Capítulo 15: De regreso a casa.

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Se sentía muy cansada, todo su cuerpo reaccionaba con dolor al más mínimo movimiento ; sentía como su cabeza punzaba a mil por hora, sentía la boca extremadamente seca.

No quería abrir los ojos, sin embargó término haciéndolo. Como se arrepintió de hacerlo, la molesta luz blanca le lastimó los ojos. Inmediatamente recordó el primer día que llego a Ciudad República, y como olvidar cuando la sometieron a esa innecesaria renovación.

Cuando sus hermosos ojos azules se acostumbraron, tuvo un poco de visión y analizo el cuarto, pero como ella estaba acostada no logró ver más allá del techo y las paredes laterales, reconoció la máquina del suero y un aparatito que le media su pulso cardíaco.

Con sus codos se incorporó lentamente, y gracias a su nueva posición , tuvo una mejor vista del cierto, definitivamente estaba en un hospital. Le daba un ligero aire al pequeño sanatorio que tenía su mamá en el distrito, pero como este era de altísima calidad, tenía un montón de parados que no tenía no idea de para que servían, estaba pintado de un color azul cielo con piso de loseta, tenía que admitir que estaba lindo el dichoso cuarto.

Sintió su mano derecha un poco adormilada, por lo que dirigió su mirada a esta y la encontró morada e hinchada de la parte en donde tenía la aguja del suero.

No se había percatado de su desnudes hasta que una corriente de aire frío choco contra de ella ¿acaso no le podían poner algo más abrigados que un corpiño negro al igual que un bóxer de licra?

Hizo una mueca, y con mucho cuidado, se quitó los chupones que tenía en el pecho y la jeringa del suero. Se levantó de la cama lentamente y camino al espejo de cuerpo completo que estaba en la pared por alguna extraña razón, tal vez ellos pensaba que a los tributos sobrevivientes les encantaba ver su reflejo deplorable después de unas cuantas semanas en la arena.

Se quedo mirando su reflejo, y no se había equivocado; definitivamente estaba horrenda. Llevaba el pelo completamente suelto, tenía unas ojeras que bien podrían llegar hasta el suelo, estaba ligeramente pálida, su cuello era adornado por dos marcas distintas en forma de manos, sus labios estaban hinchados y los tenía ligeramente enrojecidos, tenía uno que otro moretón en ciertas partes de su cuerpo, unos vendajes cubriéndole la parte de sus brazos que habían sufrido quemaduras. También estaba un poco más flacucha a cómo había llegado, pero no había sido tan drástico el cambio.

Soltó un grito de horror al fijarse en su costilla derecha. Tenía una enorme cicatriz que le venía desde abajo de su axila hasta la mitad de su abdomen.

Claro que había visto todo tipo de cicatrices en ele sanatorio de su mamá, pero aquella superaba a varias de ellas. La piel que estaba alrededor de la cicatriz estaba morada y roja, ni siquiera tuvieron la decencia de coser la herida con delicadeza, ya que las comedirás se veían grotescas ¿cómo es que a unas pequeñísimas quemaduras les pusiera vendajes y a su cicatriz de un metro no le pusieran ni siquiera una vil gasa?

El sonido de la puerta abriéndose, la distrajo un poco, pero su seguía mirando horrorizada su cicatriz.

- me alegras de que hayas despertado, pero hubiera sido mejor si no te hubieras quitado los aparatos-la reprendió Asami con una sonrisa. Vio a través del espejo que dejaba un poco de ropa en la cama.

-¿me puedes decir come es que tengo esto?-no quería ser grosera con ella, pero tenía todo el derecho a preguntar que le habían hecho a su cuerpo.

- ah, eso-respondió tranquilamente Asami mientras analiza a el reflejo de korra a través del espejo-tu costilla estaba demasiado mal, no pudieron reconstruirla naturalmente, tuvieron que quitártela-le explico como si fuera cualquier cosita por la cual no preocuparse.

-¡¿me quitaron mi costilla?!-pregunto en un grito.

-si, pero no te preocupes.

¿Qué no se preocupara? ¿Cómo quería que no se preocupara cuando le acababa de decir que la abrieron con un cuchillo y le quitaron su costilla?

