban por sus mejillas "mañana temprano me iré de aquí" pensó mientras miraba su ropa limpia que estaba en el tocador aun doblado. La noche paso con calma, ceno en compañía de esa familia, subió a su cuarto, intento dormir pero no podía, cada vez que cerraba los ojos las imágenes de la anciana Shiori cubierta de sangre y del anciano Klein gritándole que huyera llegaban a su mente, se sentía miserable, culpable de lo que les sucedió "P-Perdónenme, anciana Shiori, anciano Klein" pensaba mientras las lágrimas seguían saliendo de sus ojos, se acostó en la cama y abrazo las sabanas mientras escondía sus rostro en ellas y lloraba en silencio, las horas pasaron y ella sentía sus ojos pesados "N-Natsu, Gray, Erza, Happy... chicos... los extraño, por favor vengan por mi" fue su último pensamiento antes de quedar profundamente dormida.

Las horas pasaron y ella se levantó agitada, gotas de sudor surcaban su piel blanca, corazón latía con fuerza y rapidez, su respiración era agitada y su cuerpo temblaba... había tenido una pesadilla donde veía como mataban a esa familia horriblemente mientras ella no podía hacer nada para evitarlo. Respiraba profundo para controlar los latidos de su corazón, cerro los ojos y trato de tranquilizarse, miro por la ventana y vio que los royos del sol comenzaban a asomarse, decidida a ir antes que ellos les pasara lo mismo, tomo su ropa y se cambió, se puso la mini-falda negra, su top blanco con un gran corazón azul en el pecho y bordes dorados, unas medias negra sus botas negras, tomo una libreta que estaba en el tocador y con una pluma escribió una carta, cuando termino de escribir doblo lo hoja y la dejo sobre la cama que tendió momentos antes, camino hasta la puerta y la abrió con lentitud la puerta de la habitación, salió por el pasillo sin hacer ruido, no escuchaba nada en la casa, señal que todos dormían, bajo por las escaleras, noto la puerta de la salida y se acercó con calma para abrirla sin que se dieran cuenta.

- Ya te vas - se escuchó una voz detrás de ella, la rubia se giró y vio la señora acercarse a ella, la chica miro abajo y asintió con la cabeza - ¿no te puedes quedar más tiempo? - le pregunto a lo que ella respondió un "no" con la cabeza, la señora la miro con tristeza, pero sonrió - ¿estas huyendo de algo? - le pregunto con curiosidad, ya que desde que la vio quería preguntarle, en especial por las heridas que tenía la chica, y la rubia asintió con la cabeza, aun sin mirarla a los ojos, la señora cerro los ojos y respiro hondo y luego exhalo con lentitud, la miro y con una sonrisa maternal le dijo - toma - mientras alzaba sus mano y mostraba una mochila café, Lucy la miro confundida - me imagina que pronto te irías, así que prepare esto por si acaso, tiene una manta, comida, agua y otras cosas. Te durara al menos un par de días, espero te sea de utilidad - le dijo mientras le daba la mochila, Lucy la miro sorprendida, sintió como su labio inferior temblaba y una lagrima surcaba su mejilla, abrazo de repente a la señora que la tomó por sorpresa pero correspondió el abrazo, después de algunos segundos se separaron y Lucy la miro con una sonrisa llena de gratitud e hizo una reverencia - cuídate mucho - le dijo la señora, Lucy asintió y salió de la casa "muchas gracias por todo" pensó la joven mientras miraba como se alejaba de la cabaña.

El sol comenzaba a verse en el cielo, tenía un buen tiempo que estaba caminando, pero no descansaría hasta que se haya alejado lo suficiente como para no poner en peligro a ellos. El sol estaba en lo más alto en el cielo, y su cuerpo le pedía a gritos que descansar y que comiera algo, la chica busco un lugar seguro para poder descansar sin preocupaciones, noto un pequeña vereda de piedras que la cubrían de arriba, de atrás y de los lados, y solo tenía vista al frente, se acercó se sentó sobre una piedra y abrió la mochila café, y noto varias loncheras de comida, la manta que le dijo la señora, tres botellas de agua, una ¿navaja? si también una navaja, y un mapa... "¡UN MAPA!" pensó con alegría la joven, lo abrió y lo desdoblo, noto una nota escrita en el mapa que decía "nosotros estamos aquí" y señalaba con una flecha un punto café en el mapa, entonces comenzó a examinar el mapa y vio que si seguía por donde iba saldría tal vez del bosque en un día o dos, eso lo alegro mucho, guardo nuevamente todo y comenzó a comer y tomar agua, descanso por un rato y siguió su camino para poder salir de ese bosque, caminaba entre los arboles esquivando las ramas, escuchaba sonido de animales salvajes, las horas pasaron y el cielo comenzaba a tornarse rojizo y busco un lugar donde dormir, y encontró otra cueva un poco más grande que la anterior, saco la cobija se envolvió en ella y se sentó en el suelo, acomodo la mochila y acostó su cabeza sobre ella... cerró los ojos e intento dormir.

