¡Hola a todos! Si, ya sé que debería estar actualizando mi otro fic, pero esta idea no me dejaba en paz, así que termine escribiéndola XD Aclaro dese ya que mi otra historia no guarda relación con esta, más adelante entenderán el porqué de la advertencia XD, bueno, no tengo mucho que decir, simplemente que disfruten la lectura y me den sus opiniones sobre la historia XD ahora sí, sin más palabras de por medio, les dejo el primer capítulo de Reencarnación.

Reunión

Año 2134, el secreto detrás de Sibyl fue revelado al público cuando este determino que las sociedad actual era capaz de comprender el complejo sistema que los regia, sin embargo, as opiniones se dividieron entre los que apoyaban esta gestión y los que estaban en contra, numerosas revueltas se dieron en todo el país y los inspectores fueron enviados junto a sus subordinados a suprimir aquellas revueltas. Tsunemori Akane, de 44 años de edad por ese entonces, había permanecido soltera desde la casi desaparición de su equipo y continuaba sirviendo al sistema aun en contra de su voluntad, fue abatida en medio de los disturbios al igual que el resto de su equipo, entre los que destacaban Ginoza Nobuchika, Kunizuka Yayoi y Shimotsuki Mika, de todos ellos, solo Tsunemori fue rescatada con "vida" quedando confinada a una silla de ruedas totalmente imposibilitada de continuar con sus funciones de inspector y sus días se redujeron a ver como la sociedad y los civiles que juro proteger eran sometidos por el poder del sistema Sibyl.

Año 2135, la sociedad fue sometida a una dictadura por Sibyl empleando la fuerza, acabando con todos aquellos que se oponían a la "sociedad perfecta" que el sistema planteaba. El país se dividió y las ciudades más importantes fueron cerradas a los rebeldes, se les privo de todo beneficio y fueron relegados a zonas desiertas sin comodidad alguna, poco después los relegados se alzaron en armas bajo la dirección del desparecido Kougami Shinya y con él, Tsunemori Akane.

Año 2136, Las fuerzas rebeldes fueron reducidas y los lideres, Kougami Shinya y Tsunemori Akane, fueron abatidos en medio de los disturbios por el nuevo armamento diseñado por Sibyl, los insurgentes fueron relegados rápidamente y aquellos que eran considerados aptos para la nueva sociedad, fueron llevados a los centros de las ciudades principales para conformar la nueva "sociedad ideal" y aquellos que eran considerados escoria por seguir en contra del sistema, eran eliminados o "desterrados" a los limites fronterizos del país donde carecían de los servicios básicos y alimento, eliminando cualquier tipo de revuelta.

Año 2137, la nueva sociedad ha perdido toda esperanza de "libertad" ante el despliegue de poder de parte del sistema y se someten completamente al nuevo orden, un nuevo gobierno se alza en el país y con él, un nuevo estilo de vida regido por las máquinas y el oráculo de Sibyl.

-No debes tergiversar la historia de esa forma Akane –Regaño una muchacha de unos 15 años aproximadamente, quitándole el libro que leía a su amiga- Podrían castigarte por eso

-Solo digo la verdad Yuki –Replico la aludida bebiendo el té que tenía en frente- A esto no se le puede llamar vida…

-Siempre dices lo mismo Akane –Dijo Yuki emitiendo un cansado suspiro- Si alguien te escuchara hablando así creería que estas en contra del sistema

-Sibyl… -Susurro Akane observando la taza de té entre sus manos- Dime Yuki… ¿Qué es exactamente el sistema Sibyl? ¿Algo que facilita la vida de las personas? ¿Un sistema justo de gobierno? O por el contrario… ¿Es en realidad algo que le ha quitado al "humanidad" a la gente? –Cuestiono a la muchacha frente a ella- Desde donde yo lo veo, Sibyl no es más que una Dictadura fascista que se valió de la fuerza para imponer sus ideas de "sociedad perfecta" a los habitantes de este país, controla todas las actividades de la vida social e individual de las personas, este sistema violenta los derechos individuales de cada uno e incluso trata de controlar los pensamientos de la gente de una forma tan sutil, que nadie lo nota o al menos pretenden no hacerlo –Agrego apretando la taza que sostenía- Selecciona y desecha a las personas como si fuesen objetos, los diferencia en inspectores y ejecutores y estos últimos ni siquiera son considerados seres humanos, los usan como armas y cuando mueren los reemplazan con otro "perro" y nadie siquiera los recuerda…

-Akane… -Dijo Yuki en un susurro observando a su amiga-

-En el año 2137 la humanidad perdió toda su dignidad, Yuki –Replico la castaña con seriedad- Vivimos en una falsa utopía, la libertad social no existe a pesar de que el sistema trate de disfrazar esta realidad, somos dirigidos por un grupo de cerebros que alguna vez fueron criminales…

-Si te soy sincera Akane, No entendí la mitad de lo que dijiste, bueno, cuando te pones en "modo revolucionario" casi nunca te entiendo –Replico la muchacha causando que Akane sonriera ligeramente ante las palabras de su amiga- Aun así, puedo decir una cosa, Sibyl puede ser lo que quieras pero gracias a ellos la sociedad actual es mejor que antes, los crímenes se redujeron considerablemente y…

-¿Cómo defines el crimen entonces? –Cuestiono Akane ante el comentario de su amiga- ¿Qué criterios se usan para definir el bien y el mal?

