Disclaimer: Todos y cada uno de los personajes son de la grandiosa autora de Los Juegos del Hambre Suzanne Collins, algunos otros son de mi invención,

así como la historia, yo lo único que hice fue divertirme un poco con ellos.


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Capitulo 1: Alejar el azul del gris

Katniss Pov.

07 de Marzo 2009

Just close your eyes

You´ll be alright

Come morning light,

You and I´ll be safe and sound

Suena en la estación de radio las últimas estrofas de "Safe and Sound", mientras estaciono el auto de mamá en el aparcamiento del Capitol Coffe. Decido sentarme a esperar en la intemperie, ya que prefiero sentir en mi piel el aire fresco que se siente en el Distrito 12, a ese aire aclimatado de allá adentro. Al acomodarme saco del bolso mi celular con la única intención de avisar a mi acompañante de mi llegada al lugar acordado. Una empleada saluda y deja la carta en la mesa, retirándose para darme tiempo a escoger mi pedido. No hace falta verlo, pues sé todo aquello que venden, he pasado gran parte de mi tiempo en este lugar, y es que simplemente los bocadillos y por supuesto el café es una delicia sin igual.

El vibrar del teléfono móvil me saca de mis pensamientos, con un nuevo mensaje de texto proveniente de Rue: "Dame cinco minutos y estoy ahí"

Mientras la espero, tomo una revista de la mesa, y comienzo a ojearla, básicamente todo lo que contiene son tips de belleza, outfit para salir de fiesta, algunos cotilleos del Capitolio, entre otras cosas. La dejo de lado para tomar el periódico del Distrito y ahí en primera plana, está anunciado el cuarto aniversario de la explosión de la antigua mina del Distrito 12, la cual dicen fue ocasionada por un descuido de los cuidadores, la realidad es que no se sabe a ciencia cierta lo que sucedió aquel día, pero sí lo que ocasiono. Dejo a varias familias sin un padre o una madre, yo por ejemplo me quede sin ambos, un padre a cargo de la minería y que justo ese día se decidiera a ir a inspeccionar y una madre que después de enterará nos abandonará a mí y a mi hermana Prim para quedarse en su letargo de sufrimiento. Han pasado cuatro años desde entonces, y mi madre ha salido de la oscuridad, ahora ella sigue con su empleo en el hospital, y quiere que yo algún día tome las riendas del Distrito minero, como lo hizo mi padre, claro que para todo eso no estaré sola ya que cuento con el apoyo de Gale Hawthorne, mi mejor amigo de la infancia y con el cual…

Aparto rápidamente esos pensamientos de mi mente al no querer arruinarme el día, dejo el periódico en la mesa y vago mi mirada por el café, topándome con un par de ojos azules ser descubiertos y apartando su mirada de mí, todo cohibido, frunzo el ceño ante su intromisión con mi persona. Cabello rubio, fornido, extraño, no jamás lo había visto por aquí.

-Hey Catnip. – la voz de Rue me hace girar a verla, dando por terminada mi lucha interna con aquel hombre desconocido.

-Ya te he dicho que no me llames así. – le reclamo al utilizar el apodo que me había puesto Gale al conocernos, al este no entender la pronunciación de mi nombre, de nueva cuenta vuelvo a estar de mal humor.

-Lo siento Katt. – se disculpa Rue. – Creo saber lo que te tiene de mal humor o ¿me equivoco?

-No te equivocas. – respondo.

-Tienes que tomártelo con calma, aun falta mucho para que eso suceda.

-Un par de años, es muy poco tiempo.

Rue suspira, haciendo una mueca con sus labios, reprimiéndolos para no dejar salir lo que tiene en mente.

-¿Qué pasa? – la interrogo.

-Lamento ser portadora de malas noticias y lamen…

-Ya Rue dime ¿qué pasa? – le interrumpo.

-Katniss, me iré a vivir a otro lado. – sus palabras me caen como un balde de agua fría.

-¿A dónde? – me atrevo a preguntar.

