Dos años habían pasado del cierre del caso Kira y la muerte de Light Yagami. Los ex policías recuperaron sus empleos en la Interpol, y la SPK se disolvió debido a que su objetivo principal, que era atrapar a Kira, se cumplió. Near se convirtió definitivamente en L, y Roger, su mano derecha, pero el albino cambió muchísimo desde la resolución de ese caso. Ya no era tan frío y calculador como cuando vivía en el orfanato. Tampoco es que se convirtió en un impulsivo sin pensar antes de actuar, pero ahora era más emocional. Seguía teniendo la manía de enrollar un mechón de su blanco cabello entre los dedos y sentarse en el suelo con las rodillas al pecho. Pero ya no jugaba con sus figuras de acción, ni con rompecabezas, ni dados. Ahora que era más adulto, esas cosas ya no le llamaban la atención.

Desde que se convirtió en L, en esos dos años, resolvió muchísimos casos. Primero porque le gustaba, pero más allá de eso, no quería tener tiempo libre. Porque siempre que tenía un rato libre, su mente lo atormentaba con la culpa y el remordimiento de la muerte de cierto rival, de rubio cabello. Tal vez por esta razón es que ahora era más impulsivo, de alguna manera le hacía acordar a su adversario de la pre adolescencia. Gracias a Mello, él pudo atrapar a Kira, pero el precio a pagar fue muy alto. No puede decirse que eran "amigos" pero esa constante rivalidad, tanto en el orfanato, como en el caso Kira, con el rubio, era un juego que le gustaba. Eran como los dos reyes de un Ajedrez donde siempre se trataba de hacer caer al otro. Sí, ganó el juego, su rival cayó. No fue un perdedor, pero igualmente sintió como si hubiera perdido.

Con la muerte del director de la policía, Mello le ayudó a deducir que Kira obtenía información de ellos, y cuando Mello secuestró a la hermana de Kira, Sayu Yagami, y obtuvo la libreta, no dudó en matar a la mayoría de su personal, todo para demostrar su reto hacia él, pero a pesar de eso, Mello le ayudó, y él a cambio le dio información al falso L sobre él, en ese momento ayudó a Kira. Por eso se sentía un traidor, un tramposo, una persona sin escrúpulos que usa a las personas como peones para ganar el juego. Aunque a decir verdad, en ese momento era eso: una persona sin sentimientos. Pero ya no. Ahora que veía todo desde una perspectiva diferente, pudo ver los errores que llevaron a la muerte de Mello, y eso era una culpa que no lo dejaba dormir en paz por las noches.

No solo con el secuestro ayudó, si no que fue el mismo Mello quien le dijo sobre las reglas falsas de la libreta la última vez que se vieron. Bueno, ni siquiera lo vio de frente, sólo de perfil, como si su ayuda fuera insignificante, como si no valiera nada, y por último con el secuestro de Takada, fue la última pieza del rompecabezas para ganarle a Kira, gracias a eso, pudo averiguar que había una libreta falsa y vencerlo en su propio juego.

Nunca actuó directamente, pero las acciones de Mello fueron las que ayudaron a Near. Y claro, todo el mérito y las felicitaciones se las llevó él, y solo él. Y si vamos al caso, el que tenía más ilusión de ser L era Mello, no él. Era injusto por donde lo mires.

Por eso sentía que le debía mucho a Mello. Y ahora que no estaba, no había forma de compensarlo. No había forma de darle las gracias. No había forma de nada.

… ¿o sí?

El actual L, estaba verificando los datos de un caso en el ordenador cuando llegó Lidner corriendo hasta donde estaba él.

-Near.

-¿Qué ocurre Lidner?

- Estaba viniendo para acá, sólo me faltaba una cuadra, cuando un hombre con una máscara me dijo que te entregue esto. – Ella le pasó una caja pequeña envuelta. Near la toma y la abre. En su interior sólo había un teléfono.

-¿Cuáles fueron sus palabras exactas?

-El hombre dijo: "llévaselo a tu jefe, el albino y rápido". Después salió corriendo hacia una camioneta que lo esperaba en la esquina y arrancó. No tenían patente.