-korra, por favor, quita esa cara, no te quedaste sin costilla, sólo la remplazaron con una de metal, de la más alta calidad si me permites decirlo. Además tuvieron que hacerte ese horrendo corté para poder ponértela de la mejor manera. Es por eso que te puedes levantar y caminar como si nada- le explico Asami pacientemente.

Korra no contesto aún seguía viendo con repulsión su nueva cicatriz mientras su dedos la recorrían.

-se que se ve horrenda, pero esperemos a que Tahno encuentre algo para cubrirtela o para que desaparezca-hizo una pausa- quizás tu mamá sepa como quitar cicatrices.

Logro captara la atención de la maestra agua, en su mente resonaban sus palabras una y otra vez. Regresaría a casa, aquello parecía tan lejano que bien lo podía comparar como un sueño.

-no pongas esa cara, esta noche tú y Mako regresarán al distrito doce.

Su corazón comenzó a latirle muy fuerte, el sólo escuchar su nombre provocaba que todo lo que vivieron en la arena se le viniera a la mente.

-bueno, tenemos que arreglarte para la entrevista-dijo animadamente mientras le ofrecía una enorme camiseta blanca.

-¿entrevista?-pregunto algo confundida a la vez que se colocaba la ropa.

-la entrevista que hace Bummi al vencedor-hizo una pausa y sonrió divertida-en su caso, vencedores-dijo con una sonrisa- no te preocupes, te aseguro que esa horrenda cosa que tienes en la costilla no se verá.

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Ya era de noche, y tal parecía que nadie en Ciudad República pretendía dormir. Eso sólo le recordaba que en unos cuantos minutos tendría que salir de nuevo al escenario, con una multitud enloquecida gritándole y con un millón de cámaras sobré de él.

Al menos contaba de que no se vería tan patético, definitivamente su estilista tenía talento. Logro cubrirle las heridas casi en su totalidad.

Recordó cuando despertó; se sentía realmente pésimo, su cuerpo le dolía demasiado. En cuanto reunió fuerzas para levantarse de la cama se fue al enorme espejo de cuerpo completo. Al analizar su reflejo, se dio cuenta de que realmente le habían metido un buen par de palizas.

No comprendía del todo porque están semidesnudos (pero agradecía que nadie estuviera ahí para verlo) pero de esa forma tuvo una mejor vista de él mismo.

El lado izquierdo de la boca estaba morado, con una enorme cortada que le partía el labio en la mitad, y eso se lo debía exclusivamente al codo asesino de korra. Se inspecciono sus demás heridas, al parecer las cortadas más serias era la de su estómago, la de la clavícula y la de su pierna, estas dos últimas requirieron una que otra puntada por lo largas y profundas que estaban. Tenía uno que otro moretón en la espalda, en los brazos y en su dorso.

Pudo haber pasado todo el día mirando su reflejo y analizando cada una de sus heridas y golpes. También se la pudo haber pasado pensando en su compañera y en se giró tan drástico que dieron en tan sólo cuestión de segundos. No le cabía en la cabeza por que actuaron de semejante manera y no se detuvieron a pensar en lo que hacían. Gran parte de la culpa era de él, por actuar de una manera tan egoísta y era obvio que le había herido el orgullo. Seguramente estaría muy molesta con él; primero se besaban con tanto...amor, y en un parpadeo estaban peleando y atacándose con tanto odió.

Pudo haber continuado pensando en muchas tonterías más, si no hubiera sido por Tenzin y Tahno que entraron y comenzaron a prepararlo para la última entrevista con Bummi.

Ahora, lo único que le quedaba era seguir esperando la hora en la que diera la cara de nuevo a Ciudad República.

No se podía quejar, al menos esta vez no le pusieron un traje que tenía llamas o uno que lo hacía ver como un completo idiota. Esta vez su estilista opto por algo más sencillo, un traje, zapatos y corbata negra con una camisa azul cielo. Y esta le recordaba ciertos ojos azules.

Llego a la conclusión de que no están nervioso por estar frente a las cámaras de nuevo, si no por el hecho de que tenía que ver de nuevo a korra. Y siendo totalmente sincero, le asustaba la reacción de la maestra agua.

El sonido hueco de la puerta lo saco de todas sus ensoñaciones, suspiro y se levantó de la cama del hospital en la que estaba sentado y abrió la puerta, dejando ver a su amado mentor.

-muévete Mako, no quiero que llegar tarde por tu culpa.