-Bueno… supongo que quienes están en contra del sistema son los malos… -Respondió la aludida con cierta duda- Digo… Sibyl está para proteger a las personas, en pocas palabras… es la justicia en este país ¿No?

-Eso es relativo, después de todo, el termino de "justica" es bastante ambiguo… -Explico la castaña confundiendo más a la muchacha frente a ella- Solo piénsalo Yuki, si en la revolución del 2136 las fuerzas rebeldes hubiesen ganado, en estos momentos ellos serían los "buenos" y los seguidores de Sibyl serían considerados criminales, los rebeldes hubiesen sido quienes impartieran "justicia" en este país en contra de los "criminales" de Sibyl, entonces… ¿Qué es exactamente la justicia en este lugar? ¿Sobre qué valores se basa Sibyl para decir que…?

-¡Vamos Akane! ¡Deja de pensar en eso! ¡Es el año 2250! ¡Eso paso hace más de 100 años! –Exclamo Yuki tratando de que Akane dejara aquellas "ideas extrañas" antes de que se metiese en problemas- No importa cómo, la sociedad es mejor ahora gracias al sistema Sibyl y nosotras somos unas simples estudiantes aun ¡Disfrutemos de la escuela! –Dijo la muchacha poniéndose de pie jalando a la castaña- Así que deja de pensar en esos temas tan complicados, olvida esas ideas revolucionarias y date prisa o llegaremos tarde a clase

Un suspiro escapo de boca de la muchacha mientras seguía a su mejor amiga con dirección al salón, el segundo turno de clases comenzaría pronto y aunque la cafetería de la escuela, que era el lugar donde estaban hasta hace poco, no estaba demasiado lejos, debían acelerar el paso para llegar antes que la clase diera comienzo. De camino pudo ver lo tranquila que resultaba la vida dentro de las "burbujas" que era en lo que se habían convertido las ciudades principales del país después de las revueltas causadas años atrás, las mismas que contrastaban con la decadente vida que llevaban las personas fuera de esta, una ligera sonrisa se formó en sus labios al pensar en esa situación "Pobre gente ignorante" se decía mientras seguía caminando "Viviendo en una mentira tan frágil como su propio nombre lo decía, una burbuja que podría explotar en cualquier momento". Poco después ambas muchachas llegaron a su salón con el tiempo justo para comenzar sin problemas, aunque eso poco o nada le importaba a Akane pues la clase en la que estaban era Historia, o como le decía ella "la clase del lavado de cerebro" pues relataban lo ocurrido hace décadas de tal forma que buscaban convencer a las nuevas generaciones que Sibyl era lo mejor para la sociedad, una reverenda estupidez si le permitan opinar.

Tsukatani Akane era estudiante de primer año de preparatoria en una de las escuelas más prestigiosas del país, la más importante para ser precisa pues aquella escuela compartía el campus con la academia de policía a cargo de Sibyl, donde los más destacados alumnos se formaban para convertirse en futuros inspectores a cargo de la seguridad de la ciudad, claro que no todos tenían que ser inspectores, pero si la gran mayoría, pues todos los que era admitidos en esa escuela terminaban trabajando en puestos importantes en los distintos ministerios que habían, si, estudiar allí era tener un pase directo para una vida fácil, pero también aburrida, o al menos eso pensaba Akane.

Ella había sido diferente desde pequeña, su Psycho Pass era casi inalterable y en alguna ocasión había llegado a ser blanco puro y por eso era considerada "Especial" no tenía muchos amigos pero eso no le molestaba, al contrario, eso le daba más tiempo para leer y es que, aun cuando era pequeña, sus intereses de lectura eran considerados bastante complejos, era extraño, pero desde que tenía uso de razón cosas como juguetes u otros objetos para niños de su edad no llamaban su atención. Fugunaga Yuki era una de sus amigas más cercanas, un poco tonta quizá, pero se las arreglaba de alguna forma para darle buenos consejos y ayudarla a "socializar", tal vez Akane no estaba conforme con su vida, pero tener amigos como Yuki o Kaori, otra amiga de la infancia suya, siempre la alentaba.

La clase de historia era realmente aburrida e innecesaria para Akane pues ella conocía de memoria lo ocurrido durante la revolución, por lo que pidió permiso para salir a los servicios, aunque en realidad fue a la azotea de la escuela, que era el único lugar donde podía estar sola para leer o dormir un poco, cualquier cosa antes que seguir en el salón. Se sentó en el suelo con un libro en la mano "¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?" decía el título en la portada del mismo, se recostó contra la pared de la pequeña habitación que allí había y retomo la lectura de aquel libro en donde la había dejado la noche anterior, sin embargo, no pudo avanzar mucho pues el sueño la venció y termino sumergida en una profundo y extraño sueño.