No sabía exactamente que sentía; miedo, tristeza, soledad, frustración, desesperación, enojo, dolor, o tal vez una mezcla de todo, no sabía exactamente cuándo tiempo ha pasado desde que se separó de Natsu y Happy... "Me pregunto... si me estarán buscando... o" pensó con tristeza la chica "creerán que estoy... muerta" ese último pensamiento provoco que un vació se formara en su cuerpo, que sintiera un nudo en la garganta, que su cuerpo temblara levemente y que sus ojos se humedecieran "Natsu... Happy... Erza, Gray, Wendy... chicos... por favor no se olviden de mi" pensaba la chica mientras se encogía más en su lugar y las lágrimas recorrían su rostros hasta caer al suelo "estoy intentando todo para poder regresar con ustedes" se sentía sola, intentaba ser fuerte pero no podía, solo no podía...

Dos días pasaron sin ningún cambio en la chica, y aun no salía de bosque, pensó que tal vez no tomo el camino correcto, se sentía realmente cansada, desde ayer se quedó sin comida y su estómago le pedía a gritos algún alimento, para su mala suerte no había encontrado ningún árbol de frutas, o arbusto de frutillas silvestres, nada. sin agua, ni comida, cansada y perdida en un bosque comenzó a sentir la desesperación, su cuerpo ya no resistía... solo quería salir de ese bosque, regresar con sus amigos, tomarse un relajante baño de burbujas y dormir en su cama... que acaso era mucho pedir... las horas continuaron y el cielo comenzó a ponerse rojizo, su pies ya no daban más se sentó de golpe en el suelo sucio y pegajoso del bosque, pero eso ya no le importaba, cerro sus ojos para intentar calmar su hambre, sed y cansancio... los minutos pasaron y un ruido la alerto, abrió los ojos y se estremeció, una serie de reacciones hubo en su cuerpo, temblaban, su corazón latía con fuerza, su respiración se cortó, sintió un vació en su cuerpo, sus pupilas se dilataron y gotas de sudor comenzaron a rodar por su cuerpo, sentía miedo, terror y pánico a ver ese horribles y espeluznantes ojos naranjas que la veían con burla, pero es par de ojos no se encontraban solos, también vio unos ojos rosas que brillaban con intensidad.

- Así que… fue esta niña la que te causo tanto problemas, Teki - se escuchó una voz burlona pero seductora, era una mujer de cabello rubio y con unos ojos rosas brillantes que la miraban con despreció, la chica quería huir, pero su cuerpo no reaccionaba, quiso levantarse e intentar correr y escapar de ellos como lo hizo los días anteriores, pero nada su cuerpo no respondía, no sabía que sucedía... "¿por qué mi cuerpo no se mueve?" pensó con miedo la joven, que miraba todo sorprendida, la mujer sonrió de lado al ver el terror en los ojos de la rubia - no te podrás mover - dijo, llamando la atención de la rubia - mi magia evita que te muevas - le dijo mientras la miraba con intensidad, la chica se estremeció cuando noto que la oji-rosa se acercaba y le daba una patada en el estómago y la lanzo lejos, la chica dio un grito ahogado dado que su voz no salía y no podía agarrarse la zona a dolorida ya que su cuerpo no se movía - Teki... esto no es divertido si no se escucha sus gritos - dijo casi como un puchero la oji-rosa al oji-naranja, el sujeto la miro y sonrió de lado, chasqueo sus dedos.

- Listo - dijo mientras se acercaba hasta la rubia, quien no podía mover y sintió nuevamente un dolor en su estómago al recibir otra patada - esto es provocarme problemas - grito mientras la volvía a patear.

