Una mañana primaveral

La cocina de una sencilla casa de clase media, iluminada en toda su capacidad de una forma casi cegadora por el sol primaveral. En la deslúmbrate habitación sólo se puede advertir una pequeña mesa redonda situada en el centro y dos niños sentados alrededor. Uno de ellos se pelea con su propia ropa, tratando infructuosamente de quitársela, sus movimientos hacen bailar el pocillo con puré de zapallo ubicado sobre la mesita de su silla acondicionada; El otro niño mira con atención lo que ocurre en el pequeño y alto asiento de junto, al notar el inevitable final que tendrá aquel pocillo de color azul, se pone de pie sobre su propia silla y con mucho cuidado toma aquel recipiente, sacándolo del inestable lugar en el que se encontraba y colocándolo sobre la mesa redonda, allí también se sitúa su propia comida: un tazón con cereales y leche tibia.

-Hijo, come tu desayuno antes de que se enfrié-

Se escucho una voz muy serena y dulce proveniente de la parte más iluminada de aquella cocina, de una zona que fue haciéndose poco a poco visible hasta que se denoto la espalda y luego la esbelta figura de una joven de tez blanca y cabellos dorados, una sincera media sonrisa se dibujo en su rostro al darse vuelta y ver como el más pequeño de los dos niños se había quitado al fin el chaleco color rojo que había, hace tan solo unos momentos, vestido.

-Dean, creo recordar haberte pedido que cuidaras a tu hermanito-

La mujer se acerco al bebe y recogió del suelo la diminuta prenda, que procedió a sacudir y dejar en el respaldo de la pequeña silla.

- y lo hice mami, evite que se tirara la comida encima-

Dijo el aludido, con una gran sonrisa de orgullo en su rostro, mientras apuntaba el pocillo que anteriormente había rescatado. La bella joven de ojos azules, sonrió y luego gentilmente revolvió el rubio cabello del mayor de los infantes.

-Muy bien, ahora que Sam se quito la ropa que le molestaba, creo que es tiempo de darle su desayuno ¿Tu qué opinas?-

-¡Que sí! Y yo también me comeré mi desayuno, y luego, saldremos a jugar al patio. ¿Verdad Sammy?

El bebe río como si entendiera el emocionante día que le esperaba por delante, la mujer agarro una silla y la coloco a la derecha de este, luego, tomo el pocillo en la mano izquierda y la cuchara que había dejado sobre la mesa con la mano derecha y se dispuso a darle de comer al pequeño.

Dean se encontraba a la izquierda de Sam y ahora estaba concentrado comiendo su desayuno. Un brillo de ilusión relumbraba en sus ojos con la promesa latente de un día lleno de juegos y diversión.

Todo el conjunto: la cocina iluminada, la madre con sus dos pequeños hijos, la mañana primaveral y el comienzo del día cargado de conversaciones comunes y situaciones cotidianas; Toda esa felicidad concentrada en un acto tan simple como desayunar, le hizo entender a John que estaba viviendo un recuerdo, que estaba viviendo una alegría, le hizo entender que estaba… soñando.


Cum finem mundi saluto te :J

*~Bueno, este es mi cuarto drabble y permítanme contarles que trate de escribir de forma "normal" y de hecho, en un principio, lo había logrado C: el sol brillaba para mí y la vida era hermosa ...pero luego D: ... ¡todo se fue al cuerno!... el fic cobro vida propia mostrando sus garras y dientes, aunque batalle y pelee contra él con todas mis fuerzas para mantener la "convencionalidad" que había logrado, al final, el muy maldito se aleo con mi computador y la guerra fue perdida de inmediato. El resultado de la contienda esta a la vista. Ahora ¿qué puedo hacer?... solo me resta esperar algún día ser la vencedora en este tipo de batallas~*

Gratiae pro legendo.