Noche sin sueños.
Cuarto dorado
-Si lo sé preciosa… Ahora estamos en Transilvania.-Aioria estaba acostado en la cama ya vestido con el pijama. –Hubo un problema con el tren y nos quedamos varados en un pueblo, mañana a primera ahora sale el siguiente tren…
La vampiresa detrás de la puerta secreta soltó un suspiro. Uno con novia, eso era una cargada. Esperaba que no fuera como con el anterior que se quedó hablando cuatro horas con esa cosa llamada celular.
-Solo yo tengo esta suerte además me muero de hambre…-Se quejó la vampira.
-Si lo se Marín… pero deja de enojarte. Te fuiste dos semanas a Paris con Shaina y Geist…-El caballero hizo una mueca de fastidio.-No te estoy echando en cara nada… SOLO te estoy recordando que tú te fuiste con tus amigas a Francia y no me habías dicho nada. Me entere el mismo día que te ibas… Bueno el anterior, pero eso no cambia el hecho que te fuiste y casi no me avisas…-Aioria puso cara de fastidio. Marín todos los días le llamaba por celular… aunque había veces que no atendía. La idea era disfrutar las vacaciones, no andar todo el tiempo pendiente de las llamadas del águila.-Si, lo se Marín… si amor lo que digas.-Comenzó a responder con monotonía.
-Lo dije y lo repito, solo yo vengo a buscar uno con novia…-Gruño la vampiresa, si le atacaba mientras hablaba por teléfono podría levantar sospechas.-Veamos cuánto tarda en cortar el maldito teléfono…-Prendió un cronometro.
Cuarto rojo
-Maldita vieja… Decir mis nombres frente a todos…-Ángelo estaba hecho una furia mientras se afeitaba, no había podido hacerlo durante toda la misión, por lo cual aprovechaba para hacerlo ahora.-Listo… más suave imposible…-Ángelo salió del baño y se dirigió a la cama, se arrodillo frente a esta y junto las manos.-Maldita vieja… menos mal que los otros no saben que si soy católico… Ahí si se hubieran reído.-Trato de calmarse un poco.
-¿Este si es católico?-La vampiresa se relamió los labios.-La sangre de los católicos es deliciosa.
Padre Nuestro, que estás en los Cielos.
Santificado sea Tu Nombre.
Venga a nosotros Tu Reino.
Hágase Tu Voluntad.
Así en la tierra como en el Cielo.
El pan nuestro de cada día dánoslo hoy.
Y perdona nuestras ofensas.
Así como nosotros perdonamos a quiénes nos ofenden.
Y no nos dejes caer en la tentación.
Más líbranos del mal.
Amén."
-Se puso a rezar… Esta no me las esperaba…-La vampiresa sonrió…-Hace mucho que no ceno la sangre de un católico devoto.
-No sé para que sigo rezando… si ya no hay padres ni maestro que me obliguen…-Dijo el caballero mientras se levantaba…-Sera un hábito que no puedo desasirme…-El hombre se estiro y se metió en la cama…-Maldita costumbre… de nada me sirve rezar si estoy seguro que me voy a ir al infierno…-Soltó una risa desquiciada.
Se acomodó y se dispuso a dormir. Una vez que la vampira estuvo segura que dormía profundamente, debido a los ronquidos, entro por la puerta secreta. Dirigiéndose a la silueta durmiente del caballero, con la luz que entraba por la ventana, pudo apreciar el cuello del caballero ligeramente oculto por el cabello. Oía la sangre de este correr y la olía, que apetitoso olor. Acerco una mano, pero una especie de descarga eléctrica le impidió acercarla al joven.
-Qué demonios…-gruño por lo bajo, volvió hacerlo y volvió a repetirse lo mismo. Así estuvo por media hora.-Por qué razón no puedo acercármele.-Salió de la habitación. Al poco tiempo Mascara se levantó y prendió la luz.
-Hubiera jurado que escuche a alguien maldecir.-El hombre miro la habitación, no había nada en ella.-Abra sido producto de mi imaginación.
Biblioteca del palacio.
-A ver… donde esta esa cosa…-La vampiresa revisaba un inmenso volumen.-Aquí esta.
"Si se trata de un católico, en caso de que este recite alguna oración en la que evoca la protección del único dios. Los vampiros no pueden acercársele ni hacerle daño. Dado que el su dios, les ha otorgado su protección".
-"Líbranos de todo mal…" MALDITO CATOLICO… MALDITA ORACION… Justo tenía que tocarme un maldito santurrón…-La vampiresa arrojo el libro contra una pared.-Ahora me moriré de hambre toda la noche.
Cuarto violeta
-Hay… pero que les cuesta.
-Mucho.
-Kanon, no les afectara en nada tener a uno más en el grupo…-Se quejó Afrodita.
