Empezando, les deseo un gran 2014 a todos los lectores, que esté lleno de alegrías y felicidad para todos.
Lo otro, sé que me he demorado mucho y de verdad lo siento.
Ahora, disfruten el cap.
Torneo por el Otro Mundo.
Por Alisse.
Capítulo V.
Lime se dio cuenta que algo ocurría desde el primer momento que vio a Gohan esa tarde.
-Necesito tú ayuda- fueron las palabras pronunciadas por el joven saiya.
Gohan había hablado con tal seriedad en su expresión, que Lime solo lo quedó viendo fijamente, sin saber del todo qué decir ante sus palabras. Después de unos momentos en los que Gohan permaneció con el mismo gesto pero sin agregar ninguna palabra más, Lime se dio cuenta que estaba hablando en serio, por lo que enarcó una ceja y lo quedó viendo fijamente, sin estar segura de lo que decir.
-¿Cómo podría ayudarte yo, exactamente?- le preguntó la niña, genuinamente curiosa sobre lo que él podría decirle -¿Tiene que ver con tu mamá?
-Eh... algo así...- murmuró Gohan, quedándose en silencio luego durante unos momentos. La chica esperó pacientemente a que comenzara a hablar otra vez, al notar que estaba bastante aproblemado con tema -Escucha Lime, lo que te voy a contar es un secreto, no puedes decírselo a nadie, ¿entiendes? Aunque te lo pidan, nadie lo puede saber.
Si bien antes había quedado curiosa, esta vez su amigo había hablado de tal forma que ella comenzó a preocuparse en serio por lo que pudiera pasarle.
-¿Qué fue lo que hiciste?- le preguntó ella esta vez, mirándolo analíticamente. Aunque fue más bien una pregunta al azar, después de hacerla notó perfectamente el rostro de culpabilidad se su amigo, por lo que se dio cuenta que por ahí iba el tema. Lo quedó viendo con sorpresa, no estando segura de lo que decir -¿Gohan?
-Hay... una manera en que puedo ayudarla a ella y a mi hermano- murmuró el niño, frotando sus manos entre sí, mostrando nerviosismo.
-¿De verdad?- Lime estuvo tentada de celebrar la noticia por algunos momentos, pero la actitud de su amigo por la misma noticia que le había dado le daba a entender que había algo más y que tampoco era bueno -¿Y cuál es?
Gohan volvió a guardar silencio, lo que sinceramente estaba molestando a Lime, que cada vez se preocupaba más y más por su amigo y su familia. Haciendo ojos al cielo, ya que su paciencia estaba llegando al límite (y últimamente debía admitir que no era mucho el que tenía), lo golpeó con fuerza en el brazo.
-¡Au! ¡Oye!- sorprendido por la acción de la chica, Gohan la quedó viendo, tocando su brazo herido.
-¡Deja de actuar de esa forma!- le gritó ella, exasperada -¡Explícame de una vez cómo puedes ayudar a tu mama!
-Ah sí, bueno...- Gohan frunció el ceño, desviando la mirada hacia el frente -Estaba esta mujer, ¿sabes? Se apareció de la nada en el cuarto del hospital de mi mamá, me dijo que si yo aceptaba la propuesta que me hacía, ella sanaría a mama, y se aseguraría que el bebé naciera bien.
-¿Qué propuesta te hizo?- le preguntó Lime, sin gustarle del todo lo que el otro le decía -¿Que es lo que en realidad quiere?
-Eso no es importante, si es que con eso soy capaz de salvar a mamá- replicó Gohan, su voz quebrándose debido a la emoción que sentía en esos momentos por el tema que ambos estaban teniendo en esos momentos -Ella dijo que si yo aceptaba, los salvaría a ambos.
-Sí, eso ya lo dijiste, pero no me has dicho qué espera ella a cambio- insistió Lime, ya completamente desconfiada por lo que su amigo podría decirle. Tanta evasiva del tema algo tenía que significar.