-Está bien Lidner, déjame solo, necesito pensar.

-Está bien. – Y la rubia salió de la habitación mientras Near se enrollaba un mechón de su cabello en los dedos, y examinaba el teléfono con su otra mano.

"¿Quién sería el hombre de la máscara y para qué me envió esto? No. Apuesto a que sólo fue un intermediario. En ese caso ¿Quién es el que está detrás de todo esto? Sabe que Lidner trabaja para mí, es decir, me conoce, sabe quién soy, y además se tomó la molestia de cubrir el rostro de su ayudante, ¿Quién sería tan astuto de tomar esta precaución? El teléfono solo sirve para recibir llamadas, y no viceversa. Típico de un secuestrador: las reglas de comunicación las pone él. Quien quiera que sea esta persona, me conoce a mí y a Lidner, es inteligente, y tiene la experiencia de un secuestrador. Al único que conozco con todas estas características es…"

En ese momento Near abrió los ojos desmesuradamente, como si un balde de agua fría le cayera encima, todas las piezas encajaban, solo se podría tratar de una única persona… Mello. Pero es imposible, él esta…

Justo en ese momento el teléfono empezó a sonar. Near ni siquiera se preocupó en conectarlo a un distorsionador de voz, ya que sus sospechas de la persona que le regaló el teléfono, eran irrefutables. Atendió a la primera sonada.

-¿Cómo se encuentra el mejor detective del mundo? –Y luego se escuchó el sonido de una tableta de chocolate siendo partida en dos.

Esa voz llena de arrogancia, altanería solo podía pertenecer a Mello. Y si aún no se lo creía, solo una persona comería chocolate mientras se burla de él. Ahora sí que estaba seguro de quien era.

-M… Mello.

-Daría lo que sea por ver tu cara de asombro en este momento. Aunque conformarme con tu tono de voz entrecortado no es poco. ¿No es increíble cuantas veces uno puede escapar de la muerte… Near?

Near no sabía que contestar a eso. El hecho de que Mello esté vivo lo reconfortaba y a la vez lo desconcertaba. Pero de lo que si estaba seguro era que sentía como si se librara de un enorme peso en sus hombros.

-Seguramente tienes un montón de dudas, pero no te preocupes, las contestaré todas si nos encontramos.

Near se recuperó del impacto de saber que Mello estaba vivo, y volviendo a su inanimada voz neutral de siempre contesto -En ese caso, ¿Por qué no viniste tú en persona? No es como si no lo hubieras hecho antes.

-No quiero ver a tus policías. Y la vez anterior fue porque necesitaba buscar esa foto en persona, no podía mandar a otro. Entonces, nos encontramos o no?

Near estaba a punto de negarse pero entonces recordó todo lo que le debía a Mello, y no pudo simplemente negarse.

-De acuerdo. ¿Cuáles son tus condiciones?

-No me sorprende que ya hallas deducido que tendría condiciones, tu velocidad para razonar sigue siendo sorprendente. Bueno escucha con atención porque solo lo diré una vez. Sé que estás en Kanto, Japón. En este momento me encuentro en un hotel de esa misma ciudad. Luego te paso la dirección por mensaje. Vendrás solo. Tengo monitoreado todas las cámaras del hotel, así que verificaré si vienes con compañía, pero no te preocupes, te doy mi palabra de que no intentaré hacerte nada, de hecho, comprendí que sería estúpido por mi parte si lo hiciera, de algún modo, tus agentes se enterarían, ya que, solo yo tengo el poder de hacer que el gran L salga de su cueva. Ya no soy el estúpido impulsivo de antes sabes. – Near pudo notar como la voz se iba apagando en la última frase. Y escuchó otro mordisco a la tableta de chocolate.

-De acuerdo. Te doy mi palabra de que iré solo.

-Bien. Nos veremos mañana a las 11 pm, a la dirección que te mandaré ahora. Adios Near.

Y colgó. Segundos después sonó el timbre anunciando la llegada de un mensaje de texto.

"Bien Mello, veremos cómo es que escapaste de la muerte. De nuevo."