El maestro fuego hizo una mueca lo más parecido a una sonrisa, su mentor no cambiaba nada, aunque claro, no esperaba que los recibiera con los brazos abiertos y llorara de felicidad al tenerlos de vuelta. Eso no hubiera sido muy propio de su mentor. Pero estaba tranquilo al saber que contaba con el apoyo de él, aunque no se lo demostrara.

Salió de la habitación y caminaron por el pasillo en silencio hasta que llegaron al elevador.

Su corazón se detuvo al ver a korra tan...linda. Estaba con un vestido del mismo tono de azul que su camisa con ligeros destellos plateados, tenía los hombros descubiertos, habían cubierto sus vendajes con unos brazaletes algo largos del mismo color del vestido y llevaba unos tacones blancos (cosa que se le hizo una exageración) pero ella no parecía incómoda con su vestuario. También habían hecho un buen trabajo al cubrirle las heridas. Sus labios se veían perfectos, las marcas de su cuello se notaban ligeramente, pero como llevaba el pelo suelto con una delgada diadema azul, las cubría casi por completo.

Tenzin la miro de pies a cabeza y sonrió algo divertido-ya no pareces muerto fresco, eso es algo bueno.

Como ya era costumbre, la maestra agua puso los ojos en blanco e hizo una mueca.

Sus miradas se encontraron y no supieron que decir o hacer, Mako no sabía si acercarse a ella, lanzarse en sus brazos y besarla o permanecer de pie como un idiota. Opto por seguir la tercera opción.

-bueno-hablo su mentor rompiendo el incómodo silencio- antes que nada, deben saber que no entrarán juntos. Tu Mako, serás el primero en entrar, después Korra- los miró- así que hagan el favor de que en cuanto se vean, luzcan sorprendidos. Recuerden que toda Ciudad República espera un reencuentro romántico.

Los dos asintieron sin dejarse de mirar, korra sentía que el corazón se le iba a salir del pecho. Tenía unas enormes ganas de ir a abrazarlo pero técnicamente Tenzin se lo impedía.

-no creo que haga falta que se los recuerdes Tenzin- intervino su estilista.

-no está de más, ahora no lo pueden echar a perder.

-no lo harán-los defendió Asami.

-da igual, tú y Tahno llévense a korra, yo iré con Mako.

A Mako eso se le hizo algo injusto, pero no tenía más opción que obedecer.

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-no te preocupes Mako-le dijo su mentor después de un largo silencio en el elevador- tanto tu como korra hicieron lo que tenían que hacer, así que no te sientas culpable por atacarla, ella también lo hizo. Están a mano.

-¿y de verdad crees que las cosas vallan a estar bien entre nosotros después de eso?-pregunto Mako cortante.

Se quedaron en silencio un rato más, antes de que se bajaran del elevador, Tenzin puso una mano en su hombro y lo vio a los ojos.

-ya tendrán tiempo para hablar de lo que pasó en cuanto lleguen a casa. Pero, si yo fuera ustedes, trataría de darme una oportunidad con el otro.

Aquellas palabras no salían de su mente ¿de verdad Tenzin pensaba que los dos pudieran...ser una pareja normal?

Dejo de pensar en tantas tonterías es cuanto llego al escenario. No había cambiado mucho desde la primera entrevista, sólo que en esta ocasión, en los costados del escenario había dos enormes fotos de ellos. Se le hacía increíble el sionismo que podía llegar a tener, las fotos que habían elegido, las habían tomado antes de pelear a muerte.

Bummi salió al escenario tan alegre y elegante como siempre, demostró su emoción al tener a dos vencedores este año, según él...algo épico.

En cuanto lo anuncio, sintió un hormigueo recorrerle todo él cuerpo. Tomo aire y puso la mejor sonrisa que tenía, entro lo más confiado que pudo y apretó su mano con la de Bummi. Escucho los gritos de casi todas las adolescentes en cuanto entro.

-¡hey Mako! ¡No sabes cuánto me alegra verte de nuevo! ¡Tus fans están locas por verte de otra vez!-como respuesta obtuvo muchos más gritos eufóricos-ya enserio me da gusto tenerte aquí de nuevo.

-si, yo también estoy feliz de estar aquí de nuevo.