- ¡KYYYYAAA~! - grito de dolor Lucy indefensa antes los golpes recibidos por ellos.

- Ya me aburrí - dijo la oji-rosa mientras bostezaba - llevémosla con Osori - dijo mientras se acercaba a la chica, el oji-naranja que igual se acercó a ella la miro con repulsión y odio combinado.

- Hehehe... - se rio con maldad el oji-naranja, alzo su mano derecha y un sello mágico naranja apareció debajo de la rubia, y unas enredaderas negras salieron rodeándola y la agarraron haciendo una fuerte presión en su cuerpo; piernas, brazos, estomago, pecho, y cuello.

- ¡AAAAGHHH~! – grito de dolor la joven rubia, mientras sentía como su cuerpo ardía y sus huesos estaban por quebrarse, comenzó a asfixiarse al no sentir como el oxígeno no pasaba a través de su garganta, su vista comenzó a nublarse, se sentía mareada, solo veía como esos sujetos la miraba con sadismo y diversión en sus ojos, lagrimas salieron de sus ojos, hasta que todo se volvió negro y perdió el conocimiento.


Presente

Lucy seguía gritando de dolor al sentir como su magia era extraída de su cuerpo, se abrazaba a ella misma con fuerza, mientras seguía de rodillas, con cada segundo era más difícil respirar, su corazón latía cada vez más lento, los minutos pasaron y comenzó a sentir un dolor infernal en todo su cuerpo que seguía gritando de dolor y suplicando que paran, las volitas doradas seguía y seguían saliendo de su cuero ella lo sentía como una espada afilada cortando su piel, los segundo seguían pasando - ¡AHHHHHG~! - seguía gritando con dolor, entonces escupió un poco de sangre, su fuerza se fue y no logro seguir de rodillas y cayo de golpe al suelo, el joven alzo rápidamente su mirada al escucharla, noto que su cuerpo estaba colapsando y no soportaría más que le extrajeran su magia, vio como el cuerpo de la joven comenzó a contraerse, de su garganta ya no salía un ni un ruido, si no paraban ella iba a morir...

Y eso él no lo permitiría...

Dijo una palabras en la misma lengua extraña, entonces la luz plateado al igual que el fuego azul desaparecieron, dejando solo el cuerpo de la joven en el suelo, inmóvil. El joven subió rápidamente las escaleras, hasta llegar al cuerpo de la rubia que yacía en el suelo sin moverse, su piel comenzó a tornarse de un color azulado y se sentí fría y temblaba levemente y sentía corriente eléctrica salir de su cuerpo, su ojos estaban abierto mirando a la nada, opacos y sin brillo, su corazón latía cada vez más y más lento, su respiración era discontinua y lenta le alzo su cabeza con su mano - ¡Lucy! ¡Lucy! - la voz del joven se escuchaba desesperación, dolor, angustia - ¡Por favor, Lucy! ¡Abre los ojos! - pero por más que suplicaba la joven no se movía, un sentimiento llego a él; angustia, tristeza, dolor, desesperación, arrepentimientos, era una mezcla de todo, sentía miedo de que ella muriera - ¡LUCY! ¡POR FAVOR NO MUERAS! - le gritaba para que reaccionaba mientras la agitaba un poco pero nada, solo no se movía, de sus ojos marrones salió una pequeña lagrima que rodó por su piel cayendo al suelo rompiéndose en muchos pedazos al contacto "Adiós… amigos… Draco... a pesar de todo… fuiste el único que me trato como una persona…" intento sonreír, pero sus labios no se movieron, sus ojos poco a poco comenzaron a cerrarse, comenzó ver oscuridad y más oscuridad…

Continuara…


Espero no haberlos aburrido con tantas letras, y sobre todo espero no me odien por la tardanza pero espero haberlo compensado con este capítulo que tiene más de 12 mil palabras… en fin…

¡Espero sus comentarios! Para saber si les gusto el trama…

¡AH! Pero sobre todo muchas gracias por sus lindos comentarios… me animan mucho…!¡*

AVISO: Si alguien aquí lee mi Fic "Es un adiós"... tardare unos días mas en actualizar, pero quiero aclarar que no lo dejare... a medias.

Me despido…

Peace and Love 3

Written by: rbDragneel04 (rebekah)