-Al Capitolio, a mis padres les acaban de dar una oportunidad que no pueden desaprovechar y ellos aceptaron. – cuenta Rue.

Nos quedamos en silencio, Rue con sus remordimientos y yo procesando sus palabras.

-¿Cuándo te irás? – digo después de unos minutos de silencio.

-En una semana.

-Supongo que esto es una despedida.

-Supongo que sí.

"Rue se fue y con ello llego la primavera al Distrito 12"

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23 de Septiembre 2012

Mi nombre es Katniss Everdeen, tengo veinte años y dentro de un mes voy a casarme con Gale Hawthorne, el por qué se resume a un trato que hicieron nuestros padres cuando aun estaban con vida, el cual consistía en contraer nupcias con el hijo del Sr. Hawthorne, para así obtener los bienes de las dos familias, y poder traer de las cenizas nuestro Distrito minero.

Sé que no es correcto el verme con otro hombre cuando estoy a un mes de casarme y compartir parte de mi vida con Gale, pero es inevitable no hacerlo, cuando este matrimonio me destrozará y me consumirá poco a poco, no siento amor por Gale y él lo sabe, entre nosotros sólo hay un inmenso cariño, lo conozco desde siempre, por lo que es imposible para mí el quererlo de esa forma.

-¿En qué piensas? – me pregunta el único hombre del cual estoy enamorada, el único que puede sacarme una sonrisa en mis peores momentos, el hombre del cual me tengo que alejar. Él acaricia mi espalda desnuda, mientras yo acaricio su pecho intentando relajarme y tomar valor para hacer lo que tengo que hacer.

-Tenemos que parar de hacer esto, Peeta.

-¿De hacer el amor? – pregunta inocente.

-Sexo y lo sabes. – digo firmemente.

-Para ti lo será, pero para mí no es sólo sexo. – aunque quisiera negarlo se que tiene razón, lo que tenemos no es sólo sexo. Siento sus dulces labios besar mi coronilla y como estos sonríen ante su comentario.

-Hablo enserio Peeta, esto tiene que acabar, voy a casarme dentro de un mes. – Siento su sonrisa desvanecer y su cuerpo tensar, sé que no le gusta hablar de mi futuro con Gale pero ha llegado la hora de partir, de acabar con la relacion que estábamos llevando en secreto, para el mundo sólo somos dos amigos que se conocieron en el instituto gracias a su prima Annie, pero para nosotros y ella, no podemos negar lo que nuestros corazones sienten.

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03 de diciembre 2009

Conocí a Annie Cresta tres semanas después de la partida de Rue. Su hermana Aibileen congenio demasiado pronto con Prim, y de la noche a la mañana ya tenía a Annie visitando mi casa.

"¿Ya te he dicho que mi primo vendrá a celebrar las fiestas?"

"Sí, Annie lo has hecho más de veinte veces"

"Lo siento, pero estoy emocionada… Peeta es mi mejor amigo"

"¿Y porque no viene a estudiar al 12?

"Lo hará"

Una sonrisa extraña en sus labios, hace que presienta algo que seguramente está tramando.

"¿Así que tu eres Katniss Everdeen?" – ver aquel chico rubio, fornido que no dejaba de verme en el Capitol Coffe enfrente de mí, hace que la sangre me hierva.

"No creas que no te reconozco Peeta Mellark" – lo miro amenazante, advierto a mi acompañante sobre su secreto, en el mismo momento que Annie nos deja a solas.

"¿Acaso he hecho algo que te molestara?" – pregunta haciéndose el inocente, provocándome fruncir el seño ante mi molestia. – "¿Estás molestas?"

"¿Sabías que es de mala educación quedársele viendo a mujeres que no conoces?" – aunque sabía que la norma era totalmente falsa, no quería desaprovechar el darle una reprimenda.

"Lo siento, pero no pude resistir con tan peculiar belleza" – volteo a verlo temiendo que sus palabras sean una burla para mi persona, pero fue todo lo contrario, sus labios se encuentran firmes sin dar señales de querer sonreír. Sus iris azules atraen toda mi atención olvidándome de todo y todos, mi corazón comienza a latir desenfrenado y mis manos sudan frío, rompo nuestro contacto visual en el momento que veo reflejados mis ojos en los suyos, creando una combinación un poco extraña de ver, me levanto del sofá y voy a la cocina para ayudar a Annie con la merienda.

