Estaba esperando a Alice en la sala de estar de mi casa, pues habíamos coordinado que ella vendría luego a pasarme a buscar para así irnos juntas al juego.

¿Alguna vez dije que Alice era una diosa de la moda? Pues sin duda que lo era. No en muchas ocasiones me maquillaba, era muy raro en mi, pero aquella noche era una en especial. Edward Cullen, el chico con el cual llevaba dos años de mi vida enamorada, me había invitado a salir. Bueno o al menos eso es lo que pienso que hizo ¿Pero que se supone que significaría "Ta vez podamos discutirlo después del juego"? En fin lo averiguaría después del juego, no tenía otra opción.

Mientras estaba pensando en la sala escuche un ruido en la cocina, sabía que Charlie intentaba prepararse algo de comer así que fui a ayudarlo, era lo menos que podía hacer por mi padre. Charlie era un hombre callado y eso me gustaba bastante, yo me parecía mucho a el, una persona reservada, tímida pero a la vez confiada y decidida en sus cosas. Yo amaba a mi padre pero era muy mala para demostrárselo, no hablábamos mucho pero nos entendíamos perfectamente.

-Hey, planeas destruir la cocina papa? -Pregunte sonriéndole, mientras me dispuse a ayudarle a hacer un puré de papas. El me miro haciendo una mueca con su sonrisa, parecía estar concentrado en lo que preparaba.

-Solo estoy cocinando este pescado bella, no te alteres. -Dijo mientras volteaba el pescado en el sartén -¿Quieres que te guarde un poco?

-No, gracias papa. Cenare luego del juego con un amigo. -Dije tratando todo lo posible por no sonar emocionada. Pero Charlie me conocía demasiado.

-Un amigo eh? lo conozco? -Pregunto haciendo un gesto de incredulidad.

-No lo creo. Pero su padre es Doctor. Su nombre es Edward Cullen. -Dije ruborizandome. Dios por que me sentía tan nerviosa, no es como si nunca le hubiese dado la charla a Charlie sobre un chico. Nos teníamos mucha confianza, pero hablar de Edward era diferente.

-Oh es un Cullen eh? Si conozco a su padre, un gran hombre, pero ¿Que pasa con Jake? Pensé que volvieron. -Dijo mi padre colocando el pescado en un plato junto al puré de papas que ya había terminado de hacer.

-Jake y yo rompimos hace mucho tiempo papa, superalo, no volveré con el. Este chico de veras me gusta. -Dije bajando mi mirada y ruborizandome en un todo escarlata que parecía un tomate.

Mi padre me miro con rostro enmudecido, luego asintió y dijo: -Ya de acuerdo, es que enserio me agradaba jake. Pero esta bien es tu decisión. Y este chico Eduardo va a pasar por ti?

-E.D.W.A.R.D. -Dije pronunciando cada letra de ese bello nombre. -Y no, Alice vendrá, iremos a ver un partido de fútbol donde el jugara y luego el me llevara no se a donde para cenar. -Mire disimuladamente al rostro de mi padre para poder ver su reacción. Su rostro estaba recio, como meditando en lo que acababa de decir, pero luego se tranquilizó y dijo: -De acuerdo, pero no llegues muy tarde Bella.

-No lo haré papa. -Y en ese momento escuche la bocina de Alice avisándome que había llegado. Le di un beso de despedida a mi padre y salí al encuentro con Alice.

-Hola Bella ! Lista? -Exclamo Alice mientras subía al asiento de co-piloto.

-Si, lista -Dije imitando su tono.

-Veo que decidiste ponerte la blusa azul cielo eh... Me gusta. Y Oh Por Dios -Dijo haciendo énfasis en las últimas tres palabras- te pusiste rímel y lápiz. Edward debe gustarte bastante eh?

Sonreí ruborizandome y mire por la ventana del vehículo pensando en Edward y en que pasaría aquella noche.

Llegamos a la escuela y nos encaminamos hacia las gradas buscando buenos asientos para poder ver mejor el juego cuando me encontré a Jacob llegando con un grupo de chicos vestidos con el uniforme de fútbol de su institutos, unas hombreras gigantescas y uno casco en el brazo izquierdo.

Bella! -Dijo Jacob emocionado mientras me levantaba del suelo en un fuerte abrazo. Le devolví el abrazo animadamente, tenía mucho tiempo que no veía a jake. Ya me hacia falta mi amigo.

-Como estas Jake? -Dije sonriéndole amigablemente.

