Hola Amigos!
Pensaba subir el primer capítulo de este fic la próxima semana, junto al último capítulo de Como Caído del Cielo, pero luego nació este prólogo y dije, vaa, de una vez! Hehe
Este fic no será con tantas intrigas e interrogantes como el anterior, como ven en el sumario, y como ya saben, se trata de la historia de como Edd llegó al mundo. De todas maneras, será muy tierno en algunas partes, y muy dramático en otras. Espero les guste!
Pertenece a la siguiente línea de tiempo, Pero se puede leer independiente si por ahí hay algún lector que este entrando aquí por primera vez
El viento de Cambio
Sucedió en Ipanuma
De Bodas Piratas y Otras Locuras
Y por supuesto, es precuela de "Como Caído del Cielo"
Al final, pienso que el nombre le queda…
Como Enviado del Cielo
Prólogo
Un mes de casados, seguían en el nuevo mundo tras celebrar una divertida boda y andaban navegando con toda la libertad que conllevaba ser la tripulación del Rey Pirata, hacia donde literalmente, les daba la gana.
Luffy y Usopp estaban sentados en el barandal lateral, intentando pescar el almuerzo y disfrutando el aire fresco de la mañana.
La navegante, en un hermoso vestido floreado que se anudaba a la espalda y revoloteaba muy cortito en sus muslos pasó por junto a ellos, pausó, se estiró hacia su capitán, le dejó un beso en la mejilla y una mandarina en su mano ante la mirada atónita de Usopp.
La mujer simplemente se alejó tras una leve sonrisa misteriosa.
El capitán sonrió, y con inusual paciencia, peló los gajos de mandarina con una sonrisa tenue.
Usopp tenía la mandíbula desencajada, pero se recuperó, "buena noche verdad.."
"yup…" contesto el capitán llevándose un gajo a la boca, el tirador solo sacudió la cabeza y suspiró. Bien, al menos todo marchaba de maravilla entre su capitán y la navegante, y era como si Nami siempre llevara una sonrisa sedada en su rostro, una calma imperturbable.
Luffy estaba igual, seguía igual de ruidoso y exagerado como siempre, pero había momentos donde simplemente… disfrutaba de la vida, se pasaba ratos tumbado con una sonrisa calmada, escuchando la música de Brook o mirando el mar. Usopp no era ningún psicoanalista, aunque si le preguntabas te diría que cuando era más joven le llamaban Usopp el terapeuta, allá por una lejana isla del sur donde en esos tiempos habitaba y aprendió de un gran maestro Zen que además era ermitaño.
Pero en fin, Usopp no era ningún terapeuta pero hasta él se daba cuenta que Luffy, estaba en paz consigo mismo y simplemente disfrutando de todos su logros, de la libertad, la buena vida, buenos nakamas, y ahora una hermosa mujer para compartir su cama.
Usopp sonrió, se alegraba verdaderamente por su capitán, y por todos los demás también, la vida de un pirata no dejaba de tener peligros, y estando en el mundo había más de un rencoroso que los quería muertos, pero… y volteó a ver a Luffy con su mirada perdida en el océano y una sonrisa tenue y feliz en el rostro.
Era una vida genial…
…
Luego de la cena Nami estaba revisando su log pose, las tres agujas y el mapa del nuevo Mundo. Poco después de la boda, a Luffy se le había antojado ir hacia el West Blue ya que nunca lo habían terminado de recorrer y Nami lo tenía mapeado a la mitad, era cuestión de ir al oeste y cruzar el calm belt desde donde estaban al momento.
Mirando el mapa sobre la mesa… se mordió el labio y se preguntó si estaría bien o no mencionarle aquello a su capitán…
El ruido de la escotilla del techo abriéndose la sacó de sus pensamientos, no se había percatado que Luffy había estado en el cuarto del baño, y se sorprendió cuando lo vio bajar por la escalerilla, aun mojado, solo con sus pantalones y una toalla alrededor del cuello. La regla era… si quieres dormir conmigo te das una ducha antes de ir a la cama…
Regla que el capitán seguía en su mayor parte
"Ahh Luffy… no sabía que estabas allí" e inconscientemente se inclinó más sobre el mapa.