-Afrodita, no es nada contra ti… pero no puedes venir. Tienes que ir a dar tu reporte al santuario…
-Si tienes razón…-Afrodita se removió un poco- Por cierto… ¿No sientes algo raro en este palacio?
-¿Tú también? Pensé que solo Aioria estaba con eso… pero si, siento como si me estuvieran mirando…
-Pensé que era el único… Creo que debimos de hacerle caso a Aioria…-Afrodita se acurruco más dentro de las frazadas.-Siento como si algo me estuviera mirando fijo…
Afrodita no quería darse la vuelta, sentía como si algo o alguien estuviera parado justo detrás de él. No estaba errado, una de las vampiresas estaba parada al borde de la cama esperando que se durmiera.
-Yo también… Pero lo creo producto de mi imaginación, supongo que la culpa es de "Drácula", lo compre para leer durante el viaje en tren… No siempre es bueno prestarle atención a Aioria y Milo.-Afrodita soltó una pequeña risita.
-Supongo que los miedos de Aioria se nos pasaron a nosotros… Bueno… que descanses…
-Buenas noches… Que no te coman los monstruos…
-Cállate, que de por sí ya estoy asustado.
-Afrodita eres un caballero, déjate de niñerías.-Corto la conversación, vía cosmos, Kanon. Afrodita cerró los ojos y trato de dormir. Cuando el sueño se apodero de él la vampiresa se acercó al caballero.
-Que rico hueles…. Hueles… ah…-La vampiresa se tapó la nariz y salió de la habitación rápidamente por el pacillo.-ROSAS… -La vampiresa comenzó a soltar estornudos alérgicos.-Maldita sea… justo tenía que usar una colonia de rosas.-Continuo estornudando.
Habitación verde
-Sigo sintiéndome vigilado…-Kanon levanto la cara dejando que le agua de la regadera le moje el rostro directamente. –Sera mejor que deje de leer ese libro o me hare cualquier película en la cabeza… Que sea un castillo no quiere decir que este atestado de vampiros…-Salió de la regadera y se preparó para dormir.-Donde deje el libro-Saco "Drácula" de su mochila y continuo leyendo hasta que el sueño comenzó a hacerle pesado los parpados. Dejo el libro en la mesita de luz y dejo que Morfeo le abraza.
-Tardaste en dormite… Este es el que respondió "Que te importa", pensé que me hallaría con alguien más desalineado…-La vampiresa se acercó a Kanon. Suspiro sobre la oreja del joven… solo que no espero que se llevara a cabo como acto reflejo… un puñetazo. Que le hizo retroceder, ahogando un grito, con la nariz ensangrentada.-Maldito humano…-Salió de la habitación.
-¿Saga?-Kanon prendió la luz-Hubiera jurado que golpee algo…-Miro el libro, se levantó y lo metió de nuevo en su mochila.-No más "Drácula"… ya estoy soñando cualquier cosa…
Cuarto blanco
Por alguna extraña razón… Hyoga le había rogado que se llevara su cruz. Camus la tenía entre sus manos, no entendía ese deseo de su discípulo. Durante la misión la cruz que la madre de Hyoga, estuvo en su mochila de viaje. Ahora no entendía porque esa extraña necesidad de sentirla en sus manos, el simple hecho de tocarla le relajaba… Le hacía sentir ¿Seguro? No era capaz de explicar por qué… pero sentirla en sus manos le provocaba seguridad. Se la coloco en el cuello, tampoco entendía esa necesidad, y se tendió en la cama.
-Por qué… tengo tantas ganas de tener esta cosa…-Camus cerro los ojos-No estoy nervioso… ¿o si lo estoy? Maldita sea… Aioria me transmitió sus pensamientos cobardes.
-¿Camus?
-¿Que pasa Saga…?
-¿No sientes algo raro en este lugar?
-No.-No siento nada raro exceptuando el hecho que de la nada se me ocurrió ponerme el crucifijo de mi alumno, pensó para si- ¿Por qué?
-Pues no se… Siento como si algo me estuviera vigilando… Como si no estuviera solo en esta habitación.
-¿Otra vez Ares quiere apoderarse de tu cuerpo?
-NO, no tiene nada que ver con eso… Me siento acechado… No sé cómo explicarlo…
-Pues…-Camus cerro los ojos, se sentía idiota diciendo eso-Hyoga me dio su cadena… y por alguna razón… tengo el extraño deseo de llevarla puesta… No sé si me explico, pero me siento seguro con la cruz en el cuello.
-¿No tendrás otra para casos de emergencias?
-No, esta es de Hyoga… Ahora que lo pienso insistió mucho con que me la trajera con migo…Pero me sigo sintiendo… Como…
-Asechado… como si fueras un conejo al que acecha un tigre.
-Exacto… Siento como si algo me estuviera acechando… Hace rato.
-No quieres dormir por eso.
-No, realmente pienso quedarme toda la noche despierto y dormir en el viaje.