Se veía a sí misma, no estaba segura de su edad, pero si podía decir que era mayor que ella y un poco más alta, estaba de espaldas a ella vestida con un conjunto negro, de pie en la azotea de un edifico alto, muy alto, podía verse toda la ciudad desde esa posición, sin embargo, una voz masculina al lado de su "yo" mayor, le hizo notar que no estaba sola, un hombre alto vestido también de negro permanecía de pie junto a ella, apoyado en la baranda que rodeaba el lugar, no podía verle le rostro porque estaba de espaldas también, pero ambos parecían estar en medio de una conversación y, aunque ella no entendía bien de que iba, algo le decía que aquello era importante.

-Aunque digas que ellos tenían estaban destinados a eso –Dijo la voz grave del sujeto- Pienso que, quien tenía un destino inevitable con Makishima, eras tú

-¿Por qué lo dices? –Cuestiono su yo adulto-

-Porque tu elegiste profesión sin influencia de nadie, en el caso de Kougami, todo fue por culpa mía –Respondió el aludido mientras Akane se preguntaba ¿Quién era Kougami?- Yo me convertí en inspector para estar cerca de mi padre y al saberlo, Kougami decidió convertirse en uno también, por eso conoció a Sasayama y después a Makishima. Si él no se hubiese convertido en inspector, ni siquiera hubiese tenido conocimiento de la existencia de Makishima –Explico el sujeto- Por el contrario, tú te uniste a las fuerzas policiales buscando un lugar al que pertenecer, tarde o temprano te hubieses encontrado con ese sujeto

-Suena razonable, pero… sigo pensando que ese par estaba destinado a encontrarse –Contesto su "yo" mayor- A veces me pregunto, si Sibyl no existiera… ¿Esos dos podrían haber sido amigos? –Pregunto la castaña, aunque Akane sentía que sus palabras no iban dirigidas al hombre junto a su Yo mayor- Eran bastante parecidos…

-En otra vida quizá –Respondió el aludido posando la vista en su yo adulto sin que Akane pudiese verle el rostro aun- Es tarde, será mejor que entremos

Y Akane solo vio a su yo adulto asentir ligeramente, pero cuando ambos giraron ella no pudo verles el rostro pues todo se ilumino con un destello de luz que no supo de donde vino, y despertó al instante. Abrió los ojos pesadamente mientras los rayos de sol le empañaban la vista, por lo que trato de cubrir su rostro con su antebrazo, pero no pudo hacerlo y fue entonces que noto la chaqueta de alguien cubriendo su cuerpo y agradable aroma desprendiendo de ella, dirigió la vista hacia el frente y se encontró con la silueta de alguien bastante alto al que no podía ver claramente pues estaba contra la luz, eso claro, hasta que el sujeto se acercó y solo entonces pudo ver su rostro, un hombre de tez clara y finas facciones, delgado y de un particular cabello blanco, de ojos inexpresivos ojos dorados que contrastaban con la falsa sonrisa que formaban sus labios.

-Extraño lugar para tomar una siesta –Dijo el albino poniéndose en cuclillas frente a la muchacha- Señorita estudiante de preparatoria

-Tu…. ¿Quién eres? –Cuestiono con desconfianza la muchacha pues aquella sonrisa le resultaba sospechosa al contrastar con su fría mirada, además de que no parecía ser parte del cuerpo estudiantil- No llevas el uniforme de la escuela ¿Cómo entraste?

-Soy estudiante de la academia de policía y vine a dar un paseo por mi antigua casa de estudios –Respondió el aludido sin perder aquella falsa sonrisa- Estabas dormida cuando llegue

-Esta chaqueta… es tuya ¿Cierto? –Cuestiono la castaña recibiendo un asentimiento como respuesta- Gracias y disculpa las molestias –Agrego Akane con cautela, entregándole la prenda al extraño- Es raro ver a alguien de la academia por aquí

-Lo sé, pero la palabra "normal" no es algo que pueda asociarse conmigo –Respondió el aludido y por un momento, Akane pudo notar un cambio en su mirada, algo distinto, aunque no supo decir que era- Por cierto, interesante conversación la que tuviste en la cafetería con esa chica

-¿Conversación? ¿Nos escuchaste? –Cuestiono la castaña recordando su plática con Yukki y eso solo aumento su desconfianza- Primero la cafetería y ahora la azotea ¿Me estas siguiendo?

-¿Qué pensarías si dijese que sí? –Respondió el aludido con otra pregunta-

-Creería que eres un acosador –Contesto la castaña con seriedad obteniendo una media sonrisa como respuesta- Entonces… ¿Qué quieres de mí?