Pero esta vez, en vez de presionarlo para que hablara y soltara todo lo que de verdad ocurría, ella simplemente esperó a que Gohan comenzara a hablar a su propio ritmo. Si era algo grave (como ella lo estaba imaginando, seguramente sería difícil para él) Mientras, alrededor de ellos, el río continuaba inmutable de lo que pasaba a su alrededor, lo mismo el viento que jugaba entre las hojas de los árboles, que se movían a su gusto. Lime se dedicó a observar y cuando sintió la suave voz de Gohan, lo volvió a mirar.
-Fue hace unos días- comenzó a decir el niño -Estaba solo en el cuarto con mamá, Bulma había decidido ir a buscar algo para que comiera y de pronto aparece ella...
-¿Quién, exactamente?- lo interrumpió la niña.
-Su nombre es Lil- contestó Gohan -Me dijo que ella podía salvar a mamá sin que mi hermano sufriera daño alguno. Es como si ella supiera todo lo que pasa con ella y tuviera la solución milagrosa... la verdad es que no le creo, pero estoy tan desesperado porque ella viva que una parte de mí quiere que sea verdad todas las cosas que ella me asegura que puede hacer...- murmuró esta vez, su voz temblorosa por los deseos de llorar, que la misma Lime sintió también al escucharlo.
-¿Y eso nada más te dijo?- le preguntó ella, curiosa por todo lo que estaba escuchando -¿Solo ofreció ayudar a tu mamá y ya?
-No...- Gohan continuaba mirando directamente al pasto en el suelo, por lo que Lime esperó otra vez que se decidiera a hablar, en algún momento tenía que hacerlo.
Pero a medida que pasaba el tiempo, más se iba preocupando. No era común que se apareciera una persona desconocida (y en el medio de una habitación de hospital, además), ofreciera salvar a alguien muy enfermo solo porque quería y luego se fuera así, sin más. Era difícil y casi imposible que pasara.
-Ella me quiere a mí- susurró de pronto él, tomando por sorpresa a la chica, que no terminó por entender a qué se refería con esas palabras.
-¿A ti?- le preguntó ella -¿Cómo así? ¿Quiere que te cases con ella cuando seas mayor o algo por el estilo?
A pesar de toda la situación y lo complicado que era todo en esos momentos, al escucharla decir eso la quedó viendo y se largó a reír, divertido por las ocurrencias de su amiga.
-Ya, entendí que no es eso- Lime hizo ojos al cielo, sonriendo levemente, orgullosa por sacarle al menos alguna risa a su amigo -Dime, entonces, ¿qué quiere de ti?
Por momentos, volvió a recibir el silencio por respuesta.
-Lo que ella finalmente quería, era a Gohan- continuó diciendo Lime, sin siquiera mirar a los sorprendidos oyentes -Era algo así como un pacto: ella ayudaba a la mamá y el hermanito de Gohan y él... se iba con ella al Otro Mundo.
Fueron solo pocos instantes en los que ninguno de ellos dijo nada, pero finalmente Piccoro soltó un grito de furia, notándose que deseaba patear algo por la rabia que sentía en esos momentos por todo lo que había escuchado de su pupilo. Lime, sin poder evitarlo, dio un saltito asustada y luego lo quedó viendo, temerosa por su reacción que había tenido el namek al enterarse de la historia.
-¡¿Cómo Gohan pudo ser tan inocente?!- gritó enojado el namek, mientras que Dende y Trunks intercambiaban una miradas algo nerviosas -¡¿Cómo pudo ser tan tonto para aceptar algo así y de una desconocida?
-Él estaba desesperado- replicó Lime, suavemente y defendiendo a su amigo -Aunque no lo hubiera dicho a viva voz, se siente muy culpable con lo que pasó a su padre en el Torneo de Cell, no habría soportado si algo le pasaba a su mamá, mucho menos si estaba embarazada.
-Lo de Goku no fue su culpa...- murmuró Dende, notándose realmente afectado por lo que había escuchado de su amigo -Todos se lo dijimos...
-Él seguía pensándolo- dijo Lime, encogiéndose de hombros -Yo también trataba que entendiera, pero estaba completamente cerrado, creía que si él hubiera matado a Cell en la primera oportunidad que tuvo, su padre estaría vivo y con su familia- agregó ella -Cualquier cosa que le dijeran los demás lo hacían sentirse peor, pensaba que lo estaban justificando por un error que no debió cometer.
