Hace bastante que he querido escribir esto y pues como estoy con tiempo libre, dejaré fluir mi frustración por no ser Kishimoto XD además que me parece que es un machista u.ú así que los primeros capítulos los centraré un poco en Sakura… Divirtámonos y cambiemos un poco la historia…

Disclaimer: ni Naruto ni sus personajes me pertenecen (por desgracia), este fin es publicado sin fines de lucro. OOC.

Rated: por si a caso me inspiro, lo dejo en T

Pareja: Naruto x Sakura

En este capítulo no aparecerá Naruto y en el próximo tampoco, pero después sí, espero que les guste!

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Protección

By: NathixG

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Una bandada de pájaros se ve sobrevolar el cielo pocos segundos después de que un estruendo, seguido de un árbol caer rompe el silencio de aquel extraño paraje selvático. Las criaturas acostumbradas a la tranquilidad se inquietan ante ello, sin embargo parecieran saber perfectamente a qué se debe, por lo tanto se esconden en sus guaridas a la espera del fin del entrenamiento diario que se llevaba a cabo. Las ramas crujían bajo los pies de una joven kunoichi que corría a toda velocidad.

-Corriendo no lograrás huir- dijo la sannin que la seguía y tras un salto de gran altura logró asestarle un puño que provocó un enorme cráter, sin embargo después de disipado el polvo en el lugar de la pelirosa había un pedazo de tronco hecho añicos –Maldición… sin dudas es escurridiza- dijo en voz baja la rubia mientras veía a su alrededor en busca de su discípula.

-Eso estuvo cerca- con voz exhausta Sakura se encontraba escondida en la maleza recuperando el aliento –Tsunade-sama lanza golpes a matar- con el dorso de la mano se limpió el sudor de su frente.

El sonido de una rama quebrarse la puso en alerta y se levantó rápidamente con kunai en mano, agudizó su oído ya que no veía bien, sintió su chakra detrás de ella y se volteó lo más deprisa que pudo sin embargo lo único que logró percibir fue el puño que se detuvo a milímetros de dar en su cara, sin embargo el golpe de chakra fue lo suficiente para hacerla retroceder.

-Te encontré Sakura- le dijo Tsunade a la chica de casi 14 años que estaba de rodillas en el suelo con claro agotamiento físico –Regresaré a Konoha, no puedo quedarme todo el día contigo, mañana vendrá Shizune a seguir con la práctica de jutsus médicos- tras esto le pasó al lado a su discípula, que se levantó con dificultad para seguirle el paso hasta el campamento donde se quedaba la chica al cuidado de Katsuyu.

-Sakura-san, ¿te encuentras bien?- comentó la babosa al verla.

-Sólo un poco cansada Katsuyu, gracias- respondió la chica quitándose su ya muy remendado vestido rojo que solía usar de gennin, los exámenes chuunin estaban a punto de comenzar y no permitiría que le volvieran a arrebatar el título por lo que constantemente se mentalizaba en pensar que ya no era una gennin, el poder de la mente era muy fuerte según su punto de vista, debajo del mismo cargaba su pescador de licra ajustado negro y una camiseta negra también, todo ajustado a su todavía infantil cuerpo.

-Pronto tendrás que cambiar ese vestido- le dijo Tsunade mientras recogía el bolso vacío donde le había traído un poco de comida –Los exámenes chuunin serán dentro de tres días Sakura, si realmente quieres superarlo entonces tendrás que ponerte más a la defensiva.

-Lo entiendo pero…- la chica bajó sus orbes esmeraldas desde los dorados de su sensei hasta sus propias manos –Suena muy contrario a la labor del ninja médico.

-Cierto- le dio la razón, lo que llamó nuevamente la atención de su alumna que volvió a mirarla –Sin embargo yo jamás dejé que Jiraiya u Orochimaru me dejaran atrás, el deber de un ninja médico es cuidar de aquellos que combaten, sanarlos si salen heridos, sin embargo para mí era más importante proteger a mis amigos y siempre estuve a su lado incluso arriesgando mi vida con tal de mantenerlos con vida- las pupilas de Sakura se contrajeron entendiendo el impacto de aquellas palabras, mientras la rubia le daba la espalda para marcharse –Ése es mi camino ninja.

Ya era de noche, Sakura se encontraba frente a una hoguera pequeña para mantener el calor de su cuerpo, frente a ella tenía un pote con agua, una hoja grande ancha donde reposaba el cuerpo de un pez muerto que había encontrado a orillas del río donde se aseaba, ella lo miró fijamente y tras un suspiro colocó sus manos a unos 5 centímetros, concentró su chakra en las manos, y un halo de luz amarillo se vislumbró, la chica frunció el ceño y se mordió el labio inferior.

-Relájese Sakura-san, tiene que concentrarse en el deseo de curar, de proteger- una pequeña Katsuyu a su lado le hablaba con el fin de ayudarla.