-Bien, bien. Aquí preparándome con los chicos.- Señalo al grupo de chicos y cada uno se presentó y se alejaron de nosotros llendo con otros chichos que estaban calentando. -Y tu como has estado bella? -Me pregunto tomándome de la mano y dándome una feliz sonrisa. Algo que caracteriza muy bien a Jake es que siempre anda con una sonrisa que te inspira confianza.

-Estoy bien. Lamentando el hecho de que perderán hoy. -Le dije colocando el purgar de mi otra mano libre hacia abajo y haciéndole un gesto con la lengua. Nos reímos un rato pero nos detuvimos cuando un brazo se posó en mi hombro inesperadamente. Me quede en pánico e inmediatamente solté la mano de Jacob. Edward estaba a mi lado abrazandome por encima del hombro con su uniforme de fútbol con una insignia de Gladiador que era el logo de Forks High School y una sonrisa despreocupada, como que si lo que estuviera haciendo fuera tan normal, mientras que yo por dentro estaba muriendo, mi corazón latía a mil por hora y no podía dejar de mirar a aquel rostro perfecto.

-Jacob. -Dijo Edward a modo de saludo.

-Edward. -Respondió Jake, su sonrisa desvaneciendose de su rostro.

-Listo para perder? -Dijo Edward con una sonrisa llena de confianza.

-Ya lo veremos. -Respondió jake, luego se volvió hacia mi y dijo : Nos vemos después bella?

-Bella ya tiene planes para después Jacob pero gracias por preocuparte, si nos permites un momento te lo agradecería mucho. -Dijo Edward en un tono tan sorprendente dominante que Jacob sólo asintió me miro de nuevo y se volvió hacia donde sus amigos que terminaban ya con sus calentamientos.

-Hola. -Me susurro Edward al oído. Sentí un cosquilleo en mi barriga y no pude evitar sonreír. -No se te olvide que tenemos una salida después del juego. -Me recordó Edward.

-Lo se y buena suerte. -Dije girandome para darle un beso en la mejilla y salir corriendo hacia donde Alice estaba sentada observándolo todo. No tuve tiempo a mirar de nuevo hacia Edward porque cuando llegue al asiento ya el se había ido pero al juzgar por la expresión de Alice creo que lo he dejado muy asombrado con mi acto. Y hasta yo misma estaba asombrada. Le di un beso a Edward, o sea fue en la mejilla pero lo había hecho y me sentía orgullosa de eso.

Cinco minutos después el juego había comenzado y yo no entendía nada, gracias a Dios que andaba con Alice si no hubiese estado totalmente perdida. No es que no me gusten los deportes, es sólo que se me hace tan complicado entender sus reglas que sólo me quedo ahí mirando y parándome cuando veo que los demás lo hacen. Pero es emocionante ver como las personas se apasionan tanto por ver una jugada bien hecha o un buen bloqueo que hace que los juegos en si sean aún más excitantes.

Después de varias jugadas sólo quedaban 3 minutos de juego y estaban empatados 27 a 27. Según Alice el siguiente Touch Down definiría quien sería el ganador y para nuestra suerte nuestro equipo tenía el balón. Se colocaron en posición. Emmett grito unos números ahí que no entendí y de repente estaba todos esos chicos empujandose y cayendo en el suelo. Emmett corría y corría hacia el lugar de hacer el touch down cuando vi a Jacob lanzarse sobre el para derrumbarlo, pero en un impresionante movimiento antes de que el balón callera al suelo Edward lo tomo y comenzó a correr. El público estaba loco, se levantaron y comenzaron a gritar y a aplaudir. Edward estaba impresionante saltando y esquivando a cada chico que intentaba detenerlo. Jasper corría a su lado deteniendo a cualquier chico que se intentará interponer entre Edward y la meta. Si que eran un equipo impresionante. Edward llego eh hizo touch down y el silbato sonó haciendo saber a todos que el partido había concluido y que habíamos ganado. Todos los que no estabamos de pies nos levantamos gritando y saltando uno encima de otros. Lanzando toda clase de cosas al aire. Alice corrió hacia donde estaban los jugadores y se lanzó arriba de Jasper mientras este se quitaba el casco para besarla. Así también pude ver a Rose y Emmett abrazados y demostrando su amor. Después de varios minutos de gran éxtasis del público, los jugadores entraron a sus camerinos para celebrar y cambiarse de ropa.

Alice, Rose y yo estábamos esperando a los chicos en el estacionamiento viendo a todas aquellas personas salir vitoreando y celebrando el triunfo de nuestro equipo. Al parecer Jacob se había ido porque lo busque con la mirada y ni siquiera vislumbre el Bus de su instituto. Bueno hasta yo me hubiese ido sin dar la cara después de ese juego. Lo se, lo se suena mal pero si que le dimos una paliza. Me reí de mis pensamientos, pero luego me detuve al ver las caras de mis amigas mirándome con extrañes.