-Nada en especial –Respondió el aludido poniéndose de pie, siendo imitado por la castaña que en ese momento noto la diferencia de alturas que había entre ambos- Solo me resulto interesante la opinión que tenías sobre el sistema –Agrego colocándose la chaqueta al hombro- Es raro encontrar a alguien tan joven que se preocupe por cosas como esas ¿No crees? Señorita…

-¡Akane! –Exclamo Yuki apareciendo de improviso en el lugar- ¿Por qué tardas tanto? Otonashi-sensei está furioso porque despareciste, será mejor que volvam… -Agregó deteniéndose al notar la presencia de alguien y por un momento, al ver los ojos del sujeto, un escalofrió recorrió su cuerpo-

-¿Yukki? –Pregunto Akane notando cierto temor en los ojos de su amiga- ¿Sucede algo malo?

-N-no… no pasa nada –Contesto la muchacha esbozando una sonrisa tratando de restarle importancia al asunto- ¿Quién es tu amigo, Akane? No creo haberlo visto antes

-Nos acabamos de conocer –Respondió la castaña con inmutable expresión- Es un estudiante de la academia de policía y solo está de paso por aquí

-Mucho gusto, mi nombre es Yukki –Dijo la muchacha con una sonrisa en el rostro dirigiéndose al albino- Esto… ¿Cómo te llamas?

-Mi nombre es… -Respondió el aludido viéndose interrumpido por el timbre que indicaba el final del turno-

– ¡Ha! ¡Ya terminaron las clases! –Exclamo Yukki alarmada por la tardanza- ¡Tenemos que volver Akane!

-Con permiso –Dijo Akane con expresión inmutable al extraño, para luego volver al salón seguido de Yukki-

Y sin decir más palabra ambas chicas se marcharon, dejando tras ella al extraño desconocido, que simplemente esbozo una media sonrisa al verlas marchar, centrando su mirada en la joven castaña mientras una sola palabra salía de su boca "interesante".

Para cuando llegaron al salón de clases solo el profesor estaba allí, y ciertamente estaba molesto con la castaña, que se limitaba a escuchar en silencio las reprimendas del mayor "El que tenga las mejores calificaciones de la escuela no le da derecho a saltarse las clases, señoritaTsukatani" decía el sujeto mientras Akane fingía escuchar lo que este decía, cuando en verdad, su mente estaba centrada en salir del salón e ir por los libros que quería comprar. Después de unos interminables 10 minutos de regaños, el maestro por fin las dejo ir, un cansado suspiro salió de boca de Akane mientras caminaba a la salida del edificio junto a Yuki, fuera, las esperaba Kaori, una amiga de la infancia también, que, aunque no iba al mismo salón que ellas, estaba en la misma escuela, por lo que se reunían siempre después de clases para salir a pasear.

-¿A dónde iremos hoy? –Cuestiono Yukki con emoción- ¡Yo quiero ir al karaoke!

-Sobre eso… lo siento chicas, esta vez no podré ir –Se disculpó Akane con sus amigas- Hoy llegan nuevos libros al campus y quiero comprar algunos

-No entiendo tu gusto por los libros Akane –Regaño Yukki- Puedes descargarlos de internet sin tener que ir a comprarlos, además… ¿Todavía venden esas cosas? –Cuestiono con cierta confusión- Creí que solo estaban en los museos

-Hay una biblioteca en el campus Yukki, Akane quiso venir a esta escuela justamente por eso ¿No lo recuerdas? –Dijo Kaori con una media sonrisa ante lo despistada que podía ser la muchacha- Este lugar cuenta con una amplia colección de libros tienen varias copias, así que también están a la venta, pero no es muy común que alguien los compre

-Akane siempre ha sido un bicho raro –Bromeo Yukki dirigiéndose luego a la castaña- Bueno, nosotras nos vamos, ¿Segura que no quieres venir?

-No, así está bien –Respondió la castaña despidiéndose de sus amigas- Nos vemos mañana

Las muchachas simplemente asintieron y se marcharon, mientras Akane tomaba un camino diferente con dirección a la biblioteca, la última vez que estuvo por allí supo que traerían nuevos libros y había varios títulos interesantes que quería comprar antes de que alguien más lo hiciera, pues si bien era como dijo Kaori y casi nadie compraba libros, habían también personas que si lo hacían, dos en particular, a una la conocía desde hace tiempo, pero a la otra no la había visto nunca, sin embargo, era precisamente este último quien se llevaba los libros que ella quería por lo que acelero el paso y se encamino al lugar.

Estaba recostado en una de las bancas que habían el campus mientras leía un libro esperando la llegada de un compañero, cuando la vio pasar rápidamente frente a él, parecía tener prisa pues ni siquiera noto su presencia y ciertamente era difícil no notar a alguien "durmiendo" en medio del campus y más si se tenía un peculiar cabello blanco como el suyo, sin embargo, ella había pasado completamente de él y a juzgar por la dirección en la que iba, estaba de camino a la biblioteca, sonrió ligeramente ante esto mientras la veía correr y hubiese continuado observándola, a no ser porque la voz de la persona a quien esperaba capto su atención.

