Pasaban y pasaban las horas, muy lentamente hay que recalcar, y aun así el misterioso Uzumaki Naruto no aparecía por los pasillos del hospital.

Entre tanto, Sakura seguía a cargo de los dos pacientes de mayor gravedad tal y como lo había prometido. Lamentablemente para ella, su exnovio fue el primero en despertarse; tenía pensado una y mil maneras de enfrentarlo, encararlo y dejarlo sin que se pudiera defender. Era una chica muy orgullosa, y por lo demás, odiaba la traición. Pero aun así dejó que la naturaleza obrara en la situación: el rostro del chico era la cosa más preciada que tenía, fue lamentable que el fuego haya acabado con la belleza que presumía.
Recordaba todos los momentos bellos que pasó junto con él, dos años y medio significaban algo más que nada para ella y por eso se contuvo manteniéndose en su papel de médico antes de darle la mala noticia.

-Sakura, amor…- Se acercaba sutilmente a la camilla.

-Querido, en este momento sólo eres un paciente más. No vuelvas a nombrarme así en mi trabajo.- se mostraba totalmente seria y la ironía inundaba en su hablar.

-¿Q-Qué pasó?

-No recuerdas… Hubo un incendio que al parecer se produjo en tu departamento. Lograron salvarte a tiempo, un segundo más y hubieras desaparecido de este mundo. –Tiempo hacía en que no aparecía la faceta fría de la chica.

-¿Incendio?- Se queda pensativo, quizás recordando lo ocurrido. -¿Alguien más resultó herido?

-Todavía estoy de cumpleaños…- Dice en un susurro. – Además de tu rostro perfecto, que muchas cicatrices ha de conservar en el tiempo, sí, la chica que estaba junto a ti en tu habitación al momento del incendio. Pero no te preocupes, se encuentra mucho mejor de lo que tú podrás estar.

-No…es lo que parece…

-Ahórrate las escusas querido…- Se marcha con paso calmado de la habitación. –Ah, y por si no te quedó claro: TERMINAMOS…- Cierra con fuerza la puerta para luego ir a la sala de descanso.

Su mente estaba dividida en dos; por una parte se sentía satisfecha de haber encarado al ahora exnovio mentiroso en el que creyó, de saber que lo más probable sería que él no podría volver a ser feliz como antes, que la venganza nunca es buena pero el karma hace su trabajo.
Por otro lado, sentía tristeza y lo creía natural luego de haber compartido su vida y su tiempo en alguien con el que creía tener la vida perfecta. Recordaba los momentos buenos que pasaron, la forma en que conquistó y hechizó su corazón.
Tenía claro que el amor que sentía por él no podía desaparecer de un momento a otro, necesitaba de un proceso largo para volver a juntar los pedazos rotos de su corazón. Claro, en el caso de que sintiese amor…

Se quedó sentada en el sillón de la sala de descanso recurriendo al televisor para contrarrestar el tiempo que pasaba con lentitud, cuando llegó corriendo desesperada su amiga y compañera de trabajo, Ino Yamanaka.

-¡¿Qué pasa Ino?! Tan alterada que vienes.

-Una…jah… urgencia…jah… - Jadeaba la chica cansada.

-¿Urgencia de qué?

- Uff- Respiró profundo antes de hablar. –Ha llegado un herido de gravedad, al parecer es el Capitán de la compañía de Bomberos. Estaban rescatando gente de un edificio que estaba a punto de derrumbarse cuando él chocó con una pared que se le derrumbó encima.

-¿A-Ah?- Estaba sorprendida, boquiabierta por la situación.-¿Y qué tengo que ver…?

-Ese es el punto. No quiere que nadie lo atienda a menos que seas tú, Saku…- No alcanzó a terminar la frase, cuando Sakura ya se disponía a buscar la sala de emergencias en la que se encontraba él.

-T-T-Te dije…cof… que vendría, cof, a verte…- Los ojos de la muchacha lagrimeaban.

-Shhh, tranquilo, yo te curaré…

-Antes…cof…debo decirte algo- Se queda confundida- Puede que no… despierte cof…

-Dije que te curaré

-Shhh, cof…- El Bombero de a poco perdía la conciencia y el color de su piel- Desde que te vi…cof… creo que me ena…-La anestesista hiso su trabajo, calmando al joven y preparándolo para las intervenciones. -…moré…

El muchacho sangraba por múltiples partes. Al parecer tenía una serie de hemorragias internas a causa del aplastamiento que sufrió gracias a la muralla de concreto.

-Sakura, reacciona- Ino había llegado en su auxilio –Si no actuamos ahora, es muy probable que no se salve…

-¡Cállate Ino!- Se seca las lágrimas que bajaban libres de sus ojos –Lo salvaremos a como dé lugar.

-Hm, entonces procedamos.

Comenzaron por controlarle las hemorragias internas que tenía. Se vieron en la necesidad de transfundir sangre, ya que estaba perdiendo mucha. En esto demoraron cerca de una hora, pues no encontraban la fuente de la hemorragia mayor y a cada segundo iba perdiendo el doble se sangre que a un comienzo.

Ya estaban cercanos a las seis horas de operación, cuando el electrocardiógrafo comenzó a pitar con fuerza y rapidez.

-Sakura, lo estamos perdiendo.

-No… Dame un minuto, estoy aproximándose a la hemorragia central- Sus ojos nuevamente comenzaron a lagrimear. –Naruto, resiste…- Musitaba.