-¡No lo entiendo Katsuyu!- frustrada golpeó el piso –Soy una buena para nada… No soy buena en combate, mi fuerza no le llega ni a los talones a la de Tsunade-sama y no puedo ni revivir un simple pez- apretando un puño veía fijamente el fuego que estaba tan vivo como sus niveles de decepción hacia sí misa.

-Sakura… te esfuerzas demasiado sólo para ver un resultado- ante tal declaración Sakura la vio confundida.

-No te entiendo Katsuyu, el fin de un entrenamiento es justamente ese.

-Sí, pero este no es un entrenamiento cualquiera- subiéndose al hombro de Sakura ambas dirigieron su atención a la luna –Para lograr ser una kunoichi como Tsunade-sama, lo vital es querer proteger, no ser mejor.

-¿Proteger?- preguntó la chica confusa.

-Piensa en aquello que quieres proteger más que nada, aquello por lo que darías tu vida, sólo ese sentimiento será la clave que te lleve al éxito.

-Lo sé Katsuyu, eso me lo dijo Tsunade-sama al principio pero aún así no lo he logrado… tal vez no sirva para esto- con voz triste lágrimas asomaron en sus ojos.

-Entonces no has estado evocando el sentimiento correcto… después de todo el corazón sabe lo que el cerebro ignora- sorpresa fue lo que se dibujó en la cara de la Haruno tras el leve plop que le indicaba que la babosa había desaparecido.

Ella siempre había pensado que el amor que sentía por Sasuke-kun era suficiente, cada vez que lo intentaba lo recordaba a él y el deseo que tenía porque volviera a la aldea a su lado, suspiró frustrada mientras su inner por primera vez en mucho tiempo callaba.

-Proteger… ¿No quiero protegerlo?- susurró para ella aunque sabía que no había nada más en aquel lugar que pudiese escucharla

-Tal vez sí, pero no sólo a él- respondió su inner, sorprendiéndose nuevamente.

Se acostó boca arriba viendo a la luna, y una risa que conocía muy bien acudió a su mente seguida de un Sakura-chan, sonrió levemente al recordarlo, Naruto… su tonto compañero de equipo cuya alma y espíritu nunca decaían, aquél que le sonrió mientras le prometía que traería a su amigo de vuelta a Konoha, y que se marchó con Jiraiya de la misma forma que lo hizo ella con tal de volverse más fuerte y….

-Proteger a aquellos que quiere- se sentó de nuevo, aunque nunca lo admitiría en voz alta su inner tenía razón, colocando sus manos nuevamente sobre el pez pensó en él, en Naruto, luego sus amigos y las personas de la villa acudieron a sus pensamientos, ella haría lo que estuviera a su alcance y más para protegerlos, sonrió… de veras…. Y el aura se volvió verde –¡Oh Dios…!- tomó rápidamente al pez que vuelto a la vida había empezado a saltar buscando regresar al agua, y lo depositó en la cubeta que tenía preparada donde este empezó a dar vueltas tranquilamente, y ella con una enorme sonrisa en sus labios pudo dormir como no lo había hecho en más de 5 meses.

Al día siguiente se levantó de un humor excelente y fue a llevar al pez recién revivido la noche anterior al río donde lo liberó, extrañamente este se quedó nadando cerca de ella mientras tomaba un poco de agua para lavarse la cara, ella lo analizó en más detalle, era dorado y tenía ojos azules, un sentimiento de extrañeza se instaló en su estómago, poco tiempo después llegaron dos peces más, uno rojo y otro más pequeño que era exactamente igual al que ella había revivido, se llevó una pequeña sorpresa pues parecían una familia nuevamente reunida y a los segundos se fueron.

Tras el pequeño asombro la chica terminó se asearse y fue de nuevo al campamento para comer, sorprendió a Shizune con el avance en su técnica médica y pasaron el resto del día perfeccionándola e incluso le enseñó algunas más para auto-regenerarse. La secretaria de la Godaime le había traído los dos últimos vestidos rojos que quedaban intactos en la que era su casa, aunque estaba segura de que eso no se mantendría por mucho pues aparte de que su cuerpo cambiaba con el desarrollo en 2 días serían los exámenes chuunin. Volvió a dormir satisfecha tras momentos de relajación en los que se dedicaba a acumular el chakra natural que lograba captar y acumular.

La mañana siguiente volvió a su rutina de aseo en el río, pero un chapoteo ese día llamó su atención, abrió sus ojos sorprendida al ver que era el pequeño pececito que había acudido cuando liberó al anterior, lo observó extrañada al ver que casi parecía querer hablarle, daba pequeños saltitos y luego se alejaba un poco y al ver que no lo seguía volvía a hacerlo.

-Debes estar loca si piensas en seguirlo- pero con un suspiro ignoró a su inner y acompañó al pequeño pez dorado río abajo caminando por la orilla, tras unos pocos minutos llegó a un claro donde había un lago que Sakura no conocía, de sólo verlo notó que era muy muy profundo y tragó nerviosa -¿En serio lo vas a hacer?