"Hahaha… no quiero que me eches de la habitación de nuevo"
"Por enésima vez Luffy, no te voy a permitir meterte en la cama oliendo como animal"
"Ya ya… ya te dije que fue sin querer" dijo algo molesto, después de todo lo había comprendido bien luego de que la mujer le diera una buena tunda al tiempo que le expresaba con violencia lo que pensaba. "No te pongas a regañar" contestó.
La mujer solo le hizo una mueca y sus ojos se posaron en el mapa sobre la mesa de navegación, y Luffy la abrazó por detrás y comenzó a mordisquearle el cuello..
"mmm… no Luffy ahora no…"
"Que te pasa, si hasta ya me bañé" replicó el algo molesto mientras seguía intentando convencer a la navegante con leves mordiscos en su cuello. Pero cuando notó lo rígida que ella estaba, la forma que sus manos seguían sobre la mesa, sobre el mapa, se apartó algo confundido.
"Que tienes Nami… pasa algo?" no dejaba de ser el capitán de aquel barco pirata y sin Nami estaba así de preocupada, entonces el también.
"mm… como decírtelo Luffy… estamos cerca, a un día… de la isla donde está tu hermano…" dijo ella algo cabizbaja. Ya habían visitado la tumba de Ace unos años atrás, primero poco tiempo después de llegar al nuevo mundo, y luego la segunda vez fue luego de que Luffy se convirtió en el rey de los piratas.
"..Ah…" y él se volvió algo silencioso, pensativo… ir a ver una tumba no tenía chiste, Ace no estaba allí, al menos no ese hermano lleno de vida al que había admirado tanto… pero…
Sonrió levemente, "…aún no le he contado sobre… nosotros… hahaha… seguro le daría un ataque al saber que su pequeño hermano lento… se casó…." Y su mente se sumió en un recuerdo… un poco desagradable y a la vez no tanto porque atesoraba cada momento vivido con Ace.
Luffy, no te preocupes tanto por el sexo – había dicho Ace luego de presenciar la cara totalmente horrorizada de su hermano luego de la cruda explicación sobre chimpos, agujeros femeninos y bebés.
-Igual no creo que exista una mujer tan desesperada como para querer estar con un baka tan feo como tu- había bromeado Ace sacándole la lengua.
-Brrr!- contestó el joven Luffy de trece años, - Igual no me interesa nada esas cosas! Solo quiero ser el Rey de los Piratas! – dijo mientras se tiraba del párpado y le sacaba la lengua a su hermano mayor.
Ace había carcajeado mucho rato después de eso, y dijo una frase que Luffy no entendió –a ver si algún día llegas a la pubertad, eso sería gracioso de ver-
…
El rey pirata sonrió de manera agridulce, como lo hacía cuando recordaba a Ace… habían sido varios años de su muerte pero no por eso no lo extrañaba menos.
"Luffy", comenzó Nami volteando hacia él, -"No es obligatorio ir…" y le colocó las manos en las mejillas, observando directamente esas órbitas negras que a veces, tenían una increíble profundidad y tristeza bien escondidas dentro de si.
Luffy sonrió y le tomó una mano, presionándola contra su mejilla y cerrando los ojos, disfrutando el contacto, "Está bien, ya tengo ganas de beber un poco de sake con Ace y contarle nuestras últimas aventuras"
Nami sonrió, "Está bien capitán…" y le acarició un mechón de negro cabello que casi caía sobre su ojo. "Mañana al amanecer cambiamos el curso" y no se resistió y le dedicó un beso cargado de amor. Se dirigieron a su habitación poco después, y la navegante entregó cuerpo y alma en el intento por reconfortar a la persona que quería tanto del día difícil que le estaba esperando.
A la mañana siguiente todos se sorprendieron por el cambio de rumbo, pero nadie dijo nada e intentaron mantener la normalidad, Luffy se la pasó en la figura de proa la mayor parte del día, aunque su semblante no era triste, solo demasiado solemne para su personalidad usualmente ruidosa y exuberante.