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23 de Septiembre 2012

-Ya lo sé Katniss, no tienes porque recordarme el hecho de que te perderé y que no seas capaz de negarte a la clausula de tu padre. – me reprocha.

-No tengo elección y lo sabes bien. – me alejo de su pecho para inclinarme y sentarme en la cama, de este modo puedo verlo a la cara.

-Claro que la tienes, solo tienes miedo de enfrentarte a tu familia. – dice.

-Ya basta Peeta, no hay solución, voy a casarme, ya está decidido. – pongo punto final a nuestra discusión, por un momento nadie dice nada, por un momento el silencio abruma la habitación.

-Está bien, si es lo que quieres mandemos todo al carajo. – dice Peeta rompiendo el silencio que se creó. – Solo te pido una cosa.

-¿Qué?

-Déjame amarte solo una última vez. Después… te dejaré partir. – no tiene que pedírmelo dos veces, paso una de mis piernas al costado de su pecho, para así poder quedar yo arriba de él. Tomo su rostro entre mis manos y lo acaricio, mientras mis ojos no se despegan de los suyos azules. Acerco mi rostro al suyo, hasta juntar mis labios con los suyos y besarlo con pasión, con amor. – No te vayas Preciosa, no me dejes. – me pide, veo sus ojos con un iris más apagado y cristalino.

-No me lo hagas más difícil. – pego mi frente en su hombro derecho y reparto tiernos besos en el.

En un rápido movimiento, es ahora Peeta quien está arriba de mí, besando mi clavícula, cuello y mentón hasta llegar a mis labios. – Entonces te haré el amor como nunca nadie te lo podrá hacer y haré que cada beso que te den, te acuerdes de mi. – Vuelve a juntar sus labios carnosos con los míos en un beso más apasionado, los siento morder mi labio inferior que me hace gemir, él aprovecha e introduce su lengua en mi boca, nuestras lenguas se encuentran y juegan entre si, hasta que él abandona. – Nunca podré besar a una mujer como a ti te beso. – una sonrisa tonta se forma en mis labios, el pensar que Peeta solo podrá ser mío y que yo siempre seré de él.

Peeta vuelve a su labor solo que esta vez se entretiene besando, mordiendo y lamiendo mis pechos, tengo que morderme los labios para no soltar el hilo de gemidos que retengo ante sus caricias, aferro mis manos en las sabanas al sentir los labios de Peeta descienden por mi estomago, justo antes de que llegue a mi punto sensible lo atraigo a mis labios e introduzco su miembro en mi entrada, no puedo evitar soltar un gemido al sentirlo dentro de mí, el comienza a moverse de lento acelerado y con cada movimiento lo siento todavía más cerca de mí. Nos giramos para quedar yo arriba de él y llevar yo el control. – Yo nunca podré tocarlo, ni acariciarlo nunca así. – digo con mi respiración entrecortada, llevando mis manos por todo su cuerpo desde su rostro, hombros, brazos, hasta su abdomen. Nuestra respiración se agita, nuestros cuerpos transpiran y nuestro amor se consume.

Descanso mi cabeza en el pecho de Peeta, mientras él acaricia mi cabello tan delicadamente, que siento como mis ojos comienzan a cerrarse.

-Huyamos – dice de repente dejando de arrullarme.

-¿Qué? – pregunto adormilada. – ¿De qué hablas?

-De irnos del Distrito 12, empezar una nueva vida lejos de todos. – dice ilusionado, giro un poco mi cabeza para poder verlo a la cara, mis cejas se juntan ante su petición.

-Peeta, ¿estás loco?… no puedo dejar todo e irme y tu tampoco.

-Vamos Katniss piénsalo un momento, nadie nunca nos dirá que hacer.