Maldición… nuevamente el pececito chapoteba, parecía desesperado, curiosamente sentía que le conocía aunque sabía que era imposible, pero era la única explicación del por qué rayos lo había seguido, y tras quitarse su vestido y zapatos, un trago grueso, inflar sus pulmones y un salto se sumergió seguida del pequeño animalito hasta el fondo del mismo donde se encontraba un lindo y colorido arrecife, nadó un poco más y lo que vio ante sus ojos la hizo, de alguna extraña forma, entender el problema, un extraño pez que ella desconocía pero que podía estar cien por ciento segura era un carnívoro color negro daba vueltas alrededor de los otros dos peces del día anterior, el rojo estaba apoyado en el dorado, y a ella aquello le pareció surrealista.

Parece una película… se dijo mientras pensaba en qué podía hacer, necesitaba actuar rápido pues la superficie estaba muy lejos y no estaba segura de le pudiera ir a tomar más aire y que aquel depredador no matara a los peces, agradeció llevar siempre su porta kunais consigo, sacó una y concentrando el chakra lo lanzó contra el pez negro que lo evitó por poco y se fue contra ella, para su sorpresa el pequeño pez dorado lo embistió logrando alejarlo un poco pero este regresó con la clara intención de comerle, así impulsada por una extraña adrenalina que aquella situación surrealista le provocaba lo atravesó con otro kunai matándolo al instante, se acercó a la pareja de peces sintiendo cómo se acababan sus reservas de aire, pero necesitaba curar al pez rojo o de lo contrario no sobreviviría, lo tomó en sus manos e hizo su trabajo y subió inmediatamente a la superficie donde tomó grandes bocanadas de aire, volvió a la orilla y de rodillas sólo atinó a reírse.

-¿Dónde estabas Sakura?- preguntó Shizune al verla llegar, tenía esperándola poco tiempo pero no era normal que ella se retrasara de esa forma.

-Ayudando a un amigo de otra dimensión- dijo ella con una sonrisa y todavía empapada. Shizune sólo atinó a verla con las cejas arqueadas sin entender lo que decía.

-Mañana comienzan las pruebas del examen chuunin Sakura, deja de jugar y pongámonos a trabajar- le dijo algo preocupada por ella, sin embargo al ver sus ojos de feliz determinación supo en el fondo de su corazón que en realidad no tendría ningún problema.

Esa misma noche Shizune y Sakura regresaron a Konoha, la pelirosa fue a casa donde sus padres la esperaban con una gran cena de bienvenida sin embargo su despedida fue pocas horas después, puese partiría a Sunagakure de inmediato, lugar donde se llevaría a cabo el examen chuunin, si iban sin descanso llegaría al día siguiente a buena hora para dormir en la noche de forma reparadora, sus compañeros habían partido el día anterior ya que el viaje tomaba cerca de 2 días pero ella quería seguir recolectando la energía pura natural del hogar de Katsuyu.

Neji y Shikamaru se habían ofrecido a quedarse para partir con ella en caso de algún percance, el Hyuuga había alcanzado el rango de jounin el año pasado junto con Gaara, Hinata, Shino y Kankuro, ella no había participado pues tenía que pasar un año completo en el hogar de Katsuyu para probarle a Tsunade que era digna de ser su discípula al sacrificar algo tan preciado por los ninja, y lo había logrado hacía 5 meses a penas, es decir casi un año y medio lejos de casa, la cual abandonó con mucha nostalgia pero decidida.

-Neji-san, Shikamaru- los llamó al verlos en la entrada de la aldea –Disculpen el retraso, mis padres estaban algo sentimentales- dijo apenada, sólo habían sido unos 10 minutos pero con Neji uno nunca sabía, sabía que a Shikamaru le daba igual.

-Es natural, llevas mucho tiempo fuera Sakura…. Has cambiado- le dijo luego de inspeccionarla, lo cual le provocó a la joven un leve sonrojo –Andando- y partieron.

-Has crecido Sakura- le dijo el Nara sonriéndole amistosamente, gesto que ella devolvió.

-Ustedes también chicos, ¿qué tal han ido las cosas por la aldea?- preguntó ella con interés, extrañaba a sus amigos, inclusive a Ino-cerda.

-Problemáticas- respondió a lo que ella rió, el resto del viaje se la pasaron hablando para ponerse al día, bueno Shikamaru y Sakura, Neji hacía pequeños comentarios de vez en cuando pero era la forma más fácil de llevar el cansancio que las horas de viaje les causaron.

Grande fue su alegría al ver después de un día de viaje con apenas un descanso para comer, las murallas de Suna, y Sakura con más determinación que nunca en su vida, se prometió a sí misma y a todos, que sería la mejor kunoichi que la aldea jamás hubiese visto.

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Reviews…?

Matta Ne!