-Camus. Somos caballeros dorados ¿que nos puede pasar?
-Tienes razón, debemos de dejar de actuar como chiquilines… Buenas noches Saga.
-Buenas noches Camus.
-Vamos Camus. Eres una persona de ciencias… No puedes dejarte ganar por la superstición… No hay monstruos escondidos bajo la cama…-Camus se acostó de lado y se dispuso a dormir. La vampira salió de debajo de la cama y sonrió al caballero durmiente.
-Si hay una…-Se acercó a Camus, pero cuando quiso tocarlo… Paso lo mismo que con Ángelo, no podía. El caballero se movió dormido y la vampira vio el crucifijo en su cuello.-Cuando no, don Jesús negándome la cena. Iré por una tenaza para cortar ese maldito collar…-Salió de la habitación bastante molesta.
Cuarto Marrón
Saga no para de moverse, se sentía muy vigilado. Era una espantosa sensación. Cerró los ojos tratando de dormir, si esto seguía así se volvería loco. La vampira salió del ropero y se acercó a Saga, quien dormía del otro lado. Cuando se subió a la cama, cuando se acercó un poco más…
-Ese eso es…-Saga se dio vuelta con los ojos cerrados y golpeo a la vampiresa en la cabeza. Quien, antes que el caballero abriera los ojos y dejara de mover el atizador de la chimenea de un lado para el otro, abandono la habitación. Saga prendió el velador.
-Estoy solo… Qué bueno, solo fue… Esperen…-El caballero tomo algo de la cama, era color blanco-Esto es un… ¿Diente?-Cayo desmallado apenas le reconoció lo que tenía en sus manos.
Amanecer del día siguiente.
-¿Todos están aquí?-La anciana miro sorprendida a los siete jóvenes, que esperaban para pagar la estadía. Aioria tenía unas considerables ojeras y parecía que en cualquier momento se caía dormido. Había estado discutiendo toda la noche con Marín.
-Claro ¿Que esperaba que nos fuéramos sin pagar?-Pregunto burlón Mascara.
-No, joven no me mal interprete…-Se apresuró a decir la anciana. Quien les cobro la estadio y hecho un poco más a los 7 guerreros. Por alguna extraña razón, Milo se fue con una sonrisa de oreja a oreja de ese palacio.- ¿Que le habrá pasado a las señoras…?
Estudio del castillo.
-Maldito infeliz me rompió la nariz…-se quejaba una.
-Cállate, que el hermano me bajo un colmillo.-Dijo otra con un poco de hielo en la cara.-Ese maldito dormía con el atizador de la chimenea al lado…
-¿Y YO? Toda la noche discutiendo con la novia… Me morí de hambre y de aburrimiento.
-Ese maldito del italiano-comento indignada-Recito el padre nuestro y se protegió… me quede con ganas de beber sangre italiana.
-Me canse de buscar las tenazas… ¿dónde las metieron?-Las otras se encogieron de hombros-Estuve a una tenaza de la cena…
-Y ese apestaba a rosas…-la otra seguía estornudando-maldita sea mi suerte.
-Pues… yo no me puedo quejar-La jefa entro, casi tambaleante-Que humano… por todo el infierno…
-Bueno alguien sí pudo comer…
-Sí, le comí la boca…-La vampira jefe se dejó caer en uno de los asientos-Ese esta graduado con honores en la universidad de la cama.
-¿Qué cosa?
-Lo que escucharon… -Comenzó a darse aire con una revista- Resulto ser toda una fiera, su vida a cambio de una buena noche... Pensé que no me iba hacer sentir tan bien… por eso acepte el trato… Pero me equivoque, sabe cómo usarlo.
Estación de trenes.
-Me estas jodiendo Milo.
-No.
-Entonces… En toda la noche corrimos el riesgo de ser la cena de una vampiras.
-Sí.
-Entonces si había alguien vigilándonos…-Afrodita sintió un escalofrió.
-Sí.
-Menos mal que no nos cenaron…-Saga paso saliva.-Igual creo que le baje un diente a una.-Les mostro el colmillo.-Fue un acto reflejo.
-Pues en ese caso, yo le metí un puñetazo a una creyendo que eras tú.-Informo Kanon.
-Pues yo dormí como un muerto-Informo Mascara.-Ahí viene el maldito tren…
-Pues yo no dormí y no vi ninguna vampira…-Aioria soltó un bostezo.
-Pues yo tampoco dormí y la pase excelente con una.-Milo sonrió con burla mientras los demás le miraron sorprendidos.- Si no me creen miren
Roselia Vamperis
Vampira y Administradora del hotel Vamperis.
-Te dio su tarjeta…-Le dieron vuelta a la tarjeta blanca: "Cuando quieras llámame de nuevo"
-Milo… eres un mal nacido.-Le dijo Kanon al momento de subir al tren.
Fin.
Gracias por leer espero que les haya gustado.
Lobunaluna.