-Quien solo se ríe, es porque de sus maldades se acuerda –Dijo el recién llegado mientras que el muchacho se incorporaba de la banca- ¿Sucedió algo bueno? Es raro verte sonreír

-Encontré un espécimen interesante –Respondió el muchacho posando la vista en el sujeto frente a él- Tardaste Choe

-Apenas termine de dictar clases –Contesto el aludido, un hombre de unos 40 años, quizás menos, poseedor de una zorruna expresión y que laboraba como maestro de ciencias tecnológicas en la academia de policía de Sibyl- Clases a las que por cierto, tenías que asistir, pero veo que preferiste dormir –Agrego notando como el albino no le prestaba demasiada atención y por el contrario, tenía la mirada puesta en el camino que llevaba a la biblioteca- El "espécimen" que mencionaste debe ser realmente raro, pareces bastante interesado en el

-Es… inusual –Respondió el albino esbozando una media sonrisa- En todo caso, tendrás que ir solo por los programas que querías –Dijo de repente el muchacho- Tengo algo que hacer

-De acuerdo –Dijo el aludido- Nos vemos después… al final ni siquiera me escucho… -Susurro al ver como el albino estaba ya de camino a la biblioteca- Ese espécimen… pobre de él…

Y con aquellos sentimientos de "compasión" para con el alma desdichada que se había convertido en el objetivo del albino, se encamino al estacionamiento para marcharse a comprar los programas que necesitaba.

Fue un alivio para Akane saber que los libros que quería aún no habían sido comprados, uno de los Drones a cargo de las instalaciones le informo que aún no habían sido vendidos los ejemplares que quería, para luego indicarle el estante en el que se encontraban. Camino luego hasta su "objetivo" revisando los otros libros que allí se exhibían ya antes de encontrar el que buscaba, vio uno que capto su atención por el peculiar título que ostentaba "Reencarnación" decía en la portada, cosa bastante extraña pues en la época en la que vivían, era raro que alguien aun creyera en cosas como esas y lo era más aun, que alguien se tomase la molestia de leer sobre ese tema, eran contadas las personas que tenían conocimiento sobre eso, incluso ella había leído muy poco sobre el tema; de repente, fragmentos del extraño sueño que tuvo en la azotea vinieron a ella junto a algunas definiciones que había leído antes del término reencarnación, algunos libros relataban historias de personas que afirmaban tener recuerdos o sueños de vidas anteriores, de lugares o personas que habían conocido en vidas pasadas y de repente, aquel libro se hizo más interesante para ella que en un principio, sin embargo, estaba bastante alto y no había ninguno de los Drones asistentes cerca, por lo que se puso de puntillas y estiro el brazo tratando de alcanzar el ejemplar de ese libro, pero no podía alcanzarlo dada la distancia y ella no era precisamente alta, estaba a punto de desistir y dejar pasar aquel extraño libro, cuando sintió a alguien tras ella cubriendo su cuerpo y que fácilmente alcanzo aquel ejemplar, reconociendo el mismo perfume que cuando despertó en la azotea.

-Un título bastante interesante –Dijo el recién llegado mientras Akane volteaba a verlo- ¿Todos tus gustos son así de peculiares?

-¿Otra vez tú? –Cuestiono Akane reconociendo en el recién llegado al muchacho de cabello blanco que conoció hace poco- Empezare a creer que en verdad eres un acosador

-Vine a recoger unos libros –Respondo el aludido mostrándole a la castaña algunos libros que llevaba en la mano izquierda- ¿Ves? No te estoy sig…

-¡Ha! ¡Esos libros! –Exclamo Akane señalando al albino bajando luego la voz al recordar donde estaban- Esos libros son los que yo pedí… Entonces…-Agrego cayendo en cuenta de algo- el otro sujeto que se lleva los libros… eres tu…

-Prefiero los libros físicos, los digitales no tienen carácter –Respondió el aludido revisando el libro que había tomado en lugar de Akane- Este parece interesante, lo añadiré a mi colección

-¡Espera! ¡Es la última edición que queda! –Exclamo Akane queriendo quedarse con el libro- No vendrá otra hasta el próximo mes

-¿Deberíamos compartirla entonces? –Cuestiono con una media sonrisa el albino- Puedo prestártelo cuando termine de leer

-Yo lo vi primero… -Replico Akane desviando la mirada del sujeto frente a ella-

-Estoy seguro de que en verdad se vuelve a vivir –Dijo el albino citando a Sócrates, captando la atención de la castaña- Que la vida emerge de la muerte y que las almas de los muertos están vivas

-No existe la muerte –Replico Akane en un contraataque reconociendo al autor de aquella frase pues en algún compendio filosófico sobre Sócrates la había leído- ¿Cómo puede existir la muerte si todo es parte de Dios? El alama jamás muere y el cuerpo nunca está verdaderamente vivo

-Isaac Bashevis ¿He? –Dijo el albino con una media sonrisa reconociendo también la frase dicha por la castaña- Buena respuesta Akane-chan

-No recuerdo haber permitido que me llamases así –Replico la castaña- Tampoco sé cómo te llamas y no creo que te guste ser llamado acosador

-Mi nombre es Masashima –Contesto el albino con una media sonrisa colocando el libro sobre la cabeza de Akane, acercando luego sur rostro al suyo- Masashima Shougo

-No creo que sea necesario estar tan cerca para presentarte –Dijo Akane sin atisbos de nerviosismo a pesar de la cercanía del peliblanco- ¿No crees Masashima-san?