-¿Y por eso pensó que el sacrificarse de esa manera era buena idea?- dijo molesto Piccoro.
-No lo sé...- murmuró Lime, bajando la mirada -Supongo que pensó que se lo debía a su mamá por haberla separado de su padre, o algo así.
-¿Y luego qué?- preguntó Trunks, antes que Piccoro comenzara a tirar maldiciones a los cuatro vientos, trataba de no desenfocarse del tema central de esa conversación -Te dijo a ti lo que pensaba hacer, ¿qué más?- Trunks miraba a la chica con seriedad. Lime no desvió la mirada, pero no contestó, lo que causó que Trunks siguiera insistiendo -¿Por qué te dijo a ti todo lo que pensaba hacer? ¿Cuál era la idea de correr el riesgo que tú se lo dijeras a alguien más?
-Había... una parte del pacto que...- balbuceó Lime, mirando a otro lado a la vez que sus ojos se llenaban de lágrimas -que...
-¿Qué?- perdiendo la paciencia, Piccoro la presionó, esperando que no comenzara otra vez con los lloriqueos y negación de información sobre lo que ocurría con su pupilo. Lamentablemente habían llegado tan lejos, que no estaba dispuesto a dejarlo pasar.
-Para que el pacto se hiciera efectivo, alguien más tenía que ser parte de él...- murmuró Lime, notándose entre asustada y nerviosa por lo que estaba diciendo. Todos la quedaron mirando con la boca abierta, puesto que no habían tenido que pensar demasiado para darse cuenta lo que implicaban realmente sus palabras.
-¿Gohan te involucró?- le preguntó Dende, impresionado -¿Cómo...? ¿Por qué aceptaría que otra persona se enterara de todo?
-Estaba tan desesperado...- dijo Lime, comenzando a llorar y tapándose la cara con las manos. Estaba muy consciente que cada vez todo se estaba poniendo peor, tanto para ella como para su amigo fallecido hacía sólo unos cuantos días -yo acepté porque de verdad no pude decirle que no... no tuve corazón.
-¿Qué clase de amiga eres que acepta que haga algo así, sin avisar a nadie más?- le reprochó sin poder evitarlo Trunks, aún tratando de comprender la cantidad de información que estaba recibiendo de los demás. Lime no contestó, simplemente continuó llorando, ya que una parte de ella pensaba que el otro tenía razón.
Tanto Dende como Piccoro aún trataban de comprender qué era lo que había pasado por la cabeza de Gohan como para poder aceptar lo que aquella desconocida le proponía.
Para variar, fue Piccoro quien volvió a enfocarse en el tema a mano, continuando con la interrogación que la pobre chica estaba llevando en esos momentos.
-¿Cuál fue el pacto?- preguntó el namek, de manera tan fría que Lime esta vez no demoró en contestarle.
-Lil ayudaba a su mamá y su hermanito y él tenía que suicidarse...- contestó ella, sin atreverse a mirar a sus oyentes.
-¿Gohan... aceptó algo así?- preguntó Trunks, que no dejaba de impresionarse con lo que se iba enterando -¿Cómo pudo?
-No encontró otra salida... deseaba ayudar a su mamá, pero no sabía cómo- comentó Lime, recibiendo un pañuelo de Mr. Popo y limpiándose la cara con él -Lil apareció con la propuesta perfecta, y le dio la oportunidad de asegurarse que ella y Goten estuvieran bien, dejándole pasar unos cuantos meses después del nacimiento con ellos.
-Por eso ocurrió ahora- terminó la frase Dende, a lo que Lime asintió –Ahora voy entendiendo todo mejor, pero aún no entiendo cuál fue tu participación en todo esto. ¿Cuál era tu papel en el tema del pacto?
En un primer momento, ante la pregunta, la chica simplemente bajó los ojos, avergonzada. Luego se decidió a hablar, pensando que ya no había mucha vuelta que darle al asunto, ya que ellos se habían enterado de casi todo.
-Según Lil dijo, era necesario tener un vínculo con alguien más, necesariamente tenía que estar vivo, aunque no estoy segura de por qué y la verdad es que Gohan tampoco lo sabía- Lime se encogió de hombros -Gohan sabía que si se lo pedía a alguno de ustedes, se iban a negar y ni siquiera lo escucharían.