-Sabes que me encantaría huir contigo, pero no es el momento apropiado para hacerlo, no puedo dejar sola a Prim, ella me necesita. – mamá había vuelto a recaer hace algunos meses, y yo no podría irme sabiendo que en cualquier momento ella podría volver a recaer y dejar sola a Prim.

-Vale lo entiendo, tenía la esperanza de que cambiaras de idea respecto a la boda. Me equivoque. Estas más que resignada a casarte con ese. Sacrificar todo lo que eres por complacer la clausula de tu padre, aunque eso te haga infeliz. – no puedo sostenerle la mirada a Peeta, mis ojos se llenan de lagrimas y no tengo el valor de retenerlas, sus palabras me hieren, se que tiene razón, pero aunque la tenga de nada sirve. – Lo siento Preciosa, lo lamento. – con su mano toma mi mentón y me hace mirarlo a los ojos, aparta mechones de cabello de mi rostro, y limpia mis lágrimas con sus pulgares.

Peeta Pov.

Imbécil. Estúpido.

Me repito una y otra vez, es obvio que ella también la está pasando mal, no tenía que descargar mi enojo con ella. Hunde su rostro en mi pecho y deja que las lágrimas vuelvan a su rostro, intento consolarla, cosa que no logro hacerlo. La frustración me domina el verla tan herida y sin consuelo, me maldigo una y mil veces más.

Al poco tiempo, siento su respiración serena, calmada, la giro un poco y compruebo que efectivamente se encuentra profundamente dormida entre mis brazos, alejo de su rostro algunos rebeldes mechones de su pelo y beso su frente tan dulce, queriendo que sienta que siempre estaré ahí para ella. Salgo de la cama sin hacer ruido y busco mi ropa regada por el frio piso, me coloco el pantalón y lo demás lo dejo sobre el cesto de ropa sucia, cubro a Katniss con una manta y la dejo descansar, mientras yo me dirijo al sofá.

¿Qué voy hacer? La pregunta circulaba por mi cabeza más de una vez. No puedo perderla, no puedo ver como ella destroza su vida, no puedo, simplemente no puedo verla y no poder besarla. Llevo mis manos a mis cabellos, revoloteándolos todavía más, intento buscar una forma que esa unión no se lleve a cabo, pero es inútil, no la hay. Ella se casara y yo seré el idiota que no podrá olvidarla.

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24 de Septiembre 2012

Katniss Pov.

Vuelvo a casa por la mañana, mi familia cree que eh dormido en casa de Annie. Ellas no saben que desde hace tres años llevo durmiendo en el departamento de Peeta. Al entrar veo a mi hermana Prim bajar las escaleras.

-Hola Patito – la saludo.

-Cuac Cuac – ella responde a mi saludo, imitando un pato.

-¿Y mamá? – la interrogo, temiendo como todos los días tener la respuesta que una vez mi hermana me dio.

-Se fue al hospital desde muy temprano, dijo que no iba a venir a comer.

-Está bien Patito, iré a ducharme.

-¿Iras algún lado? – pregunta mi hermana con interés.

-No lo creo, ¿Quieres salir a comer fuera?

-Sí. – responde ella con notable entusiasmo. – ¿A dónde iremos?

-Con Sae la grasienta.

Subo los escalones para ir directo a mi habitación, lo primero que hago al entrar por la puerta es lanzarme a la cama y estirar los músculos, toco mis labios con mis dedos índice y pulgar, me estremezco el solo pensar en el último beso que me dio Peeta.

Al abrir los ojos me encuentro con un par de iris azules mirándome, sonrió con el precioso amanecer que me regala y pensar que será el ultimo que lo haga, borra todo rastro de alegría, sus labios se adueñan de los míos en un breve beso.

-¿Dormiste bien? – me pregunta como es habitual cada mañana que despierto con él.

Y por primera vez mi respuesta es negativa.

-No del todo. – Peeta suelta un suspiro de frustración en respuesta.

-Siento no poder hacer nada al respecto, si pudiera…

-Shhh. – lo callo poniendo un dedo sobre sus labios.