-Y que harás ahora Bella? -Pregunto Rose, mientras guardaba la ropa de Cheerleader que se había cambiado en el vestidor de chicas. Ahora llevaba un vestido corto bastante lindo.

-Bella tiene una cita con Edward. -Dijo Alice haciéndome cosquillas. Yo la detuve riéndome y ellas riéndose en respuesta.

-Valla Bella y cuando pensabas contarme? -Dijo Rose en un tono fingiendo molestia.

-Te lo iba a decir ahora, créeme. Pero es que estoy un poco nerviosa. -Admití. Y era enserio no había tenido una cita desde que estuve con Jake y ya habían pasado dos años y menos con un chico como Edward que era decir mucho.

-No te preocupes Bella -Dijo Alice -Según Jasper Edward también esta nervioso por esta cita. Al parecer le gustas mucho.

-De verdad? -Dije sorprendida. Y porque entonces no me había invitado a salir antes? No tenía ni idea de que Edward me viera de esa manera. Estaba tan emocionada pero mis nervios aumentaron más.

-Si Bella, despreocupate y disfruta. Todo ira bien ya verás. Ya los chicos vienen. -Dijo Rose ensanchando una sonrisa al ver a su novio como igual hizo Alice. Ellas salieron corriendo hacia ellos y se fueron tomados de las manos hacia sus vehículos que estaban al otro lado del parqueo.

Edward se acercaba hacia mi con una sonrisa en su bello rostro. Llevaba unos jeans oscuros, una camiseta gris con cuello V y un camisa azul marino enrollada en los brazos. Se veía tan magnífico.

-Hey Bella, lista para irnos? -Pregunto guiándome hacia su Volvo plateado.

-A donde iremos? -Pregunte mientras me abría la puerta del co-piloto.

-Es una sorpresa. -Me susurro y luego cerro la puerta para encaminarse a su asiento de conductor.

El viaje fue bastante agradable. Edward tenía un cd puesto con un grupo que no conocía, cuando le pregunte que grupo era me dijo que era un mis de las canciones que más les gustaban de un grupo llamado The xx y luego me puso su canción favorita de ellos una llamada intro. Era una canción tipo instrumental. Me gusto bastante. Fue un viaje silencioso, pero no de estos silencios incómodos, de vez en cuando nos preguntábamos una que otra cosa pero yo estaba tan nerviosa que me empeñaba a ver la silueta de los árboles mientras llegábamos a Portland. Aparcamos delante de un restaurante llamado "a cena" según Edward era uno de sus favoritos de la ciudad. Un restaurante italiano. Entramos y el restaurante era impresionante. Mesas con manteles blancos decorados con velas aromáticas en el centro. Parecía como si en verdad estuviéramos en Italia. Las luces estaban bajas haciendo que el entorno sea íntimo y romántico.

Edward se acercó a mi para acercarme la silla y poder sentarme bien. El era un caballero y esa era una de las tantas cualidades que me gustaban de el.

Se sentó frente a mi y el mesero vino para servirnos agua y Edward ordeno unos refrescos. El mesero salió y luego de unos instantes volvió con los refrescos y una cesta de pan como aperitivo.

-Este lugar es hermoso. -Le dije a Edward mientras seguía examinando el lugar con la vista.

-Me acordó a ti la primera vez que vine. -Dijo poniendo la mirada en mis ojos amores.

-Y cuando fue que viniste? -Pregunte tratando de desviar el tema para hacerlo menos vergonzoso para mi.

-Hace unas semanas, vine con mis padres y Emmett. -Dijo -Estábamos celebrando el cumpleaños de Esme mi madre.

-Suena a que la pasaron bien. -Dije dándole una tierna sonrisa la cual fue devuelta con gran entusiasmo.

-Si un poco pero no vine aquí a hablar de mis padres, sino de nosotros. -Dijo Edward con tono decidido.

-No..Nosotros -Titubee antes lo que había escuchado. ¿El quiere hablar de nosotros? ¿Cómo que en nosotros? ¿Cómo en nuestra amistad? Mi mente iba a mil por hora. No sabía que pensar o en como reaccionar así que cogí uno de los panes que había en la cesta y comencé a masticarlo y comerlo meditando en que iba a decir. Edward se quedo mirándome esperando a que dijera algo así que después de un latido hable.