-bip… bip…bip… biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…- Sonaba con fuerza la máquina.

-¡Desfibrilador!- Pide a gritos la pelirrosa - ¡1, 2, 3 Despejen!- Anunciaba mientras trataba de revivir al Bombero.

-Biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii iii….- Era desesperante el sonido de la máquina que no ayudaba a la situación.

-Sakura, lo perdimos…- Le decía Ino alejándola de a poco del cuerpo inerte.

-No… Todavía no- Su corazón se rompía en pedazos. -¡1, 2, 3 Despejen!

-Biiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii…

-Ya déjalo Sakura, se ha ido

-No, no, no ¡Narutooooooo!

*-*-*Días Después*-*-*

-Pero qué…- Estaba vendado casi por completo, acostado en la camilla de la blanca habitación del Hospital.

-Así que despertaste, ¿eh?

-¿uh?- Busca con la mirada la dulce voz que escuchó. –Sa-sakura-chan… - Al comienzo le costaba hablar producto de la anestesia general y los días inconsciente.

-¿Te confieso algo?- Con lentitud se acerca a la camilla. –Nunca pensé que nos encontraríamos de esa forma.

-¿A qué te refieres?- A pesar de las pocas ocasiones en las que habían hablado con anterioridad en las visitas al médico que Naruto hacía, existía un lazo de confianza.

-El día del incendio, dijiste que nos veríamos en el hospital- Mira el rostro del muchacho que de a poco comenzaba a sentarse –Pero no creía que vendrías herido y a punto de morir en mis manos ¡¿Acaso no sabes lo imprudente que eres?! Pudiste haber muerto… - baja la mirada.

-Pero aquí estoy, Sakura-chan- Le mira directo, tratando de que ella hiciera lo mismo y así poder descubrir lo que pasaba por su mente.

-¡¿Es que no entiendes?! Estuve, estuve a un paso de fallar- Disminuye el volumen de su voz. –A un paso de perderte… y no sé por qué, me siento…

-Shh, calla ya- Con una de sus manos, delicadamente toma de su rostro atrayéndolo hacia el suyo.

No se percató del momento en el que quedó unida a los labios del Bombero, y además correspondiendo a aquel beso apasionado.
Sentía lo que con el tiempo había olvidado, ese mar de mariposas en su estómago que aparecían cada vez que se acercaba a su exnovio, bueno cuando comenzó la relación.
No, estas mariposas eran distintas. Imaginaba el revoleteo en su interior, estaban llenas de pasión, de amor, de calidez. Lo que nunca llegó a conseguir con él, y ahora lo comprendía con Naruto.

Por fin se daba cuenta de que no estaba completa, que la perfección que creía tener antes, no era más que una fachada superficial sin sentimientos verdaderos.
No sabe ni entendía cómo alguien a quien apenas conocía, la pudo enamorar de tal forma, al punto de querer seguir tocando el cielo que él le había mostrado, en ese beso, en la ternura y el fulgor de su ser. Pero lo que sí comprendía con seguridad, es que quería pasar por un largo tiempo, con aquel Bombero que encendió su alma y corazón.

En cuanto a su ex; los días que ella estuvo acompañando a Naruto esperando a que despertara, él intentó disculparse, ¡ni siquiera de pedirle perdón! Obteniendo en cada intento un rotundo "NO" como respuesta.

Fue ahí cuando conoció a Shikamaru, un integrante de la compañía que lideraba Naruto. Él le explicó lo que realmente comenzó con el incendio y su propagación. Ahí sus dudas fueron aclaradas dándoles justa razón para haber terminado con su modelo malnacido.
Según las teorías y evidencias que se encontraron al apagar el fuego, todo indicaría que comenzó en el departamento 13, el de su novio - tal y como lo pensé- Más específicamente, en su dormitorio, en el que solo quedaron las cuatro paredes de él.
La causa: según los testimonios de los vecinos, momentos antes del accidente, se escucharon varios platos, vasos y demás rompiéndose a la par de unos cuantos ruidosos sonidos que indicaban la ferviente acción de la pareja y con esto el olor a quemado, que según el informe de los Bomberos, era producto de una gran cantidad de velas esparcidas por todo el piso del dormitorio.

No le deseaba mal por engañarla, aunque más que mal no le vendrían unas cuantas cicatrices a su "perfecto rostro de modelito barato".
Incluso le daba las gracias de haberlo hecho justo en el día y momento indicado. Sin esto, ella no se hubiera dado cuenta nunca de lo que a su vida le hacía falta, aquello que estuvo en frente en el último tiempo…

De este suceso ya han pasado 5 años. Cinco años en los que he sido completamente feliz junto al que es y será siempre mi verdadero amor. Con el que comprendí lo que es el amor real, amar y ser correspondida completamente. A Naruto le costó, pero no me importó esperar todo este tiempo para poder hoy casarme con él. Sí, por fin puedo decir que soy completamente feliz.

Pude comprender con el tiempo, que no todo en la vida resulta ser como lo planeas, hay cosas que no se pueden evitar y que por momentos parecerán como lo peor que te puede ocurrir en la vida, pero no nos queda más que seguir, porque en el fondo sabemos que al final del camino se encuentra la luz que tanto buscamos…

Esa luz para mí, tiene nombre y apellido: Naruto Uzumaki, el Bombero de mi corazón.