-Tu… en verdad eres diferente –Replico el albino en lo que Akane reconoció, por vez primera, una genuina sonrisa, acercando su mano a la mejilla derecha de la castaña- Un espécimen bastante rar…

-Akane –Dijo una voz grave apareciendo en el lugar, mientras el albino alejaba la mano de la estudiante-

-Shinya-san –Respondió la castaña acercándose al recién llegado, un joven de cabello negro y tez blanca, tan alto como el albino, amigo suyo desde hace tiempo y actual estudiante de la academia de policía cursando el último año antes de graduarse- ¿Qué haces aquí?

-Lo mismo pregunto yo, se supone que saldríamos hoy ¿Recuerdas? –Cuestiono el pelinegro acercándose a ella- Gino, tu y yo

-¡Cierto! –Exclamo Akane recordando que había quedado con ellos días atrás- Lo siento, olvide eso… -Agrego deteniéndose al notar cierta tensión entre el peli negro y el albino mientras Shinya parecía querer ocultarla tras el- Esto… ¿Ustedes se conocen?

-Hisagi Shinya –Dijo el peliblanco ante las palabras de Akane- 20 años, alumno destacado de la escuela de policía, los puntajes alcanzados durante sus exámenes superan por mucho el promedio general, se espera que se convierta en el mejor inspector de la fuerza policial actual –Agrego con una media sonrisa- ¿Cómo no conocerlo? Es el modelo de ciudadano según el sistema Sibyl

-Masashima Shougo –Replico el pelinegro con seriedad manteniendo a Akane tras el- 19 años, estudiante de segundo año en la escuela de policía, ha roto varios record de notas desde que ingreso a las fuerzas policiales, poseedor de una "particularidad" que lo hace valioso para Sibyl –Dijo el pelinegro y por un momento, Akane pudo notar un minúsculo cambio en el albino ante la mención de esa "particularidad"- Es conocido aun entre los de ultimo año

-Ok, se conocen muy bien, yo soy Tsukatani Akane, una simple estudiante de preparatoria que solo quiere comprar un libro –Replico Akane rompiendo aquel tenso ambiente con aquellas palabras- ¿Creen que pueda hacerlo ahora?

-Definitivamente eres extraña –Dijo Masashima con una media sonrisa a la castaña, sintiendo un aura desagradable de parte de Shinya- En todo caso, nos vemos después

-¿Qué hacías con él? –Cuestiono Shinya con seriedad a la castaña una vez el albino se fue, mientras que la aludida trataba de alcanzar otro libro- Te hice una pregunta, Akane –Agregó el pelinegro alcanzando con facilidad el libro de la castaña para luego entregárselo- Al menos finge que me escuchas

-Perdón, no te escuche ¿Qué decías? –Pregunto la castaña prestándole atención al pelinegro una vez hubo conseguido lo que quería- ¿Shinya-san?

-Nada, solo salgamos de aquí –Dijo el pelinegro desordenando los cabellos de la estudiante- Gino debe estar congelándose en el auto

-A todo esto ¿Cómo supiste donde estaba? –Cuestiono la castaña mientras salían del local-

-Me encontré con tus amigas cuando fui a buscarte –Dijo el pelinegro mientras caminaban hasta el estacionamiento donde los esperaba Gino- Me dijeron que viniste aquí, así que vine a verte, no esperaba encontrarte con ese Masashima –Agrego cambiando su semblante a uno más serio- Por cierto, evita estar a solas con él, hay algo en ese sujeto que termina de convencerme, incluso en la academia dicen que es bastante extraño

-¿Tú crees? –Cuestiono la castaña con cierta duda- A mí no me parecía mal tipo, al contrario, tiene buen gusto para los libros y parece una persona interesante…

-Solo guarda tu distancia –Replico el pelinegro desviando ligeramente la mirada- Y no solo con él, no debes estar a solas con otros hombres

-Si no te conociera, diría que estas celoso Shinya-san –Dijo al castaña esbozando una ligera sonrisa sin notar el ligero rubor en las mejillas del pelinegro- Pero como te conozco, sé que eso es imposible… -Agrego divisando al fin el auto de Gino, que permanecía con la espalda apoyada en él, frotando sus manos tratando de entrar en calor- ¡Gino-san! ¡Hace tiempo que no te veía!