-Eso no es muy difícil de saberlo- dijo con desdén Piccoro, cruzándose de brazos y mirando directamente a la chica -¿Cómo fue que tú aceptaste ser parte de algo así?- preguntó Piccoro –Sabías perfectamente que Gohan iba a morir…
-Es que ustedes no entienden- comenzó a decir Lime -Gohan... no estaba bien...- continuó diciendo ella, murmurando y volviendo sus ojos al suelo -Necesitaba ayudar a su mamá y no se quedaría tranquilo hasta que pudiera verla sana, Gohan estaba dispuesto a todo por ella y… yo no fui capaz de negarme...- Lime se detuvo unos momentos, dudando si debía decir lo siguiente, ya que había sido parte del pacto, pero finalmente se decidió hacerlo, después de todo, ellos se enterarían de todas formas -Hay... hay algo más- agregó ella, apretando los puños.
Todos esperaron a que continuara hablando.
-Al ser parte del pacto, también tuve algunas reglas que aceptar- dijo Lime, haciendo que todos la quedaran mirando con curiosidad –Yo… se suponía que no tenía que decirle a ninguno de ustedes lo que había pasado con Gohan, lo juré.
-Bueno, acabas de romper esa promesa- dijo Dende, algo incómodo.
-Lo sé…- asintió Lime –Lil dijo que si llegaba a contárselo a cualquier persona, ella… vendría a buscarme también.
Esta vez, todos la quedaron viendo con la boca abierta, no estando seguros de lo que iban a decirle. En parte habían comprendido por qué se había negado tanto a hablar en un primer momento.
Después de escuchar todo lo que Lime había contado a Piccoro, Dende, Trunks y Mr. Popo, Goku lo único que sentía eran nauseas (cosa extraña, estando muerto…), pero la verdad era que no estaba seguro de qué otra manera su cuerpo podía reaccionar ante todo lo que había pasado con su familia, con su hijo mayor.
Se sentó en el pasto y se tomó la cabeza, tratando de procesar todo lo que había escuchado momentos atrás. Si ya le costaba pensar en su hijo sintiéndose culpable con su muerte durante el Torneo de Cell, el que se hubiera sacrificado a tal extremo por Milk y Goten prácticamente no podía comprenderlo. ¿Qué había pasado por su cabeza para aceptar algo así, suicidarse y poner en peligro la vida de una amiga de él?
Pikkon, que también había escuchado todo, miraba a su amigo con cierta lástima. No había querido acercarse a él por no estar seguro de lo que pudiera necesitar en esos momentos, sin contar que él no era la mejor persona para consolar a los demás, mucho menos en temas que tuvieran que ver con hijos y problemas de autoestima y aceptación.
-¿Kaio-sama?- después de mirar a Goku, fijó su atención al dios, que parecía meditar muy concentrado la información recibida desde la Tierra. Llegaba al punto que parecía buscar por el universo con sus antenas, comenzando a ponerse cada vez más pálido -¿Está bien, Kaio del Norte?- le volvió a preguntar, al darse cuenta que había comenzado a temblar.
-Goku…- ignorando lo que el otro le decía, se acercó al saiya, aún temblando cual hoja al viento –Goku… todo esto es más malo de lo que se ve.
-¿Más malo?- murmuró Goku, sintiéndose como pocas veces, derrotado. Ya a esas alturas estaba pensando que era un pésimo padre y que le había fallado por centésima vez a su hijo, que tanto lo quería y admiraba. Se sentía de lo peor -¿Qué puede ser más malo de todo lo que hemos escuchado, Kaio-sama?
-No te lo imaginas…- dijo Kaio-sama -¿Recuerdas el Torneo del Otro Mundo?
-¿Qué, exactamente?- preguntó Goku, aún notándose poco interesado en el tema.
-En la representante del Infierno.
-Ehh… ¿cómo era que se llamaba ella?- preguntó Goku, mirando hacia arriba mientras trataba de hacer memoria -… No, no recuerdo su nombre… ¿y qué tiene de importante?