-no pareces muy feliz muchacho, pero permíteme darte algo que te va a alegrar la noche-comento muy animado mientras señalaba la enorme pantalla detrás de él.

Ya sabía lo que era, pero recordó que tenía que fingir emoción en cuanto la viera, pero tal vez eso no le costaría demasiado trabajo.

La pantalla fue subiendo despacio y dejo ver a korra.-¡SEÑORAS Y SEÑORES, KORRA, NUESTRA OTRA AMANTE DEL FUEGO!

Por inercia él corrió hasta ella, y korra lo imitó. Al estar lo suficientemente cerca él la abrazo fuertemente.

-¡Y CON USTEDES, LOS VENCEDORES DE LOS SEPTUAGÉSIMOS CUARTOS JUEGOS DEL HAMBRE! ¡MAKO Y KORRA, LOS AMANTES DEL FUEGO DEL DISTRITO DOCE!-como una respuesta bastante positiva, toda la gente comenzó a gritar emocionada, pero eso no les importaba demasiado a ellos, ya que continuaban abrazados.

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Korra realmente agradeció que Bummi no pidiera explicaciones del porque de la pelea. Tan sólo se limitó a mencionar a Jinora y dar condolencia. Les alabo todo los planes locos que tuvieron que llevar acabo en la arena y la impresionante forma en que korra dominó los elementos. Como era de esperarse, Bummi no dejaba de preguntar cosas sobre la "relación de ambos" y eso la incomodaba bastante.

-¿sabes algo Mako? Me alegra que te hayas animado a besar a korra; seré totalmente honesto. En cuando vi su beso, grite como una adolescente. No había visto un beso así desde la boda de Ursa y Habuk.

Ambos se sonrojaron al escuchar la risa divertida de Bummi, los gritos, chiflidos y uno que otro piropo. Pero se ella se sonrojó aún más al percatarse de que no había soltado la mano de Mako desde que empezó la entrevista.

-si, algo así fue mi reacción. Se me estaba ocurriendo algo ¿por qué no antes de que pasen con nuestro amado presidente nos deleitan con otro beso? ¿Qué dicen? ¿Se animan?

Los chiflidos y gritos aumentaron, pidiendo a coro que se besaran de nuevo.

Mako sonrió de lado, esa era su oportunidad perfecta, porque desde que se despertó quiso ir a besarla. Se acercó a ella lentamente, tomo cuidadosamente la base de su nuca y la beso pausadamente, disfrutando de cada roce con los labios de korra. No le importaba mucho que tantos ojos los estuvieran mirando.

Ella se dejo llevar por el momento, sintiendo un agradable cosquilleo recorrerle todo el cuerpo. Incluso hubo un momento en el que dejo de escuchar todos los gritos.

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El balcón presidencial siempre le había dado miedo, y estar ahí parada frente a mil personas y detrás su odioso presidente no ayudaba a calmar sus nervios. Al menos contaba que Mako la tenía sujeta de la mano.

Como siempre, dio su aburrido discurso de todos los años, felicitándolos por su valentía y coraje. Para Mako el discurso del vencedor, como solían llamarlo; no era nada más que pura hipocresía. Incluso tuvo el descaro de recordarles su "generosidad" al dejarlos vivos e intervenir para que no se mataran.

Los reconoció como vencedores legítimos del distrito doce y les deseo mucha suerte como futuros mentores. A korra eso le parecía que estaba de más.

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Por fin estaban de vuelta en el tren rumbo a su hogar, se sentía bastante bien al saber que iba de regreso a su distrito, nunca creyó que volvería a pisar este tren, pero definitivamente se alegraba de hacerlo junto con Mako.

Todos se habían ido a dormir después de tener una pequeña reunión en el bajón principal, Asami no paraba de decir que estuvieron magníficos y que no podía esperar a que fuer a la gira de la victoria. A korra no le emocionaba mucho la idea de ver a la cara a todos las familias destrozadas de los tributos caídos, pero aún tenía tiempo para preocuparse por ello.

Todos se habían ido a dormir, pero ella no lograba pegar el ojo y caer en un sueño profundo, quizás era por la emoción de saber que volvería a ver a sus papas.

Se puso de pie y camino hasta el bajón principal, no contaba con que Mako estaba sentado en el sillón con la mirada perdida en la ventana.

Ella se acerco y se sentó a lado de Mako, quien le sonrió.