Y sin siquiera reparar en la expresión de Shinya ante sus palabras, Akane se acercó rápidamente a Gino, otro de sus pocos amigos de infancia, un joven de 20 años al igual que Shinya, de negros cabellos también y un poco más alto que él, que también cursaba el último año en la academia de policía. Tras ella, iba a un paso más lento Shinya, que sonreía sutilmente ante lo ingenua que ella podía ser ¿Imposible que estuviera celoso? ¡Claro que no! Esta celoso y bastante, celoso de Masashima, que estuvo más cerca de sus labios que el en varios años, celoso de Gino, que era el motivo por el que ella sonreía en ese momento, celoso de sus compañeros de clase, que pasaban más tiempo con ella que él, estaba celoso la mayoría del tiempo, pero ella era demasiado despistada como para notarlo, siempre había sido así y sabía que durante mucho tiempo, también lo seria.

Se habían conocido 6 años atrás, Akane era la chica nueva en la ciudad pues por el trabajo de su padre, había tenido que mudarse desde otra ciudad al norte de allí, y con lo curiosa que era desde pequeña, había salido a explorar los alrededores, aunque termino perdida y demasiado cerca de la frontera entre la "burbuja" y la zona marginal que rodeaba el lugar, ella estuvo a punto de entrar llevada por su curiosidad y fue entonces que la vieron. Gino y el habían sido criados casi como hermanos y solían pasar el rato juntos, fue precisamente en uno de sus paseos por las calles, regresando del club de futbol al que pertenecían, que vieron a la pequeña Akane a punto de salir de los límites de la burbuja, trataron de detenerla, pero al final los tres terminaron fuera y a merced de unos "lugareños" que no eran más que vándalos; recordaba que aquella vez ella, lejos de estar asustada, se las arregló para ayudar en la pelea que se había formado por lo que lograron ingresar de nuevo a la ciudad pues si bien, podía salirse de las "burbujas" solo aquellos que poseían un código de nacimiento oculto debajo de la piel de su nuca, podían ingresar a la ciudad, era así como se mantenían las barreras, aquellas "marcados" podían ir y venir entre la ciudad y zona marginal, pero nadie iba en su sano juicio por temor a contaminarse con ellos. Después de aquella "aventura" los tres se hicieron buenos amigos, solían jugar bastante con ella pero cuando el momento de comenzar los estudios en la escuela de policía llego, se distanciaron bastante, ella ingreso después a preparatoria y por eso, ocasiones como esas, en las que los tres tenían tiempo libre, eran bastante escazas.

Fueron a un restaurante, cenaron, hablaron de cosas triviales como recuerdos de infancia en los que Gino era el centro de burlas, y muchas otras cosas hasta que se hizo tarde y el momento de despedirse llego, salieron del lugar para luego subir al auto, aunque Gino se quedó fuera contestando una llamada, por lo que Akane y Shinya estaban solos en el auto, un breve momento de silencio se formó entre ambos hasta que el pelinegro se decidió a hablar, viéndose interrumpido cuando Akane tomo la palabra.

-Su graduación será dentro de dos meses ¿Cierto? –Cuestiono la castaña apretando una lata de café que llevaba en las manos, recibiendo un asentimiento como respuesta- Escuche que habrá una fiesta, trata de no beber mucho y que Gino-san no pruebe alcohol no es muy bueno con eso –Agrego sonriendo ligeramente, notando entonces la mirada del pelinegro sobre ella- ¿Sucede algo?

-La fiesta es en parejas –Dijo el pelinegro con seriedad- Debo ir con un acompañante

-Ya veo… -Respondió la castaña sujetando el hombro del pelinegro en señal conciliadora- Estoy segura de que alguna de tus compañeras querrá ir contigo –Agrego notando como Shinya emitía un cansado suspiro- ¿Dije algo malo?

-Eres increíble… -Susurro el pelinegro sujetando luego las mejillas de la pequeña castaña, estirándolas ligeramente- Estoy pidiendo que vayas conmigo ¿De dónde sacas que quiero ir con una compañera?

-Sería raro que un hombre adulto llegue con una estudiante de preparatoria –Contesto la castaña mientras Shinya liberaba sus mejillas- ¿No pensaste en eso? Eso podría dañar tu imagen

-Quizá tengas razón… -Respondió el pelinegro apoyando la cabeza en el respaldo del asiento mientras Akane asentía ligeramente- Entonces no iré –agrego sorprendiendo a la estudiante, que casi se ahoga con el café que bebía- No pongas esa cara, no hay nadie en la academia con quien valga la pena ir y no pienso ir con Gino, se vería peor que asistir a la fiesta con una menor

-Creo que hay muchas chicas en la academia de policía que estarían dispuestas a ser tu pareja en la fiesta, Shinya-san -Replico la castaña notando como el pelinegro desviaba la mirada- Gino-san no es tu única opción

-Si no vas conmigo, no iré a la fiesta –Dijo el pelinegro posando la vista en la castaña- Quedara en tu conciencia el que me haya perdido la fiesta de graduación

-Eso es chantaje –Replico Akane con mirada reprobatoria-

-Demándame –Contesto el pelinegro con una media sonrisa- Entonces… ¿Vendrás conmigo?