-Más de lo que crees- contestó Kaio-sama, hablando lentamente –Su nombre es Lilith, te había contado que ella había sido de la idea del famoso torneo, que enfrenta a guerreros del Paraíso y del Infierno.
-Lo recuerdo- asintió Goku -¿Alguna vez ha ganado ella?
-No, nunca- contestó Kaio-sama –Y por eso mismo, te dije que ella siempre tiene muchas ideas para hacer que sus luchadores sean excepcionales candidatos para ganar.
-Lo recuerdo también- dijo Goku y de pronto se quedó en silencio, haciendo memoria sobre lo que había escuchado de la Tierra -¿Lil tendrá que ver con ella?
-Lil es Lilith- contestó Kaio-sama, visiblemente nervioso y mirando a Goku, esperando cualquier tipo de reacción de su parte, incluso violenta- No entiendo bien cómo, pero fue capaz de manipular a Gohan para que finalmente aceptara ese pacto… ¿Goku?
El saiya se había puesto de pie al escuchar a Kaio-sama, su expresión cada vez más seria. Goku sentía que la rabia comenzaba a invadirlo, apretó los puños mientras pensaba en lo que debía hacer. Esa mujer había manipulado a su hijo, se había aprovechado de una situación familiar para sus propias ambiciones.
Lilith iba a pagar lo que le había hecho a Gohan.
-¡¿Goku, qué haces?!- Kaio-sama lo miró visiblemente alarmado, ya que Goku se había puesto en posición de teletransportación -¡Es una locura, no puedes ir al…!- el saiya había desaparecido sin escuchar ninguna palabra de las dichas por el dios -¡Goku!
De la visión de parque del Paraíso, Goku apareció en lo que parecía ser el patio de una gran construcción, un palacio, quizás. Miró a su alrededor y vio que el lugar estaba ocupado por diversos grupos, todos parecían estar entrenando. Buscó entre ellos a su hijo.
-¡Go…!
-No deberías estar aquí- antes que Goku alcanzara a gritar el nombre de su hijo, en frente de él apareció una mujer de cabello largo y pelirrojo, de baja estatura y con sonrisa burlona.
-¿Dónde está mi hijo?- le preguntó Goku, tratando de controlar la rabia que sentía.
-Entrenando- contestó Lilith, sin dejar de sonreír –Se está preparando, ¿sabes? Para el Torneo que viene… y aquí entre nosotros, tú deberías estar haciendo lo mismo.
-Vas a pagar lo que hiciste con mi hijo…
-Yo no hice nada malo, le propuse un trato y él aceptó- replicó Lilith.
-Es sólo un niño…
-Es un niño para tomar decisiones, pero tiene la edad para defender la Tierra… me gusta tu lógica- ante eso, Goku no supo qué responder. Finalmente, Lilith continuó hablando –El tema es que Gohan ya es parte de mi equipo, lo quieras o no, ya no tienes nada qué hacer.
-Pero… todo esto lo manipulaste.
-La única condición para que esté en mi equipo es que esté muerto y pertenezca al infierno, el cómo murió a nadie le importa- Lilith se encogió.
-A mí me importa…
-¿Y a quién le importa que a ti te importe?- Lilith sonrió, divertida –Ya no puedes hacer nada, mejor vete a entrenar al Paraíso, ¿no fue lo que hiciste antes?
-Oye…
-¿Quieres a tu hijo? Demuéstrame que tú y tu equipo son mejores que el mío y puedo pensar en la situación de Gohan y Lime, por cierto- replicó Lilith –Pero creo que es difícil, considerando que en el Torneo de Cell perdiste contra… Cell y el único que pudo ganarle fue Gohan y ahora, ¡mira la casualidad!, los dos están en mi equipo. Yo que tú, entreno…
-… Antes de irme quiero ver a Gohan.
-Lo siento, no puedes- se encogió de hombros –Dile a ese Kaio que no me haga tan mal publicidad, trabajo para mi conveniencia, pero también para los que me caen bien. Ahora, vete antes que me arrepienta.
Goku se quedó de pie unos momentos, negándose a dejarse vencer tan fácil por alguien como ella, pero después de unos momentos, decidió hacerle caso. Algo había logrado con ir a verla, no deseaba tentar la suerte.