Llegaron a aquella isla con las últimas luces de la tarde, y Luffy tomó una botella de sake y como las veces anteriores, se fue solo a la tumba de su hermano.
Con una sonrisa se sentó con las piernas cruzadas frente a la hermosa lápida, aún había flores frescas y estaba bien cuidada, al igual que la de Shirohige. Los ex piratas de barba blanca al parecer, visitaban muy seguido aquel lugar.
"…hola Ace… tanto tiempo sin verte, perdona que no he venido antes…" comenzó con una sonrisa agridulce mientras tomaba asiento frente a la tumba… "han pasado muchas cosas" pausó un poco y se sirvió una copa de sake…
"…mmm por dónde empiezo?"
Y así, estuvo durante horas relatándole a su hermano las cosas que habían hecho desde el tiempo que pasó desde que le visitó por última vez…
"ahh….e hicimos una gran fiesta había un montón de comida deliciosa! Sanji se pasó! y estuvo estupenda… pero faltaste allí en la boda…. Nami estaba muy linda… "
Pausó un poco, para entonces era de madrugada y la botella ya casi se había ido de trago en trago, traía las mejillas algo rojas…
Sonrió, "…no te preocupes Ace… todos me cuidan muy bien, y Nami… nunca deja que me sienta solo. Ne Ace… es una vida genial..
…pero…. te extraño…
..
Finalmente derramó lo que quedaba de sake sobre la tumba y se obligó a sonreír, las primeras luces de la mañana ya asomaban en el horizonte y estaba a punto de regresar cuando sintió una presencia detrás de él.
"Nami…" se volteó y le regaló una sonrisa. Allí con una sonrisa estaba ella, con una blusa blanca con mangas de amplias solapas y unos pantalones pesqueros color ladrillo a las pantorrillas, como siempre se veía muy hermosa. "Ya casi iba de regreso…" comenzó el.
"Lo sé, siempre regresas al amanecer, solo pensé que podía venir por ti… además" y caminó junto a Luffy.
"También quería saludar a Ace…" se rió un poco, "Ahora que es mi cuñado jiji" dijo ella algo divertida.
"Ahh" y Luffy se golpeó la palma de la mano, "no lo había pensado, es cierto"
"Vamos de regreso Nami, tengo hambre" comenzó el tomándole la mano para guiarla hacia el Sunny.
"Espera Luffy… quiero un minuto a solas con Ace… si te parece bien"
Luffy torció una ceja, le parecía una solicitud extraña, pero no tenía ninguna objeción al respecto, sonrió y comenzó a caminar solo hacia el Sunny.
"No tardes…"
"No lo haré…"
Al quedarse sola, la mujer contempló la tumba por unos minutos…
"Ace… estoy segura que estarías muy orgulloso de él… míralo! Todo un Rey Pirata eh? Aunque nos sigue sacando de quicio" bromeó un poco,
"Aunque eso lo sabes bien… además no sería el Luffy que queremos si no fuera así"
Pausó otro poco y se puso más seria.
"Ace… que puedo hacer? El es muy feliz eso lo sé, pero… ese hueco que lleva muy adentro… solo un milagro lo podría llenar huh?" pausó y obviamente no esperaba respuesta.
Una suave brisa le meneó el cabello, un rayo de luz tenue del primer albor de la mañana se coló entre las nubes y bañó a la mujer y a la tumba frente a ella en una suave luz.
Una sonrisa leve nació en el rostro de la navegante.
"Ya veo, no te preocupes, lo cuidaremos bien. Volveremos a visitar pronto" y suspirando, regresó al navio donde su familia la estaba esperando.
Un mes y medio después, al analizar una muestra de sangre de Nami, Chopper se rascaba la cabeza y verificaba los resultados una y otra vez… no podía entender qué había fallado en la efectiva prescripción que le había recetado a la navegante… lo que el doctor de los Mugiwaras no sabía…
...es que la Voluntad de los D, trabaja de formas misteriosas y la misma, es... imparable.
..
Continuará...
..
Como estuvo para prologo? Promete? Nos leemos chicos!