-No tengo otra opción –Respondió la castaña sonriendo ligeramente- Además, después de la fiesta serás un inspector oficialmente, Gino-san y tu…. –Agrego sin perder su sonrisa aunque su mirada se apagara ligeramente- Supongo que no podremos vernos muy seguido cuando empiecen a trabajar

-Es verdad –Dijo el pelinegro con cierta nostalgia al recordar lo mucho que se divertían juntos cuando niños- Pero… tendremos vacaciones y pensaba que podríamos hacer un viaje al interior del país, he oído que hay varios lugares para vacacionar ¿Qué te parece? –Cuestiono sujetando la mano de la castaña- Salir del ruido de la ciudad por unos días…

-Creo que a Gino-san le agradara la idea –Respondió la castaña confundiendo ligeramente al pelinegro- ¿Crees que podría invitar a Yukki y Kaori también? Es más divertido si más personas van con nos… -Agrego deteniéndose al notar como Shinya golpeaba ligeramente su cabeza contra el volante del auto- ¿Shinya-san? ¿Qué sucede? ¿No te agrada la idea?

-No… no es eso… -Respondió el aludido esbozando una ligera sonrisa- Creo que es una buena idea, iremos todos

-Hey ¿Pueden abrir la puerta de una vez? –Cuestiono Gino golpeando ligeramente la ventana del auto- Hace frio aquí afuera

Un cansado suspiro salió de boca de Shinya para luego abrir la puerta, Gino entro al auto y por la mirada que le dio, supo que lo había escuchado todo, ambos vieron a través del espejo retrovisor a la castaña, que se había trasladado al asiento de atrás, mientras esta leía absorta uno de los libros que había comprado y un pequeño suspiro que ella no pudo notar, escapo de boca de ambos hombres, definitivamente ella no había cambiado desde el día en que la conocieron, seguía siendo igual de ingenua que cuando tenía 9 años.

Ambos llevaron a Akane hasta su casa y se quedaron allí hasta que ella entro siendo recibida por su madre, sin embargo, aun cuando ella no podía verse más, permanecieron unos minutos en el auto estacionado frente a su casa, el silencio en el vehículo era ciertamente tenso y solo emporaba con el paso de los segundos, por lo que Shinya encendió un cigarro mientras veía a la silueta de Akane a través de las ventanas.

-Así que…. Iras con ella a la fiesta –Dijo Gino rompiendo el silencio formado entre ambos, recibiendo un asentimiento como respuesta- ¿Por qué no le dices lo que sientes? –Cuestiono al pelinegro- Es demasiado ingenua, si no se lo dices, nunca lo notara

-¿Por qué no se lo digo? -Respondió Shinya con otra pregunta, esbozando una media sonrisa mientras terminaba su cigarro- Por la misma razón que tu no lo has hecho

-Porque es una menor –Concluyo el aludido con seriedad recibiendo un asentimiento como respuesta- Lo supuse

-Pero… cuando Akane cumpla 16 hablare con ella –Dijo de repente el pelinegro captando la atención de su compañero- Según la ley, chicas de 16 años ya pueden casarse ¿No es así? –Cuestiono sorprendiendo a Gino- quita esa cara, no estoy diciendo que nos casaremos inmediatamente, sé que ella querrá desarrollarse de manera profesional y yo no se lo impediré, lo decía porque ya no sería un crimen si tengo el consentimiento de su familia

-Eso, en el caso de que ella te acepte –Replico Gino con seriedad- Yo… no pienso quedarme de brazos cruzados –Agrego posando la vista en su compañero- Llegado el momento también luchare por ella

-Que sea una pelea justa, entonces –Dijo el pelinegro con seriedad, sellando aquel "pacto" con un apretón de manos, para luego encender el motor del auto- De todas formas, ella vendrá conmigo a la fiesta

-¡Eso fue trampa! –Exclamo Gino ante las palabras del pelinegro- ¡Ha! Ahora recuerdo que querías llevártela de viaje –Replico mientras Shinya hacia caso omiso a lo dicho por el- ¡Al menos escucha lo que digo!

Y entre reclamos, burlas y demás, se alejaron de la casa de Akane, donde ella permanecía ignorante de todo lo que sucedía a su alrededor y del cambio que estaba por venir en la vida de todos.

Notas de la autora

Pues así llegamos al final de este capítulo ¿Qué les pareció? Quisiera saber sus opiniones acerca de esta nueva locura que acaba de surgir en mi cabeza XD espero que haya sido de su agrado y como siempre, comenten para saber que tal me quedo y si debería continuar esta historia o dejarla allí o. Bueno, sita vez no tengo mucho que decir, ¡Hasta la próxima!