Soy Rick Russell.

Y aquí es donde tú dices que mi nombre te importa una jodida mierda. Bien por ti, te adelanto que morirás en medio de tus heces fecales con grasa extra como el asqueroso mortal que eres.

¿Quién me llamó estúpido? Bah, no me importa.

Voy a morir.

Si tú morirás mediocre entre tu mierda, yo moriré como sólo los míos saben hacerlo: asesinados. Pero yo tengo estilo hasta para eso.

¿Por qué digo que moriré?

Me gusta y es más fácil culpar a los dioses por estos problemas (griegos, romanos, egipcios, hindúes, aztecas; da igual); ellos son los que tienen sexo con estúpidos humanos o espíritus de la naturaleza, y no les importa lo que venga después.

¿Resultado? Nacen semidioses malditos como Ghan. Como yo.

Oh, dios ¡deberías ver tu rostro! Estás pensando "¿Qué se fumó este loco que dice que los dioses existen?" Pues ahí están, quieras creerlo o no; ellos no dejarán de existir sólo porque tú decidas negarlo. Es tu decisión ser un ignorante.

Suponiendo que me crees, continuaré.

¿A qué raza divina pertenezco? Soy griego, semidiós. Sí: Zeus, Hades, Poseidón, Hera, Atenea... La raza pendenciera por excelencia.

Tampoco soy idiota, no le atribuiré todos mis males a esa mafia divina, porque no todos ellos valen mierda. Algunos son decentes. Ey, finge que no dije eso.

Mmmmmm.

El equipo de caza que viene por mí ya está cerca, lo siento. Y no sólo vienen monstruos peores que los que Suria y yo solíamos enfrentar. Con ellos vienen semidioses, ¿quién lo iba a creer? (¿Entiendes el sarcasmo o te lo explico letra por letra?), pero ¿en qué momento mestizos de buena madera armaron alianzas con monstruos? Creo que las circunstancias los han forzado. Ja, nunca digas "de esa agua no he de beber", no sabes qué harías tú en una situación extrema.

En fin, apuesto mi dedo pulgar a que quienes nos vienen rastreando son los mismos estúpidos que secuestraron a Ghan. Recuerdo que mucha gente dijo que esa desaparición (y posible asesinato) era de esperarse. Yo digo que esa gente vale mierda.

—¡Russell!—grita mi centinela, avisándome lo que yo ya sabía: que nuestros enemigos ya estaban cerca.

Me pregunto si el inútil de Jamil ya habrá caído, no es que su muerte valga mucho, al contrario.

Muerte.

Miro el cielo que se alza sobre mí con rencor... y una punzada de miedo. ¿Sabes? La muerte de la pequeña Karím sí me descontrolaría... un poco.

Ella se ganó el corazón de muchos con su tonta frase de "hasta las aguas más turbulentas son navegables" que decía mirándome a mí y compañía. Y Suria tuvo que aceptar cuánto quería a esa niña. Y por eso yo tuve que admitir que hasta los chicos malos saben amar.

Suria...

Suria ¡Cuántos problemas me trajiste, maldita!

Muerte.

Mmmmmm.

Huelo el mar salado desde aquí, y también algo putrefacto.

Aprieto los dientes al mismo tiempo que viene a mi mente la causante de esta emboscada.

Si puedo, escaparé de los campos de castigo Asfódelos del inframundo de Hades para venir a machacar a la perra de Bernardette, mi masoquista prostituta personal, que no sabe tener la boca cerrada. Por eso digo, no confíes ni en tu sombra.

Tú no sabes cómo odio a la gente, a los mestizos huecos, a algunos dioses y a Dora la Exploradora ¡¿Acaso no puedes ver a Zorro frente a ti, Dora, o estás ciega?! ¡Abre esos ojotes!

Oh.

Noto que un semidiós ha penetrado mi fortaleza. Sonrío con desdén. Bienvenido al infierno, amigo.

Ya sé, te estás preguntando qué hago aquí, protegiéndome de un grupo mezclado de semidioses y monstruos.

Soy ¿Cómo lo digo sin que suene estúpido? Un... hum, un fugitivo. Sep, el odioso tipo malo de la película.

Para aquellos que me persiguen soy culpable de engaño, chantaje, robo, extorsión, homicidio (¿O era mesticidio?), eutanasia (o eso intenté) y creo que de robar las gominolas favoritas del señor D. ¿Y de qué más? Ah, también de "guiar a varios semidioses a toda clase de excesos". Y es que mis seguidores y yo fuimos muy lejos como para que los semidioses del Campamento Mestizo nos dieran una amnistía, como sé que se las han dado a otras ovejas negras.

Conste que yo no soy un total manipulador, es que la gente es de mente fácil.

Recuerdo que una vez no sé quién me dijo "alguien los va a matar porque les encanta vivir en el pecado."

¿Qué? Uno tiene sus pasatiempos, hay a quienes les gusta coleccionar fotos, a otros fastidiar a sus hermanos o escuchar música. A mí me gusta consentirme. No digo que soy culpable de todo eso (¡Mira que echaron demasiada imaginación a la lista de mis "delitos"!), pero algunos actos sí son evidentes.

En mi defensa diré que tras cada uno de mis actos había un motivo. Por más estúpida que fuera, obraba con una razón.

Espera.

Los semidioses se acercan con sigilo a mi ubicación, y cuidado, a partir de ahora no tendré mucho tiempo para este monólogo.

Preparo mis cuchillos, listo para morir, porque para morir también tengo una puta razón, no creas que me metí a lo idiota en la boca del lobo o que éste es un sacrificio heroico. ¿Sabes? Los héroes y yo nunca nos llevamos bien. La prueba está en que mis asesinos serán estos patéticos héroes semidioses de pacotilla con los que seguramente alguna chica tonta quiere enamorarse. Lamento decepcionarte, pero no todo lo que brilla es oro, yo tengo miles de detalles de ciertos héroes que te pondrían los pelos de punta ¡Y me encantaría ver tu cara!

Pero bueno, ese no es el punto. Ya sabes, estoy rodeado de asesinos.

Y este es el momento en el que se supone que yo debería empezar a contarte mi vida, advirtiéndote que el camino chueco termina mal, bla, bla, bla.

Bla.

Sólo te diré algo: haz lo que quieras pues a mí, la gente que no es YO, me importa un mohoso cacahuate. No me hago responsable de lo que vayas a ver a continuación.

Te mostraré varios detalles mi vida: desde que di mis primeros pasos (¡Oh, nooooo, no tan atrás!), hasta que morí (lo cual ya sabes que sucederá pronto). Yo no tengo nada qué perder, tú tal vez sí.

Simplemente te pido que cuando llegues hasta el momento de mi muerte, recuerdes que Rick Russell dio pelea.