-No quiero hablar de eso ahora, solo quiero disfrutar el momento ¿vale?

-Vale.

Mientras Peeta termina de preparar el desayuno, busco mi ropa por el cuarto y me dirijo al lavabo, me aseo un poco y me coloco la ropa que traía puesta el día anterior, unos jeans ajustados y una blusa holgada. Al salir el olor a comida me inunda las fosas nasales, me dirijo a la pequeña cocina del departamento de Peeta.

-¿En qué te ayudo?

-En nada, tu solo te sentaras y esperaras.

-Eso no es justo.

-La vida no siempre es justa Preciosa. – me quedo en silencio y sin mirarle, se que lo ha dicho con doble intención. Ignoro su comentario por el motivo de no iniciar otra discusión.

Peeta pone sobre la mesa, pan tostado, mermelada, huevos fritos, zumo de naranja, leche, y mi platillo favorito él. Comemos en absoluto silencio, lo único que se escucha son los cubiertos, el canto de las aves y alguno que otro auto circulando. Al terminar llevo los trastos al fregadero y Peeta me prohíbe limpiarlos. Tomo mi bolso y meto las llaves del auto en mi bolsillo del pantalón.

-Tengo que irme. – menciono de repente.

-Losé. – contesta. – No volverás ¿cierto? – me pregunta.

-No. – determino. Sus ojos se tornan tristes y sus manos temblorosas. – Bésame. – le ordeno.

No cuestiona, no pregunta, no espera que se lo diga dos veces, solo lo hace. Lentamente se acerca a mi rostro y coloca sus labios sobre los míos, nos movemos rítmicamente, tan despacio, disfrutando de los labios del otro, sintiéndonos tan miserables pero a la vez tan complementados, sabiendo que este es el adiós definitivo, poco a poco el tono del beso va subiendo, convirtiéndose en uno pasional pero sin perder el toque de dulzura, siento su lengua pidiendo permiso a entrar a mi boca, se lo concedo dejando que la mía juegue con la suya. Una lágrima resbala por mi pómulo, avisando que es el principio de muchas más. Peeta se da cuenta, por lo que retira su lengua de mi boca y cierra nuestro tan preciado beso, con uno breve nada más.

-No llores Preciosa. – intenta consolarme. – Este no es un adiós definitivo, ten lo por seguro. – me aferro a su pecho en un abrazo acogedor, él acaricia mi cabello, y yo su espalda ancha que tanto me gusta.

Me separo de Peeta minutos después, le miro a los ojos y le robo un último beso, salgo de su departamento lo más rápido que puedo, sin voltear atrás, bajo los escalones y salgo por la puerta principal del edificio para volver a casa y dejar atrás este lugar lleno de emociones.


Hola Preciosas :)

Quienes de ustedes han llegado hasta aquí, quiero decirles lo contenta que me ponen al haber dado "click" ya sea por error, por que les llamo la atención o porque ya habían leído alguna de mis anteriores historias, la que sea, pues de nuevo estoy aquí con una nueva, "STAY WITH ME" no tiene nada que ver en el contexto de "Los Juegos del Hambre" pero si con sus personajes, espero le den una oportunidad y con el primer capítulo les haya gustado lo que leyeron, si no es así pues que mal por mí, yo haré todo lo que este a mí alcance para seguir mejorando, cualquier cosa que quieran agregar, compartir saben o les comento que aquí podemos hacer o tener una buena relación.

Adentrándonos en la historia, si pudieron darse cuenta el tiempo aquí no será lineal, por eso lo de las fechas, se me hace mas fácil ir llevando la cuenta con fechas, si quieren que aparezca una en especial no duden en decirme que yo la pondré ;D así sea el día de su cumpleaños. Por cierto el lugar sigue siendo Panem, pero con los Distritos un poco modernizados.

Espero leerlas y saber su opinión...

"Quizás el pasado sea como un ancla que nos retiene. Quizás tengamos que dejar de ser quienes

somos para convertirnos en quien queremos ser." Carrie Bradshaw

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¿Review? :3