-¿De qué quieres hablar sobre nosotros? Según yo se no hay un nosotros. -Dije en un tono seguro. Pero en realidad estaba muriéndome por dentro. ¿De dónde saque el valor para decir aquello? No lo sabía pero lo dije ahora sólo quedaba esperar a que lo hubiese echo bien.

-Aún. -Dijo cruzando sus manos para colocarlas bajo su mentón. -La cosa es Bella que quiero cambiar eso. Desde hace tiempo eh estado pensando en como acercarme a ti. He tenido sentimientos por ti desde que llegaste al instituto pero siempre he estado debatiendome si decirte o no. Se lo había contado a mi hermano pero el me dijo que esperara porque según le había dicho Rose tu aún estas saliendo de esa relación con ese tipo Jacob.. -Edward se detuvo. Yo estaba atónita con todo lo que había dicho y no me había dado cuenta de que el mesero estaba parado en frente de nosotros para tomar nuestra orden.

-Listos para ordenar, señor? -Pregunto el mesero.

-Si para mi una lasaña cuatro quesos y para la señorita unos raviolis de setas. -Respondió Edward y el mesero asintió y se marchó hacia la cocina.

-¿Raviolis de setas? -Pregunte a Edward con cara de extrañes.

-Te encantarán, créeme. Pero como seguía diciendo -Prosiguió- creo que ya ha pasado tiempo y quiero hacer bien las cosas contigo Bella. En serio me gustas.

No sabía que decir o que hacer. ¿Cómo reaccionas cuando el chico por el cual has estado enamorada por dos años te dice que le gustas? No tenía ni idea. Soñé con este momento muchas veces pero ahora que esta pasando no tenía ni idea de que hacer. El nudo de mi garganta era tan grande que casi no podía respirar. Me sentía mareada y por un segundo pensé que me desmayaría. Pero por algún milagro no lo hice. Me quede mirando los ojos ámbar de Edward pensando en lo maravilloso que eran. No sabía cuanto tiempo nos habíamos quedado mirándonos hasta que el mesero llego con nuestros pedidos.

-Gracias. -Llegue a decir, por fin después de tanto tiempo pude articular una palabra, el mesero asintió y se fue.

-Vamos, prueba los raviolis. -Dijo Edward emocionado, sonreí y los probé. Eran los mejores raviolis que había comido alguna vez en mi vida. Hice un gesto entusiasmado de aprobación y Edward río y comenzó a comer también. La cena fue en silencio y lo agradecí bastante no sabía que decir aún. Hicimos uno que otros comentarios de la comida y el lugar. Después de varios minutos Edward pago y nos dirigimos al coche y el de nuevo me abrió la puerta para entrar y luego entro a su asiento.

El viaje a casa fue aún más silencioso. Sabía que Edward quería una respuesta y claro que quería dársela pero estaba demasiado nerviosa para hablar. Mientras meditaba con las canciones de The xx, que por cierto tenía que descargarme uno que otro álbum, Edward hablo.

-Perdona si te tome por sorpresa Bella, pero es que no pide aguantar más, tenía que decírtelo aún sin saber si me corresponderías o no. Me sorprendió mucho a que accedieras a esta cita conmigo, enserio que estaba nervioso. -Admitió Edward pude notar como evitaba mi mirada.

-Edward, no sabes cuanto tiempo espere escuchar eso de ti. Tu también me gustas y mucho. -Alcance a decir pero mi voz sonaba débil debido a los nervios y la emoción que me inundaba. Sin saberlo ya estábamos aparcados al frente de mi casa. Mire como Edward bajaba y se aproximaba a mi para abrir la puerta. Salí y Edward me detuvo antes de que pudiera seguir caminando. Me sujeto entre su Volvo y el y entonces fue cuando me beso. Sus labios eran suaves y deliciosos, eran mejores de como los había soñado. Me sujeto de mi cintura para acercarme más a el yo coloque mis manos alrededor de su cuello para así poder sentir sus cabellos en mis dedos. Los sujete con más fuerza y el gimió en mi boca, el beso se fue encendiendo a medida que pasaba su lengua por mis labios, pidiéndome total acceso el cual concedí sin pensarlo si quiera. Sus manos pasaron por toda mi espalda, subiendo y bajando despacio. Nos separamos para poder tomar un poco de aire. Edward me beso en la frente y luego bajo sus labios hasta mi oído y susurro: ¿Esto significa que si te gustaría ser mi novia? Me miro a los ojos y yo sujete su rostro y lo bese en respuesta.

-Por sí te lo preguntabas eso es un si. -Dije en torno de sus labios. Y lo volví a besar.