-lindo beso-dijo ella en tono casual con una sonrisa burlona.

El maestro fuego amplió su sonrisa y comenzó a jugar con la mano de korra, la vio directo a los ojos y dejo salir un suspiro.

-korra... Yo... Lo siento, créeme que no quería lastimarte, no se que me paso- se disculpó totalmente apenado.

Korra se puso tensa, no quería hablar de eso, se sentía demasiado culpable por haberle hecho todo lo que le hizo.

-yo también lo siento-dijo después de un rato- mira Mako, sólo...dejemoslo en que actuamos por instinto y olvidémonos de todas las peleas ¿que opinas?

-me parece que...es una buena idea- reconoció mientras le sonreía. Sabía que eso era lo mejor para ambos.

También quiso decirle sobre su relación, saber en lo que iban a hacer en cuanto regresarán a su distrito, pero no quería pelear con ella, decidió que actuaría como si nada. Y con ese pensamiento se acercó a ella y la beso, esta vez un poco más confiado al no sentir tantas miradas sobre ellos.

Ella sonrió delicadamente al separarse de él, con su mano comenzó a recorrerle la cicatriz del labio, por fin se la pudo ver sin el maquillaje y si que se la había dejado horrenda.

Mako pego si frente a la de ella y cerró los ojos. Hasta ese momento se dio cuenta de lo agotado que estaba. Opto por poner su cabeza sobre el hombro de korra, ella lo abrazo del cuello y recargó su cabeza sobre la de él.

-por fin vamos a regresar a casa Mako.

-si, por fin a casa-repito el mientras sentía como sus ojos se volvían más pesados.

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Su despertar hubiera sido perfecto si su mentor no se hubiera puesto a gritar en su oído y reclamándole por haberse dormido en el hombro de su compañera.

-vístanse, en unos pocos minutos llegaremos al distrito y va a ver cámaras. Por lo tanto necesito que estén presentables. Muévanse-les ordeno su mentor.

-creo que nunca va a cambiar-dijo korra aún somnolienta.

- eso creo.

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Ya estaban listos, de pie frente a la puerta. Era muy extraño regresar y ver como todos celebraban entusiasmados en la estación de tren, muy distinto a cuando se fueron.

Korra tomo la mano de Mako y la entrelazo con la suya.

No sabía como iba a ser su vida como vencedores y no mucho menos como mentores. De lo uno que estaba seguro era de que regreso a casa, que podría cuidar de una mejor manera a su familia.

La puerta se abrió y en cuanto la gente los vio, comenzaron a gritar emocionados y con un entusiasmo que no se le veía en años.

Mako noto que algo en la gente había cambiado, era como sí les hubieran dado un puño de esperanza, como su estuvieran dispuestos a hacer lo necesario por una vida mejor.

Entonces, fue ahí cuando la realidad golpeo a Mako, no estaban saliendo de un problema, estaban entrando a otro. Ella podía manejar más de un elemento, había fuertes rumores de que ella era la avatar. Eso sin duda podría alterar a la gente y Mako sabía perfectamente que si korra hacia algo mal...

Un escalofrío le recorrió todo el cuerpo, Amón los había dejado a ambos vivos por alguna razón. Y fueran cual fueran sus planes, sabía que sí alguno de los dos hacia algo mal, tendría consecuencias irreparables.

Sobrevivieron a los juegos, ahora, sólo esperaba que pudieran sobrevivir a lo que sea que les estuviera preparando Amón.

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¡Hola!

Bueno gente, aquí está el último episodio, esperando que les gusté.

Antes que nada, quiero agradecer a todas las personas que apoyaron esto desde el inicio, de verdad se los agradezco de todo corazón :') aunque suene demasiado cursi, sus reviews han sido de gran motivación para continuar con esta loca idea.

Y como muchas hermosas personitas me han preguntado en que sí voy a seguir con la continuación. Les informo que si, si voy a seguir con la adaptación de los otros dos libros.

Así que, en poco rato les daré lata con la continuación.

Pd. Perdón por subirlo tan pronto, es que me agarro un ataque de inspiración y no me pude contener a subirlo ahora.

Pd 2. Gracias de nuevo por seguir esta historia, se los dijo de corazón.

Nos leemos pronto.

Besos y abrazos.

Atte. Isabella.